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Henry Purcell: El Poder del Barroco y la Ópera Inglesa

Cairo Jesús Cantillo Ferreira


Universidad Nacional de Colombia
Historia de la Música
Bogotá D.C.
2021

El periodo musical del barroco que abarcó unos ciento cincuenta años (1600-1750). Implicó una
inmensa y casi infinita serie de cambios de compositor a compositor y de obra a obra desde los
inicios de este importantísimo y majestuoso período que embelesa el oído y el espíritu desde sus
inicios. Con el nacimiento de la ópera italiana que se opuso a las tradiciones musicales anteriores,
obtuvo una mayor importancia una sola melodía que era acompañada por acordes -ya fueran
estos interpretados por un único instrumento acompañante (laúd) o una sección de varios
instrumentos- denominada monodia1. De esta manera, la música se convirtió en el soporte de la
voz, estando sujeta a ella y a la expresividad de las líneas melódicas que estas interpretaban. Bajo
estos cambios y directrices nuevas en la manera de componer se fue gestando la Ópera
(inicialmente llamada melodramma) en Italia y esta, a su vez, fue exportada hacia toda Europa,
siendo copiada y desarrollada ulteriormente en los países donde tuvo acogida. Aquí, poco a poco
se fue gestando el período barroco que se caracterizó por relegar el uso de la polifonía a un
segundo plano para dar más protagonismo a las voces, al coro y desarrollar formas musicales en
torno a esta. Además, con el tiempo varios instrumentos fueron tomando también un
protagonismo superlativo que perdura hasta hoy en día. El caso del violín, que tuvo una
evolución muy rápida y fue desplazando a la familia de las violas hasta casi extinguirla, la
consolidación de un formato orquestal más pequeño, que sin duda alguna son los inicios de la
orquesta como se la conoce hoy en día.
Con la exportación de la ópera italiana, los distintos países de Europa desarrollaron sus propias
formas de concebirla, de sentirla y de interpretarla. En Inglaterra, la ópera se fue urdiendo entre
fracasos y aciertos. Fracasos como el de Dryden (1631-1700) con la ópera totalmente cantada,
Albión y Albanius a la cual se le tachó de tener una música inferior y un texto incompatible con el
idioma inglés.2
Con la llegada de Henry Purcell (1659-1695), la ópera inglesa se consolidó firmemente y alcanzó
proporciones magistrales en cuanto a la calidad de las composiciones operísticas. A pesar de
haber muerto a la corta edad de 36 años, legó un importante número de obras, sobre todo para
voces y orquesta que poseen una calidad exorbitante. Pero, ¿Qué hace que Purcell sea

1
Monodia que proviene del griego: “monos” que equivale a “uno” y “oda” a “canto”.
Arthur Jackobs, Breve Historia de la Música Occidental, Caracas, Venezuela: Monte Avila Editores, 1990, Pág. 98.
2
Ibíd., pág. 107.
considerado el máximo compositor ingles del período barroco? Para responder esta interrogante
se hace necesario resaltar algunos de los pocos datos que se conservan de su vida; ya que no hubo
un registro preciso, juicioso de la vida del compositor. Por consiguiente, no es mucho lo que se
sabe sobre él, a ciencia cierta, pero su obra perdura incólume y da luces acerca de quién fue y qué
sintió a lo largo de su corta vida.

