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NOMBRE:

Elianil Reynoso Moreta

MATRICULA:

20-UOD-0035

TEMA:

Emergencias Odontológicas

DOCENTE:

Nadeska Martinez Arbaje


Emergencias odontológicas

Algunos ejemplos de posibles emergencias dentales son un fuerte


dolor dental, una lesión en la que se perdieron uno o varios dientes, o un
absceso dental infectado. Sin embargo, es importante saber cuándo se debe
buscar atención de emergencia.
Entre las emergencias que se pueden presentar esta la pérdida súbita y
breve de la conciencia con ausencia de tono postural seguida de
recuperación espontánea, a esta condición se le llama sincope. El paciente
queda inmóvil y flácido y en general tiene los miembros fríos, el pulso débil
y la respiración superficial. A veces se producen breves sacudidas
musculares involuntarias, que se asemejan a una convulsión. El presíncope
es la percepción de mareos y desmayo inminente sin pérdida real de la
conciencia. En general, se describe y se clasifica junto con el síncope porque
sus causas son las mismas.
El diagnóstico depende de una anamnesis minuciosa, relatos de testigos o
el examen fortuito durante el evento.
La mayoría de los síncopes son consecuencia de una irrigación cerebral
insuficiente. Algunos casos se presentan con flujo sanguíneo adecuado,
pero con aporte insuficiente de sustratos al cerebro (oxígeno, glucosa o
ambos).
La mayoría de las deficiencias en el flujo sanguíneo cerebral se deben a una
reducción del gasto cardíaco, estas pueden ser resultado de: cardiopatías
que obstruyen el tracto de salida, cardiopatías con disfunción sistólica,
cardiopatías con disfunción diastólica, arritmias y entidades que reducen el
retorno venoso.
La obstrucción del tracto de salida puede exacerbarse durante el ejercicio,
en presencia de vasodilatación e hipovolemia, esto precipitando el sincope,
mientras que las arritmias causan síncope cuando la frecuencia cardíaca es
demasiado rápida para permitir un llenado ventricular adecuado o también
por lentirud.
Las enfermedades cerebrovasculares (p. ej., accidentes cerebrovasculares,
ataques isquémicos transitorios) rara vez causan síncope, porque la
mayoría no compromete las estructuras encefálicas centrales que deben
afectarse para ocasionar una pérdida de la consciencia. No obstante, la
isquemia de la arteria basilar secundaria a un ataque isquémico transitorio
o una migraña puede provocar un síncope.
El sincope se puede clasificar de diferentes maneras, una de ellas es:
1. Síncope vasovagal
Generalmente se desencadena por estrés emocional, largos períodos
de pie o sentado, deshidratación o ambientes cálidos, pero puede
ocurrir sin un desencadenante evidente. Es el más común entre los
pacientes jóvenes, en especial de sexo femenino, pero también puede
ocurrir en individuos más añosos.
El mecanismo fisiopatológico del síncope vasovagal nace con la
hiperestimulación simpática del corazón, cuya hiperdinamia puede
obliterar la cavidad ventricular izquierda. Este fenómeno dispara un
reflejo paradójico, con vasodilatación y bradicardia relativa; estos
hallazgos se replican en la prueba de inclinación.

2. Síncope situacional
Este subtipo de síncope es desencadenado por circunstancias como la
micción, la defecación, la tos, el levantamiento de peso, la risa o la
deglución. Todas ellas pueden estimular a receptores viscerales o
disminuir el retorno venoso, factores que precipitan el evento
sincopal.

3. Hipersensibilidad del seno carotídeo


Esta variante es una respuesta anormal a la estimulación del seno
carotídeo, que puede ser espontánea (rotación o extensión de la
cabeza, afeitado, uso de ropa con cuello apretado) o inducida ante un
masaje; en este caso, esta anormalidad marca una enfermedad de los
nodos sinusal o auriculoventricular.

4. Síncope posterior al ejercicio


Aunque esta circunstancia puede acarrear la preocupación de una
causa cardiológica (miocardiopatía hipertrófica o estenosis aórtica), el
síncope posterior al ejercicio suele ser una forma de la variante
vasovagal, con estimulación catecolaminérgica y retorno venoso
escaso.

