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Bibliotecologia y la
Ciencia de la Información
Bibliografía Mínima
El pensamiento bibliotecológico y sus discursos
Maykel A. Perez
- Las teorías puramente radicales, las cuales evalúan de forma crítica las
relaciones sociales que pretenden acabar con el sistema capitalista.
1
Nitecki, Joseph Z. 1993. Capitulo 6: WHAT IS PHILOSOPHY OF LIBRARIANSHIP? En:
Metalibrarianship: A Model For Intellectual Foundations of Library Information Science.
http://twu.edu/library/Nitecki/ Metalibrarianship. Volumen 1 of The Nitecki Trilogy.
En el plano teórico-metodológico es un enfoque significativamente plural. Las
diferentes maneras de sustentar sus pronunciamientos varían desde posturas
congruentes con la ideología, la moral y la ética dominantes en determinadas
sociedades y épocas, hasta métodos más descriptivos que normativos de
investigación social.
“Ese control efectivo de las masas se ha de ejercer por todos los brazos ejecutivos
de la organización política y además por todos los aparatos de integración
ideológica, cultural, informativa, comunicacional en suma. En este contexto es
lógico que se presentara la necesidad de estudiar todos los instrumentos de
información y comunicación que actuaban sobre las masas; tanto los instrumentos
educacionales como informativos”3
“Una de las fórmulas más caras a la filantropía del siglo XIX fue la estimulación de
la lectura. Ante el espectáculo de los conflictos de clases prosperó un
paternalismo burgués de carácter progresivo que concebía las luchas sociales
como el resultante de una falta de nivel de conocimientos para captar la
importancia y beneficio del consenso social. Según esta perspectiva era el
complejo de inferioridad de las clases bajas el que dictaba el afán de desquite
histórico. Bastaría dotar al individuo de instrumentos de intelección del mundo que
le rodea para integrarlo en su prodigioso orden y facilitarle las herramientas para
abrirse camino de abajo a arriba por los ascensores de la sociedad libre y abierta.
Este filantropismo “redentor” de las insuficiencias de las clases populares estás el
2
Ortega y Gasset, José. Misión del Bibliotecario. Congreso Internacional de Bibliografos y Bibliotecarios
Paris 1934.
3
origen (…) de la promoción de la lectura. A este empeño corresponde la extensión
de las bibliotecas públicas y la mitificación del libro como herramienta incruenta de
transformación del hombre y de la colectividad: Tanto en Inglaterra como en
Estados Unidos la expansión comenzó a mediados del siglo XIX, con la
introducción de leyes que autorizaban al Estado a recaudar impuestos especiales
para el establecimiento de bibliotecas públicas, cuyo objetivo no fuese servir a la
investigación científica sino satisfacer las necesidades lectoras del público”4
Casi todos los discursos Humanistas a los que se hace referencia se construyen
tomando como eje a este tipo institucional. El carácter revolucionario que tuvo en
su momento en relación con las concepciones tradicionales sobre la profesión, su
conexión con las instituciones de poder – el estado, la religión – y sus discursos
sociales – los de ls ilustración, los de la modernidad y su visión del progreso
humano, los de la burguesía en suma como clase dominante y revolucionaria en
su momento…. Y posteriormente su protagonismo como expresión local del
antagonismo entre los grandes sistemas sociales – capitalista y comunista – tras
la primera Guerra Mundial.
La biblioteca públicas convierte a todo los largo de este período en la más clara
portadora de la ideologías profesionales del campo y este fenómeno encuentra
también expresión lógicamente en la producción intelectual del campo.
“Una última categoría de escritos en LIS que debe ser incluida si se le concede a
la “teoría” una interpretación católica, consiste en esa literatura celebratoria,
inspiradora, evangelical y consciente ideológica, bien sea que pertenezcan a la
disciplina o campos dentro de ella. Este tipo de literatura recoge los discursos de
la misión de la Bibliotecología respecto al bienestar moral, intelectual, cultural y
espiritual de la historia, la civilización y la sociedad. Grandes diseños, como el de
Egan y Shera (1952) que reclaman la Epistemología Social, pertenecen a esta
clase, como mismo otras muchas opiniones y comentarios editoriales más
particulares que intentan comunicar sus visiones de la esencia del campo”5
El discurso Cientificista.
5
Forman. Discurse Analisy, p.4
6
Numerosos autores han abordado el tema del cientificismo en la Bibliotecología y Ciencia de la
Información, a veces utilizando otros términos – como positivismo o paradigma físico – para hacer referencia
a la cuestión. Setién Quesada por ejemplo habla de la existencia de un paradigma científico en el campo
específico de la Bibliotecología. Lo que Setién denomina “paradigma científico” en torno a los contenidos
que se le reconocen a la Bibliotecología aparece como una reacción a las posiciones que intentan reducir el
objeto de estudio de la Bibliotecología a lo que acontece en la biblioteca. A este enfoque oponen una
concepción científica de la Bibliotecología en tanto afirman que esta estudia un objeto particular de la
realidad social no reductible a una institución. Dígase circulación social del libro, fenómeno bibliotecario,
documento o información, cualquiera de ellos designa una realidad mucho más amplia que aquella contenida
en un edificio. El término “científico”, en este caso, se emplea sin mayores implicaciones que el de apuntar al
carácter anticientífico del llamado “paradigma institucional”. Setién Quesada, Emilio. Reflexión sobre la
gestión de innovación Bibliotecológica: raíces, esencias, cambios. Scire 5(1):65-75, 1999
LA Bibliotecología no se sustrae a esta corriente. Si bien las tradiciones que
consideraban al campo más bien como un arte, las facciones tecnócratas que solo
se interesaban por la eficiencia y rutinización de los procedimientos y proceso
bibliotecarios así como los exponentes de raigambre Humanista suponen un
importante freno ante los intentos de construir una Ciencia de la Biblioteca, a
medida que el área se profesionaliza, institucionaliza e introduce en la educación
superior y posgraduada.
Shrettinger, por ejemplo – que se tiene por el primer autor en proponer una
definición de Bibliotecología, la define en términos de Ciencia de la Biblioteca.
Según García Valenzuela7 “su merito estuvo en conferir categoría y estructura
científica a lo que hasta entonces era un conjunto de conocimientos sobre la
actividad bibliotecaria”.
“Para Ranganathan y sus seguidores, las cinco leyes constituían un primer paso
hacia la consecución de una base científica para la Bibliotecología. Estas leyes
proporcionaban principios generales de los cuales todas las prácticas
bibliotecarias podían ser deducidas”.
En “The search for scientific professión”, de Lloyd Houser y Alvin Shrader, está
explicito su programa modernista, racionalista, especialmente en lo referido a la
investigación Bibliotecológica. (…) expresan su fe en la ciencia – la cual es el
cantro de la tradición modernista.
