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Perú es considerado como el centro de origen del maíz y cuenta con una gran
biodiversidad genética conformada por más de 50 tipos de maíces.
Así lo indicó el gerente de la línea de semillas de Hortus, Ing. Carlos García, quien
indicó que, del total de dichas áreas, aproximadamente 300 mil hectáreas
corresponden a maíz amarillo duro y 220 mil hectáreas son de maíz amiláceo.
En el caso del maíz amarillo duro, dijo que aproximadamente el 90% del área de MAD
está destinada para la producción de grano (usado principalmente para la alimentación
de pollos, cerdos y vacunos) y el 10% del área restante se destina a la producción de
forraje (para alimentación de ganado lechero). En los últimos años se viene utilizando
la planta de maíz para alimentación de animales menores (cuyes).
Agregó que los principales departamentos productores de MAD para grano se ubican
en la región de la costa con 105 mil hectáreas y en la región de la selva con 165 mil
hectáreas. Además, hay 30 mil hectáreas de MAD en la costa que se destina para la
producción de forraje (para alimentar al ganado vacuno).
Maíz amiláceo
En el caso del maíz amiláceo, señaló que la principal región productora es la sierra.
Los departamentos más productores de maíz amiláceo son: Cajamarca, Cusco,
Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, y otras (hay producción de maíz amiláceo en
prácticamente todas las regiones de la sierra).
Indicó que en la costa también hay variedades de maíz amiláceo, pero para la
producción de choclo (para acompañar el cebiche). El rendimiento productivo de maíz
choclo está por las 15 toneladas por hectárea, y en el caso del grano seco (mote o
canchita) el rendimiento está por las 2 o 3 T/ha.
Carlos García destacó que el Perú es considerado como el centro de origen del maíz y
cuenta con una gran biodiversidad genética de más de 50 razas de maíces amiláceos.
La evolución de las razas se origina desde tiempos remotos en donde los agricultores,
tuvieron un rol importante desempeñando una amplia gama de funciones en relación
con la producción y el mantenimiento de las semillas. En muchos casos son ellos
quienes todavía continúan con la tradición de conservar los recursos genéticos;
seleccionando y plantando las semillas a partir de sus variedades y son los principales
consumidores de su producto.
“Todas las razas de maíz amiláceo son variedades de polinización abierta, mejoradas
en algunos casos por selección masal. A diferencia del MAD, no ha habido un
mejoramiento genético significativo y no se cuenta con híbridos de MAD en la
actualidad, por eso los rendimientos son muy variables y mucha de esa producción es
para autoconsumo y el resto para comercializar en los mercados locales, aunque ya
hay una pequeña producción comercial para exportación”, sostuvo.