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La Bella y la Bestia Asociación de Teatro La Ribera

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La Bella y la Bestia Asociación de Teatro La Ribera
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La Bella y La Bestia
Adaptación: Pedro Zamudio Calvo
Dirección Musical: Encarni Amores Casado
Dirección Artística: Francisco José Sosa Ignacio
Narración: Juan Joaquín Cano Guirado
Música en Directo: Asociación Musical de La Algaba
Diseño de Vestuario: Asociación de Teatro La Ribera
Responsable de Maquillaje y Peluquería: Carmen Naranjo Arroyo
Fotografía: Francisco Bazán Marqués
Diseño de Coreografía: Sara Almagro Antúnez
Diseño de Escenografía y Atrezzo: Pedro Zamudio Calvo
Responsable de Iluminación y Sonido: Antonio Vázquez Tristán
Regidor: Julio Domínguez Zamudio
Dirección: Isidoro Reyes Bermejo

Personajes
Bestia Chip Aldeanas
Bella Sra. Potts Aldeanas
Maurice Madame de la Grand Bouché Hombre 1
Philippe Trilliza 1 Hombre 2
Gastón Trilliza 2 Hombre 3
Lefoe Trilliza 3 Hombre 4
Lumiere Panadera Madame D’Arque
Dindón Librero Príncipe
Babette Tabernero Hechicera
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La Bella y la Bestia

Escena 1: Introducción.
La obra comienza con el escenario completamente a oscuras y dos puntos de luz: uno para el
Príncipe y otro para la Mendiga. Conforme el narrador va introduciéndonos en la historia; los
dos personajes van interactuando sin hablar nada. A mitad de la narración, el Príncipe se
convierte en Bestia y aparece una rosa roja brillante que se la lleva al finalizar la introducción a
la obra.

PISTA 1 - Narrador
Narrador: Erase una vez, en un país lejano, un joven príncipe que vivía en un
resplandeciente castillo. A pesar de tener todo lo que podía desear, el príncipe era egoísta,
déspota, y consentido. Pero, una noche de invierno llegó al castillo una anciana mendiga, y le
ofreció una simple rosa a cambio de cobijarse del horrible frío.
Repugnado por su desagradable aspecto, el príncipe despreció el regalo y expulsó de allí a la
anciana. Pero ella le advirtió que no se dejara engañar por las apariencias, porque la belleza se
encuentra en el interior. Y cuando volvió a rechazarla, la fealdad de la anciana desapareció,
dando paso a una bellísima hechicera. El príncipe trató de disculparse, pero era demasiado tarde,
pues ella ya había visto que en su corazón no había amor. Y como castigo, lo transformó en una
horrible bestia y lanzó un poderoso hechizo sobre el castillo y sobre todos los que allí vivían.
Avergonzado por su aspecto, el monstruo se encerró en el interior de su castillo, con un espejo
mágico como única ventana al mundo exterior. La rosa que ella le había ofrecido era en realidad
una rosa encantada que seguiría fresca hasta que él cumpliera veintiún años. Si era capaz de
aprender a amar a una mujer y ganarse a cambio su amor antes de que cayera el último pétalo,
entonces se desharía el hechizo. Si no, permanecería condenado a seguir siendo una bestia para
siempre. Al pasar los años, comenzó a impacientarse y perdió toda esperanza.
Pues, ¿quién iba a ser capaz de amar a una bestia?

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Escena 2: El pueblo.

PISTA 2 - Canción 1: Bella


Se abre el telón y aparece una plaza de un pueblecito francés con una pequeña fuente en el
lateral. Sale Bella y comienza a cantar. A medida que avanza la canción comienzan a aparecer y
a desaparecer personajes según exija la canción.

Bella: Ésta es mi pequeña aldea.


Un lugar cada día igual.
Con el sol se levantan todos;
despertando así.
Aldeanos: ¡Bonjour, bonjour!
¡Bonjour, bonjour, bonjour!
Bella: Llega la panadera como siempre,
su mismo pan viene a vender.
Desde el día en que llegué,
todo sigue igual que ayer.
Nada nuevo que contar.
Panadera: Bella, ¿qué tal?
Bella: Bonjour, Madame.
Panadera: ¿A dónde vas?
Bella: A la librería, acabo de leer un cuento maravilloso. Trata de unas habichuelas y un
ogro y...
Panadera: Qué bien. ¡Marie, las baguettes, rápido!
Aldeanas: Una muchacha de lo más extraño,
siempre en las nubes suele estar.
Nunca está con los demás.
No se sabe a dónde va.
Nuestra Bella es una chica peculiar.
Bonjour. ¿Qué tal? ¿Y su familia?
Bonjour. ¿Qué hay? ¿Y su mujer?
Pues seis, no tres, eso es muy caro
Bella: Yo sé que existe un mundo para ver.
Librero: Ah, Bella.

