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LICENCIATURA

EN EDUCACIÓN
FÍSICA

Salud y Fitness
Unidad Nº 2
Título: RESISTENCIA

Profesor/a:
Carrera: LICENCIATURA EN EDUCACIÓN FÍSICA
Materia: SALUD Y FITNESS
Profesor: Mg. Sebastián Roca

ÍNDICE:

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................ 2
Objetivos ............................................................................................................................................... 3
RESISTENCIA ..................................................................................................................................... 4
CONCEPTO DE RESISTENCIA .................................................................................................. 4
Resistencia aeróbica .................................................................................................................. 6
Potencia aeróbica........................................................................................................................ 6
Capacidad aeróbica .................................................................................................................... 7
Otros criterios de diferenciación de la resistencia ..................................................................... 9
El entrenamiento de la resistencia ......................................................................................... 10
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................. 27

1
INTRODUCCIÓN

El concepto de resistencia siempre se encuentra ligado al ejercicio físico, seguramente,


debido a que no existe un solo tipo de resistencia.

Se espera que al finalizar la unidad, Ud. Sea capaz de diferenciar distintos tipos de resistencia,
y de conocer cuáles son los métodos para la mejora de dicha capacidad.

También se espera que el lector, tenga un nuevo abordaje a los tipos de resistencia y sus
clasificaciones, según diferentes autores.

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Objetivos

Objetivo General:
✓ Conocer los conceptos relevantes relacionados con la resistencia.

Objetivos Específicos:
✓ Unificar criterios en cuanto a definiciones de resistencia
✓ Diferenciar resistencia aeróbica y anaeróbica
✓ Métodos de entrenamiento de la resistencia

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RESISTENCIA
CONCEPTO DE RESISTENCIA
Resistencia es la capacidad de resistir. Y resistir es sinónimo de durar una cosa o acción, así
como la capacidad de tolerar una situación, que puede ser un esfuerzo deportivo. Por tanto, la
resistencia, en nuestro campo, hace referencia a la capacidad del sujeto para mantener la realización
de un esfuerzo físico determinado, pero teniendo como particularidad y objetivo que el rendimiento
disminuya en la menor medida posible durante la realización del ejercicio o prueba de competición.
Esto significa que las posibilidades de "resistir", para un mismo sujeto, están en relación inversa con
la intensidad o potencia desarrollada durante la actividad deportiva. Igualmente, la capacidad de
"resistir" será menor cuanto mayor sea la fatiga. Por tanto, la resistencia viene definida también por
el grado de fatiga y por la capacidad de "tolerar" la fatiga en la realización del ejercicio. Las
posibilidades de "tolerar" un determinado grado de fatiga objetiva (que se pueda medir) dependen
tanto de los factores neuromusculares y metabólicos como de la capacidad psíquica del sujeto.

En la resistencia contemplamos como un factor determinante la densidad o tiempo de pausa


entre distintas acciones o gestos deportivos. En algunos casos no existe recuperación entre las
acciones o el tiempo es mínimo, lo cual ocurre, generalmente, en las acciones continuas de tipo
cíclico, mientras que en otros casos las pausas son frecuentes y de mayor o menor duración. Las
pausas son un elemento de la propia intensidad o potencia en la ejecución del ejercicio, y a igualdad
de esfuerzo por unidad de acción, determinan la magnitud de la propia intensidad. Por tanto, las
características de la resistencia vendrán determinadas por la intensidad o potencia y por el tiempo
que dura la acción, tanto si ésta se desarrolla de manera continua como intermitente.

La resistencia también se asocia con la capacidad de recuperarse al final de una sesión de


entrenamiento o de recuperarse entre esfuerzos intermitentes dentro de una sesión. Esta relación
entre resistencia y recuperación se manifiesta por la capacidad para volver a realizar un nuevo
esfuerzo de la misma intensidad y duración en un tiempo cada vez más corto. Se aplica tanto a la
recuperación entre sesiones en cualquier deporte como entre esfuerzos dentro de una competición
o un entrenamiento en deportes que no dependen directamente de la resistencia en las acciones
específicas pero que necesitan repetir estas acciones con frecuencia.

Una vez vistas estas características básicas de la resistencia, podemos utilizar como
definición la que aporta Zintl (1991), la cual recoge todos los elementos descritos anteriormente: La
resistencia es la capacidad de resistir psíquica y físicamente a una carga durante largo tiempo,
produciéndose finalmente un cansancio o pérdida de rendimiento insuperable debido a la intensidad
y la duración de dicha carga, y también la capacidad de recuperarse rápidamente después de
esfuerzos físicos y psíquicos. Dicho brevemente, es la capacidad de tolerar el cansancio más la
capacidad de una rápida recuperación.

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El esfuerzo no tiene que ser necesariamente de larga duración, sino que se puede aplicar a
cualquier esfuerzo en el que se produzca una disminución del rendimiento de manera involuntaria y
que imposibilite mantener la aplicación del mismo grado de fuerza, velocidad o potencia durante el
transcurso de la prueba o competición.

En general, la resistencia se relaciona con acciones prolongadas en el tiempo, pero esto es


una visión parcial de la misma. La pérdida de velocidad de un corredor de 100 metros en la última
fase de la carrera es una clara manifestación de resistencia. Si el sujeto pudiera mantener los valores
de fuerza máxima y explosiva aplicados en la fase de máxima velocidad de desplazamiento, el
resultado final de la carrera sería muy superior. Por tanto, cualquier actividad, por muy corta que sea
su duración, en la que se produzca una reducción de la velocidad o potencia de ejecución de manera
involuntaria durante la realización de la misma, es dependiente en mayor o menor grado de la
resistencia. Pero, obviamente, las características de la resistencia y los factores determinantes de la
misma son muy diferentes en función del tiempo que haya de mantenerse el esfuerzo de competición.

Las funciones globales de la resistencia se pueden resumir en los siguientes puntos:

 Mantener durante el tiempo específico de competición la óptima aplicación de fuerza para


alcanzar la óptima o máxima velocidad y potencia que determina el rendimiento deportivo.
Sería aplicable a cualquier deporte o especialidad deportiva

 Aumentar la capacidad de soportar cargas de entrenamiento en cualquier especialidad


deportiva. El objetivo y la aplicabilidad de la resistencia en deportes de "no resistencia" es
mantener la más alta "calidad" del entrenamiento, permitiendo mantener los valores
óptimos de aplicación de fuerza.

