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Tema | Manejo de básicos


Conceptos la cirrosis hepática
de los contextos evolutivos

Módulo | Abdomen
Contextos y su trastorno

Parada
Autor Blázquez Mariano José/ Rodríguez Vargas Daniel / Vargas Serrano Blanca

INTRODUCCIÓN Contenido
La cirrosis constituye una entidad definida morfológicamente por una fibrosis
Introducción
hepática difusa y la sustitución de la arquitectura parenquimatosa normal por
nódulos regenerativos (Figura 1). La fibrosis hepática juega un papel determinante Ecografía en el manejo de
Bibliografía
en la evolución a cirrosis a partir de diversas enfermedades hepáticas y consiste la cirrosis hepática
en un aumento difuso de la matriz extracelular en respuesta a un daño persistente
en el hígado. Además de la fibrosis y la regeneración, la necrosis e inflamación son Hallazgos ecográficos en la
factores histológicos y pronósticos importantes. cirrosis hepática

Las principales causas de la cirrosis son la hepatitis viral y la enfermedad TC en el manejo de la


grasa hepática alcohólica y no alcohólica1. Otras muchas entidades pueden deri- cirrosis hepática
var en cirrosis como enfermedades autoinmunes, trastornos metabólicos (desta-
cando en este sentido la hemocromatosis o enfermedad de Wilson), anomalías Hallazgos en TC en la
biliares y vasculares2. cirrosis hepática

Desde el punto de vista clínico la cirrosis es una enfermedad de difícil manejo RM en el manejo de la
y se puede clasificar en compensada y descompensada. El desarrollo de compli- cirrosis hepática
caciones como hemorragia secundaria a várices, ascitis, encefalopatía, ictericia o Hallazgos en RM en la
carcinoma hepatocelular (CHC) definen la cirrosis descompensada. En la cirrosis cirrosis hepática
compensada la principal causa de mortalidad es la enfermedad cardiovascular3,
mientras que las complicaciones derivadas de la hipertensión portal, el CHC y la Neoplasias en el hígado
sepsis son las principales causas de mortalidad en pacientes con cirrosis hepática cirrótico: Manejo del
descompensada4. El pronóstico y la supervivencia de estos pacientes viene defi- hepatocarcinoma
nido, por tanto, por el riesgo de progresión a estadios descompensados.
Conclusión
Aunque estrictamente el diagnóstico de la cirrosis es histológico, la biopsia
hepática constituye una técnica invasiva y no exenta de complicaciones; por ello, Bibliografía
la combinación de hallazgos en la clínica, pruebas de laboratorio y técnicas de
imagen pueden ser suficientes para su diagnóstico2.

Los estudios de imagen tienen un papel fundamental en los pacientes cirróticos


y se utilizan primariamente para la detección y planificación del tratamiento del
CHC. A diferencia de otras neoplasias, todas las guías para el manejo del CHC
aceptan el diagnóstico por imagen de dicho tumor sin requerir confirmación
histológica. Por tanto, para valorar el hígado cirrótico se requiere alta calidad en la
realización de exploraciones, en su interpretación y en la comunicación de resultados5.

ECOGRAFÍA EN EL MANEJO DE LA CIRROSIS HEPÁTICA


La ecografía representa la primera modalidad de imagen en diversos consensos
internacionales para la valoración del hígado cirrótico, siendo útil tanto en su
diagnóstico como en el seguimiento.
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Figura 1a: Cirrosis macronodular por VHC: El parénquima hepático está sustituido por nódulos grandes
separados por septos de fibrosis.

Figura 1b: Cirrosis micronodular asociada a VHB: Nódulos pequeños separados por
septos que le confieren un aspecto reticular.
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Figura 2a: TIPS permeable con velocidades en modo Doppler de alrededor


de 150 cm/sg.

El papel fundamental de la ecografía en pacientes


cirróticos en la práctica clínica es la vigilancia y la Figura 2b: TIPS que comunica el inicio de la vena porta
(flecha amarilla) con la vena suprahepática media (flecha
detección precoz de las complicaciones, entre ellas roja). Note la esplenomegalia, los hemoclips (*) por trata-
el CHC. La ecografía semestral, como cribado del miento de várices gástricas y la ascitis.
CHC, ha demostrado un impacto positivo en la super-
vivencia de estos enfermos, permitiendo una detección
precoz y la posibilidad de ofrecer al paciente un obtiene una sensibilidad del 84%, una especificidad
tratamiento potencialmente curativo. del 100% y una precisión del 94% para el diagnóstico
de cirrosis hepática11 (Figura 3).
La ecografía también tiene importancia en la
valoración de procedimientos terapéuticos realizados Los hallazgos auxiliares de hipertensión portal
en los pacientes cirróticos, tales como el trasplante (visibles en modo B y Doppler color) contribuyen
hepático o los TIPS (Transjugular intrahepatic por- al diagnóstico de cirrosis hepática. Incluyen la pre-
tosystemic shunt) (Figura 2). sencia de ascitis y esplenomegalia; dilatación de la
vena porta > 13 mm, aumento de al menos 20% del
diámetro de la vena porta en inspiración profunda,
enlentecimiento del flujo de la vena porta principal o
presencia de flujo hepatófugo; colaterales venosas
HALLAZGOS ECOGRÁFICOS EN LA portosistémicas (vena paraumbilical o vena gástrica
CIRROSIS HEPÁTICA izquierda principalmente) y pérdida de la morfología
trifásica de la onda en las venas suprahepáticas 12,13
Los estudios muestran que la ecografía en modo (Figura 4).
B para el diagnóstico de la cirrosis hepática tiene un
rango de precisión, sensibilidad y especificidad entre El papel de la ecografía con contraste (hexa-
el 64-79%, 52-69% y 74-89%, respectivamente 6,7,8. fluoruro de azufre lleno de micro-burbujas cubiertas
con una capa de fosfolípidos) para la evaluación de
En las etapas iniciales de la cirrosis la morfo- la fibrosis y diagnóstico de la cirrosis es limitado14,15,
logía del hígado puede ser normal. Los hallazgos siendo útil en la caracterización de los nódulos
característicos de la enfermedad avanzada son una hepáticos en un paciente cirrótico, aunque con algunas
ecoestructura grosera con aumento de la ecogenicidad y limitaciones también en este sentido (principalmente
heterogeneidad del parénquima hepático, así como limitaciones en la distinción entre CHC y colangicar-
la superficie nodular, siendo este el signo más indi- cinoma), como se verá más adelante.
cativo de fibrosis avanzada o de cirrosis, con una
sensibilidad y especificidad de 54% y 95%, respec-
tivamente9, visible más fácilmente en presencia de
ascitis10. En la cirrosis se produce una importante
Elastografía con ecografía
modificación morfológica del hígado, con atrofia del
lóbulo derecho y del segmento IV (disminución de su La elastografía es una modalidad de imagen que
diámetro transversal por debajo de 30 mm) e hiper- refleja en tiempo real los parámetros relativos a la
trofia de los segmentos laterales del LHI (segmentos II organización estructural de los tejidos con respecto
y III) y sobre todo del lóbulo caudado. Si se divide la al parénquima adyacente16. Las técnicas de elasto-
anchura del lóbulo caudado por la del LHD se obtiene grafía se basan en la hipótesis de que los tejidos
el índice caudado-derecho; si este índice es ≥0.65 se blandos se deforman más que los rígidos, pudiendo
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Figura 3a: Ecogenicidad tosca y superficie nodular (flecha) en hí- Figura 3b: Hígado cirrótico, el índice lóbulo caudado/lóbulo de-
gado cirrótico. recho ≥0,65, unido a los datos de ecogenicidad tosca y contorno
multinodular, incrementa la confianza diagnóstica.

Figura 4a: Hallazgos de hipertensión portal en paciente con cirrosis. A: Ascitis en el espacio de Morrison. B:
Esplenomegalia homogénea y colaterales venosas periesplénicas (flecha).

