Está en la página 1de 17

lOMoARcPSD|9578475

Juicios Y Creencias Sociales

Gimnasia II (Universidad Autónoma de Santo Domingo)

StuDocu is not sponsored or endorsed by any college or university


Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)
lOMoARcPSD|9578475

Participante: Eduanis Rafael de Jesús Agramonte Garó


Matricula: 100441277

JUICIOS Y CREENCIAS SOCIALES

Facilitación
Nuestro sistema de memoria es una red de asociaciones y la preparación o facilitación
despierta o activa ciertas asociaciones. Algunos experimentos demuestran que facilitar un
pensamiento, incluso sin estar conscientes de ello, puede influir en otro pensamiento o,
incluso, en una acción (Herring et al., 2013). John Bargh ha equiparado esta facilitación con
campanas que solo los mayordomos mentales (que se encargan de las cosas inconscientes
poco importantes) pueden oír (Bargh, 2017). En un sinfín de estudios, los efectos de
facilitación suceden incluso cuando los estímulos se presentan de forma subliminal, con
demasiada brevedad para que se perciban de manera consciente.

Los experimentos de facilitación tienen sus contrapartes en la vida cotidiana, informa John
Bargh (2006):
 Ver una película de miedo a solas en la casa puede activar emociones que, sin que
nos demos cuenta, ocasionan que interpretemos los ruidos de una caldera como un
posible intruso. Yo [JT] experimenté una versión de esto último: de regreso a mi
habitación de Nueva Orleáns después de un “tour de fantasmas” me percaté de una
sombra ominosa que no había visto antes. Una inspección adicional arrojó no un
fantasma, sino una mesa de noche colocada en un ángulo inusual.
 Los estados de ánimo deprimidos, como explica este capítulo más adelante, facilitan
las asociaciones negativas. Pero ponga a las personas de buen humor y de inmediato
su pasado parece más maravilloso y su futuro más brillante.
 Para muchos alumnos de psicología, leer acerca de trastornos psicológicos facilitan
la manera en que interpretan sus propias ansiedades y estados de ánimo tristes. Leer
acerca de los síntomas de enfermedades también facilita que los estudiantes de
medicina se preocupen acerca de sus congestiones, fiebres o dolores de cabeza.

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

Juicios Intuitivos
¿Cuáles son nuestros poderes de intuición de saber algo de manera inmediata sin
razonamiento ni análisis? Los defensores del “manejo intuitivo” creen que deberíamos estar
al tanto de nuestras corazonadas; utilizar el sistema 1. Al juzgar a otros, dicen, deberíamos
conectarnos con la inteligencia no lógica de nuestro hemisferio derecho. Al contratar,
despedir e invertir, deberíamos hacerle caso a nuestras premoniciones. Al hacer juicios,
deberíamos confiar en nuestra fuerza interna.

Los poderes de la intuición


“El corazón tiene razones que la razón desconoce”, observó el filósofo y matemático del
siglo XVII, Blas Pascal. A tres siglos de distancia, la ciencia ha comprobado que Pascal
estaba en lo correcto. Sabemos más de lo que creemos saber. Algunos estudios acerca de
nuestro procesamiento inconsciente de la información confirman el acceso limitado que
tenemos a lo que sucede dentro de nuestra mente (Bargh et al., 2012; Banaji y Greenwald,
2013; Strack y Deutsch, 2004). Nuestro pensamiento es en parte automático (impulsivo,
carente de esfuerzo e inconsciente: sistema 1) y en parte controlado (reflexivo, deliberado y
consciente: sistema 2). El pensamiento automático e intuitivo no nos es accesible, sino que
ocurre tras bambalinas, de manera oculta, donde la razón no llega. Considere los siguientes
ejemplos de pensamiento automático:
 Los esquemas son conceptos o patrones mentales que orientan de manera intuitiva
nuestras percepciones e interpretaciones. El que escuchemos hablar acerca de que
alguien va a parir o a París dependerá de la manera en que interpretemos el sonido
de manera automática.
 Las reacciones emocionales suelen ser casi instantáneas y suceden antes de que
haya tiempo de un pensamiento deliberado. Un atajo neural lleva información del
ojo o del oído a la central sensorial del cerebro (el tálamo) y hacia su centro de
detección de amenazas (la amígdala) antes de que la corteza pensante tenga
cualquier oportunidad de intervenir (LeDoux, 2002, 2014). Nuestros ancestros que
por instinto temían cualquier sonido proveniente de los arbustos por lo general no
tenían nada que temer. Pero cuando tenían la razón y el sonido era ocasionado por