 Recuperación acelerada de los esfuerzos realizados tanto en entrenamiento como en


competición.

 Estabilización de la técnica deportiva (cuando ésta sea correcta) y la capacidad de


concentración en los deportes técnicamente más complejos.

Una cuestión a tener en cuenta antes de conocer los distintos tipos de resistencia que existen,
es que cuando se habla de que se utiliza un determinado sustrato energético (glucosa, grasas, etc)
no quiere decir que sea solo ese sustrato el cual aporta energía para la contracción muscular.
Debemos aclarar que siempre hay una interacción de las fuentes de energía, por lo que sería mas
conveniente hablar de “predominancia” de un sustrato sobre otro. Así, por ejemplo, en una carrera
de 100 m planos, predominaría el ATP muscular como sustrato, mientras que en una carrera de
resistencia de varias horas, las grasas serían las que predominarían.

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Resistencia aeróbica
Al hablar de la resistencia aeróbica o cardiorrespiratoria nos encontramos con dos
expresiones fundamentales de la misma. Por una parte está la capacidad aeróbica y por otro la
potencia aeróbica, la cual veremos a continuación.

Potencia aeróbica
Es la cantidad máxima de energía que un sujeto pueda generar por la vía aeróbica en la
unidad de tiempo al realizar un esfuerzo progresivo hasta el agotamiento. También se denomina
consumo máximo de oxígeno (consumo máximo de oxígeno en la unidad de tiempo o VO 2máx). Se
expresa en términos absolutos como litros por minuto o de manera más apropiada, en términos
relativos como ml·kg-1·min-1 (También simplemente ml/kg/min).

La mayoría de los científicos del deporte consideran el VO2máx. como la mejor medición de
la resistencia cardiorrespiratoria en laboratorio. Junto a este valor de potencia aeróbica máxima, es
importante, para el rendimiento y para valorar las capacidades aeróbicas del deportista, la
determinación de la potencia o velocidad a la que el sujeto alcanza su VO2máx dado que el consumo
máximo de oxígeno se estabiliza cuando se llega a una intensidad de esfuerzo determinada aunque
se siga incrementando la velocidad o la potencia, la velocidad o potencia que ha de considerarse en
la valoración será el primer valor de intensidad a la que se alcanza dicho VO2máx.

La potencia aeróbica máxima se mide a través del VO2máx porque existe una relación lineal
entre el consumo de oxígeno (VO2) y la cantidad de energía suministrada al aparato contráctil por el
metabolismo aeróbico. Y el VO2máx es importante para el rendimiento porque en numerosos estudios
se ha observado que existe una relación lineal entre el tiempo de resistencia y el VO 2máx en
esfuerzos de intensidades moderadas y altas. El VO2máx está íntimamente relacionado con el
sistema de transporte de oxígeno, que depende del gasto cardiaco (volumen sistólico x frecuencia
cardiaca) y de la capacidad máxima de la utilización de oxígeno, que se expresa por la diferencia
arteriovenosa (diferencia entre el oxígeno presente en la sangre arterial y la venosa, que es un
indicador del oxígeno utilizado por el músculo). Por tanto, la resistencia aeróbica depende de la
capacidad de suministro de oxígeno y de la capacidad de utilización del mismo. Y a su vez, la
capacidad de utilización de oxígeno depende de la cantidad de O2 que difunde efectivamente al
interior de la matriz mitocondrial de las fibras musculares y del potencial oxidativo de la maquinaria
enzimática mitocondrial (Ciclo de Krebs).

Se ha observado que el VO2máx es relativamente poco entrenable. Se estima que se puede


mejorar en un 15-20% una vez superada la pubertad (Zintl, 1991). Sin embargo, sí es mejorable en
mayor medida el tiempo que se puede realizar un esfuerzo a la intensidad del consumo máximo de
oxígeno y la intensidad (potencia o velocidad) a la que se alcanza dicho consumo. Estas

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modificaciones son más importantes para el rendimiento que poseer un alto VO 2máx, pues un VO2
muy alto que sólo se puede mantener poco tiempo tiene menor efecto sobre el rendimiento, sobre
todo en deportes de resistencia. En dos sujetos con el mismo consumo y la misma velocidad o
potencia de VO2máx, obtendrá mejor rendimiento el que sea capaz de "resistir" la velocidad de
máximo consumo durante más tiempo. De la misma manera, a igualdad de consumo de oxígeno,
será mucho más eficaz el deportista que lo alcanza a una velocidad o potencia mayor.

La estabilización del consumo de oxígeno cuando aún sigue aumentando la potencia o la


velocidad significa que las necesidades de energía son tan altas que ya no se pueden seguir
suministrando por la vía aeróbica, y está entrando en funcionamiento de manera prioritaria la energía
suministrada por la vía anaeróbica. Si seguimos aumentando o manteniendo una intensidad igual o
superior a la equivalente al VO2máx., el esfuerzo sólo se podrá prolongar por unos minutos. Como
consecuencia de la intervención prioritaria del metabolismo anaeróbico se produce una acidosis
metabólica al mismo tiempo que aumenta claramente la concentración de lactato en el músculo y en
la sangre. A la intensidad de esfuerzo a partir de la cual se inicia la acidosis metabólica se le
denomina umbral anaeróbico. Cuanto más se eleva la intensidad del esfuerzo por encima del umbral,
más aumenta la acidez y más disminuye el pH [el pH expresa la concentración de iones hidrógeno
(H+)como medida de la alcalinidad o acidez. Cuanto más bajo es el pH mayor es la acidez y mayor
es la fatiga. Al igual que una mayor velocidad o potencia de VO2máx, un umbral anaeróbico mayor,
supone un mayor rendimiento, también se ha observado que cuanto mayor es la intensidad
(velocidad o potencia) a la que se alcanza el umbral anaeróbico, mayor es la resistencia.