Figura 4b: Hallazgos de hipertensión portal en paciente con cirrosis. C: Aumento del
calibre de la porta. D: Flujo hepatópeto, fásico, con discreta reducción de la velocidad.
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Figura 4c: Hallazgos de hipertensión portal en paciente con cirrosis. E: Enlentecimiento


del flujo portal, flujo hepatópeto con pérdida de la fasicidad.

Figura 4d: Hallazgos de hipertensión portal en paciente con cirrosis. F: Flujo monofásico
en las venas suprahepáticas.

Figura 4e: Hallazgos de hipertensión portal en paciente con cirrosis. G y H: Repermeabi-


lización de vena paraumbilical.
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Figura 4f: Hallazgos de hipertensión portal en paciente con cirrosis. I: Ecografía y J: RM


secuencia axial TSE-T2 muestran marcado engrosamiento de la pared vesicular
(flechas). La hiperintensidad de la pared en RM se debe a edema submucoso.

Grado de fibrosis Caracterización histológica


F0 Ausencia de fibrosis
F1 Fibrosis portal sin septos
F2 Fibrosis portal con pocos septos
F3 Fibrosis portal con septos numerosos
F4 Cirrosis
Tabla 1: Escala METAVIR para la estadificación de la fibrosis hepática. Se considera fibrosis significativa cuando el estadio de fibrosis es igual
o superior a F2 y fibrosis avanzada un estadio de fibrosis igual o superior a F3.

cuantificar y diferenciar mediante imágenes estas pascales (kpa), estando estos parámetros relacionados
diferencias (no solo es aplicable al campo de los con el grado de fibrosis del hígado: cuanto más rígido
ultrasonidos sino también en la RM)17. es el tejido, más rápido se propagará la onda elástica
(Figura 5). Es una técnica rápida, simple, segura y
La fibrosis hepática puede ser diagnosticada y fácil de aprender y está extensamente disponible. Sus
clasificada mediante el uso de elastografía. Histoló- principales limitaciones son la ausencia de visuali-
gicamente se distinguen 5 estadios (Tabla 1) que van zación de la anatomía del tejido estudiado, la impo-
desde la ausencia de fibrosis (METAVIR estadio F0) sibilidad de obtener resultados en casos de ascitis
al estadio cirrótico (METAVIR estadio F4). Hay varios u obesidad mórbida y su aplicabilidad limitada en
métodos para la evaluación no invasiva de la fibrosis caso de obesidad y poca experiencia del operador19.
hepática basada en la rigidez del tejido: elastografía
de transición (ET, FIBROSCAN ®); Point Shear wave La elastografía hepática mediante el uso de
elastography (pSWE) y two-dimensional Shear wave tecnología ARFI, integrada en un equipo de ecografía
elastography (2D-SWE), implicando ambas el uso de convencional, permite estimar la rigidez/elasticidad
tecnología tipo ARFI (Acoustic radiation force impulse) de los tejidos y las lesiones a partir de la medida
y elastografía mediante RM18. de la velocidad de corte o cizallamiento a la que
un impulso acústico predeterminado atraviesa una
La ET no se asocia a un equipo ecográfico conven- región de interés (ROI). Ofrece como principales
cional (por tanto, no se obtienen imágenes morfo- ventajas la obtención de imágenes morfológicas y
lógicas), sino que consta de una sonda emisora y posibilidad de utilizarlo en pacientes con obesidad,
receptora y de un equipo informático que procesa ascitis y esteatosis hepática20, 21,22.
la información. La sonda genera vibraciones de baja
frecuencia y amplitud, las cuales provocan una onda La literatura sugiere que la ET y ARFI son equi-
elástica que se transmite a través de los tejidos; se valentes, como mínimo; frente a unos pocos investi-
obtiene una imagen de esta onda elástica y se deter- gadores que sugieren que las técnicas ARFI pueden
mina su propagación y velocidad, expresada en kilo- ser más exactas23, 24,25. Aunque pSWE y 2D-SWE
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Figuras 5 a, b y c: Imágenes de elastografía de transición en varios pacientes. El valor numérico (A=6'8, B=10'3 y C=25'4) medido en KiloPas-
cales (kPa) representa la velocidad de propagación de la onda elástica a través del tejido hepático, proporcional a su rigidez, que aumenta
con el grado de fibrosis. El elastograma es la representación gráfica de la onda en función del tiempo.

parecen superar las limitaciones de ET, sus criterios Según la guía de la EASL-ALEH (European Asso-
de calidad para una correcta interpretación todavía ciation for the Study of the Liver – Asociación Lati-
no están bien definidos. noamericana para el Estudio del Hígado) para la
evaluación no invasiva del pronóstico y severidad
de la enfermedad hepática, la ET puede ser conside-
rada una técnica estándar para la medida de la rigi-
Indicaciones y recomendaciones de dez hepática. Está bien validada en hepatitis virales
(con rendimiento equivalente en hepatitis B y C y
Elastografía
en co-infección VIH-VHC) y no está tan bien validada
La literatura indica que el mejor uso de la elas- en el hígado graso no alcohólico y en otras enferme-
tografía es identificar pacientes con fibrosis severa dades crónicas hepáticas. La ET tiene un mejor rendi-
o cirrosis (METAVIR etapas F3 y F4) y diferenciarlos miento para la detección de la cirrosis que para la
de aquellos con ninguna o mínima fibrosis (METAVIR detección de la fibrosis significativa; tiene, además,
etapas F0 y F1)18. La elastografía hepática también mejor rendimiento descartando cirrosis que con-
puede ser útil en el seguimiento de la fibrosis firmándola (con valor predictivo negativo superior
previamente diagnosticada y en la monitorización al 90%)26. A todos los pacientes con infección por
de la progresión de la enfermedad y la respuesta al VHC se les debería realizar un cribado para descartar
tratamiento en pacientes con fibrosis en estadios cirrosis mediante ET si está disponible.
tempranos e infección viral crónica18.
PSWE tiene un mejor rendimiento para la detección
de cirrosis que para fibrosis significativa y está mejor
validada en hepatitis C crónica que para hepatitis B
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y otras enfermedades hepáticas. pSWE muestra un La principal indicación para la realización de


rendimiento equivalente a la ET para la detección de estudios de TC en pacientes cirróticos (como se
fibrosis significativa y cirrosis. 2D-SWE parece ser, al deduce del protocolo empleado) es la caracterización
menos, equivalente a ET y pSWE para el diagnóstico de nódulos, normalmente visualizados en ecografía, y
no invasivo y clasificación de la fibrosis hepática en confirmar o descartar la presencia de un CHC; también
hepatitis víricas26. es utilizada para la estadificación del CHC y en la
valoración de las complicaciones hepáticas y extra-
hepáticas derivadas de la cirrosis e hipertensión
portal.
TC EN EL MANEJO DE LA CIRROSIS Como es de sobra conocido, la limitación más
HEPÁTICA significativa en el uso de la TC es la dosis de radiación
que conlleva su utilización. Estrategias tales como la
La TC constituye una técnica de imagen capaz modulación de la corriente del tubo de Rayos X, opti-
de detectar alteraciones morfológicas propias de la mización del potencial del tubo o los nuevos algoritmos
cirrosis, así como los signos de hipertensión portal, de reconstrucción de imágenes (reconstrucción ite-
mostrando una alta sensibilidad aunque especificidad rativa) pretenden reducir la dosis de radiación recibida
moderada. En un estudio multicéntrico se recogen por el paciente en estos estudios28.
valores de precisión diagnóstica, sensibilidad y
especificidad del 67-86%, 77-84% y 53-68%, respec-
tivamente6.