5. Síncope cardíaco
El mecanismo cardíaco explica un 10% a un 20% de los casos de
síncope, pero es la principal preocupación a la hora del diagnóstico,
debido a que su presencia aumenta el riesgo de muerte súbita.
Generalmente, este fenómeno ocurre repentinamente y sin
pródromos, y la conciencia se restablece de la misma forma.

6. Otras causas de syncope


Las enfermedades clínicas o cardiovasculares agudas pueden causar
síncope. Un contexto de hipovolemia o sangrado gastrointestinal
grave, embolia pulmonar grande con compromiso hemodinámico,
taponamiento cardíaco, disección aórtica o hipoglucemia puede
precipitar eventos de este tipo. Las afecciones carotídeas bilaterales o
el compromiso del sistema arterial vertebrobasilar también pueden
desencadenar un síncope, pero lo hacen en contadas ocasiones y
asociados con déficit neurológico focal. La enfermedad de la arteria
subclavia proximal puede causar el síndrome de robo de la subclavia
si la extremidad superior se encuentra levantada; la sangre se redirige
hacia esta región, lo que causa mareo, síncope y signos de foco
neurológico. Por último, el seudosíncope psicógeno ocurre en
pacientes con ansiedad o trastornos de somatización, que sufren
episodios más prolongados en repetidas ocasiones durante el mismo
día.

Reconocer el cuadro clínico típico de cada una


 Síncope Neuromediado Suele estar condicionado por un factor
precipitante (postural, doloroso…) y acto seguido comienza la fase
prodrómica o presincopal, en ocasiones ausente o de escasa duración
especialmente en ancianos (hasta 1/3) lo que conlleva a caídas y
traumatismos. Esta fase suele durar 30-60 segundos y comienza con
una sensación de malestar general, disconfort o náuseas, síntomas
que obligan al paciente a sentarse o tumbarse yugulando el episodio.
De no ser así, aparece sensación de mareo, visión borrosa,
palpitaciones, tinnitus…y los primeros signos, fundamentalmente
palidez seguido de sudoración o salivación (manifestaciones vagales
del reflejo paradójico). Con la caída de la tensión arterial comienzan
los síntomas atribuibles a hipoperfusión cerebral y retiniana (mareo,
hipoacusia, visión borrosa y sensación de desvanecimiento
inminente). Por último, acontece la pérdida de conocimiento que
dura desde 30 segundos hasta 5 minutos (más prolongado en
ancianos) y que puede acompañarse de pequeñas sacudidas
musculares o descontrol esfinteriano. Tras la pérdida de
conocimiento aparece la recuperación inmediata con un escaso
período de recuperación confusional.

El síncope neuromediado se divide en:

Reconocer el cuadro clínico típico de cada una


 Síncope Neuromediado
Suele estar condicionado por un factor precipitante (postural,
doloroso…) y acto seguido comienza la fase prodrómica o presincopal,
en ocasiones ausente o de escasa duración especialmente en ancianos
(hasta 1/3) lo que conlleva a caídas y traumatismos. Esta fase suele
durar 30-60 segundos y comienza con una sensación de malestar
general, disconfort o náuseas, síntomas que obligan al paciente a
sentarse o tumbarse yugulando el episodio. De no ser así, aparece
sensación de mareo, visión borrosa, palpitaciones, tinnitus…y los
primeros signos, fundamentalmente palidez seguido de sudoración o
salivación (manifestaciones vagales del reflejo paradójico

 Hipotensión Ortostática
El síntoma más frecuente es aturdimiento o mareos cuando te pones
de pie después de estar sentado o acostado. Los síntomas
normalmente duran menos de unos pocos minutos. Algunos de los
signos y síntomas de la hipotensión ortostática son los siguientes:
“Docencia, investigación y servicio para un futuro mejor
1. Sensación de aturdimiento o mareos al ponerse de pie
2. Visión borrosa
3. Debilidad
4. Desmayo (síncope)
5. Confusión
6. Náuseas