Capacidad aeróbica
El término capacidad hace referencia a la propiedad de las cosas de contener algo dentro de
sí mismas. En nuestro ámbito sería, por tanto, la propiedad del organismo (sistema muscular,
cardiovascular y otros) de contener o almacenar energía. De esta manera, el término capacidad
debería referirse a la cantidad total o máxima de energía o de trabajo realizado. Esta energía se
puede consumir en más o menos tiempo o a mayor o menor velocidad. El tiempo que dure ("resista")
esta energía es inversamente proporcional a la intensidad del esfuerzo. Por tanto, la capacidad
dependerá tanto de la intensidad como de la cantidad de energía disponible. Una disminución de la
cantidad de glucógeno muscular disminuye la capacidad de resistencia, y por el contrario, cuando
las reservas de glucógeno son altas la resistencia mejora. Pero la intensidad no sólo tiene una
implicación cuantitativa, sino cualitativa, pues dependiendo de la intensidad, el tipo de energía
utilizado será distinto. Cuando la intensidad es muy baja y las demandas de energía por unidad de
tiempo son pequeñas se utilizarán principalmente las grasas como sustrato energético, mientras que

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cuando aumentan las exigencias se utilizará principalmente glucosa. Las grasas pueden proporcionar
más energía por unidad de masa que la glucosa, pero la proporcionan mucho más lentamente.

El desplazamiento del metabolismo aeróbico hacia una mayor utilización de glucosa a medida
que aumenta la intensidad del esfuerzo obedece a que la oxidación de las grasas requiere más
oxígeno para producir la misma cantidad de ATP y a que la cantidad de energía obtenida por litro de
oxígeno consumido en el proceso oxidativo es mayor cuando se oxida glucosa. Dado que al aumentar
la intensidad del esfuerzo aumenta la demanda de energía y la utilización de oxígeno, la disposición
de unas determinadas fuentes de energía en mayor o menor cantidad puede influir en la capacidad
de resistencia.

Pero hay otro elemento fundamental relacionado con el rendimiento deportivo, que es la
capacidad de obtener el mayor rendimiento mecánico. El rendimiento mecánico será mayor cuanta
menor sea la energía consumida para realizar el mismo trabajo. En la campo del rendimiento
deportivo se expresa como economía de esfuerzo. En todos los deportes, pero especialmente en los
que requieren una gran capacidad de resistencia, la economía es determinante, pues ante la misma
intensidad y la misma reserva de energía, obtendrá mejor rendimiento aquel que sea más
"económico", el que consuma menos energía para realizar el mismo trabajo. De esta manera, el
deportista no sólo será más eficaz, es decir, conseguirá con más probabilidad sus objetivos, sino que
lo hará con mayor eficiencia, produciendo un menor gasto para conseguir el mismo objetivo. La
eficiencia o economía en el esfuerzo tiene relación directa con la técnica de ejecución del ejercicio,
y, entre otros factores, se ha observado que puede mejorar (sin modificación de los factores
aeróbicos) cuando se mejora la fuerza en sujetos entrenados en resistencia.

Otros factores como la temperatura ambiente también pueden provocar un cambio en la


capacidad de resistencia. La respuesta al calor, con el aporte de una mayor cantidad de sangre a la

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superficie corporal para disiparlo, reduce la aportación de oxígeno a la musculatura y el consiguiente
descenso de la resistencia. Este hecho justifica la conocida necesidad de adaptarse a las altas
temperaturas (y a la alta humedad, que aumenta el estrés producido por la temperatura)cuando se
vaya a competir en ambientes calurosos y húmedos: las necesidades de aporte global de oxígeno
para producir la misma energía son mayores en ambientes calurosos y húmedos.

En síntesis, la capacidad aeróbica viene definida por la cantidad total de energía que se puede
proporcionar por el metabolismo aeróbico, se mide por el tiempo que se puede "resistir" el esfuerzo
a una intensidad determinada, y ante una misma intensidad depende de la cantidad de energía
específica disponible y de la economía de esfuerzo. Por tanto, la capacidad del sujeto no es única,
sino que dependerá de la intensidad o potencia a la que se mida. Ante una misma intensidad
(velocidad o potencia), el sujeto que "resista" más a dicha intensidad tendrá mayor capacidad
específica para esa intensidad. Si la intensidad requiere un aporte de energía suministrado
principalmente por el metabolismo aeróbico, la capacidad se puede considerar como capacidad
aeróbica.

Otros criterios de diferenciación de la resistencia

Tipos de resistencia en función de la duración de la competición

La clasificación más operativa aplicada al entrenamiento toma como criterio el tiempo que
dura la competición, con lo cual se acerca a las necesidades de entrenamiento. En este caso lo que
se hace es una clasificación global de la resistencia sin diferenciar en aeróbico y anaeróbico, ya que
en todas las competiciones siempre hay un porcentaje determinado de ambas vías metabólicas. La
clasificación es la siguiente:

 Resistencia de corta duración (RCD), con una duración de la


competición de 35” a 2’

 Resistencia de media duración (RMD), con una duración de la


competición de >2’ a 10’

 Resistencia de larga duración (RLD), con una duración de la


competición de >10’

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Dada la amplitud del tiempo concedido a la resistencia de larga duración, se hace una
subdivisión de este tipo en otras cuatro categorías, que son:

 Resistencia de larga duración I (RDL I), que comprende a las competiciones de una
duración entre > 10’ hasta 35’

 Resistencia de larga duración II (RDL II), que comprende a las competiciones de una
duración entre > 35’ hasta 90’

 Resistencia de larga duración III (RDL III), que comprende a las competiciones de una
duración entre > 90’ hasta 360’

 Resistencia de larga duración IV (RDL IV), que comprende a las competiciones de una
duración de > 360’

A continuación se muestran algunas de las características funcionales de cada una de estos


tipos de resistencia:

Estos datos son estimativos y promedios, por lo que es probable que algunos sujetos se
desvíen notablemente de estos valores. Además hay que tener en cuenta que estos datos
representan en mayor medida esfuerzos de carrera, por lo que sería necesario hacer los
correspondientes ajustes cuando se trate de otros deportes.