El estudio exhaustivo del hígado cirrótico HALLAZGOS EN TC EN LA CIRROSIS


mediante TC requiere el empleo de un protocolo mul- HEPÁTICA
tifásico. Se administran 1,5-2 ml de agente de con-
traste yodado por kilogramo de peso corporal utili-
zando un caudal de 4-6 ml por segundo. Se obtienen
imágenes en tres fases tras la administración del
medio de contraste: arterial tardía, portal y de equi-
Alteraciones morfológicas y estructurales
librio. La fase arterial tardía se caracteriza por el Al igual que en la ecografía, los cambios morfoló-
realce completo de la arteria hepática y sus ramas, gicos y estructurales hepáticos varían con la etapa
así como realce de vena porta (las venas hepáticas de la cirrosis. Entre los cambios morfológicos
no se han rellenado aún). Esta fase coincide con el tempranos visibles en el hígado cirrótico mediante
pico de perfusión arterial y es fundamental para la esta técnica se incluyen el ensanchamiento del hilio
detección y caracterización del CHC. La técnica del hepático y aumento de la fisura interlobar, así como
“Bolus Tracking” se recomienda para la adecuada la expansión del espacio pericolecístico. Durante las
obtención de esta fase, ya que el uso de un tiempo etapas avanzadas aparece la hipertrofia del lóbulo
de retraso fijo para su adquisición es menos fiable. La caudado y una alteración difusa, heterogénea e irre-
fase venosa portal se obtiene entre 60 y 80 segundos gular de la densidad del hígado. El segmento medial
tras la administración del contraste y coincide con el (IV) del lóbulo izquierdo se contrae con la hipertrofia
realce parenquimatoso máximo. La fase de equilibrio concomitante de los segmentos laterales (II, III),
se obtiene a los 3-5 minutos. La fase portal y de equi- dando una apariencia de "lengüeta"29 (Figura 6).
librio son esenciales para la detección de hallazgos
clave en el CHC, como el lavado o la presencia de
cápsula y ayudan a diferenciar CHC de colangiocarci-
noma (con un realce más prolongado en este último);
también son útiles para la medida del diámetro de
Nódulos regenerativos
los nódulos o la detección de trombosis vascular. La La inmensa mayoría de los nódulos regenera-
adquisición de imágenes previas a la administración tivos son imperceptibles o difícilmente perceptibles
de CIV puede ser útil en pacientes con nódulos ricos en los estudios de TC27. Suelen ser isodensos al
en hierro, para la detección de hiperatenuación que parénquima en la TC sin contraste. La presencia
podría inducir a una interpretación errónea como de múltiples nódulos de regeneración menores de 3
realce arterial; no obstante, existen pocas evidencias mm resulta en un aspecto “en empedrado”, común
en este sentido, y con la excepción de pacientes en la enfermedad hepática alcohólica (cirrosis micro-
tratados mediante quimioembolización o terapias nodular). Un margen hepático groseramente nodular,
de ablación locorregional, el TC sin contraste añade con nódulos de regeneración de 3 a 15 mm es carac-
poco valor diagnóstico y puede ser omitido para terístico de la cirrosis macronodular, más común-
reducir la dosis de radiación27.
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Figura 6a: Alteraciones morfológicas en la cirrosis hepática. A: Aumento de la fisura in-


terlobar y expansión del espacio pericolecístico (flecha doble amarilla), borde multino-
dular (flecha roja). B: Atrofia del segmento IV (flecha doble verde).

Figura 6b: Alteraciones morfológicas en la cirrosis hepática. C:


Aumento de la cisura del ligamento falciforme (flechas amarillas),
muesca hepática posterior (flecha roja), hipertrofia del lóbulo
caudado (doble flecha azul).

Figura 6c: La nodularidad del contorno y la heterogeneidad del parénquima hepático no


son patognomónicos de la cirrosis hepática. La pseudocirrosis es una alteración de la
morfología hepática secundaria al tratamiento quimioterápico de metástasis hepáticas,
fundamentalmente Ca de mama, como en el caso de las imágenes D: post-tratamiento
y E: pre-tratamiento.
Manejode
Manejo delalacirrosis
cirrosishepática
hepática| |1010

Figura 7a: TC sin contraste, parénquima heterogéneo debido a


nódulos discretamente hiperdensos (flechas) posiblemente si-
deróticos.

Figura 7b: Mismo paciente unos meses después en descompensación hidrópica. TC con
contraste (B=fase arterial, C=fase portal y D=fase de equilibrio), los nódulos cirróticos
realzan de forma similar al resto del parénquima.

mente asociada a la hepatopatía crónica de origen densas, con retracción del contorno hepático y cap-
viral. Es posible visualizar nódulos que contienen tación tardía del contraste (Figura 8); sin embargo,
hierro (nódulos sideróticos), que son discretamente existen pocos estudios que hayan investigado la
hiperdensos en la TC sin contraste30 (Figura 7). Tras validez de la TC en la fibrosis hepática pre-cirrosis.
la administración del medio de contraste yodado la La combinación de la modificación del ratio cauda-
mayoría de los nódulos regenerativos realzan de do/LHD y la disminución en el diámetro de las venas
manera similar al hígado adyacente27. Es frecuente la suprahepáticas se ha utilizado como un indicador
presencia de quistes peribiliares, adyacentes a las de fibrosis, tanto en el hígado cirrótico como en el
vías biliares intrahepáticas, generalmente asinto- pre-cirrótico28.
máticos.
Son varios los trabajos que han evaluado la
utilidad de la perfusión mediante tomografía com-
putarizada (TC perfusión) en la fibrosis y la cirrosis.
Esta técnica se basa en la aparición de cambios en la
Fibrosis microcirculación acontecidos en la fibrosis hepática
En casos de cirrosis avanzada son visibles septos causados por la capilarización de los sinusoides y en
fibrosos gruesos hipodensos y la denominada fibrosis el depósito de colágeno en el espacio extracelular
focal confluente a modo de áreas periféricas, hipo-
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Figura 8: TC con contraste IV en fases A=arterial, B=portal y C=de equilibrio: focos de


fibrosis confluente en la periferia de los segmentos IV (flechas amarillas) y II (flechas ro-
jas), más hipodensas que el resto del parénquima en fases arterial y portal, que retraen
la cápsula y realzan tardíamente tras contraste.

Manifestaciones vasculares hepáticas y


signos de hipertensión portal
Además de los fenómenos vasculares anterior-
mente descritos visibles en TC perfusión, la presencia
de derivaciones arterioportales es un fenómeno bien
conocido que se produce en pacientes con cirrosis
y CHC. La presentación típica es un área pequeña y
periférica en forma de cuña, de elevada atenuación
en la fase arterial que se convierte en isodensa al
parénquima hepático durante la fase portal. También
puede hacerse patente la presencia de contraste en
las ramas portales distales, con un mínimo o ningún
contraste en la vena portal proximal o vena mesentérica
Figura 9 a y b: TC con contraste IV (MIP), recanalización de vena superior29.
paraumbilical prominente (flechas amarillas) que se prolonga con
colaterales de la pared abdominal anterior y drenan en la vena ilíaca De manera similar a lo visualizado en ecografía,
externa derecha.
los cambios indirectos asociados a la hipertensión
portal ocurren relativamente tarde en el desarrollo
de Disse. Mediante esta técnica es posible evaluar de la enfermedad e incluyen dilatación de la vena
por separado la perfusión arterial y portal del híga- porta, esplenomegalia, vasos colaterales portosisté-
do, siendo esta última significativamente menor en micos, ascitis y engrosamiento de las paredes intes-
pacientes con cirrosis. La TC de perfusión puede tinales y de la vesícula biliar29.
ayudar a discriminar fibrosis mínima (F1) de la
fibrosis intermedia (F2-F3), siendo el tiempo de trán- La TC es especialmente útil para la caracterización
sito medio el parámetro de perfusión más prome- de la circulación colateral. Permite la visualización
tedor para diferenciar entre las etapas de fibrosis y valoración de la recanalización de la vena umbilical,
14,15,31
. No obstante, la TC perfusión hepática aún es vasos colaterales espleno-gastro-renales, venas
un método poco extendido y con escasa relevancia en colaterales gástricas izquierdas (coronarias), várices
la práctica clínica habitual. gastro-esofágicas e incluso várices rectales (Figura 9).