 Síncope Cardíaco Debe tenerse en cuenta que, en pacientes con


enfermedad cardiovascular diagnosticada, alrededor de la mitad de
los síncopes son de causa no cardíaca, frecuentemente en relación con
fármacos bradicardizantes o hipotensores, pero deben descartarse la
taquicardia ventricular y la bradiarritmia.
Síntomas:

1. Náuseas
2. Sensación de calor
3. Sudor frío y húmedo 4. Bostezos
5. Visión borrosa 6. Piel pálida
7. Aturdimiento
8. Visión de túnel: el campo de la visión se estrecha hasta ver solo lo
que está enfrente

Tipos más frecuentes en el gabinete odontológico

 Síncope vasovagal o lipotimia


Es el más frecuente, sobre todo en jóvenes. Suele presentarse cuando
hay factores desencadenantes que producen un aumento de la
actividad simpática, como el ambiente caluroso, la bipedestación
prolongada o el estrés. La pérdida de conciencia se da cuando el
paciente está en posición erecta y suele ir precedida de síntomas
vegetativos como sudoración, náuseas o vómitos, palpitaciones, visión
borrosa, tinnitus o molestias abdominales.
 Síncope ortostático o postura
l Es más frecuente en ancianos. Suele producirse al pasar del decúbito
a la bipedestación. Normalmente también se acompaña de
pródromos, aunque en ocasiones puede presentarse de forma brusca.
 Síncope por dolor
Está muy relacionado con la lipotimia, puesto que también se
desencadena por un estímulo vagal. Es típica en la neuralgia del
glosofaríngeo.
 Síncope tusígeno
Suele producirse en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva
crónica tras un exceso de tos. También puede ser provocado por
paroxismos de estornudos o risa, y se debe descartar hemorragia
intracraneal.
 Síncope miccional
Es casi exclusivo en los varones. Es frecuente después de una ingesta
importante etílica y ocurre típicamente durante o inmediatamente
después de la micción. La patogenia es mixta: hipotensión ortostática
y estimulación vagal originada por el rápido vaciamiento de la vejiga
Lipotimia

La lipotimia o desvanecimiento,
Causas cursa con síntomas prodrómicos,
que avisan de su aparición y no
hay pérdida de conciencia.

Palabras claves

Las emociones fuertes como la Desmayo, desvanecer


ansiedad, el exceso de calor, la con anterioridad a que
fiebre, permanecer en un sitio suceda y recuperación
cerrado o el estrés. rapida

La lipotimia se produce por una Prevencion: necesario conocer


hipoperfusión cerebral transitoria las enfermedades sistémicas
secundaria a una disminución de la del paciente, evaluar su grado
presión arterial sistémica
de ansiedad y pautar sedación
y analgesia durante el
procedimiento si es necesario,
así como evitar los estímulos
visuales, las visitas dentales en
ayunas, ser cuidadosos con la
posibilidad de generar una
hipotensión ortostática con
Causas vasovagales, cambios bruscos en el sillón y
cardiacas, cerebrales, no hiperextender la cabeza ni
endocrinas y psicógenas. apoyarse en el cuello de
pacientes ancianos.
Paro cardio –respiratorio

Es la pérdida inesperada y repentina de la función cardíaca, la respiración y


el conocimiento. El paro cardíaco suele estar ocasionado por una alteración
eléctrica en el corazón. No es lo mismo que un infarto. Los síntomas
principales son el desmayo y la ausencia de respuesta. Esta emergencia
médica necesita RCP inmediata o el uso de un desfibrilador. El cuidado
hospitalario consiste en el uso de fármacos, un dispositivo implantable y
otros procedimientos.

Entre los métodos diagnóstico de RCP y que sea exitoso, podemos


encontrar lo que son:
1. Electrocardiograma
El electrocardiograma es la representación gráfica de la actividad
eléctrica del corazón en función del tiempo, que se obtiene, desde la
superficie corporal, en el pecho, con un electrocardiógrafo en forma de
cinta continua. Durante un ECG, los sensores que pueden detectar la
actividad eléctrica del corazón se encuentran pegados a tu pecho.
Análisis de sangre
2.
Se podría analizar una muestra de sangre para verificar los niveles de
potasio, magnesio, hormonas y otros químicos que pueden afectar la
capacidad de funcionamiento del corazón. Otros análisis de sangre
pueden detectar lesiones cardíacas recientes y ataques cardíacos.