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Bella: Buenos días. Aquí le traigo el libro que me prestó.


Librero: ¿Ya lo has leído?
Bella: No podía dejarlo. ¿Ha llegado algo nuevo?
Librero: Desde ayer, no.
Bella: No importa. Me llevaré éste.
Librero: ¿Éste? Si lo has leído dos veces.
Bella: Pero es mi preferido. Lugares lejanos, aventuras, hechizos mágicos, un príncipe
disfrazado.
Librero: Si tanto te gusta, puedes quedártelo.
Bella: Pero señor...
Librero: Insisto.
Bella: Pues gracias. Muchísimas gracias.
Aldeanos: Ahí va esa joven tan extravagante,
que nunca deja de leer.
Con un libro puede estar
siete horas sin parar;
cuando lee, no se acuerda de comer.
Bella: ¡Ohhh! ¡Es un gran romance!
El apuesto príncipe llegó.
Y como está encantado,
ella no descubre quién es él hasta el final.
Aldeanos: También su nombre dice que ella es Bella.
es más bonita que una flor.
No debemos olvidar,
que esa chica es singular.
Muy distinta a todos los demás.
No es como todos los demás.
Distinta a todos los demás, no hay dos.
Lefou: Caray, no has fallado ni un tiro, Gastón. Eres el mejor cazador del mundo.
Gastón: Ya lo sé.
Lefou: No hay bestia que se salve contigo, y tampoco ninguna mujer.
Gastón: Es cierto, Lefou, y ya le he echado la vista encima a ésa.
Lefou: ¿La hija del inventor?

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Gastón: La misma, la afortunada que se casará conmigo.


Lefou: Pero si es...
Gastón: La muchacha más bonita del pueblo.
Lefou: Ya lo sé, pero...
Gastón: Eso la hace la mejor. ¿Y acaso yo no merezco lo mejor?
Lefou: Pues, claro que sí, pero, ¿cómo?
Gastón: En el momento en que la vi me dije:
“Ya no me puedo equivocar".
Ella es digna de lucir la belleza que hay en mí
y conmigo va a tenerse que casar.
Trillizas: Mirad, es él, menuda boca.
Monsieur Gastón, y qué mentón.
Y qué nariz, nos tiene locas.
No existe un ser más guapo y más ligón.
Aldeanos: Bonjour.
Gastón: Perdón.
Aldeanos: ¿Qué tal? Sí, sí, salchichas frescas
¿A cuánto van? Gruyere, azul
De aquel.
Gastón: Perdón.
Aldeanos: No sé si hay más.
Gastón: Dejen pasar.
Aldeanos: El pan, ¿atún? De ayer
Qué olor, ni hablar, señora.
Bella: ¿Podrá la vida darme algo más?
Gastón: Serás mi esposa, pronto lo verás.
Todos: Una muchacha de lo más extraño,
siempre en las nubes se la ve.
Diferente a las demás, Bella baila a su compás,
otra igual no existe en la región;
no hay otra igual en la región;
no hay otra en toda la región, Bella es.
Bonjour, bonjour, Bonjour, bonjour, bonjour, bonjour.

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Cuando termina la canción, se van todos del escenario excepto Bella, Gastón, Lefou y las
trillizas. Bella se dirige hacia su casa cuando Gastón le corta el paso. Los demás personajes ven
la escena desde un segundo plano, interactuado entre ellos.

Gastón: Hola, Bella.


Bella: Bonjour Gastón... (Gastón le quita a Bella el libro de las manos). Gastón, ¿me devuelves el
libro, por favor?
Gastón: ¿Cómo puedes leer esto? No tiene dibujos... (Inspeccionando el libro, sin encontrar lo que
encuentra).

Bella: ¡Hay quien utiliza su imaginación! (Con cierta ironía).


