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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

NÚCLEO BOLÍVAR
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD
¨DR. FRANCISCO VIRGILIO BATTISTINI CASALTA¨
DEPARTAMENTO DE PUERICULTURA Y PEDIATRIA

RIESGO NEUROLÓGICO EN NIÑOS MENORES DE 1 AÑO QUE


INGRESARON EN EL CENTRO DE DESARROLLO INFANTIL
NÚMERO 5 CIUDAD BOLÍVAR.

ASESOR ANTEPROYECTO PRESENTADO POR:

Dra. Carolina Machuca Br. Reinalez Marquez, Yohandrith Rafael

C.I:21.175.380

Como requisito parcial para optar al Título de Médico Cirujano.

Ciudad Bolívar, Diciembre de 2016.


ÍNDICE

Páginas
INTRODUCCIÓN................................................................................................................1
JUSTIFICACIÓN...............................................................................................................10
OBJETIVOS........................................................................................................................11
METODOLOGÍA...............................................................................................................12
ACTIVIDADES PREPARATORIAS...............................................................................14
INSTITUCIONES Y PERSONAL DOCENTE...............................................................15
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS..............................................................................17
INTRODUCCIÓN

El neurodesarrollo se da a través de un proceso dinámico de interacción entre el niño y


el medio que lo rodea; como resultado, se obtiene la maduración del sistema nervioso con el
consiguiente desarrollo de las funciones cerebrales y, a la vez, la formación de la personalidad.
El desarrollo del cerebro es un proceso muy complejo y preciso que inicia muy temprano en la
vida y continúa varios años después del nacimiento1.

Existen periodos críticos para el desarrollo cerebral normal, siendo los principales la
vida intrauterina y el primer año de vida. Los primeros años de vida constituyen una etapa, ya
que en ella se van a configurar las habilidades perceptivas, motrices, cognitivas, lingüísticas y
sociales que posibilitarán una equilibrada interacción con el mundo circundante. Esta se
caracteriza por la progresiva adquisición de funciones tan importantes como el control
postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal, y la interacción
social. Este proceso es iniciado en la vida intrauterina y su evolución está estrechamente
ligada a un conjunto de etapas de desarrollo del cerebro, las cuales son inherentes al proceso
de maduración del mismo2.

Las etapas de desarrollo cerebral pueden resumirse en las siguientes cuatro:


proliferación neuronal, migración, organización y laminación del cerebro, y mielinización3. No
son etapas consecutivas, se van superponiendo entre sí y pueden ser afectadas
simultáneamente, de manera temporal o permanente, si existe algún agente externo o interno
presente en el medio. Ejemplo de lo anterior lo constituyen el consumo de alcohol en la madre
gestante; la desnutrición del niño menor de dos años; o la asfixia perinatal, ya que estos
procesos pueden afectar más de una etapa de desarrollo, conllevando a un daño neurológico3.

El daño neurológico infantil es considerado como la lesión del cerebro que altera la
integridad estructural y funcional del sistema nervioso en desarrollo, secundario a un evento
desencadenante4. Las afecciones que cursan con daño neurológico en la infancia constituyen
2

una parte significativa de todas las enfermedades pediátricas. Dígase que entre un 15 y un 20%
de las hospitalizaciones en la edad infantil son debido a problemas neurológicos y ello implica
2

tanto procesos frecuentes, como a otros de escasa frecuencia, pero que en su conjunto son
asimismo frecuentes1.

Las manifestaciones clínicas de las alteraciones del sistema nervioso central en los
niños con daño neurológico, según Denhoff modificado (1961), generalmente se agrupan en 5
categorías: neuromotoras, intelectuales, trastornos de la conciencia, neurosensoperceptivas y
conductuales, dando origen a cuadros definidos5.

