Marzo 2018 ISSN: 2591-6041

de CASOS_
ANÁLISIS Dirección
de Jurisprudencia

violencia
de género
y violencia
doméstica
Autoridades del Ministerio Público de la Defensa de la CABA

Defensor General
Dr. Horacio Corti

Defensora General Adjunta

Contencioso Administrativo y Tributario
Dra. Graciela Elena Christe

Defensor General Adjunto

Penal, Contravencional y de Faltas
Dr. Luis Esteban Duacastella Arbizu

Secretaría General de Asistencia a la Defensa

Dra. Marcela L. Millán

Dirección de Jurisprudencia
Dra. Mailén Fabrello
 Índice

Presentación .................................................................................................................................. 7

Consideraciones generales ........................................................................................................ 8

Algunas consideraciones particulares .................................................................................. 9

Valor del dictamen del MPF sobre la procedencia de la Suspensión

de Juicio a Prueba

Valor del dictamen del MPF sobre la procedencia de la Mediación

Configuración de un hecho de violencia de género o violencia

doméstica

Síntesis de los criterios adoptados por las tres Salas de la Cámara

de Apelaciones PCyF respecto del delito de Incumplimiento de
Deberes de Asistencia Familiar

Relevancia y efecto vinculante de la opinión y situación de la

víctima

Criterios de los Juzgados de Primera Instancia del Fuero Penal, Contravencional 12

y de Faltas sobre el universo de casos relevados .................................................................

Métodos de resolución alternativa de conflicto (Mediación y

Suspensión de Jucio a Prueba)

Criterios aplicados por los jueces de primera instancia en la etapa

de juicio oral

Consideraciones finales ............................................................................................................ 60

Anexo de Fallos .............................................................................................................................. 62

 ANÁLISIS
de CASOS_
Análisis de Jurisprudencia
de los juzgados de
primera instancia del
fuero penal
contravencional y de
faltas acerca de los
casos encuadrados como
“violencia de género”
y “violencia doméstica”1

1. La Dirección de Jurisprudencia agradece la participación y colaboración

de la Dra. Yanina Matas y del Dr. Facundo Catriel Rebón en la realización
de la presente publicación.
Presentación
Hoy en día el trabajo de los operadores jurídicos se ve reforzado y fortalecido por los sistemas
de búsqueda de información jurídica (jurisprudencia, doctrina y normativa), que han ganado agili-
dad e inmediatez a través de las mejoras y masificación de internet.
La Dirección de Jurisprudencia del MPD trabaja desde hace varios años en pos de mejorar la
conectividad de los miembros del MPD con la información jurídica, a través de distintas bases de
datos y formas de comunicación. Uno de los grandes obstáculos que encontramos al desarrollar
nuestra labor es la falta de bases de jurisprudencia de primera instancia, no solo del fuero local, sino
de fueros provinciales, nacionales, federales, e incluso, internacionales. Es por ello que creamos los
Análisis de Casos, que tienen como objetivo realizar estudios de jurisprudencia o de casos, que
coadyuven al trabajo cotidiano de las Defensorías que conforman el MPD de la Ciudad.
El presente informe procura aportar información útil a las Defensorías de primera instancia
del fuero Penal Contravencional y de Faltas respecto de los criterios adoptados en las resoluciones
de causas que están enmarcadas dentro de una conflictiva de “violencia de género y/o violencia do-
méstica”, por los jueces de grado.
El objetivo de este trabajo es suministrar algunas herramientas —a través del análisis de ca-
sos— para que, a partir del presente material, les sea posible conocer los diversos fundamentos
esgrimidos por los Jueces de primera instancia respecto de esta problemática y posteriormente,
poder proyectar acciones estratégicas más ajustadas a la realidad jurídica local, con el objeto de
elevar la calidad del servicio de justicia.
En el presente informe hemos utilizado un método de relevamiento de resoluciones de juzga-
dos de primera instancia de los últimos dos años, de casos encuadrados como “violencia de género” o
“violencia doméstica”. En él encontrarán las diversas posturas tomadas por los jueces, tanto respecto
a la aplicación de métodos alternativos de resolución de conflictos, tales como la Mediación y la
Suspensión de Juicio a Prueba, como en los casos de violencia de género o violencia doméstica
que han llegado a Juicio Oral.
Es importante destacar que este documento no tiene la pretensión de agotar la revisión de la juris-
prudencia de primera instancia sobre la temática sino, únicamente, poner de manifiesto ciertas proble-
máticas resueltas en casos en que han participado los defensores integrantes de este MPD. Es así que, los
criterios que aquí se exponen tienen relación con el universo de casos que han sido relevados, de acuer-
do al importante aporte que realizaron las Defensorías oficiales sobre las causas tramitadas.
En este sentido, en los diferentes acápites, se destacarán las consideraciones generales y algu-
nas consideraciones en particular, como por ejemplo, las posturas sostenidas por los Magistrados
respecto al valor del dictamen del Ministerio Público Fiscal, tanto sobre la procedencia de la Sus-
pensión de Juicio a Prueba —en adelante, SJP o probation— y la Mediación.
Asimismo, se desarrollarán las distintas posturas acerca de lo que se entiende como configu-
ración de un hecho de “violencia de género” o “violencia doméstica” a los fines de la Convención de
Belém do Pará. Se resaltará, además, la relevancia que se le imprime en las diversas resoluciones, a
la opinión y situación de la víctima.
Por otro lado, se realizará una síntesis de algunos de los casos que han llegado a la etapa de de-
bate oral, para que los Defensores puedan tener información respecto al rol del juez en en la etapa
de juicio, a cómo se incorporó la prueba en el debate y a la valoración realizada por los Magistrados
respecto de las pruebas producidas en el debate.
Por último, en el anexo, se acompañarán las citas de los fallos relevados.

7
1.CONSIDERACIONES
GENERALES
Para comenzar, es relevante señalar la metodolo-
gía utilizada para la elaboración del presente Informe.
En este sentido, desde la Dirección de Jurisprudencia se
han realizado a partir del mes de mayo del 2017, reunio-
nes con los Secretarios de las veinticuatro Defensorías
de Primera Instancia, así como con los Secretarios de las
dos Defensorías de Cámara, todos del fuero PCyF.
Las mencionadas reuniones fueron realizadas,
tanto en la sede de nuestra Dirección, como en los
distintos edificios donde funcionan las Defensorías,
ello a los fines de acercarnos y tener un contacto más
personalizado y ajustado a las problemáticas propias
de cada zona.
En los encuentros realizados con los Secretarios
se les explicó este Proyecto, cuáles eran los objetivos y
Cantidad de casos relevados
58
Resoluciones adoptadas por
Juzgados de Primera Instancia.
43 relativas al análisis de
salidas alternativas
(suspensión del juicio a prueba y mediación)
15 adoptadas en la
etapa de juicio oral.
8
la necesidad de que sean los integrantes de las Defen-
sorías los que nos aporten el material —en crudo—, es
decir, solo el número de causa, en las que hayan teni-
do intervención, para poder así desde la Dirección de
Jurisprudencia, realizar la búsqueda y el análisis del
universo de casos de violencia doméstica y/o de gé-
nero en los que hayan intervenido.
Período temporal de las resoluciones
seleccionadas: el análisis de casos contempla
decisiones que fueron adoptadas (entre el
15/08/2015 y el 31/10/2017).
La problemática en cuestiones de violencia
de género y/o violencia doméstica
analizada desde los siguientes cinco (5)
ejes temáticos:
1) Cuándo un caso se considera violencia de género
o violencia doméstica
2) Qué importancia le dan los jueces al dictamen
fiscal
3) Qué participación real tiene la denunciante
(presunta víctima)
4) Qué tipo de control de razonabilidad realizan los
jueces.
5) Cúal es el estándar de valoración de la prueba
utilizado por los magistrados
2.ALGUNAS
CONSIDERACIONES
PARTICULARES
I. Valor del dictamen del MPF sobre la procedencia
de la Suspensión de Juicio a Prueba
Como se podrá observar en las resoluciones anali-
zadas a continuación, los Jueces —en general— le otor-
gan un valor relevante a los dictámenes del Ministerio
Público Fiscal. Es decir, en la mayoría de los casos re-
levados, si bien los Magistrados realizan un control de
la oposición fiscal a la suspensión del juicio a prueba
(a continuación SJP), la mayoría de las veces, no pasa
de ser un mero control “formal”. Esto es, que con la sola
mención por parte de los Fiscales de que se trata de un
caso de “violencia de género” o “violencia doméstica”, el
encuadre jurídico basado en los instrumentos interna-
cionales y la mención de la Resolución FG 219/15, por lo
general, resultan suficientes para que el MPF no preste
conformidad a la concesión de la probation y, a los Jue-
ces, para no concederla.
En este sentido, también los Magistrados citan los
precedentes del Tribunal Superior de Justicia “Benavidez”
o “Estigarribia”, entre otros, para fundamentar la denega-
toria a la suspensión del juicio a prueba cuando no existe
conformidad del MPF para su concesión.
Respecto de este tema, es importante resaltar que, al
ser consultadas las Defensorías de primera instancia, se
puede concluir que no son muchas las veces que los De-
fensores presentan solicitudes de suspensión de juicio
a prueba ante los Juzgados, si saben que el MPF no va a
dictaminar favorablemente.
A modo de ejemplo, del universo de casos relevados,
se puede observar que, más allá del control de razo-
nabilidad que los Jueces realizan de la oposición
fiscal a la suspensión de juicio a prueba, se presen-
ta otro factor a tener en cuenta que es hasta dónde
el Juez tiene la facultad de modificar las pautas de
conductas propuestas por las partes.
II. Valor del dictamen del MPF sobre la procedencia
de la Mediación
En los casos en los que se ha discutido la aplicación
de este método alternativo —Mediación— se puede ob-
servar que el análisis y control realizado por los jueces a
la oposición del MPF es más profundo. Esto ha tenido una
serie de implicancias:
• Los Defensores realizan más presentaciones
solicitando la mediación aunque no tengan la
conformidad del Ministerio Público Fiscal.
• La Defensa, por lo general, presenta algunas
evidencias al momento de solicitar esta salida
alternativa que le permite a los Jueces tener
más herramientas a la hora de resolver (por
ejemplo, constancias en donde la denunciante
puso de manifiesto que quería mediar, eviden-
cias de que el conflicto vincular se encontraba
resuelto, alternativas posibles de seguimiento
una vez que sea homologada la mediación, en-
tre otros).
• Los Jueces prestan especial atención a que la
denunciante sea oída, al derecho que le asiste a
ser informada sobre el estado de la causa y la
posibilidad de acceder a una solución alterna-
tiva al conflicto.
• En los casos de incumplimiento de los deberes
de asistencia familiar (infracción al artículo 1
de la Ley 13.944) los Jueces son más proclives a
9
 intentar una mediación, dada la problemática
puntual de este delito y el bien jurídico tutela-
do, que es la familia. Aquí, le dan especial rele-
vancia y participación a la opinión de la denun-
ciante y del Asesor Tutelar.
• Se le ha dado mayor participación al Centro de
Mediación y Métodos Alternativos de Abordaje
y Solución de Conflictos perteneciente al Con-
sejo de la Magistratura de la CABA, incluso para
que, previo a conceder una instancia de media-
ción, le informen a la denunciante acerca de las
implicancias y beneficios de optar por esta sa-
lida alternativa al juicio.
III. Configuración de un hecho de “violencia de
género” o “violencia doméstica”
En general, se puede afirmar que la mayoría de los
Juzgados, para determinar si se encuentran ante un caso
de violencia de género o violencia doméstica, analizan
los hechos conforme fueron descriptos en el requeri-
miento de elevación a juicio del MPF, así como también,
las evaluaciones realizadas por la Oficina de Violencia
Doméstica (en adelante, OVD) y la Oficina de Asistencia a
la Víctima y al Testigo (en adelante, OFAVyT).
En síntesis, podemos concluir que de un análisis de
los fallos relevados surge que, en principio, los jueces to-
man el requerimiento de juicio fiscal y los dictámenes
de OVD y OFAVyT para determinar qué casos encuadran
en un contexto de violencia de género o violencia domésti-
ca, en los términos de la Convención de Belém do Pará.
Sin embargo, una mención especial merecen los
delitos de incumplimiento de deberes de asistencia fa-
miliar ya que, en esos casos, la mayoría de los Magistra-
dos realiza un análisis más estricto para encuadrarlos
en una situación de violencia, ello, teniendo en cuenta
también que los jueces integrantes de las tres Salas de
la Cámara de Apelaciones del fuero ya se han expedido
al respecto.
En este sentido, han señalado la importancia, en
este tipo de casos, de resolver el conflicto por me-
dio de un vía alternativa, haciendo especial hinca-
pié en la naturaleza del conflicto que usualmente
se vislumbra detrás de una denuncia por incum-
plimiento de los DEBERES DE ASISTENCIA FAMILIAR.
Así, se ha expresado que merecen especial aten-
ción los intereses de las partes y los derechos de las
presuntas víctimas, particularmente, de los niños
y niñas involucrados.
Asimismo, se pregona un tratamiento particular que
debe hacerse en cada caso, para diferenciar situaciones
conflictivas que podrían no encuadrar, per se, en un su-
puesto de violencia de género y/o doméstica.
10
Síntesis de los criterios adoptados por las tres Salas de
la Cámara de Apelaciones PCyF respecto del delito de
Incumplimiento de Deberes de Asistencia Familiar
A modo de ejemplo, a continuación, se mencionan
algunas aristas que se desprenden de los fallos de la Cá-
mara de Apelaciones del fuero:
• Se ha expresado que es la acusación pública
quien, durante la investigación preparatoria,
debe proponer al imputado y a la víctima la
solución alternativa del conflicto. Sin embargo,
dicha regla general no puede aplicarse ciega-
mente sin atender a la especie de delito y las
particularidades del caso, puesto que no resul-
ta solo un derecho del imputado sino, prin-
cipalmente, de la víctima el de acceder a
la justicia y obtener una rápida y eficiente
solución del caso (causa Nº 697-01-CC/15 inci-
dente de mediación en autos “Q ., R. J. s/infr. Art.
1, Ley 13.944”, Sala I, del 23/8/16).
• No todo incumplimiento de los deberes de
asistencia familiar configura un supuesto
de violencia de género, sino que deben dar-
se las condiciones exigidas por el art. 1 de la
“Convención de Belem do Pará” (causa Nº 9956-
00-00/16 “E, A. A s/art. 1 LN 13944”, Sala I, del
20/12/16, causa Nº 15874-01-00/16, incidente
de apelación en autos “F, W s/art. 1 Ley 13.944”,
Sala II, del 22/02/17 y causa Nº 5872-00-00/16,”
ZAS, Hugo Daniel s/inf. Art. 1 LN 13944”, Sala III,
del 29/03/17).
• No todo incumplimiento de deberes de asis-
tencia familiar que se verifique en un marco de
violencia económica entre las partes conduce a
negar la posibilidad de auto-componer el con-
flicto entre ellas cuando no se evidencia un so-
metimiento o vulnerabilidad tal de la víctima
que impida propiciar un acercamiento con el
objeto de negociar ese aspecto (causa Nº 15874-
01-00/16, “Incidente de apelación en autos F, W
s/art. 1 Ley 13.944, Sala II, del 22/02/17 y causa
Nº 5872-00-00/16, “ZAS, Hugo Daniel s/ Art. 1 LN
13944”, Sala III, del 29/03/17).
• Debe demostrarse la situación de inferioridad
y vulnerabilidad psicológica y económica de
la denunciante respecto del denunciado (causa
Nº 5872-00-00/16).
• En esta especie de delitos, la decisión de impedir la
solución del conflicto por medio de una vía alter-
nativa debe estar acompañada de un fundamento
suficientemente serio o, como mínimo, conectado
con las circunstancias del caso (causa nro. 697-01-
CC/15 incidente de mediación en autos “Q., R J. s/
infr. Art. 1, Ley 13.944”, Sala I, del 23/8/16).
 • A fin de evaluar la solución del conflicto por
medio de una vía alternativa debe averiguarse
la voluntad de la madre de la víctima (causa
Nº 5872-00-00/16, “ZAS, Hugo Daniel s/INF. Art. 1
LN 13944”, Sala III, del 29/3/17).
• Debe asignarse especial relevancia a la
opinión del Ministerio Público Tutelar,
órgano constitucional especializado, espe-
cialmente llamado a intervenir cuando se
encuentren comprometidos derechos de
menores de edad (causa Nº 697-01-CC/15 inci-
dente de mediación en autos “Q ., R J. s/infr. Art.
1, Ley 13.944”, Sala I, del 23/8/16, causa Nº 15874-
01-00/16, incidente de apelación en autos “F, W
s/art. 1 Ley 13.944”, Sala II, del 22/2/17).
• Las opiniones vertidas en diversos precedentes
del Tribunal Superior de Justicia, vinculados a
la materia aquí tratada, refieren a delitos donde
la violencia recae sobre la esfera de la libertad
de la víctima y ninguno de ellos se vincula a los
de la especie ni con las características del aquí
estudiado (causa Nº 9956-00-00/16 E, A. A s/art.
1 LN 13944, Sala I, del 20/12/16).
• Mediante la Convención sobre los Derechos
del Niño (Ley 23.849) el Estado argentino se
comprometió a que en todas las medidas con-
cernientes a los niños que tomen los Tribuna-
les, una consideración primordial a la que se
atenderá será el interés superior del niño (art.
3) (causa Nº 9956-00-00/16 “E, A. A s/art. 1 LN
13.944”, Sala I, del 20/12/16).
• La presunta víctima debe ser entrevistada pre-
viamente por profesionales especialistas en
la materia a fin de evaluar el temperamento a
adoptar. (causa Nº 9956-00-00/16 “E, A. A s/art.
1 LN 13944”, Sala I, del 20/12/16 y causa Nº 5872-
00-00/16, “ZAS, Hugo Daniel s/INF. Art. 1 LN
13944”, Sala III, del 29/3/17).
La Sala I sostuvo que: “no resulta solo un derecho del im-
putado sino principalmente de la víctima el de acceder a la
justicia y obtener una rápida y eficiente solución del caso que
pueda poner fin a su padecimiento” (Causa 6452-00-00/16
“M, E. E. s/ art. 2 bis LN 13.944” Sala de la Cámara de Ape-
laciones PCyF, del 15/11/16).
A su vez, en un caso análogo, a fin de confirmar la
decisión de primera instancia mediante la cual se fijó au-
diencia de mediación, sin perjuicio de la oposición fiscal,
los Jueces de la Sala II de la Cámara de Apelaciones consi-
deraron que “(...) de las demás constancias obrantes en el pre-
sente incidente se desprende que la Sra. M. F, denunciante,
manifestó estar de acuerdo en participar en un proceso
de mediación. Finalmente, también resulta relevante
la opinión del Ministerio Público Tutelar (...) quien con-
sideró a este instituto como un espacio adecuado para
reparar a la víctima, H. J. F, en el que pueda obtener
una respuesta rápida y eficiente a su situación” (Causa
15874-01-CC/2016 “Inc. de Apelación en autos F, W s/ art. 1
Ley 13.944”, Sala II de la Cámara de Apelaciones PCyF).
Por su parte, la Sala III tiene dicho que: “sin perjuicio
de que en el caso de autos no se advierte la intervención de la
Asesoría Tutelar, cuando se investiga un delito en el que es
víctima un menor de edad y su madre no se constituyó como
querellante, es claro que la opinión de esta última —con
quien tomó contacto la secretaria del Juzgado— respecto de
que es lo mejor para los intereses de la niña, teniendo
en cuenta que cumple con la cuota alimentaria y que según
consta su intención fue siempre resolver el conflicto
por un método alternativo del juicio” (Causa 13431/2016
“G. M. A s/ Ley 13.944”, Sala III de la Cámara de Apelacio-
nes del fuero, 31/03/17).
IV. Relevancia y efecto vinculante de la opinión y
situación de la víctima
Es importante destacar, que en los casos en estudio,
merece una especial mención la importancia que se le da
—o debiera dar— a la opinión y situación personal de la víc-
tima. Ello, tanto en la trascendencia que debiera tener para
el dictamen fiscal, como para las decisiones de los jueces.
Tal como fue expuesto en el acápite anterior, al ana-
lizar las posturas de los Jueces de la Cámara de Apela-
ciones del fuero, se observa que se está comenzando a
dar mayor relevancia a la opinión de la supuesta víctima,
en rigor, denunciante, antes de resolver sobre la aplica-
ción de un método alternativo de resolución de conflicto,
como en la etapa de juicio.
Es así que, en el entendimiento de garantizar un
efectivo DERECHO AL ACCESO A LA JUSTICIA y el DE-
RECHO A SER OÍDO, amparado constitucionalmente,
como por los distintos instrumentos internaciona-
les, se ha interpretado que ello también se garan-
tiza con la posibilidad de brindarle a la supuesta
víctima la oportunidad de resolver su conflicto de
una manera rápida y eficaz.
En síntesis, se advierte cierta tendencia a respetar en
este tipo de conflictos, sobre todo en lo que tiene que ver
con incumplimiento de deberes de asistencia familiar, la
decisión de la denunciante, muchas veces acompañada
por la participación del Asesor Tutelar que garantiza la
protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Finalmente, es necesario destacar que esta partici-
pación es mayor en los casos en los que se solicita una
mediación, que en los casos donde se intenta una SJP.
Aquí, generalmente cuando existe oposición del MPF a la
concesión de la probation, a los Jueces les alcanza para
denegarla, sin exigir la posibilidad de que la denuncian-
te sea escuchada, ello, más allá de que, obviamente, su
opinión no es vinculante.
11
3.CRITERIOS DE LOS
JUZGADOS DE PRIMERA
INSTANCIA DEL FUERO
PENAL, CONTRAVENCIONAL
Y DE FALTAS SOBRE
EL UNIVERSO DE CASOS
RELEVADOS2
Métodos de resolución alternativa de conflicto
(mediación y suspensión de juicio a prueba)
JUZGADO 1
(Juez Rodolfo ARIZA CLERICI)
MEDIACIÓN
“Correa Gastón David s/ infr. Ley 13944”.
Causa Nº 18603/15, resuelta el 8/09/2016.
Fiscalía Nº 33 (Valeria Lancman).
Defensoría Nº 11 (Mariana Salduna).
El imputado junto con la Defensa solicita-
ron resolver el conflicto mediante la celebración
de una audiencia de mediación. El MPF se opu-
so, en función del criterio general de actuación FG
Nº 219/2015. En este sentido, destacó que, sin perjuicio
de ello, advertía que en esta causa existían otras razo-
nes que ameritaban celebrar el juicio oral. En este caso,
si bien era cierto que uno de los delitos atribuidos es de
carácter patrimonial (incumplimiento de los deberes
de asistencia familiar), entendió la Sra. Fiscal que en-
cuadraba en uno de los supuestos de violencia de géne-
ro, específicamente, violencia económica. Sin perjuicio
de ello, advirtió que también se atribuía la posible co-
misión del delito de amenazas en perjuicio de su ex pa-
reja, con lo cual no estaban dadas las condiciones para
acceder a la mediación.
2. Los Juzgados PCyF Nº 6, 7, 27 y 14 no han sido relevados porque
sus titulares se encuentran en uso de licencia y, en el caso del Juzgado
Nº 14 está vacante —en proceso de concurso para cubrir el cargo—.
12
El Magistrado de grado NO hizo lugar a la me-
diación ya que existía oposición fiscal y fundamentó su
resolutorio en los siguientes puntos:
• En primer lugar, “el criterio general sentado a través
de la resolución FG Nº 219/15, como decisión ad-
ministrativa que erige el protocolo de actuación que
han de observar los fiscales, no es vinculante para el
órgano jurisdiccional. Ahora bien, de acuerdo con el
principio acusatorio que —por mandato constitucio-
nal— rige en nuestro sistema (conf. art. 120, CN y 13
inc. 3º, CCABA), en consonancia con su reglamenta-
ción razonable en el Código Procesal Penal porteño,
impone a la anuencia fiscal como requisito ineludible
a la hora de evaluar la admisibilidad del pedido ten-
diente a resolver el conflicto a través de una instan-
cia de mediación. Lógicamente, como todo acto de
gobierno, el dictamen fiscal debe encontrarse debida-
mente fundado. En este caso, entiendo que las razo-
nes brindadas por la Fiscalía, superan el análisis de
razonabilidad y, por ende, no constituyen meras afir-
maciones dogmáticas que brinden fundamentos tan
solo aparentes. Por ende, entiendo que no están dadas
las condiciones para acceder al pedido de la Defensa,
independientemente de la opinión que ha exteriori-
zado la denunciante con motivo de la comunicación
telefónica que mantuvo con la Asesoría Tutelar, pues
estamos frente a un caso de violencia de género”.
• Además, expresó que en un caso anterior, “Ro-
mero Gabriel s/ infr. Art. 149 bis CP” del Juzgado a
su cargo había hecho lugar a la mediación pese
a la oposición fiscal y esa decisión fue apelada
por la Fiscalía y la Cámara de Apelaciones re-
vocó dicha resolución.
 La decisión fue confirmada el 22/12/2016, por la Sala
III de la Cámara de Apelaciones PCyF, con el voto de la
Dra. Silvina Manes y del Dr. Pablo Bacigalupo, haciéndo-
lo en disidencia el Dr. Sergio Delgado.
JUZGADO 2
(Juez Carlos BENTOLILA)
MEDIACIÓN
“Herrera, Carlos Alberto s/art. 149 bis CP”.
Causa 15935/15, resuelta el 10/05/17.
Fiscalía Nº 18 (Cintia Larregina).
Defensoría Nº 22 (Christian Federico Brandoni
Nonell).
La apertura de una instancia de mediación fue so-
licitada por la Defensa en los términos del art. 211 del
CPPCABA (auxilio jurisdiccional), toda vez que formula-
da oportunamente ante la Fiscalía, aquella había sido
rechazada.
Al contestar la vista conferida por el Juzgado, la Fis-
calía se opuso a la mediación y señaló que la vía intenta-
da por la Defensa no era la indicada.
Al resolver, el Sr. Juez negó la apertura de la ins-
tancia de mediación solicitada, considerando que los
argumentos esbozados por el órgano acusador no solo
contemplaban cuestiones de política criminal sino que
se respaldaban en cuestiones específicas que hacían al
conflicto ventilado.
Agregó que “en función del principio acusatorio que
—por imperio constitucional— rige en nuestro sistema pro-
cesal penal, el suscrito no puede suplir la voluntad de la ti-
tular de la vindicta pública”. En este sentido, citó parcial-
mente el precedente jurisprudencial “Ministerio Público
de la CABA —Fiscalía de Cámara Oeste de la CABA— s/ que-
ja por recurso de inconstitucionalidad denegado en: ‘Espó-
sito, Ricardo Adolfo s/ infr. art(s). 149 bis, amenazas, CP’”.
Por último, señaló que “el control del órgano jurisdic-
cional sobre el dictamen fiscal que rechaza la solicitud de la
Defensa tan solo puede limitarse a cotejar que aquél cumpla
con la motivación de todos los actos de los poderes públicos
que exige el principio republicano de gobierno, es decir, que
se encuentren expresados los fundamentos que justifiquen
tal oposición. Por el contrario, mal podría el suscripto expe-
dirse sobre la conveniencia de las razones de política crimi-
nal que llevaron al Fiscal a adoptar tal postura”.
La decisión no fue apelada.
JUZGADO 3
(Jueza Carla CAVALIERE)
MEDIACIÓN
“Quiroga Ricardo s/ 13944 CP”.
Causa Nº 697/16, resuelta el 11/04/2016.
Fiscalía Nº 22 (Luis Alcides Arnaudo).
Defensoría Nº 12 (Federico Stolte).
La Jueza de primera instancia, ante la solicitud
de mediación del MPD, hizo lugar a la celebración
de ésta, pese a la oposición del MPF. Se destaca que
había conformidad de la Asesoría Tutelar.
Los fundamentos expresados por la Magistrada
para hacer lugar a la mediación fueron los siguientes:
• En primer lugar, “el art. 38 del CPPCABA es-
tablece en su inciso a), que la víctima tendrá
derecho a ser informada por el Fiscal inter-
viniente acerca de las facultades que puede
ejercer en el proceso y sus consecuencias,
siendo una de ellas la posibilidad de arribar
a una mejor solución para las partes a través
de una instancia de mediación o composi-
ción en cualquier momento de la investiga-
ción, conforme lo establece el art. 204 del mismo
cuerpo normativo. Asimismo, el art. 59 del CP
prevé como una causal de extinción de la acción
penal, la conciliación o reparación integral del
perjuicio, de conformidad con lo previsto en las
leyes procesales correspondientes. En este senti-
do, la Sra. B. expresó ante este Juzgado junto con
su letrada patrocinante, su voluntad de someterse
a una audiencia de mediación con el denuncia-
do, circunstancia que también fue concordante
con la opinión del Sr. Asesor Tutelar, en lo rela-
tivo a la situación de la menor D. Q .. En razón
de ello, y como he resuelto en la Causa 20699/14
(Sumario 8948), caratulada “Legajo de Juicio en
autos: Brizuela Duarte Esther Melania s/infr.
Ley 13.944” con fecha 23/09/15 y 10/12/15, tengo
especial interés en la conformidad prestado
por el Sr. Asesor Tutelar, en tanto por imperio
de lo dispuesto en la nueva redacción del CCyC,
el mencionado Magistrado es parte ineludible en
los procesos de alimentos, considerando el interés
superior del niño consagrado en el art. 3 de la Con-
vención de Derechos del Niño. Ello, a los fines de
asegurar la máxima satisfacción y el efectivo ejer-
cicio de los derechos y garantías del niño teniendo
presente también lo resuelto en este sentido por la
CSJN, con fecha 12/06/12, en el fallo publicado en
La Ley 2012-D, p. 182... Corresponde mencionar
13
 que si bien comparto el extremo recaudo que debe
ejercerse en causas donde se ventilen cuestiones
de violencia doméstica, entiendo que en el presen-
te caso resulta conveniente hacer lugar a lo soli-
citado por el Sr. Defensor” (los destacados no se
corresponden con el original).
• “En cuanto al criterio de la Res. FG. 219/15 referi-
do a la prohibición de mediar en las cuestiones de
violencia doméstica por infracción a la Ley 13.944,
dado que la misma resolución argumenta que la
exclusión de arribar a una solución alternativa en
esos casos tiene que ver con que en la mayoría re-
sulta indirectamente perjudicada la madre, por el
tipo de violencia económica, corresponde destacar
que de las constancias de autos surge que la quere-
llante hace años se hace cargo de la menor, porque
percibe un ingreso mensual de la actividad laboral
que realiza, y que pese al criterio de los fiscales de-
sea arribar a una solución pacífica, priorizando la
situación emocional de su hija”.
• Por otro lado, tuvo en cuenta especialmente que
la petición analizada provenía de quien
tenía el carácter de querellante, con los al-
cances que ello implica. En este sentido dijo:
“ello por cuanto si las disposiciones del Código de
Procedimiento otorgan a dicha parte la facultad
de continuar el proceso luego del desistimiento de
acusación de la vindicta pública en instancias fi-
nales del debate —conf. último párrafo del art. 244
del CPPCABA—, resultaría ampliamente contra-
dictorio limitar el derecho que le asiste de arribar
a una solución alternativa, desoyendo su voluntad
con argumento en la oposición fiscal”.
• También mencionó que la protección judicial
prevista en el art. 25 de la Convención Intera-
mericana de Derechos Humanos importa una
tutela judicial efectiva que “también le corres-
ponde a quien ha resultado menoscabado en su
derecho a raíz de la comisión de un delito: a la
víctima” (Cfr. CAFFERATA NORES, José I.; “Proceso
Penal y Derecho Humanos”; Ediciones del Puer-
to; Buenos Aires; 2000; pág. 46).
• Por otra parte, “en el punto referido a la men-
ción que hace el Sr. Fiscal de la Ley 26.485, a la
que se encuentra adherida la Ciudad de Bue-
nos Aires mediante Ley 4.203, corresponde
destacar que la mediación constituye ser una
solución alternativa al conflicto amparada
por nuestra Constitución local en su art. 106,
y dada la supremacía de dicho plexo norma-
tivo, sumado a que la instancia de mediación
permitiría arribar a un mejor desenlace del
conflicto, así como también implicaría una
conclusión menos perjudicial que aquélla a
la que se arribe luego de un juicio oral, siendo
14
ésta voluntaria, entiendo debe hacerse lugar
a lo solicitado por la Defensa, y adherido por
la querella” (lo resaltado no se corresponde con
el original).
El MPF apeló esta resolución y la Sala I, el 23/08/2016
(con los votos de los Dres. Vázquez, Marum y Franza)
confirmó la resolución que hizo lugar a la audien-
cia de mediación.
JUZGADO 4
(Jueza Graciela DALMAS)
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA
“Ontivero, Roberto Félix y otro s/ infr. art. 52 CC”.
(Del registro del Juzgado Nº 6 cuyo Juez titular
se encuentra en uso de licencia,
firmó la resolución la Dra. Dalmas).
Causa Nº 10985/17, resuelta el 11/08/2017.
Fiscalía Nº 4 (Mauro Tereszko).
Defensoría Nº 14 (Sergio Pistone).
En un primer momento, la Fiscalía calificó el hecho
como violatorio del artículo “149 bis del CP y/o del art. 52
CC”. La Magistrada Doti reenvió la causa al MPF para que
aclare la calificación legal. La Fiscalía recalificó la con-
ducta en una contravención (Art. 52 CC).
La Defensa junto con el imputado solicitaron la sus-
pensión del juicio a prueba. El MPF se opuso argumen-
tando que había consultado a la supuesta víctima y esta
se había opuesto.
La Jueza NO hizo lugar a la probation por diver-
sos fundamentos, entre ellos:
• Consideró que, si bien la opinión de la víctima
no era vinculante, debido a los compromisos
internacionales asumidos por el Estado ar-
gentino, sí era necesario escucharla y tener en
cuenta los argumentos brindados (en este caso,
para oponerse). Que ello, permitiría tener en
cuenta su opinión en la solución que, en defi-
nitiva, se le dé al conflicto (ello, a pesar de que
la presente problemática era entre ex cuñados).
• Por otro lado, la Sra. Jueza tuvo en cuenta que,
de los antecedentes agregados, surgía que al
imputado se le había otorgado una suspensión
del proceso a prueba que había tramitado ante
el Juzgado PCyF Nº 15 en el año 2015, por la pre-
sunta comisión de una amenaza en contra de la
misma denunciante que en los presentes autos.
Ello la llevó a afirmar que una solución alterna-
tiva no sería oportuna para resolver el presente
conflicto.
 • También remarcó que el encuadre legal final-
mente elegido por la Fiscalía le parecía “por lo
menos, discutible”. Teniendo en cuenta ello, la
Magistrada consideró que si se encuadrara la
conducta en lo previsto en el artículo 149 bis del
CP (cuestión que no hizo la Fiscalía intervinien-
te) ella consideraba que existiría entonces otro
obstáculo para la concesión, ya que no habrían
transcurrido los ocho años necesarios para la
concesión de una nueva suspensión de juicio
a prueba.
La decisión fue confirmada el 13/11/2017, por la Sala III,
con el voto de los Dres. Franza y Delgado y de la Dra. Paz.
JUZGADO 5
(Jueza María Fernanda BOTANA)
MEDIACIÓN
“LOPEZ SILVERA, Luis Edgar Andrés s/ infr. art. 149
bis CP”.
Causa Nº 1.260/17, resuelta el 19/6/17.
Fiscalía 32 (María Laura Ruiz).
Defensoría 19 (Bibiana Birriel).
La solicitud de mediación fue tratada durante la rea-
lización de la audiencia del art. 210 del CPPCABA.
Al momento de resolver, la Sra. Jueza consideró que
la propia ley era clara al establecer que se trata de una
facultad o prerrogativa propia del Ministerio Público Fis-
cal. En esa línea, apoyó su postura en la lectura literal del
artículo 204, inc. 2) del CPPCABA. No obstante lo expuesto,
no compartió la postura vertida por la Sra. Fiscal en cuanto
a que dicha instancia se encontraba vedada en función del
criterio general de actuación, o bien por lo normado a tra-
vés de la Ley 26.485. Señaló que se trataba de una interpre-
tación libre que hacía el Fiscal de Cámara, quien no puede
establecer criterios generales de actuación que obliguen
a sus inferiores jerárquicos y mucho menos para el Juez.
Luego, la Sra. Jueza destacó la existencia del fallo “Espósito”
del TSJ. Finalmente, refirió que la mediación es un proceso
consensual y voluntario que debe contar con la anuencia
de las partes que participan, desconociéndose en el caso
la postura de la damnificada, con lo cual no había posibi-
lidad, en este sentido, de promover dicha instancia, y al
estar la causa a requerida a juicio, no correspondía dispo-
ner algo distinto. En consecuencia, consideró que la rea-
lización de una audiencia de mediación en esa etapa no
era viable, sin perjuicio de la posibilidad de que la Defensa
pudiera reeditar el planteo ante el juez de juicio en el caso
de contar con el consentimiento de la denunciante.
La decisión no fue apelada.
“Gonzalez Acosta s/art. 1, Ley Nº 13944”.
Causa 6840/17, resuelta el 13/07/17.
Fiscalía Nº 35 (Celsa Ramirez).
Defensoría Nº 19 (Bibiana Birriel).
La resolución adoptada resulta de interés toda vez
que además de analizar la razonabilidad de la oposición
fiscal, ante el pedido de mediación formulado por el im-
putado, la Sra. Jueza se expidió en torno a diversos
temas como son la acreditación en el caso concre-
to de la situación de violencia, el alcance que se le
debe otorgar a los criterios generales de actuación
del Ministerio Público Fiscal, su constitucionali-
dad; así como también, los fines del proceso penal
en el sistema procesal local.
Así, señaló:
• Conforme la doctrina emanada del plenario
“Kosuta”, la oposición fiscal debe ser someti-
da a los controles de logicidad y razonabi-
lidad por parte del Juez. Si bien el consenti-
miento de la representante del Ministerio
Público Fiscal es una condición estableci-
da legalmente para tornar procedente la
instancia de mediación (art. 204 del CPPCA-
BA), con su sola decisión, no puede, sin con-
tralor alguno, decidir la suerte del proceso.
• ES NULO EL DICTAMEN FISCAL que se limita
a rechazar sin más una salida alternativa
al debate, solo aludiendo a la Resolución FG
219/2015 que prohíbe su aplicación en su-
puestos de violencia doméstica, pero nada
explica acerca su relación con el caso concre-
to, como ser por qué encuadra en dicho pará-
metro, ni sobre la inconveniencia de la apli-
cación de tal solución al conflicto, o, en qué
se basó, para determinar que la mejor opción
es continuar con la prosecución de la acción
penal. Al respecto, señaló que eran de aplicación
los estándares derivados del precedente “Romero”
del Tribunal Superior de Justicia.
• No existió argumento jurídico suficiente
para resistir la aplicación de dicha vía le-
gal, solo se advierte una exposición vacía
que intenta brindar un fundamento apa-
rente de tal decisión, reflejando así una
visión estereotipada y sesgada, de que
ante cualquier hecho en el que el autor sea
hombre y la víctima mujer, se inhabilitan
los métodos alternativos al juicio.
• El único damnificado es el niño, por lo que no
estamos frente a una situación de “violencia de
género” o “doméstica” ―ya que no se configura el
15
 nexo entre la discriminación y violencia con-
tra la mujer, como tampoco, se observa de las
constancia en autos el pasaje por el ciclo de vic-
timización, ni el uso sistemático de la violencia
utilizadas por el agresor varón con relación a la
víctima mujer como manifestación de poder,
dominio o control―, entonces no se advierte,
prima facie, óbice alguno para la aplicación de
la instancia de mediación (art. 28, “a contrario
sensu”, de la Ley 26.485 y art. 204 del CPPCABA).
• El legislador local priorizó, por encima del
esclarecimiento del hecho, la SOLUCIÓN
DEL CONFLICTO que conllevó a la forma-
ción del proceso. Así, el objetivo central del
sistema es la búsqueda de la mejor forma
de resolución del caso, permitiendo que
las partes tengan un mayor grado de par-
ticipación y puedan aportar o coadyuvar a
la solución de aquél.
• Al aplicar la Fiscal la Resolución FG 219/2015,
subrogó facultades legislativas, lo cual implicó
una clara violación a la división de poderes, ya
que el art. 204, cuarto párrafo, la Ley 2.303, esta-
blece en forma taxativa los supuestos en lo que
no procederá la mediación.
• La Ley Orgánica del Ministerio Público no le
atribuye al Fiscal General facultades para fijar la
“política criminal o de persecución”, su instrucción,
en rigor, solo puede establecer una serie de pautas
interpretativas para que los fiscales fundamen-
ten su oposición o consentimiento para acceder
a la instancia de mediación. Dichas pautas, deben
ser aplicadas al caso en concreto para ser consi-
deradas verdaderas razones que demuestren la
necesidad de ser resuelto en juicio.
• La posición adoptada por el MPF, en vez de re-
solver el conflicto, lo incrementa, hasta el pun-
to que la acción penal en poder de uno de los
progenitores puede convertirse en un medio
para descargar la agresividad en el otro y para
obtener, por venganza, su criminalización.
En la presente causa se arribó a un acuerdo de me-
diación y el 14/09/2017 se archivó.
JUZGADO 8
(Jueza Natalia MOLINA)
mediación
Barbizzotti Raúl Germán s/ art. 1 LN 13944.
Causa Número: 7884/16, resuelta el 6/10/2017.
Fiscalía Nº 20 (Juan Rozas).
Defensoría Nº 3 (María Andrea Piesco).
16
En oportunidad de celebrarse la audiencia prevista
en el art. 210 del CPPCABA, la Defensa planteó una excep-
ción de atipicidad y solicitó que se celebre una audiencia
de mediación. La Fiscalía solicitó un embargo al im-
putado y se opuso a la celebración de una audiencia de
mediación. La Jueza, antes de resolver le dio traslado a la
Asesoría Tutelar para que se pronuncie al respecto.
El Asesor Tutelar, previa comunicación con la de-
nunciante, entendió que la vía de solución alternativa al
conflicto suscitado, a fin de alcanzar un acuerdo de efec-
tivo cumplimiento, sería el camino más seguro para ga-
rantizar el derecho de la víctima en autos.
La Sra. Jueza no hizo lugar a la excepción ni al
embargo. Sin embargo, sí propició la celebración
de una audiencia de mediación, con los siguientes
fundamentos:
• “... entiendo que el Sr. Fiscal, en su ejercicio de la ac-
ción penal, no puede defender los intereses sociales
“ciegamente”, en caso de que dicha persecución
pudiera desoír el interés de las víctimas, e incluso
resultar contrario a ello... si la voluntad de la propia
víctima, es la de participar en un método alternativo
de resolución del conflicto, más allá de los motivos
invocados por el Sr. Fiscal en los cuales fundamenta
su oposición, entiendo que debe atenderse especial-
mente las razones que pudieran llevar a la Sra. V. a
tal pretensión, no debiendo perder de vista el Sr. Fis-
cal este interés superior de la niña involucrada en el
proceso, el cual podría a todas luces satisfacerse por
intermedio de una mediación y un eventual acuerdo
de carácter pecuniario en el marco de la misma”.
• Además, para fundamentar su decisión, la Ma-
gistrada citó precedentes de las tres Salas de la
Cámara de Apelaciones donde se hizo lugar a la
mediación en causas seguidas por infracción a
la Ley 13.944, aún con oposición fiscal.
• También mencionó el derecho de las víctimas a
ser oídas, el tratamiento especial y la tutela que
debe darse en las causas en las que están en juego
los intereses superiores de los niños y el deber de
objetividad del MPF, entre otros argumentos.
Es importante resaltar que la titular de este Juzgado,
en otros casos, sobre todo cuando el delito imputado no
es el incumplimieto de deberes de asistencia familiar,
entendió que al ser el MPF el titular de la acción debe ser
el Fiscal el que debe propiciar las salidas alternativas y
si así no lo hiciere o se opusiere a éstas, el Juez no podría
otorgarlas. Sin embargo, en el caso analizado realizó una
excepción a su propio criterio.
La presente resolución fue apelada por el MPF.

SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA
“Vidal, Antonio Saul s/ inf. art. 149 bis del CP”.
Causa Nº 9812/16, resuelta el 16/10/2017.
Fiscalía Nº 18 (Cintia Larregina).
Defensoría Nº 3 (María Andrea Piesco).
La Defensa junto al imputado solicitaron la sus-
pensión de juicio a prueba en una causa que había sido
requerida a juicio por lesiones leves doblemente agrava-
das por el vínculo y por su condición de mujer en con-
curso con amenazas simples. Además, el imputado tenía
una condena anterior por abuso sexual simple.
La Fiscalía se opuso, entre otros, por los siguientes
fundamentos:
• Que el imputado, al haber sido condenado me-
diante sentencia firme a seis meses de prisión
en suspenso, impedía que la pena que se podría
imponer en este caso, sea dejada en suspenso.
• Por otro lado, agregó que éste era un hecho de
“violencia de género”, que las conductas fueron
calificadas en lesiones leves dolosas doble-
mente agravadas con relación al vínculo y al
género y de amenazas simples, entonces, ha-
ciendo un cálculo aritmético conforme lo es-
tablece el art 55 del CP, el mínimo de la escala
penal aplicable sería 6 meses y el máximo sería
de 4 años, con lo cual se excedería de lo exigido
por la norma.
• Además, señaló que la normativa legal aconse-
jaba a los Estados a condenar todas la formas de
violencia contra la mujer y, en ese marco, están
obligados a prevenirlas, sancionarlas, erradicar-
las y llegar a un juicio, que es la respuesta por par-
te del Estado que la damnificada vino a denunciar.
La Jueza no hizo lugar a la probation sobre la
base de los siguientes fundamentos:
• Respecto al antecedente condenatorio, la Ma-
gistrada entendió que no existiría obstáculo
para la concesión del instituto. Sin embargo,
expresó: “No obstante ello, lo que corresponde
analizar desde el punto de vista técnico, es si la
oposición fiscal resulta ser vinculante para el Tri-
bunal ya que de acuerdo al sistema local el art.
205 del C.P.P.C.A.B.A. prevé que “...La oposición
del Ministerio Público Fiscal, fundamentada en
razones de política criminal o en la necesidad de
que el caso se resuelva en juicio, será vinculan-
te para el Tribunal. Contra la decisión no habrá
recurso alguno...”. Sentado ello, entiendo que la
oposición de la Fiscalía basada en cuestiones de
hecho mencionadas en la audiencia celebrada
resisten el análisis de razonabilidad por parte de
esta Magistrada. Concretamente, el Sr. Fiscal no
solo se opuso al beneficio solicitado invocando el
art. 205 del CPPCABA, ni en circunstancias gene-
ralizadas relacionadas simplemente con atribucio-
nes internacionales o compromisos asumidos por
el Estado argentino en cuanto a la Convención de
Discriminación contra la Mujer y la de Belem Do
Pará, sino que, además, se basó en cuestiones rela-
cionadas a la gravedad de los delitos en relación a
la gran afectación al bien jurídico protegido; como
la especial necesidad de que este caso en particular
sea resuelto en un debate oral y público”.
• Asimismo, afirmó: “no puedo perder de vista el
andamiaje constitucional que regula la Ciudad de
Buenos Aires que se traduce en un sistema proce-
sal penal netamente acusatorio en manos del Mi-
nisterio Público Fiscal. Concretamente, las facul-
tades concedidas al rol de aquel ministerio fueron
establecidas en los arts. 124 y 125 de la C.C.A.B.A.
en punto a que goza de autonomía para promover
la actuación de la justicia en defensa de la lega-
lidad de los intereses generales de la sociedad”.
Ello, con cita en los precedentes del Tribunal
Superior de Justicia “Benavidez”, “Estigarribia”,
“Pariasca”, entre otros.
La presente resolución fue apelada por la Defensa
el 2/11/2017 y aún se encuentra pendiente de resolución.
JUZGADO 9
(Jueza María Laura MARTÍNEZ VEGA)
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA
“TORTORA, Carlos Alfredo s/ 149 bis CP”.
Causa Nº 13076/15, resuelta el 10/06/2016.
Fiscalía Nº 10 (Genoveva Cardinali).
Defensoría Nº 6 (Marcela Paz).
Pese al acuerdo arribado entre las partes, para sus-
pender el juicio a prueba ampliando los términos y condi-
ciones de una probation anterior, la Sra. Jueza resolvió re-
chazar su homologación, bajo los siguientes argumentos:
• Los compromisos internacionales asumidos por
el Estado argentino al suscribir la Convención
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer, obligan a analizar los casos que
llegan a la Justicia Penal con máxima prudencia,
teniendo en cuenta la amplitud probatoria para
acreditar este tipo de hechos pero siempre utili-
zándolos únicamente como marco desde el cual
analizar el jurídico afectado y la prueba.
17
 • Más alla de la conformidad expresada por la
Fiscalía, teniendo en cuenta las características
del hecho y su gravedad, consideró no conve-
niente acceder al pedido de probation.
• Trajo a colación la proximidad de la marcha “Ni
una Menos”, expresando que se extendió a lo
largo y ancho del país, buscando concientizar
y promover sobre la vigente problemática de
violencia de género.
• El hecho por el que se lo acusa habría sucedido
un año y tres meses después de la denuncia que
diera origen al caso en el que finalmente se arri-
bó al acuerdo de suspensión del juicio a prueba
que se pretende ampliar, demostrando entonces
una naturalización del imputado al conflicto.
• Las medidas restrictivas impuestas por la Jus-
ticia Civil fueron incumplidas por el imputado.
• Si bien la denunciante expresó su conformidad
para arribar a un acuerdo, la Fiscalía no tomó
contacto personalmente con ella sino a través
de un llamado telefónico. En esta línea, señaló
que no se contaba con un informe actualizado
que de cuenta del estado de situación y riesgo
de la denunciante y sus familiares.
• Se observa en el caso, que la familia del impu-
tado padece maltrato psicológico desde hace
varios años, lo que da cuenta de un verdadero
caso de violencia doméstica y género.
• “Más allá del acuerdo presentado por las partes, es
obligación constitucional del Juez de Garantías
velar por la protección no solo de los imputados
sino de aquellas víctimas que como en el caso de
marras pueden estar en serio riesgo, recuérdese
una vez más que la denunciante declaró vía telefó-
nica. Por ese medio, dijo que no quiere problemas
con el imputado porque trabaja con él y vive en
su edificio, lo cual acrecienta el riesgo si es que
este existe en forma «naturalizada e invisible»
en la supuesta víctima”.
• “Lo dispuesto por la resolución 219/2015 de fecha
21 de diciembre de 2015 y dispuesta por la Fisca-
lía General de este fuero, desarrolla argumentos
que se condicen y están en consonancia con lo
expuesto por esta magistrada en torno a la falta
de conveniencia de hacer lugar, en este caso, a la
suspensión del proceso a prueba”
La mencionada resolución fue apelada por la De-
fensa, a dicho recurso adhirió el MPF y la Sala III, el
30/09/2016 resolvió: “DECLARAR LA NULIDAD de la reso-
lución dictada por la a quo el día 10 de junio de 2016, que
luce a fs. 82/91, en cuanto rechazó el pedido de suspensión
de juicio a prueba solicitado en autos. II) APARTAR a la jueza
interviniente, Dra. María Martínez Vega, del conocimiento
de estas actuaciones...”.
18
JUZGADO 10
(Juez Pablo CASAS)
MEDIACIÓN
“Fernández, Waldo s/ 13944 CP”.
Causa Nº 15874/16, resuelta el 21/10/2016.
Fiscalía Nº 33 (Valeria Lancman).
Defensoría Nº 20 (Marina Recabarra).
Ante el pedido de la Defensa, el Juez convocó a
una audiencia de mediación sin correrle vista a la
Fiscalía. El MPF presentó una reposición con apelación
en subsidio. La reposición fue rechazada por diversos
fundamentos, entre los que vale destacar:
• Que existía acuerdo de la denunciante para
mediar.
• Que la Asesoría Tutelar había prestado la
conformidad.
• Que las particularidades del caso diferían os-
tensiblemente de los casos que sirvieron como
antecedentes a los pronunciamientos del TSJ.
• Que la pretensión fiscal de continuar con
el trámite de la causa, podría generar im-
plicancias dentro del núcleo familiar, in-
cluso, posponer la resolución del conflicto
podría perjudicar la situación patrimonial
del grupo familiar involucrado.
La Sala II de la Cámara de Apelaciones, con los
votos de los Dres. Bacigalupo, Bosch y De Langhe, el
22/06/2016 no hizo lugar al recurso de apelación in-
terpuesto por el MPF y reenvió la causa a primera ins-
tancia, fundamentando que no todo incumplimiento
de los deberes de asistencia familiar se enmarca en
un caso de “violencia de género”.
“Cazaban, Daniel Oscar s/art. 13944 CP”.
Causa Nº 17326/16 resuelta el 8/05/2017.
Fiscalía Nº 30 (Javier Martín López Zabaleta).
Defensoría Nº 19 (Bibiana Birriel).
En el caso, se entabló una comunicación telefónica
con la denunciante, quien expresó que estaba inte-
resada en participar de una audiencia de autocom-
posición con el imputado. Sin embargo, el Sr. Fiscal
indicó que por las particularidades del presente
caso y la vigencia de la Res. FG Nº 219/2015, se veía
impedido de hacer lugar a la mediación solicitada
por el Sr. Cazaban.
Frente a la decisión adoptada por el Sr. Fiscal, el De-
fensor Oficial interviniente solicitó ante el Juzgado
la habilitación de esa instancia oficial de mediación,
bajo la modalidad de mediación interdisciplinaria. El
Asesor Tutelar prestó consentimiento con la reali-
zación de una mediación.
Los fundamentos del Juez de grado para hacer
lugar a la celebración de una audiencia de media-
ción, fueron, entre otros, que:
• “... La cuestión de género no constituye un tipo
penal independiente dentro del sistema nor-
mativo argentino, y siendo que alude a los motivos
especiales del autor, entiendo que se trata de una
cuestión de hecho a valorar en el estrado de la culpa-
bilidad, que impacta no solo sobre el monto y especie
de pena a imponer, sino además sobre la posibilidad
de acceder a ciertos institutos como los que aquí se
examinan, en virtud de la prohibición que en este
sentido se deriva a nivel normativo y constitucional,
(art. 28 Ley 26.485, Ley 4203, art. 7 de la “Convención
de Belem do Pará” y párr. 161 del Informe de la Comi-
sión IDH sobre “Acceso a la Justicia para las mujeres
víctimas de violencia en las Américas”). En razón
de ello, entiendo que la cuestión relativa al supuesto
contexto de violencia en este caso no puede ser váli-
damente esgrimida para fundamentar la negativa a
una instancia de mediación. Si bien como ya fuera
dicho es facultad del representante del MPF
oponerse a la celebración de uno de los deno-
minados “métodos alternativos de resolución
de conflictos”, tal oposición debe no solo es-
tar fundada sino que en la fundamentación
se debe analizar cada caso en particular ya
que la prohibición a la que hace referencia el ar-
tículo 28 de la Ley 26.485 no puede ser aplicada
automáticamente, lo cual no se puede afirmar en
el presente caso que solo se basó en referencias y
no en circunstancias objetivas”.
• “... Con relación a esto último, teniendo en cuen-
ta que en este caso se indicó que existe violencia
económica, coincido con lo sostenido por la Sala
I de la Cámara de Apelaciones del fuero cuando
indicó que “no todo incumplimiento de deberes de
asistencia familiar configura un supuesto de vio-
lencia de género, sino que deben darse las condi-
ciones exigidas por el art. 1 de la “Convención de
Belem do Pará” ... En el caso, el Fiscal ni siquiera
ha intentado explicar por qué motivo, el supuesto
hecho de autos, resulta subsumible en aquella nor-
ma.” (Sala I, causa Nº 8638/15, “B., D. M. s/ inf. art.
1 LN 13944”, rta. 19/05/16)...”.
Respecto de la temática de mediación en causas
encuadradas en el contexto de violencia doméstica, el
titular del Juzgado Nº 10 se expidió favorablemente, tam-
bién, en la causa “Mercado Roberto Oscar s/ 13944”. Cau-
sa Nº 7219/17 (Fiscalía Nº 19. Defensoría Nº 13. Asesoría
Tutelar Nº 2). En esta oportunidad, el Magistrado de gra-
do declaró la nulidad de la oposición del MPF y habilitó
la mediación.
En la presente causa se llevó a cabo la audiencia de
mediación y se arribó a un acuerdo entre las partes.
SUSPENSIÓN DE JUICIO A PRUEBA
“Chapana, Néstor s/ 149 bis CP”.
Causa Nº 3756/15, resuelta el 9/11/2015.
Fiscalía Nº 18 (Cintia Mariana Larregina -interina-).
Defensoría Nº 3 (María Andrea Piesco).
El Juez concedió la SJP pese a la oposición fis-
cal, quien había fundado su negativa por considerar que
se trataba de un caso de “violencia de género”. El MPF con-
sideró que, si bien un análisis formal del instituto per-
mitía su aplicación al caso, lo cierto es que luego de los
hechos investigados, el conflicto entre las partes había
continuado escalando.
El titular del Juzgado, luego de dejar sentado su
criterio respecto de que nos encontrábamos frente a un
derecho del imputado, consideró que los argumentos
utilizados por la Fiscalía eran válidos a los fines de
fundar su oposición, pero los mismos no lo llega-
ban a convencer sobre la conveniencia que el caso
sea ventilado en un juicio. Por el contrario, el Sr. Juez
tuvo en cuenta las particulares características del
caso y refirió que, muy probablemente, el conflicto
se mantuvo por no haberse adoptado herramien-
tas que permitieran una mejor gestión del mismo,
como lo sería la suspensión del juicio a prueba. El
Juez Casas señaló que “teniendo en miras justamente el
conflicto aducido, y advirtiendo las alegaciones inherentes a
que este conflicto no ha variado, entiendo que una de las ra-
zones podría ser porque no ha habido un cause que coadyuve
a disminuir la violencia, o a su solución, y es aquí donde me
parece que deviene viable la suspensión del proceso, en su
faz de posibilitar la toma de conciencia por parte del impu-
tado frente a una solicitud que hace él mismo, lo que puede
justamente, contribuir a una solución alternativa. Aduna a
lo expuesto, que la presente resolución no causa estado, sino
el sometimiento a un suspensión a resultas del cumplimien-
to de ciertas pautas por parte del imputado”.
“Auditore, Carlos Jonathan Ariel s/infr. art(s). 149
bis, Amenazas- CP”.
Causa Nº 20353/15, resuelta el 16/02/2017.
Fiscalía Nº 28 (Martín Perel).
Defensoría Nº 24 (Valeria Sleiman -interina-).
La resolución adoptada presenta ciertas particulari-
dades que merecen ser resaltadas, toda vez que el titular
del Juzgado, a los fines de conceder la suspensión del
19
juicio a prueba y valorar la razonabilidad y fundamenta-
ción de la oposición formulada por el representante del
MPF, tuvo en cuenta el posicionamiento adoptado por la
acusación en un conflicto anterior que involucraba a las
mismas partes y en el que había resuelto suspender el
juicio a prueba.
Los hechos que originaron el caso comentado ha-
brían sido cometidos con posterioridad al otorgamien-
to de una probation anterior. En el marco del trámite de
esta última, la Defensa había solicitado sin éxito la acu-
mulación de ambas causas y la ampliación del acuerdo
oportunamente arribado. Por el contrario, el MPF consi-
deró que los nuevos hechos motivaron la revocación del
acuerdo. Ambas peticiones fueron rechazadas por quien
entonces se encontraba a cargo del Juzgado PCyF Nº 14,
siendo apelada solo por la Defensa Oficial. Finalmente,
la Sala III de la Cámara de Apelaciones resolvió acumu-
lar todos los hechos en un único caso, considerando que
se trataba de un único conflicto. Sin embargo, lo ordena-
do por el Superior no pudo cumplirse toda vez que, en
virtud del tiempo transcurrido y el cumplimiento de las
reglas de conducta acordadas, se había resuelto la extin-
ción del caso.
Ahora bien, al resolver el Sr. Juez consideró que dado
lo resuelto por la Cámara no podía hacer otra cosa que
cumplirlo dentro de sus posibilidades. En ese sentido, re-
firió que la decisión de la Cámara y la deseable evitación
de fallos contradictorios, lo llevaban a resolver el caso de
una manera particular, desviándose del común de los ca-
sos en los que se solicita la suspensión del juicio a prueba.
Por un lado, valoró la razonabilidad de la oposición
fiscal. Consideró que la probation es un derecho y como
tal, no es absoluto. Señaló que se encuentra reglamentado
en el art. 205 del CPPCABA, el cual supedita su concesión
a la conformidad del Ministerio Público Fiscal, siempre y
cuando sus motivos sean razonables. En este sentido, hizo
referencia a la unidad del MPF y su política criminal, más
allá de la organización interna y de quien lleva adelante
la acción. Así, hizo hincapié en la discrepancia existente
entre el primer caso, en el cual el MPF había acompañado
la suspensión del juicio a prueba y el que se encontraba
resolviendo, en el que se oponía. Ello, teniendo en cuenta
que la oposición se basaba en que se trataba de un caso de
violencia de género, cuestión ya presente en el primero de
los casos. Concluyó entonces, que la postura tomada en el
caso se contradecía con aquella adoptada en la causa que
tramitara ante el Juzgado Nº 14.
Agregó que la misma inconsistencia la advertía
en la postura adoptada por el MPF en relación a la cau-
sa Nº 20.149, que tramitó ante el Juzgado 14, en cuanto a
que en aquella el órgano acusador no apeló la decisión
de la Magistrada de prorrogar la suspensión. Así, el Sr.
Juez afirmó: “parecería que estuvo de acuerdo con lo resuel-
to al no haber intentado un instancia recursiva”, y agregó
que “esas situaciones le quitan razonabilidad a la oposición
20
que aquí se sostiene”, considerando que “en términos de
coherencia, si se hubiese apelado aquella decisión tendría
mayores elementos para encontrar la razonabilidad de la
oposición del órgano acusador”.
Al analizar los fines del instituto y su finalidad pre-
ventiva especial, ambas con relación a la existencia de
una probation anterior, el Sr. Juez señaló que “justamente,
existiendo cumplimiento en aquella suspensión, estando fi-
niquitada, y no habiéndose advertido que los hechos denun-
ciados en aquel momento habrían tenido la entidad tal como
hacer caer esa suspensión del proceso a prueba, cree que no
pueden ser valorados esos hechos en esta instancia como
que el Sr. Auditore no haya internalizado determinada suje-
ción de conducta, o haya cometido algún hecho que hubiese
tenido la entidad como para que hubiese sido revocada la
suspensión del proceso a prueba que le había sido concedida
ante el Juzgado 14”.
Por último, en relación con el tiempo transcurrido
desde la concesión de la probation anterior, el Magistrado
refirió: “como se dieron los hechos en esta causa, y sobre todo,
como se dio la resolución por parte de las autoridades judi-
ciales, de ningún modo puede ser valorado en perjuicio de la
persona sometida a proceso. Si se hubiese cumplido con lo que
la Cámara entendió que debía haberse cumplido, lo cierto es
que de no haberse agotado la temporalidad y la Jueza no haber
dictado todavía aquella resolución que finiquitaba el proceso,
lo cierto es que este hecho hubiese quedado también bajo el
juzgamiento del Juzgado 14, y que todo indicaba que al no es-
tar cumplido se podría hacer una revisión de cuáles serían las
condiciones para reabrir o analizar si se podía alcanzar este
hecho porque no se había dado todavía a culminación y no
operaba el plazo de 8 años que impiden una nueva concesión”
para concluir que “un tratamiento distinto, que por cuestio-
nes temporales de decisiones jurisdiccionales que hacen que
los tiempos y los sucesos se hayan dado de esta manera, no
pueden de ninguna manera ir en perjuicio de una persona que
se encuentra imputada en un proceso penal”.
Con todo ello, el Sr. Juez resolvió finalmente hacer
lugar a la suspensión del juicio a prueba solicitada.
La presente resolución fue apelada por el MPF. La
Cámara de Apelaciones confirmó la resolución de pri-
mera instancia y el MPF presentó una queja ante el Tri-
bunal Superior de Justicia, que el 15/02/2017 resolvió:
“Hacer lugar al recurso de inconstitucionalidad, revocar
la resolución de Cámara del 23/03/2016 y dejar sin efec-
to la suspensión del proceso a prueba, debiendo continuar el
trámite de las actuaciones según el impulso que recibieren.
3. Agregar a este expediente copia de la resolución dicta-
da por este Tribunal el día 08/09/2010 en los autos “Mi-
nisterio Público —Fiscalía ante la Cámara de Apelaciones
en lo Penal, Contravencional y de Faltas nro. 1— s/ queja
por recurso de inconstitucionalidad denegado en: ‘Benaví-
dez, Carlos Maximiliano s/ inf. art. 189 bis, CP’”, expte.
nº 6454/09, como parte integrante del voto de los jueces
José Osvaldo Casás y Alicia E. C. Ruiz”.