Gastón: Bella, ya es hora de que olvides los libros... (Tira el libro al suelo) y prestes atención a
cosas más importantes... como yo. (Pone una pose de interesante).
Trillizas: ¡Ahhh! (Medio se desmallan al ver como Gastón posa).
Gastón: El pueblo entero lo comenta, no está bien que una mujer lea, enseguida empieza a
tener ideas y a pensar...
Bella: Gastón eres un hombre muy primitivo. (Recogiendo el libro del suelo).
Gastón: Ja ja ja, gracias Bella. ¿Qué te parece si nos acercamos hasta la taberna y damos un
repaso a mis trofeos? (Agarrando a Bella por los hombros).
Bella: Quizás en otro momento. (Quitándose la mano de Gastón de encima).
Trilliza 1: ¿Qué le pasa a esa?
Trilliza 2: ¡Está loca!
Trilliza 3: ¡Es guapísimo!
Bella: Gastón no puedo, tengo que ir a casa a ayudar a mi padre, adiós. (Hace el ademán de irse
cuando escucha lo que dice Lefou).

Lefou: Ese viejo loco, necesita muchísima ayuda. Ja, ja, ja. (Haciendo la señal de locura, mientras
se acerca Gastón).

Gastón: Ja, ja, ja.


Bella: ¡No hables así de mi padre!
Gastón: ¡Claro, no hables así de su padre! (Dándole un golpe a Lefou).
Bella: Mi padre no está loco, es un genio. (Con cierto enfado).

Se escucha una explosión y Bella sale corriendo del escenario. Mientras Gastón y Lefou se
quedan en el escenario riéndose.

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Escena 3: La casa de Bella.


Se produce un leve apagón para que Gastón y Lefou abandonen el escenario; mientras Bella
sale por una parte del escenario para volver a salir por la otra. El decorado simula la parte
exterior de una casita de campo rodeada de árboles y una pequeña noria de agua. Aparece
Maurice tirado en el suelo junto a un artefacto muy raro que suelta humo y Phillippe, un
pequeñuelo que ayuda a Maurice en sus inventos, sentado y aturdido por la explosión. Aparece
Bella corriendo para ver cómo se encuentra su padre y el pequeño.
Bella: ¿Papá? ¿Phillippe?
Maurice: ¿Cómo ha podido ocurrir? ¡Qué fastidio! (Incorporándose del suelo).
Bella: ¿Estás bien papá? (Se acerca a su padre).
Maurice: ¡Estoy...estoy a punto de mandar este trasto a la porra! (Se dirige hacia el artefacto con
intención de darle un golpe con una herramienta que tenía muy cerca). ¡Phillippe! (Acordándose de
que el niño está por allí).

Bella: Siempre dices esas cosas. (Bella se acerca a Phillippe para ayudarlo a incorporarse).
Maurice: ¡Esta vez va en serio, nunca podré hacer funcionar este estúpido artilugio! (Se gira
hacia su hija y Phillippe, porque en el fondo no quiere estropear el artefacto).

Bella: ¡Claro que sí! Y mañana ganaras el primer premio en la feria… y serás un inventor
mundialmente famoso. (Bella comienza a animarlo un poco). ¿Phillippe, te encuentras
bien?
Maurice: ¿De veras lo crees así? (Phillippe, ya de pie, se va acercando a Maurice con intención de
interesarse por el artefacto).

Bella: Siempre lo he creído.


Maurice: ¡Bien! ¿Entonces a que esperamos? ¡Venga Phillippe!, vamos a arreglarlo en un
santiamén, alcánzame ese remachador california. Dime Bella, ¿te has divertido hoy
en el pueblo? (Se agacha para ver donde puede estar la avería).
Bella: He cogido otro libro… Papá... ¿Tú crees que soy rara? (Dando vueltas alrededor del
artefacto mientras Phillippe busca la herramienta).

Maurice: ¿Mi hija rara, de dónde has sacado una idea así? (Maurice deja de hacer lo que está
haciendo para mirar a Bella)

Bella: Pues no sé, no estoy segura de estar hecha para este lugar, nadie tiene buena
conversación.
Phillippe: ¿Es ésta, señor? (Acercándole la herramienta a Maurice y mirando de forma rara a ambos).
Maurice: ¿Qué me dices de ese Gastón, es un muchacho muy guapo?
Bella: Si es guapo, y mal educado y presumido y...no papá no es para mí... (Mientras Bella va
hablando, Phillippe hace gestos de ser guapo, fuerte y presumido; para finalizar haciendo gestos de
no ostensivamente).