A la disfunción neuromotora corresponde la parálisis cerebral, de la que a priori se


trata de una alteración neuromuscular gruesa y fina. Al trastorno intelectual le corresponde el
retardo mental, que compromete el razonamiento y la capacidad de aprendizaje. La alteración
de la conciencia significa desordenes convulsivos. El compromiso de la conducta se
manifiesta como el síndrome hiperquinético, fundamentalmente la disfunción cerebral mínima
y los trastornos neurosensoperceptivos incluyen toda la patología que revela dificultades en la
percepción del mundo que nos rodea, ya sea por fallas de las estructuras para captarlo, o bien
para analizarlo5.

El niño de riesgo neurológico es aquel que, por sus antecedentes pre, peri y/ postnatales
tiene mayor probabilidad estadística de presentar alteraciones neurológicas. Dicho de otra
manera, los niños considerados de alto riesgo neurológico son aquellos que tienen la
probabilidad de presentar un impedimento físico, intelectual, social o de personalidad que
limita su desarrollo normal, con el antecedente de factores de riesgo, por ello la importancia de
conocer esos factores que pueden ser tanto prenatales, perinatales y postnatales, que al
detectarlos permiten revelar las posibles alteraciones propias de cada etapa del desarrollo
neurológico del niño6,7.

Los factores de riesgo prenatales son considerados como aquellos factores hereditarios,
alteraciones tempranas del desarrollo embrionario así como la situación química en el útero de
la madre; que pueden tener un efecto importante en el desarrollo del cerebro, el sistema
nervioso y el funcionamiento intelectual posterior; estos factores con frecuencia son más
notables si ocurren al inicio del embarazo que en sus fases posteriores; entre ellos están:
alteraciones estructurales del cerebro; presencia de enfermedades toxoinfecciosas; consumos
3

de tóxicos o fármacos teratógenos durante el embarazo; antecedentes maternos de


enfermedades; amenaza de aborto; amenaza de parto prematuro; ruptura prematura de
membranas7.

En la etapa prenatal existe la posibilidad de detección de diferentes procesos y


situaciones de riesgo. La presencia de alteraciones estructurales cerebrales o del neuroeje
(hidrocefalia, alteraciones en la migración cerebral, espina bífida), la presencia de anomalías
genéticas (trastornos cromosómicos, errores congénitos del metabolismo) o los procesos
infecciosos (toxoplasmosis, citomegalovirus) es ciertamente algo posible de determinar en el
momento actual gracias a los recientes avances técnicos. Se calcula que una cuarta parte de los
embriones presentan anomalías del sistema nervioso central y el neuroeje, de ellos, una
pequeña parte sobrevive y podemos reconocerlos en el período neonatal8.

Las infecciones intrauterinas constituyen, a pesar de la enorme disminución en su


incidencia en los últimos años, un problema de gran importancia por la gravedad de las
secuelas sobre el sistema nervioso fetal. La mayor parte de ellas se producen por virus
(citomegalovirus, herpes simple, rubéola, varicela y VIH) o por un protozoo (toxoplasma). La
vía de infección suele ser transplacentaria. Desafortunadamente, el diagnóstico intrauterino,
salvo en el caso de toxoplasmosis congénita, no va a impedir el desarrollo del proceso. Los
tóxicos pueden ejercer notable influencia en el desarrollo del cerebro fetal. El período
embrionario, que se sitúa entre la 2ª y 8ª semana de gestación, es sensible a ciertas drogas,
especialmente entre la 2ª y 7ª semana, período en el que el sistema nervioso central es muy
susceptible a ellas. Ciertos antiepilépticos (valproato, fenitoína, fenobarbital), vitamina A,
inhalantes industriales, alcohol, cocaína, entre otros, ejercen una notable influencia en este
período tan sensible8.

Entre los antecedentes maternos que permiten considerar la posibilidad de riesgo de


daño neurológico en los neonatos los siguientes: 1) Que la madre haya tenido o tenga, alguna
enfermedad crónica como la diabetes, que haya padecido diabetes gestacional, o que padezca
enfermedades como lupus eritematoso sistémico, hipertensión arterial sistémica, insuficiencia
renal aguda, hipo o hipertiroidismo y otras enfermedades semejantes. 2) Que durante su
4

embarazo haya padecido alguna complicación como: preeclampsia, síndrome de HELLP,


placenta previa, oligohidramnios, amenaza de aborto, rotura temprana de las membranas9.

