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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTÍN-T

FACULTAD DE ECOLOGÍA
DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CIENCIAS AMBIENTALES Y SANITARIA
EP. INGENIERÍA SANITARIA – EP DE INGENIERÍA AMBIENTAL
MOYOBAMBA

ESCUELA PROFESIONAL : Ing. Sanitaria

CICLO : II

ASIGNATURA : Filosofía general

DOCENTE : Psic. Rubén A. Pisconte


Barahona

ESTUDIANTE : Dionar Ruíz Altamirano


Deysi Erli Pintado Peña
Jhon Crhistian Vallejos Huancas
Johann Miler Terrones Jimenez
Valery Jossetf Flores Fernández
Jhon Anderson Gallardo Rodas
Christian Martínez Tocto

Perú, Moyobamba-2020
EL PROBLEMA DE LA VERDAD

I. FUNDAMENTACIÓN FILOSÓFICA SOBRE LA VERDAD

La verdad es la igualdad, conformidad o equivalencia de la representación mental


del conocimiento con el objeto.
También es la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la concordancia
que existe entre lo que se dice, piensa y cree, y lo real. El término se usa en un
sentido técnico en diversos campos como la ciencia, la lógica, las matemáticas y
la filosofía.
La palabra verdad deriva del latín veritas, y su concepto es uno de los grandes
problemas filosóficos, el arma principal de las religiones y una pieza clave en
cualquier discurso político.
las teorías sobre la verdad continúan siendo ampliamente debatidas.

Definición por algunos filósofos

Según Sócrates: La verdad es una continua búsqueda de lo que es inmutable,


perfecto y eterno, es aquello que no varía su significado de forma relativa.
La verdad es el hecho que habla por sí mismo, que es capaz de dignificar y de
otorgar conocimiento.

Según Aristóteles: la verdad se definía como decir aquello que es y


aquello que no es. Hasta aquí un poco complicado, la verdad se definía como decir
aquello que es y aquello que no es. Hasta aquí un poco complicado, pero en
palabras más sencillas Aristóteles pensaba que la verdad se basa en el
conocimiento y en el alma, una relación o puente entre la metafísica y la lógica.

Según René Descartes: la verdad se identifica con la certeza. El afirma que algo
es verdadero si esta cierto de ello. utiliza la duda como método para alcanzar la
verdad.

Verdad objetiva y subjetiva

 Una verdad es considerada objetiva cuando no depende de las


experiencias, creencias y observaciones de cada individuo en particular,
sino que existe independientemente de que se la conozca o acepte. Por
ejemplo, el conocimiento científico.
 Una verdad es considerada subjetiva cuando basa su fundamento y
existencia en el individuo que la formula. Se podría considerar como una
verdad empirista me explico que se basan por medio de nuestros sentidos y
experiencias, aunque no es de la toda verdad la subjetividad ya que a veces
los sentidos engañan

Verdad absoluta y relativa

 Se considera verdad absoluta a toda creencia, experiencia o postulado que


es considerado verdadero independientemente del contexto histórico o la
cultura que lo analice.
 Por otro lado, son relativas aquellas ideas que se consideran verdaderas
según el punto de vista de un individuo o de una cultura.
II. TEORÍAS ACTUALES SOBRE LA VERDAD

TEORÍA CORRESPONDENTISTA

Definición
La teoría correspondentista de la verdad, o teoría de la verdad como
correspondencia, establece que la verdad o falsedad de una proposición está
determinada únicamente por la forma en que se relaciona con el mundo.
Afirman que la verdad se da, cuando se produce una correspondencia o
conformidad entre lo que una proposición afirma y el estado de cosas o el hecho al
que se refiere. Y que se da la falsedad, cuando esta correspondencia no se
produce.
Es quizás la teoría de la verdad más extendida. La idea general se remonta por lo
menos a algunos de los filósofos griegos clásico
como Sócrates, Platón y Aristóteles. Según la versión tomista de la adecuación, es
el intelecto el que debe adecuarse a la realidad (asimetría adecuacionista):
debemos pensar las cosas conforme a lo que son.
Ejemplos:
 la proposición «llueve» será verdadera si, efectivamente, llueve en el
momento en que se profiere.
 la proposición «Dios existe» será verdadera si Dios existe.