Maurice: Bueno, no te preocupes porque este invento será el principio de una nueva vida para
nosotros… Creo que ya está… Bien, ¡vamos a probar! (Bella se separa un poco, mientras
que Maurice arranca el artefacto no sin antes dar un paso atrás asustado y Phillippe sale corriendo
para esconderse en la otra dirección por si hubiera otra explosión).

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Bella: ¡Funciona!
Maurice: ¡En serio! Vaya… ¡Funciona!
Phillippe: (Asomando la cabeza de su escondite). ¿Es seguro?, ¿no habrá otra explosión?
Bella: Si, Phillippe. Papa, lo has logrado… al fin lo has logrado. (Bella y su padre se abrazan).
Maurice: Andando… nos vamos a la feria. (Preparando una bolsa para su equipaje).
Phillippe: ¿De veras, señor? ¿Me va a llevar con usted?
Maurice: Pues claro, Phillippe. Venga prepara tu equipaje que nos vamos en seguida. (Phillippe
sale corriendo de escena y aparece en un santiamén con un pequeño equipaje al hombro. Maurice lo
mira sorprendido y se dirige fuera de escena; Phillippe lo sigue pero haciéndose el remolón porque
espera algo de Bella).

Bella: Adiós papá y buena suerte. Adiós Phillippe. (Se acerca a Phillippe y le da un beso en la
mejilla, quien trastabilla y deja caer su equipaje para tocarse la mejilla).

Maurice: Adiós Bella y ten cuidado en mi ausencia. (Sale de escena. Phillippe, ruborizado, recoge su
equipaje del suelo, se levanta y sale corriendo en dirección a Maurice).

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Escena 4: El bosque.
Mientras Maurice se despide de Bella, comienza a aparecer un decorado simulando un bosque
tétrico y a escucharse el aullido de lobos en la lejanía. Tal y como Phillippe sale de escena, entra
Maurice arrastrando el artefacto y acto seguido Phillippe detrás.
Maurice: Ya deberíamos haber llegado. Creo que hemos debido de coger… ¡un momento!
¡No!, vayamos por allí. (Parece tener una repentina idea).
Phillippe: ¡Señor!, creo que nos hemos equivocado de camino. Debimos coger por el otro
camino en el cruce aquel…
Maurice: Vamos Phillippe, es un atajo. Llegaremos allí en seguida. (Comienzan a escucharse los
aullidos de los lobos. Maurice y Phillippe comienzan a asustarse y tirar cada uno en una dirección).
Por aquí no puede ser. ¡Oh, Phillippe, creo que nos hemos equivocado; siento mucho
haberte metido en todo esto! Será mejor dar la vuelta.
Phillippe: ¡Señor! (Phillippe ve como Maurice se está alejando por el lugar equivocado) ¡Señor! ¡Creo que
nos estámos alejando! ¡Ese no es el camino! (Gritando).
Maurice: Venga vamos Phillippe. ¡Es por aquí seguro! ¡Llegaremos muy pronto!
Phillippe: ¡Será mejor que vaya a pedir ayuda! Creo que se está metiendo en problemas . (Sale en
la dirección contraria a Maurice)

PISTA 3 - LOBOS
Maurice: Vamos, Phillippe. Tranquilo, los lobos no nos harán nada. (Mira hacia atrás pensando que
Phillippe lo sigue). ¡Oh!, ¡no! ¿Phillippe? (Comienza a salir de escena y a escucharse más fuerte
aullidos de lobos). ¿Hay alguien ahí? ¡Socorro! ¡Socorro!

Conforme avanza la escena, la luz se va apagando y Maurice dice las últimas frases
totalmente a oscuras. Acaba yéndose del escenario, con sensación de cansancio y huyendo de los
lobos.

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Escena 5: El interior del castillo.


El decorado simula el interior de un castillo oscuro y ruinoso, con Lumiere y Dindón
totalmente quietos como si fueran figuras, aunque cuchicheando entre ellos. Tras las primeras
frases de Maurice, éste entra en escena en un estado muy demacrado por el frío y el cansancio.
Maurice: Hola... Hola… ¿Hay alguien ahí?
Dindón: Ni una palabra Lumiere...ni una palabra.
Maurice: No quisiera molestar pero me he perdido y necesito un lugar para pasar la noche.
(Aparece Maurice en escena).

