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LA CIENCIA EN ROMA: Entre los griegos el pensamiento científico se complacía en la especulación y la construcción de

sistemas filosóficos de carácter abstracto, demasiado ambiciosos y complejos. Los helénicos deseaban encontrar una
explicación al mundo y a sus fenómenos, pero el estado de la Ciencia no permitía la elaboración de cosmogonías y
metafísicas, pues faltaba conocer mucho acerca de los fenómenos concretos para poder llegar a una fase de síntesis.

LA CIENCIA EN GRECIA: Los griegos fueron los primeros en dar una explicación racional del universo, que se reflejó en un
gran desarrollo de la filosofía, la ciencia, la literatura y el arte. Los pueblos de la Antigüedad explicaban los fenómenos
de la naturaleza que no comprendían mediante mitos. Los griegos fueron los primeros que se plantearon dar una
explicación racional del universo. A este conjunto de reflexiones lógicas y racionales se le denomina filosofa. Los
filósofos griegos más importantes fueron Sócrates, Platón y Aristóteles. Los griegos destacaron también como
científicos. Tales de Mileto ha sido considerado el primer científico de la historia ya que dio una explicación del universo
sin recurrir a la mitología y a lo sobrenatural. Pitágoras fue matemático y sentó las bases de la geometría. Hipócrates
está considerado el creador de la medicina científica y el juramento hipocrático aún rige la moral de los médicos en la
actualidad. Arquímedes fue físico y matemático, inventó el tornillo y algunas máquinas de guerra, pero, sobre todo,
descubrió la teoría del desplazamiento de los cuerpos en el agua, que sigue vigente hoy en día. Hasta la época de
Hipócrates las verdaderas bases de la medicina con la observación de síntomas, la cura de los enfermos se reducía a
prácticas casi milenarias del tiempo de Homero, que confiaba en tratamientos de fluxiones. Estás se empleaban en el
santuario de Asclepios, en el centro del Peloponeso, lugar de vientos y calores temperados: allí se facilitaba la curación
con una vida agradable de fiestas, cortejos y representaciones teatrales, como en los modernos balnearios.
LA CIENCIA EN EGIPTO: La ciencia en el Antiguo Egipto gozó de gran prestigio desde tiempos remotos. Es
enormemente significativo el alto nivel que desarrolló esta civilización y la amplitud de conocimientos que
llegaron a dominar. La tradición refleja que los hombres sabios de la antigua Grecia habían ido aprender a Egipto,
en donde existía una ciencia venerable y un elevado nivel de conocimientos científicos, aunque mezclados
algunas veces con prácticas mágicas.Las ciencias en el Antiguo Egipto estaban dominadas por un saber empírico
organizado por sacerdotes y registrado por cultos escribas. El conjunto de la población vivía al ritmo de las
crecidas del Nilo, destructoras y generadoras de la riqueza del país, que necesitaban de un cálculo preciso para su
previsión y la posterior restauración de los terrenos de cultivo tras las crecidas. Para ello los egipcios fueron
capaces de idear una matemática práctica, útiles instrumentos de medida, eficaces herramientas y una tecnología
que posibilitó organizar y realizar faraónicas obras de canalización y erigir monumentales construcciones.En todo
caso es necesario indicar que no existía una ciencia o método científico en el sentido moderno del término sino
más bien un conjunto de reglas e instrumentos que se utilizaban de manera empírica, aunque muchos de sus
logros no fueron superados por la cultura occidental hasta bien entrado el siglo XVIII.

LA CIENCIA DE LOS MAYAS: Los mayas fueron grandes científicos y matemáticos ya que manejaban el concepto
cero y un sistema vigesimal de medida (de 20 en 20).

Gracias a sus grandes conocimientos astronómicos, calcularon el movimiento de traslación de la tierra antes que
otros pueblos y concibieron el año bisiesto primero que en Europa. Fueron capaces de también calcular el
movimiento de la luna y determinar las fases lunares.

Calcularon los ciclos solar y lunar, predijeron acertadamente eclipses solares y lunares. También los solsticios y los
equinoccios que determinan el inicio de las estaciones, desarrollaron un calendario más exacto que el actual.

Los mayas tenían un calendario civil o solar y otro religioso o lunar. El año civil era de 365 días y estaba dividido
en 20 días y un mes adicional de 5 días y el religioso de 260 días.

Los mayas calcularon que la tierra tardaba 365 días en dar la vuelta alrededor del Sol. Con tal asombrosa
exactitud, calcularon también el año lunar.

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