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

un depredador peligroso, tenían mayores probabilidades de sobrevivir para


transmitir sus genes a nosotros.
 Dada la suficiente pericia, es posible que las personas sepan la respuesta a un
problema de manera intuitiva. Muchas habilidades, desde tocar el piano hasta usar
un palo de golf, comienzan como un proceso controlado y deliberado que poco a
poco se vuelve automático e intuitivo (Kruglanski y Gigerenzer, 2011). Los
maestros de ajedrez reconocen por intuición patrones significativos que los novatos
no toman en cuenta para hacer su siguiente jugada con solo un vistazo al tablero
porque la situación despierta señales de información almacenadas en su memoria.
De manera similar, sin saber bien cómo, reconocemos la voz de nuestros amigos
después de escuchar la primera palabra de una conversación telefónica.
 Al echar una mirada brevísima a alguien, incluso de una fracción de segundo a sus
fotografías, los juicios apresurados de las personas funcionan por encima del azar al
adivinar si alguien es extravertido o tímido, heterosexual o gay (Rule, 2014).

Los límites de la intuición


Los psicólogos sociales han explorado no solo nuestros juicios retrospectivos tendientes al
error, sino también nuestra capacidad de ilusión, como malas interpretaciones perceptuales,
fantasías y creencias construidas. Michael Gazzaniga (1992, 1998, 2008) informa que
aquellos pacientes en los que se han separado por medios quirúrgicos los dos hemisferios
cerebrales, de inmediato elaborarán, y creerán, explicaciones que den cuenta de sus propios
comportamientos extraños. Si el paciente se levanta y da algunos pasos después de que el
experimentador le mostró la instrucción “camina” a su hemisferio derecho no verbal, el
hemisferio izquierdo verbal de inmediato le dará al paciente una explicación factible (“Lo
que pasa es que quise levantarme para tomar algo de agua”).

La intuición ilusoria también aparece en la forma en que adquirimos, almacenamos y


recuperamos la información social. De la misma manera en que los investigadores de la
percepción estudian las ilusiones visuales por lo que revelan acerca de nuestros
mecanismos perceptuales normales, los psicólogos sociales estudian el pensamiento
ilusorio por lo que revela acerca del procesamiento normal de la información. Estos

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

investigadores quieren darnos un mapa del pensamiento social cotidiano donde aparezcan
indicados los peligros con claridad.

Exceso de confianza
Hasta el momento, hemos visto que nuestros sistemas cognitivos procesan enormes
cantidades de información de manera eficiente y automática. Pero esta eficiencia tiene una
desventaja; al interpretar nuestras experiencias y construir recuerdos, hay veces en que
nuestras intuiciones automáticas de sistema 1 son incorrectas. Por lo general, no nos
percatamos de nuestros errores; en otras palabras, mostramos un exceso de confianza.

Daniel Kahneman y Amos Tversky (1979) les comunicaron afirmaciones basadas en


hechos a diferentes personas y les pidieron que llenaran los espacios, como en la siguiente
oración: “Me siento 98% seguro de que la distancia aérea entre Nueva Delhi y Beijing es de
más de _____ kilómetros, pero de menos de _____ kilómetros”. La mayoría de las personas
exhibía un exceso de confianza: en cerca de 30% de las ocasiones, las respuestas correctas
estaban fuera del rango del que estaban 98% seguros. Incluso cuando a los participantes se
les ofrecían boletos de lotería si daban una respuesta correcta, seguían exhibiendo un
exceso de confianza e identificaban un rango demasiado estrecho (también conocido como
precisión excesiva). “Las consecuencias de la precisión excesiva son considerables”
señalan Albert Mannes y Don Moore (2013, p. 1196). “Es frecuente que las personas no se
dejen un margen suficiente; llegan tarde, pierden vuelos [o] rebotan cheques”. Al pensar
que sabemos con precisión cómo sucederán las cosas, es muy frecuente que calculemos
mal.

Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación ayuda a explicar la razón por la que nuestra autoimagen es tan
estable. En una serie de experimentos en la Universidad de Texas en Austin, William
Swann y colaboradores (1981; Swann et al., 1992a, 1992b, 2007) descubrieron que los
estudiantes buscaban, evocaban y recordaban la realimentación que confirmaba sus
creencias acerca de sí mismos. Las personas buscan como amigos y cónyuges a aquellas

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

personas que refuerzan sus perspectivas propias; incluso si piensan mal de sí mismas
(Swann et al., 1991, 2003).

Swann y Read (1981) compararon esta auto verificación con la forma en que una persona
dominante podría comportarse en una fiesta. Al llegar, busca a aquellos que sabe que
reconocerán su dominio. Al conversar, presenta sus puntos de vista para obtener el respeto
que espera. Después de la fiesta, le cuesta trabajo recordar las conversaciones en las que su
influencia fue mínima y recuerda con mayor facilidad su capacidad de persuasión en las
conversaciones que dominó. Así, su experiencia durante la fiesta confirma su autoimagen.

Remedios para el exceso de confianza


¿Qué lecciones podemos obtener de las investigaciones relacionadas con el exceso de
confianza? Una lección es que debemos dudar de las afirmaciones dogmáticas de las
personas. Incluso cuando las personas están seguras de que tienen la razón, es posible que
no la tengan. La confianza y la competencia no siempre coinciden.

Existen dos técnicas que han reducido el sesgo de confianza excesiva de manera exitosa.
Una es la realimentación inmediata (Koriat et al., 1980). En la vida cotidiana, quienes
predicen el clima y quienes establecen los momios en las carreras de caballos reciben
realimentación contundente a diario. Quizá a causa de esto, los expertos en ambos grupos
tienen un buen desempeño cuando calculan su propia precisión (Fischhoff, 1982).

Heurística: Atajos Mentales


Con tan poco tiempo para procesar tanta información, nuestro sistema cognitivo es veloz y
económico. Se especializa en atajos mentales. Con impactante facilidad, formamos
impresiones, hacemos juicios e inventamos explicaciones. Lo hacemos por medio de la
heurística: una serie de estrategias sencillas y eficientes de pensamiento. La heurística nos
permite tomar decisiones de rutina con un mínimo de esfuerzo (Shah y Oppenheimer,
2008).

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

La heurística de la representatividad
A algunos estudiantes de la Universidad de Oregón se les dijo que un grupo de psicólogos
había entrevistado a 30 ingenieros y 70 abogados y que habían resumido sus impresiones en
descripciones condensadas.

La heurística de la disponibilidad
Considere lo siguiente: ¿hay más personas que viven en Irak o en Tanzania?
Quizá respondió según la facilidad con la que le vienen a la mente los iraquíes o los
tanzanos. Si hay ejemplos disponibles en nuestra memoria, como tienden a serlo los
iraquíes, supondremos que otros ejemplos del mismo tipo son comunes. Esto suele ser
cierto, de modo que es frecuente que nos convenga utilizar esta regla cognitiva que se
denomina heurística de la disponibilidad. Dicho en términos sencillos, mientras más fácil
nos es recordar algo, más probable parece

(Respuesta: los 56 millones de pobladores de Tanzania son más que los 37 millones de
pobladores de Irak. La mayoría de las personas, al tener imágenes más vivas de los iraquíes,
suponen de manera incorrecta).

Pensamiento Contrafáctico
Los eventos que se encuentran disponibles con facilidad también influyen en nuestras
experiencias de culpa, consternación, frustración y alivio. Si nuestro equipo pierde (o gana)
un juego importante por un solo punto, nos es fácil imaginar el desenlace contrario, por lo
que sentimos desazón (o alivio). Imaginar alternativas peores hace que nos sintamos mejor.
Cuando la esquiadora Lindsay Vonn perdió la Copa Mundial en la competencia de slalom
por solo 0.03 segundos, se sintió feliz por su contendiente pero señaló: “Hubiera preferido
que me ganara por un segundo completo”. Imaginar mejores alternativas, y reflexionar
acerca de lo que podríamos hacer de manera diferente en la siguiente oportunidad, nos
ayuda a prepararnos para tener un mejor desempeño a futuro (Epstude y Roese, 2008;
Scholl y Sassenberg, 2014).