JUZGADO 11
(Juez Marcelo BARTUMEU)
MEDIACIÓN
“Pinto, Ariel Orlando S/art. 149 bis”.
Causa Nº 3062/17, resuelta el 21/5/17.
Fiscalía Nº 32 (Dra. María Laura Ruiz).
Defensoría Nº 19 (Dra. Bibiana Birriel).
En el caso, la Defensa había solicitado la apertura de
una instancia de mediación al momento de realizarse
la audiencia de intimación del hecho (art. 161 CPPCABA),
no obteniendo respuesta alguna por parte de la Fiscalía
hasta el momento en que la causa fue requerida a juicio,
oportunidad en la que dejó sentada su oposición en vir-
tud de las características del conflicto y lo normado en la
resolución 219/2015 de la Fiscalía General.
Con ello, el Sr. Juez resolvió considerar válida la
oposición fiscal, bajo los siguientes argumentos:
• La ley le otorga a la Fiscalía la facultad (no el
deber) de convocar, durante la investigación
preparatoria, al imputado y al ofendido, a una
mediación, en determinados casos (art. 204, in-
ciso segundo, párrafo primero, del CPPCABA.).
• Es una cuestión vinculada al ejercicio de la ac-
ción penal pública de la que es titular el Minis-
terio Público Fiscal.
• La Fiscalía ejerció sus facultades dentro de los
márgenes de discrecionalidad que admite la ley
correspondiente.
• Solo debe evaluarse si los fundamentos da-
dos por la acusación, para oponerse a la pre-
tensión de que se convocara a una audiencia
de mediación, son razonables y por tanto
válidos.
• La Fiscalía se había opuesto en razón de la reso-
lución 219/15 del MPF que había perseguido el
objetivo de respetar las obligaciones que impo-
nía al Estado la Ley 26.485, teniendo en cuenta
que se trataba de un caso de violencia domésti-
ca contra la mujer. Que la Fiscalía había desta-
cado que en esos casos, la posible desigualdad
entre las partes involucradas, por la situación
de vulnerabilidad de la víctima, impedía que
se transitara una instancia de mediación. Que
ese argumento otorgaba validez al dictamen de
oposición de la Fiscalía.
La Defensa apeló la mencionada resolución y el
31/08/2017 la Sala II resolvió “ CONFIRMAR la resolución
que obra a fs. 50/59vta., mediante la cual se dispuso: “DE-
CLARAR la VALIDEZ del DICTAMEN FISCAL de OPOSICIÓN
a la MEDIACIÓN expuesto por la Sra. Fiscal, y, por ende, de
la decisión del representante del Ministerio Público Fiscal,
de no promover esa vía alternativa de solución del conflicto,
y en consecuencia, NO HACER LUGAR a la pretensión de la
Defensa Oficial de que se fije una audiencia de mediación
en los términos del art. 204 del CPPCABA (...)”. Esta decisión
adquirió firmeza.
"Curia, Alberto s/ 13944”
Causa Nº 14176/16, resuelta el 15/08/17.
Fiscalía Nº 31 (Dr. Carlos Fel Rolero Santurian).
Defensoría Nº 19 (Dra. Bibiana Birriel).
El caso presenta la particularidad de haberse
resuelto la solicitud de mediación una vez abierto
el debate oral y público. Luego de realizados los ale-
gatos de apertura, se le otorgó la palabra al Asesor Tute-
lar a fin de que diera su opinión respecto de la solicitud
formulada por la Defensa. En este sentido, el Dr. Dellutri
solicitó escuchar a la denunciante, quien indirectamen-
te era una eventual víctima del delito imputado. Por ese
motivo, después de explicarle lo solicitado por la De-
fensa, la denunciante refirió que quería terminar con
todo y que accedía a participar de una mediación con el
imputado.
Sin perjuicio de ello, el Sr. Fiscal se opuso a la aper-
tura de una instancia de mediación, entendiendo que la
misma no era viable por la naturaleza del conflicto y por
la etapa procesal en la que se encontraba el caso.
Al resolver, el Sr. Juez consideró que los motivos es-
grimidos por la acusación no eran razonables y por la tan-
to —siguiendo su postura en torno a que le compete exclu-
sivamente al MPF proponer la instancias alternativas de
resolución del conflicto, quedando vedada dicha posibili-
dad a la jurisdicción, quien solo puede analizar la razona-
bilidad de los motivos que llevaron al acusador a sostener
su decisión—, el Sr. Juez resolvió declarar la nulidad
de la oposición fiscal por falta de fundamentación,
dejando a salvo su eventual reproducción.
Dicha decisión fue apelada por la Fiscalía, siendo
resuelta por la Sala I, el 12/9/17, oportunidad en la que
rechazó in limine el recurso, considerando que no
había agravio toda vez que el dictamen una vez fir-
me podía reproducirse.
Devueltas las actuaciones a primera instancia, el ti-
tular del Juzgado envió el caso a la Fiscalía a fin que dic-
taminara nuevamente respecto a la solicitud efectuada
por la Defensa y la denunciante de iniciar un proceso de
mediación. Asimismo, el Sr. Juez señaló que hasta tan-
to ello no sucediera se veía imposibilitado de decidir al
respecto, como así también de fijar una nueva fecha para
retomar el debate oportunamente suspendido.
Por su parte, fundando su petición en lo resuelto por
la Cámara de Apelaciones, la Defensa Oficial solicitó al
21
Juzgado que llevara adelante las diligencias necesarias para
iniciar el proceso de mediación. Dicha petición fue recha-
zada y se encuentra en trámite la vía recursiva respectiva.
JUZGADO 12
(Jueza Patricia LAROCCA)
MEDIACIÓN
“Escobar, Amancio Ariel s/ Ley 13.944”.
Causa Nº 9956/16, resuelta el 13/09/2016.
Fiscalía Nº 14 (Paulo H. Gaspani).
Defensoría Nº 17 (Diego Calo Maiza -interino-).
El imputado junto con la Defensa solicitaron que
se celebre una audiencia de mediación. El Ministerio
Público Fiscal no hizo lugar al pedido, por aplicación
del criterio general contenido en la Res. FG Nº 219/2015.
Asimismo, la presunta víctima no había sido consultada
al respecto.
La Jueza hizo lugar a la mediación expresando
que, al igual que acontece con el caso de la falta de con-
formidad fiscal para el otorgamiento de suspensiones
de juicio a prueba, no basta la mera invocación de
un criterio general de actuación para desestimar
la aplicación de dicha salida alternativa, sino que
el motivo del rechazo debe estar fundado en circunstan-
cias del caso en concreto, que indiquen la inconvenien-
cia de recurrir a este instituto, máxime cuando la propia
resolución mencionada, establece excepciones a la regla
general fijada, cuestión que en autos no se ha visto ex-
plicitada. Por ello, resolvió que se debía hacer saber
a la presunta víctima quien debía poner en conoci-
miento del Tribunal, en forma personal o telefóni-
ca, su deseo de mediar.
El 13/09/17 la denunciante manifestó que quería
mediar y el Juez hizo lugar a la mediación.
El MPF apeló la mencionada resolución y el
20/12/2016 la Sala I confirmó el decisorio impugnado. La
causa a pesar de ello, se encuentra en trámite en tratati-
vas de celebrar la audiencia de mediación.
“Malta Martínez s/ art. 150 CP”
Causa Nº 9055/16, resuelta el 25/10/16.
(Jueza subrogante del Juzgado 15 Patricia Larocca).
Fiscalía Nº 15 (Federico Tropea).
Defensoría Nº 16 (Gabriela Marquiegui).
La Jueza de grado, a pesar de la oposición fiscal
(que encuadró el caso en contexto de violencia domés-
tica, motivo por el que de conformidad con la normati-
va vigente —Leyes 26.485 y 4.203— consideró que no
procedía esa salida alternativa de solución del con-
flicto) decidió abrir una instancia de mediación a
22
través del Centro de Mediación del Consejo de la
Magistratura.
El MPF apeló y la Sala II de la Cámara de Apelacio-
nes del fuero, el 13/02/2017, con votos de los Dres. Bosh
y De Langhe, confirmó la resolución de primera ins-
tancia que hizo lugar a la mediación.
Devueltas las actuaciones a primera instancia, se
llevó a cabo la audiencia de mediación en la que las par-
tes arribaron a un acuerdo.
JUZGADO 13
(Jueza María Lorena TULA DEL MORAL)
MEDIACIÓN
“Bogado, Juan Ignacio s/ 149 bis CP”.
Causa Nº 14078/16, resuelta el 4/04/17.
Fiscalía Nº 27 (Sebastián Stopani).
Defensoría Nº12 (Federico Stolte).
La Jueza de grado no hizo lugar a la media-
ción. Ello, a pesar de que la víctima había prestado su
conformidad mediante una certificación que había pre-
sentado la Defensa. Sin embargo, la Magistrada arguyó
que la denunciante podría estar inmersa en un círculo
de violencia. Citó el fallo “Espósito” del TSJ, en cuanto a
que la posibilidad de celebrar una mediación es facul-
tad exclusiva del MPF. Además, fundamentó su deci-
sión invocando que el código de procedimiento local
no prevé la instancia de mediación judicial, así como
tampoco es un derecho de la víctima, ni del imputado
ni es una garantía.
La Defensa interpuso recurso de apelación contra la
mencionada resolución. El 6/09/2017 la Sala III resolvió
no hacer lugar al recurso de la Defensa y confirmar la
resolución de primera instancia. Esta decisión adquirió
firmeza.
JUZGADO 15
(Juez Gustavo LETNER)
MEDIACIÓN
“Steininger, Fabio s/ 13944 CP”
Causa Nº 17391/15, resuelta el 14/07/2016.
Fiscalía Nº 4 (Dr. Mauro Tereszko).
Defensoría Nº 5 (Francisco José Malini Larbeigt).
El Juez sostuvo que ni el criterio general de la
Fiscalía, ni el momento oportuno son obstáculos
para la mediación si la víctima presta la conformi-
dad. Para fundamentar su decisión, citó los precedentes
“Aldoney, Víctor Gabriel S/ 13944” Nº 21078/15 y “Vargas
Anglas, Carlos Dionisio s/ 149 bis” CP Nº 1415/16, entre otros.
 La decisión fue consentida por el representante del
Ministerio Público Fiscal. Posteriormente, se convocó a
las partes a una audiencia de mediación pero las mismas
no arribaron a un acuerdo por lo que la causa prosiguió
su trámite.
“Aldoney, Víctor Gabriel S/ 13944”.
Causa Nº 21078/15, resuelta el 15/03/2016.
Fiscalía Nº 11 (Valeria Massaglia).
Defensoría Nº 17 (Diego Calo Maiza -interino-).
En el caso, el Sr. Juez declaró la nulidad de la
oposición fiscal por falta de motivación y habilitó
la instancia de mediación.
Para resolver así, sostuvo que la Fiscalía había omi-
tido evaluar si se daban los presupuestos necesarios
para promover la utilización de la mediación como me-
dio alternativo de solución de conflictos (conforme lo
manda el art. 91 del C.P.P.C.A.B.A), basando su negativa
remitiéndose exclusivamente a la Resolución Nº219/15
de Fiscalía General. De este modo, consideró que el órga-
no acusador no se detuvo a brindar explicación alguna
de por qué entendía que las directrices contenidas en
el criterio general citado resultaban aplicables al con-
flicto denunciado, máxime cuando del informe emitido
por la Oficina de Asistencia a la Víctima y al Testigo se
desprendía la inexistencia de indicadores de riesgo y
violencia alguna, como así también la voluntad de la de-
nunciante de participar de una mediación.
Consideró, que sin perjuicio de la obligación general
que pesa sobre todo representante del Ministerio Públi-
co Fiscal, de motivar sus resoluciones y dictámenes; en
el caso, aquélla se veía reforzada toda vez que se contaba
con la opinión de profesionales especialistas en la ma-
teria que emitieron su opinión de manera contraria a la
opinión fiscal.
Asimismo, consideró que la oposición fiscal se
tornaba aún más arbitraria al oponerse a la voluntad
expresa de la propia denunciante, de participar de una
audiencia de mediación. En este sentido, hizo hincapié
en la obligación de garantizar la tutela judicial efectiva.
Seguidamente, el Sr. Juez analizó el marco normati-
vo mediante el cual, tanto a nivel nacional como local, el
Estado asumió el compromiso de promover y proteger
los derechos de las mujeres y su compatibilidad con el
instituto de la mediación como mecanismo alternativo
para resolver conflictos de naturaleza penal. En este as-
pecto, señaló:
• “Respecto al alcance de la prohibición contenida
en el art. 28 de la Ley Nº 26.485, este debe ser pro-
yectado de un modo tal que sea compatible con el
resto de las disposiciones legales que rigen la mate-
ria, tanto en el orden del derecho interno como del
derecho internacional de jerarquía constitucional
(conf. art. 75 inc. 22 de la C.N)”.
• “El legislador local ha incorporado al sistema pro-
cesal penal de la Ciudad de Buenos Aires el insti-
tuto de la mediación como una alternativa válida
de resolución de conflictos penales que tiene como
principales protagonistas a los integrantes de
la comunidad (art. 204 del C.P.P.C.A.B.A, regla-
mentario del art. 106 de la C.C.A.B.A). Al mismo
tiempo, estableció que el Ministerio Público Fis-
cal practicará la investigación preparatoria con
la finalidad de solucionar el conflicto por las vías
legales previstas, o promover o desechar la realiza-
ción del juicio (art. 91 del C.P.P.C.A.B.A). De este
modo, privilegió, cuando se dan las condiciones
de procedencia, una solución del conflicto propia
de una idea de justicia restaurativa, que devuelve
a la víctima la posibilidad de hacer oír su interés
en relación a la suerte del suceso que la colocó en
su calidad de tal y con ello dignificándola, y que
busca neutralizar en el imputado los efectos adver-
sos y estigmatizantes que significan la acusación,
la condena, y la prisión, ubicando al derecho penal
como respuesta de ultima ratio”.
• “Ahora bien, luego de entrada en vigencia de aque-
lla regulación, mediante la Ley 4.203 (publicada
el 03 de agosto de 2012 en el B.O Nº 3966 de la
C.A.B.A), la Ciudad de Buenos Aires adhirió a la
Ley Nacional Nº 26.485 que dispuso, en lo que aquí
interesa, que “quedan prohibidas las audiencias de
mediación o conciliación” en causas de violencia
contra la mujer, aunque sin distinguir sean estas
de naturaleza penal, civil, laboral o de otra índole.
En efecto, la primera parte del artículo citado pa-
reciera que hace referencia a un proceso distinto al
penal —cuanto menos en el diseño local— en cuan-
to se consignó que “El/la juez/a interviniente fi-
jará una audiencia, la que deberá tomar personal-
mente bajo pena de nulidad, dentro de CUARENTA
Y OCHO (48) horas de ordenadas las medidas del
artículo 26, o si no se adoptara ninguna de ellas,
desde el momento que tomó conocimiento de la
denuncia. El presunto agresor estará obligado a
comparecer bajo apercibimiento de ser llevado
ante el juzgado con auxilio de la fuerza pública. En
dicha audiencia, escuchará a las partes por sepa-
rado bajo pena de nulidad, y ordenará las medidas
que estime pertinentes”.
• “Tal situación de imprecisión legal, como ya se
advirtió, nos ubica en la tarea de interpretar el al-
cance de la norma de un modo tal que compatibi-
lice dicha prohibición con las disposiciones antes
señaladas, y que, a su vez, sea extensiva de los de-
rechos (de acceso a la justicia en sentido amplio
y a una mínima injerencia del sistema penal) y
23
 restrictiva de sus limitaciones. Es desde esa pers-
pectiva, nutrida por el principio pro homine, que
bajo ninguna circunstancia puede crearse por vía
de la interpretación una restricción que la propia
ley no prevé expresamente, y más aún cuando no
constituye éste uno de los supuestos contempla-
dos en el ya citado art. 204 del Código ritual. En
efecto, fue ese el alcance, o mejor dicho el recor-
te, que el criterio general de actuación adoptado
por Fiscalía General mediante res. Nº 16/2010
(art. 2º), efectuó en el horizonte de proyección del
art. 28 de la Ley Nº 26.485, que mantuvo su vi-
gencia hasta diciembre de 2015 (fecha de la res.
219/2015), es decir un poco más de tres (03) años
de sancionada la Ley 4.203, que contemplaba la
posibilidad de que se inicie un proceso de media-
ción en casos de violencia de género cuando lo
estimare viable y conveniente la Oficina de Asis-
tencia a la Víctima y al Testigo. De hecho, fue al
amparo de tal interpretación que el Ministerio
Público Fiscal, durante el período señalado, pro-
movió exitosamente la instancia de mediación
en numerosos casos catalogados como de violen-
cia doméstica de riesgo medio o bajo”.
• “Resultan válidas y razonables las sospechas, por
las particularidades propias de estos casos, acer-
ca de que una víctima de un suceso de violencia
de género pueda no encontrarse en paridad de
fuerzas y con la posibilidad de ejercer actos de
voluntad de manera incondicionada, y por lo
tanto impedida de participar en una instancia de
mediación. Sin embargo, aquella presunción debe
servir de disparador para que se activen todas las
alarmas y se pongan en marcha todos los meca-
nismos con los que cuenta el aparato judicial, a
fin de verificar la situación real de vulnerabilidad,
y así determinar en qué casos la denegación de
la vía conciliatoria significa un modo legítimo y
eficiente de protección a la víctima, y en cuales
otros importa confiscarle arbitrariamente su con-
flicto y la posibilidad de su participación en la so-
lución y la determinación del modo de reparación
del daño sufrido”
• “La Ley de Protección contra la contra la Violencia
Familiar, en sintonía con el criterio que había sido
adoptado en la Res. FG Nº 16/2010 y lo señalado
párrafos anteriores, contempla la posibilidad de solu-
cionar conflictos de maltrato físico o psíquico que su-
cedan dentro del grupo familiar (v. gr. entre personas
que mantienen o mantuvieron cierto vínculo afectivo
-matrimonio o concubinato), por vía de la mediación.
Eso sí, condiciona el remedio alternativo a que las
partes se encuentren en igualdad de condiciones y
libres de presiones externas, para lo cual se requiere
previo a todo un informe situacional”.
24
Con todo ello, finalmente el Sr. Juez resolvió de-
clarar la nulidad de la oposición fiscal por falta
de motivación suficiente, y devolver las actuaciones
a dicha sede a fin que procediera conforme lo expuesto,
debiendo darle intervención a la Asesoría Tutelar Nº 2
por el menor, para que garantizara el pleno ejercicio de
sus derechos.
La decisión fue consentida por la representante del
Ministerio Público Fiscal.
El 5/05/2016, la denunciante se presentó ante la
sede de la Fiscalía, a fin de tomar conocimiento acer-
ca del proceso penal seguido contra su ex pareja, el
Sr. Aldoney, y expresó su deseo de no continuar con el
presente proceso y desistir de la denuncia, debido a que
desde el inicio de la misma —19 de octubre de 2015—, el
Sr. Aldoney pagaba la cuota convenida de manera men-
sual, y el acuerdo de alimentos se encontraba a la espera
de homologación judicial en sede civil. La denunciante
dejó asentado ante la Sra. Fiscal, que tomaba esta deci-
sión de forma voluntaria y libre, y que era su intención
desistir de la denuncia.
El 29/06/2016 se archivó la causa.
“Lezcano, Brian Nahuel s/ art. 149 bis CP”.
Causa Nº 21.579/16, resuelta el 10/05/17.
Fiscalía Nº 15 (Federico L. Tropea).
Defensoría Nº 8 (Matías Becerra -interino-).
En el presente caso la Fiscalía se opuso a la media-
ción por entender que se trataba de un caso de violen-
cia de género, además de entender que había conclui-
do la etapa procesal oportuna conforme el art. 204 del
CPPCABA.
El Juez hizo lugar a la mediación considerando que:
• El imputado ya había solicitado la mediación
al momento de la intimación de los hechos y
que la Fiscalía no había realizado ninguna ma-
nifestación al respecto hasta el momento que
presentó el requerimiento de elevación a juicio.
• Además, entendió que la posibilidad de
celebrar una mediación no podía ceñirse
a argumentos normativos ni a criterios
generales, sino que se debía atender espe-
cialmente a las características particula-
res de la causa y, sobre todo, a la opinión
de la damnificada, ya que no solo es un
derecho del imputado, sino de la víctima a
acceder a la justicia y a obtener una rápida
y eficiente solución.
El Juez ordenó que se consulte a la víctima a los efec-
tos de ser escuchada y remitió la causa al Centro de Me-
diación y Métodos Alternativos de Abordaje y Solución
de Conflictos del Consejo de la Magistratura, a fin de que
la denunciante sea entrevistada por un cuerpo interdis-
ciplinario especializado en género, donde se le expli-
quen los alcances del instituto y su opinión de solucio-
nar el conflicto por dicho método.
La Fiscalía apeló dicho decisorio y el 23/08/17 la
Sala III confirmó la resolución de primera instancia
(con disidencia del Dr. Franza), la Dra. Paz y el Dr. Delga-
do declararon inadmisible el recurso.
La Fiscalía interpuso un recurso de inconstituciona-
lidad, que fue declarado inadmisible el 27 de noviembre
de 2017, frente a lo cual se interpuso la queja por recur-
so de inconstitucionalidad denegado, encontrándose
los autos al acuerdo desde 27 de diciembre de 2017. Sin
perjuicio de ello, se están llevando a cabo audiencias de
mediación.
JUZGADO 16
(Jueza Claudia ALVARO)
MEDIACIÓN
“GARCÍA Claudio Eduardo s/ infr. art. 1 de la Ley
Nº 13.944”.
Causa Nº 15.788/17, resuelta el 11/10/2017.
Fiscalía Nº 33 (Valeria Lancman).
Defensoría Nº 19 (Federico Stolte -interinamente a
cargo-).
La Defensa junto al imputado solicitaron una au-
diencia de mediación. En oportunidad de celebrarse la
audiencia estipulada en el art. 210 del CPPCABA, la Fiscal
se opuso “en atención a que se trata de un caso de violencia
de género, precisamente de una violencia patrimonial y eco-
nómica. Que la resolución FG 219/2014, estableció como cri-
terio general para los fiscales la imposibilidad de derivar los
casos penales que se enmarquen en un contexto de violencia
de género, al instituto de la mediación y/o conciliación, por
lo que la solicitud de la Defensa debía ser rechazada. Ade-
más, refirió que, según un informe obrante en las presentes
actuaciones, la denunciante manifestó haber arribado a
distintos acuerdos de esa índole con el imputado, y que sin
embargo, Claudio Eduardo García no había cumplido nin-
guno de ellos”.
Sin embargo, pese a la oposición fiscal, el criterio
de la titular del Juzgado fue que “el espíritu del Código es
tender hacia las soluciones alternativas del conflicto y la
medida requerida exige tener en cuenta la voluntad de las
partes para resolverlo por vías alternativas al juicio. Que la
mediación es una instancia de composición donde el impu-
tado y la víctima arriban a un acuerdo por el cual se resuelve
pacíficamente el conflicto ventilado”.
Por ese motivo, la Jueza dispuso que se cite
a la denunciante a fin de preguntarle si el im-
putado estaba cumpliendo con lo acordado
oportunamente y si estaba dispuesta a arribar a
algún tipo de acuerdo. Así, en caso que respondie-
ra afirmativamente, podía abrirse una instancia
de mediación. En este punto, la Sra. Fiscal manifestó
que, en virtud del criterio de actuación mencionado,
el Ministerio Público Fiscal se encontraba impedido
de citar a la víctima a tales fines. En consecuencia, la
Jueza de grado refirió que, siendo necesario sa-
ber cuál era la voluntad de la víctima, dispondría
que se la cite a través de la oficina de mediación
del Poder Judicial.
La decisión fue consentida por la representante del
Ministerio Público Fiscal.
JUZGADO 17
(Juez Norberto TAVOSNANSKA)
MEDIACIÓN
“Gerez Juan Martin y otros s/ art. 149 bis del CP”.
Causa Nº 19355/15, resuelta el 27/10/2015.
Fiscalía Nº 18 (Adolfo Bórmida).
Defensoría Nº 3 (María Andrea Piesco).
La Defensora planteó la nulidad del dictamen fiscal
que rechazaba la posibilidad de celebrar una audiencia
de mediación entre las partes, ya que el MPF se refirió
a un informe elaborado el 15 de junio de 2015, es decir,
tres meses antes al pedido de mediación y explicó que
existía un informe realizado el 4 de junio de 2015 por el
Cuerpo de Investigaciones Judiciales, donde específica-
mente se expresaba que la denunciante no se encontra-
ría inmersa dentro del denominado “círculo de violencia”.
Asimismo, con fecha 30 de julio del 2017, la denunciante
se había comunicado con la Fiscalía para manifestar que
no deseaba continuar con la investigación.
El Juez de grado consideró que el dictamen fiscal
para oponerse a la mediación no era nulo. En ese sentido,
considero que, “sin perjuicio de ser partidario de intentar
sistemas alternativos de resolución de conflicto, legalmente
el art. 204 del CPPCABA no habilita al juez para inmiscuirse
en las decisiones del fiscal, ni obligar a las partes a transitar
este proceso, por lo expuesto, entiendo que no corresponde
declarar la nulidad intentada por la Defensa.- Lo expuesto,
ya ha sido analizado en los precedentes “Junco, Luis Antonio
s/ infr. Al art. 149 bis del CP” (Expte. 8121/11 del TSJ), “Del
Tronco, Nicolás” (causa nro. 45039-01-CC/2009 de Jusca-
ba) que llegaron a tramitar ante el Tribunal Superior de
Justicia a raíz de cuestionamientos al rechazo de la me-
diación por parte del Ministerio Público Fiscal”-.
Similar criterio ha seguido el Juez titular del Juz-
gado Nº 17 en las causas “Barua, Adrián Benito s/ 149 bis
CP y 13944” Causa Nº 22478/15. Defensoría 19, Fiscalía 32
(Ponce) y “Paredes, Rodrigo Nicolás s/ 13944” Nº 13691/15.
(Defensoría 19, Fiscalía 35).
25
 Tanto en “Barúa” como en “Paredes” la denunciante ha-
bía prestado conformidad para participar de la mediación
pero la Fiscalía se opuso y el Juez no hizo lugar.
La decisión fue revocada por la Sala III, el 13/05/2016,
con el voto del Dr. Delgado y de la Dra. Manes. Frente a ello,
la Fiscalía interpuso recurso de inconstitucionalidad, de-
clarado inadmisible el 25/08/2017, elevándose el caso, por
la queja interpuesta, al Tribunal Superior de Justicia. Final-
mente, el 27 de marzo de 2017, los integrantes del Tribunal
resolvieron: “Hacer lugar al recurso de inconstitucionalidad
y revocar la resolución de Cámara del 13/05/2016, debiendo
continuar el proceso según el impulso que recibiere.”
JUZGADO 18
(Juez Ricardo BALDOMAR)
MEDIACIÓN
“Rodriguez Sanchez, Armando s/ 149 bis CP”.
Causa Nº 5432/16, resuelta el 16/08/17
Fiscalía Nº 32 (Ivan Coleff -interino-).
Defensoría Nº 21 (María Lousteau).
El Juez de grado no hizo lugar a la mediación.
Para decidir así, tuvo en cuenta la etapa procesal durante
la cual la Defensa había solicitado la apertura de una ins-
tancia de mediación, considerando que “una vez efectua-
do el impulso fiscal de la acción a través del requerimiento
de juicio no es factible la resolución del conflicto mediante
mecanismos de solución alternativa estipulados por el art.
204 del CPPCABA”. Aunado a ello, refirió encontrarse im-
posibilitado de disponer la solución propuesta por la De-
fensa, en virtud de lo resuelto por el Tribunal Superior de
Justicia en el precedente “Del Tronco”.
La decisión fue apelada por la Defensa, siendo el re-
curso rechazado in limine, el 30/8/16, por los integrantes
de la Sala I.
JUZGADO 19
(Juez Carlos AOSTRI)
“Bogado Vera, Alejandro s/arts. 183 y 149 bis del CP”.
Causa Nº 569/16, resuelta el 5/07/2017.
Fiscalía Nº 36 (Adrián Dávila).
Defensoría Nº 21 (María Lousteau).
El titular del Juzgado consideró que de las cons-
tancias del caso, no surgía que la denunciante hubie-
ra manifestado su deseo de no resolver el conflicto
por otra instancia, entendiendo que, previo a resolver
sobre los planteos realizados por la Defensora y de resol-
ver sobre la admisibilidad de la prueba, correspondía
realizar una audiencia de mediación por intermedio
del Centro de Mediación y Métodos Alternativos de
26
Abordaje y Solución de Conflictos del Consejo de la
Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Asimismo, respecto del planteo efectuado por la Fiscalía
vinculado a la etapa procesal en la que se solicitó la me-
diación, el magistrado refirió que la misma había sido so-
licitada por la Defensa luego de la audiencia de intimación
(art. 161 CPPCABA) y antes del requerimiento de elevación
a juicio. Agregó que la aplicación de la Resolución FG
219/2015, solo es un criterio de actuación que obliga
a los representantes del Ministerio Público Fiscal y
no a la Judicatura ni tampoco a la Defensa.
Cabe destacar que, una vez arribado a un acuerdo, el
Sr. Juez resolvió archivar el caso, haciendo hincapié en la
voluntad no solo de las partes, sino en la buena voluntad
puesta de manifiesto por los representes de los respecti-
vos Ministerios Públicos intervinientes.
JUZGADO 20
(Jueza María Luisa ESCRICH)
MEDIACIÓN
“Apaza Tincuta, Nestor s/art. 11179:149 bis 1
Amenazas - CP (p/ L 2303)”.
Causa Nº 7637/15, resuelta el 5/09/2017.
Fiscalía Nº 25 (Roberto Maragliano).
Defensoría Nº 12 (Federico Stolte).
La Jueza no hizo lugar a la mediación pese a
que existía conformidad de la víctima aportada me-
diante una certificación por la Defensa, utilizando como
fundamento la cita del fallo ”Espósito” del TSJ.
La Fiscalía se opuso por la etapa procesal y porque
era un caso de “violencia doméstica”.
La decisión fue apelada por la Defensa, siendo con-
firmada por los integrantes de la Sala III, el 1/12/2017.
“Cecere, Andres Nicolás s/art. 11179:149 bis parr.
1 Amenazas - CP”.
Causa Nº 20769/15, resuelta el 21/06/2016.
Fiscalía Nº 16 (Claudia Barcia).
Defensoría Nº 3 (María Andrea Piesco).
La Jueza no hizo lugar a la solicitud de me-
diación interpuesta por el imputado y su Defensa. La
Defensa había solicitado la nulidad del dictamen fiscal
que se oponía a la mediación. Para rechazarla, la Jueza
expresó que la mediación no es un derecho automático
para el imputado, sino que es un beneficio y que la ley
da la atribución al MPF de decidir qué casos se resuel-
ven mediante una vía alternativa y cuáles van a juicio.
Además, agregó que la Fiscalía es la encargada de
dictar la política criminal, en ese marco se dictó la
resolución 219/15 de FG, en la cual el Fiscal General
dispuso como política que no se adopte la media-
ción en casos de violencia doméstica y de género.
Que, sin perjuicio de ello, esa resolución de la Fiscalía
General no está basada solo en cuestiones de política
criminal sino también en lo que dice la ley, puesto que
la legislatura porteña adhirió a la Ley 26.485 de Protec-
ción Integral a las Mujeres, conforme a la cual no corres-
ponde propiciar la mediación en estos casos. También,
en sustento de su postura mencionó al art. 7 inc. f) de la
Convención Belem do Para y aclaró que el inc. g) se refie-
re a resarcimiento y reparación del daño pero no previó
la mediación. Que todo ello la llevaba al convencimiento
de que no se ha afectado el principio de legalidad
al no convocarse a las partes a una audiencia de
mediación.
La decisión fue confirmada por los integrantes de la
Sala II, el 30/12/2016.
JUZGADO 21
(Jueza Cristina LARA)
“Sanchez, Jose Miguel s/art. 149 bis parr 1 Amena-
zas – CP”.
Causa Nº 12879/16, resuelta el 29/12/2016.
Fiscalía Nº 18 (Claudio Silvestri -interino-).
Defensoría Nº 22 (Christian Brandoni Nonell).
La causa está radicada en el Juzgado 20 pero la
resolución la firmó la Jueza Cristina Lara.
La Jueza no hizo lugar a la solicitud de celebrar una
audiencia de mediación. Para resolver de ese modo, ex-
presó: “... si bien se desconoce la voluntad de la víctima al
respecto, lo cierto es que la solicitud de la Defensa fue efec-
tuada luego de concluida la etapa de investigación penal
preparatoria, por lo que la oportunidad procesal para cele-
brar una audiencia de mediación se encuentra precluida”.
En sustento de ello, citó el fallo “Visciglia” del TSJ.
El 7/04/2017, los integrantes de la Sala II resolvieron
declarar inadmisible el recurso de apelación interpuesto
por la Defensa.
JUZGADO 22
(Jueza Gabriela ZANGARO)
MEDIACIÓN
“Leal, Walter s/ inf. Art. 52 C.C.” .
Causa Nº 4148/16, resuelta el 18/05/2016.
Fiscalía Nº 35 (Celsa Ramirez).
Defensoría Nº 11 (Mariana Salduna).
La Jueza de grado no hizo lugar a la mediación
ya que consideró que está dentro de las funciones pro-
pias del MPF la posibilidad de instar una audiencia de
mediación si así lo cree conveniente, de lo contrario se
afectaría al sistema acusatorio. Citó el fallo “Visciglia” del
TSJ (voto de la Dra. Conde).
La Defensa apeló y la causa llegó en queja al TSJ,
que resolvió, el 27/10/2017, por mayoría que en casos de
violencia de género NO se puede mediar. Citaron en sus
fundamentos a la Convención de Belem do Pará, el fallo
“Góngora” de la CSJN, Ley Nacional de Protección Integral
a las Mujeres, la Ley 4.203 de la CABA que adhirió y que
dice en su parte pertinente que “quedan prohibidas las au-
diencias de mediación y conciliación en los supuestos abar-
cados en esta problemática”.
La disidencia de la Dra. Conde resulta intere-
sante porque expresa que en este caso no se respetó
el derecho a ser oída de la víctima.
“Mouzo, Eduardo Enrique s/art. 1, Ley 13.944”.
Causa Nº 6452/16, resuelta el 19 /08/2016.
Fiscalía Nº 31 (Carlos Rolero Santurián).
Defensoría Nº 21 (María Lousteau).
La Sra. Jueza no hizo lugar a la mediación con-
siderando que el instituto se encuentra regulado dentro
de las atribuciones propias de la Fiscalía, razón por la
cual, resolver lo contrario implicaría entrometerse en las
funciones que el legislador ha puesto en cabeza del acu-
sador público, bajo pena de avanzar sobre la autonomía
del Fiscal como director de la investigación conforme el
principio acusatorio, art. 13 inc. 3 de la Constitución de
la CABA.
La Sala I revocó esa decisión y ordenó realizar
la audiencia de mediación.
El mismo criterio sostuvo la Magistrada en la causa
Nº 1259/17 caratulada “Rodriguez Rolando César s/infr. art.
52 del Código Contravencional”.
JUZGADO 23
(Juez Norberto CIRCO)
MEDIACIÓN
“Otazu Raúl David s/ 183 CP”.
Causa Nº 12594/15, resuelta el 11/07/2016.
Fiscalía Nº10 (Genoveva Cardinali).
Defensoría Nº 16 (Gabriela Marquiegui).
La Defensa planteó la nulidad del dictamen del MPF
que se oponía a la mediación, alegando que la denegato-
ria carecía de fundamentación suficiente, por cuanto la
víctima del hecho imputado no era la ex pareja del en-
cartado, sino su cuñado; de modo que no resultaban apli-
cables las disposiciones normativas alegadas por el MPF.
El Juzgado declaró la nulidad del dictamen fis-
cal e hizo lugar a la mediación. Los fundamentos para
27
otorgarla, básicamente, se centraron en que: “el dictamen
de la Sra. Fiscal, no se encuentra debidamente fundamentado,
en tanto no solo no se le ha consultado a la víctima sobre la
posibilidad de un solución alternativa al conflicto, sino que su
decisión encuentra asidero en una normativa ajena a la ma-
teria de autos, esto es la Ley 26.485, la cual no resulta aplicable
al caso, toda vez que los presentes se vinculan con un delito de
daño cuya presunta víctima sería un hombre, y no con una
cuestión de violencia de género, cuya víctima sea una mujer,
por lo que corresponderá declarar la nulidad del mismo”.
El MPF apeló esa decisión. Intervino la Sala II de la
Cámara de Apelaciones y el 3/10/16 revocó la decisión
por considerar que el hecho encuadraba en los supues-
tos de violencia de género, citando los instrumentos in-
ternacionales, la Ley 26.845, art. 4, 5 y 6 y la Ley de la CABA
4.203 art. 28 último párrafo que prohíbe la mediación en
estos supuestos.
“Rodriguez Ezequiel Pablo s/infr. art. 52 C.C.”
Causa Nº 18059/15, resuelta el 17/05/16.
Fiscalía Nº 29 (Aníbal Brunet).
Defensoría Nº 12 (Federico Stolte).
En este caso, se opuso el MPF por la Res FG 219/2015.
Sin embargo, el Juez hizo lugar a la mediación. El MPF
apeló aquella resolución judicial y el 15/07/16 la Sala II
revocó la decisión por considerar que, más allá de que
la oposición del MPF estaba fundada, la mediación había
sido solicitada fuera de la etapa procesal pertinente, de
acuerdo a los principios de preclusión y progresividad,
conforme lo dispone el art. 204 del CPPCABA.
“Iturbe, Alfredo Daniel s/ art. 149 bis CP”.
Causa Nº 19790/14, resuelta el 29/10/15.
Fiscalía Nº10 (Federico Tropea).
Defensoría Nº 8 (Marcela Millán).
El Juez hizo lugar a la mediación, ya que la su-
puesta víctima se había reconciliado con el imputado y
existían constancias de que la situación de hecho se ha-
bía modificado. La Fiscalía apeló y la Sala I de la Cáma-
ra revocó el fallo de primera instancia el 21/04/16,
debido a que no existía una manifestación concreta de la
víctima donde expresara que tenía intención de mediar,
más allá de constancias telefónicas que no podían ser
consideradas como declaraciones testimoniales.
28
JUZGADO 24
(Jueza María Alejandra DOTI)
MEDIACIÓN
“Cabañas, Rene Cristian s/art. 149 bis CP”.
Causa Nº 17.824/16, resuelta el 29/12/2016.
Fiscalía Nº 3 (Gabriela Morelli).
Defensoría Nº5 (Francisco Malini Larbeigt).
La Fiscalía se opuso a la mediación por entender
que era una causa de violencia doméstica y por criterios
de actuación de la Fiscalía. La Jueza no hizo lugar por
ser un caso de violencia de género y lo expresado en la
Res. FG 16/10 en cuanto a la denominación de violencia
doméstica, se amparó en las obligaciones internaciona-
les y en el fallo del TSJ “Newbery Grave”.
La mencionada resolución fue confirmada por
la Sala III, con voto del Dr. Franza al que adhirió la Dra.
Paz, el 14/07/17. El Dr. Delgado se expidió en disidencia,
a favor de la mediación.
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA
“Larramendi, Rodrigo Martín s/infr. art. 149 bis CP”.
Causa Nº 4450/16, resuelta el 30/05/2017.
Fiscalía Nº 24 (Sebastian Stoppani).
Defensoría Nº 12 (Federico Stolte).
La Jueza resolvió no hacer lugar a la suspen-
sión del juicio a prueba, pese al acuerdo arribado por
el imputado y el representante del MInisterio Público
Fiscal. Para así decidir, consideró que la denunciante se
había opuesto expresamente a la aplicación del institu-
to, encontrándose en una situación especial en virtud de
las particulares características del caso, que permitían
su encuadre en uno de “violencia de género”. En este sen-
tido, si bien la Sra. Jueza reconoció que el acuerdo con la
presunta víctima no era vinculante, señaló que había “un
contexto, una plataforma fáctica múltiple de índole perso-
nal y de la situación conflictiva” que la llevaban a la con-
clusión de denegar el beneficio. Agregó que los hechos
denunciados no solo afectaron a la denunciante sino a su
actual pareja y que luego de su denuncia el conflicto no
disminuyó sino que por el contrario escaló.
La decisión fue confirmada por los integrantes de la
Sala II, el 6/09/2017.