Poco se sabe que Purcell al igual que Mozart demostró un talento impresionante y precoz para la
música. Una diferencia entre estos dos compositores inmortales radica en que Leopoldo Mozart,
padre de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) llevó record celosamente de los progresos de
su hijo. A los ocho años de edad Mozart compuso una serie de sonatas; Purcell, por otro lado,
escribió una canción a tres partes titulada “Sweet Tyranesse” o “Dulce Tirano”3. Aunque, nadie
llevó registro del joven compositor. A lo largo de su niñez compuso otras obras y se desenvolvió
como corista en la “Chapel Royal” en Londres. A los 18 años ya era compositor de música de la
corte4 y a los 20 años de edad era ya un estimado organista de la “Westminster Abbey” cargo que
ocupó hasta su muerte5.
En sus obras se palpa claramente la fuerza del idioma inglés que es avalado, reafirmado por el
poder y la elegancia de su música. En Dido & Eneas (1689) el aria “When I am Laid in Earth”6
El elemento técnico del bajo obstinato en tonalidad menor es la quilla de la pieza y permite
estructurar el resto de la obra con esta base. Posee una introducción en la tonalidad paralela
mayor que hilvana la armonía de modo tal que, llega a la tonalidad menor de forma sutil y con
fineza extraordinaria. Esta aria posee una melodía bellísima y una armonía trágica con un ii°
disminuido que va a un V7 para terminar algunas frases. Recurso muy común en las canciones.
Con una orquestación sencilla, aunque magistral, Purcell evoca los lamentos de la princesa Dido
por su amado Eneas. Una obra inmortal que plasma la genialidad y la sensibilidad del
compositor.
La pieza anterior mencionada es una muestra de la calidad de Purcell. Dido & Eneas es la única
ópera totalmente cantada del compositor. Está compuesta por tres actos en los cuales no sólo la
voz sino también la orquesta, tienen secciones en las que brilla y tienen un protagonismo
claramente notable. Aun así, la voz es la protagonista principal de ésta ópera y cuenta también
con un contrapunto y una polifonía magistral. Dicho esto, cabe mencionar que Purcell contaba
con impresionantes habilidades de contrapunto, que fueron cultivadas y heredadas de su maestro
John Blow (1649-1708) el cual tenía predilección hacia la escritura polifónica7.