En la trombosis subaguda y crónica portal,


puede ocurrir una transformación cavernomatosa
de la vena porta que se manifiesta como múltiples
colaterales tubulares en el hilio hepático. El trombo
portal crónico puede calcificar. Cuando la vena porta
está ocupada por un trombo tumoral, se produce
una expansión del calibre de la misma y existe un
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Figura 9 c: TC con contraste IV. Esplenomegalia (flecha doble ama- Figura 9 d: TC con contraste IV en paciente con cirrosis e hiperten-
rilla) y várices espleno-gastro-renales (flechas rojas) que drenan a sión portal y TIPS (*) que muestra várices periesofágicas (Flechas
la vena renal izquierda. amarillas). E: angiografía que demuestra las várices en ligamento
gastro-hepático (flechas rojas) y F: embolización de las várices me-
diante coils (flechas azules).

La evaluación mediante RM de la cirrosis está


muy dirigida a la detección del CHC; no obstante,
es necesario un adecuado protocolo para el estudio
del amplio espectro de hallazgos y manifestaciones
presentes en un hígado cirrótico.

La RM para la evaluación de estos pacientes


debe incluir, al menos, las siguientes secuencias:

• T1 eco de gradiente (GRE) en fase y fase opuesta


• TSE-T2
• STIR o TSE-T2 con supresión grasa
• T1-GRE-3D con supresión grasa y estudio multi-
fásico mediante administración de medios de
Figura 10 a: Cirrosis con hipertensión portal en paciente con ci- contraste extracelulares basados en Gadolinio.
rrosis. Trombo parcial en las venas esplénica (flecha amarilla), La dosis de gadolinio administrada oscila entre
mesentérica superior (flecha azul) y porta, este último con foco
de calcio que indica cronicidad (flecha roja). Esplenomegalia y
0,025 a 0,1 mmol por kilogramo de peso (depen-
várices prominentes periesplénicas (flechas verdes). diendo del agente empleado) a un caudal de
2-3 ml por segundo. Se adquieren imágenes sin
contraste, en fase arterial, portal y de equilibrio;
realce del trombo en el mismo grado en que realza el a diferencia de lo acontecido en los estudios de
tumor adyacente en las distintas fases tras la admi- TC es imprescindible la adquisición de imágenes
nistración de contraste (Figura 10). previas a la administración de contraste. Esta
fase se emplea como línea de base para medir
el realce subsiguiente. Para evitar errores diag-
nósticos con hallazgos hiperintensos en el estudio
RM EN EL MANEJO DE LA CIRROSIS precontraste pueden emplearse técnicas de
HEPÁTICA sustracción (fase postcontraste menos fase pre-
contraste) y evitar así que se interpreten como
La sensibilidad y la especificidad de las secuencias verdaderos realces estas hiperintensidades o
clásicas de RM para la valoración de la cirrosis son que pasen desapercibidos realces patológicos.27
del 87% y 54% respectivamente, muy similares a las (Figura 11)
de la TC6. • Difusión, con al menos 4 valores b de 0 a 1000
Otras secuencias adicionales son T2* GRE (para
una precisa cuantificación de grasa y hierro) o
secuencias eco de gradiente en estado estacio-
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Figura 10 b y c: Trombo portal tumoral en paciente con hepatocarcinoma difuso (*), el


calibre de la vena está expandido y el trombo tumoral muestra atenuación similar al
tumor y pequeñas estructuras vasculares (flechas).

Figura 11: Valor de la sustracción en RM. Hepatocarcinoma bien diferenciado confirmado


en el explante un mes después de la RM. Nódulo hiperintenso en la fase basal del estu-
dio dinámico (A) (flecha negra). Es dudoso el hiperrealce en fase arterial (B) (flecha roja).
El nódulo es isointenso en fase portal (C) (flecha azul), y discretamente hipointenso en
fase de equilibrio (D) (flecha morada). La sustracción muestra que el nódulo no es hiper-
vascular en fase arterial (E) (punta de flecha roja) sino que realza igual que el parénqui-
ma, mientras que lava claramente el contraste en fases portal (F) (cabeza de flecha azul)
y de equilibrio (G) (cabeza de flecha morada).

nario (Balanced, FIESTA o True-FISP, que pueden Las indicaciones para realización de RM en
ayudar a la detección de vasos anormales en el pacientes cirróticos son muy similares a las de la TC,
parénquima y proporcionan una excelente infor- siendo empleada en el diagnóstico y estadificación
mación de la circulación colateral portal cuando del CHC, así como en el estudio de otras complica-
no es posible la administración de CIV). La utili- ciones secundarias a la cirrosis hepática. La sensi-
zación de medios de contraste hepatoespecífico bilidad de la RM es del 100% y se superpone a la de
puede aportar información extra sobre la funcio- la TC en el diagnóstico de CHC superior a 2 cm de
nalidad de los hepatocitos y ayudan a la caracte- diámetro; esta sensibilidad no alcanza el 50% para
rización de los nódulos. En los últimos años se CHC de entre 1 y 2 cm o menores de 1 cm, siendo en
han desarrollado nuevas técnicas, como la RM ambos casos ligeramente superior a la TC (Tabla 2).
elastografía o secuencias de susceptibilidad, La RM proporciona una mayor resolución de contraste
con el objetivo de detectar con mayor precisión entre los tejidos aunque consume más tiempo y es
lesiones neoplásicas y fibrosis hepática en hígados más propensa a artefactos. Se requiere una mayor
pre-cirróticos. experiencia para realizar e interpretar las imágenes
y se encuentra menos disponible. Por lo tanto, mientras
Manejo de la cirrosis hepática | 14

Total Nódulos > de 2 cm Nódulos de 1 - 2 cm Nódulos < de 2 cm


RM 77 - 100% 100% 44 - 47% 29 - 43%
TC 68 - 91% 100% 40 - 44% 10 - 33%
Tabla 2: Comparación de los valores de sensibilidad de TC y RM para el diagnóstico de CHC en función del tamaño del
nódulo.

Figura 12: Nódulos regenerativos (A) hipointensos en STIR, (B) iso/hiperintensos en T1


en fase y (C) fase opuesta, (D) iso/hiperintensos en THRIVE-T1-3D basal del dinámico,
isointensos en las fases (E) arterial, (F) portal y (G) de equilibrio del estudio dinámico.

que la RM puede ser preferible a la TC en centros Nódulos regenerativos


hospitalarios con alto nivel de especialización, no
hay datos suficientes para recomendar la RM sobre La mayoría de los nódulos regenerativos son
la TC en centros menos especializados32. inferiores a 1,5 cm y difícilmente perceptibles en RM.
Son homogéneos, no encapsulados, redondeados
e hipointensos en las imágenes potenciadas en T2,
mientras que, por lo general, son isointensos en las
imágenes potenciadas en T1. Están rodeados por
HALLAZGOS EN RM EN LA CIRROSIS septos finos, ligeramente hiperintensos en T2 con
HEPÁTICA supresión grasa y STIR. Los nódulos marcadamente
hipointensos en imágenes T1-GRE en fase y TSE-T2
se consideran sideróticos. Algunos de estos nódulos
pueden ser hiperintensos en las imágenes T1-GRE;
Cambios morfológicos y estructurales esta hiperintensidad puede deberse al acúmulo de
glucógeno, cobre o proteínas, aunque existe solapa-
De manera análoga a lo visualizado en los estudios miento entre las lesiones hiperintensas en T1 benignas
de TC y ecografía, el hígado cirrótico desarrolla alte- y malignas en el hígado cirrótico1,35. En el estudio
raciones morfológicas características visibles en RM, dinámico tras administración de gadolinio intrave-
tales como nodularidad superficial, ensanchamiento noso el patrón de realce es similar al parénquima
de las fisuras, expansión de la fosa de la vesícula hepático adyacente (Figura 12).
biliar, muesca posterior y atrofia del lóbulo derecho
o la hipertrofia relativa de los segmentos laterales
del lóbulo izquierdo y el lóbulo caudado33,34.
Manejo de la cirrosis hepática | 15

Figura 13: Fibrosis en hígado cirrótico: se identifican imágenes reticulares predominan-


temente periféricas (A) hiperintensas en STIR, (B) hipointensas en T1 en fase y (C) fase
opuesta, (D) hipointensas en THRIVE-T1-3D basal del dinámico, realzan tardíamente en
la fase de equilibrio tras contraste. Fases (E) arterial, (F) portal y (G) de equilibrio.