JUZGADO 25
(Juez Ladislao ENDRE)
MEDIACIÓN
“Duarte, Claudio Matias s/art. 149 bis CP”.
Causa Nº 12339/16, resuelta el 17/10/2016.
Fiscalía Nº 29 (Aníbal Brunet).
Defensoría Nº 18 (Juan Cafiero).
En la presente causa, el Magistrado de grado hizo
lugar a la celebración de una audiencia de media-
ción. La denunciante manifestó su consentimiento para
participar de una mediación. Corrida vista al Sr. Fiscal
no había propiciado tal alternativa en razón de una reso-
lución de la Fiscalía General (FG 219/15). Finalmente, el
Sr. Asesor Tutelar expresó que al momento no se habían
evidenciado indicadores de violencia que obstruyan la
posibilidad de llevar a cabo esa solución alternativa, en
razón de lo cual no encontró obstáculo para ello.
La instancia de mediación había sido solicitada
por el imputado y su Defensor, lo que evidenciaba la
intención de resolver el conflicto, asimismo surgía
que se contaba con la voluntad de la supuesta
damnificada en ese sentido, expresada en dos
oportunidades, habiendo, ademas, sido propi-
ciado por la Asesoría Tutelar Nº 2, quién es el
encargada de resguardar el interés superior de
las menores involucradas en el conflicto. A es-
tos elementos se agrega que, previo al acto de la
mediación, se previó una entrevista de admisión
en la cual se evalúan la igualdad de condiciones
para acordar y se decide si están dadas las con-
diciones para mediar. Todo ello, permite razonar
que existen términos y recaudos que minimizan
el eventual riesgo sobre la efectividad de tal so-
lución alternativa, por lo que invitaron al impu-
tado y a la damnificada a una entrevista de ad-
misión a los fines de que se dictamine sobre si
están dadas las condiciones para propiciar una
instancia oficial de mediación.
La mencionada resolución fue confirmada
por la Sala II el 15/03/2017. La Fiscalía presentó un
recurso de inconstitucionalidad, la Sala II lo declaró
inadmisible y el MPF interpuso un recurso de queja
ante el TSJ, pero luego desistió ya que se había tornado
abstracta la cuestión porque se firmó una suspensión
del proceso a prueba.
“FERNANDEZ, Ricardo Gabriel s/149 bis CP”.
Causa Nº 1411/16, resuelta el 23/06/2017.
Fiscalía Nº 24 (Rodrigo Pagano Mata).
Defensoría Nº 12 (Federico Stolte).
La Fiscalía se opuso a la mediación por considerar
que se trataba de un caso de violencia doméstica. El Juez
no hizo lugar a la mediación por considerar que, ante
la existencia de un contexto de violencia entre la denun-
ciante y el imputado, en principio, las circunstancias
determinarían justamente la presencia de un marco de
desigualdad a la hora de mediar. Por lo tanto, no hizo lu-
gar a la instancia de mediación solicitada.
Dicha resolución adquirió firmeza.
JUZGADO 26
(Jueza María Cristina NAZAR)
MEDIACIÓN
“Aguayo, Cristian Alejandro Alexis s/ 149 bis CP”.
Causa Nº 3851/17, resuelta el 8/06/2017.
Fiscalía Nº 28 (Martín Perel).
Defensoría Nº 12 (Federico Stolte)
La Jueza no hizo lugar a la mediación, ya que
existía oposición fiscal. Los fundamentos fueron que se
encontraba precluida la etapa procesal para solicitar la
mediación y, además, que era una facultad del MPF (con
cita del precedente “Espósito” del TSJ).
Dicha decisión fue apelada por el MPD y el 13/07/17
la Sala I rechazó in limine ya que consideró que esa deci-
sión no era apelable pero, sin embargo, los jueces con-
sideraron que era una facultad de la Fiscalía y no una
obligación proponer medidas alternativas, además de
considerar, al igual que la Magistrada de primera instan-
cia, que éste era un caso que se enmarcaba dentro de los
de violencia de género.
“Anyacu Argote, Henry Tito s/ 13944”.
Causa Nº 5925/17, resuelta el 31/07/17.
Fiscalía Nº 28 (Martín Gustavo Perel).
Defensoría Nº 12 (Federico Stolte).
El imputado junto con la Defensa solicitaron la me-
diación. El MPF se opuso amparado en la Res. FG 219/2015.
La Jueza hizo lugar a la mediación efectuando inte-
resantes consideraciones, entre las que vale destacar: si
bien no desconoció los fallos “Espósito” y “Del Tronco” del
TSJ, lo cierto es que expresó que, en esta causa, el MPF se
había opuesto citando de manera abstracta y ge-
neral la Res. FG 219 sin siquiera haber tomado con-
tacto con la víctima (como sí lo había hecho la De-
fensoría que certificó la voluntad de la madre de la
niña). Por otro lado, argumentó que si bien los criterios
generales de actuación eran obligatorios para el MPF,
esto no impedía que los jueces realicen un control y se
puedan apartar de dichos criterios en pos de garantizar
la efectiva tutela judicial del proceso. También, con cita
29
jurisprudencial de la Cámara de Apelaciones, diferenció
los casos de “violencia doméstica” y de “género”, indican-
do que las causas seguidas por infracción a la Ley 13.944
merecen un tratamiento especial, dado que la imposi-
ción de una pena puede llegar a ser contrario y opuesto
al bien jurídico que tutela la norma. Por último, entendió
que al ser la afectada una menor, se debía tener presente
la Convención sobre los Derechos del Niño, que aplicada
a este caso particular, permitía considerar a la mediación
como la mejor manera de solucionar el conflicto, en mi-
ras a garantizar el interés superior del niño (art. 3).
El 19/09/17 se homologó el acuerdo de mediación
arribado entre las partes, expresando la Jueza que “resul-
taría absurdo que el Estado no resigne su pretensión
punitiva en aras de una solución eficaz y libremente
consentida”.
La resolución mencionada recoge los argumentos
utilizados por la titular del Juzgado en el precedente
nro. 12581/16, caratulado “Paez, Ariel Roberto s/art. 1, Ley
13.944”, del 3 de marzo de 2017, en la que intervinieron la
Defensoría Nº 21 y la Fiscalía Nº 22.
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA
“Verón René Hernán s/ art. 149 bis CP” .
Causa Nº12647/16 que acumula causa Nº 643/16,
resuelta el 16/03/17.
Fiscalía Nº 18 (Claudio Silvestri -interino-).
Defensoría Nº 3 (María Andrea Piesco).
Se discutió la suspensión de juicio a prueba en el
marco de una audiencia de debate. La Defensa lo planteó
como una cuestión preliminar y, si bien en un comienzo
existió oposición al tratamiento, luego la Jueza hizo in-
gresar a la denunciante a los efectos que se manifieste
en relación con su opinión frente a la posible concesión
de la probation.
La denunciante prestó su conformidad, se refirió a
una problemática con el alcohol del imputado.
Sin embargo, el MPF se opuso a la concesión con fun-
damento en el fallo “Góngora” de la CSJN y los preceden-
tes “Benítez”, “Benavídez” y “Porro Rey” del TSJ.
El Asesor Tutelar prestó su conformidad a la con-
cesión de la probation, aunque peticionó que sea por un
período más prolongado que el ofrecido por la Defensa.
La Magistrada de grado resolvió conceder la
suspensión de juicio a prueba, fundamentando su
decisión en que la probation es un derecho del imputado
y, sobre todo, que luego de haber escuchado a la denun-
ciante, ésta había manifestado que la situación entre ella
y el imputado había mejorado y todo ello redundaba en
un beneficio para sus hijos en común.
Sin embargo, pese a conceder la suspensión de jui-
cio a prueba, lo hizo por un lapso mayor y con pautas
distintas a las solicitadas por la Defensa. Ello motivó a
30
que la Defensa presente un recurso de apelación, que fue
declarado inadmisible por los integrantes de la Sala III, el
31/08/2017.
JUZGADO 28
(Jueza María Julia CORREA)
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA
“Baez, Adrian Marcos s/art.149 bis CP”.
Causa Nº 3115/16, resuelta el 15/12/16.
Fiscalía Nº 10 (Patricio Maisonnave).
Defensoría Nº 8 (Matías Becerra -interino-).
La titular de Juzgado rechazó la solicitud de
suspensión de juicio a prueba efectuada, sin perjuicio
de considerar que se trata de un derecho del imputado,
haciendo para ello referencia al precedente el CSJN “Acos-
ta”, pero sosteniendo que la oposición fiscal se encontra-
ba fundada en cuestiones de política criminal que hacían
necesario resolver el caso en juicio. En este sentido, valo-
ró el encuadre otorgado por la Fiscalía quien consideró
que se trataba de un caso de “violencia de género” así como
tambień el rechazo de la denunciante a la propuesta de
reparación realizada por el imputado.
Señaló que la oposición del MPF únicamente resul-
taba vinculante, más allá de no compartir los motivos en
los que se fundara, cuando aquella respetara los princi-
pios de objetividad y razonabilidad. Por ello, señaló que
la acusación sostuvo su postura teniendo en cuenta los
hechos investigados y la posición de la presunta víctima.
Esta resolución fue revocada por la Sala II que
concedió la probation.
Actualmente, se encuentra en trámite ante el Tribu-
nal Superior de Justicia en virtud del recurso de inconsti-
tucionalidad interpuesto por el Ministerio Público FIscal.
JUZGADO 29
(Jueza María Araceli MARTÍNEZ)
MEDIACIÓN
“García Mello, Adrián s/ 13944 CP”.
Causa Nº 13431/16, resuelta el 22/11/2016.
Fiscalía Nº 9 (Silvina Bruno).
Defensoría Nº 8 (Matías Becerra -interino-).
La Jueza hizo lugar al pedido de mediación,
pese a la oposición fiscal.
Para decidir así, consideró que el presente no
era un caso que se enmarcara en el contexto de
violencia de género, por lo que no era aplicable
el art. 28 de la Ley 26.485, toda vez que la Fiscalía
no había demostrado la situación de desigual-
dad de poder existente entre las partes. Agregó
que, teniendo en cuenta que se trataba de un conflicto
de contenido patrimonial, para poder considerar que
existía violencia económica se debía tener por acredi-
tada la existencia de una acción destinada a generar
un menoscabo en los recursos económicos o patrimo-
niales de la mujer.
El MPF apeló la resolución y la Sala III de la Cáma-
ra de Apelaciones del fuero (votos de los Dres. Vázquez,
Delgado y Franza) confirmó el fallo de la jueza de
grado que había hecho lugar a la mediación.
“Bellini, Diego Nicolas s/art. 149 bis Amenazas - CP”.
Causa Nº 20370/15, resuelta 7/03/2016.
Causa tramitada en el Juzgado 27,
subrogado por la Jueza María Araceli Martínez
(Juzgado 29).
La Defensa junto con el imputado solicitaron solu-
cionar el conflicto mediante una autocomposición.
El MPF se opuso a pesar de que la denunciante prestó
la conformidad. La Magistrada de grado resolvió NO
hacer lugar a la autocomposición, con los siguientes
fundamentos: “en primer lugar, cabe mencionar que con-
forme lo establece el artículo 91 del C.P.P.C.A.B.A., el Minis-
terio Público Fiscal, titular de la acción por mandato consti-
tucional, tiene como objeto de la investigación preparatoria
el deber de intentar arribar a una solución del conflicto por
cualquiera de las vías legalmente previstas. En este sentido,
la norma procesal penal vigente permite la solución del con-
flicto a través de procedimientos no punitivos (art. 204 inc.
2) y consensuales (art. 204 inc. 1 y 205), los cuales reconocen
el rol de la víctima como titular del conflicto, y su protago-
nismo en la decisión sobre la suerte de la acción, que es una
consecuencia directa de su derecho convencional de acceso
a la justicia (art. 25 C.A.D.H.), nos obliga a brindarle todos
los medios para la solución de su conflicto. Ahora bien, sin
perjuicio de ello, la Resolución Nro. 219/2015 de Fiscalía Ge-
neral, establece en su artículo 1º como criterio de actuación
para el Ministerio Público Fiscal, no derivar casos penales
o convencionales de violencia de género a mediación y/o
conciliación, motivo por el cual la Fiscalía interviniente ha
planteado su oposición. De esta manera, si bien es cierto que
este método alternativo de resolución del conflicto resulta
ser voluntario para las partes, y que la presunta víctima ha
manifestado su intención de participar en una mediación,
lo cierto es que no surge de las actuaciones informe alguno
que permita inferir que la denunciante se encuentra en una
situación de paridad de fuerzas y que posea voluntad propia
para optar libremente por esa solución, presupuesto necesa-
rio para evaluar la procedencia de dicho mecanismo. Más
aún, surge del informe realizado por la Oficina de Violencia
Doméstica, que la Sra. Vino se encuentra en una situación
de riesgo moderado, y que las hijas estarán pasando por una
situación de alto riesgo, por lo que no es posible descartar la
posibilidad que la mencionada se halle en lo que se conoce
como “círculo o ciclo de la violencia”. En ese contexto, te-
niendo en cuenta el estado en que se encuentran las actua-
ciones, entiendo que por el momento no se hallan dadas las
condiciones para la realización de una audiencia de media-
ción/autocomposición, y de llevarse a cabo, podrá significar
un apartamiento de las obligaciones internacionales asumi-
das para erradicar la violencia contra la mujer”.
El 17/03/2016 la Defensa apeló la mencionada reso-
lución. El 3/05/2016, los integrantes de la Sala II resolvie-
ron: “CONFIRMAR el pronunciamiento glosado a fs. 145/146
en cuanto decidió no hacer lugar a la solicitud de mediación
postulada por la Defensa”.
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA
“Duek Ezra Dario S/ art. 149 bis, 150 CP y Ley
13.944”.
Causa Nº 12399/16 y 1569/16 (acumuladas),
resuelta el 27/09/17.
Fiscalía Nº 9 (Silvina Bruno).
Defensoría Nº 16 (Gabriela Marquiegui).
La Defensora Oficial solicitó la suspensión del pro-
ceso a prueba en favor de su asistido respecto de los
hechos imputados en ambos expedientes. El MPF y la
Asesoría Tutelar se opusieron a la concesión de la
probation fundamentando su oposición en el entendi-
miento de que, tal como prescribe el artículo 55 del Có-
digo Penal, si bien es cierto que el mínimo de la pena
es de seis (6) meses de prisión, el máximo de la sanción
—en caso de corroborarse todos los hechos— se elevaría
a veintidós (22) años de prisión, con lo cual no podría
afirmarse que —en caso de recaer condena— sea de eje-
cución condicional. Asimismo, indicó que se oponía a la
regla de conducta propuesta por la Defensa, consisten-
te en la continuación del tratamiento terapéutico que el
acusado se encontraba realizando por la patología que
padece. Al respecto, arguyó que el tratamiento médico
o psicológico a seguir debe ser impuesto “previo informe
que acredite su necesidad y eficacia”.
Por último, señaló que el caso de marras se encon-
traba enmarcado dentro de un contexto de violencia do-
méstica de larga data. Por último, citó los fallos “Góngora”
de la CSJN y el fallo “Newbery” del Tribunal Superior de
Justicia de la CABA.
El Sr. Asesor Tutelar por su parte adhirió a la opo-
sición formulada por la Fiscalía, refiriendo que legal-
mente no estaban dados los requisitos para concederle
el beneficio de la suspensión del proceso a prueba al Sr.
Duek, toda vez que el presente caso encuadraría dentro
del 4º párrafo del art. 76 bis del CP y no se contaba con la
conformidad de la acusadora pública.
Por último, la Sra. Defensora Oficial expresó que el
consentimiento aludido por el Asesor Tutelar tenía que
31
ser fundado, solicitando entonces la nulidad del dicta-
men fiscal por arbitrario o infundado.
Fue así que, previo a resolver, la Jueza dispuso
la realización de una pericia a través de la Dirección
de Medicina Forense del Poder Judicial de la Ciudad de
Buenos Aires, a fin de que los profesionales designados
se expidan en los términos del art. 27 bis, inc. 6º del Códi-
go Penal, respecto del tratamiento terapéutico que
el imputado se encontraba realizando. Del informe
pericial elaborado los peritos concluyeron que se encon-
traba indicada la continuación del mentado tratamiento
para el Sr. Ezra Darío Duek.
Luego, el 9 de junio de 2017, el Dr. Juan José Cava-
llari, interinamente a cargo de este Tribunal, a fin
de no seguir dilatando la resolución de la situa-
ción procesal del imputado, resolvió rechazar la
solicitud de la aplicación de suspensión del juicio
a prueba que fuera solicitada respecto del Sr. Duek;
pronunciamiento que —ante el recurso de apelación
interpuesto por la Defensa— fue declarado nulo por la
Sala III de la Cámara de Apelaciones del fuero (confor-
me resolución del 5 de septiembre de 2017).
Finalmente, la Jueza titular, Dra. Araceli Mar-
tínez, resolvió rechazar la suspensión de juicio a
prueba, por entender que, más allá de que dicha
negativa se basaba en cuestiones de política crimi-
nal por los motivos expuestos por el Dr. Cavallari,
coincidió con las razones esbozadas por la Sra. Fis-
cal en cuanto a que el conflicto que diera origen a
estas actuaciones era producto de un contexto de
violencia doméstica de larga data en el cual se en-
contraban inmersas las partes, resultando incluso perju-
dicadas las dos hijas menores de edad que poseen en co-
mún. Citó en sustento de ello, el precedente “Góngora”, al
considerar que el beneficio de la suspensión del proceso
a prueba no es una alternativa para evitar el juicio oral
en lo que respecta a casos de violencia de género, por
resultar incompatible con el artículo 7 de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra la Mujer (Convención De Belém do
Pará) y la “Convención sobre la Eliminación de toda forma
de Discriminación contra la Mujer” (CEDAW).
Del sistema JusCABA no surgen nuevos pasos pro-
cesales posteriores a la mencionada resolución.
JUZGADO 30
(Juez Juan José CAVALLARI)
SUSPENSIÓN DE JUICIO A PRUEBA
“Giacomino Isidoro Hernán s/ 149 bis CP”.
Causa Nº 17930/15, resuelta el 17/08/2016.
Fiscalía Nº 32 (Ivan Coleff).
Abogado particular.
32
El Juez concedió la SJP pese a la oposición fiscal.
Para resolver así, consideró que la oposición fiscal no se
encontraba debidamente motivada y, en consecuencia,
no era vinculante.
Por su parte, tuvo en cuenta la opinión del Asesor
Tutelar, quien manifestó que, dadas las características
del proceso, encontraba razonable el ofrecimiento de
reparación efectuado, por lo tanto, entendió que la opo-
sición del representante del Ministerio Público Fiscal no
se encontraba correctamente fundada en razones de po-
lítica criminal adecuadas al caso concreto.
El MPF apeló y la Sala III con votos de los Dres. Ma-
nes, Franza y Delgado —en disidencia— revocó la reso-
lución que hacía lugar a la suspensión de juicio a prueba.
Frente a ello, fue presentado recurso de inconstituciona-
lidad, que finalmente fue declarado inadmisible el 15 de
agosto de 2017.
JUZGADO 31
(Jueza Susana PARADA)
MEDIACIÓN
“Pardo Sifuentes, Luis Eusebio s/ 13944 CP”.
Causa Nº 12.808/17, resuelta el 31/10/2017.
Fiscalía Nº 19 (Lorena San Marco).
Defensoría Nº 4 (Sebastian Zanazzi).
La Jueza hizo lugar al pedido de mediación,
pese a la oposición fiscal y resolvió darle interven-
ción a la Oficina de Resolución Alternativa de Con-
flictos dependiente del Consejo de la Magistratura
Para decidir así, tuvo en cuenta:
• Que el imputado y la denunciante habían arri-
bado a un acuerdo de mediación prejudicial, en
el marco del expediente civil tramitado para re-
solver el régimen de alimentos.
• Que la denunciante había tomado contacto con
la Secretaria de la Asesoría Tutelar, manifestan-
do haber regularizado la situación con el padre
de su hijo y solicitando que el acuerdo arribado
fuera tenido en cuenta en el proceso penal.
• Que si bien la prohibición de arribar a un
instancia de mediación surgía de la Ley de
Protección Integral de la Mujer, lo cierto es
que la violencia económica referenciada
en dicha norma no había sido alegada por
el Ministerio Público Fiscal al determinar
el hecho objeto de la investigación.
• Que por sobre la prohibiciones legales debía
primar la voluntad de las partes.
• Que las instrucciones impartidas por la Fisca-
lía General, haciendo referencia a aquellas que
 se desprenden de la Res. FG Nº 219/2015, obliga-
ban tan solo a sus representantes pero no así a
la jurisdicción.
• La inexistencia de norma alguna que expresa-
mente imposibilite la apertura de una instancia
de mediación una vez concluida la investiga-
ción preparatoria y formulado el requerimien-
to de elevación a juicio.
• La obligación surgida de la Ley Nº 27.352, de
Derechos y Garantías de las Personas Víctimas
de Delitos, tendiente a hacer respetar, proteger,
garantizar y permitir el ejercicio efectivo de los
derechos de las víctimas. En el caso, los de la
Sra. E. J. R. .R como representante del niño.
• El interés superior del niño, como principio
rector para resolver conflictos de la naturaleza
como el ventilado en el caso.

En la presente causa se convocó a audiencia de media-

ción y el 27/12/2017 se arribó a un acuerdo entre las partes.