El entrenamiento de la resistencia

El objetivo del entrenamiento de la resistencia es poner al deportista en disposición de


conseguir la óptima manifestación de resistencia en las actividades específicas. Por ello, cada
especialista debe definir claramente sus prioridades en función de las necesidades de su deporte.
En el análisis de las necesidades hay que tener en cuenta las características del ejercicio de
competición al menos en estos aspectos: duración de las pruebas, tipo de acción que se realiza,
proporción de musculatura implicada, tipo de recuperación entre acciones e intensidad de las

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acciones. La estimación del tipo de esfuerzo se determina por el análisis de las características o
exigencias de la competición. Los datos aportados en el capítulo anterior pueden ayudar a determinar
estas características y orientar la aplicación de la metodología de entrenamiento.

Variables del entrenamiento de la resistencia

Como ya hemos indicado anteriormente, las exigencias propias de la carga interna vienen
determinadas por los componentes de la carga externa. Los componentes principales de esta carga,
al igual que en el entrenamiento de otras cualidades o capacidades, vienen determinados
principalmente por el volumen, la intensidad, los ejercicios y la organización de todos ellos. La
manipulación de estas variables es lo que constituye el entrenamiento. Por tanto, una vez
seleccionados adecuadamente los ejercicios, los principales y más decisivos elementos de la
programación del entrenamiento de resistencia son el volumen, la intensidad y la evolución de
ambos. Para el uso correcto de los mismos es necesario definirlos con precisión y tener muy en
cuenta los efectos que pueden tener para el rendimiento tanto la magnitud como las características
de cada uno de ellos. El efecto sobre el organismo es el resultado de la carga aplicada. El efecto se
manifiesta por los cambios en el rendimiento y por las modificaciones biológicas que éste lleva
consigo y que explican las modificaciones de dicho rendimiento.

El volumen

Un aumento del volumen de manera continuada supone un nuevo estímulo permanente que
puede estimular el desarrollo de la resistencia durante algún tiempo, pero no es posible ni
conveniente mantener esta progresión de manera indefinida. Un mayor volumen, a partir de ciertos
límites, no sólo no añade nada positivo al rendimiento, sino que es posible que provoque un retroceso
y aumente claramente el riesgo de lesión. Por tanto, una buena dosificación de esta variable tiene
mucha importancia en la adecuada dirección del proceso de entrenamiento. Uno de los objetivos
prioritarios de la tarea del entrenador está en encontrar el volumen óptimo de entrenamiento en cada
momento.

El volumen en el entrenamiento de resistencia se expresa, fundamentalmente, por tres


magnitudes, que son complementarias y están estrechamente relacionadas: el tiempo total de acción,
la distancia recorrida por el sujeto y el número de veces que se realiza una acción. Según la
especialidad de resistencia de que se trate, la actividad prioritaria que se realiza será diferente: correr,
nadar, remar, pedalear, etc; en la cual va incluido el número de veces que realiza la acción de
entrenamiento. En las demás especialidades, el tiempo es el elemento común, pero el tipo de acción,
así como el número de veces que se realiza puede ser muy diverso.

La manipulación del volumen se puede hacer por el aumento del tiempo, la distancia recorrida
o el número de acciones realizadas dentro de una sesión, por el aumento del número de sesiones,

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por el aumento del número de ejercicios o por el aumento de todas las variables conjuntamente. El
tiempo, que podría ser el elemento básico de referencia para cuantificar el volumen de
entrenamiento, no es comparable entre distintas especialidades, ya que la magnitud del esfuerzo
está condicionada por las características del ejercicio que se realiza. Se puede decir que, como tantas
otras cosas, el efecto, la carga que supone y la cantidad de volumen es específico de cada
especialidad, y que en cada caso el volumen óptimo será diferente. Pero, como ocurre en los demás
tipos de entrenamiento, el volumen por sí mismo no tiene gran significado para determinar la carga
y el efecto del entrenamiento. Será necesario que junto al volumen se informe de la intensidad del
entrenamiento. Dos volúmenes equivalentes pueden representar dos esfuerzos muy distintos si se
realizan con intensidades diferentes.

La intensidad

La intensidad del entrenamiento tiene relación con la tensión muscular generada en cada
unidad de acción. A mayor tensión menor número de repeticiones o menos tiempo de podrá mantener
la tensión, es decir, a mayor intensidad menor volumen. Si la tensión muscular es muy alta, el efecto
sobre la resistencia será menor y, al contrario, cuanto menor es la tensión (suponiendo que se repite
durante el tiempo suficiente) más específico es el esfuerzo para la resistencia. Aunque con esto no
queremos decir que lo idóneo para desarrollar la resistencia sea necesariamente generar muy poca
tensión muscular. La relación tensión-tiempo es diferente según la especialidad deportiva. La tensión
muscular óptima será la que exija la respuesta óptima de los sistemas cardiovascular y respiratorio
para obtener las adaptaciones específicas para el rendimiento que se pretende.

La intensidad se expresa de diversas maneras en el entrenamiento de resistencia. Las formas


pueden ser muy diferentes: velocidad relativa con respecto a la velocidad de competición (se puede
expresar en tiempos), porcentaje de la velocidad o potencia máxima del sujeto en una distancia o en
un tiempo de muy corta duración (por ejemplo, 100m), porcentaje de la mínima velocidad o potencia
a la que se alcanza el VO2máx, porcentaje de la velocidad o potencia del umbral anaeróbico (umbral
anaeróbico individual), porcentaje sobre la velocidad máxima alcanzada en la distancia que se
recorre, valores de lactato al final de la prueba y porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima o de
la frecuencia cardiaca de umbral anaeróbico. Algunas de estas formas de expresar la intensidad se
utilizan conjuntamente o se complementan para su mutuo control. A continuación analizaremos
algunas de ellas:

La intensidad en relación con la velocidad o potencia mínima del VO2máx.

Una de las formas más habituales de definir la intensidad relativa del ejercicio es la utilización
de un porcentaje de la mínima velocidad a la que se alcanza el VO2máx.

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Cuando se realiza un ejercicio de intensidad progresivamente creciente y se mide al mismo
tiempo el consumo de oxígeno, se observa que a medida que vamos aumentando la intensidad o
velocidad del ejercicio, el consumo de oxígeno va aumentando linealmente hasta un límite dado de
intensidad por encima del cual el consumo de oxígeno no aumenta más aunque sigamos
aumentando la intensidad de la carga.