Correspondencia como congruencia


Bertrand Russell teorizó que para que una proposición sea verdadera debe poseer
un isomorfismo estructural con el estado de los asuntos en el mundo, lo cual la
hace verdadera. Por ejemplo, «El gato está sobre la alfombra» es verdadera si y
solo si hay en el mundo un gato y una alfombra, y que el gato esté relacionado con
la alfombra en virtud de estar sobre ella. Si falta cualquiera de las tres partes (el
gato, la alfombra y la relación entre ellos la cual corresponde respectivamente al
sujeto, el objeto y el verbo de la proposición) la proposición es falsa.

Correspondencia como correlación


Austin teorizó que no hace falta que exista un paralelismo estructural entre una
proposición verdadera y el estado de asuntos que la hace verdadera. Únicamente
es necesario que la semántica del lenguaje en la cual está expresada la proposición
sea tal que correlacione totalmente la proposición con el estado de asuntos. Para
Austin una proposición falsa es aquella que está correlacionada por el lenguaje con
un estado de asuntos que no existe.
Relación con la ontología
Históricamente la mayor parte de los defensores de la correspondencia han
sido realistas ontológicos; creen en la existencia de un mundo externo a la mente
de los hombres, dioses, u otras reales o supuestas entidades pensantes. Esto
contrasta con el idealismo metafísico, el cual sostiene que todo lo que existe es al
final de cuentas simplemente una idea en una mente. Sin embargo, no es
estrictamente necesario que una teoría de la correspondencia esté ligada al
realismo ontológico.
TEORÍA COHERENTISTA

Definición

La teoría coherentista de la verdad, o teoría de la verdad como coherencia, es


una teoría de la verdad que sostiene que una proposición es verdadera solo si
es coherente con el resto de las proposiciones del sistema del que forma parte
Los teorizadores difieren principalmente en si la coherencia da lugar a muchos
sistemas verdaderos posibles o si sólo hay un sistema verdadero. Por lo tanto, en
general la verdad requiere la adecuación de los elementos en el sistema completo.
Ideas como esta forman parte de la perspectiva filosófica conocida
como holismo teorético.
En general se considera que la coherencia implica algo más que la
simple consistencia lógica. Así, se considera que la completitud y la inteligibilidad
de los conceptos son dos factores críticos a la hora de juzgar su utilidad y validez.
Las teorías coherentistas de la verdad no consideran que la coherencia y la
consistencia sean meramente factores importantes de un sistema, sino que estas
propiedades deben de ser suficientes para su verdad. La coherencia es una forma
de explicar los valores de verdad al eludir las creencias que pueden ser falsas de
alguna manera.

Versión de autores sobre la teoría coherentista

 LOCKE: Las ideas son verdaderas si están de acuerdo entre sí, pero las verdades
reales deben estar de acuerdo con la realidad.
 BERKELEY: Sostiene que las ideas ficticias, las ilusiones y los sueños se conocen
como tales porque se desconectan del resto de la gran masa de nuestras ideas y
forman un sistema de entidades mentales. Es natural suponer que la verdad de un
pensamiento verdadero consiste en sus relaciones con otros pensamientos.
 WALKER (1989): “Una creencia es verdadera si y sólo si forma parte de un sistema
coherente de creencias”.
 HAROLD HENRY JOACHIM (1906): La verdad es una coherencia semántica que
involucra algo más que la consistencia lógica; “en su naturaleza esencial, la verdad
consiste en la coherencia sistemática, la cual determina el carácter de una totalidad
significativa”. Lo que es verdad es la “totalidad de la verdad completa”.
 BRAND BLANSHARD (1941): Sostuvo que la coherencia es el único criterio de
verdad; pero no necesariamente la definición de su naturaleza; es sólo el test de
ésta. La verdad pura es un conjunto de creencias completamente coherente.
Implica, entonces, una condición de consistencia en cualquier sistema de
creencias, antes de que pueda valer como verdadero. Como la verdad pura nunca
se ha obtenido, Blanshard admite que ésta viene en grados, y propone la fórmula:
Para toda creencia b, b es verdadera en un grado n si y sólo si un n por ciento del
contenido de b estaría presente en un sistema de creencias puramente verdadera.