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

En las competencias olímpicas, las emociones de los atletas después de un evento reflejan
sobre todo la manera en que se desempeñaron según sus expectativas, pero también su
pensamiento contrafáctico: su simulación mental de cómo pudieron ser las cosas (McGraw
et al., 2005; Medvec et al., 1995). Los medallistas de bronce (para quienes la alternativa
más fácil de imaginar es que llegaron en cuarto logar y no obtuvieron una medalla) exhiben
más felicidad que los que ganan la presea de plata (quienes pueden imaginarse con más
facilidad haber ganado el oro). En el podio de las medallas, la felicidad se reduce a 1-3-2.

Pensamiento Ilusorio
Otra influencia sobre el pensamiento cotidiano es nuestra búsqueda de orden en los sucesos
aleatorios, una tendencia que puede conducirnos a tomar toda serie de caminos errados.

Correlación ilusoria
Es fácil ver correlaciones donde no existen. Cuando esperamos encontrar relaciones
significativas, es fácil que asociemos eventos aleatorios y que percibamos una correlación
ilusoria. William Ward y Herbert Jenkins (1965) les mostraron a varias personas los
resultados de un experimento hipotético de siembra de nubes de 50 días de duración. Les
dijeron a los participantes en cuáles de los 50 días se habían sembrado las nubes y qué días
había llovido.

Estados de ánimo y juicios


Los juicios sociales implican un eficiente procesamiento de información. También
involucran sentimientos: nuestros estados de ánimo permean nuestros juicios. Las personas
infelices, en especial aquellas que están en duelo o deprimidas, tienden a enfocarse más en
sí mismas y a ser taciturnas (Myers, 1993, 2000). Pero también hay un lado positivo en la
tristeza (Forgas, 2013). Un estado de ánimo deprimido motiva la reflexión intensa: una
búsqueda de información que hace que el ambiente sea más memorable, comprensible y
controlable.

En contraste, las personas felices son más confiadas, más amorosas y más receptivas. Si a
las personas se les da un pequeño regalo cuando están de compras, informarán, pocos

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

momentos después, en una encuesta no relacionada, que sus autos o teléfonos están
funcionando de maravilla: mejor, si es que podemos creerles, que aquellos que pertenecen a
aquellas personas que respondieron después de no haber recibido regalo alguno.

Nuestros estados de ánimo inciden en nuestro pensamiento. Desde los alemanes


occidentales que disfrutan del triunfo de su equipo de fútbol en la Copa del Mundo
(Schwarz et al., 1987) hasta los australianos que salen de ver una película conmovedora
(Forgas y Moylan, 1987), las personas parecen bondadosas y la vida, maravillosa.

Cuando estamos de buen humor, el mundo parece más amistoso, las decisiones son más
simples y es más fácil que las buenas noticias nos vengan a la mente (DeSteno et al., 2000;
Isen y Means, 1983; Stone y Glass, 1986).

¿Cómo percibimos nuestros mundos sociales?


Comprenda la forma en que nuestras suposiciones y juicios previos guían nuestras
percepciones, interpretaciones y recordación.

Nuestras preconcepciones guían la forma en que percibimos e interpretamos la


información. Vemos al mundo a través del cristal de nuestras creencias. “Claro, nuestras
preconcepciones son importantes”, concuerda la mayoría de las personas, pero no logran
apreciar por completo el efecto de sus propias predisposiciones.

Consideremos algunos experimentos sugerentes. El primer grupo examina cómo las


predisposiciones y juicios previos afectan la manera en que percibimos e interpretamos la
información. El segundo grupo plantea un juicio en las personas después de que se les ha
dado información para ver cómo estas ideas posteriores sesgan su recuerdo. El punto
principal: respondemos a la realidad no como es, sino como la comprendemos.

Percepción e interpretación de sucesos


A pesar de algunos sorprendentes sesgos y defectos lógicos en la manera en que nos
percibimos y comprendemos los unos a los otros, somos primordialmente precisos (Jussim,

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

2012). Nuestras primeras impresiones y juicios de los demás suelen ser más correctos que
incorrectos. No solo eso, mientras mejor conocemos a la gente, mayor será la precisión con
la que podamos interpretar sus pensamientos y sentimientos.