Al valor del consumo de oxígeno que se obtiene en esa fase de meseta se le denomina
consumo máximo de oxígeno (VO2máx). Según este método de definición de la intensidad del
ejercicio, se denomina intensidad del 100% del consumo máximo de oxígeno a la intensidad "A" de
la figura, es decir, a la intensidad mínima a la cual se obtiene el consumo máximo de oxígeno. Este
valor es diferente para cada individuo, y será, por ejemplo, mucho mayor en los deportistas de fondo
que en los sedentarios o los velocistas.

Por tanto, la intensidad se expresará en porcentajes de esa velocidad mínima a la que se


alcanza el VO2máx. La velocidad o intensidad mínima a la que se alcanza el máximo consumo de
oxígeno será la que corresponda al 100%, y las demás intensidades serán porcentajes de esta
intensidad, con la particularidad de que éstas pueden ser inferiores y superiores a la del VO 2máx.
Cuando, por ejemplo, se corre una distancia corta (100-400m) a velocidad muy alta o máxima, la
intensidad es superior al 100%, lo contrario ocurre si se corre una distancia a la velocidad media de
una prueba larga (10000m o maratón).

Los deportistas muy resistentes suelen tener generalmente valores muy elevados de
consumo máximo de oxígeno. Por tanto, su 100% de VO2máx se alcanza a velocidades muy
elevadas. En el otro extremo se encuentran los velocistas, que suelen tener valores de consumo
máximo de oxígeno mucho más bajos. Esto significa que para una misma velocidad de

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desplazamiento determinada, la intensidad relativa del ejercicio será mucho más elevada en el
velocista que en el fondista.

Por ejemplo, supongamos que la velocidad del 100% de VO2máx sea de 24 km/h en el
fondista y de 17 km/h en el velocista, y que ambos atletas pueden correr 400 metros en 55 segundos
(26.18 km/h). La intensidad relativa cuando están corriendo 400 metros en ese tiempo será del 109%
de VO2máx (26.18 x 100/24) en el caso del fondista y del 154% de VO2máx (26.18 x 100/17) en el
caso del velocista. Esto significa que la intensidad relativa del ejercicio, y por tanto su carga
metabólica, es mucho mayor para el velocista que para el fondista. En ese caso, es probable que el
velocista necesite más tiempo de recuperación que el fondista, ya que el estrés metabólico producido
por la carrera de 400 metros ha sido mucho mayor.

La intensidad en relación con el umbral anaeróbico (umbral anaeróbico individual)

Otra de las formas más frecuentes de definir la intensidad relativa del ejercicio es el
porcentaje de la velocidad o la potencia del umbral anaeróbico. Este enfoque se basa en la
cuantificación de la respuesta al esfuerzo a través de la concentración sanguínea de lactato durante
un ejercicio submáximo. Generalmente, los mayores valores de lactato sanguíneo se alcanzan
después de hacer ejercicios hasta el agotamiento de duraciones comprendidas entre 30 segundos y
90 segundos. Cuando la duración es superior o inferior, la concentración sanguínea de lactato que
se observa en los primeros minutos de recuperación es menor. Dado que existe una buena relación
entre la concentración sanguínea de lactato al final de un ejercicio llevado hasta el agotamiento y la
duración del mismo, es razonable utilizar este procedimiento para controlar la intensidad, pues existe
una clara respuesta fisiológica que marca y define la velocidad o potencia a la que se ha realizado el
esfuerzo. El tiempo durante el cual se ha realizado el esfuerzo completará el valor de la carga.

Está unánimemente aceptado que cuando un individuo realiza un ejercicio de intensidad


progresivamente creciente y se mide al mismo tiempo el consumo de oxígeno y la concentración
sanguínea de lactato, se observa que cuando la intensidad relativa del ejercicio (en % de VO2máx es
inferior al 50-60% de VO2máx, los valores de lactato sanguíneo son similares a los que se observan
en reposo. Sin embargo, si se va aumentando progresivamente la intensidad del ejercicio, existe una
intensidad submáxima individual de ejercicio (entre el 50 y el 85%-90% de VO2máx) a partir de la
cual se empieza a observar que la concentración sanguínea de lactato comienza a aumentar de
modo exponencial. Esta respuesta de la concentración sanguínea de lactato durante el ejercicio de
intensidad submáxima progresivamente creciente se ha descrito de diferentes formas, y se han
utilizado diferentes terminologías para denominar las diferentes zonas de evolución de la
concentración del lactato sanguíneo, como por ejemplo, umbral de lactato, máximo estado estable,

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umbral anaeróbico, umbral aeróbico, umbral anaeróbico individual, punto de ruptura del lactato y
punto de comienzo de acumulación de lactato.

El umbral anaeróbico individual (UAI) es una forma adecuada de expresar el umbral


anaeróbico como referencia para expresar la intensidad. Se refiere a la intensidad máxima de
ejercicio que puede ser mantenida durante 15-20 minutos de ejercicio de intensidad constante, sin
que la concentración sanguínea de lactato aumente más de 1 mmol/l entre el minuto 5 y el minuto 20
del ejercicio.

Por tanto, si un deportista tiene una velocidad de umbral anaeróbico individual de 18 km/h
(100% del umbral anaeróbico individual) y una velocidad del 100% de VO2máx de 23 km/h, cuando
ese deportista esté haciendo un entrenamiento de series de 1000 metros en 3 minutos (20 km/h), la
intensidad relativa del ejercicio mientras esté realizando cada serie será: el 111% (20 x 100/18) del
umbral anaeróbico individual y del 86,9% (20 x 100/23) de VO2máx.

Los esfuerzos realizados con intensidad inferior al umbral anaeróbico se consideran que se
realizan con una aportación prioritaria de energía de tipo aeróbico. Al llegar al umbral anaeróbico se
considera que hay una interacción aeróbica-anaeróbica, y se inicia una aportación prioritaria de la
glucólisis anaeróbica con producción de lactato. El umbral anaeróbico se asocia, generalmente, con
una acumulación de lactato de 4 mmol/l, aunque no sea el mismo para todos los sujetos, de ahí que
sea tan importante determinar el UAI. Se considerará como verdadero umbral anaeróbico, como
hemos visto, la máxima intensidad a la que se pueda mantener estable el lactato sanguíneo durante
un tiempo de 15 minutos aproximadamente. El lactato medido en sangre a la dicha intensidad será
el verdadero valor de lactato del umbral anaeróbico del sujeto.