Figura 14: Fibrosis focal confluente (flechas) que retrae la cápsula hiperintensa en T2 (A),
hipointensa en T1 (B) y con realce tardío en fase de equilibrio (C).

Fibrosis En la cirrosis avanzada es posible visualizar


áreas de fibrosis focal confluente, de morfología
geométrica o en cuña, con bordes rectos o cóncavos,
Hallazgos clásicos que se irradian desde el hilio hasta ponerse en
contacto con la superficie del hígado con retracción
Los septos y puentes fibrosos aparecen en la asociada de la cápsula suprayacente; su intensidad
RM como reticulaciones que rodean a los nódulos de señal y realce es similar a la de los septos fibrosos:
de regeneración; son hipointensos en las imágenes hiperintensas en las imágenes T2 y con realce
potenciadas en T1 e hiperintensos en las imágenes progresivo y tardío en el estudio dinámico con
potenciadas en T236, lo que en parte se atribuye al contraste37 (Figura 14).
gran contenido de agua37. En las fases portal y tardía
del estudio dinámico con medios de contraste basados
Nuevas técnicas para la valoración de la fibrosis
en Gadolinio se observa realce de estos septos, más
prominentes en la periferia del hígado38 (Figura 13). Los contrastes de captación hepatobiliar basados
en gadolinio [Gd-EOB-DTPA (ácido gadoxético,
Primovist®) y Gd-BOPTA (gadobenate dimeglumine,
Multihance®)] provocan un acortamiento del tiempo
Manejo de la cirrosis hepática | 16

Figura 14: Fibrosis focal confluente en otro paciente, que produce mayor retracción de
la cápsula (flechas), hipointensa en T1-Thrive-3D (D) y con realce progresivo en las fases
arterial (E), portal (F) y de equilibrio (G).

de relajación longitudinal (T1) del hígado y pueden medio45. No obstante, la utilidad de la RM perfusión
ayudar a la caracterización de la fibrosis. Las áreas aún es limitada, ya que mide marcadores indirectos
de fibrosis se identifican con menor realce o con de fibrosis hepática en lugar de la fibrosis en sí y
realce heterogéneo tras la administración de estos varios factores pueden afectar a la correlación entre
contrastes39. los parámetros de perfusión y fibrosis, incluyendo el
estado cardiaco, estado de ayuno, congestión hepá-
El hígado cirrótico y el tejido fibrótico presentan
tica, inflamación hepática o la existencia de lesiones
restricción de la difusión; no obstante, hay resultados
hepáticas.
inconsistentes para la estadificación de la fibrosis
hepática mediante difusión, no siendo posible La secuencia de susceptibilidad podría ser otro
distinguir de forma fiable las etapas de fibrosis40, método no invasivo con una alta precisión para la
41,42
. La sensibilidad y especificidad de la difusión diferenciación y diagnóstico de fibrosis moderada y
utilizando un coeficiente de difusión aparente (ADC) avanzada (F2 y F3), ausencia de fibrosis y fibrosis leve
con valores b de 50, 300, 500, 700, y 1000 s/mm 2 (F0 y F1), así como de la cirrosis hepática (F4)45. La
varía desde el 83% al 89%, respectivamente, para cirrosis, especialmente la alcohólica, está frecuente-
la fibrosis intermedia (F2) o superior41. En un metaa- mente asociada a un mayor depósito de hierro hepá-
nálisis reciente se distinguía F0-F1 de F2-F4 con una tico. Utilizando esta secuencia, el coeficiente de
sensibilidad y especificidad del 77% y 78%, respec- intensidad de señal hígado/músculo decrece parale-
tivamente43. Estos resultados pueden variar debido lamente al aumento del grado de fibrosis hepática46.
a que el ADC depende de la perfusión, la esteatosis
hepática, las reservas de hierro hepáticas e inflamación La elastografía mediante RM (RM-E) parece ser el
hepática17. más fiable de estos nuevos métodos para diagnosticar
y estadificar la cirrosis43. Las ventajas teóricas de la
Otro método prometedor para la valoración de RM-E incluyen la capacidad de analizar la casi tota-
la fibrosis es la RM-perfusión. En la fibrosis hepática lidad del hígado y su buena aplicabilidad en pacientes
progresivamente se destruyen vasos y sinusoides con obesidad o ascitis. Sin embargo, no puede ser
intrahepáticos y se ralentiza el paso de sangre a través realizado en pacientes con enfermedad hepática
del parénquima; además, con el desarrollo de hiper- con sobrecarga de hierro debido a las limitaciones
tensión portal, el flujo venoso portal al hígado señal/ruido, y es actualmente demasiado costosa,
disminuye y aumenta el flujo arterial. Estas altera- además de consumir mucho tiempo en la práctica
ciones fisiológicas se pueden detectar mediante clínica, siendo más adecuada para fines de investi-
esta técnica, además de la estimación de varios gación. Aunque algunos autores señalan que la RM-E
parámetros como el flujo sanguíneo portal absoluto, el puede superar a la ET en el diagnóstico de fibrosis
flujo sanguíneo arterial absoluto, flujo sanguíneo hepá- significativa47, los resultados aún son controvertidos
tico total, fracción portal, fracción arterial, volu- y se necesitan más estudios para evaluar si la RM-E
men de distribución o tiempo de tránsito medio44. tiene una precisión superior para el diagnóstico de
En casos de fibrosis avanzada es posible identificar fibrosis significativa y cirrosis en comparación con
un aumento de parámetros, como el flujo sanguíneo ET, pSWE, o 2D-SWE26.
arterial, la fracción arterial y el tiempo de tránsito
Manejo de la cirrosis hepática | 17

Cambios necroinflamatorios serie de distintos estadios. El diagnóstico radiológico