Percepciones políticas
Lo mismo sucede en el caso de las percepciones políticas. Debido a que estas tienen mucho
que ver con quien las tiene, incluso el estímulo más pequeño puede parecerle muy distinto a
diferentes personas. Un experimento de Robert Vallone, Lee Ross y Mark Lepper (1985)
reveló cuán poderosas pueden ser las preconcepciones. A estudiantes proisraelíes y
proárabes se les mostraron seis segmentos noticiosos en los que se describían los asesinatos
de civiles refugiados en Beirut, Líbano. Cada grupo percibió a las cadenas de noticias como
hostiles hacia su postura.

Este fenómeno es de lo más común: los fanáticos de algún deporte perciben al réferi como
injusto a favor del contrincante. Los candidatos políticos y sus partidarios casi siempre
consideran que los medios noticiosos están en contra de su causa (Richardson et al., 2008).
Cuando el Pew Research Center les preguntó a varios estadounidenses: “¿Diría usted que
su partido ha estado ganando o perdiendo más?”, la mayoría de ambos partidos creyó que
su lado había estado perdiendo en más ocasiones (Fingerhut, 2015).

Perseverancia de las creencias


Imagine a una nana que durante una noche con un bebé lloroso decide que alimentarlo con
biberón produce cólicos: “Y si lo piensa uno un poco, es evidente que la leche de vaca es
mejor para los becerros que para los bebés”. Si después resulta que el bebé tenía una fiebre
elevada, ¿persistirá la creencia de la nana en cuanto a que el biberón produce cólicos (Ross
y Anderson, 1982)? Para averiguarlo, Lee Ross, Craig Anderson y sus colaboradores
plantaron una falsedad en la mente de las personas y después trataron de desacreditarla.

Sus investigaciones revelaron que es bastante difícil destruir una falsedad una vez que las
personas inventan alguna argumentación que la sostenga. Primero, cada experimento
implantó una creencia, ya sea pregonando su veracidad o mostrándoles algún tipo de

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

evidencia anecdótica a los participantes. Luego, se les pidió a los participantes que
explicaran por qué era verdad. Después, los experimentadores desacreditaron la
información inicial por completo explicándoles la verdad a los participantes: que la
información había sido elaborada para el experimento y que a la mitad de los participantes
se les había dado la información contraria. No obstante, la creencia falsa sobre- vivió
intacta en alrededor de 75% de los participantes, al parecer porque seguían reteniendo las
explicaciones inventadas que sustentaban la creencia. Aunque dicha creencia era falsa, los
participantes seguían creyéndola a pie juntillas. Este fenómeno, denominado perseverancia
de las creencias, muestra que las creencias pueden sostenerse por sí mismas y sobrevivir a
la desacreditación. En un momento en que las fake news (noticias falsas que a menudo
están diseñadas para atraer clics y, por ende, ganancias publicitarias) se difunden por todos
los medios sociales (Fulgoni y Lipsman, 2017), es importante comprender las razones por
las que las personas siguen creyendo la información falsa.

Construcción de recuerdos de nosotros mismos y de nuestros mundos


¿Está de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente afirmación?
La memoria puede compararse con un baúl de almacenamiento dentro de nuestro cerebro
en el que depositamos materiales y del que podemos sacarlos más adelante según los
necesitemos. En ocasiones, hay cosas que se pierden de este baúl y ese es el momento en
que decimos que lo hemos olvidado. En una encuesta, 85% de estudiantes universitarios
estuvo de acuerdo con lo anterior (Lamal, 1979). Como lo planteó una revista, “La ciencia
ha comprobado que la experiencia acumulada de toda una vida se preserva de manera
perfecta dentro del cerebro”.

De hecho, la investigación psicológica ha probado todo lo contrario. Nuestros recuerdos no


son copias exactas de experiencias que se encuentran depositadas en un banco de recuerdos.
Más bien, reconstruimos nuestros recuerdos al momento en que hacemos algún retiro. Al
igual que un paleontólogo que infiere la apariencia de un dinosaurio a partir de los
fragmentos de sus huesos, nosotros reconstruimos nuestro pasado distante usando nuestros
sentimientos y expectativas actuales para combinar fragmentos de información. Así
(aunque de manera inconsciente) podemos arreglar nuestros recuerdos con facilidad para

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

que se ajusten a nuestros conocimientos actuales. Cuando uno de mis hijos [DM] se quejó
de que no había llegado el ejemplar de junio de una revista, y después le mostraron dónde
se encontraba, feliz de la vida respondió: “¡Qué bueno! ¡Sabía que había llegado!”.