Generalmente, se considera que un ejercicio es básicamente aeróbico cuando la


concentración de lactato en sangre se mantiene por debajo del valor del umbral anaeróbico individual
durante la realización de todo el esfuerzo. Si la intensidad a la que se trabaja lleva a un incremento
progresivo de la producción de lactato en sangre que sobrepasa el umbral anaeróbico, el
entrenamiento será predominantemente anaeróbico, con una participación importante de la glucólisis
anaeróbica.

La intensidad en relación con la frecuencia cardiaca

La frecuencia cardiaca (FC) es una forma sencilla de controlar la intensidad del


entrenamiento de resistencia. Pero para no cometer errores importantes es necesario conocer cuál
es la FC de umbral del sujeto. La frecuencia de umbral es la FC que alcanza el sujeto cuando la
producción de lactato se corresponde con la que define su umbral anaeróbico. La FC máxima puede
ser una referencia, pero esto puede llevar a desviaciones importantes, pues dos sujetos con la misma

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FC máxima pueden tener una frecuencia de umbral distinta, y, por tanto, entrenando con una misma
FC absoluta se puede estar trabajando en la zona aeróbica o anaeróbica según la FC de umbral de
cada uno. Algunas formas de calcular la FC máxima, como, por ejemplo, 220 menos la edad, sólo
son orientativas para el entrenamiento de "salud" (siempre que se sea conservador en la aplicación
del porcentaje que se considere como umbral), pero para deportistas con exigencias importantes de
resistencia es necesaria mayor precisión e individualización.

La intensidad como un porcentaje de la velocidad de una prueba de competición o distancia

En este caso, la expresión de la intensidad se hace tomando como referencia la velocidad


media del sujeto en la distancia de la prueba de competición o la de la distancia que recorre al
entrenarse. Si los tiempos o distancias recorridas son amplios, este tipo de expresión de la intensidad
debe controlarse por la intensidad referida al umbral o al VO2máx Cuando se trata de distancias o
tiempos cortos, la única referencia es el tiempo o la velocidad alcanzada. La referencia para valorar
la idoneidad de la carga que supone la velocidad elegida es la pérdida o no de velocidad de manera
involuntaria.

A grosso modo, los entrenamientos por debajo del UAI (= 2 mmol/l) se consideran de una
intensidad ligera o moderada, cuando la intensidad es muy próxima al UAI (3-4 mmol/l) se considera
como media, y cuando es igual o superior al UAI (>4 mmol/l), la intensidad va de media-alta a alta,
muy alta o máxima. De manera paralela, en relación con el VO2máx, la intensidad ligera o moderada
está alrededor del 50- 60% del VO2máx, la intensidad media entre el 70 y el 85% del VO2máx y de
alta a máxima desde el 90 al 100% del VO2máx. Las intensidades por encima del VO2máx se suelen
considerar como "supramáximas". Las intensidades que se encuentran por debajo del UAI se
denominan como entrenamientos aeróbicos, pudiéndose dividir en varios niveles según la proximidad
al UAI, como, por ejemplo, aeróbico 1, 2 y 3, o aeróbico extensivo, medio e intensivo. Las que se
encuentran próximas al umbral se consideran mixtas (aeróbica- anaeróbica) y los superiores al
umbral son intensidades de tipo láctico, que también se pueden dividir en distintos niveles en función
de la proximidad al VO2 máx. o de los valores de lactato que produzcan. Si la intensidad es muy alta
o máxima y de muy corta duración (<5- 6") se considerará como del sistema ATP-PC (con casi
ninguna modificación de la producción de lactato), aunque rara vez lo sea de forma pura. De manera
semejante, las frecuencias cardiacas marcarían los entrenamientos de intensidad aeróbica, mixta o
anaeróbica según que estuvieran por debajo, próxima o por encima del umbral, respectivamente.

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El consumo máximo de oxígeno (VO2máx) y el entrenamiento

Para destacar en pruebas de resistencia de media y larga duración es necesario poseer una
condición física de tipo aeróbica elevada. Una buena condición física de tipo aeróbico se caracteriza
por una serie de adaptaciones de tipo cardiorrespiratorio, las cuales se pueden estimar a través de
la medición del máximo consumo de oxígeno.

La resistencia de tipo aeróbico está estrechamente relacionada con la capacidad para aportar
oxígeno al músculo y con la capacidad de éste para utilizar dicho oxígeno. Los sistemas de los que
depende el transporte y suministro de oxígeno son los sistemas cardiovascular y respiratorio, y
constituyen conjuntamente el sistema de transporte de oxígeno. En este sistema intervienen factores
considerados de tipo central, como el aumento del gasto cardíaco (volumen sistólico x frecuencia
cardiaca), que aumenta la capacidad de transporte de oxígeno, y de tipo periférico, como la
diferencia arteriovenosa del oxígeno, que dependen de las adaptaciones musculares, expresadas a
través de un aumento de la densidad capilar y mitocondrial y de una mejora de la capacidad oxidativa
de las enzimas correspondientes. El producto de los efectos de ambos factores indica el ritmo con el
que los tejidos consumen oxígeno.

Se ha discutido hasta la actualidad qué factor es más limitante del consumo de oxígeno, si el
central o el periférico. Existen opiniones y estudios que apoyan uno y otro factor como factores
principalmente limitantes, pero sin conclusiones definitivas. Parece, por tanto, que la obtención de
los máximos valores en el consumo de oxígeno dependen de ambos factores y que ambos deben
estimularse para alcanzar el máximo rendimiento.

