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Reducir la ansiedad por comer es posible si se llevan a cabo diferentes estrategias que
incluyen tanto aspectos mentales, nutricionales, de estilo de vida, etc.
1. 5 comidas diarias
Muchas veces puede surgir la ansiedad por comer porque hemos visto esa barrita de
chocolate en la nevera o esas galletas en el armario de la cocina. Hay alimentos que
son tentaciones irresistibles, especialmente aquellos ricos en grasa y azúcar. De hecho,
la comida estimula las mismas regiones cerebrales que la las drogas, porque conviene
reforzar algunas conductas.
Nuestra alimentación puede hacer que tengamos más o menos hambre durante el día.
Un ejemplo de ello es cuando comemos bollería industrial y alimentos que provocan
hiperglucemia. Puede que nos sintamos saciados en el momento, pero al poco tiempo
sentimos una gran ansiedad para comer. La mejor alternativa es comer alimentos con
carbohidratos complejos, por ejemplo, arroz integral, que mantienen el azúcar en
sangre a raya y nos mantienen saciados durante más tiempo.
Artículo relacionado: “Los 16 alimentos más saciantes e ideales para adelgazar”
La ansiedad por la comida también puede aparecer cuando no tenemos unos hábitos
saludables que nos permitan ser disciplinados. Por eso, practicar ejercicio físico y
comer alimentos saludables nos mantiene a raya y nos ayuda en nuestro bienestar
general. La autoestima positiva, que aumenta si no nos obsesionamos con el
entrenamiento deportivo, también afecta a nuestro estado de ánimo. Esto repercute
también a la hora de no sentir ansiedad por la comida.
5. Bebe líquidos
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Cualquier tipo de líquido nos ayudará a sentirnos saciados. Por ejemplo, tomar
infusiones calientes y asegurar un buen aporte de aua diario (2 litros) ayudan a
sentirnos saciados y a eliminar toxinas. Tomar uno o dos vasos de agua antes de las
comidas también ayuda a llegar con menos hambre a la mesa. También podemos
tomar sopas vegetales (caseras o de brick) antes de las comidas o entre horas, ya
que aportan los beneficios de los vegetales, pocas calorías y favorecen que nos
sintamos saciados. Además, siempre podemos congelarlas y así tenerlas listas
cuando nos hagan falta. Igualmente, las infusiones relajantes de valeriana, parsiflora
o melisa nos ayudarán a controlar la ansiedad, ya que además de saciarnos nos
relajarán.
Las proteínas animales (carnes, pescado o huevos), lácteos, plátanos, piñas y frutos
secos contienen triptófano, que tiene efecto tranquilizante. El triptófano es un
aminoácido que, después de unos complejos ciclos metabólicos en el organismo, se
transforma en serotonina. Por lo tanto, debemos asegurarnos un correcto aporte
de triptófano, ya que puede ayudar a regular los niveles de serotonina,
neurotransmisor que participa en el control del apetito y está relacionado con el
estado de ánimo.
9. Organízate
Hay que intentar comer sin prisa, relajado y sentado a la mesa, masticar bien (de
esta manera haremos mejor la digestión) y tomartse al menos 20-25 minutos apra
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las comidas, ya que la sensación de saciedad se consigue después de 20 minutos de
haber empezado a comer. También es conveniente levantarse de la mesa una vez
hemos terminado de comer