Reconstrucción de nuestras actitudes pasadas


Hace cinco años, ¿cómo se sentía respecto de la inmigración? ¿Acerca de su presidente o
primer ministro? ¿Acerca de sus padres? Si sus actitudes han cambiado, ¿qué tanto lo han
hecho? Los experimentadores han explorado tales cuestiones y los resultados han sido
desconcertantes.

Las personas cuyas creencias o actitudes han cambiado, con frecuencia afirman que
siempre se han sentido igual a como se sienten en la actualidad (Wolfe y Williams, 2018).
Estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon respondieron una larga encuesta que incluía
una pregunta acerca del control estudiantil sobre los planes de estudio de la universidad.
Una semana después, acordaron escribir un ensayo en oposición a dicho control estudiantil.
Después de hacerlo, sus actitudes se inclinaron hacia una mayor oposición en contra del
control estudiantil. Cuando se les pidió que recordaran cómo habían respondido la pregunta
antes de escribir el ensayo, los estudiantes recordaron haber tenido la misma opinión que en
el presente y negaron que el experimento los hubiera afectado (Bem y McConnell, 1970).

Reconstrucción de nuestro comportamiento pasado


La construcción de recuerdos nos permite modificar nuestras propias historias. En un
estudio, alumnos de la Universidad de Waterloo leyeron un mensaje acerca de los
beneficios de cepillarse los dientes. Más tarde, en un experimento supuestamente diferente,
estos mismos estudiantes recordaron que se habían cepillado los dientes más a menudo
durante las dos semanas anteriores que los alumnos que no habían leído el mensaje (Ross,
1981). De la misma manera, al juzgar por las encuestas, las personas informan haber
fumado muchos menos cigarros de los que en realidad se venden (Hall, 1985). Y recuerdan
haber votado en más ocasiones que los votos que en realidad se registran (Buró de Censos,
2013).

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

El psicólogo social Anthony Greenwald (1980) advirtió la semejanza de estos hallazgos en


la novela 1984 de George Orwell, en la que “era necesario recordar que los eventos
sucedían de la manera deseada”. De hecho, argumentaba Greenwald, todos tenemos “yoes
totalitarios” que alteran el pasado para ajustarlo a nuestras perspectivas presentes. Así,
subestimamos los informes sobre malas conductas y exageramos los informes sobre buenas
conductas.

¿Cómo explicamos nuestros mundos sociales?


Reconozca cómo y con qué precisión explicamos los comportamientos de los demás. Las
personas se afanan por explicar a otras personas, y los psicólogos sociales se afanan por
explicar las explicaciones de las personas.

Nuestros juicios de la gente dependen de la forma en que explicamos su comportamiento.


Dependiendo de nuestra explicación, es posible que juzguemos una muerte como producto
de homicidio, asesinato imprudencial, defensa propia o heroísmo. Dependiendo de nuestra
explicación, es posible que interpretemos el comportamiento amistoso de alguien como
calidez genuina o hipocresía. La teoría de la atribución nos ayuda a darle sentido a la
manera en que operan tales explicaciones.

Atribución de la causalidad: a la persona o a la situación


Nos eternizamos en el análisis de la razón por la que las cosas suceden como suceden, en
especial cuando experimentamos algo negativo o inesperado (Weiner, 1985, 2008, 2010). Si
la productividad de los empleados baja, ¿suponemos que los trabajadores están haciéndose
más flojos? ¿O acaso es que su sitio de trabajo se ha vuelto menos eficiente? ¿Un niño
pequeño que golpea a un compañero tiene una personalidad hostil? ¿O tan solo está
respondiendo al acoso constante?

Algunos investigadores han encontrado que las personas casadas con frecuencia analizan el
comportamiento de sus parejas, en especial el negativo. Es probable que la hostilidad
distante, a diferencia de un cálido abrazo, deje al otro miembro de la pareja preguntándose:
“¿Por qué?” (Holtzworth y Jacobson, 1988). Las respuestas de los cónyuges se

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

correlacionan con la satisfacción marital. Las parejas infelices casi siempre ofrecen
explicaciones internas a los actos negativos (“Llegó tarde porque no le importo”). Las
parejas felices tienen una mayor tendencia a externalizar (“Llegó tarde porque hubo mucho
tránsito”). De manera semejante, las explicaciones de los actos positivos también funcionan
para conservar la angustia (“Me compró flores porque quiere tener relaciones sexuales”) o
para elogiar la relación (“Me compró flores porque quiso mostrarme que me ama”)
(Hewstone y Fincham, 1996; McNulty et al., 2008; Weiner, 1995).

