RETOS DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL Y LA LABOR DOCENTE
Los docentes somos de vital importancia para general toda una cultura en nuestra sociedad sobre el cuidado del medio ambiente.
La Educación Ambiental propicia el desarrollo de la conciencia ambiental, su
finalidad es coadyuvar en la solución de las diversas problemáticas ambientales, por lo que se debe considerar que la conciencia ambiental del individuo determina sus decisiones en este ámbito, por lo que analizarla, diagnosticarla y desarrollar herramientas para potenciarla constituye un paso básico a la hora de diseñar e implementar planes y programas eficientes de Educación Ambiental.
La Educación Ambiental desarrolla en las personas un mayor sentido de
responsabilidad y aumenta la conciencia sobre las consecuencias de sus acciones al tiempo que promueve una cultura que contribuye a superar la falta generalizada de conciencia ambiental.
En este tenor, se destaca la importancia de desarrollar no sólo los constructos
psicológicos que se supone están en la base del cambio comportamental, sino también considerar la categoría conceptual de comportamientos ambientalmente relevantes.
Es fundamental incorporar en los procesos de educación ambiental en los
distintos niveles educativos para desarrollar una conciencia que contribuya a la preservación de la naturaleza.
En esta línea, se destaca que la conciencia ambiental se conforma por cuatro
dimensiones: afectiva, conativa, activa y cognitiva. La dimensión afectiva es el conjunto de emociones que evidencian creencias y sentimientos en la temática medioambiental. Es por ello que el docente deberá generar ambientes y formas propicias para que en esta forma de educación se produzcan conocimientos que concienticen a los estudiantes para el cuidado del medio ambiente.