Lumiere: Oh Dindón, ten corazón... (Dindón tapa la boca de Lumiere y éste le quema la mano con la vela
que tiene como mano).

Dindón: Aaa aaa. (Sobresaltándose).


Lumiere: Por supuesto que es bienvenido Monsieur.
Maurice: ¿Quién ha dicho eso? (Maurice se va acercando poco a poco donde se escuchan las voces).
Lumiere: Estoy aquí. (Maurice sigue sin verlo porque están ambos todavía en un rincón).
Maurice: ¿Dónde? (Se pone de espaldas a Lumiere).
Lumiere: Allo. (Llama la atención de Maurice encendiendo sus velas).
Maurice: ¡Oh!, es increíble. (En principio da un brinco hacia atrás pero luego se va acercando a Lumiere
con cara de incredulidad).

Dindón: Ya lo has conseguido Lumiere… fantástico, genial, la bomba…


Maurice: ¿Cómo han fabricado esto? (Mientras habla Dindón, Maurice se pone a tocarlo para ver cómo
funciona).

Dindón: ¡Déjeme ahora mismo! Basta, ji ji ji. (Haciéndole cosquillas en la tapadera). Basta he
dicho. (Abre la tapadera del reloj). Señor, ¡cierre eso ahora mismo, que modales!
Maurice: Discúlpeme, es que nunca había visto un reloj que... (Da un paso hacia atrás debido al mal
carácter de Dindón). Achussss.

Lumiere: Oh, está calado hasta los huesos, Monsieur; venga caliéntese junto al fuego. (Lumiere
dirige a Maurice hacia un sillón que hay cerca de la chimenea; mientras Dindón intenta cortarles el
paso).

Maurice: Gracias. (Sentándose en el sillón)


Dindón: No, no, no, ya sabes lo que hará el amo si le encuentra aquí... ¡Oh no!, en el sillón del
amo no. No quiero verlo, no quiero verlo...
Maurice: (Aparece Babette y le coloca una manta sobre los hombros) Hola, ¿qué tal? ¡Oh! ¡Qué
servicio!
Dindón: Esto ha llegado demasiado lejos, yo soy el responsable... (Indignándose cada vez más. En
este momento aparece la Sra. Potts y Chip).

Sra. Potts: ¿Le apetece una taza de té, Señor? Estará caliente en un momentito. (Echando té sobre
Chip).

Dindón: ¡No nada de té, nada de té!

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Chip: ¡Mama! Creo que el té no está todavía caliente. ¡Estás perdiendo facultades! Je, je,
je… (En tono burlón).
Sra. Potts: ¡Chip! ¡Vete inmediatamente a la alacena! (Recriminando a su hijo).
Chip: ¡Pero mamá!
Bestia: ¡Aquí hay un extraño! (Desde fuera del escenario. Todos se asustan al escuchar al amo).
Lumiere: Deje que se lo explique, amo. Este caballero se había perdido en el bosque… estaba
empapado, así qué… (Adelantándose un poco a los demás).
Bestia: ¡Grrrr! (Aparece Bestia pero no se acerca a la luz, siempre se mantiene a oscuras).
Dindón: Amo, quisiera aprovechar este momento para decir… (Dándose importancia) que yo
estaba totalmente en contra… todo ha sido culpa suya… he intentado impedírselo…
y cree que me ha hecho caso… no, no, no… (Va cogiendo velocidad en su diálogo y habla
con él mismo).

Bestia: ¡Grrrr! (Para hacer callar a Dindón).


Dindón: ¡Ah! (Se asusta).
Bestia: ¿Quién eres?, ¿qué haces aquí? (Se acerca a Maurice pero no se deja ver).
Maurice: Me… me he perdido en el bosque y… (Arrinconándose en el sillón).
Bestia: ¡No eres bien recibido! (Gritando).
Maurice: Lo… lo siento mucho. (Se levanta del sillón e intenta irse).
Bestia: ¿Qué estas mirando?
Maurice: Na... nada. (Asustándose cada vez más).
Bestia: ¡Así que has venido a ver a la bestia! (Arrincona a Maurice).
Maurice: No quería hacer ningún daño, solo necesitaba un sitio para guarecerme...
Bestia: ¡Yo te buscare un buen sitio! (Coge a Maurice y se lo lleva fuera de escena).
Maurice: ¡No, no por favor, no!