33
CRITERIOS APLICADOS POR
LOS JUECES DE PRIMERA
INSTANCIA EN LA ETAPA DE
JUICIO ORAL
JUZGADO 1
“Romero, Gabriel Alejandro s/ infr.art. 149 bis CP”.
Causa Nº 15.856/14. Sentencia del 7/07/2016.
Fiscalía Nº 17 (Walter López).
Defensoría Nº 19 (Bibiana Birriel).
El Juez resolvió CONDENAR a Gabriel Alejandro
Romero a la pena de seis (6) meses de prisión en suspen-
so, por encontrarlo autor penalmente responsable del
delito de amenazas simples, cometido en perjuicio de
su mujer. Dispuso que, en razón de la condicionalidad de
la pena, que durante el plazo de DOS años debía respetar
las siguientes reglas de conducta: “... b) ABSTENERSE de
usar estupefacientes o de abusar de bebidas alcohólicas; C)
MANTENER un trato cordial y respetuoso con Carmen Ma-
ría M... y con su grupo familiar conviviente; d) REALIZAR
un tratamiento tendiente a afrontar y superar los problemas
psicofísicos que padece debido al consumo excesivo de alco-
hol y un tratamiento de salud mental individual y familiar
e) ASISTIR a un curso relativo a la problemática vinculada
con el ejercicio de violencia contra las mujeres y en el ámbito
intrafamiliar”.
Para decidir de esta manera, el Magistrado tuvo en
cuenta distintas pautas de valoración que seguida-
mente se expondrán:
Consideró que el testimonio de la víctima (mujer del
imputado y madre de sus hijos) había sido preciso, con-
tundente, espontáneo y natural, no solo en referencia al
hecho investigado, sino en lo que se refería a sus connota-
ciones. No obstante ello, en su testimonio también había
expresado que actualmente mantenían una buena convi-
vencia y que, luego de la denuncia, habían tenido otro hijo.
34
Asimismo, el Magistrado afirmó que su condena se
basaba en el testimonio del sobrino del imputado, quien
había recordado que el día de los hechos había estado
bebiendo con el acusado, asegurando que no había pre-
senciado actos de violencia y que solo a veces se daban
discusiones con relación a los recursos económicos.
Por otro lado, y más allá de estos dos testigos que
estuvieron al momento de los hechos, el Juez valoró lo
que llamó “nutridas” y “categóricas” deposiciones de los
profesionales de los diferentes organismos judiciales
que, desde sus respectivos ámbitos de competencia ha-
bían intervenido con motivo de la denuncia (Oficina de
Violencia Doméstica —OVD—) de la CSJN, de la Oficina de
Atención a la Víctima y al Testigo del Ministerio Público
Fiscal (OFAVyT) y del área de Políticas de Género de la
Policía Metropolitana.
Respecto de la valoración de los testimonios apor-
tados por la Defensa, el Magistrado concluyó que, a ex-
cepción del sobrino del imputado, únicamente hablaron
sobre las condiciones personales y familiares del acusa-
do, “sin revelar ninguna circunstancia alguna que pudiere
descartar o bien fundar dilemas sobre la materialidad de los
sucesos que constituyeron el sustrato fáctico de la acusación
y responsabilidad, que hubieran podido hacer prevalecer
su estado jurídico de inocencia”. Asimismo, expresó que
tampoco advertía ningún elemento que elimine la cul-
pabilidad, de modo que la conducta le era atribuible al
imputado, pues si bien ese día había bebido, no existían
datos certeros que permitieran suponer que sus faculta-
des cognitivas hubiesen estado alteradas a punto tal que
le impidiesen comprender y dirigir su accionar.
Además, fundó la condena sosteniendo que hechos
como el ventilado en este juicio —incluidos dentro del
marco de “violencia doméstica”— generalmente se sucedían
en la “protección” que el “victimario” procura obtener bajo el
resguardo de la intimidad de la pareja. “Ante tal escenario,
mal puede exigirse que existan testigos presenciales o directos
de todos y cada uno de los aspectos que constituyen el objeto
de la acusación, que —por tanto— bien puede acreditarse a tra-
vés de los dichos —aún en solitario— de la parte damnificada o
a través de prueba indirecta, siempre y cuando se contara con
relatos claros, contestes y contundentes, que inequívocamente
dieran cuenta del accionar del acusado”.
Expresó que tales principios básicos habían sido
receptados tanto por la CSJN, como por la Cámara de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional y, también
reeditados en el ámbito local por el Tribunal Superior
de Justicia en el precedente “Newbery Greve, Guillermo
Eduardo s/infr. art. 149 bis CP”, rto. el 13/09/13.
La decisión fue apelada por la Defensa y los inte-
grantes de la Sala II, el 25/11/2016, resolvieron: “I) HACER
LUGAR al recurso de apelación interpuesto a fs. 212/231 por
la Defensa Oficial. II) REVOCAR el fallo dictado por el a quo
el día 1 de julio de 2016, obrante a fs. 175/vta., cuyos funda-
mentos, que lucen a fs. 183/191vta., fueron pronunciados y
dados a conocer el día 7 de julio de 2016 y, en consecuencia,
ABSOLVER al Sr. G. A. R, titular de DNI **.***.*** —de las
demás condiciones personales obrantes en autos— en orden
al hecho por el que fuera llevado a juicio. IV) RECHAZAR IN
LIMINE LA MEDIDA RESTRICTIVA DE DERECHOS solicitada
por la titular de la Fiscalía de Cámara Sudeste en la audien-
cia celebrada ante esta Cámara”.
JUZGADO 2
“Palacios, Gustavo Alberto s/ infr.art. 149 bis CP”.
Causa Nº 24147/10. Sentencia del 27/06/2016.
Fiscalía Nº 16 (Claudia Barcia).
Defensoría Nº 3 (María Andrea Piesco).
El Juez Bentolila resolvió ABSOLVER a Gustavo
Palacios de los delitos de amenazas simples en con-
curso real con amenazas simples, reiteradas en cuatro
oportunidades, en concurso real con lesiones leves y en
concurso real con amenaza con armas y este último en
concurso ideal con el delito de lesiones y CONDENAR a
Gustavo Palacios a la pena de OCHO (8) MESES DE PRISIÓN,
cuyo cumplimiento dejó en SUSPENSO, por considerarlo
autor material penalmente responsable, del delito de
amenazas simples y que se habría cometido el día 26 de
agosto de 2010 en perjuicio de M. F., con costas.
En el presente juicio, la denunciante no com-
pareció por voluntad propia, a pesar de los esfuerzos
realizados por el MPF para que asistiera al debate.
El Magistrado de grado, para fundar la absolución por
los hechos de amenazas y lesiones, tuvo en cuenta diver-
sos fundamentos que, seguidamente, se desarrollarán.
Si bien entendió que los hechos por los que se
acusaba al Sr. Palacios correspondía analizarlos en un
contexto de “violencia de género”, no se podía soslayar que
los distintos hechos que se pretendían enrostrar a una
persona deberían estar fehacientemente probados cada
uno de ellos. Y, siendo así, muchos de esos sucesos se
tornaron imposibles de probar a lo largo del debate, toda
vez que no se contó con la presencia de la denunciante ni
de ningún otro testigo directo.
Por otro lado, también tuvo en cuenta que varios de
esos hechos se habrían sucedido en horas de la tarde, en
la puerta del edificio donde vive la denunciante, cerca-
no al Shopping Abasto, donde transita gran cantidad de
gente, y, sin embargo, nadie pudo observar los hechos
denunciados. Además, todos eran sucesos de larga data
que habrían sucedido hacía más de seis años, y que des-
de aquella fecha a esta parte no se habrían vuelto a re-
petir situaciones como las denunciadas. Esto último, sin
embargo, al entender del Juez, no daba lugar al planteo
defensista en cuanto a que el hecho de que el conflicto
haya perdido vigencia, significaba de algún modo que
que el conflicto no haya existido y que, en su caso, se
deba responsabilizar a sus autores.
El Magistrado expresó que hubiera hecho falta
escuchar a la denunciante para analizar también
la credibilidad de sus propias expresiones, lo que
no pudo hacerse debido a su inasistencia. Esto lo lle-
vó a tener serias dudas sobre lo ocurrido que no pudieron
ser aclaradas en el juicio y lo obligaban a dictar un vere-
dicto absolutorio.
Otros de los hechos fueron llamados telefóni-
cos, los que tampoco pudo acreditarse que hayan
sido realizados por el imputado, toda vez que, si
bien el Juez tuvo para sí que las llamadas prove-
nían del teléfono del imputado (ya que había sido
el número que él mismo había aportado en el trans-
curso de toda la causa) y que se dirigieron al telé-
fono de la denunciante, no podía tener certeza de
que la persona que habló haya sido el imputado y
no otra persona con su teléfono, duda que podría
también haber sido despejada si se hubiese conta-
do con la presencia de la denunciante.
Los restantes hechos imputados eran de similares ca-
racterísticas y, en todos, el Magistrado aplicó el bene-
ficio de la duda para decidir absolver al imputado.
Finalmente, el Juez CONDENÓ al Sr. Palacios
por un hecho que consistió en la grabación de un
mensaje de voz que el imputado le habría dejado
grabado a la denunciante en el que le decía: “pedazo
de puta relajada el allanamiento dio negativo sorete, estas
amenazas y lesiones dejá de inventar pelotudeces, listo está,
empezá a caminar derecho querida, porque te queda poco
con Santino, disfrutalo puta”.
En este supuesto, el Juez consideró que tenía
identificado claramente el lugar de partida de
la llamada y el lugar de recepción de la llamada.
Por otro lado, estimó que en este caso, sí podría
35
vincular al Sr. Palacios con la llamada toda vez que
del contenido de la grabación que habían escucha-
do, se habían referido circunstancias puntuales
ocurridas durante el transcurso de la causa, se re-
firió al hijo con nombre y apellido.
Entendió que este mensaje tuvo carácter amenazan-
te que el tipo penal requería para ser considerado deli-
to. Al momento del quantum punitivo, consideró que la
escala penal que correspondía por ese hecho eran ocho
meses, encontrando como atenuantes que el Sr. Palacios
había permanecido a derecho y como agravantes el in-
cumplimiento de las obligaciones que asumiera oportu-
namente al someterse a la suspensión de juicio a prueba.
También que el tipo de amenaza que había vertido afec-
taba a dos personas, una de ellas claramente indefensa,
el hijo. Consideró que debía ser de ejecución condicional
ya que no se había registrado nuevos hechos después de
los denunciados.
La decisión fue apelada por la Defensa, intervinien-
do en la resolución del recurso los integrantes de la Sala
I, Dres. Elizabeth A. Marum, Sergio Delgado y José Sáez
Capel, quienes el 14/10/16, resolvieron: “Revocar el punto
2 de la sentencia, dictada con fecha 27/06/2016 que luce a
fs. 300/307 en cuanto dispuso condenar a G. A. P, a la pena
de ocho (8) meses de prisión, en suspenso, por ser autor mate-
rial penalmente responsable del delito de amenazas simples,
previsto y reprimido por el artículo 149 bis del Código Penal
y que se habría cometido el día 26 de agosto de 2010 en per-
juicio de M. F, CON COSTAS y, en consecuencia, ABSOLVER
al nombrado del delito por el que fuera condenado.“
JUZGADO 3
“Legajo de juicio en autos: Potus Orellana s/ infr.
Art. 149 bis - C.P”.
Causa Nº 16096/16. Sentencia del 4/08/2016.
Fiscalía Nº 16 (Claudia Barcia).
Defensoría Nº 22 (Christian Brandoni Nonell).
En la presente causa, la Jueza de grado resolvió
CONDENAR al señor Potus Orellana a la pena de seis (6)
meses cuyo cumplimiento dejó en suspenso. Dentro de las
reglas a imponer en virtud de lo dispuesto en el art. 27 bis
del Código Penal, resolvió que debía fijar domicilio y comu-
nicar cualquier cambio, someterse al Patronato de Libera-
dos, cumplir con las citaciones que se le cursaren y realizar
un taller sobre violencia doméstica y perspectiva de género
que el Patronato de Liberados debiera determinar.
Para decidir así, tuvo en cuenta que el hecho imputado
había sido una amenaza que el Sr. Potus Orellana le habría
proferido a su ex pareja —con quien tenían un hijo en co-
mún— a quien habría tomado del cuello y le habría expre-
sado: “te voy a terminar matando porque sos una hija de puta”.
En este sentido, la Sra. Jueza expresó: “el hecho de ser
el único testigo presencial de los dichos amenazantes
36
del Sr. Potus Orellana, a la luz del sistema de valora-
ción de la prueba que nos rige, no es obstáculo para
fundar la existencia del hecho, cuando el testimonio tie-
ne las características con las que ya lo he descripto y existen
otros elementos de cargo que sostienen la versión”. Al
referirse al testimonio de la denunciante, la Jueza lo
consideró “brindado de forma sincera, sensibilizán-
dose frente al recuerdo de algunos episodios, comple-
to, detallado, y firme” (los destacados no se correspon-
den con la resolución original).
También apoyó sus fundamentos en el precedente
de la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal
“Amitrano, Atilio Claudios/ recurso de casación” —Causa
Nº 14243— respecto a la condena con la manifestación
de un testigo único, así como la cita del precedente del
Tribunal Superior de Justicia en la causa “Newbery Greve”.
La tipicidad objetiva de la figura de amenazas la
consideró probada con el testimonio de la denunciante,
que entendió que había sido corroborado por el personal
del Área de Violencia de Género de la Policía Metropoli-
tana, que habían intervenido en el caso.
También consideró probado el temor requerido en
la damnificada, debido a la denuncia que efectuó el día
del hecho.
Asimismo, entendió que la conducta desplegada por
el imputado había generado en la denunciante una limi-
tación en su esfera de autodeterminación, provocando
humillación y afectación de su dignidad, máxime que, al
tomarla del cuello, —cuestión que consideró probada—,
le había otorgado un mayor poder vulnerante y mayor
seriedad a las amenazas proferidas.
Por otro lado, respecto del aspecto subjetivo, tuvo
para sí, que se había acreditado que el Sr. Potus Orellana
había tenido conocimiento y voluntad de la realización
del hecho imputado.
El 18/11/2016, los integrantes de la Sala I, en virtud
del recurso de apelación interpuesto por la Defensa, re-
solvieron: “REVOCAR la sentencia recurrida, obrante a fs.
185/193, y, en consecuencia, ABSOLVER a M. F. P. O, de las
demás condiciones obrantes en autos, en orden al delito de
amenazas por el que fuera acusado, sin costas (arts. 2, 285 y
sgtes del CPP CABA, y art. 45 y 149 bis del CP).”
JUZGADO 5
“Gertosio, González, Adrián Oscar s/ infr. Ley
13.944 y art. 149 bis CP”.
Causa Nº 11347/16. Sentencia del 4/07/2017.
Fiscalía Nº 16 (Claudia Barcia).
Defensoría Nº 22 (Christian Brandoni Nonell).
En el presente juicio, se le imputaron al Sr. Gertosio
dos conductas:
1) El delito de incumplimiento de deberes de asisten-
cia familiar, por haberse sustraído de prestar los medios
indispensables a su hijo, desde marzo del 2012 hasta el 4
de julio del 2017.
2) El delito de amenaza simple por el presunto lla-
mado telefónico que habría realizado el imputado a
la denunciante el 29 de febrero de 2016, a las 22.33 hs.,
mientras ésta se encontraba en su domicilio de la calle
Sánchez de Loria de esta ciudad, y le habría dicho que
“era una pelotuda, una boluda, una mala madre, que le iba
a quitar al chico... que la iba a destruir, a arruinar, que la iba
a matar, y que iba a llegar hasta las últimas consecuencias,
que era una forra, una hija de mil puta, una madre ausente,
una mala persona, una resentida, y que todo lo hace para
arruinarle la vida”.
El MPF encuadró el accionar del imputado dentro de
un conflicto de “violencia doméstica”.
La Jueza de grado decidió ABSOLVER al Sr. Gertosio
por el delito de amenazas y CONDENAR por el delito
de incumplimiento de los deberes de asistencia fa-
miliar a la MULTA de SIETE MIL QUINIENTOS PESOS.
Para resolver de esta manera, la Magistrada utilizó
los siguientes fundamentos:
1) Para fundar la absolución respecto del delito de
amenazas entendió que no se habían probado las su-
puestas amenazas acaecidas el 29 de febrero del 2016.
Concluyó que sí se había acreditado el llamado telefó-
nico, pero lo que había quedado demostrado en la au-
diencia de juicio es que en ese momento había existido
una fuerte discusión, también se había probado que la
denunciante lo había insultado y amedrentado al impu-
tado y, para finalizar, la Magistrada valoró como “intere-
sante” la deposición de la Prosecretaria Jefe de la Oficina
de Violencia de Género de la Corte Suprema de Justicia,
quien “hizo énfasis en que la situación de análisis presen-
ta un riesgo bajo y no puede ser encuadrada en violencia de
género. Por el contrario, se trata de una conflictiva familiar
respecto del incumplimiento de deberes de asistencia para
con el hijo”.
En virtud de ello, entendió que debía primar el
estado de inocencia, dado que la situación narrada
generaba un estado de duda de cómo habían ocu-
rrido los hechos, por lo que debía estarse a lo más
favorable al imputado.
Por otro lado, argumentó que si bien no se habían
acreditado las expresiones , de todas maneras, éstas ha-
brían sido plasmadas en un estado de ira, ofuscación,
propia de una rencilla familiar, por lo que no adquirían
la entidad suficiente requerida por el tipo penal.
2) Los aspectos tomados en cuenta para fundar
la condena por incumplimiento de deberes de asis-
tencia familiar fueron los siguientes: que existía una
sentencia del 19 de abril del 2016, en sede civil que esta-
ba firme y que obligaba al imputado a abonar una cuota
mensual de tres mil pesos.
Que había quedado demostrado que el imputado te-
nía una excelente relación con su hijo, pero no obstante
ello, la Magistrada consideró que se había sustraído de
prestar los medios indispensables para su subsistencia.
“Ello, por cuanto durante el período de acusación, Alejandro
Ariel Gertosio no proporcionó vivienda, —el niño habita en el
domicilio de sus abuelos paternos—, no proveyó alimentos,
vestimenta, educación obra social o cualquier otro elemento
fundamental para el normal desarrollo e interés superior de
su hijo menor de edad...”.
Más allá de esto, la Magistrada expresó que, si bien
había podido acreditar durante ese lapso, en forma docu-
mentada, cuatro pagos de quinientos pesos ($500) cada
uno, la totalidad de ese monto no cubría las necesidades
básicas para la subsistencia del menor.
Luego, para fundar la condena, también se basó,
según su entender, que había existido dolo en el actuar
del imputado, por cuanto no le habían quedado dudas de
que Gertosio no solo conocía la situación generadora de
su deber de actuar, sino que además también tenía pleno
conocimiento de su capacidad económica para cumplir
con el mandato legal dada su posición de garante (por ser
padre del menor). No obstante, entendió la Jueza, se ha-
bía sustraído de cumplir su deber.
La mencionada resolución fue apelada por la De-
fensa del imputado, y el 22/11/2017, la Sala I resolvió
revocar la sentencia en cuanto a la condena por in-
cumplimiento de deberes de asistencia familiar y
ABSOLVER a Alejandro Gertosio.
JUZGADO 8
“Legajo de juicio en autos: Viale, Alan Tomás s/ infr.
Art. 149 bis - C.P”
Causa Nº 22070/15. Sentencia del 2/05/2017.
Fiscalía Nº 16 (interinamente a cargo de Lorena San
Marco).
Defensoría Nº 3 (María Andrea Piesco).
En la presente causa, la Jueza de grado, luego de
realizado el debate resolvió: “I. ABSOLVER a ALAN
TOMAS VIALE, de las demás condiciones personales obrantes
en autos, en orden al hecho por el cual fuera realizado un
desistimiento expreso de la acusación por parte del Mi-
nisterio Público Fiscal al momento de formular el alega-
to de clausura del debate llevado a cabo en las presentes
actuaciones el cual fue encuadrado en los términos del
art. 183 del Código Penal, ello a la luz del sistema acusatorio
que rige en el ámbito del presente procedimiento penal (art. 13
inc. 3 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Ai-
res y art. 244 del Código Procesal Penal de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires). II. CONDENAR a ALAN TOMAS VIALE, de
las demás condiciones personales obrantes en autos, en orden a
las conductas por las que mediase acusación del Ministerio Pú-
blico Fiscal; por considerarlo autor penalmente responsa-
ble de los hechos que fueron encuadrados legalmente en
los delitos de amenazas y privación ilegal de la libertad
37
a la luz de los arts. 141 y 149 bis. del Código Penal de la Nación;
a la PENA DE TRES (3) AÑOS DE PRISIÓN DE EFECTIVO CUM-
PLIMIENTO (arts. 5, 41, 45, 141 y 149 bis. del Código Penal, y
342, 343 y 345 del CPPCABA); III. CONDENAR a ALAN TOMAS
VIALE, a la PENA ÚNICA de CUATRO AÑOS y CINCO MESES
de PRISIÓN de EFECTIVO CUMPLIMIENTO, comprensiva de la
pena impuesta en el punto precedente y de la pena de un año
y cinco meses de prisión de ejecución condicional que fuera
impuesta en orden el delito de lesiones graves por el Tribunal
Oral en lo Criminal nº 15 en el marco de la causa 28162/2014,
el día 16 de junio de 2016 (arts. 12, y 58 del Código Penal), cuya
condicionalidad en este acto no se mantiene; IV. DISPONER la
conformación de un CUERPO INTERDISCIPLINARIO CON
ESPECIALISTAS EN LA TEMÁTICA VINCULADA A LA VIO-
LENCIA DE GÉNERO Y DOMÉSTICA, cuya integración se
decidirá oportunamente, el cual tendrá por finalidad que
el condenado ALAN TOMAS VIALE mientras cumpla la
pena privativa de libertad aquí decidida en un estableci-
miento del Servicio Penitenciario Federal, en el ámbito del
régimen de progresividad penal, sea abordado de manera más
eficaz en relación a la problemática que contextualizó los he-
chos por los cuales mediare acusación fiscal; debiéndose ela-
borar informes de manera trimestral que deberían ser
elevados inmediatamente a la sede de este Tribunal (Art.
1, último párrafo, de la ley 24660). V. Oportunamente,
EXHORTAR a las autoridades nacionales y/o locales que
se determinarán para que, en el ámbito de sus respecti-
vas competencias, arbitren los medios necesarios a fin
de que el plan de acción decidido en el punto dispositivo
IV., pudiera ser continuado extra-muros, siempre que su
necesidad y eficacia sea determinada por el cuerpo inter-
disciplinario conformado a tal efecto; con el objeto de brin-
dar un adecuado seguimiento y acompañamiento en relación
al abordaje de la temática de violencia de género y doméstica
que contextualiza los hechos por los que mediase acusación fis-
cal (arts. 7, 8, 9 y sgtes. de la CONVENCIÓN INTERAMERICANA
PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA
CONTRA LA MUJER “CONVENCIÓN DE BELEM DO PARA”). VI.
APLICAR LAS COSTAS PROCESALES (art. 342 y concordantes
del Código Procesal Penal de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires); VII. Oportunamente, DISPONER LA INMEDIATA DE-
TENCIÓN del imputado ALAN TOMAS VIALE en relación a esta
causa y ORDENAR se practique por Secretaría el cómputo de la
pena, debiendo —asimismo— fijarse la fecha de su vencimiento
(cfr. 1º párrafo del art. 310 del CPPCABA)”.
En el presente caso, el hecho atribuído a Alan Viale
fue el suceso denunciado por la Sra. D. R., quien manifestó
“que el día 25 de abril de 2015, a las 13.00 horas, en el interior
de su domicilio sito en la calle Tucumán de esta ciudad, su ex
novio, el imputado, le manifestó las siguientes frases: “no vas
a volver a trabajar con ese hijo de puta”, “donde consigas tra-
bajo, te lo voy a hacer perder”, “no te voy a dejar vivir en paz,
te voy a hacer quilombo en todos los trabajos” y “te voy a ma-
tar a vos y a tu familia no sabes con quien te estás metiendo”
(SIC), le arrebató el teléfono celular que tenía en sus manos y se
38
lo rompió, la agarró del cuello y le sacó las llaves del departa-
mento retirándose con las mismas dejándola encerrada; luego
que la nombrada le comentara que había conversado con su
antiguo jefe para retomar el trabajo que había abandonado”.
El juicio comenzó con el alegato de la Fiscalía, quien
expresó que el presente era un caso de “violencia doméstica y
de género”, pero que era sumamente grave ya que “la víctima
ya no está porque fue brutalmente asesinada y obviamente la
Fiscalía sabe que este hecho está siendo juzgado en otro Tribu-
nal pero casualmente quien está siendo juzgado por el femicidio
es la misma persona que está sentada hoy aquí Alan Viale...”.
La Jueza de grado, en su resolución comenzó por
expresar las “consideraciones generales que se tienen en
cuenta al momento de decidir”. En este acápite destacó que
el análisis que iba a realizar en la presente senten-
cia se haría con perspectiva de género, teniendo en
cuenta las premisas establecidas por la normativa nacio-
nal e internacional y respetando los estándares en ellas
pautados. Por ello, entendió que esta “amplitud probatoria”
respondía a la especialidad que caracterizan los asuntos
de violencia doméstica y de género.
Destacó que, en primer lugar, la Defensa había cues-
tionado la incorporación por lectura de las declaraciones
de la denunciante, citando el fallo de la Corte Suprema de
la Nación “Benítez” pero, sin embargo, no eran casos análo-
gos. Ello, toda vez que “se destaca que en el precedente citado
por la Defensa se incorporaron por lectura declaraciones de
testigos que no se presentaron a declarar en juicio y el Tribu-
nal había agotado todos los medios posibles para que lo hagan,
cuando en el presente caso la víctima lamentablemente no ha
podido comparecer al debate por circunstancias ajenas a su
voluntad. Recordemos que según la prueba acompañada por
la Fiscalía, existe un expediente en trámite que da cuenta de la
muerte de D. R., en el cual el imputado el Sr. Alan Tomas Viale
se encuentra detenido con prisión preventiva a exclusiva dis-
posición del Tribunal Oral en lo Criminal nro. 1 de Mercedes”.
Por lo expuesto y, teniendo en cuenta que la jue-
za de la etapa preliminar, al momento de decidir sobre
la admisibilidad de la prueba, había resuelto admitir la
prueba documental de los testimonios brindados por la
denunciante, consideró adecuado que a la hora de tomar
la decisión definitiva tendría en cuenta y valoraría los
mencionados testimonios.
Luego, en un segundo acápite analizó la prueba y la
materialidad de los hechos. Aquí tuvo en cuenta los testi-
monios de cargo de la Fiscalía: las vecinas que acudieron
ante el pedido de socorro y los gritos de la denunciante el
día de los hechos, el testimonio de Reynoso, el preventor
que acudió a raíz de los llamados al 911 y que pudo, según
lo declarado en el juicio, conversar con la denunciante el
día de los hechos; el testimonio de la madre de la damni-
ficada; el de un amigo que estaba al tanto del contexto de
violencia de la pareja y que mostró mensajes de su celular
enviados por la denunciante, donde relataba diversas si-
tuaciones de violencia ejercidas por el imputado.
 Todo ello llevó a la Magistrada a la conclusión de
que los testimonios de la víctima incorporados por lec-
tura —a raíz de su fallecimiento— eran contestes con la
totalidad de los relatos brindados en el debate.
También tuvo en cuenta “el registro del anteceden-
te condenatorio del imputado, en punto a analizar el
contexto y su comportamiento frente a la vida en ge-
neral, lo ligan y conectan, sin dudas, frente a una si-
tuación de violencia que anteriormente vivió, lo que
evidencia la resolución de conflictos derechamente
en las vías de hecho, es decir, de similar forma a como
resolver los problemas con la víctima en este caso. Si
bien este extremo, en modo alguno pretende volver a
analizar una conducta delictiva de parte de Viale que
ya ha sido juzgada, sirve como dato de entidad que
evidencia una coherencia por parte de aquél en su
modo de actuar violento. Esta circunstancia, es decir,
este dato de valor que utilizo lo hago al solo efecto de
ponderar el contexto y me llevan a entender su forma,
quizás habitual, de resolver los conflictos cotidianos.
Es que, es justamente este extremo algo que me preo-
cupa en cuanto al tratamiento carcelario de Viale, por
lo que habré de tratar este tema en un acápite separa-
do, pues no debe perderse de vista el fin de prevención
especial y general de la pena” (el destacado no se corres-
ponde con el original).
Por lo tanto, entendió que se encontraban probados
todos los extremos de la acusación, tanto respecto del
delito de amenazas como el de privación de la libertad
que había sufrido la denunciante el día de los hechos,
al haber sido encerrada por el Sr. Viale luego de haberla
amenazado y tomado del cuello.
Finalmente, y en cuanto a la graduación de la pena,
sostuvo que el mínimo mayor de los delitos ascendía, en
ambos casos, a los seis meses de prisión, siendo que en
el caso de los máximos, el delito de amenazas simples
ascendía a dos años de prisión, mientras que en el caso
de privación ilegal de la libertad era de tres años de pri-
sión, por lo que la pena a aplicar sería entre los seis me-
ses a cinco años de prisión.
Para el caso, entendió adecuada la aplicación de tres
años de prisión de efectivo cumplimiento “en vista a la to-
talidad de los hechos que han concursado en forma real entre
sí, pues más allá de haber sido beneficiado con el efecto sus-
pensivo en la condena anterior por el escaso monto aplicado,
las consideraciones realizadas de forma alguna me llevan a
inclinarme por tal modalidad de ejecución y apartarme del
encierro carcelario que se considera ajustado y propicio para
las características de este caso”.
Por lo tanto, dispuso que Alan Viale cumpla la
pena única de cuatro años y cinco meses de prisión de
efectivo cumplimiento, “comprensiva de la pena de tres
años impuesta por los hechos juzgados en este expediente y
de la pena de un año y cinco meses de prisión de ejecución
condicional que fuera impuesta en orden el delito de lesiones
graves por el Tribunal Oral en lo Criminal nº 15 en el marco
de la causa 28162/2014, el día 16 de junio de 2016 (arts. 12,
y 58 del Código Penal). Asimismo, se deja aclarado que la
condicionalidad decidida por el Tribunal Oral en lo Crimi-
nal nº 15 en el marco de la causa 28162/2014 no se mantiene,
no solo porque la cuantía total decidida por esta Magistrada
impide la acreditación de los extremos previstos en el art. 26
del CP, sino que la gravedad de los hechos y demás circuns-
tancias valorativas que fueron analizadas en el presente;
de forma alguna me inclinan a expedirme en tal sentido de
conformidad con lo pretendido por la Defensa en el alegato
de clausura en forma subsidiaria”.
Además de la mencionada pena ordenó otras medi-
das fundándose en el aspecto resocializador que tiene
los fines de la pena, “ello en función de la necesidad del
diagnóstico y pronóstico de reinserción social de Viale”.
Así, en su sentencia ordenó: “deberán elaborarse en
primer término un diagnóstico de situación, antes de co-
menzar con los informes de manera trimestral que deberían
ser elevados inmediatamente a la sede de este Tribunal, los
cuales sin dudas deberían ser tenidos en cuenta a la hora de
decidir la pertinencia de alguna de las medidas alternativas
al encierro carcelario previstas en la Ley 24.660 que pudiera
pretenderse en su oportunidad, más allá de los que sean ela-
borados por el organismo técnico-criminológico en vista a
su competencia reglamentariamente asignada que se man-
tiene. Aunado a ello, teniendo en cuenta las consideraciones
que se han tenido en cuenta en el presente acápite, exhortará
a las autoridades nacionales y/o locales que se determina-
rán oportunamente para que, en el ámbito de sus respectivas
competencias, arbitren los medios necesarios a fin de que el
plan de acción anteriormente decidido, pudiera ser conti-
nuado extra-muros. En tal sentido, se deja aclarado que la
necesidad y eficacia deberá ser determinada por el cuerpo
interdisciplinario conformado a tal efecto”.
La decisión fue apelada por la Defensa y confirma-
da por la Sala III, el 14/07/2017, por mayoría, votando en
disidencia el Dr. Sergio Delgado.
JUZGADO 10
“Rojo, Lucas Mariano s/infr.art. 149 bis del CP”.
Causa Nº 9393/16. Sentencia del 3/07/2017.
Fiscalía Nº 30 (Martín López Zavaleta).
Defensor: Abogado de la matrícula.
El señor Lucas Mariano Omar Rojo fue sometido a
juicio en virtud del requerimiento de juicio presentado
por la Fiscal, interinamente a cargo de la Fiscalía Nº 30
del fuero, Valeria Lancman, en orden al hecho que a con-
tinuación se transcribe:
“... se le atribuye a Lucas Mariano Omar Rojo la comi-
sión del hecho ocurrido el día 22 de junio de 2016, a las 7.45
horas aproximadamente, en la intersección de las avenidas
Garay y 9 de Julio de la C.A.B.A., ocasión en la cual le refirió
39
de manera intimidante a su ex pareja y madre de su hijo, I.
M. B. L., mientras se encontraban circulando a bordo de una
camioneta, frases de tenor amenazante tales como ‘sos una
mierda, te voy a hacer mierda, Fabrizio no te necesita, ya no
le das la teta, yo tengo a toda mi familia que me ayuda, vos
no tenés a nadie, nosotros le podemos dar todo’, ‘vos te hacés
la pelotuda y la vas a pasar mal, no sea cosa que andes por la
calle y te peguen un tiro en la pierna o te desfiguren la cara’
‘que no se va a ensuciar las manos, que tiene otras personas
para hacer eso pero la persona que lo hace enojar a él o a su
familia se van a acordar de los Rojo toda su vida’ y ‘que T. se
cuide pobre que anda en la calle’ al tiempo que le propinaba
golpes en la cabeza, sin llegar a lesionarla”.
Transcurrido el debate, el titular del Juzgado resol-
vió “I) CONDENAR al señor LUCAS MARIANO OMAR ROJO
... por considerarlo autor penalmente responsable del delito
de amenazas simples, previsto y reprimido por el artículo
149 bis, primer párrafo, CP, cometido en un contexto de vio-
lencia de género y doméstica, a la pena de NUEVE MESES
DE PRISIÓN EN SUSPENSO, debiendo cumplir durante el
plazo de DOS (2) AÑOS, las siguientes reglas de conducta:
1. Fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato;
2. Mantener un trato respetuoso con la señora I. M. B. L.; 3.
Continuar con el tratamiento psicológico que viene efec-
tuando en sede Civil; con más LAS COSTAS DEL PROCESO
(arts. 5, 26, 27 bis -incisos 1, 2 y 6 - 29 inc. 3, 40, 41, 45, 149
bis, primer párrafo del CPN y arts. 1, 245, 246 y 248 CPP-
CABA; Leyes 26.485 y la Convención Interamericana para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer
‘Convención de Belem do Para’).
Para decidir así, consideró que las circunstancias de
tiempo, modo y lugar en que había tenido lugar el hecho,
fueron relatadas con precisión por la denunciante, cuyo
testimonio se vio respaldado por las declaraciones testi-
moniales de los siete profesionales que tomaron contac-
to con ella al realizar la denuncia.
Agregó que durante la hora y media que duró su de-
claración se la notó coherente y su relato no tuvo contra-
dicciones, pese a la situación de angustia que refirió le
generaba revivir toda la situación. A criterio del Juez,
“ello denota una sujeción a la verdad por parte de la
testigo y, en consecuencia, dota a su declaración de
mayor grado de verosimilitud, en la medida que fue
capaz de mantener la misma versión de lo acontecido
en todo momento de su extensa declaración, incluso
al momento de responder las preguntas tanto de la
Defensa como del Fiscal, sin incurrir en vacilaciones
ni en contradicciones de ninguna índole, a pesar de la
fuerte carga emocional que la aquejaba, y del estado
de nerviosismo inherente al acto mismo de prestar
declaración, tal como se puede advertir del soporte au-
dio-video en que quedó registrado el debate oral”.
Por otra parte, fueron valorados por el Sr. Juez los
testimonios de una vecina y del portero del edificio
donde residía la denunciante, quienes tomaron
40
contacto con ella casi instantáneamente luego de
ocurrido los hechos. Ambos dieron cuenta del estado
de angustia y desesperación en el que se encontraba la
Sra. C. Luego, refirió “tenemos hasta acá una testigo direc-
ta, la víctima, que resulta creíble y coherente, dos testigos
indirectos que del mismo modo sostienen el estado que ella
refirió tener en esa oportunidad”
Asimismo, el Magistrado tuvo especial interés en
las declaraciones de los profesionales que intervinieron
una vez realizada la denuncia, principalmente aquellos
que asistieron psicológicamente a la denunciante, toda
vez que, en ellos, sostuvo la acreditación del contexto
violento en el que se encontraba inmersa la denunciante.
En este sentido, refirió: “además de los testigos indirectos
cercanos a la Sra. B. (C., C. y C.), contamos con los testimo-
nios de siete profesionales especialistas en la problemática
de violencia que, si bien con sus diferencias en cuanto a pre-
cisiones, declararon bajo juramento de decir verdad que al
momento de entrevistar a la Sra. B. advirtieron diversos in-
dicadores propios de las víctimas de violencia de género (cul-
pabilización, autoestima deteriorada, sometimiento, miedo,
angustia), y un estado de vulnerabilidad como consecuencia
de esas situaciones, que habían agravado su estado de base,
es decir, que se encontraba nuevamente frente a la situación
de afrontar una maternidad sola, atravesando un embarazo
no buscado, que tenía problemas económicos, no tenía lazos
con su familia de origen ni tampoco amistades”.
Cabe mencionar que la Defensa, al realizar su ale-
gato de clausura, criticó fervientemente la prueba testi-
monial aportada por la acusación y producida durante
el debate, considerando que las declaraciones resultaron
claramente parciales y reprodujeron el mismo discurso
teórico de la denunciante, pero no aportaron datos preci-
sos del hecho imputado.
Frente a dicho argumento, el Sr. Juez afirmó “toman-
do en cuenta también los relatos de los testigos de la Defensa
y su estrategia, se advierte la reproducción de un discurso
tradicional, que en los últimos años con las diversas modi-
ficaciones normativas tanto a nivel nacional como interna-
cional se viene intentando revertir. Sumado a estos cambios
normativos, se da un abordaje comprometido con la proble-
mática desde las prácticas judiciales, con profesionales que
integran equipos interdisciplinarios formados con perspecti-
va de género, que intentan revertir los viejos análisis simplis-
tas que partían desde la concepción del testigo único, como
imposibilidad de probar un hecho de esas características en
materia penal. Entiendo que asiste razón al Sr. Fiscal cuan-
do refiere que la Defensa enfatizó su estrategia en demostrar
que el Sr. Rojo es un hombre de bien, trabajador, responsable,
que no suele tener conflictos, que nunca tuvo denuncias en
su contra, en contraposición a una mujer conflictiva, mala
madre, que se encontraba sola en el mundo. Independiente-
mente de la imagen pública de cada persona en el ámbito
de su trabajo diario, no podemos desconocer que existe otra
realidad en el ámbito de la intimidad, y que contamos en la
actualidad con diversas herramientas de análisis para valo-
rar los testimonios de las mujeres que efectúan denuncias
por haber sufrido algún tipo de violencia por parte de hom-
bres, y más aún cuando ese tipo de violencia se da en ámbi-
tos domésticos, o en momentos en que se dificulta tener otras
pruebas directas del hecho, ya que generalmente se dan en la
intimidad del interior de una vivienda, o como en este caso,
en espacios cerrados donde no hay otras personas presentes”.
Con todo ello, concluyó “la prueba enunciada previa-
mente, valorada en su conjunto, teniendo fundamentalmen-
te en cuenta la línea jurisprudencial sobre los estándares
de valoración de la prueba en casos de violencia contra las
mujeres ante la imposibilidad de contar con testigos presen-
ciales del hecho, me llevan a arribar a un juicio de certeza
respecto de la existencia del suceso de amenazas denuncia-
do por la Sra. B., que tuvo lugar dentro de un contexto de vio-
lencia de género y doméstica, y que fue materia de juicio, así
como también, sobre la responsabilidad que le cabe al señor
Rojo en orden al mismo, a título de autor material”.
Señalado lo anterior, el Sr. Juez valoró los elementos
objetivos que le permitieron sostener que los hechos atri-
buidos al Sr. Rojo se insertaron en un contexto de vio-
lencia contra la mujer y en un ámbito doméstico.
En primer término, sostuvo “resulta pertinente aclarar
que para enmarcar un suceso en un contexto de violencia de
género no basta con la simple constatación de que la persona
sentada en el banquillo de los acusados sea hombre, y que,
en cambio, el sujeto pasivo del delito haya sido una mujer,
lo que obliga al juzgador a extremar los recaudos tendientes
a fundamentar la existencia del aludido contexto; máxime
cuando, tal encuadramiento impactará directamente en el
plano de la culpabilidad del autor, traduciéndose en un in-
cremento del injusto y en un mayor grado de atribución de
responsabilidad penal por su conducta”.
Así, en el caso, tras haber valorado la prueba produci-
da, refirió que de los testimonios escuchados surgían in-
dicadores objetivos claros que le permitían afirmar que la
intención del Sr. Rojo fue imponer su voluntad por sobre
la de la denunciante, en todas cuestiones atinentes al bebé
hijo de ambos, llevando a cabo una serie de conductas que
ponían a la nombrada en una situación de sometimiento
con la relación a él, fundamentalmente en la intimidad del
vínculo, “lo que constituye un indicio claro de que entre los mo-
tivos especiales del autor, obraba la idea de aprovechamiento de
la condición de desigualdad derivada del poder que podía ejer-
cer sobre la víctima, por su condición de madre soltera de dos
niños pequeños, habiendo atravesado el embarazo con diversos
problemas de salud y episodios de violencia que agravaron su
situación de vulnerabilidad, sus problemas económicos, y su si-
tuación particular de carecer de lazos familiares y de amistades
de contención, que la llevaban a someterse a las decisiones que
tomaba Rojo, en detrimento de las propias”.
Concluyó entonces, que “todos los elementos rese-
ñados dan cuenta de que efectivamente existía una rela-
ción desigual de poder entre el acusado y la víctima, que se
manifestó principalmente a través del ejercicio de violencia
psicológica en su contra”.
Al realizar el análisis de tipicidad, el Magistrado
afirmó que las frases exteriorizadas por el Sr. Rojo que
constituyeron el anuncio de un daño a la vida y a la in-
tegridad física de la víctima y de su hijo de siete años
de edad, eran injustas, graves y serias y ostentaban ido-
neidad atemorizante, en virtud de las circunstancias de
hecho y prueba sintetizadas previamente, que daban
cuenta que ambas víctimas se encontraban en un grado
de alta vulnerabilidad con relación al autor.
En el plano subjetivo, también tuvo por probado
que Rojo obró con la finalidad de amedrentar a la vícti-
ma, conforme lo exige la figura de amenazas simples.
Agregó que el delito fue cometido en un contexto de
violencia de género y doméstica, toda vez que “el compor-
tamiento desplegado por el acusado se insertó en una lógica
de violencia y exteriorizó a través de la modalidad de ejerci-
cio de violencia, cuanto menos, psicológica y física contra la
señora B., en tanto se tradujo en un efectivo daño emocional
por parte de la víctima, y evidenció instancias de insultos,
humillación, agresión física al menos en una oportunidad,
que causó un perjuicio a la salud psicológica de la víctima.”
Lo dicho fue encuadrado normativamente en las
disposiciones de la Ley 26.485 (art. 4, primer párrafo, y
art. 5) y de la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (art. 1
y 2, inc. a-, b-, c-, e- y g-).
Finalmente, al momento de mensurar la pena
impuesta consideró como agravante el contexto de
violencia en el que realizó la conducta atribuida
a Rojo, toda vez que, a su entender, dicho encuadra-
miento impactaba directamente en el plano de la
culpabilidad, traduciéndose en un incremento del
injusto y en un mayor grado de atribución de res-
ponsabilidad penal de la conducta.
En cuanto a la modalidad de cumplimento, seña-
ló los efectos perniciosos de una condena de efecti-
vo cumplimiento, agregando además “la necesidad
de atender al impacto que la imposición de una pena
de prisión podría generar en el grupo familiar del con-
denado y en particular, los intereses del hijo de un año
y medio de edad que el señor Rojo y la señora B. tienen
en común”, concluyendo que “resultaría disfuncio-
nal, afectaría el principio de trascendencia mínima
de la pena, y sería por demás desproporcionada des-
de todo punto de vista, la imposición de una pena de
prisión efectiva como la requerida por el señor Fiscal”.
Se destaca que el 20/10/17 la Sala III de la Cámara
de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas,
con votos de los Dres. Marta Paz y Pablo Bacigalupo,
confirmó la decisión adoptada. En disidencia emitió
su voto el Dr. Sergio Delgado.
La Defensa interpuso recurso de inconstitucionali-
dad, estando al 18/12/17 pendiente de resolución.
41