Tanto las amenazas de parto pretermino (APP) como la ruptura prematura de


membranas (RPM) son entidades clínicas que confluyen en el parto pretérmino con la ulterior
obtención de un recién nacido prematuro; estos síndromes pueden responder a diferentes
etiologías, y en muchas ocasiones no es posible definir esta causa. En la literatura científica la
infección en forma de corioamnionitis subclínica ocupa un puesto destacado como noxa
conocido de la APP y la RPM desde hace décadas10, 11.

La población más vulnerable para daño neurológico se encuentra representada por los
recién nacidos prematuros extremos, con menos de 28 semanas, o los niños con un peso
extremadamente bajo al nacer, es decir, menor a 1000 gramos Las lesiones cerebrales
transitorias, posiblemente presentes en el recién nacido prematuro que, posteriormente, pueden
acompañarse de déficits motores espásticos o intelectuales, son la Leucomalacia
Periventricular (LPV) y el Infarto Hemorrágico Periventricular (IHP), considerado como una
complicación de la Hemorragia de la Matriz Germinal/ Intraventricular (HMG/HIV), una de
las patologías más frecuentes en el recién nacido prematuro12.

En cuanto a los factores de riesgo natales, son numerosas las condiciones patológicas
que se presentan en el período neonatal desde un punto de vista neurológico: bajo peso al
nacimiento, fundamentalmente asociado a la prematuridad, asfixia; parto distócico;
traumatismo obstétrico, entre otros8.

La asfixia perinatal es un término del cual no existe una definición precisa


universalmente aceptada. En la clínica se han tratado de emplear diversos criterios, que
incluyen la presencia aislada o la combinación de una serie de indicadores clínicos indirectos,
que en muchas ocasiones no se correlacionan bien entre sí y tienen un papel muy limitado para
predecir morbilidad neurológica a corto y a largo plazo13.

Es común que la asfixia perinatal sea la principal causa de las lesiones neuronales y de
las secuelas neurológicas, sin embargo, es conveniente que tal diagnóstico se considere sólo
5

cuando ocurren los siguientes factores: Puntuación de Apgar <3 a los 5 min; Peso al
nacimiento <1.500 g; Ventilación posnatal >24 h; Patología posnatal con ventilación >3 días;
Convulsiones; Episodios de apnea que requieren ventilación; Síndromes neurológicos
graves/síndromes dismórficos; Hemorragia intraventricular (grado III y IV); Leucomalacia
extensa y profunda; Meningitis13.

En otro orden de ideas, es necesario tener en cuenta que ante un recién nacido con
hipotonía, flacidez y antecedente de parto distócico, es conveniente descartar lesiones
medulares, aun con una radiografía aparentemente normal, ya que estas pueden encontrarse
asociadas a luxofracturas cervicales en el contexto del trauma obstétrico, que sin un
diagnóstico oportuno puede tener un pronóstico ominoso como consecuencia de las
complicaciones en el posparto inmediato, que llega a desencadenar la muerte en el período
neonatal debido a infecciones respiratorias, urinarias, septicemia, entre otras14.

Más, los factores de riesgo postnatales constituyen aquellas enfermedades médicas


adquiridas durante la infancia y la niñez 15. Comprende alteraciones tales como convulsiones
neonatales, sepsis, bajo peso al nacer, síndrome de dificultad respiratoria, problemas
metabólicos, enfermedad hemolítica neonatal, hiperbilirrubinemia, encefalopatía hipoxico-
isquémica, hemorragia periintraventricular, que aumentan notablemente el riesgo de daño
neurológico del recién nacido9.

Las convulsiones neonatales son todavía unos de los problemas más prevalentes en el
período neonatal. El correcto diagnóstico etiológico, así como su adecuado tratamiento, son
fundamentales. El neonato también puede infectarse por vía intrauterina o al pasar por el
conducto vaginal en el parto. La meningitis neonatal puede crear lesiones cerebrales
importantes, que precisan de un tratamiento vigoroso8.