del CHC se basa en los cambios acontecidos en el
Mediante las secuencias STIR o TSE-T2 con suministro de sangre durante la carcinogénesis. Los
supresión grasa es posible observar un aumento de nódulos de regeneración (RN) muestran suministro
la intensidad de señal hepática por incremento en de sangre similar al del hígado normal; lesiones bor-
el contenido de agua debido a edema intracelular, derline (como los nódulos displásicos o CHC precoz)
inflamación o necrosis celular. La señal del hígado muestran amplias variaciones de suministro de san-
en las imágenes STIR no está influenciada por la gre; los CHC avanzados reciben suministro único por
presencia de fibrosis o esteatosis. Sin embargo, la parte de arterias anormales50.
presencia de hierro disminuye la intensidad de la
señal hepática y enmascara el aumento de la señal
de los infiltrados necroinflamatorios1.
Características histólogicas y radiológicas
de los nódulos displásicos
Manifestaciones vasculares y signos de Los nódulos displásicos son lesiones normal-
HTP mente de entre 1 y 1,5 cm y se clasifican como de
bajo o de alto grado. Los nódulos displásicos de bajo
Son similares a las detectadas mediante TC o grado no muestran atipia citológica, lo que define al
ecografía. nódulo displásico de alto grado, aunque esta atipia
no es suficiente para el diagnóstico de CHC. En las
técnicas de imagen los nódulos displásicos tienen
apariencia variable. Sus características de intensidad
NEOPLASIAS EN EL HÍGADO de señal se superponen con las de los nódulos de
regeneración y CHC precoz; en T2, la mayoría de
CIRRÓTICO: MANEJO DEL los nódulos displásicos son hipointensos (rara vez
HEPATOCARCINOMA hiperintensos) mientras que en T1 los nódulos
displásicos muestran característicamente alta inten-
La cirrosis es un factor de riesgo importante para
sidad de señal51. Casi nunca muestran restricción de
el CHC. Todas sus formas etiológicas (hepatitis viral
la disfusión.
crónica, hepatopatía alcohólica, hepatopatía grasa
no alcohólica o enfermedades metabólicas heredi- En el estudio dinámico los nódulos displásicos
tarias) pueden verse complicadas por la formación de bajo grado suelen presentar un flujo arterial y por-
de tumores. Globalmente, una tercera parte de los tal similar a los nódulos regenerativos, con isoreal-
pacientes cirróticos desarrollan un CHC a lo largo ce respecto al parénquima de fondo, mientras que
de la vida48. La incidencia anual de CHC en estos los nódulos displásicos de alto grado muestran
pacientes es del 1%-8% y depende de la causa de la con frecuencia flujo arterial y portal disminuido,
cirrosis (el riesgo de desarrollo de CHC es mayor en con hiporealce respecto al parénquima en ambas
los pacientes con infección viral crónica), severidad fases32.
(mayor incidencia en pacientes con cirrosis descom-
pensada), región geográfica (mayor en Japón que en En ocasiones es posible detectar focos de CHC
Europa o Estados Unidos), sexo (mayor en hombres en el interior de nódulos displasicos (“nódulo dentro
que en mujeres) y edad (mayor incidencia en edad de nódulo”), como un foco de elevada señal rodeado
avanzada). de nódulo hipointenso en T2, mostrando el foco de
degeneración maligna captación del contraste en
Es importante destacar que la cirrosis y hepatitis fase arterial52,53.
crónica también se reconocen como factores de riesgo
para el colangiocarcinoma intrahepático49; por lo
tanto, pacientes en situación de riesgo para el CHC
pueden desarrollar asimismo colangiocarcinoma.
Características histólogicas y radiológicas
La hepatocarcinogénesis es el proceso de trans- del CHC
formación gradual de las células hepáticas no malignas
en CHC; se trata de una secuencia de desdiferenciación El CHC precoz o bien diferenciado equivale al
de los nódulos de regeneración, pasando por nódulos "carcinoma in situ" de otros órganos y no presenta
displásicos, hasta convertirse en CHC; debe conside- invasión vascular ni capacidad de metastatizar. La
rarse como un proceso continuo más que como una invasión vascular es un rasgo característico del CHC
Manejo de la cirrosis hepática | 18

Figura 15 a: TC multifásica que muestra hepatocarcinoma (flechas) hipercaptante en fase


arterial (A), con lavado en fases portal (B) y de equilibrio (C).

Figura 15 b: TC multifásica que muestra hepatocarcinoma (flechas) hipercaptante en


fase arterial (A), con lavado en fases portal (B) y de equilibrio (C) y con apariencia de
cápsula en esta última.

avanzado (invasión del sistema portal o de venas En ocasiones el lavado es solo evidente durante la
hepáticas, pero no de arterias). En más de un tercio fase de equilibrio, a partir de 180 segundos tras la
de los pacientes el CHC es multifocal, definido por inyección del contraste50. Otro hallazgo caracterís-
la presencia de dos o más nódulos tumorales sepa- tico del CHC avanzado es la presencia de apariencia
rados por parénquima no neoplásico. Esta multifo- de cápsula, que se refiere a un borde peri-tumoral
calidad puede ser debida a un desarrollo síncrono de hiperrealce liso en las fases portal o de equilibrio
de varios tumores o a metástasis intrahepáticas de (Figura 15).
un tumor primario, con peor pronóstico en este caso.
Tanto la detección de nódulos adicionales como la Las modificaciones en el drenaje venoso
presencia de invasión vascular (que suele presen- durante el proceso de hepatocarcinogénesis explican
tarse como una trombosis de aspecto expansivo a un hallazgo característico del CHC hipervascular
veces con hiperrealce arterial) reflejan un estadio avanzado como es el realce en “corona”; este hallazgo
tumoral avanzado54. se refiere al realce del parénquima circundante al
CHC unos segundos después del realce del propio
Las manifestaciones radiológicas del CHC derivan tumor y se atribuye al drenaje venoso de la lesión
de las alteraciones histológicas clave acontecidas en los sinusoides del parénquima peritumoral27
en la hepatocarcinogénesis27. (Figura 16).

Debido a un proceso de angiogénesis, el CHC La presencia de contenido graso intralesional


muestra de manera característica hipercaptación en es un hallazgo auxiliar que favorece el diagnóstico
la fase arterial, debido a su aporte de sangre a par- de CHC avanzado. La arquitectura “en mosaico” se
tir de arterias hepáticas anormales. En la fase portal refiere a la presencia de una lesión con nódulos o
el parénquima hepático circundante realza más que compartimentos en su interior que difieren en el realce,
la lesión, debido a la ausencia de aporte venoso intensidad de señal, forma o tamaño, tratándose
portal en esta, lo que se denomina efecto de lavado. de un aspecto característico observado en grandes
Manejo de la cirrosis hepática | 19

Figura 16: TC multifásica que muestra Hepatocarcinoma hipervascular en fase arterial


(A), con realce en “corona” en fase portal (B) (flechas), y sin apariencia de cápsula en
fase de equilibrio (C).

Figura 17: Hepatocarcinoma de gran tamaño con metamorfosis grasa: se identifican


focos intratumorales hiperintensos en T1 en fase (A) (flechas amarillas) que presen-
tan marcada caída de señal en T1 en fase opuesta (B) (flechas rojas), note también la
presencia de esteatosis focal en áreas de parénquima hepático (*). Además el tumor
muestra arquitectura en “mosaico” con focos hiperintensos en T1 basal del dinámico
(C) que sugieren focos hemorrágicos (flechas verdes), realce heterogéneo con áreas
hiper e hipovasculares en fase arterial (D) y lavado en fases portal (E) y de equilibrio
(F), en estas dos últimas fases además con apariencia de cápsula periférica (flechas
moradas).

CHC (Figura 17). El hierro tiende a acumularse en los fase arterial frecuentemente (por neoarterialización
nódulos displásicos y al progresar al CHC desaparece; incompleta) pero aparece hipointenso en fase hepa-
la aparición de un subnódulo libre de hierro en el tobiliar32 (Figura 18).
interior de un nódulo siderótico sugiere CHC27,32.
Por último, existen otras características sugestivas
Los polipéptidos transportadores de aniones de malignidad, aunque poco específicas para el
orgánicos (OATP transportadores) son una familia CHC, como la restricción de la difusión o hiperinten-
de proteínas expresadas en los hepatocitos que sidad ligera o moderada en T2 (Figura 19).
participan en el transporte de sales biliares y cuya
expresión se encuentra disminuida en los nódulos
displásicos de alto grado y en el CHC. Estos nódulos Manejo diagnóstico del hepatocarcinoma en
con ausencia o disminución de expresión de OATP pacientes cirróticos
no acumulan agentes de contraste hepatoespecíficos
y se muestran hipointensos en fase hepatobiliar Existen varías guías clínicas para el manejo diag-
(20 minutos tras la administración de gadoxetato nóstico, estadificación y tratamiento del CHC. Las
de disodio (Primovist®). Estos agentes también más importantes y utilizadas en nuestro medio son
pueden ser de vital importancia para la detección las de la AASLD (American Association for the Study
de CHC precoz, el cual puede aparecer isointenso en of Liver Diseases) y la EASL–EORTC (European Asso-
Manejo de la cirrosis hepática | 20

Figura 18: Hepatocarcinoma. Nódulo en segmento VIII discretamente hiperintenso en T1


en fase (A) y fase opuesta (B), discretamente hiperintenso en difusión (b=1000) (C), hi-
pointenso en el mapa ADC, isointenso en STIR (E). En el estudio dinámico con gadolinio
EOB-DTPA (Primovist) es isointenso en la fase basal (F), hipervascular en fase arterial (G) y
no lava el contraste en fase portal (no mostrada) ni de equilibrio (H). En fase hepatocelu-
lar (I) 20 minutos tras el contraste es hipointenso, lo que sugiere malignidad. Crecimiento
de la lesión en estudio realizado 9 meses más tarde (J).