JUZGADO 12
“Legajo de juicio en autos Barrios, Hugo Alberto s/
infr. art. 149 bis, CP”.
Causa 10.435/15.
Fiscalía Nº 10 (Genoveva Cardinali).
Defensoría Nº 17 (Diego Calo Maiza -interino).
Los fundamentos de la resolución fueron dictados el
30/06/2016, y el juicio fue celebrado el 23/06/16.
La Fiscal, al momento de su alegato sostuvo que se
había acreditado que el día 12 de enero de 2015, a las 18.30
hs. aproximadamente, en la vivienda ubicada en Man-
zana X de la Villa 31 de esta Ciudad, el imputado Hugo
Alberto Barrios comenzó a efectuar gritos e insultos en
la puerta de rejas de dicha propiedad, manifestándole a
la Sra. C. L. “te voy a estar vigilando todo el día hasta que vos
salgas y te voy a matar”.
Por su parte, la Defensa del Sr. Barrios consideró que
no se había podido demostrar en el debate que la ame-
naza haya existido. Los testigos que declararon solo pu-
dieron sostener que había habido gritos e insultos, pero
ningún testigo había escuchado la supuesta amenaza.
En conclusión, solo quedó acreditado que existía un con-
flicto familiar, pero ello no podía convertirse en una pre-
sunción contra el imputado.
La Magistrada resolvió: “I. ABSOLVER a HUGO ALBER-
TO BARRIOS, cuyas demás condiciones personales obran en
autos, en orden al hecho que le fuera imputado en el marco
del presente expediente nº 10.435-01-00/15, y que fuera cali-
ficado legalmente bajo la figura contemplada por el art. 149
bis del Código Penal. SIN COSTAS [cfr. arts. 2; 248; 251; 342 y
concordantes del C.P.P.C.A.B.A.]”.
Para fundar su decisión, la Sra. Jueza sostuvo que
luego de haber efectuado una valoración de la prue-
ba producida en el juicio, no había podido arribar al
convencimiento exigido para el dictado de una sen-
tencia condenatoria, ya que la Fiscalía no había po-
dido respaldar con la prueba sus tesis acusatoria y,
por ende, no había logrado conmover la presunción
de inocencia de la que gozaba el Sr. Hugo Barrios.
Destacó que: “en el fallo “Newbery Greve” del Tribunal
Superior de Justicia, traído a colación por la Fiscalía, no se
sostuvo que la sola declaración de la presunta víctima en casos
de “violencia doméstica”, sin más y como regla, baste siempre
para sustentar una sentencia condenatoria. En efecto, allá se
afirmó que “el testimonio de la víctima en estos supuestos, tie-
nen en sí mismo valor de prueba para enervar la presunción
de inocencia y, a su turno, en atención al carácter especial de
quien presta testimonio en estas condiciones, ese relato even-
tualmente puede ser reforzado -y resulta recomendable que
así lo sea para otorgarle mayor verosimilitud y credibilidad a
la situación relatada -con otros elementos probatorios de ca-
rácter objetivo, corroborantes o periféricos...”.
42
En relación con ello, destacó que en el caso en estu-
dio, no se trataba de un hecho ocurrido en la intimidad,
ni en donde no hubiera otros testigos, sino que habién-
dolos, no habían comparecido al juicio.
Resulta por demás interesante lo que seguidamen-
te expresó en su resolutorio: “En otras palabras, que un
hecho pueda ser calificado como constitutivo de vio-
lencia doméstica, no implica que la acusación pueda
prescindir de su obligación de agotar los medios para
comprobarlo tal como ocurre con cualquier otro he-
cho, ni las obligaciones internacionales contraídas
por el Estado Argentino para combatir la violencia
contra las mujeres, autorizan a apartarse de las reglas
de la sana crítica para resolver sobre la situación pro-
cesal de un imputado. Esto no es una cuestión de “creer
o no creer” a la víctima, sino sencillamente, que el juez
no puede hacer descansar una condena en su subjeti-
vidad, en la impresión que le causó un testimonio, si
no puede objetivar dicha impresión en algo concreto.
Considero que en este caso se conocen más datos so-
bre el contexto de la relación existente entre Barrios y
L., que sobre el hecho en concreto por el que aquel fue
traído a juicio. Y en esto lleva razón la Defensa cuando
afirma que no se puede condenar a una persona por
su historia de vida o por el modo en que ha decidido
conducirla, sino por hechos puntuales, en tanto así lo
exige nuestra Constitución Nacional”.
Finalmente, destacó que la complejidad social y
humana de este caso excede absolutamente el mar-
co de un proceso penal, por lo que las discordancias
entre lo afirmado por el MPF y lo realmente sucedido
en el debate con la prueba producida, tornan inacepta-
ble que se intente compensar la falta de pruebas sobre
el hecho, con la afirmación de que se trata de un caso de
violencia doméstica gravísimo.
La Fiscalía apeló la sentencia y el 27/10/16, los in-
tegrantes de la Sala II, resolvieron confirmar la decisión
adoptada en primera instancia. Frente a ello, la Fiscalía
interpuso recurso de inconstitucionalidad, el cual, el
5/12/17 fue declarado inadmisible, motivando enton-
ces la interposición del recurso de queja. Finalmente, el
27/09/17, el Tribunal Superior de Justicia resolvió recha-
zar la queja interpuesta.
JUZGADO 15
“MENDIETA, Sergio Gabriel s/infr.art. 149 bis CP”.
Causa Nº 12.768/16. Sentencia del 26/12/2016.
Fiscalía Nº 18 (Claudio Silvestri —interinamente a
cargo—).
Defensor: Abogado de la matrícula.
El Sr. Juez resolvió, por un lado, ABSOLVER al
Sr. S. G. M. por el delito de desobediencia (art. 239
del CP), mientras que por la acusación seguida por
el delito de amenazas simples, resolvió CONDENAR-
LO a la pena de seis (6) meses de prisión de efectivo
cumplimiento, la que fue unificada en tres años, com-
prendiendo la pena de dos años y seis meses en suspen-
so oportunamente impuesta por el Tribunal Oral en lo
Criminal Nº 26, de esta Ciudad, en un proceso seguido
por el delito de portación atenuada de armas de guerra,
finalmente revocada. Asimismo, dispuso que el Sr. M.
continuara cumpliendo la medida restrictiva de arresto
domiciliario hasta tanto la sentencia adquiriera firmeza.
Para decidir de esta manera, el Magistrado conside-
ró que de las probanzas producidas, resultaba claro que
se encontraba frente a un caso de “violencia de género”,
toda vez que las frases probadas se efectuaron a través
de un llamado telefónico en el que intervino como emi-
sor el Sr. SGM y como destinataria, la Sra. MSR.
Hizo especial hincapié en las exigencias que debe
sortear el testimonio único para poder fundar en él la
existencia de un hecho, señalando que, aun cuando la frase
imputada al acusado había sido vertida telefónicamente y
escuchada únicamente por la denunciante, ello no impe-
día, si su testimonio ha sido creíble, coherente, verosímil,
consistente, persistente y sin fisuras, tenerla por acreditada.
Para ello, tuvo en cuenta que aquel testimonio fue co-
rroborado y reforzado por testigos que escucharon el rela-
to de lo acontecido. Por un lado, junto a la denunciante, al
momento del llamado, se encontraba una compañera de
trabajo. En este sentido, al valorar el testimonio de ésta úl-
tima, el Sr. Juez refirió que el mismo robusteció la credibili-
dad de los dichos de la denunciante, toda vez que la versión
de los hechos de ambas fue coincidente. Asimismo, tuvo
en cuenta el relato de una amiga de la denunciante a
quien ésta última le había contado lo sucedido el mis-
mo día en que ocurrió el hecho imputado.
Por otra parte, el Juez valoró la declaración tes-
timonial prestada por la denunciante en sede poli-
cial y que fuera incorporado por la lectura durante
el el desarrollo del debate así como también el infor-
me elaborado por personal de la Oficina de Asistencia a
la Víctima y al Testigo del MPF, donde se evaluó el caso
como de alto riesgo.
Concluyó entonces, que el plexo probatorio incor-
porado le permitió dotar de suficiente credibilidad y
verosimilitud al relato de la denunciante, que se vió re-
forzado por una testigo que se encontraba junto a ella,
los dichos de una amiga a quien le contó lo sucedido y,
fundamentalmente, por el testimonio de una profesio-
nal psicóloga que la entrevistó en una fecha cercana al
hecho y que pudo dar referencias de cómo concluyó que
el relato de la denunciante era verosímil.
En línea con lo mencionado, citó parcialmente el
voto de las Dras. Conde y Weinberg en el precedente
“Newbery Greve”.
Seguidamente, consideró que el hecho podía ser
subsumido en el concepto de violencia contra la
mujer, a la luz de las previsiones de la Convención
Americana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer, aprobada por el Estado
Argentino mediante la Ley 24.632.
Así, refirió que una amenaza de muerte proferida
por quien fue pareja de la denunciante, con quien, ade-
más, tuvo un hijo, podía ser enmarcada dentro del con-
cepto de violencia psicológica receptado en el art. 1 de la
citada ley. En este sentido, consideró que “la amenaza,
tal como había sido vertida, tuvo la entidad para pro-
vocar en la víctima una afectación seria y despropor-
cionada a como la misma frase podría haberla afecta-
do en otras condiciones”. De esta manera, concluyó que
“la categorización del hecho como de violencia contra
la mujer se sustenta no solo en la condición de géne-
ro de la víctima sino también en el contexto en que la
amenaza fue proferida, ya que fue emitida por su ex
pareja, con quien tuvo un hijo, en el marco de una si-
tuación de conflicto de larga data que se ve plasmada
en el trámite del expediente civil y que ha colocado a la
Sra. R en un estado de vulnerabilidad”.
En cuanto al encuadre típico de la conducta, el
Sr. Juez consideró que la frase “hija de puta, cucaracha
de mierda, me las vas a pagar yo voy a terminar con lo que
ustedes empezaron, la van a a pagar vos y B”, revestían la
idoneidad, gravedad o seriedad que exige el tipo penal
de amenazas para considerar vulnerada la libertad de
la víctima, toda vez que los males amenazados fueron
suficientes para generar temor en un persona promedio
y, más aún, en un contexto de hostigamiento y persecu-
ción como el que venía padeciendo la Sra. R.
En cuanto al encuadre subjetivo, el Sr. Juez refirió que
no existían indicios que permitieran poner en duda que M.
tenía conocimiento y voluntad de realizar el tipo objetivo.
Ahora bien, al analizar la imputación realizada
en orden al delito de desobediencia, el Sr. Magistrado
consideró que, a diferencia de la amenazas, respecto de
aquél, no contaba con prueba independiente al tes-
timonio de la denunciante que permitiera corrobo-
rarlo o reforzarlo y, en consecuencia, no era posible
vencer el estado de inocencia del Sr. M.
En primer lugar, tuvo en cuenta que la damnifica-
da refirió no haber visto al imputado directamente sino
a través de un espejo y sin haber abierto la puerta de su
vivienda. Ello, a criterio del Sr. Juez, arrojaba más dudas
que certezas, teniendo en cuenta el estado de constante
hostigamiento que la Sra. R venía sufriendo.
Por otra parte, consideró que, además del expedien-
te civil, no surgía que el imputado estuviera fehaciente-
mente notificado de la medida restrictiva que se le repro-
chaba haber incumplido.
Por último, el Magistrado refirió que, a su juicio, la
prohibición de acercamiento acordada por las par-
tes en el proceso penal no podía dar lugar a la co-
misión del delito de desobediencia. En este sentido,
43
señaló que dicha figura penal se aplica, siempre y
cuando, el incumplimiento de la restricción no tu-
viera una sanción específica, haciendo una interpre-
tación analógica con los eventuales incumplimientos
que pudieran darse en el marco del cumplimiento de
una condena de ejecución condicional o de una suspen-
sión del juicio a prueba.
Al momento de individualizar la pena impues-
ta, el Magistrado partió del mínimo de la escala penal
prevista, argumentando que en ese quantum se encon-
traba determinado, de por sí, la gravedad del ilícito. Asi-
mismo, considero que la pena debía ser cuantificada
teniendo también en cuenta el principio constitucional
de culpabilidad.
En torno a la circunstancias agravantes, tuvo
en cuenta que la amenaza guardó relación con actos de
violencia contra la mujer. Consideró que el tiempo de
hostigamiento alegado por la Fiscalía no sería tenido en
cuenta toda vez que por el segundo hecho imputado el
Sr. M había sido absuelto. Asimismo, consideró que la
Fiscalía no había fundado porqué el grado de afectación
que la amenaza había provocado en la víctima debía ser
tenido en cuenta para agravar la pena.
En cuanto a las atenuantes, el Sr. Juez valoró que el
Sr. M se presentó en el proceso cada vez que fue requeri-
da su presencia.
Al momento de imponer finalmente la pena, el
Sr. Juez analizó que, toda vez que el Sr. M contaba
con una condena previa, el método de unificación
debía ser aplicado. En este sentido, señaló que tenien-
do en cuenta que el Sr. M había incumplido con la con-
dición de no cometer nuevos delitos dentro del término
de cuatro años desde que adquirió firmeza la condena
anterior, sumado a sus condiciones personales y a las ca-
racterísticas del hecho, no encontraba argumentos de
peso normativos o vinculados a las circunstancias
especiales del caso que lo convencieran de aplicar
el método composicional debiendo sumarse enton-
ces ambas penas.
Por último, el Sr. Juez mantuvo la medida restrictiva
de arresto domiciliario que pesaba sobre el Sr. M hasta
tanto quedase firme la condena impuesta. Para ello, valo-
ró que la pena impuesta sería de efectivo cumplimiento
por lo que había riesgo que el Sr. M decidiera darse a la
fuga. Asimismo, tuvo en cuenta los motivos que llevaron
al Juez de la etapa preparatoria a imponer aquella medi-
da, consistentes en incumplimientos a medidas restric-
tivas menos lesivas.
La decisión fue apelada tanto por la Defensa como
por la Fiscalía. Entre varias cuestiones, los integrantes
de la Sala III, el 11/05/2017, resolvieron: “I. TENER POR
DESISTIDO el recurso de apelación interpuesto por la Fisca-
lía contra el punto I de la sentencia de fs. 200/16, en cuan-
to dispuso absolver a S G M , en orden al hecho calificado
como constitutivo del delito de desobediencia (art. 239 CP).
44
II. RECHAZAR el recurso de apelación interpuesto por la De-
fensa y, en consecuencia, CONFIRMAR la sentencia de fs.
200/16, en cuanto dispone en el punto II.- CONDENAR a S G.
M cuyas demás condiciones personales obran en autos, a la
pena de seis (6) meses de prisión de efectivo cumplimiento, y
las costas del proceso, por hal/arlo autor penalmente respon-
sable del delito de amenazas simples (arts. 29, inc. 3º, 45 y 149
bis, primer parrafo, del Código Penal”
JUZGADO 17
“A., J. M. s/infr.art. 149 bis CP”.
Causa Nº 18804/15. Sentencia del 3/05/2016.
Fiscalía Nº 18 (Mauro Tereszko).
Defensoría Oficial Nº 21 (María Lousteau).
En el caso se debatió la responsabilidad del Sr. A.
respecto de los siguientes hechos:
- El supuestamente ocurrido el 30/06/2015, alrede-
dor de las 16 hs, en momentos en que L. F. A. —hijo de J.
M. A. y D. E. C.— salía de la escuela Nº5, sita en Caseros
y Av. La Plata, por cuanto el imputado habría forcejeado
para llevarse al menor, luego de lo cual se le acercó a D.
E. C. y le habría referido: “te voy a fajar, cancerígena de
mierda” (sic). Acto seguido, al subirse D. E. C. a su auto junto
al menor y emprender su viaje, el imputado la persiguió con
su auto, encerrandola sobre la Av. Chiclana, luego de cruzar
Av. La Plata, momento en que la escupió y le refirió: ‘hija de
puta, ya vas a ver’” (sic).
- El ocurrido el 1/07/2015, alrededor de las 16.30 hs,
en las proximidades de la Comisaría 34 de la PFA, sita en
Quiles 456, por cuanto el imputado habría interceptado a
D. E. C. por la calle y le habría referido que “la iba a fajar
y ya iba a ver lo que le iba a pasar”, que “la iba a cagar a
trompadas y no sabía con quien se había metido”, “mirá el
quilombo que armás porque esta semana no te cogí”, “can-
cerígena de mierda”. El Sr. Fiscal encuadró las conductas
mencionadas en el artículo 149 bis, 1º párrafo, in fine, del
Código Penal de la Nación.
El Sr. Juez resolvió CONDENAR a J. M . A a la pena de
un (1) año de prisión de efectivo cumplimiento, conside-
rado que entre ambos hechos mediaba un concurso real.
Para decidir de esta manera, el Magistrado conside-
ró que el testimonio de la víctima se vió reforzado por
otros testigos presenciales de los hechos imputados. Así,
respecto del suceso ocurrido el 30/6/15 se había escu-
chado el testimonio del Sr. J. L. F., abogado y ex pareja de
la denunciante, quien le manifestó que ésta lo llamó por
teléfono y le refirió “este pibe está loco, me quiere matar, M.
me tiró el auto encima, me está persiguiendo con el auto, yo
voy con L”, y que al día siguiente, esto es, el 1/7/15, acom-
pañó a la Sra. D. E. C. en primer lugar, al colegio de su hijo
y luego, a la sede de la Comisaría Nº 34, oportunidad en
la que se hizo presente el imputado, quien le refirió las
frases a él atribuidas.
 Asimismo, el Sr. Juez valoró el testimonio brin-
dado por el Subdirector del Colegio, quien refirió que
el 30/6/15 presenció una discusión en la vereda del
establecimiento educativo, en la que decidió tomar in-
tervención toda vez que se estaba desarrollando frente
a los menores, confirmando en su relato la amenaza
imputada al Sr. A. Junto a ello, el Sr. Juez tomó en con-
sideración la declaración prestada por aquél durante la
investigación en la sede de la Fiscalía.
De igual modo, fueron valorados los testimonios del
personal policial que asistió a la Sra. D. E. C. cuando concu-
rrió a la comisaría, quienes confirmaron que aquél día se
había suscitado una discusión entre la nombrada y la pareja
del imputado, encontrándose éste a pocos metros del lugar.
Por otra parte, el Sr. Juez tuvo por acreditado el ries-
go del conflicto valorando las medidas restrictivas im-
puestas por el Juzgado Civil, consistentes en la entrega
de un botón antipánico y la prohibición de acercamiento
del Sr. A respecto de la Sra. D. E. C.
En resumen, la materialidad de los hechos impu-
tados fue corroborada por el Sr. Juez, no solo anali-
zando el testimonio de la denunciante, sino también
el de una serie de testigos, tantos directos como indi-
rectos, que reforzaron los dichos de la Sra. D. E. C..
Especial referencia merece el razonamiento efectua-
do por el Magistrado para encuadrar el caso dentro de un
conflicto de “violencia de género”. En este sentido, luego de
señalar dogmáticamente, mediante una cita doctrinal de la
profesora Elena Larrauri, que “factores económicos (falta de
independencia económica) y factores sociales (la atribución de
un fracaso) coadyuvarían a que la mujer se sintiese inerme fren-
te a la violencia doméstica y basase todas sus esperanzas en el
deseo que el hombre cambie”, el Sr. Juez afirmó que en el caso
“se cumple pues, el factor económico que se menciona, al consta-
tar por los dichos de la victima, quien en el debate manifestó que
día por medio realiza guardias nocturnas en el Hospital Churru-
ca, ya que del Sr. A. no recibe cuota alimentaria alguna”.
Luego de ello, el fallo enumera una serie de instru-
mentos nacionales e internacionales vinculados a la
promoción y protección de los derechos de la mujeres
víctimas de violencia de género y/o doméstica, entre
los que se encuentran la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
la Mujer (Belem Do Para) y la Ley Nacional Nº 26.485 de
Protección Integral a las Mujeres.
Finalmente, el Sr. Juez circunscribió el caso den-
tro de uno de violencia doméstica, con las siguientes
connotaciones: “los actos de violencia de A. hacia C., se
generaban en un contexto familiar, pues, existía un víncu-
lo entre ellos y un hijo en común, se puede aseverar con la
prueba aportada en la causa y en el desarrollo del juicio oral
y público que, las amenazas proferidas contra la víctima por
parte del condenado, se circunscriben en un contexto de vio-
lencia doméstica. Esta violencia se pone de manifiesto con
mayor claridad en el momento en que A. es anoticiado por el
colegio de la restricción de acercamiento. El condenado no
toleró la medida judicial impuesta a pedido de la víctima, por
lo que al tomar conocimiento de ello, se dirigió directamente
a la Comisaría 34º para continuar amenazando a C.”.
A mayor abundamiento, citó el art. 6 de la Ley 26.485
y transcribió parcialmente el voto en conjunto de las Dras.
Conde y Weinberg en el precedente del Tribunal Superior
de Justicia “Newbery Greve” en el cual las magistradas hicie-
ron especial hincapié, teniendo en cuenta la amplitud pro-
batoria receptada en nuestro sistema procesal, al conside-
rar las circunstancias especiales en las que se desarrollan
los actos de violencia y quiénes son sus naturales testigos.
Seguidamente, analizó en forma sintética el rol
de la mujer y la desigualdad frente al hombre, la di-
ficultad de la sociedad y del Estado para admitirla
como sujeto de derecho víctima de la violencia de
género y, por último, su estigmatización enemiga,
vinculado ello estrechamente con la creación de ti-
picidades eclesiásticas como la brujería.
Así, el Magistrado señaló que en la actualidad
aquél sistema de sometimiento no ha desapareci-
do completamente, debiendo ser revertido, entre
otras maneras, mediante el sistema de valoración
de la prueba, alertando que ello no implica relajar
los estándares de valoración de modo tal que perfo-
re el sistema de la libre convicción razonada.
Al analizar el encuadre típico de las conductas
atribuidas al Sr. A, el Sr. Juez refirió seguir los lineamien-
tos del Dr. Zaffaroni en torno al análisis de la tipicidad
y la función conglobante del tipo penal. En este sentido,
consideró que las frases proferidas causaron amedrenta-
miento en la Sra. C.
A su entender, los siguientes datos lo llevaron a con-
siderar que el bien jurídico tutelado se vio efectivamente
vulnerado:
• La noche del 30/6/15, la denunciante junto a su
hijo abandonaron su domicilio.
• Al día siguiente, la Sra. D. E. C. le solicitó a su
abogado y ex pareja que la acompañara a rea-
lizar una denuncia ante la Oficina de Violencia
Doméstica de la CSJN y luego a notificar de las
medidas restrictivas otorgadas por el Juzgado
Civil a la Comisaría 34º.
• El 2/7/17 la Sra. D. E. C. solicitó se le otorgara el
dispositivo electrónico “botón antipánico”.
• El temor de la Sra. D. E. C. se vio corroborado
con la presencia del Sr. A. en sede policial, al
momento en que aquella se dirigió allí a aportar
una copia de la medida restrictiva que pesaba
sobre el imputado.
En cuanto al tipo subjetivo y la comprobación del
dolo, el Magistrado refirió que A. conocía que sus frases
producirían temor y tuvo la voluntad de generar miedo.
45
 La idoneidad de las frases para producir la afecta-
ción al bien jurídico se comprobó considerando la acti-
tud tomada por la Sra. D. E. C. luego de haberlas recibido.
Por otra parte, consideró que el hecho de que el Sr. A.
hubiera pertenecido a una fuerza de seguridad, portando
armas para llevar adelante dicha tarea, coadyuvó a gene-
rar el temor infringido.
Finalmente, al analizar la sanción impuesta
consideró que la pena de un (1) año sería de efectivo
cumplimiento toda vez que no había transcurrido el pla-
zo de diez (10) años desde la primer condena impuesta
condicionalmente. Señaló que, si bien consideraba
poco fundadas las penas de corta duración y la
inconveniencia del sistema penal para resolver
conflictos intrafamiliares o de violencia de géne-
ro, el caso analizado resultaba ser una excepción y
la pena se presentaba como última ratio, siendo el
único remedio sancionatorio mediante el cual el
Estado ha podido intervenir, a fin de evitar even-
tuales violaciones a bienes jurídicos tutelados de
mayor jerarquía.
Cabe destacar que el fallo reseñado fue apelado por
la Defensoría Oficial, resultado designada para intervenir
en el recurso la Sala I de la Cámara de Apelaciones, la que
con el voto de la Dra. Marum y de los Dres. Vázquez y Saez
Capel, resolvió confirmar parcialmente la decisión
adoptada por el titular del Juzgado PCyF Nº 17, modifican-
do la sanción impuesta, reduciéndola a la pena de
seis (6) meses, lo que permitió incorporar al Sr. A. al
régimen de semidetención y sustituir la sanción por
la realización de trabajos para la comunidad. Para así
decidir, los integrantes de la alzada tuvieron en con-
sideración las condiciones personales del imputado
y, particularmente, el vínculo paterno filial.
JUZGADO 18
“Álvarez, Pedro Celestino s/infr.art. 149 bis, 150 y
183 del CP”.
Causa Nº 3661/15. Sentencia del 2/03/2017.
Fiscalía Nº 36 (Adrián Dávila).
Defensoría Oficial Nº 18 (Juan Ignacio Cafiero).
En el caso se debatió la responsabilidad del Sr. Pedro
Celestino Álvarez en los siguientes hechos imputados
por la Fiscalía:
• El del día 22 de enero de 2015, alrededor de las
12.00 hs, momento en el cual habría ingresado
junto a Pedro Daniel Álvarez al domicilio par-
ticular de la Sra. R. P., sita en la casa 29, de la
manzana XX de la Villa XX de Villa Soldati de
esta Ciudad, y ante la ausencia de la nombrada,
Pedro Celestino se constituyó en la casa de G. P.,
hermana de la denunciante y le habría referido:
“decile a tu hermana que la voy a matar”.
46
• Previo a retirarse, el Sr. Álvarez habría comenza-
do a rallar con un cuchillo el auto del padre de la
denunciante —marca Renault, modelo Megane
Scenic, dominio CPA— XXX-, pudiéndose obser-
var signos de inscripciones realizados con dicho
elemento para luego referirle al hijo de la denun-
ciante Daniel H. P., de 14 años de edad, “te voy a
llevar al infierno” mientras se guardaba el cuchi-
llo en el bolsillo y se retiraba del lugar.
• Ese mismo día, siendo alrededor de las 22.00
hs, los imputados (conforme la imputación de
la Fiscalía) volvieron a ingresar en el domicilio
de la Sra. R. P. P. y habrían comenzado a golpear
y a clavar elementos punzantes en la puerta de
ingreso de la habitación de la Sra. R. P. , lugar
en el cual se encontraba la nombrada junto a
sus dos hijos D. H. y T. G. —de 7 años de edad—,
mientras le habrían referido frases tales como:
“te vamos a enterrar viva, te vamos a cortar toda,
gorda prostituta, te voy a matar y te voy a degollar”.
• El día 28 de abril de 2015, siendo alrededor de
las 12.00hs, el acusado Pedro Celestino Álvarez,
interceptó a la damnificada R. P. en la vía públi-
ca, procediendo a correrla mientras extraía de
entre sus ropas un cuchillo, al grito de frases
tales como “te voy a matar”. La damnificada, fue
socorrida por una vecina, identificada como
Á. B., quien le permitió el ingreso a su vivien-
da para refugiarse, luego de lo cual, el acusado
comenzó a patear la puerta, para posteriormen-
te, al no encontrar a R.P., retirarse sin más del
edificio.
• Pasadas unas horas, encontrándose la damni-
ficada en su vivienda, salió hasta la puerta a
acompañar a sus hijos que se dirigían al cole-
gio, ocasión en la que mientras caminaban, a
unos veinte metros de distancia ya de la casa,
apareció Álvarez quien se dirigió hacia los
menores, momento en el que R. P., al advertir
su presencia, comenzó a gritar dando aviso al
personal de consigna que estaba en su propie-
dad, quienes procedieron a la aprehensión del
nombrado, y a su traslado a la Seccional Nº 36
por la presunta comisión de desobediencia, en
tanto, pesaba sobre él una prohibición de acer-
camiento respecto de su hermana.
El Sr. Fiscal, calificó los hechos descriptos como
constitutivos de los delitos de amenazas, violación de
domicilio y daños, previstos y reprimidos en los artícu-
los 149 bis, 150 y 183 del Código Penal.
Cabe señalar que, en el debate, solo se discutió la
responsabilidad del Sr. Pedro Celestino Álvarez, toda
vez que Pedro Daniel Álvarez, si bien se encontraba no-
tificado en su domicilio legal, de las citaciones cursadas
al domicilio real surgía que había mudado su domicilio.
Ello, motivó la solicitud de rebeldía por parte de la Fis-
calía, la cual fue rechazada hasta tanto no se tuviera cer-
teza del nuevo domicilio. Asimismo, el Sr. Juez resolvió
continuar con el debate, señalando que de ser habido el
Sr. Pedro Daniel Álvarez, debería llevarse a cabo un nue-
vo juicio en su contra. Finalmente, el 7/03/17 el nombra-
do fue declarado rebelde.
Al iniciar el debate, el Sr. Defensor solicitó respec-
to de Pedro Celestino Álvarez la suspensión del juicio a
prueba, considerando que, si bien el nombrado ya había
cumplido con una, la eventual pena a imponer sería de
ejecución condicional y no poseía antecedentes. Asi-
mismo, consideró que como los hechos por los que se
encontraba acusado Álvarez habrían sido cometidos du-
rante el plazo de cumplimiento de la probation, deberían
haberse aplicado las reglas del concurso. Por su parte, el
Sr. Fiscal se opuso a su concesión, entendiendo que los
hechos que motivaron el caso fueron tenidos en cuenta
oportunamente para solicitar la revocación de suspen-
sión del juicio a prueba que venía gozando el Sr. Álvarez,
que él había sido el fiscal del caso anterior y que enten-
día que los motivos no eran meramente técnicos o de in-
terpretación legislativa sino que consideraba necesario
que los hechos fueran debatidos en el juicio.
El Sr. Juez, finalmente, resolvió denegar la
suspensión de juicio a prueba, por lo que el Defen-
sor hizo reserva de recurrir dicha decisión y solicitó la
suspensión del juicio. Esta última solicitud fue recha-
zada por el Sr. Juez, quien manifestó que, teniendo en
cuenta la doctrina sostenida por el TSJ en los precedentes
“Benavidez” y “Benítez”, hacer lugar a la suspensión única-
mente implicaría dilatar la tramitación del caso. Agregó,
finalmente, que los motivos para proceder a la suspen-
sión del debate se encontraban legislados taxativamente
en el art. 238 del CPPCABA, no mencionándose allí el su-
puesto antes indicado.
Realizado el debate, el Sr. Juez de primera instancia
resolvió:
“ I.- DECLARAR la nulidad parcial del alegato del Sr.
Fiscal y en consecuencia ABSOLVER a PEDRO CELESTINO
ÁLVAREZ PERALTA, de las demás condiciones personales
obrantes en autos, del delito de violación del domicilio, por
el que fuera acusado por el Sr. Fiscal (arts. 73 y sstes. y 250
CPPCABA), SIN COSTAS. II.- ABSOLVER a PEDRO CELESTINO
ÁLVAREZ PERALTA del delito de amenazas en tres oportuni-
dades y daño, que concurren materialmente entre sí (art. 250
CPPCABA), SIN COSTAS. III.- CONDENAR a PEDRO CELESTI-
NO ÁLVAREZ PERALTA, a la pena de SEIS MESES de prisión,
cuyo cumplimiento será dejado en suspenso, como coautor
penalmente responsable del delito de amenazas simples -he-
cho del 22 de enero de 2015 a las 22:00 horas aproximada-
mente-, bajo las siguientes condiciones, que deberá cumplir
durante el plazo de DOS AÑOS: 1) fijar residencia y someterse
al cuidado del Patronato y 2) abstenerse de tomar todo tipo
de contacto con la denunciante Sra. R. P., su padre, Sr. Ma-
nuel Armando P. y sus hijos (arts. 26, 27 bis, 40, 41, 45 y 149
bis primer párrafo Código Penal), CON COSTAS (arts. 248 inc.
8) del Código Procesal Penal de la Ciudad de Buenos Aires y
29 inc. 3) del Código Penal). V.- MANTENER la consigna que
pesa sobre el domicilio de la denunciante R. P., en los mis-
mos términos que fuera dispuesta por el Sr. Fiscal”.
Para así resolver, el Sr. Magistrado consideró:
Luego de analizar el requerimiento de elevación a jui-
cio, el alegato de apertura y el alegato de clausura formu-
lado por la Fiscalía, el Sr. Juez resolvió declarar la nulidad
parcial de éste último considerando que se encontraba
afectado el principio de congruencia respecto del he-
cho imputado como ocurrido el 21 de febrero de 2015. Así,
estimó que luego de producida la prueba, la Fiscalía
había modificado el sustrato fáctico sostenido hasta
ese entonces, toda vez que no solo varió las condicio-
nes de modo, tiempo y lugar, sino que, incluso, alteró
el sujeto pasivo del delito imputado. En consecuencia,
sin perjuicio de señalar la buena fe con la que había actua-
do la Fiscalía, entendió que admitir el alegato final tal
como fue expuesto traería aparejado la afectación
real y concreta del derecho de defensa del imputado.
Ahora bien, respecto a la condena por el hecho que
se dio por probado como ocurrido el día 22/01/2015, alre-
dedor de las 22.00 hs., oportunidad en la que el Sr. Pedro
Celestino Álvarez ingresó junto a otra persona al domici-
lio de la Sra. R.P. y comenzó a golpear y clavar elementos
punzantes en la puerta de ingreso a la habitación de la
nombrada, lugar donde se encontraba ella con sus dos
hijos, mientras le refirió las siguientes frases: “te voy a
enterrar viva, te vamos a cortar a toda, gorda prostituta, te
voy a matar y te voy a degollar”, en primer lugar, el Sr. Juez
consideró que de la prueba prueba producida se des-
prendía, sin lugar a dudas, un contexto de violencia al
que denominó familiar.
Así, refirió: “resulta clara y contundente la fricción
que rige la relación fraternal entre los intervinientes. Esta
circunstancia se desprende, no solo de la propia causa que
hoy analizamos, sino también de la causa que tramitara
ante el Juzgado del fuero nro. 8, en la cual el Sr. Álvarez
fuera beneficiado con el instituto de la suspensión del
proceso a prueba, del expediente civil, a partir del cual se
dispusiera una prohibición de contacto entre los involu-
crados y de la causa correccional, que tuviera su inicio en
razón de los posibles incumplimientos por parte del im-
putado, a la manda judicial de no relacionarse con la Sra.
Romina P.”.
Asimismo, tuvo en cuenta “que en las causas que men-
cionara, específicamente del Juzgado del fuero nro. 8 y de la
Justicia Nacional, en ambas se adoptó un temperamento
liberatorio, en favor del Sr. Álvarez, por lo que no son utili-
zadas por el suscripto para dar por tierra con la presunción
de inocencia del nombrado, sino que enmarcan la situación
intrafamiliar que me toca dilucidar”.
47
 En cuanto al marco probatorio en el que fundó su de-
cisión, el Magistrado tuvo como válidos “los dichos de la
denunciante y la declaración de su hijo, D. H. P. en Cámara
Gesell, quién fue concordante con el relato de su madre. Am-
bos fueron contestes en la descripción circunstanciada de la
amenaza proferida por Álvarez y su acompañante.”
Asimismo, refirió haber tenido como dato rele-
vante para adoptar la decisión de condenar al Sr.
Álvarez, el audio del llamado al 911 efectuado por R. P.
la noche del 22 de enero de 2015 lo que, a su entender,
evidenció el temor padecido por la denunciante y que la
situación de inseguridad sufrida esa noche, fue el dispa-
rador que la motivó a efectuar dicho llamado y dar inter-
vención a las fuerzas de seguridad.
En cuanto al análisis de tipicidad de la conducta
atribuida, el Sr. Juez refirió que en la audiencia la Sra. P.
refirió haber sentido terror y que esas frases le dieron
miedo. De ello, a criterio del Magistrado, se desprendía la
afectación al bien jurídico protegido por la norma, sien-
do éste la libertad.
Finalmente, el Sr. Juez concluyó que “la frase profe-
rida por Pedro Celestino Álvarez Peralta, en el contexto en
que fue vertida, causó una intimidación en el ánimo de la
denunciante quien temió por la concreción de un daño en
su persona, intereses o afectos, —hijos—, así como también
tal hecho ha producido una alteración, un cambio de hábi-
tos en la vida diaria de su familia —implementación de la
consigna policial, botón de pánico—, temiendo que la frase
amenazante, que he tenido por probada, se concretase y ello
es precisamente, lo que el legislador nacional ha tenido en
cuenta para reprimir conductas de esta naturaleza”.
Al analizar el hecho imputado como ocurrido el
22/01/2015, alrededor de las 12.00 hs., en el que confor-
me la acusación, el Sr. Álvarez se habría constituido en la
casa de la hermana de la denunciante y le habría referido
“decile a tu hermana que la voy a matar”, el Sr. Juez señaló
que aquél no pudo ser demostrado.
En este sentido, refirió que la única testigo presen-
cial de dicho suceso fue la hermana de la denunciante y
que su testimonio no pudo ser oído durante el debate. Sin
perjuicio de la ausencia señalada, el Magistrado conside-
ró que se podría haber recabado mayor información que
diera certeza al hecho imputado. En este sentido, valoró
que los dichos del padre de la denunciante, de la propia
R. P. y de su hijo en Cámara Gesell, resultaron endebles
y no lo conmovieron. En este sentido, concluyó que “las
tres personas que depusieron al respecto, no fueron testigos
presenciales, ni pudieron aportar mayores datos para dar por
sentada, con la fuerza que en este estadio se requiere, la im-
putación que recayera sobre Álvarez”.
En cuanto a la amenaza de la que fue supuestamen-
te víctima el hijo menor de la denunciante, el Sr. Juez re-
firió que solo se contaba con el testimonio del niño y que
el mismo no había sido claro, toda vez que su relato “iba
y venía” en definiciones de tiempo, modo y lugar, siendo
48
muy confuso. Sumado a ello, no se contó durante la au-
diencia con ningún otro testigo presencial.
Al analizar la imputación por el daño presuntamen-
te provocado al vehículo del padre de la denunciante,
el Sr. Juez refirió tener similares argumentos, toda vez
que, si bien el niño refirió haber visto personalmente al
imputado rayando el automóvil de su abuelo, no pudo
ubicar en tiempo y espacio el suceso. Por otra parte,
consideró que la pericia que daba cuenta de marcas de
rayaduras recientes no era suficiente para imputárselas
al Sr. Álvarez.
En cuanto a la amenaza del 28 de abril de 2015 alre-
dedor de las 12.00 hs., consistente en que Álvarez habría
interceptado a la denunciante en la vía pública, proce-
diendo a correrla, mientras extraía de entre sus ropas un
cuchillo y le profería la frase “te voy a matar”, el Magistra-
do afirmó que tampoco se pudo demostrar la materiali-
dad del hecho investigado, ni la autoría en cabeza del im-
putado. En este sentido, refirió que “las declaraciones de R.
P. y de Á. B., oídas durante el transcurso de la audiencia de
debate, carecen de precisiones y exactitudes respecto a cómo
se sucedió el presunto hecho de amenazas de la que habría
sido víctima R. P., aquel 28 de abril de 2015 por la mañana”.
Respecto de este último hecho, el Sr. Juez resaltó las
contradicciones existentes entre el relato de la denun-
ciante durante la audiencia, principalmente en lo refe-
rente a la existencia del cuchillo, y la acusación realizada
por la Fiscalía.
Asimismo, refirió que los gendarmes que se encon-
traban de consigna en el domicilio de la denunciante
fueron contestes en afirmar que no vieron ninguna si-
tuación violenta ni fuera de lo común.
El Sr. Juez, concluyó que su impresión del de-
bate fue la de encontrarse frente a un contexto con-
flictivo, pero que sin perjuicio de ello, los hechos
analizados no han podido ser demostrados.
Por último, al momento de individualizar la sanción
impuesta, el Sr. Juez refirió genéricamente haber tenido
en cuenta:
• La naturaleza del hecho.
• Los medios empleados para ejecutarlos.
• La extensión del daño y el peligro causado.
• Las circunstancias personales y la impresión
recogida durante la audiencia de debate.
• Que el imputado no registraba sentencias
condenatorias.
• La actitud posterior al delito adoptada por el Sr.
Álvarez.
La sentencia fue apelada, tanto por el MPF como por
el MPD. El 8/11/2017, los Jueces integrantes de la Sala I
de la Cámara de Apelaciones resolvieron: “I. TENER POR
DESISTIDO el recurso de apelación Fiscal en cuanto se di-
rigió a impugnar el punto II de la sentencia respecto de la
absolución de P. C. Á. P, en relación al hecho consistente en
haber interceptado, el 28/4/2015 alrededor de las 12,00 hs.,
a R. P, corriéndola mientras extraía un cuchillo de su ropa,
gritándole frases como “te voy a matar” y, en consecuencia,
absolver por el presente hecho. II. CONFIRMAR el punto II de
la sentencia recurrida, en cuanto absolvió a P. C. Á. P, por
el hecho consistente en haber ingresado, el 22/1/2015 alre-
dedor de las 12,00 hs., junto a P. D. Á, al domicilio de R. P.
P, y, ante su ausencia, concurrir a la casa de G. P, y referirle
“decile a tu hermana que la voy a matar”, luego, previo a re-
tirarse, comenzar a rallar con un cuchillo un auto –Renault
Megane Scenic Cámara de Apelaciones en lo Penal,Contra-
vencional y de Faltas, ***-***-. En esa misma oportunidad,
referirle a D. H. P. M, “te voy a llevar al infierno”, mientras se
guardaba el cuchillo en el bolsillo y se retiraba del lugar. III.
REVOCAR el punto III de la sentencia recurrida, en cuanto
había condenado a P. C. Á. P, por el hecho consistente en
haber ingresado, junto con otra persona, en el domicilio de
R. P., golpear y clavar elementos punzantes en la puerta de
ingreso de su habitación, y referirle: ´te voy a enterrar viva, te
vamos a cortar toda, gorda prostituta, te voy a matar y te voy
a degollar´”, que había sido calificado como constitutivo del
delito de amenazas simples y DISPONER la ABSOLUCIÓN en
relación a este hecho”.
“Martire, Sebastian Alejandro s/art. 52 CC”.
Causa Nº 21333/15. Resuelta el 12/07/2017.
Fiscalía Nº 32 (a cargo de María Laura Ruiz).
Defensoría Oficial Nº 11 (Mariana Salduna).
En el caso, se debatió la responsabilidad del Sr. Mar-
tire en tres hechos calificados por la Fiscalía como cons-
titutivos de la figura contravencional de hostigamiento.
Abierto el debate, la Fiscalía solicitó el traslado por la
fuerza pública de la denunciante y su madre, alegando
un supuesto temor en las nombradas de presentarse a
juicio. Dicha medida fue cuestionada por la Defensa del
Sr. Martire, manifestando que la medida resultaba des-
proporcionada. Finalmente, el Sr. Juez rechazó la peti-
ción fiscal y dispuso continuar con el debate.
Durante el juicio prestaron declaración testimonial
diversas personas. Sin embargo, ninguna de ellas refirió
haber sido testigo presencial de los hechos debatidos.
Al momento de formular el alegato de clausura, la
representante del Ministerio Público Fiscal consideró
que teniendo el cuenta el deber de objetividad que pe-
saba sobre su labor, correspondía solicitar la absolución
del imputado. En este sentido, refirió que “ante la negativa
del traslado por la fuerza pública, la Fiscalía tomó las me-
didas para establecer la integridad física de C.”, pudiendo
comprobar que la denunciante se encontraba bien y que
era su voluntad no presentarse al juicio. Agregó, que “más
allá de los dichos de los padres, que entiende que no fueron
deficientes porque son sus padres, las únicas personas ajenas
fueron las licenciadas de la OVD y la maestra, quien pudo dar
cuenta de una circunstancia que rodeó al hecho y no del he-
cho en concreto. La única fue la licenciada Gross, pero solo
tenemos los dichos de una persona que tuvo contacto una
vez con la denunciante, lo que hace poco posible que el juez
pueda tener por probado un hecho de estas características.”.
Finamente, el Sr. Juez refirió que en virtud del pedi-
do fiscal, teniendo en cuenta el fallo “Tarifeño” de la Corte
Suprema y el fallo “Pariasca” del Tribunal Superior de
Justicia, así como la última parte del art. 244 CPPCABA,
de aplicación supletoria,  resolvía absolver a Alejandro
Sebastián Martire.
En virtud de la sentencia absolutoria, el 7/08/2017
se dispuso el archivo de la presente causa.
JUZGADO 20
“Duarte, Hernán Humberto s/infr.art. 149 bis, 150 y
183 del CP”.
Causa Nº 12894/12. Sentencia del 6/10/2015.
Fiscalía Nº 20 (Juan Rozas).
Defensoría Oficial Nº 4 (Sebastián Zanazzi).
En el caso, se debatió la responsabilidad del Sr.
Hernán Humberto Duarte en el hecho imputado por la
Fiscalía como ocurrido el 2 de abril de 2012, a las 21.30
hs. aproximadamente, oportunidad en la que el nom-
brado le habría referido a la Sra. M. A. R., pareja y ma-
dre de su hijo, mediante un llamado teléfonico: “hija de
puta, te voy a matar porque te llevaste a mi hijo, donde te
cruce te voy a pinchar, o fijate que no te apuñalen por la
espalda”. La Sra. R. se encontraba en ese momento en su
domicilio, recibió el llamado en su teléfono celular y
éste habría sido realizado desde la línea telefónica cuya
titular era la madre del imputado (conforme lo sostuvo
la acusación).
Ahora bien, el caso presentó la particularidad de que
la denunciante, al momento de llevarse a cabo el juicio,
se había reconciliado con el Sr. Duarte.
En su alegato de clausura, la Fiscalía señaló que
no existían dudas de que se trataba de un caso de
violencia de género o doméstica, lo que obligaba a los
operadores jurídicos a tener una sensibilidad jurídica
especial. En ese sentido, hizo referencia al precedente
jurisprudencial “Newbery Greve” y las pautas de valo-
ración probatoria en él señaladas. Agregó que los pro-
tagonistas del conflicto, en la actualidad estaban tran-
sitando el período denominado de luna de miel, el cual
se caracteriza por la promesa de cambio, lo que lleva a
la denunciante a querer perdonar al imputado y tratar
de que el caso no continúe.
Por su parte, la Defensa alegó que en el caso se
vio afectada la garantía de ser juzgado dentro de un pla-
zo razonable, que la acusación solo encontraba sostén
en el testimonio de la denunciante, a quien hubo que
49
recordarle constantemente los hechos, incorporando
por lectura las declaraciones que prestó durante la in-
vestigación preliminar. Asimismo, criticó la afirma-
ción de la Fiscalía respecto a que se trataba de un
caso de violencia de género o doméstica, toda vez
que la Sra. R. no tenía ninguna dependencia res-
pecto a Duarte.
Finalmente, la Sra. Jueza resolvió “I.- CONDENAR
AL SR. HERNAN HUMBERTO DUARTE, D.N.I. 28.305.210,
de las demás condiciones personales obrantes en autos, por
considerarlo autor materialmente responsable del delito de
amenazas simples, A LA PENA DE SEIS MESES DE PRISIÓN
DE CUMPLIMIENTO EFECTIVO, resultando de aplicación lo
normado por los artículos 5, 40, 41, 45, 149 bis del Código
Penal de la Nación; II.- INCORPORAR al Sr. Duarte al régi-
men de semi-detención y SUSTITUIR la pena de seis meses
de prisión de efectivo cumplimiento por la realización de mil
ochenta horas (1080) de trabajos comunitarios, fuera de sus
horarios habituales de su actividad laboral, a cumplimentar
en dieciocho meses, quedando su control a cargo del Patro-
nato de Liberados del Poder Judicial de la Ciudad Autóno-
ma de Buenos Aires (arts. 35 inc. e) y 50 de la Ley 24.660);
III.- CON COSTAS (art. 343 C.P.P.); IV.- NO HACER LUGAR a
la prisión preventiva ni a las medidas restrictivas solicitadas
por el Sr. Fiscal respecto del Sr. Duarte.”
En sus fundamentos, la Sra. Jueza afirmó que la
Sra. R. se encontraba inmersa en lo que se denomina
“círculo de la violencia”. Ello, a su entender se desprendía
claramente de los testimonios brindados por los funcio-
narios de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte
Suprema, las licenciadas de la Oficina de Asistencia a la
Víctima y al testigo del MPF, la denunciante e incluso del
relato de la propia madre del imputado.
En este sentido, resaltó que las Licenciadas Aumann,
Scarfo, Console y la Dra. Del Bono sostuvieron que de
las entrevistas con la denunciante podían concluir que
se encontraba inmersa en un círculo de violencia, en el
que se producen episodios de violencia verbal y/o física,
luego separaciones y seguido de períodos de reconcilia-
ción denominados “luna de miel”.
Sumado a ello, refirió que surgía claro de un frag-
mento de la declaración de R. que, si bien el hecho en su
momento le pareció grave, luego de concurrir a un grupo
de mujeres víctimas de violencia familiar pensó “no es
tan grave mi hecho, si bien fue una amenaza por teléfono, no
es que me paró por la calle, ni me puso un arma en la cabeza,
ni me cruzó un auto que me iba a pisar” (sic.).
Así, concluyó que era claro y evidente que R. se
encontraba inmersa en el círculo de la violencia, que
por estar desde hacía un mes y medio reconciliada
con el imputado, el hecho en cuestión, que alguna vez
la determinó a denunciar a Duarte, lo minimizaba e
intentaba olvidarlo. Para la Magistrada, era notorio
que la denunciante naturalizaba la violencia e inten-
taba analizar el pasado con una mirada parcial, que no
50
se condecía con la realidad de lo que sucedió el 2 de
abril del año 2012.
Seguidamente, señaló que en este tipo de ca-
sos, la cuestión más problemática resultaba ser la
prueba, toda vez que los hechos solían darse en un
contexto de intimidad o en una situación donde las
únicas personas presentes son la denunciante y
el imputado. Sin embargo, adujo que no era ese el
supuesto ventilado durante el debate ya que junto
a la Sra. R., al momento de recibir el llamado tele-
fónico endilgado al Sr. Duarte, se encontraba una
amiga, la cual declaró en el juicio.
Resaltó que, a diferencia del los precedentes juris-
prudenciales “Newbery Greve” y “Taranco” del Tribunal
Superior de Justicia, en el caso la denunciante no sentía
ser víctima de violencia doméstica por haber recom-
puesto su relación con el imputado, siendo su deseo
que el juicio no se realizara y resolver el caso median-
te algún método alternativo de solución de conflictos.
A su entender, dicha circunstancias determinó que la
Sra. R., sujeto pasivo del delito, minimizara el hecho,
pretendiendo que fuera tomado como una pelea más
de pareja.
A continuación, la Magistrada afirmó que, por
tratarse de un delito de acción pública, la voluntad
de la víctima no tenía en el sistema ningún tipo de
relevancia jurídica en cuanto al ejercicio de la ac-
ción penal.
Sin perjuicio de ello, la Jueza de grado señaló: “no
existe posibilidad de que dichas circunstancias puedan tener
algún tipo de incidencia a esta altura del proceso, ya que lo
que cobra significado es la prueba producida en el juicio que
lleva a afirmar con certeza apodíctica que el Sr. Duarte llevó
a cabo la conducta, antijurídica y culpable que le imputa el
Ministerio Público Fiscal, es decir que se encuentra acredita-
da la materialidad del hecho”.
En cuanto a la valoración del testimonio de la denun-
ciante, la Sra. Jueza refirió que, si bien la Sra. R. se
mostró reticente a dar detalles, evasiva y que cons-
tantemente intentaba minimizar el hecho, lo cierto
es que dijo recordar “más o menos” un fragmento de
la frase imputada a Duarte. En este sentido, la Ma-
gistrada hizo hincapié en que, hasta ese momento,
no se había incorporado por lectura la declaración
prestada por R. durante la investigación.
Por otra parte, la Sra. Jueza reforzó la valora-
ción del testimonio de la denunciante con los di-
chos de una amiga de ella, que si bien no recordó
con exactitud el día y el horario en que se habría
realizado el llamado, manifestó haber estado junto
a aquélla. Asimismo, tuvo en consideración las de-
claraciones prestadas por los profesionales perte-
necientes a la OVD y que intervinieron al momento
en que R. se presentó a realizar la denuncia que dio
origen el caso.
 Al analizar el encuadre típico de la conducta impu-
tada, la Jueza afirmó que se había acreditado una afec-
tación considerable al bien jurídico tutelado por el
art. 149 bis CP. A su entender, ello se desprendía de las
siguientes circunstancias:
• Luego del hecho, la denunciante se quedó unos
días en la casa de una amiga.
• Fue a la OVD a realizar la denuncia.
• Solicitó en dicha oportunidad mantener reser-
vado el domicilio en el que se estaba alojando,
lo que volvió a hacer al presentarse a declarar
ante la Fiscalía.
• Se fue a la Ciudad de Mar del Plata con la madre
del imputado hasta que se calmara la situación.
En cuanto al tipo objetivo, la Jueza afirmó que la
frase anunciaba un mal, un daño de carácter injusto, el
cual no debía ser soportado por la denunciante. En este
punto, la Magistrada aclaró que “si bien la Sra. R. dijo que
en el momento el hecho le causó risa, luego dijo que unas
horas después, al otro día, sintió que pudo haber sido una
amenaza y haber sentido temor. Esto último se condice con
su reacción de haber concurrido a denunciar el hecho ante
la Oficina de Violencia Doméstica de la C.S.J.N. Resulta
evidente que la denunciante en ese momento se encontraba
atemorizada y buscaba protección por sentirse víctima de
una situación de violencia doméstica, sino no se explica por
qué concurrió a una oficina especializada y no denunció el
hecho por las vías ordinarias tales como la concurrencia a la
Comisaría de la zona o ante alguna de las Oficinas del MPF
destinadas a tal efecto”.
Por último, la Sra. Magistrada consideró que por
tratarse de frases vertidas en un contexto de violencia
doméstica de larga data, no resultaba aplicable la hi-
pótesis señalada por la Defensa en cuanto a que las
amenazas efectuadas en el fragor de una discusión
resultaban atípicas. Así, resaltó que el hecho juzga-
do no debía valorarse como un hecho aislado, como
una frase dicha por impulso, como un exabrupto que
debe minimizarse, sino que fue un episodio dentro
de un cuadro de situaciones de violencia.
Al momento de individualizar la sanción im-
puesta, la Sra. Jueza refirió genéricamente haber teni-
do en cuenta las circunstancias económicas, sociales
y culturales del imputado y la falta de empleo formal.
En cuanto a la modalidad, refirió que al poseer un an-
tecedente, la pena sería de efectivo cumplimiento. Sin
embargo, teniendo en cuenta el efecto contrapro-
ducente de la penas de corta duración, resolvió
incorporar al Sr. Duarte al régimen de semideten-
ción, convirtiendo los seis (6) meses impuestos en
mil ochenta (1080) horas de trabajos comunitarios.
Por último, la Sra. Jueza resolvió rechazar el pedido
de prisión preventiva formulado por la Fiscalía, fundado
en un eventual peligro de fuga, por entender que no exis-
tía tal peligro toda vez que la pena impuesta, si bien era
de efectivo cumplimiento se había incorporado a Duarte
al régimen de semidetención. Asimismo, en cuanto al
resto de las medidas solicitadas (exclusión del hogar y
prohibición de acercamiento del Sr. Duarte respecto a
la Sra. R.), la Magistrada consideró que tampoco resulta-
ban procedentes toda vez que ninguna de ellas tendía a
limitar el peligro alegado, sino que se trataba de medidas
tendientes a garantizar el normal desarrollo del proceso.
La mencionada sentencia fue apelada por la De-
fensa y por la Fiscalía interviniente. El 10/02/2016, los
Jueces integrantes de la Sala I resolvieron: “CONFIRMAR
la sentencia recurrida, en cuanto resolvió: I.- CONDENAR
AL SR. HERNAN HUMBERTO DUARTE, D.N.I. 28.305.210,
de las demás condiciones personales obrantes en autos, por
considerarlo autor materialmente responsable del delito de
amenazas simples, A LA PENA DE SEIS MESES DE PRISIÓN
DE CUMPLIMIENTO EFECTIVO, resultando de aplicación lo
normado por los artículos 5, 40, 41, 45, 149 bis del Código
Penal de la Nación; II.- INCORPORAR al Sr. Duarte al régi-
men de semi-detención y SUSTITUIR la pena de seis meses
de prisión de efectivo cumplimiento por la realización de mil
ochenta horas (1080) de trabajos comunitarios, fuera de sus
horarios habituales de su actividad laboral, a cumplimentar
en dieciocho meses, quedando su control a cargo del Patro-
nato de Liberados del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires (arts. 35 inc. e) y 50 de la Ley 24.660); III.-
CON COSTAS (art. 343 C.P.P.); IV.- NO HACER LUGAR a la pri-
sión preventiva ni a las medidas restrictivas solicitadas por
el Sr. Fiscal respecto del Sr. Duarte”.
“Santiago Cedeño, Andi Arquímedes s/infr.art. 149
bis del CP”.
Causa Nº 243/116. Sentencia del 29/08/2016.
Fiscalía Nº 27 (Patricio Maissonave).
Defensoría Oficial Nº 11 (Mariana Salduna).
En el caso se debatió la responsabilidad del Sr. Ce-
deño en los siguientes hechos imputados por la Fiscalía:
• El del día 22 de octubre de 2014, a las 14:00 hs.,
en la puerta del edificio sito en Santiago del Es-
tero Nº XXX, de esta ciudad, oportunidad en la
que habría referido a su ex pareja, D. M. de L.: “te
voy a matar a vos y a toda tu familia”.
• El presuntamente ocurrido horas más tarde,
cuando la Sra. D. se encontraba en la casa de las
hermanas O., lugar donde le daban trabajo, sito
en la intersección de las calles Humberto 1º y
Salta, de esta ciudad, y recibió un llamado de su
amiga A., quien la anotició de que su ex pareja
Andi Arquímedes Santiago Cedeño, se encon-
traba al lado de ella, en la puerta de entrada al
51
 domicilio de la calle Ecuador, de esta ciudad
—donde se domicilia la denunciante—; que A.
le dio el teléfono al denunciado, y éste le refirió
vía telefónica que la iba a matar, que le estaba
poniendo los cuernos y que fueran los domini-
canos a defenderla. Asimismo, también le dijo
que iba a comprar marihuana para ponérsela
en la puerta de su casa y que iba a llamar a la
policía para que la detuvieran y así poder que-
darse con los hijos que comparten.
• Por otra parte, se le imputó que el día 28 de
enero de 2015, alrededor de las 2.00 horas, en el
inmueble de la calle Ecuador de esta ciudad, le
habría referido a la Sra. D. M. de L. que la iba a
matar, que le daría dos tiros y que luego se daría
un tiro él porque no quería ir preso.
• Por último se le imputó que el día 26 de sep-
tiembre de 2015, se habría presentado en el in-
mueble sito en la calle Ecuador de esta ciudad,
agrediéndola mediante insultos y amenazán-
dola con la frase “la semana que viene vengo a
matarte”.
Los hechos fueron calificados por la Fiscalía como
constitutivos del delito de amenazas simple, tipificado
en el art. 149 bis del CP.
Transcurrido el debate, en su alegato de clausura,
la Fiscalía desistió de la acusación respecto del he-
cho individualizado como ocurrido el 26/09/15. En
virtud de ello, la Sra. Jueza, aplicando lo dispuesto
en el art. 244 in fine del CPPCABA, resolvió absolver
al Sr. Cedeño. La misma decisión, pero teniendo
en cuenta los fundamentos que se desarrollan a
continuación, tomó respecto de los demás hechos
imputados.
Para resolver así, la Sra. Magistrada consideró
que se había generado un espacio de duda respec-
to de los hechos imputados, toda vez que los ele-
mentos probatorios no resultaron suficientes para
llegar a la plena convicción de que los hechos suce-
dieron tal y como fueron imputados.
Respecto del hecho del 22 de octubre de 2014, la Sra.
Jueza refirió que la única prueba directa había sido el tes-
timonio de la denunciante y que el mismo se contrade-
cía con la declaración brindada por su sobrina. En este
sentido, mientras que la Sra. M. de L. afirmó que junto
a ella se encontraba su sobrina, ésta lo negó categórica-
mente, señalando que había arribado al domicilio de su
tía cuando el Sr. Cedeño se estaba retirando. En virtud de
ello, la Magistrada afirmó que dicha contradicción ponía
en crisis la veracidad y congruencia de su relato, toda
vez que un elemento que surge categóricamente en un
testimonio fue negado por otro.
Aunado a ello, la Sra. Jueza valoró la versión
brindada por el imputado, que si bien no contradijo
52
a la de la denunciante, dió cuenta de un contexto di-
verso. Asimismo, tuvo en cuenta que no se contó con
el audio del llamado telefónico presuntamente
realizado al servicio de emergencia sino con un in-
forme realizado por el Cuerpo de Investigaciones
Judiciales, que no fue más que una repetición de lo
denunciado por la Sra. M. de L.. Ello, impidió com-
probar si quien realizó el llamado fue efectivamente la
denunciante, no se pudo escuchar su voz y analizar su
estado emocional. Tampoco se citó a prestar declaración
a quien habría recibido el llamado ni se efectuaron in-
formes que dieran cuanta de las llamadas salientes del
teléfono de la denunciante.
Respecto del hecho imputado como ocurrido ho-
ras más tarde en la puerta de ingreso al domicilio de la
denunciante, la Sra. Jueza señaló nuevamente que solo
contaba con su testimonio cuando, según la acusación,
en el mismo había sido testigo presencial la Sra. A., ami-
ga de la presunta víctima. Asimismo, tampoco se había
realizado informe alguno que diera cuenta del llamado
telefónico mediante el cual el Sr. Cedeño supuestamente
había amenazado a la denunciante.
Por último, del hecho del 28/01/15 nuevamente se
contó únicamente con el testimonio de la denunciante,
quien para la Sra. Jueza no pudo exponer en qué consis-
tió la frase amenazante, contradiciendo incluso los tér-
minos en los que se había realizado la imputación.
Con todo ello, la Sra. Jueza concluyó: “las contradic-
ciones observadas entre la prueba referida y la acusa-
ción fiscal, hacen que no se cuente con un testimonio
de la presunta víctima que pueda calificarse como
contundente, coherente, consistente”.
En cuanto a la contextualización del conflicto
como un hecho de violencia de género o doméstica,
la Jueza refirió no desconocer “que los casos de amenazas
en contextos de violencia doméstica y de género, como el que
se ha vislumbrado en la audiencia de debate, suelen presen-
tar problemas a nivel probatorio por generarse, dichas situa-
ciones, en la intimidad, sin presencia de testigos ajenos al
conflicto”. Agregó que tampoco desconocía “la obligación
de los jueces en estos casos [de] recurrir a diversos elementos
probatorios de contexto, tales como los informes efectuados
por la Oficina de Violencia Doméstica o testigos que hubie-
ran presenciado otras situaciones similares o verificar cir-
cunstancias incidentales, de modo que permitan establecer
la verosimilitud de los dichos de la víctima”. Finalmente,
sostuvo que en el caso, como elementos de prueba
del contexto, solo se contó con el testimonio de los
profesionales que tomaron la denuncia de la Sra.
M. de L. en la Oficina de Violencia Doméstica de
la C.S.J.N., los cuales no aportaron mayores datos,
sino que tomaron una entrevista por única vez y
solo tomaron contacto con la denunciante.
En virtud de ello, la Magistrada concluyó que, si
bien había quedado probada la existencia de una
relación conflictiva en la que la denunciante ve-
nía sufriendo episodios de violencia psicológica y
verbal por parte del imputado, sin embargo, sobre
los hechos puntuales que se ventilaron en el juicio,
no existió un relato contundente que permita ven-
cer el estado de inocencia del imputado. En efecto,
existieron dudas acerca de si se trataron de discu-
siones fuertes y acaloradas de una pareja que no
mantiene una buena relación de convivencia o, si
en dichas circunstancias, el imputado amenazó a
la Sra. M. de L. con matarla, alarmándola e infun-
diéndole temor.
El 14/09/2016 se archivó la causa.
JUZGADO 21
“Sosto, Sergio Javier s/infr.art. 149 bis del CP”.
Causa Nº 12.437/15. Sentencia del 29/11/16 y
fundamentos del 6/12/2016.
Fiscalía Nº 26 (Luis Alcides Arnaudo).
Defensoría Oficial Nº 10 (María Florencia Zapata).
En el caso, se debatió la responsabilidad del Sr. Sosto
en los siguientes hechos imputados por la Fiscalía:
• El del día 26 de febrero de 2015, alrededor de
las 16.00 horas, oportunidad en la que el im-
putado se habría comunicado con el abonado
nro. 15*/*/* —perteneciente a su ex pareja, X. S.
M.— y le habría referido: “ya vas a ver, si te veo
te mato”.
• El del día 13 de julio de 2015, a las 05.50 horas
aproximadamente, en circunstancias en que
X. S. M. se encontraba en su puesto de trabajo
—en el Parador Azucena Villaflor del GCBA, sito
en la calle Piedras de esta ciudad— el Sr. Sosto
se habría presentado y le habría hecho saber al
personal de seguridad de dicho parador —los
testigos M. G. M. y A. F. R.— que se presentaba
para hablar con la denunciante. Que frente a la
negativa de ésta de atender al imputado, Sos-
to habría intentado introducir su mano por la
ventana del vidrio de la puerta de entrada, a fin
de girar el picaporte de la puerta de ingreso al
lugar, no pudiendo alcanzar su objetivo ya que
se encontraba cerrada con llave y debido a que
la testigo R. cerró la ventana de vidrio. Seguida-
mente, el imputado habría golpeado la ventani-
lla de vidrio, provocando la rotura del mismo,
procediendo las nombradas M. y R. a presionar
el botón antipánico que se encontraba ubicado
en la entrada principal.
• El del 13 de julio de 2015, minutos después de
que habrían sucedido los hechos anterior-
mente relatados y, en circunstancias en que el
imputado Sosto se encontraba a bordo de un
automóvil, le habría gritado a la denunciante,
desde la ventana del mencionado rodado, “te
voy a matar”.
• El del 26 de mayo de 2016, a las 07.30 horas, en
circunstancias en que uno de los hijos de X. S.
M. (L. V. P.) se encontraba circulando por la calle
Murgiondo y su intersección con la Av. Casta-
ñares, de esta ciudad, —en dirección hacia el
colegio al que asiste—, el Sr. Sosto se habría pre-
sentado y referido que iba a matar a su madre y
a todos sus hijos.
• El del día 26 de mayo del 2016, a las 13.00 horas,
a la salida del edificio ubicado en Avda. de los
Inmigrantes de esta ciudad, Sosto le habría re-
ferido a su madre N. A. A. “vos tenés la culpa de
todo, te voy a matar”.
El Ministerio Público Fiscal calificó los hechos
como constitutivos del delito de amenazas simples y
daño agravado (Art. 149 bis y 184, inc. 5, del Código Penal).
Transcurrido el debate, la Sra. Jueza resolvió:
“I.- NO HACER LUGAR a la solicitud de declaración de
nulidades formulada por la Sra. Defensora Oficial. II.- ABSOL-
VER a SERGIO JAVIER SOSTO, de las demás condiciones per-
sonales obrantes en autos, por los episodios identificados con
los números 1, 4 y 5, por los cuales fuera formalmente acusado
conforme los requerimientos de juicio formulados a su res-
pecto. III.- CONDENAR a SERGIO JAVIER SOSTO, de las demás
condiciones personales obrantes en autos, a la PENA DE UN (1)
AÑO DE PRISION, cuyo cumplimiento se deja EN SUSPENSO,
por ser autor penalmente responsable de los delitos de AME-
NAZAS SIMPLES y DAÑO SIMPLE (hechos 2 y 3), con costas (ar-
tículos 5, 26, 29 inc. 3, 149 bis primer párrafo, y 183 del Código
Penal, y art. 343 del C.P.P.). IV.- IMPONER a SERGIO JAVIER
SOSTO, por el término de dos (2) años, las siguientes reglas de
conducta: a) fijar residencia y someterse al cuidado del Patro-
nato de Liberados; b) Abstenerse de usar estupefacientes o de
abusar de bebidas alcohólicas, y c) someterse a un tratamiento
médico psiquiátrico y psicológico, vinculado con la rehabilita-
ción de su consumo de estupefacientes y, de corresponder, con
la patología psiquiátrica de base que pudiera presentar el cau-
sante; respecto del que deberá acreditar su inscripción a aquél
dentro del quinto día de quedar firme la presente sentencia.
(art. 27 bis, incisos 1, 3 y 6 del C.P.). V.- DISPONER LA INMEDIA-
TA LIBERTAD de SERGIO JAVIER SOSTO. VI. REMITIR copias
de las actas de debate y de los fundamentos de la sentencia
dictada en autos, a conocimiento del JUZGADO NACIONAL EN
LO CIVIL NRO. 38, a los efectos de que su titular tome acabado
conocimiento de las incidencias suscitadas a lo largo del juicio
oral llevado a cabo; en relación a la situación particular del Sr.
Sergio Javier Sosto.”
Para así decidir, consideró en primer lugar que no
se encontraban dadas las condiciones para adoptar un
53
pronunciamiento condenatorio, correspondiendo enton-
ces dictar la libre absolución por los siguientes motivos:
• Respecto del hecho del 26/2/15, alrededor de las
16.00 hs., refirió que en la valoración probatoria
debía prescindir de la información vinculada a
la titularidad de la línea telefónica desde la que
se habría realizado el llamado. En este sentido,
señaló que la Fiscalía no la había utilizado al
momento de formular su alegato de clausura,
debiendo entonces, en miras a no a afectar el
principio de congruencia procesal, omitir su
valoración. Sin embargo, seguidamente la Sra.
Magistrada refirió que aún teniéndola en cuen-
ta, no surgía del informe incorporado durante
la audiencia, la existencia de comunicación al-
guna en un horario relativamente cercano al de
la imputación. Asimismo, señaló que si bien se
advierten cuatro llamadas entrantes, el listado
de llamadas no le fue exhibido a la denunciante
para que reconociera cual de dichas comunica-
ciones era a la que hizo referencia al realizar
la denuncia. Por otra parte, la titularidad de la
línea desde la que se habría realizado el llama-
do no se corresponde con la del imputado, ni se
pudo establecer si se trataba de un teléfono fijo
o móvil.
• Al analizar la prueba vinculada al hecho del
26/5/16, a las 7.30 hs., la Sra. Jueza señaló, en
primer lugar, que se había omitido producir
todo tipo de información vinculada al niño que
lo habría presenciado. En este sentido, sostuvo
que no se tuvo conocimiento de su nombre ni
más datos precisos como por ejemplo su edad.
Mucho menos se contó con su testimonio,
toda vez que la Fiscalía desistió de su declara-
ción. Aunado a ello, la Magistrada refirió que
la denunciante en su testimonio relativizó el
episodio, señalando que su hijo había variado
la versión de lo presuntamente ocurrido en el
transcurso del tiempo. Agregó que la Sra. M.
no había sido testigo presencial del hecho sino
uno indirecto.
• En relación con el hecho denunciado por la ma-
dre del Sr. Sosto, la Sra. Jueza valoró el testimo-
nio de la denunciante, quien no pudo afirmar
la existencia de la amenaza, sino solo de una
discusión. Luego de ello, la Sra. N. A. hizo uso
de su derecho a negarse a declarar amparán-
dose en lo establecido por el art. 122 inc. c) del
CPPCABA. Asimismo, con respecto a aquel su-
ceso, prestó declaración testimonial el Sr. Luis
María González Cañiza, abogado del Sr. Sosto
en varios procesos, quien afirmó haber estado
presente durante la discusión entre el imputa-
do y la denunciante, negando categóricamente
54
la existencia de la amenaza atribuida a Sosto.
La Sra. Magistrada, al valorar su declaración,
señaló que sin perjuicio del vínculo profesio-
nal mencionado, su testimonio fue espontáneo,
sin mayores titubeos ni argumentos contradic-
torios. En consecuencia, concluyó que “en un
contexto en que intervinieron tres personas; siendo
una de ellas el imputado, una de ellas la presunta
damnificada y una tercera persona que sería un
testigo presencial; existe plena concordancia en
los testimonios recibidos ante esta magistrada
en que, si bien existió una discusión, que por mo-
mentos puede haber sido acalorada y con gritos
mediante; el Sr. Sosto no profirió amenaza alguna
a su madre”.
Finalmente, para concluir el análisis de los hechos
por los que fue absuelto el Sr. Sosto, resulta de interés
destacar la vinculación efectuada por la Sra. Jueza entre
dicha decisión -privilegiando el principio de inocencia
y el onus probandi- y las obligaciones del Ministerio Pú-
blico FIscal como órgano encargado de llevar adelante
de manera objetiva la persecución penal. En este sen-
tido refirió que “si bien el Ministerio Público Fiscal, como
representante de la vindicta pública, se encuentra obligado
a perseguir e investigar aquellos sucesos que prima facie
podrían constituir un delito, el ejercicio de dicha función no
resulta discrecional, sino que por el contrario, se encuentra
sujeto a determinadas reglas procesales. Una de ellas, claro
está, es la referida al criterio de objetividad con el que debe
desarrollar su labor, el cual significa, ni más ni menos, la
obligación puesta en cabeza del titular de la acción penal de
investigar toda aquella circunstancia que permitan compro-
bar la acusación y aquellas otras que sirvan para eximir de
responsabilidad al imputado (cfr.art. 5 del CPPCABA). Es que
además, debe entenderse que dicho precepto constituye una
garantía a favor del imputado, cuya finalidad reside -básica-
mente- en que el Estado con toda la estructura y recursos que
posee, no solo producirá aquella prueba que pudiera resultar
afín a su pretensión punitiva, sino también aquella otra que
permita al acusado deslindarse del proceso penal seguido en
su contra”.
Ahora bien, el Sr. Sosto fue considerado responsa-
ble por la Sra. Jueza de los sucesos ocurridos el 13/7/15
en horas de la mañana, consistentes en haber dañado el
vidrio de la puerta de entrada del Parador “Azucena Villa-
flor”, donde se encontraba residiendo la Sra. X. S. M., para
luego amenazarla.
Para resolver así brindó los fundamentos que se se-
ñalan a continuación:
• El daño ocasionado a la puerta fue considerado
probado fundamentalmente a través de la de-
claración testimonial prestada por la Sra. A. F.
R., quien se desempeñaba como personal de se-
guridad del mencionado parador y resultó ser
 testigo presencial del hecho imputado. Junto
a ella, a escasos metros se encontraba su com-
pañera de trabajo, la Sra. M. G. M, quien dió una
versión similar. Por lo tanto, consideró la Sra.
Jueza que las dos testigos confirmaron la ocu-
rrencia del incidente. En cuanto a las diferen-
cias en los testimonios, la Magistrada entendió
que resultaban atendibles, teniendo en cuenta
desde el lugar o sitio desde el que habían perci-
bido la situación.
• Junto a la prueba testimonial, la Sra. Jueza va-
loró las vistas fotográficas presentadas duran-
te el debate en las que se observaba un vidrio
nuevo, que había sido cambiado por el daño
provocado por el Sr. Sosto. Cabe mencionar
que dicha prueba fue criticada por la Defensa,
quien señaló que no se trataba de una pericia y
no permitía tener por probado el delito. Frente
a ello, la Sra. Jueza refirió: “ello no constituye un
escollo para tener por acreditado el daño atribui-
do al Sr. Sosto. En efecto, la falta de un peritaje so-
bre el objeto dañado, o que éste haya sido realiza-
do en forma tardía, no acarrea necesariamente
la consecuencia pretendida por la Sra. Defensora,
de tener por no probado el hecho. En primer lugar,
tal informe no aparece como una exigencia
del tipo penal analizado, por lo que no cabe
sino concluir que las consecuencias dañosas
deben ser demostradas por cualquiera de los
medios de prueba previstos y admitidos por
la legislación procesal correspondiente y,
luego de producido, valorado conforme a las re-
glas de la sana crítica racional. Y en el presente
caso contamos con no uno sino dos testigos que
confirman que el Sr. Sosto dañó uno de los vidrios
de la puerta de entrada del parador Azucena Vi-
llaflor. Supeditar la acreditación de la mate-
rialidad de un hecho dañoso a la existencia
de un peritaje implicaría colocar en un ám-
bito de impunidad, aquellos hechos en los
cuales se procede, por ejemplo, a la destruc-
ción o desaparición de un objeto concreto;
pues qué peritaje podría hacerse respecto de un
libro que sea incinerado, o bien de un teléfono ce-
lular que se arroje al fondo de un río”.
• Respecto a la amenaza atribuida, nuevamente
la Sra. Jueza consideró que el testimonio de la
Sra. A. F. R. resultó fundamental toda vez que
se encontraba presente al momento del hecho
y fue la única persona que escuchó la frase. En
este sentido, por un lado la denunciante se en-
contraba durmiendo mientras que la Sra. M. G.
M no escuchó la amenaza.
• Sin perjuicio de ello, la Sra. Jueza sí tuvo en
consideración el relato de la denunciante a fin
de tener por acreditada la afectación al bien ju-
rídico tutelado. En este sentido, señaló: “lo que
se pretende valorar son sus dichos respecto a una
amenaza proferida contra ella, por lo tanto, que
estuvo destinada a afectar su libertad psíquica.
Sobre este particular, no puede perderse de vista
la relación afectiva que la denunciante posee con
el imputado, con quien mantiene una relación de
pareja y familiar de larga data, en la cual no sería
ajena la violencia, conforme ella misma relatara,
y tal como dan cuenta la gran cantidad de denun-
cias por ella realizadas a raíz de distintos episodios
que habría sufrido”.
Finalmente, la Sra. Jueza encuadró el conflicto
como una caso de violencia doméstica contra la
mujer, en los términos del art. 6º de la Ley 26.485.
Afirmó que había quedado evidenciado durante
el debate que la denunciante padecía una relación
conflictiva y violenta con el Sr. Sosto, quien ade-
más es padre de su hija y con quien, por lo menos
por un tiempo, convivió. Tuvo en consideración,
especialmente, el informe de evaluación de ries-
go confeccionado por la Oficina de Asistencia a la
Víctima y al Testigo. Refirió que el testimonio de la
víctima no debía ser analizado en forma aislada, sino
concatenado con las restante evidencias y que si bien es
cierto que la nombrada le restó importancia y valor al in-
cidente, no podía perderse de vista la naturaleza violenta
de lo acontecido, que motivó la convocatoria de la fuerza
policial. En este sentido, consideró distinto el contexto
y conceptualización de quien fuera víctima en un mo-
mento de crisis, cuando el episodio de violencia está aún
vívido en su experiencia; respecto de la situación en que
se coloca una vez que se ha superado el momento de
máxima tensión.
El encuadre de género fue tenido en cuenta por
la Sra. Jueza al momento de mensurar la sanción
impuesta y de ese modo apartarse de la pena míni-
ma que podía imponer. Así, la magistrada refirió:
• “No puede ni debe pasarse por alto el cuadro de si-
tuación en toda su extensión en que el imputado
Sosto ha decidido amenazar la Sra. M.. Me refiero,
específicamente, a la necesidad de valorar la con-
ducta del encausado dentro de un determinado
marco cuyo objetivo principal no ha sido sino otro
más que el de continuar ejerciendo supremacía so-
bre la persona de la denunciante; ello aún a pesar
de la relativización intentada por ella”.
• “Se advierte que la amenaza proferida ha tenido
un propósito bien específico; el de perpetuar la
cosificación de la Sra. M., y de condicionar sus
elecciones”
• “El imputado pretendió proseguir ejerciendo su
señorío sobre aquello que, en su entendimiento,
55
 le pertenecía desde el inicio de la relación con la
nombrada. Desde entonces creyó que la libertad de
decisión de la damnificada le era propia y podía,
entonces, suplantarla por aquellas elecciones que el
entendiera pertinentes.
• “Resulta evidente que la amenaza proferida por
Sosto respondía a aquello que él entendía como
riesgoso para sus objetivos de dominio. Es de-
cir, en este caso puntual, la decisión de la Sra. M.
sobre si llevar o no a la hija que ambos tienen en
común a su trabajo y de no dejársela ver en ese
momento. Qué mejor entonces, para su propósito,
que imponerse mediante el temor y la enunciación
de un mal definitivo que le permitiera comunicar
un mensaje inequívoco de violencia, anunciando
injustas represalias mientras, incluso, ocasionaba
daños en el entorno en que se encontraba.”
• “La relación de dominación practicada por el im-
putado sobre la damnificada venía ya desde un
tiempo antes a que la coronara con la amenaza
aquí juzgada”.
• “Consideró que el anuncio de este mal grave e in-
minente, dependiente del Sr. Sosto, de acuerdo a su
seriedad e importancia, ameritan que me aparte
del mínimo legal y autorizan una imposición de
una pena de un año de prisión”.
En cuanto a su modalidad de ejecución, la Ma-
gistrada refirió:
• “Más allá de la potestad conferida por el art. 26
del CP, en cuanto determina que la aplicación en
suspenso de la pena resulta facultativa del órgano
juzgador, lo cierto es que entiendo que, atento a la
extensión de los hechos cometidos, a la problemá-
tica de violencia planteada y a los fines preven-
tivos especiales y generales por ella perseguidos,
quizá lo más acertado, habría de ser su imposición
de manera efectiva”.
• “No obstante ello, no puedo pasar por alto que el
Sr. Sosto ha estado detenido preventivamente
por el término de cinco meses, a los fines de
neutralizar un determinado riesgo procesal
que desconozco sobre que versaba, pero fun-
damentalmente por la imputación de cinco
hechos, respecto de los cuales, por tres ha re-
sultado absuelto. Este tiempo pasado en pri-
sión, en claro detrimento al principio consti-
tucional de inocencia, me convencen respecto
de la necesidad de compensar de algún modo
el perjuicio sufrido y entiendo, entonces, que
el mejor modo de llevar adelante la compen-
sación mencionada no es otra sino que la de
imponer que su modalidad (aun cuando crea
lo contrario) sea de manera condicional”.
56
• “Además, no puede dejar de mencionarse que
el imputado ha estado detenido un tiempo muy
cercano al que se corresponde con el mínimo de
la pena prevista por los delitos juzgados, esto es 6
(seis) meses. Esto, me convence respecto de la nece-
sidad de disponer la modalidad condicional de la
pena impuesta”.
Por su parte, la Fiscalía había solicitado la imposi-
ción de una serie de medidas restrictivas —realización
de algún curso vinculado a la problemática de género
y la abstención de relacionarse presencialmente con la
Sra. X. M. y sus tres hijos— las que fueron rechazadas
por la Sra. Jueza, considerandolas inconvenientes toda
vez que, a su entender, excedían el fin perseguido por la
propia norma.
En relación con la denunciante, refirió que ha-
bían retomado el vínculo sentimental. En este sen-
tido, señaló que ese tipo de restricción, aparece via-
ble cuando una de las partes pretende que la otra
no se acerque.
Por otra parte, la Sra. Jueza entendió que adoptar cual-
quier temperamento en este proceso, relacionado con la
restricción del Sr. Sosto con su grupo familiar, implicaría
una interferencia entre lo que aquí se decida y lo que en
definitiva se resuelva en el marco del expediente civil.
Por último, afirmó que “en cuanto a la imposición de la
realización de un curso de larga duración, aparece como desa-
consejable para una persona de las características del imputa-
do a quien, tal como han declarado en este sentido los profesio-
nales que lo hicieron en calidad de testigos, le sería seriamente
dificultoso sostener un tratamiento vinculado a su adicción a las
drogas por fuera de una institución de puertas cerradas”.
El 29/05/17, la Sala II, con los votos de la Dra. Mar-
cela De Langhe y de los Dres. Fernando Bosch y Pablo
Bacigalupo revocó la decisión adoptada y resolvió
absolver al Sr. Sosto. Para decidir así, consideró fun-
damentalmente que de la prueba producida duran-
te del debate se desprendía un estado de duda que
no podía ser resuelto sino a favor del imputado.
JUZGADO 28
“Cabrera, Fabian Eduardo s/infr.art. 149 bis del CP”.
Causa Nº 12.268/15. Sentencia del 17/12/2015.
Fiscalía Nº 23 (Gabriela Morelli).
Defensoría Oficial Nº 1 (Patricia López).
En el caso se debatió la responsabilidad del Sr. Ca-
brera en los siguientes hechos que fueron materia de
acusación:
• El del 20 de septiembre de 2014, a eso de las
21.30hs, en el inmueble sito en la calle Gorriti,
Cabrera le habría referido a G. V. (madre de su
 pareja, V. A. A.) “ya tenés un auto quemado. Ahora
te voy a prender fuego la casa con todos ustedes
adentro. Voy a venir con un arma y te voy a meter
unos tiros”. Ello habría acontecido entre insul-
tos y diferentes agresiones verbales, siendo
que también el imputado le habría pegado en
el pecho a la Sra. V., sin provocarle lesiones.
Posteriormente, a las 21.46 horas, la Sra. V. se co-
municó con el servicio de emergencias 911 para
solicitar auxilio. En esos momentos Cabrera le
habría referido, entre otras cosas: “la concha de
tu madre, a mi no me hables”, “te voy a romper to-
dos los vidrios”, “te voy a matar”.
• El del 18 de noviembre de 2014, entre las 7:30
y las 8:00 horas, en el inmueble sito en la calle
Gorriti, por cuanto Cabrera -según la acusa-
ción formulada por el MPF- rompió un mueble
y arrojó al suelo el televisor que se encontraba
en la habitación que compartía con su entonces
pareja, V. A. A. Ante ello, intervinieron G. V. y E.
A., momento en que Cabrera habría golpeado
con el puño cerrado en el rostro a V. A. A.. Ante
esta situación intentaron sacar al imputado del
inmueble quien, entre otros insultos, le habría
referido a V. A.: “A vos también te voy a matar”.
Por su parte, a G. V. le refirió: “A vos también te
voy a reventar”, expresando a E. A. que también
la mataría.
Realizados los alegatos de apertura y previo a la pro-
ducción de la prueba ofrecida por las partes, se debatie-
ron las solicitudes de mediación y suspensión del juicio
a prueba presentadas por la Defensa.
En primer lugar, la mediación fue rechazada por
la Sra. Jueza considerando que si bien no resultaba
un límite temporal el requerimiento de elevación
a juicio, una vez iniciado el debate oral ya no era
viable la apertura de una instancia de mediación.
Agregó, que también existía oposición del Ministerio
Público Fiscal y, de acuerdo a los resuelto por el Tribunal
Superior de Justicia en el precedente “Saucedo Báez”, co-
rrespondía rechazar la solicitud.
Al resolver el pedido de suspensión del juicio a
prueba, la Sra. Magistrada refirió que la interpretación
concursal de los hechos realizada por la Fiscalía -con-
curso real- impedía concederla sin su consentimiento,
de acuerdo a lo establecido en el art. 76 bis, cuarto párra-
fo del CP.
Resueltas las cuestiones preliminares indicadas, la
Fiscalía solicitó que durante la declaración testimonial
de las denunciantes, el Sr. Cabrera no estuviera presente.
En virtud de ello, la Sra. Jueza, basando su decisión en
lo establecido en el art. 16 de la Ley 26.485, dispuso que
el imputado permaneciera en una sala de audiencias
contigua, pudiendo mirar y escuchar las declaraciones
prestadas por las testigos mediante una pantalla dis-
puesta a tal efecto, de forma contemporánea a la recep-
ción de dicha prueba. Agregó que en miras a garantizar
el efectivo ejercicio del derecho de defensa, previo a que
cada testigo se retirara de la audiencia, se le brindaría a la
defensora oficial la posibilidad de dialogar con su asisti-
do para que por su intermedio formulara las preguntas
que considerara pertinentes.
Asimismo, más allá de los recaudos señalados, la
Sra. Jueza mencionó en su resolución que el caso había
ingresado al Juzgado, para ser debatido en juicio, bajo
un encuadre de género con riesgo alto que la llevó
a tomar cumplir con lo establecido por los arts. 16
inc. b y art. 20 “in fine” y de la Ley 26.485. Ello, llevó a
fijar la fecha de audiencia lo antes posible, respetando lo
dispuesto por el art. 213 del CPPCABA, a fin de garantizar
la concentración de todos los actos y evitar dilatar inne-
cesariamente el proceso. Cabe mencionar que la Fiscalía
había manifestado su disconformidad por el corto tiem-
po dispuesto para preparar el alegato de clausura.
En esta línea, la Magistrada dispuso también una
serie de medidas de protección establecidas en los arts.
16 inc. e) y 26, apartados a.1, a.6 y a.7, ambos de la Ley
Nº 26.485. Además, finalizada la primer audiencia de
debate se dispuso implantar una consigna policial en el
domicilio de la denunciante.
Por otra parte, previo a dar los fundamentos de
la decisión adoptada, la Sra. Jueza dejó sentado que
luego de transcurrida la audiencia se encontraba
en condiciones de determinar que el caso debatido
no se enmarcaba dentro de un conflicto de violencia
de género. Así, diferenciándose de lo sostenido por la
Fiscalía, que sostuvo dicho encuadre considerando que
todas las denunciantes eran mujeres, la Sra. Magistrada
refirió que lo esencial para afirmar que se encontraban
frente a un conflicto de dichas características, resultaba
ser el establecimiento de una relación desigual de
poder entre la víctima y el victimario, considerando que
la formulada “relación desigual de poder” debía extraerse
del art. 4 del Decreto 1011/2010.
En virtud de ello, afirmó que al oir a las partes no
logró vislumbrar la mencionada desigualdad en-
tre el imputado y las denunciantes. En este sentido,
trajo a colación el voto de la Dra. Ana María Figueroa en
el precedente “Altamirano, Atilio Claudio” de la Cámara de
Casación Federal, del cual, a su entender, se desprende
que para que exista violencia de género propiamente
dicha, los actos deben basarse, en el propio género de
quien los sufra.
Aunado a ello, citó el párrafo 295 del precedente “Perozo
y otros vs. Venezuela” de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, en el que se señala a grandes rasgos, que no toda
violación de un derecho humano cometida en perjuicio de
una mujer conlleva necesariamente una violación de las
disposiciones de la Convención de Belem do Para.
57
 Finalmente, la Sra. Jueza afirmó “no ha sido demos-
trado en juicio que la damnificada del hecho que resultó
probado tuviera algún tipo de dependencia (económica,
emocional o afectiva, etc.) respecto del imputado. Tampo-
co se observó que la damnificada se encontrara en una si-
tuación de sumisión con respecto a este, ya que durante su
declaración testimonial incluso refirió que no le importaba
que Cabrera la estuviese escuchando, que sus preguntas eran
improcedentes y que varias veces lo increpó por cuestiones
relacionadas con sus hijos. Todo esto permite afirmar que las
peleas y discusiones que tuvieron Cabrera y V. se dieron de
igual a igual, descartando cualquier tipo de subordinación
que pudiera existir”.
Ahora bien, producida la prueba finalmente la Sra.
Jueza resolvió:
“I.- ABSOLVER A EDUARDO FABIÁN CABRERA, de las
demás circunstancias personales obrantes en autos, en or-
den al delito de amenazas simples, previsto y reprimido en
el art. 149 bis del Código Penal por el hecho del día 18 de no-
viembre de 2014, entre las 7:30 y las 8:00 horas en el inmue-
ble sito en la calle Gorriti de esta ciudad. II- CONDENAR A
EDUARDO FABIÁN CABRERA, de las demás circunstancias
personales obrantes en autos, como autor penalmente res-
ponsable en orden al delito de amenazas simples previsto
y reprimido en el art. 149 bis del Código Penal por el hecho
ocurrido el día 20 de septiembre de 2014, a las 21:30 aproxi-
madamente en el inmueble sito en la calle Gorriti de esta
ciudad, A LA PENA DE OCHO MESES DE PRISIÓN, CUYO
CUMPLIMIENTO DEJO EN SUSPENSO disponiendo que el
nombrado realice por el plazo de dos años las siguientes
pautas de conducta, conforme a lo previsto en el art. 27 del
CP: 1) Fijar residencia y someterse al cuidado del Patronato
de Liberados; 2) abstenerse de acercarse a más de 20 metros
del domicilio de la Sra. G. V. sito en calle Gorriti de esta
ciudad y evitar todo tipo de contacto por cualquier medio
con la Sra. G. V. por el plazo de dos años; 3) Finalizar la
escolaridad secundaria; 4) realizar el Taller de Conviven-
cia Urbana dictado por la Subsecretaría de Derechos Hu-
manos sita en avenida Rivadavia nro. 611, piso 10 de esta
ciudad y 5) Adoptar un oficio, arte, industria, adecuado a
su capacidad. III- LIBRAR oficio al Sr. Jefe de la Seccional
31a de la PFA a fin de que en los términos del art. 37 inc. c)
del CPPCABA se constituya periódicamente en el domicilio
de la Sra. G. V., sito en calle Gorriti de esta ciudad a los
efectos de ofrecer medidas de protección, prestar asistencia
a la nombraba y también se le entregue un botón antipáni-
co, cuestión ya cumplida. IV- PONER en conocimiento del
Juzgado Civil nro. 83 y de los Tribunales Orales Criminales
nro. 18 y 20 lo aquí resuelto, a los efectos que correspondan.
V- NO HACER LUGAR al pedido de detención de EDUARDO
FABIÁN CABRERA, de las demás circunstancias personales
obrantes en autos, solicitado por la Sra. Fiscal. VI- NO HA-
CER LUGAR al pedido de extracción de testimonios por la
presunta comisión del delito de falso testimonio con respec-
to a Isidoro Amarilla y PONER a disposición del Ministerio
58
Público Fiscal las actuaciones, en el caso de que considere
corresponde impulsar las actuaciones en su contra. VII.- RE-
MITIR LOS TESTIMONIOS a la Cámara de Apelaciones Pe-
nal, Contravencional y de Faltas ordenados en la audiencia
llevada a cabo en el dia de ayer, con copia certificada de las
actas pertinentes. VIII.- NOTIFICAR a la Sra. G. V. de lo aquí
resuelto. IX.- DAR INTERVENCIÓN al Consejo de Niños, Ni-
ñas y Adolescentes y al Ministerio de Desarrollo Social de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por los niños A., B.,
F. y L. A.”
Para decidir así, consideró en primer lugar que, de
acuerdo a las reglas de la sana crítica no se encontraban
probados los hechos del 18/7/14, a las 7.30 y 8.00 hs. Ello,
toda vez que las tres personas que habrían sido víctimas
de las frases imputadas, dieron versiones distintas de los
hechos. En primer término, no se contó en el debate con la
declaración testimonial de la Sra. E. A.. Por su parte, la Sra.
V. A. desmintió la imputación contra Cabrera, señalando
que no recordaba la discusión con su madre y menos
amenazas contra ella. La Sra. Jueza consideró además, que
el testimonio de V. A. se encontraba gravemente compro-
metido por la relación que tenía con el Sr. Cabrera, no solo
por ser pareja sino también por la forma en que intentó de-
fenderlo, negando incluso hechos que la habrían dañado
tanto afectiva como físicamente. Por lo tanto, a criterio
de la Magistrada quedó solo el testimonio de G. V.,
que a su entender fue errante, vacilante y descom-
paginado. Finalmente, concluyó: “No ha existido du-
rante el debate, ningún elemento de cargo a excepción
del testimonio brindado por la propia G. V., y aun este
no contó con la fuerza suficiente como para resultar
convincente. Ello pasó por cuanto mientras la nombra-
da manifestó haber sido amenazada, esa versión no fue
corroborada por ninguno de los testigos”.
Por su parte, respecto del hecho del 20/9/14, a las
21.30 hs., la Sra. Jueza consideró que, en este caso, el
testimonio de G. V. había sido convincente, creíble, co-
herente y verosímil. En este sentido, refirió que había
existido un coincidencia plena entre sus dichos al mo-
mento de realizar la denuncia y su reiteración tanto en
las ampliaciones que brindó durante la investigación
como en la audiencia de juicio. Asimismo, sus dichos
fueron respaldados por las grabaciones de audio
de los llamados al servicio de emergencia 911 de
la PFA. Agregó, que la voz de Cabrera había sido
reconocida por la Sra. G. V. y por la Sra. M., no ha-
biendo efectuado oposición alguna la defensa más
allá del cuestionamiento efectuado en torno a la
ausencia de pericia de voz alguna, la que a enten-
der de la Magistrada no había sido oportunamente
solicitada.
Al analizar el encuadre típico de la conducta, la
Magistrada señaló que los dichos de G. V., quien refirió
haber creído que Cabrera se encontraba en condiciones
de cumplir con sus amenazas, le otorgaban idoneidad a la
frase imputada. Aunado a ello, valoró el informe de eva-
luación de riesgo en el que se mencionaba que la Sra. G. V.
se encontraba atemorizada y angustiada por lo ocurrido.
En cuanto al tipo subjetivo del delito imputado, la
Sra. Jueza señaló que había quedado establecido que el
imputado “actuó dolosamente y con la finalidad de alarmar
o amedrentar a la Sra. G. V., quien vio restringido su ámbito
de libertad personal, en tanto en ese momento no logró reac-
cionar de la misma manera que si esta no hubiera existido”.
Al graduar la sanción impuesta, la Magistrada
valoró las condiciones personales del grupo familiar de
cual Cabrera forma parte y el modo en que se vincula-
ban entre ellos. Como atenuantes, tuvo en consideración
el informe socio ambiental aportado por la Defensa, del
que se desprendía que el imputado se encontraba traba-
jando; como así también, el compromiso asumido por
Cabrera de terminar sus estudios secundarios.
En cuanto a la modalidad de cumplmiento, la Fis-
calía había solicitado que fuera de efectivo cumplimien-
to. Sin embargo, la Sra. Jueza consideró que ello no era
posible dado que el hecho por el cual se lo condenó fue
cometido como anterioridad a los hechos por los que se
encontraba condenado en una causa que tramitó ante el
fuero nacional.
Por último, cabe resaltar la decisión adoptada por la
Sra. Jueza de dar intervención al Consejo de Niñas, Ni-
ños y Adolescentes y al Ministerio de Desarrollo Social
de la CABA, a fin de que tomen las medidas pertinentes
respecto de los nietos de la Sra. A., en virtud de la conflic-
tividad que atravesaba el grupo familiar.
La decisión adoptada fue apelada por ambos
MInisterios Públicos y fue confirmada por la Sala
II, el 16/05/16. La Defensoría interpuso recurso de in-
constitucionalidad contra la decisión de la Sala II que
confirmó la condena del imputado. El 15/07/2016 la Sala
II lo declaró inadmisible. El Defensor General interpuso
una queja ante el TSJ la que fue rechazada el 9/11/2016.