Objeción a las teorías coherentistas


Las condiciones para la verdad son muy débiles. Una novela muy bien escrita sería
verdadera, literalmente, y no de modo figurativo.
Blanshard responde que es necesario que haya implicación mutua dentro de un
conjunto de creencias para que haya coherencia. Pero, podrían construirse dos
conjuntos coherentes y opuestos entre sí, y ambos no podrían ser verdaderos.
Blanshard, siguiendo a Bradley, diría que hay que eliminar esa posibilidad e
insistiría en que la verdad final únicamente podrá estar en un solo conjunto que no
sea sólo coherente sino completo. Pero, ¿acaso no existen dos o más sistemas
completos coherentes sobre el mundo, aunque contradictorios entre sí? Por lo
menos, en ciertos dominios: la geometría de Euclides y la de Riemann; o, la
medicina occidental y la oriental. La respuesta a esta objeción sigue siendo incierta.

La mayoría de los teóricos de la coherencia no analizan todas las creencias


posibles, sino sólo aquellas que las personas realmente sostienen. En este caso, el
problema principal de la teoría de la coherencia de la verdad es cómo especificar
este conjunto particular, dado que la verdad de las creencias que realmente se
tienen sólo se puede determinar por medio de la coherencia.

TEORÍA DEL CONSENSO

Definición

Una teoría del consenso es cualquier teoría de la verdad que se refiere al concepto
de consenso como parte de su concepto de verdad. Las teorías del consenso
sostienen que la verdad requiere un procedimiento o acuerdo previo, o
conocimiento previo de pautas, o en algunas versiones, que podría llegar a ser
acordado por algún grupo específico, siendo de especial relevancia el diálogo como
aprendizaje de las condiciones de «igualdad de habla.

Consensus Gentium

Un antiguo criterio de validación de la verdad es el consensus gentium (latín:


acuerdo del pueblo), declara que “lo que es universal entre los hombres lleva su
parte de verdad”. Varias teorías del consenso se basan en variaciones de este
principio. En algunos criterios la noción de consenso universal se toma
estrictamente, mientras que otros califican los términos del consenso de varias
formas. Hay versiones de la teoría del consenso en las que la proporción de la
población requerida para que se dé el consenso y el periodo de tiempo necesitado
para declarar el contexto varían respecto a la norma clásica.

El consenso como ideal regulador

Una teoría descriptiva es la que dice cómo son las cosas, mientras que una teoría
normativa dice cómo deberían ser. Expresado en términos prácticos, una teoría
normativa, más apropiadamente llamada una política, dice a los agentes como
deben actuar. Una política puede ser un imperativo absoluto que diga a los agentes
como deben actuar en cualquier caso o puede ser una directiva contingente que
diga a los agentes como deben actuar si quieren alcanzar una meta particular. Una
política se declara frecuentemente en la forma de una heurística o una máxima una
norma, una regla, un eslogan. Otros nombres que puede recibir una política son
recomendación y un principio regulativo.

CRÍTICAS

Es muy difícil encontrar un filósofo que sostenga una teoría del consenso pura o, en
otras palabras, un tratamiento de la verdad que esté basado en el consenso real de
una comunidad real sin más calificativos. Las teorías puras del consenso son temas
frecuentes de discusión, porque sirven de puntos de referencia para discutir teorías
alternativas.
Una de las críticas más fuertes en el panorama de la discusión sobre filosofía
política es el pensamiento de Jacques Rancière. En su libro El desacuerdo,
Rancière expone que una de las condiciones para la política democrática es la
existencia de disenso o desacuerdo, pues esa diferencia o tensión que produce
diálogo es la manera en que construimos la propia comunidad. En palabras de
Rancière: “El desacuerdo no es el conflicto entre quien dice blanco y quien dice
negro. Es el existente entre quien dice blanco y quien dice blanco, pero no entiende
lo mismo o no entiende que el otro dice lo mismo con el nombre de la blancura.”