La aparición de sepsis incrementa de forma significativa la mortalidad neonatal, así


como la aparición de secuelas en el neurodesarrollo. Se ha descrito que el 25% de los recién
nacidos con sepsis tienen meningitis y del 15 al 55% de los pacientes con meningitis presentan
hemocultivos negativos. El Citrobacter spp. y el Cronobacter sakasakii ocasionan menos del
5% de los casos de sepsis bacterianas en niños con MBPN, pero son importantes debido a su
6

asociación con meningitis y con abscesos cerebrales, generando secuelas neurológicas


significativas16,17.

El termino dificultad respiratoria comprende una serie de entidades patológicas que se


manifiestan con clínica predominantemente respiratoria, consistente, de forma genérica, en
aleteo nasal, tiraje sub e intercostal, retracción xifoidea y bamboleo tóraco-abdominal. Por su
frecuencia cabe mencionar las siguientes: distrés respiratorio leve, taquipnea transitoria del
recién nacido, síndrome de aspiración meconial, síndrome de escape aéreo (enfisema
intersticial, neumotórax, neumomediastino), neumonía perinatal e hipertensión pulmonar
persistente neonatal. Estas si bien pueden cursar como entidades clínicamente benignas,
también pueden complicarse con hipoxia de moderada a grave, que conlleva a hipoxia
cerebral, con el riesgo de lesión e incluso muerte neuronal18.

Los síntomas neurológicos comandan el diagnóstico después del período de lactante;


su alta frecuencia en las enfermedades metabólicas obliga a plantear la posibilidad de una
enfermedad de este tipo en todo niño que presente un deterioro neurológico y mental
progresivo, o bien, síntomas extrapiramidales, hipotonía, sordera o hiperventilación central. El
niño puede fallecer en el primer episodio agudo, debido a un coma metabólico, neurológico,
hepático, por una ataxia aguda o, incluso, por síntomas psiquiátricos19.

Muchos pacientes entran en estado intercrítico, que cursa sin síntomas y con exámenes
metabólicos reiteradamente negativos, de modo que una persona sin experiencia puede
descartar erróneamente la enfermedad metabólica. El coma neurológico agudo intermitente
puede cursar con edema cerebral, lo que puede ocurrir en la enfermedad de la orina con olor a
jarabe de arce; defectos de oxidación de los ácidos grasos, el déficit de ornitina
transcarbamilasa. El diagnóstico diferencial se plantea con un tumor cerebral, que puede ser
más frecuente, pero no hay que dejar de buscar estas enfermedades19.

La enfermedad hemolítica neonatal, es una entidad clínica que en líneas generales


cursa con hiperbilirrubinemia, a expensas de elevación de Bilirrubina indirecta, la cual una vez
sobrepasa la capacidad de unión a la albumina plasmática y encontrarse libre, gracias a su alta
lipolifidad, comienza a unirse a tejidos ricos en contenido lipídico, dentro de los cuales se
7

encuentra la barrera hematoencefálica la cual atraviesa; acumulándose en el interior de las


neuronas, el cual debido a su toxicidad conduce al cuadro clínico conocido como ictericia
nuclear, encefalopatía bilirrubinica o Kernicterus. Se considera que el 70 % de los recién
nacidos con Kernicterus fallecen a los primeros 7 días de vida; y el 30% restante que
sobreviven al curso de la fase aguda, presentan secuelas neurológicas; contituyendo el 10% de
todos los casos de paralisis cerebral. Además algunos de estos presentan retraso mental severo;
y aquellos que no lo hacen; pueden tener dificultad en el aprendizaje debido a diversas causas,
incluyendo la sordera20,21.