3. Radiografía de tórax
Permite al médico ver el tamaño y la forma del corazón, y los vasos
sanguíneos. También puede mostrar la presencia de la insuficiencia
cardíaca
Ecocardiograma
4.
Un ecocardiograma usa ondas sonoras para producir una imagen del
corazón. Puede ayudar a identificar el área del corazón que se dañó a
causa de un ataque cardíaco y que no bombea lo suficiente, o detecta
problemas en las válvulas cardíacas.

5. Tomografía nuclear
Este análisis, que suele hacerse con una prueba de esfuerzo, ayuda a
identificar los problemas de circulación sanguínea del corazón. Se
inyectan cantidades pequeñas de un material radioactivo, como el talio,
en el torrente sanguíneo.

6. Cateterismo coronario
Durante este procedimiento, se inyecta un tinte líquido en las arterias
del corazón a través de un tubo largo y delgado (catéter) que se inserta
en una arteria (por lo general del brazo) que va hasta las arterias del
corazón. Signos y síntomas de un PCR
Algunos de los signos de un paro cardiaco pueden ser:
• Colapso súbito.
• Ausencia de pulso.
• Falta de respiración.
• Pérdida del conocimiento.

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica útil para salvar


vidas en muchas emergencias, entre ellas, un ataque cardíaco o
cuasiahogamiento, cuando se detienen la respiración o los latidos del
corazón de una persona.

Shock anafilactico

El shock anafiláctico, también conocido como anafilaxia o reacción


anafiláctica, es una reacción alérgica grave que se produce en el
organismo como respuesta a una sustancia a la que se tenga alergia
severa, como el camarón, veneno de abeja, medicamentos o alimentos,
por ejemplo, activando el sistema inmune en pocos segundos o minutos,
debido a que el organismo reconoce esta sustancia como una amenaza.

Causas:
Alergias farmacológicas
 Alergias a alimentos
 Picaduras de insectos
 Compromete varios órganos
 La piel en forma de brotes.
 El área respiratoria en forma de ahogos.
 El área cardíaca a partir de una disminución importante de la presión
 arterial
Las reacciones anafilácticas ocurren después de una nueva exposición a
un antígeno para el que un individuo ha producido un anticuerpo
específico Ige. El shock anafiláctico resulta como consecuencia de la
liberación de mediadores inflamatorios tales como histamina, triptasa,
citoquinas.
Los síntomas del shock anafiláctico habitualmente se manifiestan
minutos después de la exposición a un alérgeno.

Piel: Picazón, urticaria, enrojecimiento, hinchazón.


Nariz: Estornudos, congestión nasal, secreción nasal.
Boca: Picor, hinchazón de los labios o la lengua.
Garganta: Prurito, opresión, dificultad para tragar, inflamación de la
parte posterior de la garganta.
Pecho: Falta de aliento, tos, sibilancias, dolor de pecho u opresión
Corazón: Pulso débil, desmayo, shock
Tracto gastrointestinal: Vómitos, diarrea, calambres
Sistema nervioso: Mareos o desmayos
El tratamiento de una anafilaxia debe ser precoz e intenso. Los pacientes
que han sufrido un episodio de anafilaxia deben ser puestos en una
posición cómoda, tumbados, con las piernas elevadas para así aumentar
el flujo sanguíneo al corazón y cerebro. Si el paciente está en un entorno
médico, se administrará oxígeno y se medirá la presión arterial.
Epinefrina: El fármaco de elección para el tratamiento de la anafilaxia es
la adrenalina (o epinefrina) intramuscular.
Corticosteroides: Estos corticoides son similares a las hormonas que
producen las glándulas suprarrenales para combatir el estrés
relacionado con enfermedades y traumatismos.
La difenhidramina: se usa para aliviar el enrojecimiento, la irritación, la
picazón y el lagrimeo de los ojos, los estornudos y la secreción nasal
causados por la fiebre del heno, las alergias o el resfriado común.