Buckland9 destaca los propósitos de este texto, muy en congruencia con las
tendencias de esos años de proporcionar a la Bibliotecología un cuerpo científico:
“La fuerza más influyente hacia el surgimiento de una ciencia de la biblioteca fue,
sin duda alguna, el establecimiento de la Graduate Library School en la
Universidad de Chicago en 1926 (…) La Facultad fue diseñada a partir de
disciplinas científicas bien establecidas para respaldar un programa fuerte de
investigación relacionado con los fundamentos de la Ciencia de la Biblioteca. (…)
cambio fuera de su tradicionalidad orientación “pragmática” y algunos ajustes
debieron ser negociados entre la GLS y la profesión”10
10
Zandonade, Tarcicio. Social epistemology from Jesse Shera to Steve Fuller. Library Trenes 52(4):814,2004
11
El discurso tecnocrático en Bibliotecología.
A partir de estos retos epocales se articula una concepción que sitúa en un primer
plano las cuestiones relacionadas con la eficiencia y efectividad de las técnicas y
herramientas diseñadas para estos fines, la normalización de los procedimientos y
frecuentemente sostiene una visión economicista de las prácticas informativas. En
lo que a la Bibliotecología como disciplina se refiere, tiende a acentuar su carácter
pragmático e instrumental, acercándola a las ciencias técnicas bajo supuesto de
que su objeto fundamental es la estructuración y administración de ítems físicos
de información.
12
Barreto, Aldo. A Questäo da Informaçäo. Revista Sao Paulo em Perspectiva 8(4) 1994
razonablemente como una continuación (deliberada o no) de la orientación de
Dewey, Donker Duyvis, Otlet y Briet”13
13
Buckland, Michael. Documentation, Information Science and Library Science in the USA. En Historical
Studies in Information Science/Trudi B. Hann y Michael Buckland (editores). American Society for
Information Sciece. p. 161
14
Setién, Emilio. La investigación Bibliotecológica: sus fundamentos en el mundo de la información.
“(…) la contribución de Dewey a la Bibliotecología moderna puede ser vista como
su expresión de un ideal empresarial en relación con las bibliotecas. Los
procedimientos de estandarización, uniformidad, eficiencia, organización racional y
gerencia científica fueron los medios mediante los cuales los propósitos de Dewey
– la incorporación de la biblioteca – se podría alcanzar. Esta interpretación de la
contribución de Dewey – la fundación de la primera escuela de bibliotecología, la
atención casi fanática a la rutinización de los procedimientos bibliotecarios, la
concepción de la American Library Association como medio para organizar las
ideas profesionales, la producción, distribución y mercadeo de los suministros de
la biblioteca como empresa rentable – como elementos de una sola visión de la
biblioteca como una entidad corporativa, tiene la virtud de hacer importantes
conexiones entre ellos y lña forma corporativa de la organización institucional, tan
crucial para el desarrollo histórico de la sociedad americana”15
Bibliotecas y Bibliotecología
Radamés Linares C
ORALIDAD ESCRITURA
Constitución de la Bibliotecología
16
Su obra clásica fue “Advis pour dresser une bibliotheque”, publicada en 1627.
que sufre la sociedad europea a lo largo del siglo XIX. El salto económico de estos
países, hacia ese tipo de sociedad calificada como INDUSTRIAL, tiene entre sus
motores impulsores a los profundos cambios tecnológicos generados por aquella
primera Revolución Industrial.
El industrialismo decimonónico, promovido por la Primera Revolución Industrial
con sus símbolos más evidentes, ferrocarriles, textiles, máquinas de vapor y libre
competencia va a potenciar una particular situación en la esfera informativa y
documental, el siglo XIX va a conocer una situación informacional, sin
precedentes, como resultado de una explosión científica y técnica generadora de
una avalancha documental que exigía respuestas.
Es en este entorno que Martin Schrettinger funda lo que el denomino “Ciencia de
la Biblioteca”, concebida como una “disciplina científico técnica encargada de
coordinar las fases de búsqueda del libro y su hallazgo”, a su vez, este autor
propone entender a la biblioteca como “una colección organizada de libros para su
uso”... “sentó así las bases de lo que hoy es una disciplina científica en sus
métodos, sus problemas y su autonomía conceptual” (Molina Campos 43, 1995).
17
Este articulo, publicado en 1945, es uno de los textos fundadores de la Ciencia de la
Información.
18
(1947-1991) Este concepto designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a
EE.UU. y la Unión Soviética y a sus respectivos aliados tras la Segunda Guerra Mundial. Este
conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo y se libró
en los frentes político, económico y propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente
militar.
19
Con el “shock del sputnik” los EE.UU. se lanzan en una carrera frenética en el campo de la
investigación científica y la exploración espacial, convirtiendo el gobierno a la información científica
y tecnológica en el punto focal de ese esfuerzo. Véase además: Shera, Jesse y Donald Cleveland.
History and foundations of Information Science. ARIST, Washington, v.12; p. 249-275, 1977.
20
En 1969 cambia su nombre por el de American Society for Information Science. (ASIS)
La tecnología documentaria se reducía, en los finales de los años 30, a la
asimilación de las fichas perforadas en el tratamiento de la información, como
herramientas emergentes para la reproducción y almacenamiento con añadidos
sucesivos.
La invención en 1946 de las tecnologías computacionales fue de progresiva e
inmediata aplicación en la naciente esfera, especialmente para solucionar las
preocupaciones dominantes en ese lapso de explosión documental sobre cómo
localizar y buscar información puntualmente. Con ese objetivo se impulsa la
elaboración de procedimientos que permitan representar el contenido de un
documento, coincidiendo con el esplendor de las clasificaciones, indizaciones y
tesauros. (Barreto 2003, 9)
Para estos fines, Calvin Mooers21 propone en 1950 un área que aborde los
aspectos intelectuales de la descripción de información y sus especificaciones
para la búsqueda, además de cualquier sistema, técnica o instrumento que se
utilice en la operación: la recuperación de información. (Saracevic 1999,13)
La gélida contienda de la posguerra, de este modo, encuentra otro eslabón de la
cadena de resoluciones informacionales con el apoyo de los avances tecnológicos
y la evolución en el procesamiento documental.
El entramado político y económico del cual surge la Ciencia de la Información
como disciplina independiente es posible resumirlo en:
- El crecimiento científico y tecnológico, particularmente el derivado de la
Segunda Guerra Mundial, con el incremento exponencial de la información.
- El surgimiento de tecnologías, primero, la microfilmación y ulteriormente la
computación.
- El carácter estratégico que adquiere la información para las instancias políticas
norteamericanas.
- La explícita confrontación política entre el Este y el Oeste luego del claro
desarrollo científico soviético en la carrera espacial y en la tecnología nuclear.
- La supremacía económica norteamericana y las consiguientes concepciones
geopolíticas.