TEORÍA PRAGMATISTA

Charles Sanders Peirce, fundador del pragmatismo.

Etimología: La palabra pragmatismo proviene del vocablo griego pragma que


significa "práctica" o "asunto" (situación concreta).

Definición
Las teorías pragmáticas de la verdad afirman que una proposición es verdadera si
resulta útil o funciona en la práctica. Así, la proposición «en verano hace calor» es
verdadera si constituye una buena guía para la acción, esto es, si resulta útil para
cualquier persona que la considere verdadera. Hay que entender el criterio de
utilidad como una apelación a comprobar en la práctica la verdad de las
proposiciones, sin caricaturizar la premisa básica. Si sucede tal y como la
proposición indica, entonces es verdadera.
Así pues, según la teoría de la utilidad, sólo podremos establecer la verdad de una
proposición cuando la comprobamos en la práctica. Esta exigencia no se produce
en la teoría de la correspondencia, en la que una proposición es verdadera si se
corresponde con los hechos, aunque éstos no puedan comprobarse. Como es
obvio, la comprobación de una proposición está sujeta a ciertas limitaciones:
primero ha de ser verificable, y además la verificación no es infalible

El pragmatismo fue creado en los Estados Unidos a finales del siglo XIX. 


Charles Sanders Peirce (y su máxima pragmática) merece la mayor parte del
crédito por el pragmatismo, junto con William James y John Dewey, contribuidores
de finales del siglo XIX. El pragmatismo se opone a la visión de que los conceptos
humanos y el intelecto representan el significado real de las cosas, y por lo tanto se
contrapone a las escuelas filosóficas del formalismo y el racionalismo. Para los
pragmatistas, la verdad y la bondad deben ser medidas de acuerdo con el éxito que
tengan en la práctica. En otras palabras, el pragmatismo se basa en la utilidad,
siendo la utilidad la base de todo significado.
Los principales rasgos del pragmatismo son:
 Anti-fundamentalismo, puesto que se renuncia a la búsqueda de la certeza
última.
 Falibilismo, dado que la filosofía es interpretativa, tentativa y siempre está
sujeta a la corrección crítica.
 Sensibilidad para aceptar la contingencia radical y el azar. Esto supone el
rechazo de las doctrinas basadas en una verdad trascendental o inmutable,
tanto de signo religioso como laico.
 El carácter social del yo y la necesidad de alentar una comunidad crítica de
investigadores constituyen los elementos sociales y éticos de los
pensadores pragmatistas. Esto implica la existencia de una pluralidad de
tradiciones, perspectivas y orientaciones que es preciso respetar y tutelar,
desde un enfoque dialógico y democrático.
El papel de la creencia en representar la realidad
es ampliamente debatido en el pragmatismo. ¿Es válida una creencia cuando
representa la realidad? Copiar es uno (y solo uno) modo genuino de conocimiento.
¿Las disposiciones de creencias que califican como verdaderas o falsas dependen
de qué tan útiles sean en la investigación y en la acción? ¿Es solo en la lucha de
los organismos inteligentes con el entorno que las creencias adquieren significado?
¿Una creencia solo se vuelve verdadera cuando tiene éxito en esta lucha? En el
pragmatismo, nada práctico o útil se considera necesariamente verdadero, ni nada
que ayude a sobrevivir meramente a corto plazo. Por ejemplo, creer que mi
cónyuge infiel es fiel puede ayudarme a sentirme mejor ahora, pero ciertamente no
es útil desde una perspectiva a más largo plazo porque no concuerda con los
hechos (y por lo tanto no es verdad).
Algunos de los pensadores que sirvieron de inspiración para varios pragmatistas
son los siguientes:
 Francis Bacon, que acuñó el dicho ipsa scientia potestas est ("el conocimiento
en sí mismo es poder")
 David Hume, por su explicación naturalista del conocimiento y la acción
 Thomas Reid, por su realismo directo
 Immanuel Kant, por su idealismo y de quien Peirce deriva el nombre de
"pragmatismo"
 G. W. F. Hegel, quien introdujo la temporalidad en la filosofía (Pinkard en Misak
2007)
 J. S. Mill, por su nominalismo y empirismo
 George Berkeley, por su proyecto para eliminar todos los conceptos poco claros
de la filosofía (Peirce 8:33)
Hilary Putnam es
un famoso
pragmatista.
TEORÍA DEFLACIONARIA