Odontalgia e infección dental:


La odontalgia es el dolor o inflamación en los dientes o alrededor de
ellos, a menudo debido a caries dental o infección. La odontalgia o
también conocido comúnmente como dolor dental es una de las
manifestaciones más típicas en la cavidad oral y uno de los motivos de
visita más frecuentes en las clínicas dentales. Este tipo de dolor es un
dolor de tipo no somático y no neurógeno.

La sintomatología típica es un dolor de tipo intenso, pulsátil y continuo.


Suele referirse como una sensación personal de molestia que obliga al
individuo a reaccionar en forma refleja para poder suprimir dicho
estímulo doloroso. La odontalgia suele ser un dolor que puede variar la
intensidad y carácter dependiendo de los factores asociados y si están
provocados o no.
Usar hilo dental y cepillarse los dientes con regularidad para quitar
partículas de alimentos irritantes puede ayudar a reducir el dolor dental.
Usar analgésicos también puede aliviar temporalmente, pero es mejor
limitar el uso de medicamentos tópicos que contienen benzocaína, estos
son recomendaciones para un buen tratamiento.

Entre los factores sistémicos que predisponen las infecciones


odontogénicas, se destacan:
 senilidad, diabetes descompensada (especialmente de tipo 1),
alteración de neutrónicos,
 alteraciones hormonales (pubertad, embarazo), radioterapia,
quimioterapia, traumatismos, enfermedades psiquiátricas, hipertensión,
neoplasias de cabeza y cuello.
Las infecciones odontogénicas más comunes comienzan a partir de
necrosis pulpar con invasión de bacterias en el tejido periapical y
periodontal, y bolsas periodontales profundas, además de pericoronitis,
produciendo así la formación de colecciones purulentas o abscesos, que
puede ser aguda o crónicos.

Via de entrada

Las infecciones odontogénicas son todas aquellas infecciones que


encuentran su origen en las
estructuras dentarias o los tejidos de soporte del diente Por su carácter
de polimicrobianas, la infecciones odontogénicas pueden ser el origen de
cuadros sépticos graves, ya que por su ubicación se pueden difundir a
través de los espacios anatómicos desde la cavidad oral hasta el tórax o
hacia la bóveda craneana.
La vía de entrada de las bacterias a los tejidos pueden ser un diente
cariado o desvitalizado, un tratamiento endodóntico mal realizado,
inflamación gingival o un saco periodontal profundo, entre otras.

Existen reportes de casos de abscesos cerebrales, mediastinitis


necrotizante descendente, fascitis necrotizante, celulitis orbitaria,
absceso orbitario subperióstico y absceso infraorbitario, abscesos
cerebrales y meningitis entre otros, todos de origen odontogénico.
Causas

La causa más común de las infecciones de espacios profundos de cabeza


y cuello son de origen odontogénico y en la mayoría de los casos el
responsable es un molar mandibular Al realizar la anamnesis, síntomas
como el dolor de la zona del cuello, disfagia, odinofagia y disfonía son
frecuentes de encontrar. En cuanto a los signos clínicos más comunes
destacan el aumento de volumen de la zona del cuello, trismos, fiebre,
aumento de volumen facial o inflamación de los tejidos intraorales, entre
otros.

Factores generales y locales que influyen en la diseminación


de la infección.
En su evolución natural busca la salida hacia la cavidad bucal, para lo
cual perfora la cortical habitualmente la cortical vestibular y el periostio
de los maxilares. En determinadas ocasiones la infección odontogénica
no se circunscribe a la Son no alejada del diente (infección primaria)
sino que puede haber diseminación secundaria que compromete
estructuras más alejadas de los maxilares (espacios faciales y espacios
cervicales) o todavia más lejanas como pulmón, endocardio o cerebro.