La encefalopatía hipóxico–isquémica (EHI) se considera la causa más frecuente de


daño neurológico, ha sido definida como el síndrome que presenta el recién nacido secundario
a la hipoxia o isquemia, debido a la disminución del oxígeno y el flujo sanguíneo en el sistema
nervioso central. Este síndrome cursa con alteración de las funciones neurológicas en los
primeros días de vida, con dificultad para iniciar y mantener la respiración, con depresión del
tono muscular y de los reflejos, con estados anormales de la conciencia, y en algunos casos, la
presencia de convulsiones22,23.

La hemorragia intraventricular (HIV) es la principal complicación neurológica en los


prematuros, y consiste en un sangrado de la matriz germinal y las regiones periventriculares
del cerebro. Su gravedad aumenta con el menor peso y la menor edad gestacional del neonato;
sin embargo, también puede presentarse en 2–3% de los recién nacidos de término23,24.

Las complicaciones relacionadas con la HIV dependen del volumen y de la velocidad


del sangrado. Si este ocurre de manera súbita, lleva a un síndrome de hipertensión
endocraneana con consecuencias catastróficas o mortales para el neonato; si la hemorragia no
es tan grande pueden aparecer convulsiones. Las principales complicaciones a largo plazo por
las que estos niños requieren intervenciones quirúrgicas posteriores o quedan con déficit
neurológicos graves, son la hidrocefalia poshemorrágica y la leucomalacia periventricular.
Esta última es el principal predictor del daño neurológico24.

La leucomalacia periventricular es una lesión anatomopatológica secundaria a un


episodio hipóxico-isquémico. Suele ser propia del gran prematuro y es una entidad muy
8

conocida en la actualidad, especialmente desde los últimos avances en neuroimagen. Esta


constituye el principal predictor del daño neurológico; consiste en la necrosis de la sustancia
blanca adyacente a los ángulos externos de los ventrículos laterales, que lleva a pérdida de
áreas y formación de quistes; se sabe que solo el 30–40% de las lesiones que corresponden a
leucomalacia se detectan en la ecografía transfontanelar, lo cual indica que este no es el
estudio adecuado para establecer el pronóstico neurológico de los niños con hemorragia
intraventricular24,25.

Se debe recordar que todo neonato con una patología neurológica o con factores de
riesgo en el período neonatal; deberá llevar un exhaustivo control evolutivo, que permita una
detección temprana de alteraciones en la maduración neurológica y su envío a una unidad de
estimulación temprana26.

A partir del nacimiento, el factor que tiene un mayor impacto en el desarrollo


intelectual es la desventaja psicosocial, la cual está determinada fundamentalmente por la baja
escolaridad de la madre y del padre (analfabetos o con un nivel muy bajo de educación formal)
la ausencia de una familia integrada y la falta de atención de los padres al niño expresada en la
pobre interacción del niño con ambos o uno de sus padres.

Muestra de lo anterior se observa en un niño que permanece solo en su cuna y


únicamente se le presta atención para alimentarlo o lactarlo, o está todo el tiempo en la espalda
de su madre, que ni le habla ni le sonríe. Estas restricciones en el ambiente de estímulos
sensoriales producen alteraciones en el desarrollo intelectual. Diversos estudios demuestran
que la calidad del lenguaje y la variedad de estímulos en el ambiente son considerados como
los factores más críticos en el desarrollo de la inteligencia15,27.

Además de lo anterior, debe tenerse en cuenta la presencia de violencia con respecto al


paciente ya que, en las relaciones intrafamiliares, se aprecia el mayor número de casos, donde
la madre y el padre sin justificación alguna castiga y maltrata sin clemencia al hijo o hija,
generando intolerancia, afectando de manera dramática su desarrollo físico, emocional,
psíquico, incluyendo de manera importante su ámbito neurológico28,29.
9

El conocimiento de los factores de riesgo para daño neurológico que se presentan con
más frecuencia en nuestra población es de vital importancia, para poder sospecharlos y de esta
forma poder prevenir las posibles complicaciones derivadas de éstos, múltiples revisiones en
la literatura se han llevado a cabo para el conocimiento de los factores de riesgo ya que éstos
son determinantes en el desarrollo posterior del niño, por lo que se planteó la siguiente
investigación para describir la frecuencia de factores de riesgo para daño neurológico en niños
menores de 1 año que ingresaron en el Centro de Desarrollo Infantil número 5.
10

JUSTIFICACIÓN

El daño neurológico perinatal es considerado como la lesión del cerebro que altera la
integridad estructural y funcional del sistema nervioso en desarrollo secundario a un evento
perinatal.