59
CONSIDERACIONES FINALES
“ ... No hay nada mejor que imaginar otros mundos
para olvidar lo doloroso que es el mundo en que vi-
vimos. Por lo menos, así pensaba yo entonces. To-
davía no había entendido que, imaginando otros
mundos, se acaba por cambiar también éste”.
(Baudolino- Umberto Eco)
En el presente Análisis de Casos sobre la temática
de Violencia de Género y Violencia Doméstica ha queda-
do plasmado que, del universo de casos relevados, se
presentan, en principio, dos visiones o modelos contra-
puestos de entender el problema y las soluciones que
admiten cada uno frente a cada caso particular.
La distinción entre los modelos de paradigma de ma-
yor apego a la ley (ya sean instrumentos internacionales,
leyes nacionales, leyes locales, resoluciones de Fiscalía,
jurisprudencia dominante) y el paradigma de gestión de
conflictividad, como lo denomina Alberto Binder.
En el primer caso, generalmente, al ser encuadrado un
caso como “violencia doméstica” o “violencia de género” ya, per
se, impide a los Jueces cualquier posibilidad de aplicar un
método alternativo de solución del conflicto (mediación,
autocomposición o suspensión de juicio a prueba). En este
sentido, suelen utilizarse argumentos tales como el apego
estricto a los compromisos internacionales asumidos por
nuestro país en esta temática, las leyes sancionadas al res-
pecto, como así también el seguimiento a la jurispruden-
cia tanto del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, como así también
de tribunales internacionales, particularmente de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
Asimismo, en el caso de los juicios orales, la valo-
ración de la prueba de cargo realizada por los jueces, en
ocasiones, suele alcanzar con el testimonio de la denun-
ciante y algunas otras pruebas indirectas o de contexto
para fundar una decisión de condena.
Por su parte, la segunda visión o paradigma de Ges-
tión del conflicto implica, en primer lugar, reconocer
desigualdades, injusticias e, incluso, significa asumir la
paz como un valor, entre otras muchas cosas. También
encontrar límites a la gestión del Estado, porque la gestión
60
de la conflictividad es fundamentalmente la búsqueda de
soluciones integrales a las personas involucradas en es-
tas vivencias. Consecuencia de ello, resulta ser el abordaje
dentro de las resoluciones analizadas, del conflicto o la
problemática, no solo respetando la legalidad del proceso,
sino también, diversificando la respuesta estanca a la que
se arriba mediante un apego irrestricto a ella.
En ese sentido, ha quedado plasmado en el presente
Informe que, la tarea permanente de los Defensores es
ir explorando los límites y posibilidades que puede pro-
porcionar al imputado, pero también a todas las partes
involucradas en el conflicto y a la comunidad, la im-
plementación de salidas alternativas al juicio oral. Este
mecanismo propio de la Justicia Restaurativa, permite
acceder a actos reparatorios y acuerdos que tengan sus-
tentabilidad en el tiempo.
Esto es particularmente importante tratándose,
como en los casos de violencia de género o violencia do-
méstica, de problemas surgidos entre individuos que de-
berán seguir relacionándose en el futuro, en los que la
solución de su problema actual marcará la calidad de su
convivencia posterior.
Es por ello que, tal como surge de algunas de las
resoluciones relevadas que han llegado a obtener la
concesión de una mediación, es muy importante la
participación que se le ha dado al Centro de Mediación y
Métodos Alternativos de Abordaje y Solución de Conflictos
del Consejo de la Magistratura, a fin de que la denunciante
sea entrevistada por un cuerpo interdisciplinario espe-
cializado en género, donde se le expliquen los alcances
del instituto y su opinión de solucionar el conflicto por
dicho método e, incluso, se realicen entrevistas previas
también con el imputado a los fines de evaluar la posibi-
lidad de utilizar esta salida alternativa.
 Asimismo, para los casos que han llegado a debate
oral, el análisis de los fundamentos brindados por los
Magistrados a la hora de ponderar la prueba producida,
los testimonios brindados, así como, en el caso de con-
denas, los modos de cumplimiento de ésta, permitirán a
los Defensores tener un panorama de algunos elemen-
tos importantes a la hora de elaborar su teoría del caso.
Es por ello que desde la Dirección de Jurisprudencia
del MPD, nos parece ineludible en el estadio actual en
que se encuentra esta problemática, aportar mediante
este Análisis de Casos, algunas herramientas para seguir
insistiendo en la aplicación de estos métodos de resolu-
ción de conflictos, brindando justificaciones, objetivos
claros y dotándolos de un marco conceptual más poten-
te que pueda encontrar en todos los operadores jurídicos
la conveniencia de su aplicación.
Finalmente, agradecemos la valiosa colaboración
de todos los integrantes de las Defensorías de Primera
Instancia y de Cámara que, de una u otra manera, han
realizado un aporte para que la realización de este pri-
mer Análisis de Casos sea posible.