Generale
s

Son aquellos que se refieren al equilibrio de la tríada formada por la


resistencia del huésped, la capacidad del agente microbiano para invadirlo
y la acción del tratamiento realizado en clínicas Propdental, en concepto de
la antibioticoterapia, sobre el agente patógeno, pero también sobre el
huésped.
Locales

Son aquellos que nos permiten comprender las diversas presentaciones


clínicas, tanto las “localizaciones primarias” como su propagación, que
pueden observarse en la infección odontogénica
Caries dental
La pulpitis

Clasificaciones &
Tipos

Periodontitis
Gingivitis

Absceso
dental

Sinusitis de origen
odontogénico Infecciones Osteomielitis
profundas del dental
cuello
Exodoncias

Complicaciones de una extracción dental

La exodoncia es un acto quirúrgico por el que se extraen uno o varios


dientes o una parte remanente del mismo que ha quedado alojada en el
alveolo, con el menor trauma posible. Es una cirugía laboriosa que requiere
una técnica muy cuidadosa, por lo que con frecuencia se producen
accidentes y complicaciones desde muy simples hasta muy complejos. Los
accidentes y complicaciones en las exodoncias surgen debido a errores de
diagnóstico, por malas indicaciones, mal uso del instrumento, aplicación de
fuerzas excesivas. Las complicaciones exodonticas más frecuentes pueden
estar relacionadas al estado general del paciente, a la administración de la
anestesia local y pueden producirse durante el acto operatorio y
posteriormente a la extracción dentaria.
Los tipos de complicaciones pueden ser:

Sistémic Locales shock Enfisema


as Fractura
anafiláctico Subcutáneo Dentoalveolar

Desgarro Mucoso Fractura de Fractura Fractura de la aguja Fractura


la del Diente de uso en anestesia Mandibular
Tuberosidad a extraer dental
LUXACIÓN DE LA MANDIBULA

Una mandíbula dislocada constituye por lo general un problema dental


urgente muy doloroso que necesita la atención inmediata de un médico o
dentista. No puede cerrarse la boca y la mandíbula suele desviarse hacia un
lado. En algunos casos, la causa de una dislocación mandibular puede ser
una lesión, pero por lo general se debe a haber abierto la boca de modo
excesivo (por ejemplo, al bostezar, al morder un bocadillo grueso, al
vomitar o durante un procedimiento odontológico). La luxación es más
probable en personas que hayan sufrido otras luxaciones con anterioridad o
que sufran laxitud mandibular (hipermovilidad), que puede ser
consecuencia de trastornos temporomandibulares.
El médico o el dentista devuelve la mandíbula a su sitio haciéndola encajar
manualmente (reducción manual), pero ¿Cómo podríamos devolver la

mandíbula a su lugar?
El médico o el dentista se envuelve los pulgares con una gasa y los coloca en
el interior de la boca, sobre los molares inferiores. Los otros dedos se sitúan
alrededor de la mandíbula inferior. A continuación, ejerce presión hacia
abajo sobre los molares al tiempo que empuja la barbilla hacia arriba hasta
que la mandíbula queda encajada nuevamente en su posición normal.
Una vez que la mandíbula vuelve a estar en su lugar, a veces los médicos
aplican un vendaje Barton, para limitar el movimiento de la mandíbula y
prevenir otra luxación mientras la articulación de la mandíbula se
desinflama. Colocación de la mandíbula en su sitio después de una
luxación. El vendaje de Barton se utiliza para estabilizar la mandíbula de
forma temporal después de una fractura o de una luxación. Además, se
recomienda al paciente que evite abrir mucho la boca por lo menos durante
6 semanas; al anticipar un bostezo, debe colocarse un puño debajo de la
barbilla para evitar abrir completamente la boca, y debe cortarse la comida
en pedazos pequeños.
Luxaciones temporomandibulares