Inferencia de rasgos
La facilidad con la que inferimos rasgos, un fenómeno que se denomina inferencia
espontánea de rasgos, es asombrosa. En algunos experimentos en la Universidad de Nueva
York, James Uleman (1989; Uleman et al., 2008), les pidió a estudiantes que recordaran
ciertas afirmaciones, como “El bibliotecario cargó las compras de la viejecita al otro lado
de la calle”. De manera instantánea, intencional e inconsciente, los estudiantes inferían un
rasgo. Más tarde, cuando se les pedía que recordaran la afirmación, la pista más valiosa no
era “libros” (para evocar al bibliotecario) ni “bolsas” (para evocar las compras), sino
“servicial”: el rasgo inferido que sospechamos que también usted debe haberle atribuido al
bibliotecario de manera espontánea. Una exposición de tan solo 1/10 de segundo al rostro
de una persona lleva a la gente a inferir ciertos rasgos de personalidad de manera
espontánea (Willis y Todorov, 2006).

El error fundamental de atribución


La lección más importante de la psicología social tiene que ver con la influencia de nuestro
entorno social. En cualquier momento, nuestro estado interno y, por ende, lo que decimos o
hacemos, depende de la situación, así como de lo que nosotros llevamos a ella. En los
experimentos, hay ocasiones en que una ligera diferencia entre ambas situaciones puede
afectar bastante la forma en que responden las personas. Como profesor [DM], he visto esto
último al dar la misma clase tanto a las 8:30 a.m. como a las 7:00 p.m. A las 8:30 a.m., me
veía confrontado a miradas silenciosas; a las 7:00 p.m., era necesario que interrumpiera
toda una fiesta. En cada situación, había algunos individuos que eran más verbales que
otros, pero la diferencia entre ambas situaciones superaba las diferencias individuales.

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

¿Por qué cometemos el error de atribución?


Hasta este momento, hemos visto que existe un sesgo en la manera en que explicamos el
comportamiento de otras personas: es frecuente que ignoremos poderosos factores
determinantes situacionales. ¿Por qué tendemos a subestimar los factores determinantes
situacionales de la conducta de los demás, pero no de la nuestra?

Perspectiva y conciencia situacional


Los teóricos de la atribución han señalado que observamos a los demás desde una
perspectiva diferente a la que utilizamos al observarnos a nosotros mismos (Jones, 1976;
Jones y Nisbett, 1971). Cuando nosotros actuamos, el ambiente atrae nuestra atención.
Cuando observamos el comportamiento de otra persona, dicha persona acapara el centro de
nuestra atención y el ambiente se vuelve un tanto invisible. Si me siento enojado, es la
situación la que me hace sentir de esa manera; pero si alguien más se enoja, es porque es
una persona malhumorada.

Diferencias culturales
La cultura también influye en el error de atribución (Ickes,
1980; Watson, 1982). Una visión del mundo individualista occidental predispone a las
personas a suponer que la gente, no las situaciones, ocasiona los sucesos. Las explicaciones
con base en lo personal tienen una mayor aprobación social (Jellison y Green, 1981). “¡Tú
puedes lograrlo!”, nos asegura la psicología popular de la cultura occidental de
pensamiento positivo. Obtienes lo que mereces y te mereces lo que tienes.

A medida que los niños occidentales crecen, aprenden a explicar el comportamiento de los
demás en términos de sus características personales (Rholes et al., 1990; Ross, 1981).
Cuando estaba en primer grado, uno de mis hijos [DM] ordenó las palabras “reja a la
manga atrapó Tom su” en la oración “la reja atrapó a Tom su manga”. Su maestro,
aplicando las suposiciones culturales de Occidente, le dijo que su respuesta era incorrecta.
La respuesta “correcta” localizaba la causa en Tom: “Tom atrapó su manga a la reja”.