3
Alexander Brent Smith, Henry Purcell, Music & Letters vol. 18, no 2: Oxford University Press, 1937. Pág. 162.
4
Bryan White Review: Purcell´s Elusive Life, Early Music vol. 39, No 4: Oxford University Press, November 2011,
pages. 608-609
5
Alexander Brent Smith, Henry Purcell, Music & Letters vol. 18, no 2: Oxford University Press, 1937. Pág. 163.
6
H. Purcell, Dido & Eneas When I am Laid in Earth (Dido´s Lament) Elin Manahan Thomas.
www.youtube.com/watch?v=uGQq3HcOB0Y
7
Bryan White Review: Purcell´s Elusive Life, Early Music vol. 39, No 4: Oxford University Press, November 2011,
pages. 609
Otra famosa y bella aria hace parte de The Fairy Queen (1692) “O Let Me Weep” 8 que cuenta
con la misma fórmula de bajo obstinato como base de la obra y una introducción en la paralela
mayor que define el obstinato en la tonalidad menor. Además, cuenta con una segunda parte en
que el continuo mantiene los intervalos y la forma del obstinato, pero modulado a su relativa
mayor. Esta pieza destaca por los cromatismos que desarrolla creando unas sonoridades muy
interesantes y la parte final que es un resumen de la obra con un clímax expresivo y lleno de
dolor, el cual es el tema del aria. Una melodía y armonía preciosas que quizá contrastan con el
texto colmado de penurias y lamentos.
En la semiópera de El Rey Arturo (1691) Los personajes sobrenaturales o secundarios que
participan del drama son aquellos que cantan y danzan y son acompañados por la orquesta.
Arturo siendo el único que no canta, sino que habla, por ser el personaje principal. Esto era
común en las óperas inglesas y se hacía para darle más énfasis al personaje primario que al hablar
su parte, poseía más seriedad en su actuar. Por el contrario, las partes cantadas y de orquesta eran
para añadir diversión y proseguir con los eventos que ocurrían y se desarrollaban en torno al
personaje principal9. El coro “How Happy the Lover”10 de El Rey Arturo utiliza la forma de bajo
obstinato, pero a diferencia de los ejemplos anterior mencionados, es una conversación entre el
coro solista y el concertino, con el coro general y el ripieno. Es un coral afable, divertido y
alegre. La introducción le brinda una especial importancia a la conversación de las melodías con
una orquestación acorde y magistral. Los oboes tienen muchísima importancia contrapuntística y
van poco a poco amoldando la melodía principal. A continuación, el concertino presenta la
melodía con acompañamiento de los instrumentos de continuo y después responde el ripieno con
toda la sonoridad de la orquesta.
Cabe resaltar que para 1690 Purcell y Blow habían establecido un tipo de orquesta y una forma
de escribir para esta. Se trae a colación porque en El Rey Arturo el formato orquestal de Purcell
está en su punto más álgido. La orquesta está finalmente conformada por trompetas, oboes
doblando las flautas dulces, fagot, cuatro partes para las cuerdas frotadas y los instrumentos de
continuo. Hasta dentro de 25 años este formato de orquesta no sufrió ningún tipo de cambios y
quedó como el estándar de la época11.
Como se habrá escuchado y observado en los ejemplos anteriores, Purcell era un genio en todos
los aspectos concernientes a la música y su elaboración. No solo los aspectos técnicos y teóricos
sino también en lo artístico. Sus melodías eran únicas, acompañados por una armonía interesante
amén de bella y compleja. La maestría que tenía en la orquestación, en la conservación del
equilibrio en la orquesta, hacía que sus obras fuesen siempre gustosas y cumplieran el objetivo
que él se hubiese trazado con ellas. Su repertorio de obras, amplio, fértil, abarcó desde la danza
más alegre y bucólica, hasta la melancolía pura de no solo sus obras para voz y orquesta sino
también para fantasías de cuerdas que gozan del más alto nivel de artesanía porque eso eran los
8
H. Purcell, The Fairy Queen “O Let Me Weep” Sylvia McNair. Vienna: 1994. www.youtube.com/watch?
v=32NjIl6fH8s
9
Arthur Jackobs, Breve Historia de la Música Occidental, Caracas, Venezuela: Monte Ávila Editores, 1990, Pág.107
10
H. Purcell, King Arthur, Z.628 “The British Worthy”: Act IV: Passacaglia: How Happy the Lover. NAXOS of
America. 2004. https://www.youtube.com/watch?v=nsdozVnJj80
11
Peter Holman, Purcell and the Orchestra, Early Music Vol. 38, No. 1: Oxford University Press. February 2010.
Pp. 167.
compositores en esos tiempos: artesanos. Con respecto a las obras instrumentales para cuerdas,
casi todas escritas en tonalidades menores, pero se movían libremente por varias tonalidades
haciendo uso de un rico cromatismo que hacía infinitamente más cautivadoras sus obras. Por
ejemplo, la fantasía en Sol menor Z. 73512 posee una melodía atrapante, que invita a la reflexión.
Una armonía complejísima que se mueve por multiplicidad de tonalidades para terminar de nuevo
en la tonalidad en la que inició. A la vez, posee varios cambios en el tempo y en la interpretación
de las frases. Obras muy complejas, con el mayor grado de elaboración.
En conclusión, la obra de Purcell es uno de los legados musicales del barroco más importantes de
Inglaterra. A pesar de haber fallecido a temprana edad, legó un grueso de más de 800 obras
influenciando la forma de componer en su país y su época. Su música, trascendental y hermosa
hace énfasis en la expresividad. Quizás, esta característica antedicha ha permitido que su música
siga viva hoy en día siendo muy utilizada en el cine. En la Naranja Mecánica (1971) de Kubrick
por citar un ejemplo, la marcha y la canzona de El Funeral de la Reina María (1695) fue
arreglada y utilizada como el tema principal de esta gran obra. El arreglo hecho por la
compositora Wendy Carlos (1939) haciendo uso de los sintetizadores Moog de los años 60’s
mezcla impecablemente el pasado con el presente y da vida a una obra bella, pero escabrosa y
sórdida que representa perfectamente los tintes crueles del mundo de la película. No obstante, no
es la más antigua ni la única pieza cinematográfica que ha revivido al compositor inglés. Por
ende, es acertado decir que el compositor y el período al que hizo parte siguen vivos no sólo en
los escenarios musicales, sino que ha trascendido más allá de estos y re afirma así que Henry
Purcell fue el más grande compositor inglés del barroco por sus aportes invaluables a la ópera y
la música.

12
H. Purcell, Fantasias and In Nomines for Viols, Z.732-747, Concentus Musicus Wien. Vienna. Min 8:15-12:01.
https://www.youtube.com/watch?v=i5GBozzwWCI

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