Entretanto, las conceptualizaciones especializadas de insoslayable conmoción
para esta ciencia fueron:
- El Tratado de Documentación, Paul Otlet. (1935)
- El artículo As we my think, Vannevar Bush. (1945)
- La Teoría Matemática de la Comunicación, Shannon y Weaver. (1948)
- La Recuperación de la Información, Calvin Mooers. (1950)
21
(1919-1994) Matemático norteamericano. Creador de la Ley de Mooers, fue el primero en
concebir un tesauro.
23
Considerado el primer autor norteamericano que sistematizó los principios esenciales de la
naciente Ciencia de la Información
24
25
Entendiendo por pioneros aquellos que más se destacaron en el área entre los años 1900
y 1970.
26
Harold Borko, Robert Taylor, Hans Luhn y Fritz Machlup.
Mientras que es palpable en este período el interés por tópicos de gran valor
instrumental y utilitario en medio de la avalancha documental de la posguerra, es
notoria la escasa preocupación en esos círculos por encontrar los fundamentos
epistémicos de la Ciencia de la Información.
Los años finales del siglo XX constituyen para la Ciencia de la Información una
fase de ruptura y diferenciación como expresión de la evolución de una ciencia en
formación, una suerte de crisis de desarrollo.
Esta etapa, denominada crítica, tiene particularidades interesantes por las
circunstancias en que se desarrolla y porque genera importantes reflexiones que
persiguen transformar la armazón conceptual de la etapa fundacional.
La evolución histórica de la Ciencia de la Información debe ser explicada en su
continuidad y quiebra, por lo que la separación en dos momentos no es una
convención, sino un testimonio del curso de los acontecimientos, marcados por los
encuentros y desencuentros con la estabilidad económica.
La historia de los veinte años que siguieron a 1973 es la historia de un mundo que
perdió su rumbo y se deslizó hacia la inestabilidad y la crisis. Sin embargo, hasta
la década de los ochenta no se vio con claridad hasta qué punto estaban
minados los cimientos de la edad de oro. (Hobsbawm 1998, 403)
Desde una perspectiva integral, las décadas que transcurren desde los finales de
la Segunda Guerra Mundial hasta el inicio de los años 70, pueden considerarse
como una auténtica “edad de oro” de los países capitalistas desarrollados.
Entre 1945 y 1973, esta parte del mundo mantiene un indiscutible y sostenido
crecimiento económico en el que son determinantes no los signos del
industrialismo decimonónico, sino otros sectores punteros como la petroquímica,
los electrodomésticos, la aeronáutica y la electrónica.
La economía mundial crecía (...) a un ritmo explosivo. Al llegar los años sesenta
era evidente que nunca había existido nada semejante. La producción mundial de
manufacturas se cuadruplicó entre principios de los cincuenta y principios de los
setenta, y algo todavía más impresionante, el comercio mundial de productos
manufacturados, se multiplicó por diez. (Hobsbawm 1998, 264)
En el auge económico confluyen varios factores, especialmente el rol del estado y
las grandes transformaciones científicas y tecnológicas.
La concepción económica de los países capitalistas en los años precedentes, el
liberalismo, descansa en la idea de que el ejercicio de la libertad económica
requiere que el estado no intervenga en la actividad económica.
Sin embargo, particularmente en EE.UU., no es del todo consecuente con esa
doctrina y el estado participa activamente en la solución de la crisis de 1929. La
situación es más clara a partir de los años 60 cuando se asumen las teorías de
John Maynard Keynes27, que proponen aumentar el gasto público y resaltar la
importancia de la injerencia estatal. (Hobsbawm 1998)
El liberalismo es una corriente especialmente compleja que sigue influyendo en
dos de las dimensiones fundamentales de la práctica y del pensamiento social
contemporáneo, la política y la economía, pero debe distinguirse entre el viejo y
nuevo liberalismo, así como entre liberalismo político y liberalismo económico.28
27
(1883-1946) Economista británico.
28
El liberalismo irrumpe con el afán de poner límites al abuso del poder centralizado de los estados
absolutistas que habrían caracterizado a las monarquías europeas durante los siglos XVII y XVIII.
Estas ideas vinculan determinantemente los derechos individuales y la libertad en todas sus
manifestaciones, incluidas las económicas. La expresión laissez faire - laissez passer, resume la
esencia de esta corriente.
En este momento del estudio interesa esencialmente el viejo liberalismo
económico. (Mayer 1941)
En los “años dorados” el estado planifica en alguna medida la economía, estimula
la empresa privada con sus compras y controla el libre funcionamiento del
mercado, todo lo cual dinamiza la economía de EE.UU., pero cuestiona en la
práctica los principios liberales. (Touraine 1994)
Las transformaciones científicas y tecnológicas también alientan la expansión
económica. Desde los años 70, la investigación científica es entendida como una
actividad inseparable de sus aplicaciones técnicas y se consolida como una de las
prioridades de los estados.
Gracias a las innovaciones en la tecnología electrónica, transistores, circuitos
integrados y computadoras de elevada eficacia se suman a una etapa de
esplendor en la que, además, aparecen potentes áreas tecnocientíficas, como la
energía nuclear, la biotecnología y la industria aeroespacial.
La investigación científica es clave en la mejora económico, las tecnologías recién
implementadas facilitan la aparición de otras áreas de inversión y la economía
comienza a ser identificada desde otras realidades.
De esta manera, las transformaciones que venían anunciándose al principio de la
segunda posguerra se establecen convenientemente por una singular situación
económica en EE.UU.
A los “años dorados” le sigue un declive. Lo que parecía ser un crecimiento
económico sostenido e indetenible, se frustra en 1973 con la crisis del petróleo.
En el desplome de la economía capitalista actúa el aumento del gasto público y
una disminución de los ingresos, el anclaje de una economía globalizada, el
imprevisto del desempleo consecuente de la automatización de los procesos
productivos y la crisis monetaria que deteriora al dólar como divisa internacional.
En el decenio de los 80 se impone el neoliberalismo29 ante la probada ineficacia
de las políticas keynesianas. Sus máximos representantes políticos son el
presidente norteamericano Ronald Reagan y la primera ministra británica
Margaret Thatcher. (Touraine 1994)
El principal postulado del neoliberalismo es que la competencia pone a funcionar
al tope las energías latentes del mercado, propugna que el estado no oficie en la
actividad económica y representa, en fin, una vuelta a los principios del viejo
liberalismo, ahora en circunstancias finiseculares.
5
Es un modo casi planetario de practicar la economía política en los finales del siglo XX. Se
distingue por creer que la competencia capitalista es el mecanismo que garantiza automáticamente
las mejores condiciones para la evolución de las fuerzas productivas, a la vez que postula la
reducción del papel estatal en la actividad económica y social.
La crisis del petróleo se detuvo momentáneamente con la aplicación de las
recetas neoliberales acompañadas por la resolución estatal de frenar el gasto
publico y una fuerte carrera armamentista, línea que encabeza EE.UU.