Pero el VO2máx no parece que tenga un margen de mejora importante en sujetos entrenados
en relación con la mejora del rendimiento en resistencia. Parece que una vez alcanzados
determinados niveles de consumo de oxígeno son otros factores los determinantes del rendimiento.
Si bien es frecuente que muchos deportistas especializados en resistencia alcancen valores de
consumo de oxígeno superiores a 80 ml/kg/min, también se ha observado que sujetos con consumo
de oxígeno inferiores a 70-75 ml/kg/min han obtenido resultados destacados en deportes aeróbicos.
El consumo de oxígeno, por otra parte, puede no ser el determinante del rendimiento en
determinadas situaciones. Por ejemplo, en las 48 horas posteriores a una carrera de maratón el
consumo de oxígeno de un sujeto que haya hecho la carrera puede ser el máximo, mientras que si
realizara un nuevo maratón dentro de este tiempo, su rendimiento sería muy inferior al obtenido en
la primera carrera. La falta de reposición de glucógeno podría ser el verdadero limitante en este caso.

Aunque el aumento del VO2máx no se modifique mas con el entrenamiento, sí es posible


mejorar la resistencia. Esta mejora se puede producir de dos maneras. Por una parte, la mejora se
manifiesta cuando aun manteniendo estable el consumo de oxígeno, la velocidad o potencia a la que

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se alcanza dicho consumo aumenta. Esto permitiría alcanzar una intensidad (velocidad o potencia)
más alta sin tener que recurrir de manera prioritaria en la las fuentes de energía anaeróbicas. Y
también se puede producir la mejora si manteniendo el mismo consumo y la misma velocidad o
potencia del VO2máx, se mejora el tiempo que se es capaz de mantener dicha intensidad. Dos sujetos
con el mismo consumo y la misma velocidad de consumo máximo tendrán una resistencia diferente
si uno es capaz de mantener dicha velocidad durante cuatro minutos y el otro durante seis.

Todo el entrenamiento que se realice puede tener alguna influencia sobre el consumo de
oxígeno, pero, como ocurre en todo proceso de adaptación, esta influencia depende del estado inicial
del sujeto y de los objetivos que se pretendan. No obstante, para la mejora del VO2máx parece que
la intensidad es lo determinante. Se ha observado que los programas de entrenamiento desarrollados
con intensidades del 90 al 100% del VO2máx (se entiende que a velocidades equivalentes al 90-
100% de la velocidad a la que se alcanza el VO2máx) parecen acompañarse de los mejores
resultados en la mejora del consumo máximo de oxígeno, aunque los volúmenes de entrenamiento
sean bastante diferentes. Los entrenamientos típicos, llamados "de consumo de oxigeno", suelen
realizarse en la zona del 85- 95% del VO2máx, y suelen coincidir con una frecuencia cardíaca
superior a la del umbral de lactato pero sin llegar a la máxima frecuencia cardíaca. El tiempo que se
mantiene esta intensidad puede oscilar entre 20 y 40 minutos.

El umbral anaeróbico y el entrenamiento

La evolución que experimenta el umbral anaeróbico puede ser utilizada como forma de valorar
los efectos del entrenamiento y como forma de expresar y dosificar la intensidad. La capacidad de
un deportista para desarrollar una determinada intensidad de esfuerzo dentro de los límites del
metabolismo fundamentalmente aeróbico puede ser determinante en pruebas de larga duración. Esto
significa que podrá soportar una misma carga durante más tiempo, de manera más económica y sin
acumular valores de lactato por encima del umbral anaeróbico. Lo que comentamos se puede
expresar como la "velocidad de umbral", que sería la velocidad a la que se alcanza lo que hemos
considerado como el umbral anaeróbico individual (UAI). Cuanto más alto esté situado el UAI con
respecto al VO2máx, más tiempo se podrá resistir una misma intensidad de esfuerzo. Coyle y col.
(1988)observaron que en el caso de ciclistas de competición con un umbral anaeróbico elevado (82%
del VO2máx), el tiempo que se es capaz de resistir trabajando al 88% del VO 2máx es más del doble
que el de otro ciclista con idéntico VO2máx pero con un umbral anaeróbico situado en el 66% del
VO2máx. El primero puede aguantar 61 minutos, mientras que el segundo solamente 29. También
se ha observado que la velocidad a la que se sitúa el umbral está directa y estrechamente relacionada
con la velocidad de carrera de las distancias más largas.

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Por tanto, el umbral anaeróbico es muy útil para expresar y dosificar la intensidad, pues la
misma velocidad absoluta para un mismo VO2máx puede significar dos esfuerzos diferentes, y esto
se determina y anticipa si se conoce cuál es el porcentaje del VO2máx al que se alcanza la velocidad
de umbral. Por otra parte, el conocimiento del valor absoluto de la propia velocidad de umbral también
es una referencia perfectamente válida para expresar y dosificar la intensidad.

El efecto del entrenamiento medido sobre el umbral se produce por el aumento de la velocidad
o el porcentaje del VO2máx al que se alcanza el lactato que marca el inicio del umbral anaeróbico.
Esta mejora supone que el sujeto es capaz de alcanzar una mayor velocidad con el mismo esfuerzo
real (nivel de lactato) o con la misma carga interna, o dicho de otra manera, que ante el mismo estrés
metabólico (mismo nivel de lactato), la velocidad o el % del VO2máx es mayor.

A continuación presentamos de manera esquemática la evolución de la curva de lactato antes


y después del entrenamiento.

Antes del entrenamiento el umbral se encuentra aproximadamente al 65% del VO2máx,


mientras que después pasa a estar en el 85%. Esto podría ocurrir tanto si se modifica el consumo
máximo de oxígeno como si no. Lo más determinante para el rendimiento dependerá de estas
modificaciones relativas a la "velocidad de umbral". También se indica el efecto sobre el umbral
aeróbico, que se define como la intensidad a la que la acumulación de lactato empieza a ser superior
al de reposo. La zona entre ambos umbrales es la zona de transición aeróbica-anaeróbica. Como
norma, en términos medios, y no siempre ajustados a la realidad, el umbral aeróbico se fija en los 2
mmol/l y el anaeróbico en los 4 mmol/l.

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Los Métodos de entrenamiento

Vamos a hacer una síntesis de los métodos que se utilizan tradicionalmente para el
entrenamiento, los cuales son bastante conocidos por todos los técnicos relacionados con el
entrenamiento de resistencia, aunque quizás menos para los no especialistas. Para ello utilizamos
los métodos propuestos por Zintl (1991).

Los métodos fundamentales son: el método continuo, el de intervalo, el de repeticiones y el


de competición.