Figura 19: Hepatocarcinoma difuso de los segmentos II y III: Extensa lesión tumoral de
carácter infiltrativo hiperintensa en STIR (A) (flechas amarillas), isointensa en el T1 basal
del dinámico (B), discretamente hipercaptante y heterogénea en fase arterial (C), lava el
contraste en fase de equilibrio sin apariencia de cápsula (D). Hiperintensa en difusión
(b= 1000) (E), e hipointensa en el mapa ADC (F). Note invasión tumoral de la vena porta
izquierda con idénticas características de señal que el tumor (flechas rojas).
Manejo de la cirrosis hepática | 21

Figura 20 a: Hepatocarcinoma en segmento V hipoecogénico respecto al parénquima y


con apariencia de cápsula hiperecogénica (A) (flechas amarillas). Ecografía con contraste
fase basal (B), fase arterial 35 sg tras el contraste (C) en la que se observa intenso realce
homogéneo de la lesión (flechas rojas), en fases tardías 150 sg (D) y 240 sg (F) tras con-
traste, se observa lavado en la lesión respecto al parénquima (flechas moradas).

ciation for the Study of the Liver, European Organi- multifásico. Si el nódulo es estable durante la
sation for Research and Treatment of Cancer )55,56. duración del período de vigilancia, el programa
Existe un claro solapamiento entre ambas. De manera de exámenes rutinarios de vigilancia se puede
sintetizada, estas son las directrices en el manejo reanudar. La EASL recomienda que los nódulos
del paciente cirrótico y del CHC: menores de 1 cm se deben controlar mediante
ecografía cada 4 meses durante 1 año y si se
• Seguimiento del paciente cirrótico. Los pacientes mantienen estables, debe reanudarse la vigilancia
con alto riesgo de desarrollar CHC (cirróticos de rutina.
Child-Pugh estadio A y B, cirróticos Child-Pugh • Diagnóstico de CHC: Según la AASLD, si una
estadio C a la espera de transplante hepático, lesión mayor de 1 cm demuestra rasgos carac-
portadores del VHB no cirróticos con hepatitis terísticos de CHC (hiperrealce en fase arterial y
activa o antecedentes familiares de CHC y lavado en la fase portal o de equlibrio), una sola
pacientes no cirróticos con hepatitis crónica por modalidad de imagen, ya sea TC o RM multifá-
VHC y fibrosis avanzada F3) deben realizarse sica, es suficiente para el diagnóstico. Si estas
ecografía abdominal por personal experimentado características no se ven y los hallazgos no son
en intervalos de 6 meses. Se recomienda un consistentes para el diagnóstico de un proceso
intervalo más corto entre los exámenes de segui- benigno (por ejemplo, hemangioma), debe reali-
miento cuando se ha detectado un nódulo de zarse otro estudio de imagen alternativo. Según
menos de 1 cm o en la estrategia de seguimiento las Guías de Práctica Clínica de la EASL–EORTC,
tras la resección o los tratamientos locorregionales. aunque se precisa una sola técnica de imagen
En los pacientes que están en lista de espera para los nódulos de un diámetro superior a 1 cm,
para un trasplante hepático debe realizarse un se aconseja un enfoque más conservador, con
cribado para el CHC con objeto de detectar y el uso de dos técnicas de imagen en contextos
tratar la progresión del tumor y facilitar la defini- subóptimos (se recomienda una sola técnica de
ción de prioridades para el trasplante. imagen tan solo en centros de excelencia con un
• Vigilancia de nuevos nódulos visualizados en equipo radiológico de máximo nivel).
ecografía: Si aparece un nódulo mayor de 1 cm • Uso de ecografía con contraste. Un estudio ha
ambas guías recomiendan la realización de un demostrado que lesiones distintas del CHC, es
estudio multifásico mediante TC o RM. Si el decir, el colangiocarcinoma, muestran una
nódulo es inferior a 1 cm, la AASLD recomienda captación de contraste homogénea en la ECO
seguimiento a intervalos de 3 meses durante 2 con contraste, seguida de una eliminación, es
años. Si el nódulo aumenta durante este período, decir, el patrón vascular que se supone que
debe realizarse inmediatamente un estudio constituye la característica distintiva del CHC57.
Manejo de la cirrosis hepática | 22

Figura 20 b: Colangiocarcinoma sobre hígado cirrótico. Nódulo heterogéneo,


discretamente hiperecogénico respecto al parénquima (A). Imagen basal pre-
via al contraste (B). Discreto realce en anillo en fases precoces (C), el realce
en anillo se hace más prominente progresivamente (D) y hay un tenue realce
central progresivo (E), con lavado en fases tardías (F).

La diferencia del comportamiento ecográfico del Además de las dos guías descritas, la APASL
colangiocarcinoma en la fase tardía respecto a la (Assian Pacific Association for the Study of the Liver)
TC o RM se debe a que el contraste ecográfico es y la JSH (Japanese Society of Hepatology) coinciden en
puramente intravascular, mientras que los con- el comportamiento vascular típico como hallazgo clave
trastes yodados de la TC o los paramagnéticos para el diagnóstico del CHC. No obstante, la APASL y
extracelulares de la RM difunden hacia el espacio la JSH también aceptan la ecografía con contraste en
intersticial, lo que teóricamente explica por qué el diagnóstico del CHC (Tabla 3) y recogen el empleo
no se produce el lavado en la fase tardía de los de medios de contraste hepatobiliares (Primovist®
estudios con TC o RM. Debido a ello, la AASLD en la JSH y óxido de hierro en la APASL) con este
ha eliminado el uso de ecografía con contraste objetivo (las guías de la AASLD y EASL únicamente
como una técnica de diagnóstico. La EASL indica emplean gadolinio extracelular). Otra discrepan-
que esta técnica debe ser utilizada con precaución. cia importante es que mientras la AASLD y la EASL
A pesar de la ausencia de inclusión de la ecografía emplean un algoritmo diagnóstico según el tamaño
con contraste en estas guías, existen estudios tumoral, las guías de la APASL y de la JSH basan su
que señalan su excelente aportación para dife- algoritmo diagnóstico en la vascularización tumoral60.
renciar entre benignidad y malignidad58,59, por
lo que se podría plantear la posibilidad de em-
plearla como primera técnica diagnóstica en el
mismo momento en que se detecta un nódulo
LI-RADS (Liver imaging reporting and data
mayor de 1 cm en un hígado cirrótico (Figura 20). system)
En el 2008, el ACR (American College of Radiology)
• Papel de la biopsia en el diagnóstico del carci-
reunió un comité interdisciplinario de expertos para
noma hepatocelular. Ambas guías recomiendan
desarrollar el LI-RADS, un sistema de consenso que
proceder a la biopsia de nódulos que son mayores
pretende estandarizar el informe del CHC, utilizando
de 1 cm de diámetro si el patrón característico
terminología adecuada, para reducir la variabilidad y
de realce del carcinoma hepatocelular no se
errores en la lectura de imágenes.
demuestra con TC o RM multifásica.
• Sistema de estadificación. Ambas guías reco- El LI-RADS establece una lista estructurada de
miendan el sistema BCLC (Barcelona Clinic Liver características y criterios de imagen que permiten
Cancer) para la predicción del pronóstico y la definir la probabilidad de benignidad o malignidad
asignación del tratamiento. de una lesión hepática y asignarle así una categoría
de sospecha. A partir de una serie de criterios mayores
Manejo de la cirrosis hepática | 23