La articulación temporomandibular o ATM es la articulación formada por


la parte superior de la mandíbula y el hueso temporal del cráneo. Este
hueso actúa como una bisagra deslizante.
En concreto la articulación de la mandíbula, se trata de una diartrosis
bicondilea bilateral, es decir, articulación sinovial formada por las
superficies articulares (revestidas de cartílago hialino), la cápsula articular
y los ligamentos de refuerzo, por lo que, en realidad, son dos articulaciones,
una a cada lado de la cabeza, que funcionan sincrónicamente y son las
únicas articulaciones móviles entre los huesos de la cabeza.
La ATM trabaja de forma simétrica, siendo una de las articulaciones con
más funcionalidad y complejidad del cuerpo humano. Interviene en
funciones básicas como hablar, masticar, deglutir y bostezar además de
contribuir en el mecanismo de producción de diferentes expresiones
faciales.
La articulación tempomandibular está compuesta por un conjunto de
estructuras anatómicas que, con la ayuda de grupos musculares específicos,
permite a la mandíbula ejecutar variados movimientos aplicados a la
función masticatoria (apertura y cierre, protrusión, retrusión, lateralidad).
La superficie articular mandibular se encuentra en la porción craneal de la
protuberancia más posterior de la rama mandibular vertical, que recibe el
nombre de cóndilo. Por delante de esta, hay otra prominencia ósea
destinada a dar inserción al tendón del músculo temporal y que es
denominada apófisis coronoides.
El cóndilo mandibular se divide en tres porciones, la cabeza, el cuello y la
fosa pterigoidea. El cuello condilar es la porción ósea que separa la parte
más craneal, bien definida por su mayor tamaño, y la rama mandibular, que
comienza a la altura de la escotadura mandibular que separa el cuello del
cóndilo de la apófisis coronoidea.
El tratamiento de elección en los procesos agudos y bilaterales es la
reducción manual mediante la Maniobra de Nelaton, también llamada por
otros autores Maniobra de Hipócrates. La maniobra de Nelaton consiste en
reposicionar el cóndilo mandibular en la cavidad glenoidea de la ATM. Para
ello es necesario situar al paciente en sedestación y el profesional frente a él
posicionando sus pulgares en los molares inferiores del paciente,
empujándolos hacia abajo al mismo tiempo que se eleva su mentón. Esto
permite que el cóndilo “salte” a la eminencia articular anterior y la presión
negativa de la articulación llevará el cóndilo hacia atrás. Para prevenir que
el paciente pueda lesionar (mordedura) accidentalmente al profesional que
realiza la maniobra se pueden colocar depresores linguales anclados con
esparadrapos en la parte posterior de los pulgares.

Fracturas y avulsiones de los dientes


Las fracturas dentales son roturas o caídas de un diente o un pedazo de
diente a causa de un golpe o trauma. Hay varios tipos de fracturas dentales
y se clasifican en función de si solo afectan el esmalte, o si también ha
afectado al nervio del diente.
La fractura coronaria es cuando el trauma ha afectado a la corona del
diente. Se dividen en fractura no complicada de corona, cuando el trauma
solo ha afectado al esmalte del diente. Y en fractura complicada de corona
cuando además del esmalte hay un compromiso también del nervio de tu

diente.
La solución o tratamiento en esos casos varía entre una reconstrucción
dental en los casos no complicados. O la endodoncia cuando el nervio está
afectado y posteriormente un empaste o una corona dental en función de la
estructura dental remanente.
Una fractura radicular es cuando el traumatismo ha afectado a la raíz
del diente. Se trata del tipo de fracturas dentales más graves ya que en la
mayoría de casos no se puede salvar el diente y es necesario la extracción
dental.
Tipos de fracturas dentales
1. Fisuras y fracturas del esmalte.
Normalmente se producen en los dientes anteriores del frente estético, en
el borde incisal o en un ángulo interproximal. El diente no suele mostrar
sensibilidad a las variaciones de temperatura, deshidratación o presión. Sin
embargo, puede existir un leve cambio de color.
2. Fracturas de esmalte y dentina.
Las fracturas de esmalte y dentina no afectan a la pulpa, pero suelen
provocar sensibilidad a las variaciones de temperatura, deshidratación y
presión, debido a la exposición de los túbulos de la dentina que se han
cortado. El tratamiento de estas lesiones se hace con empastes de
composite o restauraciones dentales con materiales adaptados a la
anatomía y color de los dientes naturales.
3. Fracturas de la corona con afectación pulpar.
En este caso el diente también presenta dolor y sensibilidad a variaciones
de temperatura, deshidratación y presión causadas por el corte de los
túbulos dentinarios y de la pulpa expuesta.
La respuesta a las pruebas pulpares suele ser positiva y la radiografía es
muy útil para determinar el tratamiento a realizar. Si el nervio está afectado
es necesario un tratamiento de endodoncia.
La fractura de un diente puede tener diferentes orígenes o causas. Estas
principales causas pueden ser:
• Caries muy grandes o en un estado muy avanzado.
• Una gran descalcificación de la pieza dental
• Un gran desgaste y/o desmineralización del esmalte dental.
Fracturas del maxilar superior e inferior.