Definición

La teoría deflacionaria de la verdad es una familia de teorías que comparten la


afirmación de que las aseveraciones que predican la verdad de una proposición en
realidad no le atribuyen una propiedad llamada verdad a dicha proposición o
enunciado de la misma forma que se atribuye una propiedad aun objeto cualquiera.
Las teorías que sostienen que la verdad es una propiedad de los portadores de
verdad, tal como interpretar que "algunas manzanas son rojas" equivale a afirmar
que "el rojo es una propiedad de algunas manzanas", se las llama teorías robustas
(o inflacionarias) de la verdad.
El deflacionismso (también llamada concepción “mòrbita”) rompiendo con la
tradición (llamada por ellos “inflacionista” o robusta) está tratando de proponer una
perspectiva menos ambiciosa de la vedad, pero al mismo tiempo más razonable y
honesta. Para el deflacionismo cuando se señala que dos oraciones distintas tienen
en común la propiedad de la verdad, se debe indicar que no hay algo que explica
que la tengan.

Características:

No son teorías de lo que la verdad es, sino teorías de lo que decimos cuando
expresamos sentencias como:

-Los deflacionistas alegan que la verdad no es una propiedad; sus teorías son más
bien sobre la adscripción de verdad.

-Para los deflacionistas, las teorías pragmáticas no son erróneas, sino algo peor,
son completamente desatinadas porque pretenden analizar algo que simplemente
no está allí.

-Las teorías deflacionarias parecen tener supuestos platonistas: hay propiedades


universales y la mayoría de los predicados nombran propiedades. Pero, “es verdad”
no es ningún predicado. Ni se necesita postular la verdad como tal.

-Para las teorías, la tarea es explicar la naturaleza de esa propiedad. Los criterios
de verdad definen qué se entiende por “verdad” y nos ayudan a decidir si una
proposición es verdadera o falsa. Hay diferentes criterios de verdad, aplicables a
distintos tipos de proposiciones. Tales han sido tradicionalmente las teorías acerca
de la verdad.
OTRAS TEORÍAS

TEORIAS SEMANTICAS DE LA VERDAD

En 1931, Alfred Tarski, un lógico polaco, presentó a la Sociedad Científica de


Varsovia un artículo que se hará famoso: “El concepto de verdad en los lenguajes
formalizados”. Tarski se planteaba el viejo problema filosófico de la verdad en
términos de rigor matemático, obteniendo como resultado una teoría extensional de
la verdad que ha dado lugar al desarrollo de la moderna semántica lógica, y que
parece restaurar la venerable doctrina aristotélica de la verdad como
correspondencia.

 Tarski retoma a Aristóteles, Metafísica: ‘decir de lo que no es que es, o de lo que es


que no es, es falso, y decir de lo que es, que es, o de lo que no es, que no es, es
verdadero’.
 No se necesita de los términos correspondencia, coincidencia, adecuación con la
realidad para hablar de la verdad. Con las matemáticas hemos aprendido que
‘verdadero’ es una forma arcaica o redundante de decir ‘demostrado’ o ‘probado’.
 Los lenguajes que tengan una estructura especificada (formalizada) permiten definir
semánticamente la verdad.
 Distinción entre: ‘lenguaje-objeto’, para el que se define un concepto de verdad, y
‘metalenguaje’, en el que se define ese concepto de verdad y representa al
lenguaje objeto.
 Las expresiones entre comillas denominan las oraciones del lenguaje-objeto dentro
del metalenguaje, y las oraciones de la derecha son expresiones del metalenguaje.