Según la OMS los recién nacidos producto de embarazos de alto riesgo, entre un 10-12
% precisan ingreso en la Unidad Neonatal y entre un 3 a un 5 % son de riesgo neurológico 2,3.
Una forma de predecir el riesgo en estos pacientes, es la vigilancia de ciertos factores que
condicionan a la aparición del mismo, que conocemos como factores de riesgo para daño
neurológico.

Se conocen múltiples factores de riesgo que son modificables y sin embargo son los
que mayor repercusión tienen en los periodos críticos del desarrollo cerebral, como lo es la
vida intrauterina y el primer año, motivos por los cuales el personal de salud y las autoridades
sanitarias correspondientes deben tomar el protagonismo a la hora de prevenir los riesgos
implicados e identificar los signos de alarma presentes, todo esto con el objetivo de evitar las
tan temidas complicaciones que irremediablemente tendrían como resultado un notable
impedimento físico, intelectual, social y psicológico del niño en crecimiento, privando de esta
manera a la sociedad de un futuro individuo apto en todas sus facultades, e indirectamente
causando pérdidas a nivel social y económico3,4.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, las condiciones limitantes en nuestro


entorno; y que a nivel regional, ni nacional se cuenta con estudios que permitan conocer la
presencia los factores de riesgo neurológico en niños, es que surge la necesidad y la
motivación de realizar el presente estudio de investigación, que permitirá conocer
específicamente cuales son esos factores de riesgo en niños menores de 1 año que fueron
ingresados en el centro de Desarrollo Infantil número 5 en Ciudad Bolívar, Estado Bolívar
durante el año 2016; como un estudio pionero y predictor de afectación neurológica en
nuestros pacientes.
11

OBJETIVOS

Objetivo General:

Evaluar los factores de riesgo para afectación neurológica en niños menores de 1 año
que ingresaron en el Centro de Desarrollo Infantil número 5 Ciudad Bolívar durante el año
2016.

Objetivos Específicos:

1. Conocer la edad de los pacientes con factores de riesgo.

2. Distinguir el género de los pacientes antes mencionados.

3. Distinguir los factores de riesgo prenatales de los pacientes ya citados.

4. Detallar los factores de riesgo natales de estos niños.

5. Estimar los factores de riesgo posnatales de los mismos.

6. Evaluar el estado socioeconómico de los infantes mediante cuestionario de Graffar-


Méndez Castellano.

7. Relacionar la cantidad de factores de riesgo que presentaron los pacientes.


12

METODOLOGÍA

Tipo de Estudio:

Se realizará un estudio de Población de tipo Descriptivo de carácter transversal,


observacional.

Universo:

Todos los pacientes que ingresaron en el Centro de Desarrollo Infantil número 5


Ciudad Bolívar en el periodo comprendido entre Enero a Diciembre 2016.

Muestra:

Pacientes menores de 1 año que ingresaron en el Centro de Desarrollo Infantil número


5 Ciudad Bolívar en el periodo comprendido entre Enero a Diciembre 2016.

Criterios de Inclusión:

• Pacientes entre 0 meses a 11meses y 29 días de género indistinto.

• Todos los pacientes con riesgo para daño neurológico ingresados en el centro.

• Contar con expediente clínico.

Criterios de Exclusión:

• Pacientes mayores de 1 año de edad.


13

• Pacientes con diagnóstico de formación incompleta.

• Pacientes con síndromes genéticos en estudio.

• Pacientes con Síndrome neurológico en estudio.