(Hobsbawm 1998)
El año 1980 inicia una de las etapas más cambiantes del siglo XX, período en que
se asienta y desarrolla EE.UU. como centro de poder de una economía global que
caracteriza el sistema de relaciones mundiales.
Las economías de los países altamente desarrollados, estructuradas desde un
nuevo discurso teórico y práctico, el neoliberal, colocan al mercado en el centro de
sus preocupaciones.
En esta década se desenvuelven la microelectrónica, las telecomunicaciones y
sus respectivas tecnologías subordinadas, que inciden sin dudas en la
conformación de la propuesta de un nuevo modelo de sociedad, la Sociedad de la
Información. 30
El examen de esta coyuntura se inicia con el develamiento del papel de las
innovaciones tecnológicas, cuya mejor expresión son las tecnologías electrónicas.
Fue durante la Segunda Guerra Mundial y en los años posteriores que tuvieron
lugar las mayores innovaciones en tecnología electrónica: la primera computadora
programable y el transistor, fuente de la microelectrónica, el verdadero corazón de
la Revolución Tecnológica de la Información en el siglo XX. (Castells 1998, 3)
No se trata de explicar los cambios en las sociedades capitalistas del período
desde una supuesta causal tecnológica, tendencia conocida como determinismo
tecnológico, al decir de Alvin Toffler31 o Manuel Castells32.
El determinismo tecnológico evoca una relación unidireccional entre tecnología y
sociedad que rigen los desarrollos tecnológicos, supuestamente impermeables
ante la influencia de factores sociales.
Aquí se propone una explicación bien distante de la postura descrita. Si bien es
innegable la influencia de las tecnologías en la sociedad, no impactan como un
factor externo casual. La relación que se produce entre tecnología y sociedad es,
en cualquier caso, simétrica. (Aibar 2001)
La explosión tecnológica fue incentivada por una particular coyuntura económica
en que se busca salir de una situación crítica siguiendo las proposiciones del
esquema neoliberal por parte de los norteamericanos, que combina privatización y
presencia estatal con absolutizaciòn de los poderes del mercado.
El nuevo empuje de la tecnología militar norteamericana fue impulsado en 1983 en
torno al programa de la Guerra de las Galaxias de hecho usando las tecnologías
desarrolladas en la prodigiosa década precedente. (Castells 1998, 6)
30
El creciente papel del conocimiento en la sociedad actual ha llevado a más de un autor a
proponer otro estadio social, la Sociedad del Conocimiento. Véase: San Segundo, R. El
conocimiento como nuevo paradigma en el actual nuevo paradigma.
31
Futurólogo y Sociólogo norteamericano. Creador del análisis de la historia por “olas” para
justificar el origen de los cambios y su impacto en el futuro. Sus obras se consideran megasellers
dada la popularidad de las mismas. Entre otras se destacan Shock del Futuro (1970), La Tercera
Ola (1980) y Cambio de poder (1990)
32
(1942- ) Científico social español conocido a partir de la publicación de su trilogía La era de la
información. Es considerado como uno de los apologistas de la Era de la información.
Uno de los fenómenos que mejor sintetiza la situación informacional de los finales
del siglo XX, es precisamente la aparición en el escenario político, económico y
cultural, de la llamada Sociedad de la Información, de carácter sumamente
controversial.
Aunque son diversas sus definiciones (Toffler 1991; Castells 1998; Masuda 1994),
lo común es que se orientan a establecer el carácter determinante de las
tecnologías de información y comunicación en su aparición y existencia, a
considerar un nuevo espacio económico -el informacional- que le sirve de
sustento, y a proponer un nuevo espacio ocupacional -la información es objeto de
trabajo-, esencial en la producción de riquezas.
Lo específico de la Sociedad de la Información es el decisivo el uso sistemático de
las TIC, y que se convierten en la principal fuente del incremento de la
productividad y de la economía.
Indica el atributo de una forma específica de organización social en la que la
generación, el procesamiento y la transmisión de la información se convierten en
las fuentes fundamentales de la productividad y el poder, debido a las nuevas
condiciones tecnológicas que surgen en este período histórico. (Castells, 1998,
47)
Las circunstancias económicas y tecnológicas de esos años favorecen
situaciones únicas para el universo informativo. La economía neoliberal acrecienta
el proceso de mercantilización de la información ya que las tendencias
privatizadoras, típicas de ese modelo económico, descartan toda posibilidad de
que la información sea un recurso o producto al servicio de todos. Se cierra la
posibilidad de considerar la información un bien público y entra en el mercado
como cualquier otra mercancía.
En lo económico, la industria de la información, entendida como el conjunto de
organizaciones, con sus interrelaciones, que desarrollan y crean productos,
servicios y tecnologías de información transables en el mercado (BIOMUNDI),
congrega un amplio espacio de actividades, desde editoriales hasta elaboradores
de software, pasando por la producción y difusión de productos y servicios
informativos, involucrados en la dinámica del mercado como señal del discurso
económico dominante.
La capacidad de penetración de las TIC en el entramado político, social y cultural
crean una situación particular en esas dimensiones y no solo en el funcionamiento
de las economías. En la vida cotidiana se estimula el peso de la información en
todas las magnitudes, formas y soportes posibles.
En el marco de estas y otras circunstancias, la Ciencia de la Información llega a
una nueva fase de su desarrollo en correspondencia con la coyuntura histórica.
34
Comunicación, Lingüística, Sociología, Sicología y Estudios Literarios.
información en los sistemas comunicativos, sino por introducir la independencia de
la información de sus soportes físicos, pese a no definirla concretamente.
Las características de esta propuesta, nacida del universo de las
telecomunicaciones y formalizada para el contexto de la Ciencia de la Información,
la convierten en modelo de objetividad y cientificidad en esta etapa.
A la sazón, se desarrollan nociones de información como las que afirman que la
información se refiere a hechos o eventos independientes, (McGarry 1975, 41) que
la información es una señal carente de contenido semántico, (Dretske 1981, 86) y
que la información puede entenderse como cosa o propiedad inherente de los
objetos. (Buckland 1991)
En todos los casos, estas propuestas defienden a la información dentro de lo
objetivo y mensurable, congruentes con las concepciones cientificistas de los
padres fundadores, pero dejando a un lado la importancia del contenido y el
significado de la información, elementos que luego se retoman como protagonistas
en Ciencia de la Información.
Tampoco queda resuelto en esos años el tipo de información que en la práctica
debe asumirse. Se intentaron diversas maneras de definir a la información desde
supuestos generalistas, pero se trabajaba realmente con una en particular, la
científica y técnica o tecnológica. En otras circunstancias históricas será asumido
y definido este aspecto desde otra arista. (Belkin 1978)
Usuario de la información
El usuario de la información no es una de las nociones de interés en el período
1945-1978, por lo que las concepciones dominantes le dieron poca visibilidad a
esta temática.