Las lesiones faciales a menudo ocurren en combinación. Por ejemplo, el ojo


y la nariz o la boca y la mejilla pueden sufrir daños como resultado de una
misma lesión.

• Una fractura de la mandíbula (maxilar inferior) suele causar dolor e


hinchazón, cambia la forma en que los dientes encajan entre sí e impide
que la persona abra completamente la boca.
• Las fracturas del tercio medio facial pueden causar hinchazón, visión
doble, entumecimiento facial, globo ocular hundido, cambios en el encaje
de los dientes y/o incapacidad para abrir completamente la boca.
Por «fractura mandibular» se entiende a menudo la fractura del maxilar
inferior. Las fracturas del maxilar superior se denominan también a veces
fracturas mandibulares, pero por lo general se consideran fracturas faciales.
Las fracturas del maxilar superior pueden ocurrir cuando la cara se estrella
frontalmente contra un objeto fijo, como ocurre en una caída desde una
altura o un accidente con un vehículo a motor. Algunas fracturas son
consecuencia de recibir un golpe con objeto contundente, como un puño o
un arma. En algunas fracturas mandibulares se rompe solo un alvéolo
dental.
Fracturas Maxilo Faciales:

Trauma se define como el daño que sufren los tejidos y órganos por acción
de una energía que puede actuar en forma aguda o crónica. El trauma
maxilofacial es aquél que compromete tanto partes blandas como óseas de
la región facial y ocurre en aproximadamente el 10% de los
politraumatizado.
Las fracturas maxilofaciales son traumatismos graves debido a su relación
con estructuras adyacentes importantes, como la cavidad nasal, el seno
maxilar, la orbita, el cerebro, entre otras. Los pacientes con lesiones
maxilofaciales se caracterizan por ser clasificados como pacientes de alto
cuidado y la mayoría de estos son intervenidos quirúrgicamente a través de
reducción y fijación de las fracturas.
La mandíbula constituye el contrafuerte del tercio inferior. Existe una zona
débil, el cuello del cóndilo que, junto con la arcada dentaria inferior, son
estructuras ambas de gran interés en la masticación El TERCIO SUPERIOR
conformado por el hueso frontal, regiones ciliares y superciliares; el
TERCIO MEDIO que es la estructura de mayor complejidad, comprende a
los maxilares superiores, al complejo cigomático malar de ambos lados y a
la pirámide nasal, contribuyendo a la formación de importantes estructuras
como las orbitas, fosas nasales, reborde alveolar y paladar; por ultimo el
TERCIO INFERIOR que corresponde a la región mandibular.

CLASIFICACIÓN

a. Tercio superior:

Fracturas fronto-orbitarias
b. Tercio medio:

Fracturas naso-órbito-
etmoidales (NOE)

Fracturas cigomático-maxilares

c. Tercio inferior:

Fracturas mandibulares

Dentro de los tipos de fractura del hueso frontal encontramo:


• Región fronto- orbitaria
• Región frontal media
• Región fronto parietal
Fractura frontal Corresponde a una lesión traumática en la región del hueso
frontal. En el espresor de este hueso existe el seno para nasal frontal, que
determinará una pared ósea externa y otra interna en directa relación con el
encéfalo. Clínicamente se observa depresión ósea a nivel frontal, equimosis,
anestesia supraorbitaria, crepitación y en algunos casos de rinorraquia.

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