• Pacientes con patologías endocrino-metabólicas en estudio

Instrumento de recolección de datos:

Se diseñó un instrumento elaborado por el autor, el cual permitirá recoger la


información adecuada de las fichas de admisión de los niños que ingresaron en la institución
en el año 2016; para el desarrollo de la investigación; así como la agrupación, recolección y la
tabulación de datos (Ver apéndice A).

Análisis y presentación de los resultados:

Los datos serán tabulados y analizados utilizando Microsoft Excel 2010, serán
presentados con estadística descriptiva y se representarán en tablas de frecuencia simple con
números y porcentajes.
14

ACTIVIDADES PREPARATORIAS

• Solicitud de permisos al director(a) del Centro de Desarrollo Infantil número 5 Ciudad


Bolívar para poder realizar el proyecto de investigación (Ver Apéndice B).

• Selección de un especialista en neurología que sirva como asesor para el desarrollo de


esta investigación.

• Búsqueda de información en libros, publicaciones, revistas y documentos científicos


sobre los factores de riesgo para daño neurológico en menores de 1 año.

• Realización y reproducción del instrumento a utilizar para obtener la información en la


investigación.
15

INSTITUCIONES Y PERSONAL DOCENTE

Instituciones participantes:

Centro de Desarrollo Infantil número 5 Ciudad Bolívar.

Personal participante:

Dra. Carolina Machuca (Asesor de la investigación).

Br. Reinalez Yohandrith (Autor del Proyecto).


16

CALENDARIO Y HORARIO DE ACTIVIDADES

Inicio: Enero 2016.


Final: Diciembre 2016.

Actividad

Enero 2016-Diciembre 2016


Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic

Revisión
Bibliográfica
Elaboración
de
Anteproyecto
Recolección
de muestra
Análisis de
los
resultados y
Redacción
Final

Horario de Actividades

Reuniones con el tutor


Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes
Asesoría Recolección de Recolección de Recolección de
muestra Muestra Muestra
17

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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APÉNDICE
APENDICE A: FICHA DE RECOLECCIÓN DE DATOS

Información del Paciente


Nombre del Paciente:
Edad: Sexo: F M
Profesión del jefe de familia: Tipo de vivienda:
Nivel de Instrucción de la madre: Fuente de ingreso:
Factores de Riesgo
Prenatales Natales Posnatales
Amenaza de aborto Asfixia Hiperbilirrubinemia
Infección de vías urinarias Prematurez Crisis convulsivas
Preeclampsia Sufrimiento fetal agudo Sepsis
Amenaza de parto prematuro Parto distócico Hemorragia intraventricular
Ruptura prematura de Aspiración de líquido Bajo peso
membranas amniótico
Otros: Otros: Otros:
APENDICE B: Modelo de carta de solicitud de permiso a la institución.

Ciudad Bolívar, Enero de 2016.

MSc. Julián Morris.

Director del Centro De Desarrollo Infantil Número 5 Ciudad Bolívar

Ante todo reciba un cordial saludo.

Por medio de la presente, nos dirigimos a usted con el fin de solicitar su autorización
para la realización del trabajo de grado titulado: RIESGO NEUROLÓGICO EN NIÑOS
MENORES DE 1 AÑO QUE INGRESARON EN EL CENTRO DE DESARROLLO
INFANTIL NÚMERO 5 CIUDAD BOLÍVAR. Los datos recolectados mediante un
instrumento elaborado por el autor, el cual permitirá recoger la información adecuada de las
fichas de admisión de los niños que ingresaron en la institución en el año 2016; para el
desarrollo de la investigación; así como la agrupación, recolección y la tabulación de datos. Es
de gran importancia su colaboración para la realización de este proyecto, pues de esta manera
podremos aportar información de gran valor tanto a la institución, como a la comunidad
sanitaria sobre la posibilidad de riesgo neurológico en los menores. Sin nada más que agregar
por los momentos, y agradeciendo toda su colaboración se despiden:

________________________

Reinalez M, Yohandrith R. (Tesista).

_________________________

Dra Carolina Machuca. (Tutora)


APENDICE C: Cuestionario de Graffar- Méndez Castellano.

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