La noción de campo es el modo propiamente sociológico de enfocar y analizar las obras
y agentes de la actividad cultural. Para Pierre el concepto de campo intelectual permite pensar los condicionamientos sociales que obran en el universo de la producción cultural. Su instancia de referencia es el espacio social relativamente autónomo, dotado de estructura y lógicas propias. La posibilidad de considerar el campo intelectual como una esfera autónoma e, incluso, los límites de validez del concepto tienen entonces como presupuesto la autonomización real. La autonomización del campo intelectual es siempre un resultado histórico que aparece ligado a sociedades determinadas. El campo intelectual aparece como un sistema de relaciones entre posiciones e incluye obras, instituciones y un conjunto de agentes intelectuales. Cada uno de esos agentes está determinado por su pertenencia a este campo. La cultura no se añade como una determinación exterior a una intención creadora madurada independientemente del campo intelectual en que está inscripta. Una intención se especifica como proyecto intelectual concreto, objetivado en obras particulares, a través de la dialéctica que se establece entre sus exigencias y el campo intelectual del que forma parte. Ni una obra, científica o literaria, ni un escritor se conectan con la sociedad global de manera directa, sino a travpes de la estructura de su campo intelectual. Para Pierre, el campo intelectual constituye el principio mediador por excelencia en aquellas sociedades donde la producción de bienes simbólicos se ha configurado como dominio relativamente autónomo. El campo intelectual opera, además, sobre cada miembro de su obra, con la que el creador debe ajustar cuentas, necesariamente, así sea para rechazarla. El campo intelectual es a la vez un espacio de lucha por la definición de la cultura legítima, lucha que enfrenta a quienes se hallan situados en diferentes rangos, pues no todos cuentan con el mismo poder para definir cuál es la cultura legítima, un poder indisociable del capital simbólico. Este microcosmos está en conexión con las estructuras del conjunto del mundo social y sus conflictos. El concepto de campo intelectual se enlaza con la teoría forjada por Pierre de la dominación simbólica, que hace de los intelectuales una facción (dominada) de la clase dominante. Altamirano, Cultura Durante mucho tiempo la definición de lo que el concepto cultura incluía y/o excluía, así como los procesos concretos que la relacionan con las prácticas fueron materia de disputa. En la actualidad la mayoría de las perspectivas concuerdan en que el concepto connota una dimensión que implica la totalidad de las prácticas. A través de conceptos como “identidades insurgentes”, “memorias colectivas”, “identidades narrativas”, los estudios sobre la acción colectiva apuntan a la estructuración de ciertas subjetividades en el surgimiento de la protesta. Al hablar de cultura, la mayoría de los autores contemporáneos se refiere a ella como un repertorio históricamente estructurado, un conjunto de estilos, habilidades y esquemas que, incorporados en los sujetos, son utilizados para organizar sus prácticas, tanto individuales como colectivas.