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En los sectores rurales, existe la figura del APR, que no es otra cosa que un comité de Agua Potable
Rural. En términos muy simples, esto significa, que en algún momento el Estado intervino el sector,
instalando una red de agua potable y todo lo que involucra: bombas, filtros, cloradores, medidores
para los usuarios iniciales, etc. y entregó esos bienes a un comité conformado por los mismos
habitantes del lugar y administrado por una directiva elegida para tal efecto.
El Programa de Agua Potable Rural (APR) nace en Chile en el año 1964, con la adopción del Plan
Básico de Saneamiento Rural, a partir de los siguientes compromisos acordados en base a la
Resolución de la XIIª Asamblea Mundial de la Salud, del año 1959, que estableció como prioritario
el abastecimiento público de agua y el Acuerdo “Carta de Punta del Este”, del año 1961, firmada
por los Ministros de Salud de América Latina, que estableció como meta el abastecimiento de agua
potable al 50% de la población rural, en la década 1960-1970.
Los objetivos de los sistemas de APR es poder dotar de agua potable a la población rural, según
calidad, cantidad y continuidad de acuerdo con la Norma Chilena NCh 409/01Of. 05 y, por otro
lado, obtener de los habitantes beneficiados una participación responsable y permanente, para que
sea la propia comunidad organizada, quien efectúe la administración del servicio una vez
construido.
En la actualidad existen cerca de 1.897 Sistemas de APR, emplazados a lo largo de todo el país,
los cuales abastecen a más del 99% de la población de zonas rurales concentradas, alcanzando a
1.740.639 habitantes.
La operación del Sistema consiste en adquirir y/o producir agua potable, en las condiciones técnicas
y sanitarias establecidas en las normas respectivas, hasta su entrega en cada hogar, según el
siguiente esquema:
Los proyectos de mejoramientos o ampliación de APR están definidos según los siguientes
lineamientos:
a.- Soluciones Individuales: Son aquellas en las cuales el pozo o puntera se ubica al interior de la
propiedad del beneficiario o bien la intervención implica la instalación de la red interior en la
vivienda.
b.- Soluciones colectivas: Son aquellas en que el sistema de agua potable se encuentra en un
terreno de propiedad o en administración del Comité de Agua Potable y la intervención individual
sólo supone la instalación del medidor y de la red de distribución, la que sólo llega hasta 1 m. al
interior del terreno particular, sin considerar la conexión hacia el interior de la vivienda.
Básicamente, las fuentes son del tipo Superficial o Subterránea, y los sistemas de abastecimiento
de agua y su consecuente explotación, considerando el origen de las mismas, puede resumirse del
siguiente modo:
Para cada fuente se deberá realizar la evaluación de los parámetros presentes en el agua y el grado
de cumplimiento de la Norma de calidad de agua, definiéndose finalmente con ello el tipo de
Fuente, el grado requerido de tratamiento y las alternativas viables de aplicar. Otro componente de
importancia a considerar cuando se trata de aguas superficiales es la necesidad de incorporar un
proceso de Filtración, lo que de ocurrir obligará necesariamente a incurrir en mayores costos de
Inversión y Operación de los sistemas.
Una vez efectuado el análisis de las alternativas factibles de desarrollar, se presenta a continuación
un conjunto de Soluciones para la construcción de sistemas de provisión de APR:
Se plantea como una solución individual, fuente de agua superficial por impulsión mecánica a
estanque sobre torre metálica de H=6m.
Características especiales:
− Las captaciones pueden ubicarse muy próximas al consumo, con lo que se economiza en
aducciones.
− Permite solucionar problemas de abastecimiento en forma muy rápida dado el corto tiempo que
en general se requiere para la construcción de este tipo de obra.
Trabajos de construcción del proyecto APR (Agua Potable Rural) Santa Laura Tucumán.
Los proyectos de Agua Potable Rural comprenden a poblaciones cuya ubicación está fuera de las
zonas urbanas. Sin embargo, con la entrada en vigencia de la Ley 20.998, éstos podrán incluir
proyectos en localidades urbanas. Las licenciatarias, definidas en la Ley 20.998, que están
operando en áreas urbanas, de acuerdo a lo prescrito en esta Ley, podrán mantener su área de
servicio y, además, cualquier licenciataria podrá solicitar ampliaciones de su área de servicio
ubicadas total o parcialmente dentro de un área urbana o de extensión urbana, sin embargo, los
niveles de servicio podrán ser modificados por el Ministerio de Obra Públicas, a proposición de la
SISS, y podrán diferenciarse entre los segmentos de operadores (mayores, medianos y menores).
✓ Facilidad de operación.
✓ Facilidad de mantención.
Los Sistemas de APR son administrados, mantenidos y operados por la propia comunidad,
organizada en Comités o Cooperativas, quienes reciben para ello Asesoría y Asistencia del Estado.
Además, para el funcionamiento del servicio se debe aplicar una tarifa por los consumos de agua
potable que garantice su sustentabilidad.
A través de un Certificado de factibilidad técnica de agua potable rural, las personas que viven en
sectores rurales pueden solicitar la evaluación de factibilidad técnica de nuevas conexiones de agua
potable y el certificado correspondiente. Este certificado va dirigido a personas naturales y jurídicas
que residan en sectores rurales que no tengan abastecimiento de agua potable mediante un sistema
tradicional, y sean socios o socias de la organización a cargo del servicio de agua potable rural,
siempre y cuando el terreno no sea toma ilegal, balneario, loteo particular o parcela de agrado.
Los dirigentes de las cooperativas y comités de agua potable rural pueden autorizar una conexión
nueva, sobre la base de un estudio técnico específico y de la obtención de un certificado de
factibilidad que otorgue, niegue u apruebe condicionalmente la solicitud, para no comprometer el
normal abastecimiento de agua potable de la población atendida.
El Estado reconoce el agua potable como un derecho. Para que este sea efectivo, el estado de Chile
ha debido hacer las inversiones y cambios legales que lo institucionalicen. Dentro de estos desafíos,
se encuentra la entrada en vigencia de la Ley N° 20.998 de Servicios Sanitarios Rurales, que desde
su publicación en el año 2017, regula el Agua Potable y el Saneamiento Rural, garantizando la
coordinación e implementación de los programas destinados a otorgar infraestructura sanitaria
básica a la población rural.
En el año 2018 el Programa de Agua Potable Rural, tuvo una ejecución presupuestaria de $101.837
millones de pesos. Para el año 2019, la Ley de Presupuestos destinó sobre los 114.691 millones de
pesos aproximadamente
Por otro lado, cabe mencionar que es importante realizar las indagaciones necesarias cuando el
agua es provista por un APR debido a que algunos presentan problemas de administración, los que
más tarde que temprano, redundan en problemas de abastecimiento. No siempre el escenario es
malo, pero siempre es bueno investigar consultando a la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH)
del Ministerio de Obras Públicas (MOP), ya que ellos son los que controlan a los APR en los
aspectos técnicos y, por lo tanto, están en posición de indicar si efectivamente es posible la
conexión. De hecho, ellos deben dar la factibilidad técnica a cada nuevo usuario, por ende, la
recomendación es que, aunque en la oficina del APR afirme la posibilidad de abastecimiento,
siempre es bueno consultar en la DOH, para saber si eso es efectivo o no. Por supuesto, todas estas
consultas hay que hacerlas antes adquirir un terreno en sector rural.
✓ Manual de Proyectos de Agua Potable Rural (Ministerio de Obras Publicas – Dirección de Obras
Hidráulicas) Versión julio de 2019.