Como se cree que el usuario introduce el subjetivismo y que, por tanto, coadyuva
al distanciamiento de lo que debía ser una ciencia, se maximiza la importancia de
los sistemas de información, de una objetividad irrefutable, y prevalecen sus
necesidades como entidad casi despersonalizada.
Esta neutralidad aparente resulta de particular importancia en la construcción
teórica del usuario como objeto (sujeto) de estudio. En una sociedad matizada por
los grandes contrastes sociales, se construye al usuario a partir de variables
neutrales: edad, ocupación... Se diseñan servicios estándar para sujetos estables:
la información es una e independiente de condiciones sociales concretas como las
clases sociales, el género, la raza. (…) Uno se lleva la impresión de una profesión
mucho más interesada en procesos y estructuras que en las personas. (Wiegand
1999, 17)
Además de las teorías mencionadas, otras provenientes de la Psicología de la
época, como el conductismo, de fuerte raíz empirista y positivista, se hace notar
siguiendo la evolución del concepto usuario en la Ciencia de la Información.
El conductismo se encarga de estudiar la conducta observable desde los métodos
de las ciencias naturales. Esta orientación de corte objetivista tiene sus
manifestaciones concretas en la trivialidad a la hora de estudiar a los usuarios.
Los usuarios de información únicamente se cuantifican en la medida que esta es
la mejor expresión de la objetividad científica de la época, y los estudios de
usuarios son generalmente diseñados tomando como base personas medias en el
desempeño de varias actividades. (Sayao 2001, 85)
Recuperación de la información
La recuperación de información alude, por un lado, a la disciplina informativa
creada por Calvin Mooers en 1950 y, por otro, a uno de los componentes del área
de conocimiento creada en 1962. Pese a esta distinción, sus objetivos son los
mismos en ambos momentos, solo que en una primera fase es “todo” y en la
última es “parte”.
Abarca los aspectos intelectuales de la descripción de información y su
especificación para la búsqueda, así como cualesquiera sistemas, técnicas o
máquinas que son empleadas para llevar a cabo esta operación. (Mooers 1950)
En esencia, la recuperación de información se caracteriza por la utilización de la
indización para representar y recobrar la información, por reconocer al lenguaje
natural como base para la construcción de sus fórmulas identitarias, por
considerar a la tecnología como aliado indisoluble y por el enfoque sistémico que
esgrime como método para su análisis, diseño y actuación. (Saracevic 1979)
La aparición y desarrollo de los sistemas de recuperación de información se
encuadra en orientaciones teóricas con supuestos empiristas y objetivistas y con
modelos basados en la Teoría Matemática de la Comunicación. Si el receptor se
convierte en sujeto pasivo, el usuario de los sistemas de recuperación de
información se concibe también como un receptor pasivo de información objetiva.
Los sistemas de recuperación influidos por esta concepción consideran la
necesidad de información del usuario a la luz del propio sistema más que a la luz
de las prioridades personales de los usuarios, alejados de su comprensión y
manipulación.
En este contexto surge la tendencia de la formación de usuarios, como única
forma de que estos conozcan un sistema que se ha diseñado y construido sin
contar con ellos. (Ellis 1992)
El proyecto Cranfield35 es una buena muestra de la creación de un modelo de
recuperación de información acorde a estas perspectivas y paradigmático en la
Ciencia de la Información. La recuperación de información se concibe como una
actividad estática (...) en la que el usuario realiza una consulta y el sistema
responde con un listado de documentos. (Vargas 2002, 107)
La orientación hacia el sistema que ignora el papel del usuario está sustentada en
apreciaciones tecnicistas en las que la eficiencia del sistema se mide en
detrimento de la figura del usuario. (Barreto 2002)
La recuperación de información, en los años fundacionales, es congruente con la
creencia objetiva dominante en la que la certeza técnica es la fortaleza de los
sistemas de información creados.
35
Experimentos llevados a cabo a partir de 1957 en EE.UU.
La vocación empirista se dirige al encuentro de la objetividad, descartando toda
teorización y utilizando métodos estadísticos y matemáticos para que los hechos
hablen por sí mismos.
La investigación cuantitativa se arroga como la única conducente a la obtención de
resultados válidos, al emplear métodos de muestreo y experimentación como los
informétricos, considerados en ese entonces como el estado más avanzado de la
Ciencia de la Información. (Myers 1997, 3)
Es justo precisar que la cuantificación no debe ser identificada necesariamente
con el positivismo o el empirismo. Se trata de que la matematización a ultranza en
la investigación pretende aproximarse por sí sola a la objetividad científica.
La ilusión cientificista expresada en las concepciones y métodos asumidos,
condiciona la incipiente práctica investigativa en Ciencia de la Información.
En la etapa fundacional de la Ciencia de la Información se desarrollan los
elementos que permiten su legitimidad y conformación inicial, con las limitaciones
de todo primer momento. Este proceso culmina en las postrimerías de los años
70, cuando comienza una revisión crítica de los principales conceptos formulados.
36
(1789-1857) Filósofo francés fundador de la escuela positivista.
37
(1858-1917) Sociólogo francés considerado el primer gran sociólogo positivista.
38
(1902- ) Sociólogo norteamericano fundador del estructural-funcionalismo, una de las grandes
teorías sociológicas.
El enfoque interpretativo intenta acercarse a las distintas realidades que
componen lo social y comprender la lógica de la construcción de conocimientos,
para lo cual, desde la óptica teórica, ofrece un panorama de la realidad social
opuesta a la tradicional, conformando estándares de interpretación de lo humano,
como la fenomenología39 y la teoría de acción comunicativa.40 (Sandoval 2002)
Es una manera de concebir la producción de conocimientos en la esfera social
basada en la investigación cualitativa, caracterizada por la recuperación de la
subjetividad como espacio legítimo, por la reivindicación de la vida cotidiana como
escenario típico para comprender la realidad social y cultural, y por la ínter
subjetividad y el consenso como vehículos para acceder al conocimiento de la
realidad humana. (Sandoval 2002, 35)
El estudio de la realidad social en todas sus dimensiones se segmenta en un
grupo de disciplinas particulares que son centro de múltiples y agudos
cuestionamientos41 en los últimos 30 años del siglo XX, pero irrelevante en este
estudio. Una de las disciplinas cientifico-sociales de mayor significación en ese
conjunto lo fue, la sicología.