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

El error fundamental de atribución se presenta en diversas culturas (Krull et al., 1999). No


obstante, las personas de culturas del este asiático son algo más sensibles que los
occidentales a la importancia de las situaciones. Así, al percatarse del contexto social, están
menos inclinados a suponer que el comportamiento de otras personas corresponde a sus
rasgos (Choi et al., 1999; Farwell y Weiner, 2000; Masuda y Kitayama, 2004).

Por qué estudiamos los errores de atribución


El presente capítulo, al igual que el anterior, explica algunos de los defectos y falacias de
nuestro pensamiento social. Leerlos puede hacer parecer, como me lo expresó uno de mis
alumnos [DM] que, “los psicólogos sociales se divierten de lo lindo poniéndoles trampas a
las personas”. De hecho, aunque los experimentos puedan ser divertidos en ocasiones, no
están diseñados para demostrar “lo tontos que son estos mortales”. Su propósito formal es
revelar la forma en que pensamos acerca de nosotros mismos y de los demás.

¿Qué importancia tienen nuestras creencias sociales?


Comprenda por qué son importantes nuestras expectativas sobre nuestros mundos sociales.
Después de considerar la forma en que explicamos y juzgamos a los demás de manera
eficiente y adaptativa pero, en ocasiones, errada, concluiremos el presente capítulo
haciendo una reflexión acerca de los efectos de nuestros juicios sociales. ¿Importan
nuestras creencias sociales? ¿Pueden cambiar la realidad?

Nuestras creencias y juicios sí importan. Influyen en la manera en que nos sentimos y


actuamos y, al hacerlo, pueden ayudar a generar su propia realidad. Cuando nuestras ideas
nos conducen a actuar en forma que producen su aparente confirmación, se convierten en lo
que el sociólogo Robert Merton (1948) denominó profecías autocumplidas: creencias que
conducen a su propia materialización. Si se les conduce a pensar que su banco está a punto
de quebrar, los clientes correrán a retirar todo su dinero, con lo que sus percepciones falsas
podrían crear dicha realidad, señaló Merton. Si a las personas se les hace creer que una
acción está a punto de subir, eso es justo lo que sucederá (véase Enfoque: La profecía
autocumplida del mercado bursátil).

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)


lOMoARcPSD|9578475

Expectativas de los maestros y desempeño de los alumnos


Es cierto que los maestros tienen expectativas superiores de algunos alumnos que de otros.
Es posible que usted haya detectado esto después de que alguno de sus hermanos o
hermanas lo haya precedido en la escuela y se le haya considerado dotado o con problemas
de aprendizaje o que haya tomado cursos avanzados. Es posible que las conversaciones en
la sala de maestros le hayan creado una reputación antes de su llegada. O tal vez sus nuevos
maestros hayan echado una mirada a sus registros escolares o hayan descubierto el nivel
socioeconómico de su familia. Es claro que las valoraciones de los maestros se
correlacionan con el desempeño de los alumnos: los maestros piensan bien de los alumnos a
los que les va bien. En términos generales, eso se debe a que los maestros tienen una
percepción acertada de las capacidades y logros de sus alumnos. “Cerca de 75% de la
correlación entre las expectativas de los maestros y el logro futuro de sus alumnos es
precisa”, informan Lee Jussim, Stacy Robustelli y Thomas Cain (2009).

Obtener lo que esperamos de otros


¿Las profecías auto cumplidas matizan nuestras relaciones personales? En ocasiones, las
expectativas negativas de alguien nos conducen a portarnos de manera muy agradable con
esa persona, lo que la induce a ella a comportarse de igual manera con nosotros, algo que
contradice nuestras expectativas. Pero un hallazgo más común en estudios de interacción
social es que, sí, hasta cierto grado, obtenemos lo que esperamos (Olson et al., 1996).

En juegos de laboratorio, la hostilidad casi siempre genera hostilidad: si alguien cree que un
oponente será poco cooperativo, dicho oponente responderá comportándose de manera
poco cooperativa (Kelley y Stahelski, 1970). El que cada parte perciba a la otra como
agresiva, resentida y vengativa induce que la otra muestre dichas conductas en defensa
propia, creando así un círculo vicioso permanente. En otro experimento, las personas
anticiparon que se relacionarían con otra de raza distinta.

Downloaded by Antony encarnacion o (antonyencarnacion2017@gmail.com)

También podría gustarte