61
ANEXO DE FALLOS
Medidas Alternativas de Resolución del Conflicto
Suspensión del Juicio a Prueba y Mediación
Fallos de Primera Instancia
• “Aguayo, Cristian Alejandro Alexis s/art. 149
bis CP”. Causa Nº 3851/17. 8/06/17.
• “Aldoney, Víctor Gabriel s/13944”. Causa
Nº 21078/15. 15/03/16.
• “Anyacu Argote, Henry Tito s/13944” Causa
Nº 5925/17, 31/07/17.
• “Apaza Tincuta, Nestor s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº 7637/15. 5/09/17
• “Auditore, Carlos Jonathan Ariel s/infr. art. 149
bis CP”. Causa Nº 20.353/15. 16/02/17.
• “Baez, Adrian Marcos s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº3115/16. 15/12/16.
• “Barbizzotti Raul German s/art. 1 LN 13944”.
Causa Nº 7.884/16. 6/10/17.
• “Bellini, Diego Nicolas s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº 20370/15. 7/03/2016.
• “Bogado, Juan Ignacio s/art.149 bis CP”. Causa
Nº 14078/16. 4/04/17.
• “Bogado Vera, Alejandro s/art. 183 y 149 bis del
CP”. Causa Nº 569/16. 5/07/17.
• “Cabañas, Rene Cristian s/art. 149 bis CP”. Cau-
sa Nº 17.824/16. 29/12/16.
• “Cazaban, Daniel Oscar s/art. 13944 CP”. Causa
Nº 17.326/16. 8/05/2017.
• “Cecere, Andres Nicolás s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº 20769/15. 21/06/2016.
• “Chapana, Néstor s/art.149 bis CP”. Causa
Nº 3756/15. 9/11/2015.
62
• “Correa Gastón David s/ Infr. Ley 13944”. Causa
Nº 18603/15. 8/09/16.
• “Curia, Alberto s/ 13944” Causa Nº 14176/16. 15/08/17.
• “Duarte, Claudio Matías s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº 12339/16. 17/10/16.
• “Duek Ezra Dario s/art. 149 bis, 150 CP y art. 1
Ley 13944”. Causa Nº 12399/16 –acumulada Cau-
sa Nº 1569/16. 27/09/17.
• “Escobar, Amancio Ariel s/art. 1, Ley 13.944”.
Causa Nº 9.956/16. 13/09/16.
• “Fernández, Ricardo Gabriel s/art. 149 bis CP”.
Causa Nº 1411/16. 23/06/17.
• “Fernández, Waldo s/ 13944 CP”. Causa
Nº 15.874/16. 21/10/2016.
• “García Mello, Adrián s/art. 1, Ley 13944 CP”.
Causa Nº 13431/16. 22/11/2016.
• “García, Claudio Eduardo s/art. 1, Ley Nº 13.944”.
Causa Nº 15.788/17. 11/10/17.
• “Gerez Juan Martin y Otros s/art. 149 bis del CP”.
Causa Nº 19355/15. 27/10/15.
• “Giacomino, Isidoro Hernán s/art. 149 bis CP”.
Causa Nº 17930/15. 17/08/2016
• “González Acosta s/art. 1, Ley Nº 13.944”. Causa
Nº 6.840/17. 13/07/17.
• “Herrera, Carlos Alberto s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº 15935/15. 10/05/17
• “Iturbe, Alfredo Daniel s/art. 149 bis CP”.
Nº 19790/14. 29/10/15.
• “Larramendi, Rodrigo Martín s/Infr. art. 149 bis
CP”. Causa Nº 4450/16. 30/05/17.
• “Leal, Walter S/ Inf. art. 52 CC”. Causa Nº 4148/16.
18/05/16.
• “Lezcano, Brian Nahuel s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº 21579/16. 10/05/17.
 • “López Silvera, Luis Edgar s/ Inf. Art. 149 bis
Del CP”. Causa Nº 1.260/17. 19/06/17.
• “Malta Martínez S/ Art. 150 CP”. Causa
Nº 9055/16. 25/10/16.
• “Mouzo, Eduardo Enrique a/art. 1 Ley Nº 13.944”.
Causa Nº 6452/16. 19/08/16.
• “Otazu Raúl David s/ 183 CP”. Causa Nº 12594/15.
11/07/16.
• “Pardo Sifuentes, Luis Eusebio s/ 13.944 CP”.
Causa Nº 12.808/17. 31/10/2017.
• “Pinto, Ariel Orlando s/art. 149 bis”. Causa
Nº 3062/17. 21/05/17.
• “Quiroga Ricardo s/ 13944 CP”. Causa Nº 697/16.
11/04/2016.
• “Rodríguez, Rolando César s/art. 52 CC”. Causa
Nº 1259/17. 11/05/17.
• “Rodríguez Ezequiel Pablo s/infr. art. 52 CC”
Causa Nº 18059/15. 17/05/16.
• “Rodríguez Sanchez, Armando s/ 149 bis CP”.
Causa Nº 5432/16. 16/08/17
• “Sánchez, José Miguel s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº 12.879/16. 29/12/16.
• “Steininger, Fabio S/ 13944 CP”. Causa
Nº 17391/15. 14/07/16.
• “Tortora, Carlos Alfredo s/ 149 bis CP”. Causa
Nº 13076/15. 10/06/2016
• “Verón René Hernán s/art. 149 bis CP”. Cau-
sa Nº 12647/16 -acumulada Causa Nº 643/16-.
16/03/17. bis CP”. Causa Nº 243/16. 29/08/16.
• “Vidal, Antonio Saúl s/ Inf. Art. 149 bis CP”. Cau-
sa Nº 9.812/16. 16/10/17.
Fallos de la Cámara de Apelaciones Penal,
Contravencional y de Faltas de la Ciudad
• Incidente De Mediación En Autos “Q., R J. s/
Infr. art. 1, Ley 13.944”. Causa Nº 697-01-CC/15.
23/08/16.
• “E, A. A s/Infr.art. 1 Ley 13.944”. Causa Nº 9956-
00-00/16. 20/12/16.
• Incidente De Apelación En Autos “F, W s/Infr.
Art. 1 Ley 13.944”. Causa Nº 15874-01-00/16.
22/02/17.
• “ZAS, Hugo Daniel s/Inf. Art. 1 LN 13944”. Causa
Nº 5872-00-00/16. 29/03/17.
• “M, E.E. s/ Art. 2 Bis LN 13.944”. Causa Nº 6452-
00-00/16. 15/11/16.
• “G. M. A s/ Ley 13.944”. Causa 13431/2016.
31/03/17.
Juicio Oral
• “A., J. M. s/Infr.art. 149 bis CP”. Causa Nº 18804/15.
3/05/2016.
• “Álvarez, Pedro Celestino s/Infr. art. 149 bis, 150
Y 183 Del CP”. Causa Nº 3661/15. 2/03/2017.
• “Barrios, Hugo Alberto s/ Infr. art. 149 bis, CP”.
Causa 10.435/15. 30/06/16.
• “Cabrera, Fabián Eduardo s/art. 149 bis CP”. Cau-
sa Nº 12.268/15. 17/12/15.
• “Duarte, Hernán Humberto s/Infr. art. 149 bis,
150 y 183 Del CP”. Causa Nº 12894/12. 6/10/15.
• “Gertosio, González, Adrián Oscar s/Infr. Ley
13.944 y art. 149 bis CP”. Causa Nº 11347/16.
4/07/2017.
• “Martire, Sebastián Alejandro s/art. 52 CC”. Cau-
sa Nº 21333/15. 12/07/17.
• “Mendieta, Sergio Gabriel s/Infr.art. 149 bis CP”.
Causa Nº 12768/16. 26/12/2016.
• “Palacios Gustavo Alberto s/Infr. art. 149 bis CP”.
Causa Nº 24147/10. 27/06/2016.
• “Potus Orellana s/Infr. Art. 149 bis - C.P”. Causa
Nº 16096/16. 4/08/2016.
• “Rojo, Lucas Mariano s/art. 149 bis CP”. Causa
Nº 9393/16. 3/07/17.
• “Romero, Gabriel Alejandro s/Infr. art. 149 Bis
CP”. Causa Nº 15.856/14. 7/07/2016.
• “Santiago Cedeño, Andi Arquímedes s/Art. 149
• “Sosto, Sergio s/Art. 149 Bis CP”. Causa
Nº 12.437/15. 29/11/16.
• “Viale, Alan Tomás s/ Infr. Art. 149 bis - C.P”.
Causa Nº 22070/15. 2/05/2017.
Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires
• “Ministerio Público —Fiscalía ante la Cámara
de Apelaciones con competencia en lo Penal,
Contravencional y de Faltas nº 1— s/ queja por
recurso de inconstitucionalidad denegado en:
‘Romero, Gustavo Facundo s/ infr. art. (s) 189 bis
CP’”. Causa Nº 7169/10. 26/04/2011.
• “Ministerio Público —Defensoría General de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires— s/ queja
por recurso de inconstitucionalidad denegado
en ‘Legajo de requerimiento de elevación a juicio
en autos Newbery Greve, Guillermo Eduardo s/
inf. art. 149 bis CP’”. Causa Nº 8796/12. 11/09/2013.
• “Ministerio Público —Fiscalía de Cámara Este de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires— s/ queja
por recurso de inconstitucionalidad denegado
en ‘Taranco, Juan José s/ inf. art(s) 149 bis, amena-
zas, CP (p/ L 2303)’” Causa Nº 9510/13. 22/04/2014.
63
 • “Ministerio Público —Fiscalía ante la Cámara
de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y
de Faltas nº 1— s/ queja por recurso de incons-
titucionalidad denegado en: ‘Benavidez, Car-
los Maximiliano s/ inf. art. 189 bis CP”. Causa
Nº 6454/09. 15/02/2011.
• “Ministerio Público —Defensoría Oficial en
lo Contravencional y de Faltas nº 4— s/ queja
por recurso de inconstitucionalidad denegado
en: ‘Benítez, Sergio David s/ art. 189 bis del CP’”.
Causa Nº 4994/06. 23/05/2007.
• “Ministerio Público de la CABA —Fiscalía de Cá-
mara Oeste de la CABA— s/ queja por recurso de
inconstitucionalidad denegado en: ‘Espósito,
Ricardo Adolfo s/ infr. art(s). 149 bis, amenazas,
CP’”. Causa Nº 10818/14. 22/04/2015.
• “Ministerio Público —Fiscalía ante la Cámara
con competencia en lo Penal, Contravencional
y de Faltas nº 2— s/ queja por recurso de incons-
titucionalidad denegado en ‘Incidente de apela-
ción en autos Estigarribia, Federico Milcíades y
otro s/ infr. art. 189 bis CP, portación ilegítima
de arma de fuego de uso civil —apelación—’”.
Causa Nº 6821/09. 13/10/2010.
• “Porro Rey, Julio Félix s/ inf. art. 189 bis, porta-
ción de arma de fuego de uso civil, CP s/ recur-
so de inconstitucionalidad concedido”. Causa
Nº 7909/11. 7/12/2011.

Cámara Federal de Casación Federal

• Causa Nº 14.243 - Sala II – “Amitrano Atilio Clau-

dio” s/recurso de casación. 9/05/2012.

Corte Suprema de Justicia de la Nación

• Fallos: 336:392. Recurso de hecho deducido por

el Fiscal General de la Cámara Federal de Casa-
ción Penal en la causa “Góngora, Gabriel Arnal-
do s/ causa Nº 14.092”. 23/04/2013.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

• Caso “PEROZO Y OTROS VS. VENEZUELA”. Senten-

cia del 28/01/2009. (Excepciones preliminares,
fondo, reparaciones y costas).

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Marzo 2018