Desde la fundación de la Ciencia de la Información en 1962 hasta nuestros días,
los estudiosos del carácter interdisciplinario de este campo de conocimiento,
insisten en la presencia de la Sicología como uno de sus nutrientes
fundamentales. (Borko 1968)
En los años 80, se reitera que la Ciencia de la Información es una disciplina que
surge de una fertilización cruzada de ideas que incluyen el viejo arte de la
Bibliotecología, el nuevo arte de la Computación y de ciencias como la Sicología y
la Lingüística. (Foskett 1980, 64)
Al terminar la primera mitad del siglo XX, en la Sicología se discute la perspectiva
conductista42 como único enfoque teórico y práctico, cuyo rasgo distintivo era la
investigación del ser humano en su conducta observable, a través de
39
Corriente filosófica iniciada por Edmund Husserl (1859-1938), Su método concede absoluta
primacía a la conciencia, a partir de la que se construye tanto el mundo objetivo como la
intersubjetividad, basada en la experiencia de los otros. Introdujo en el lenguaje filosófico el
concepto de reducción fenomenológica o epogé, abstenerse de tener en cuenta cualquier
afirmación del sentido común o de la ciencia, de tal modo que el yo, en su sentido cognitivo, se
convierte en observador desinteresado de sí mismo. La labor del filósofo es la superación de las
actitudes naturalistas y sicologistas mediante la contemplación de las esencias de las cosas, que
podían ser identificadas de acuerdo a las leyes sistemáticas que rigen la variación de los objetos
en la imaginación. Admitió que la conciencia está permanentemente dirigida hacia las realidades
concretas y llamó a este tipo de atención intencionalidad.
40
Propuesta teórica del pensador alemán Jurgen Habermas. Sostiene que en el análisis social lo
más importante es la acción comunicativa, que permite una comprensión entre los actores en
interacción. Afirma que la acción comunicativa debe tener un lugar central en la teoría. Uno de los
objetivos de tal teoría es la identificación y eliminación de los factores estructurales que
distorsionan la comunicación.
41
Véase: Wallerstein, I. El futuro de las ciencias sociales. [En línea]
http://www.uqac.uquebec.ca/zone30/Classiques_des_sciences_sociales/index.html
42
El conductismo o behavorismo como tendencia psicológica fue creado en EE.UU. por John
Watsos. (1878-1958)
mecanismos sociológicos de estímulo-respuesta, rechazando los procesos
mentales.
Los perfiles del conductismo son claros. El objeto de la Sicología es la conducta,
no los contenidos de la conciencia, ni las funciones psíquicas. (...) En tanto la
Fisiología estudia las funciones del estómago, de los pulmones y del hígado, la
Sicología estudia la actividad del cuerpo viviente total. Los pulmones respiran, el
cuerpo entero actúa. Tanto la respiración como la conducta (...) pueden estudiarse
con los métodos objetivos que caracterizan a toda ciencia. (Heidbreder 1971, 183)
El conductismo es, en el terreno psicológico, otra enunciación del cientificismo
naturalista de orientación positivista y empirista.
La sicología cognitiva, que tuvo su inicio en un Simposio sobre Teoría de la
Información, realizado en el Instituto Tecnológico de Massachussets en
septiembre de 1956, donde científicos importantes en el desarrollo del nuevo
pensamiento presentaron artículos inéditos: Herbert Simon, Noam Chomsky y
Claude Shannon, (Barreto 2002, 9) es el reemplazo del conductismo dominante y
la defensa de los aspectos subjetivos y significativos de la experiencia psicológica,
al tratar de explicar lo que pasa en el mundo interior.
Esta superación privilegia el estudio de procesos mentales como la percepción,
atención, memoria, lenguaje, razonamiento y representaciones para comprender
cómo se desarrollan estos procesos en los seres humanos.
La entrada de la dimensión cognitiva en el escenario intelectual del siglo XX no
solo se constata en lo estrictamente psicológico, sino también en el terreno las
ciencias cognitivas,43 cuyo objetivo es fundamentar los mecanismos mentales
desde una perspectiva interdisciplinaria, en la que confluyen Sicología, Filosofía,
Antropología, Neurofisiología, Ciencia de la computación y Lingüística. (Saracevic
1996, 51)
Aún cuando al cognitivismo44 se le considera reduccionista por naturaleza,
imponiendo un discurso desde los adentros, en el cual las complejidades del
contexto del mundo real y la práctica no son más que disparadores externos que
determinan la construcción por el individuo de las representaciones internalizadas,
(Frohmann 1992, 374) la exaltación de la figura del sujeto como objeto de
indagación, es un factor de indiscutible importancia en el debate objetividad-
subjetividad que caracteriza los últimos años del siglo XX.
En resumen, la atmósfera intelectual de los finales del siglo XX es posible
caracterizarla porque:
1. Se desarrollan concepciones en el terreno de las ciencias humanas y
sociales que privilegian la figura del sujeto, del individuo.
43
Es el ámbito de conocimiento e investigación definido por los procesos de adquisición de
conocimientos, tanto naturales como artificiales, y por su modo de constitución. Se encuentra por lo
tanto en la intersección de varias disciplinas que se ocupan de estos procesos, siendo las
principales la Informática, la Sicología y las neurociencias; y las anexas, la Antropología, la
Lingüística y la Microelectrónica (fabricación de hardware).
44
Este término busca establecer una distancia respecto al punto de vista o enfoque cognitivo. El
cognitivismo es una de las tendencias de la Sicología cognitiva, caracterizada por homologar
mente y cerebro, en unos casos, y en otros, mente-computadora. Véase: Ingwersen, I. Information
Retrieval Interaction. [En línea] http://www.db.dk/pi/ir.
2. Se comienzan a cuestionar los fundamentos tradicionales de las ciencias
naturales.
3. El paradigma de la objetividad, a la usanza del positivismo, es radicalmente
impugnado, por lo que surgen otras maneras de entender la objetividad
científica.
La Ciencia de la Información de esta etapa estará sumergida en ese sistema de
coordenadas, desde el cual gestará nuevas visiones y conceptualizaciones.
Información
Una de las primeras manifestaciones de cambios al interior de la Ciencia de la
Información desde los finales de los años 70, se produce en la noción reconocida
como objeto de esta disciplina. En su momento se examinaron las posiciones que
priman en la etapa fundacional cuando, desde el principio de la objetividad, se
intentan construir maneras de entender a la información como externa, objetiva e
independiente del individuo.
Los autores de la etapa crítica parten de posiciones teóricas y supuestos
culturales a tono con ese tiempo, y por tanto, desde el enfoque cognitivo, con lo
cual se inicia un rescate de la subjetividad. En la construcción de conceptos
intervienen factores del mundo interior del sujeto y se subraya la importancia de
cómo los individuos procesan la información que reciben en su interacción con el
mundo.
El iniciador del enfoque cognitivo en Ciencia de la Información es Bertran C.
Brookes, considerado como uno de los de mayor producción teórica en este
período.
45
B. Broohes. Introduce el enfoque cognitivo en la Ciencia de la Información
46
Norteamericano. Profesor de la Rutgers University. Iniciador de los estudios cognitivos en
Ciencia de la Información junto con B. Brookes.