Requisito de la adecuación material:


“P” es verdadera si y sólo si “P” (convención T o V, de verdad)
“La nieve es blanca” es verdadera si y sólo si la nieve es blanca.
El enunciado a la izquierda de ‘’sí y sólo si’, trata sobre la expresión de “la nieve es
blanca” (lenguaje-objeto), mientras que el enunciado a la derecha trata sobre la
nieve. Ambos enunciados, izquierda y derecha, son equivalentes. Así Tarski le da
presunción a la concepción aristotélica, y por lo tanto las implicaciones ‘sí y sólo si’
son un requisito de adecuación material de la definición. “Concepción semántica de
la verdad” porque la verdad aquí está en función en los referentes asignados a los
componentes del lenguaje-objeto.
Requisito de la corrección formal:
- Los nombres de las expresiones del lenguaje-objeto X no pueden formar parte del
lenguaje-objeto –el castellano como lenguaje objeto puede tratar sobre la nieve, pero
no sobre la oración “la nieve es blanca”, esto es tema del meta-castellano-.
- La expresión del meta-lenguaje ‘es verdadero en el lenguaje X’ no puede formar
parte del lenguaje-objeto X para el que se define el concepto de verdad. Un lenguaje
no puede ser su propio meta-lenguaje.
- Los conceptos semánticos deben cumplir con la función que de forma intuitiva
esperamos de cualquier definición. “… es verdadero” debe definirse en términos no
semánticos mientras sea posible.
- Así se evita la paradoja del mentiroso y otras paradojas que tienen que ver con
conceptos semánticos como definición y designación.

TEORÍA PRO-ORACIONAL

Dentro de estas teorías de la verdad los editores incluyen a pensadores como: F. P.


Ramsey, P. F. Strawsonm, C. J. F. Williams o J. Hornsby. La teoría pro-oracional de la
verdad pone el énfasis en su explicación en la analogía entre los pronombres y otras
expresiones como ‘Eso es verdad’ o ‘Lo que Pedro dijo es verdad’, las cuales se
denominan por extensión proporciones. No solo los pronombres cumplen la función de ser
variables, en su caso variables nominales, sino que ciertas expresiones pueden ser
también variables proposicionales. Podríamos resumir la idea fundamental de la teoría pro-
oracional diciendo que el predicado de verdad transforma designaciones de proposiciones
como ‘que el libro está sobre la mesa’, en expresiones de esas mismas proposiciones, es
decir, ‘Es verdad que el libro está sobre la mesa’. Como dice C. J. F. Williams:
La palabra “que” y las comillas son mecanismos cuyo propósito es precisamente el
opuesto de este [del predicado “es verdad” o “es verdadero”], a saber, convertir una
expresión de una proposición en una designación de una proposición. Si se considera “es
verdadero” y “que” como operadores, uno puede verse como el converso del otro. Están
relacionados como “el doble de” está relacionado con “la mitad de” (Nicolás y Frápolli 2012:
337).
La primera formulación de la teoría pro-oracional de la verdad se debe a F. P. Ramsey.
En La naturaleza de la verdad (1927) Ramsey dice: ‘una creencia es verdadera si es una
creencia de que p, y p. Esta definición suena extraña porque no nos damos cuenta de que
“p” es una variable de oración y por esto debe considerarse que contiene un verbo; “y p”
suena absurdo porque parece que no tiene verbo y estamos preparados para añadir tal
verbo “es verdadero” ...’ (Nicolás y Frápolli 2012: 299). Esta definición ha sido la causa de
que la teoría de Ramsey haya sido interpretada como una teoría de la verdad como
redundancia. Aunque no se considere a Ramsey de manera general como un pro-
oracionalista, sino como un redundantista, la evidencia textual de sus obras creemos es
suficiente para concluir dos cosas. Primero, que Ramsey mantuvo una teoría pro-oracional
de la verdad, como bien señalan los autores. Y segundo, que además de ser el primero en
usar el término ‘proporción’, lo usó en un sentido filosóficamente relevante. Consideremos
el siguiente pasaje:
... en el lenguaje corriente que trata lo que realmente deberíamos llamar pro-oraciones
como si fueran pronombres. Las únicas pro-oraciones admitidas en el lenguaje corriente
son “sí” y “no”, ... mientras que “eso” y “lo” incluso cuando funcionan como abreviaturas de
oraciones siempre requieren ser completadas con un verbo: este verbo es a menudo “es
verdadero” (Nicolás y Frápolli: 300).
Lo que se suele olvidar al tratar la teoría de la verdad de Ramsey, es que, en su definición,
‘p’ es una variable proposicional, y como tal, contiene un verbo. Este verbo puede ser
cualquiera, por ejemplo, ‘A es B’. En este caso en la segunda parte de la definición
tendríamos ‘y A es B’, lo cual no necesita ser completado para que sea gramaticalmente
correcto. Pero si tomamos por ejemplo ‘Lo que Pedro dijo era verdad’, aquello que Pedro
dijo era sin duda algo expresado por una oración que contenía un verbo. Pero al
representar lo que Pedro dijo con el pronombre ‘lo’, el verbo contenido en dicho pronombre
tiene que ser completado por el predicado ‘es verdad’ o ‘es verdadero’, ya que si no,
gramaticalmente estaría incompleto.