Método continuo

Se realiza por la aplicación de una carga o esfuerzo ininterrumpido a lo largo de un tiempo o


distancia. Este tipo de entrenamiento está orientado fundamentalmente al desarrollo de la resistencia
cardiorrespiratoria o resistencia aeróbica. La intensidad puede ser estable o ligeramente
incrementada a medida que se realiza la sesión, modificada por la introducción de cambios de
intensidad sistemáticos y controlados o con cambios más aleatorios. Los efecto fisiológicos del
entrenamiento se produce durante la realización de un esfuerzo relativamente largo. Según el valor
de la intensidad, se clasifica en método extensivo e intensivo.

También se utiliza un entrenamiento de intensidad variable denominado mixto o continuo


variable; esta modalidad del método continuo se caracteriza por una alternancia constante de la
intensidad, con aumentos y reducciones de la velocidad, que pueden venir condicionados

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parcialmente por la situación del terreno y las sensaciones del sujeto o pueden obedecer a una
planificación previa de los cambios.

Las características de los métodos continuos se presentan a continuación:

Los efectos y los objetivos de estos métodos son los siguientes:

Método Intervalado o de Intervalos

Se caracteriza por la sucesión sistemática de las fases de actividad, esfuerzo o carga y fases
de reposo. La intensidad se determina tanto por la velocidad de ejecución como por la duración de
la pausa. Las pausas pueden ser activas y pasivas, siempre de recuperación incompleta y se controla
por la frecuencia cardíaca. Se suele considerar que la pausa debe permitir una reducción de la

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frecuencia cardíaca hasta 120- 130 pulsaciones por minuto. Se puede utilizar la introducción de
series, que agrupan a un número determinado de repeticiones, después de cada serie hay un
descanso más prolongado que el utilizado entre repeticiones. Esto permite la introducción de un
descanso adicional después de realizar varias repeticiones seguidas. Por tanto hay dos tipos de
pausas, las que se producen entre repeticiones y las que se producen entre series. Durante la fase
de carga se estima que se produce un efecto sobre las paredes cardíacas, debido a la mayor
resistencia periférica, mientras que durante las pausas se estimula la cavidad cardíaca. Sus efectos
durante la sesión se producen durante el esfuerzo y durante las pausas. Este tipo de entrenamiento
puede abarcar un amplio espectro de efectos tanto centrales como periféricos, los cuales dependen
de la intensidad tanto en la fase activa como en la de reposo.

Según la intensidad de la carga se dividen en interválicos extensivos e intensivos, y según la


duración de la carga en interválicos extremadamente cortos (extr. IC), cortos (IC), medios (IM) y
largos (IL).

Las características de los métodos de intervalo se presentan a continuación:

Los efectos y los objetivos de estos métodos son los siguientes:

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Método de repeticiones

Se caracteriza por cargas repetidas y muy intensas con descansos "completos" intercalados.
La pausa se controla por la frecuencia cardíaca, que debería llegar a estar por debajo de 100
pulsaciones por minuto. Los efectos específicos del entrenamiento se producen durante la fase de
cargas, que son de una alta intensidad. La intensidad es ligeramente superior a la correspondiente a
la prueba de competición y de duración más corta, aunque también se pueden utilizar distancias algo
más largas y a menor intensidad. Según la duración de la carga (cada repetición), se clasifican en
métodos de repeticiones de intervalos largos (IL), medios (IM) y cortos (IC).

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Las características de los métodos de repeticiones son las siguientes:

Los efectos y los objetivos de estos métodos se exponen en la tabla 3.6

Método de competición o de control

Puede existir una carga única o varias, en la que se exige un esfuerzo de características
semejantes al de la competición. Se puede utilizar la propia distancia o duración de competición,
distancias más largas o de mayor duración, con una intensidad ligeramente reducida, o distancias
más cortas o de menor duración con mayor intensidad. Una opción posible es la de realizar la
distancia propia de la competición "rompiéndola" o dividiéndola en distancias más pequeñas. Esta

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alternativa se conoce con el nombre de "series rotas" o "series simuladoras". En todos los casos se
pretende conseguir niveles funcionales semejantes a los propios de la competición. El nivel de
exigencia es parecido al de competición tanto en los factores de condición física como en la técnica
y en los factores psíquicos. Puede utilizarse como forma de control del estado de forma de los
deportistas.

Características:

➢ Intensidad: Desde el 95% de la intensidad o velocidad media de competición


hasta >100% de la velocidad media de competición

➢ Duración: Desde distancias de un 10 a un 20% inferiores hasta un 10-20%


superiores

➢ Repeticiones: Siempre serán reducidas. Pueden ir desde una sola repetición


hasta tantas como sean posibles siempre que se mantenga la velocidad o intensidad prevista.
El número total está en función de las distancias, de la intensidad realizada y de las pérdidas
de velocidad. La opción de "series rotas" presentan más alternativas. Veamos algunos
ejemplos (Navarro, 1998):

o Para 100 m en natación: 1-4 x (4x25m / 5")/10'. Es decir, se haría cuatro


veces la distancia de 25m (total 100m) con 5" de recuperación entre cada recorrido.
El entrenamiento puede terminar aquí o bien hacer 10' de recuperación y repetir todo
el proceso tres veces más.

o Para 400 m: 1-2 x (4x100m/15")/20'. Serían cuatro repeticiones de


100m (total 400m), con una recuperación entre ellas de 15". Se podría hacer todo de
nuevo después de 20' de recuperación

➢ Pausas: Siempre serán completas

➢ Respuestas fisiológicas: Las respuesta fisiológicas relativas a la intensidad de


umbral, acumulación de lactato, porcentaje de VO2máx y frecuencia cardíaca son los mismos
que se producen en la competición o algo inferiores, incluso aunque el entrenamiento se haga
sobre la misma duración de la competición y a la máxima intensidad

➢ Efectos: Los propios de la prueba para la que se entrena, tanto desde el punto
de vista físico y fisiológico como del estrés psíquico

➢ Objetivos:

- Provocar un desgaste profundo de los potenciales funcionales con


posterior sobrecompensación.

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- Entrenar con la carga global propia de competición

- Mejorar el rendimiento (adaptación) en los niveles funcionales


específicos máximos

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