47
Profesor de la Real Escuela de Bibliotecología de Dinamarca. Experto en Recuperación de la
Información.
48
Profesor de la Real Escuela de Bibliotecología de Dinamarca. Creador del Análisis de dominio,
una de las nuevas concepciones en Ciencia de la Información.
En su interés por construir los fundamentos para esta disciplina, en fecha tan
temprana como 1974, propone la ecuación fundamental de la Ciencia de la
Información, que también puede llamarse ecuación cognitiva de la Ciencia de la
Información, de la que puede extraerse su concepción de información y que se
expresa de esta forma:
K (S) + D(I) = K (S + DS)
Donde K (S) es una estructura de conocimiento, K (S+ DS) es la estructura de
conocimiento modificada y D (I) es quien modifica esa estructura. (Mostafa 1999)
En otros términos, “eso” que altera o modifica el conocimiento, es la información.
En el debate que se entroniza en la etapa sobre información-conocimiento,
Brookes considera al conocimiento como una estructura de conceptos unidos por
sus relaciones, e información como una pequeña parte de tal estructura. La
estructura de conocimientos puede ser subjetiva u objetiva. (Brookes 1980, 129)
Al intento constructor del núcleo conceptual de la Ciencia de la Información se le
incorporan las perspectivas filosóficas neopositivistas de Popper y su noción de
los tres mundos, que clasifica:
1. El mundo de las cosas materiales.
2. El mundo de la mente.
3. El mundo objetivo conformado por ideas, teorías y textos.49
Usuario
Una gran parte de los estudios de los cognitivistas están dedicados a los estudios
de usuarios. (Mostafa 1999, 21) Corresponde, en lo que sigue, exponer el carácter
de la lectura cognitiva en el universo de los usuarios.
No es él término usuario, en sí mismo, lo que está en debate, sino sus
dimensiones más frecuentes: necesidad, búsqueda y uso de la información.
Operacionalizando, se trata de una variable general, el usuario, y tres variables
intermedias involucradas en un ambiente que constituyen los estudios de usuarios.
Los estudios de usuarios en la etapa fundacional describen las acciones de los
usuarios y expresan sus necesidades desde los sistemas de información. En los
finales de los años 70, al igual que en otras esferas, se produce un rechazo de
esas posiciones, y surgen nuevas reflexiones sobre la problemática del usuario.
El enfoque cognitivo comienza puntualizando el desconocimiento por parte de las
visones anteriores del enorme significado del mundo interior del individuo en los
procesos de asimilación y uso de la información. (Ferreira 1995)
Uno de los mejores exponentes del enfoque cognitivo en los estudios de usuarios
es el sense-making, introducido por la norteamericana Brenda Dervin.50 Es una
propuesta teórica y metodológica que propone una separación radical entre el ser
humano y los sistemas de información. Esta distinción entre mente y mundo es
propia de la perspectiva cognitivista.
El sense-making entiende a la información como un dato incompleto al cual el
individuo atribuye sentido a partir de la intervención de sus esquemas interiores.
Coloca al usuario en la cima de su interés, aboga porque el comportamiento de la
búsqueda y uso de información esté modelado por el universo cognitivo del
usuario, rechaza el uso exclusivo de las variables socio-demográficas y dicta que
el sistema de información se subordine a los intereses del usuario. (Dervin 1983)
La inserción de lo cognitivo en los estudios de usuarios varía el estado de este
fenómeno, pero imposibilita una auténtica comprensión del papel de la persona y
su interacción con los sistemas de información.
Recuperación de la Información
Estrechamente asociado a los usuarios de la información está el fenómeno de la
recuperación de la Información. Como ocurre con la información y con los
usuarios, los orígenes y características de la recuperación en la etapa fundacional
obedecen a las concepciones teóricas y tecnológicas de aquellos momentos.
Desde finales de los 70 y afirmándose en los 80, evoluciona una zona de
investigación que se concentra en los usuarios, usos, contextos e interacción con
los sistemas de información. Los enfoques centrados en los sistemas y los
enfoques centrados en los usuarios estudian la recuperación de información, pero
con perspectivas diferentes. (Saracevic 1999)
El enfoque que privilegia los sistemas se expone en el modelo tradicional de
recuperación de información que no toma en cuenta a los usuarios y sus
interacciones. Los enfoques que favorecen a los usuarios se orientan, desde sus
inicios, hacia lo cognitivo en sus diversas variantes.
El modelo cognitivo y los sistemas que lo apoyan, surgen como una alternativa al
modelo tradicional por considerar que los anteriores no representan de forma
adecuada las necesidades informativas de los usuarios.
El investigador nórdico Peter Ingwersen es el principal defensor del modelo
cognitivo en la recuperación de información. Lo que hace es aglutinar en un único
50
Profesora de la School of Journalism & Communication. The Ohio State University.
modelo de RI51 todos aquellos elementos, procesos y técnicas que puedan
intervenir en la RII,52 independientemente de su procedencia. Mediante esta
aproximación se da cabida a los actores que intervienen en la RI, a los procesos
cognitivos que tienen lugar en el usuario como consecuencia de la aparición de la
necesidad informativa y su evolución hasta que ésta se satisface. (Vargas 2002,
109)
La necesidad informativa es un componente esencial en esta concepción, no solo
en Ingwersen, sino también en Belkin, quienes sostienen que cuando un usuario
se plantea la necesidad de obtener información sobre un asunto o materia, está
manifestando una carencia, una situación irregular de sus estructuras mentales y
cognitivas, un estado mental de incertidumbre que mueve al individuo a desarrollar
una serie de acciones para solucionar su insuficiencia. (Belkin 1978)
La perspectiva cognitiva en la recuperación de información tiene muchos
detractores. Se insiste en su diversidad de posiciones, en su elevada teorización y
en las escasas implementaciones concretas. Los modelos tecnicistas centrados en
los sistemas continúan siendo útiles e impugnan, en la práctica, la alternativa
cognitiva.
Lo primero a resaltar es la complejidad de la materia en sí. La investigación sobre
la recuperación de la información tiene como punto de interés un sistema en
donde la gente y los artefactos están involucrados en una cantidad de
interacciones complejas -autores, indizadores, resumidores creando textos,
índices, resúmenes y bases de datos- a los que acceden una variedad de usuarios
diferentes, de formas diferentes y con objetivos diferentes. Resaltando esta
complejidad existe una dualidad básica irreducible -las personas (los autores, los
indizadores, los intermediarios y los usuarios) y las cosas o artefactos (los
documentos, las representaciones de los documentos, los resúmenes, los índices,
las bases de datos). El paradigma físico tiene como centro de interés a los
artefactos, mientras que el interés principal del paradigma cognitivo son las
personas. Los artefactos son inertes y hasta cierto punto pueden manipularse en
gran medida como objetos físicos, característica que el paradigma físico puede
explotar muy eficientemente, pero la efectividad final de los sistemas tiene que
juzgarse haciendo referencia a los usuarios- en función del criterio de pertinencia.