Ramsey fue el primero que hizo hincapié en la importancia de tomar en consideración


aquellas proferencias donde expresiones como ‘lo’ o ‘eso’ son variables proposicionales.
Atendiendo a estas proferencias puede verse que en ellas el predicado de verdad no es
redundante en absoluto, ya que es necesario para obtener un contenido proposicional
completo. Desde entonces, los distintos autores que han defendido la teoría pro-oracional
de la verdad (Grover et. al 1975, Williams 1992) han vindicado la idea fundamental de
Ramsey de que en los usos no-redundantes no podemos quitar el predicado de verdad sin
a la vez ocasionar una pérdida del contenido aseverado. Además, el predicado de verdad
hace posible que podamos atribuir verdad a contenidos que no están explícitamente dados
en nuestro contexto de uso, y de este modo permite atribuir verdad a cosas dichas por
otros hablantes, pudiendo así afirmar o negar lo mismo que ellos. Por ejemplo, en las
adscripciones de verdad (Frápolli 2013), puede verse que el papel que juega el predicado
de verdad es transformar una expresión “incompleta”, no-proposicional –una adscripción
de verdad cuyo contenido no está dado explícitamente–, en un contenido proposicional
completo que puede ser afirmado, negado o usado como premisa o conclusión de
ulteriores inferencias.
En conclusión, la teoría pro-oracional de la verdad subraya la analogía que existe entre los
pronombres y las pro-oracionales. Cuando usamos una adscripción de verdad en la que el
contenido adscrito no está explícitamente dado, por ejemplo, cuando decimos ‘Lo que
Pedro dijo en el cine es verdad’, el predicado de verdad no puede quitarse sin ocasionar al
mismo tiempo una pérdida del contenido aseverado. A la vista de estos casos, y a
diferencia de lo que defendían algunas teorías de la correspondencia, no puede concluirse
que el predicado de verdad sea superfluo. Sirve, entre otras cosas, para afirmar en nuestro
contexto aquello que otro hablante afirmó en un contexto anterior.
III. Referencias bibliográficas

 Nicolás, J. A., & Frápolli, M. J. (1997). Teorías actuales de la


verdad. Diálogo filosófico, 13(38), 148-178.

 Almiñana, J. J. C. (2006). Verdad y concepto en la filosofía de


Nietzsche. Éndoxa, 1(21), 171-195.

 Alonso Herrera, A. T. (2011). Una aproximación al concepto de


verdad.

 Faerna, Á. M. (1997). Introducción a la teoría pragmatista del


conocimiento.

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