AASLD EASL APASL JSH


Ecografía
Técnica para el AFP
Ecografía Ecografía Ecografía AFP
seguimiento AFP - L3
PIVKA - II
Marcadores
AFP
serológicos para AFP
Ninguno Ninguno AFP - L3
el diagnóstico DCP
PIVKA - II
de CHC
RM multifásica
RM multifásica
TC multifásico
Técnicas de TC multifásico
Ecografía con
imagen para el RM multifásica RM multifásica En segunda línea:
contraste
diagnóstico de TC multifásico TC multifásico • Ecografía con
RM con ácido
CHC contraste
gadoxético
• RM con SPIO*
(Primovist®)
Hipervascularización Hipervascularización Hipervascularización Hipervascularización
Patrón caracte- arterial y lavado arterial y lavado arterial y lavado arterial y lavado
rístico de CHC en fase venosa / en fase venosa / en fase venosa / en fase venosa /
equilibrio equilibrio equilibrio equilibrio
En función de la En función de la
En función del
En función del vascularización vascularización
Algoritmo diag- tamaño del nódulo
tamaño del nódulo tumoral en fase tumoral en fase
nóstico (< 1cm o > 1 -2 cm o
(< 1cm o > 1 cm) arterial (hiper o arterial (hiper o
2 cm)
hipovascular) hipovascular)
Tabla 3: Comparación de las principales guías internacionales para el manejo y diagnóstico del CHC. *Partículas superparamagnéticas de
óxido de hierro.

y menores (Tablas 4 y 5), asigna categorías numéricas La elastografía permite una clasificación no invasiva
y menores (Tablas 4 y 5), asigna categorías numéricas biliares (Primovist® en la JSH y óxido de hierro en
que resumen el nivel de sospecha de CHC para cada de la fibrosis hepática a partir de la rigidez del
que resumen el nivel de sospecha de CHC para cada la APASL) con este objetivo (las guías de la AASLD
hallazgo. Inicialmente solo se basaba en los estudios de parénquima.
hallazgo. Inicialmente solo se basaba en los estu- y EASL únicamente emplean gadolinio extracelular).
TC o RM hepáticos, pero recientemente se ha introducido
dios de TC o RM hepáticos, pero recientemente se OtraLadiscrepancia
TC y RM tienen importante
como es que mientras
indicación principal la
el uso de ecografía con contraste en este sistema.
ha introducido el uso de ecografía con contraste en AASLD y la EASL emplean
la caracterización de un algoritmonormalmente
nódulos, diagnóstico
esteLassistema.
categorías LI-RADS consisten en una escala según el tamaño
visualizados tumoral, lasy guías
en ecografía, de laoAPASL
confirmar y de
descartar
ordinal de cinco niveles (Tabla 6) que se extiende la
queJSHsebasan
trate su
dealgoritmo
un CHC. diagnóstico
La sensibilidaden ladevascula-
estas
• Papel de la biopsia en el diagnóstico del carci- rización 60
desde LR1 (definitivamente benigna) hasta LR5 técnicastumoral
con medios . de contraste extracelulares es
noma hepatocelular. Ambas guías recomiendan
(definitivamente CHC). del 100% para el diagnóstico del CHC superior a 2 cm.
proceder a la biopsia de nódulos que son mayores Las categorías LI-RADS consisten en una escala
La principal dificultad y limitación de estas técnicas
de 1 cmcada
Aunque de diámetro si el patrón
vez más aceptado, característico
se trata todavía de ordinal de cinco niveles (Tabla 6) que se extiende
reside en identificar y diferenciar lesiones de menor
de realce
un sistema del carcinoma
en desarrollo hepatocelular
y las principales no se
guías para el desde LR1 (definitivamente benigna) hasta LR5
tamaño, en las que su sensibilidad es inferior al
demuestra
manejo del CHC con
aún TC
no o su utilización61, 62, 63.
RM multifásica.
recogen (definitivamente CHC).
50%. A esto, hay que añadirle la superposición de
• Sistema de estadificación. Ambas guías reco-
los Aunque
hallazgos cadaenveznódulos regenerativos,
más aceptado, nódulos
se trata todavía de
miendan el sistema BCLC (Barcelona Clinic Liver
displásicos de bajo o alto grado y CHC precoz,
un sistema en desarrollo y las principales guías para lo que el
Cancer) para la predicción del pronóstico y la
CONCLUSIÓN dificultadel
manejo la CHC
labor delnoRadiólogo
aún recogen suy utilización
limita la capacidad
61, 62, 63
.
asignación del tratamiento.
de la TC y la RM. La RM con medio de contraste
La cirrosis hepática es una entidad compleja, de difícil hepatobiliar es prometedora para la identificación
Además
manejo clínicode las dos guías
y radiológico. descritas,
Los estudios la APASL
de imagen en
(Assian Pacific Association for the Study of the Liver) de nódulos displásicos de bajo grado o CHC precoz.
pacientes cirróticos están encaminados principalmente CONCLUSIÓN
La ecografía con contraste es una buena técnica
ya la
la detección
JSH (Japanese Society del
y planificación of Hepatology)
tratamiento delcoinciden
CHC.
en el comportamiento vascular típico como hallaz- para diferenciar benignidad de malignidad. No
La cirrosis
obstante, hepática
las dos guíasesprincipales
una entidadempleadas
compleja, de en
go clave para elesdiagnóstico
La ecografía del CHC.
la primera técnica No obstante,
empleada y permite difícil manejo clínico y radiológico. Los estudios de
la APASL y lay JSH
el diagnóstico tambiéndel
seguimiento aceptan
hígado lacirrótico,
ecografíaasí nuestro medio (AASLD y EASL) no las incluyen en sus
imagen
algoritmosen para
pacientes cirróticosdel
el diagnóstico están
CHC.encaminados
con
comocontraste
la detecciónenprecoz
el diagnóstico del CHC
del CHC y otras (Tabla 3) y
complicaciones. principalmente a la detección y planificación del
recogen el empleo de medios de contraste hepato- tratamiento del CHC.
Manejo de
Manejo de la
la cirrosis
cirrosis hepática
hepática || 24
24

Criterios mayores
Captación en fase arterial
Diámetro de la lesión (tamaño)
Lavado
Cápsula
Umbral de crecimiento
Tabla 4: Criterios mayores en TC o RM que permiten diagnosticar CHC. Para cumplir el criterio de umbral de crecimiento se requiere que la
lesión crezca al menos el 50% de su diámetro en un control en menos de 6 meses o al menos el 100% de su diámetro en más de 6 meses. Si
se trata de una lesión de nueva aparición debe de medir al menos 10 mm.

Signos auxiliares a favor de malignidad


Hipointensidad en fase hepatobiliar
Hiperintensidad en T2 leve o moderada
Restricción de la difusión
Realce en corona
Arquitectura en mosaico o de "nódulo en nódulo"
Grasa intralesional
Respeto graso intralesional
Respeto de hierro intralesional
Productos hemáticos intralesionales
Aumento del diámetro menor al umbral de crecimiento
Anillo en la fase hepatobiliar
Tabla 5: Criterios menores que favorecen el diagnóstico de CHC. De manera aislada estas características no permiten una categorización fia-
ble de las observaciones y, por lo tanto, se consideran auxiliares. En ausencia de criterios mayores, tan solo permiten alcanzar una categoría
LR-4 (probable CHC).

Categorias LIRADS
LR - 1 Definitivamente benigno
LR - 2 Probablemente benigno
LR - 3 Probabilidad intermedia de CHC
LR - 4 Probable CHC
LR - 5 Definitivamente CHC
LR - 5V Definitivamente CHC con tumor en vena
LR - M Probablemente maligno: no específico para CHC
Tabla 6: Categorías LI-RADS
Manejo de la cirrosis hepática | 25

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