(Ellis 1992, 36)
Los años 90 del ultimo siglo inician, lo que parece ser, un cambio de orientación
en los intentos por desarrollar una nueva lectura de la Ciencia de la Información.
El cuestionamiento de la omnipresencia cognitiva, es una de las primeras señales,
donde no solo se subrayan las insuficiencia de este enfoque, sino además se
generan nuevas propuestas de sustentación teórica del espacio informacional
51
Recuperación de información.
52
Recuperación de información interactiva.
Birger Hjǿrland y Bernd Frohmann aparecen como los mas lúcidos críticos del
enfoque cognitivo. Se cuestionan la marcada exclusión en lo cognitivo de los
entornos sociales y culturales en que participa el individuo, por lo que declaran
incorporar en la investigación psicológica una perspectiva social, cultural e
histórica más amplia. (Hjǿrland 1995; Frohmann 1999)
Estas críticas y otras similares han dado lugar a la aparición de una serie de
corrientes teóricas cuya característica fundamental es la importancia que se concede
a lo social, cultural, contextual.
Hjorland, en particular, aventura una opción al mentalismo y la subjetividad de los
investigadores cognitivos y reorienta la unidad de estudio: del nivel individual a las
comunidades humanas, sean estas sociales, disciplinarias o del conocimiento..
(Hjǿrland 1995)
Esta tendencia no es apenas la crítica al punto de vista cognitivo ortodoxo, sino
una nueva manera de asumir la visión cognitiva, integrando este enfoque al
universo sociológico y cultural, desplazando la atención de la estructura individual
del conocimiento a los “dominios del discurso” para las comunidades que
producen, intercambian y consumen conocimiento. (Hjǿrland 1995, 51)
El “análisis de dominio” que presenta Hjǿrland conforma una lectura de los
fenómenos informacionales que supera el dogmatismo del enfoque cognitivo. El
dominio del discurso o del conocimiento es un espacio científico o profesional con
estructuras únicas de comunicación, tipos únicos de documentos y combinaciones
informacionales específicas. Para identificar el dominio del discurso y la
comunidad disciplinaria o profesional de conocimiento, privilegia el contexto que lo
produce. (Hjǿrland 1995)
Los usuarios de la información, por ejemplo, son parte de un contexto determinado
y no se conciben individualmente. Sus necesidades de información se examinan
desde los intereses de la comunidad disciplinaria, social o cultural a la que
pertenecen. (Hjǿrland 1995)
El “análisis de dominio” concibe de otra manera la disciplina que estudia la
información e incluso el tipo de información particular sobre la que debe basarse:
la información científica y profesional, así como el objeto de la Ciencia de la
Información (que) es el estudio de las relaciones entre documentos, áreas de
conocimiento y discursos en relación con las posibles perspectivas de acceso de
distintas comunidades de usuarios. (Hjǿrland 2003, 9)
Esta tendencia inaugura una explícita entrada de la sociedad y la cultura en el
escenario informacional, con la peculiaridad de ser una mirada de la Ciencia de la
Información inequívocamente entendida como ciencia social.
El “análisis de dominio” no es una orientación que haya alcanzado carácter
paradigmático en esta disciplina, pero si se ha distinguido por ser un discurso con
pretensiones abarcadoras en los terrenos teóricos y practico. Otras perspectivas
de este corte, circulan en los círculos académicos y profesionales de la Ciencia de
la Información; de ahí que, desde la hermenéutica, la teoría critica, etc se
aventuren proposiciones, pero pocas con la amplitud y profundidad del “análisis de
dominio”
Otras denominaciones de la Ciencia de la información
Este estudio en su intento por develar las razones que explican la aparición de la
Ciencia de la Información anglosajona, ha encontrado como factor esencial de ese
proceso, el cambio de escenario informacional que se produce posterior a la
Segunda Guerra Mundial en EE.UU, a partir de la confluencia de circunstancias
diversas, ya explicadas, en otra parte.
La URSS fue otro de los países vencedores en esa conflagración, con la
peculiaridad de haber desarrollado un modelo de sistema social, político y
económico radicalmente opuesto al vigente en Norteamérica, esta ultima
circunstancia va a desatar un antagonismo entre estos dos polos políticos que va
a dominar las relaciones internacionales en casi toda la segunda mitad del siglo
XX. Esta confrontación, denominada técnicamente, “guerra fría”, va a ser también
en la antigua Rusia zarista un factor impulsor de determinado desarrollo
informacional.
Es por ello, que puede afirmarse que las condiciones que propiciaron el
nacimiento de la nueva disciplina informativa en EE.UU, en alguna medida
también se dieron en la desaparecida URSS, sin dejar de apuntar determinadas
diferencias sustantivas.
Una de las primeras señales, dadas por la URSS de aquellos años, de que se
encontraba ante una coyuntura informacional excepcional, lo fue la de crear una
red de organismos de información que comprendía algunas ramas de la industria,
e instituciones científicas. Como centro rector de estas actividades, surgió en el
año 1952, un gran organismo para seleccionar, procesar, almacenar y difundir la
información, que pronto recibiría el nombre de Vsesoyuzny Institut Nauchnoy i
Tekhnichestkoy (VINITI), adscrito a la Academia de Ciencias de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas, el cual posteriormente queda subordinado al
Comité Estatal del Consejo de Ministros de la URSS para la ciencia y la técnica y
recibió el nombre de Instituto Nacional de Información Científica y Técnica.
(Mijailov, 1968, 647).
Un rasgo distintivo desde este momento en ese contexto, es la restricción que le
dieron a la actividad informacional, esta solo se ocuparía de la información
científica y técnica.
La actividad de información científica entendida como la “rápida transferencia de
datos en el seno de la ciencia y entre la ciencia y otros tipos de actividad humana”
(López Yepes, 1995, 218) exigía así el desarrollo de una base teórica y un marco
disciplinario que contribuyera con la elaboración de las formas más racionales de
llevar a cabo dicha actividad.
En 1963 se comienza a proponer una nueva disciplina científica independiente
que dedicara sus esfuerzos al estudio del comportamiento y desarrollo de la
actividad de información científica; hecho que responde a la necesidad que existía
de – “identificar y estudiar las leyes que subyacen bajo el proceso de manejo y
transferencia de la información”. (López, Yepes 1995, 219). En 1966 se instaura
formalmente una nueva disciplina; INFORMÁTICA, denominación que recibió en la
desaparecida URSS este nuevo campo de conocimiento, que se encargaría de
optimizar los procesos de la información científica en exclusiva, mediante su
recolección, registro, procesamiento, analítico-sintético, almacenamiento,
recuperación y difusión. (Moreiro, 2001)
I. Introducción