Los demás miran la escena, perplejos y asustados por la actitud de su amo y se van alejando
poco a poco de la escena principal. Cuando Bestia se lleva de escena a Maurice se apagan todas
las luces.

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Escena 6: La casa de Bella.


El decorado es el exterior de la casa de Bella. En primer lugar, aparecen Gastón y Lefou
hablando entre ellos, como siempre Gastón lleva aires de superioridad y trata muy mal a Lefou.
Tras un primer diálogo, Lefou se va de escena y Bella sale por la puerta de su casa.
Lefou: Jo, jo, jo… Bella se va a llevar la sorpresa de su vida... ¡Eh, Gastón! (Le da un leve
empujoncito a Gastón, quien inmediatamente se da la vuelta para intentar golpear a Lefou con poco
éxito).

Gastón: Si, hoy es su día de suerte… Será mejor que entre ahí a declararme a esa chica...Y tu
Lefou cuando Bella y yo salgamos por esa puerta...
Lefou: Ya lo sé, ya lo sé. Hago tocar a la banda. (Como si se lo hubiera dicho un millón de veces).
Gastón: ¡Ahora déjame a solas con ella! ¡Cuidado con fallarme Lefou! (Gastón coge a Lefou por
los hombros y saca músculo para hacer temblar a Lefou).

Lefou sale de escena. Gastón se acerca a la puerta para llamar pero se encuentra que Bella
está saliendo leyendo un libro. Ésta no se da cuenta de que Gastón está allí hasta que se choca
con él.

Bella: Gastón, que agradable sorpresa. (Sobresaltándose del choque con Gastón).
Gastón: Verdad que sí, estoy lleno de sorpresas… (Intenta maravillar a Bella con sus continuas
poses). Sabes Bella, no hay una sola chica en el pueblo que no quisiera estar en tu
piel... (Coge a Bella por los hombros). Hoy es el día… (Bella se deshace de él), hoy es el día
en el que todos tus sueños se hacen realidad.
Bella: De veras, ¿y que sabes tú de mis sueños Gastón?
Gastón: ¡Mucho!

PISTA 4 - Canción 2: Yo.


Gastón: Tú soñando siempre vas y ahora sé porqué.
Ya te ves en el altar, siendo mi mujer.
Vas buscando un dueño para ti.
¡Nena!, ¡ya estoy aquí!
Tienes suerte, ya lo sé, mi mujer serás.
Una esposa como tú, de algo servirás;
va a crecer el árbol familiar,
¡pronto!, hay que empezar.
Muchos hijos hay que hacer.
Bella: ¡Increíble es!

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Gastón: ¡Grandes van a ser!


Bella: ¡Imposible es!
Gastón: ¡El mejor aspecto heredarán!
Bella: ¡No voy a escuchar!
Gastón: ¡Nuestra casa cuidarás!
Bella: ¡Inaudito es!
Gastón: ¡Me agradecerás!
Bella: ¡Inverosímil es!
Gastón: ¡Qué de esa bella escena gozarás!
Imagínate: una rústica cabaña de caza, mi última pieza cazada asándose en el fuego y
mi mujercita masajeándome los pies… mientras los pequeñuelos juegan con los
perros… tendremos seis o siete. (Vuelve a coger a Bella por los hombros).
Bella: ¿Perros? (Irónicamente).
Gastón: No Bella, niños robustos como yo.
Bella: Me lo imagino. (Mirando al cielo incrédula, se vuelve a zafar de Gastón).
Gastón: Un futuro ideal, vas a compartir.
De pareja ejemplar puedes presumir.
Tienes el destino frente a ti.
Todos los días, lo bueno en la vida
empieza y termina en mí.
No puedes negarte, nos casaremos.
Te lo aseguro.
Gastón: ¿Sabes ya quién será mi mujercita? (Dándole la espalda a Bella).
Bella: ¡No me lo digas!
Gastón: Tú, Bella. (Se gira hacia ella y se acerca rápidamente para cogerle la mano).
Bella: Gastón… no sé qué decir… la verdad es que me dejas sin palabras. (Se mira la mano y
la separa de la de Gastón).

Gastón: Di que te casarás conmigo. (Bella se gira rápidamente hacia su puerta, coge el pomo de
espaldas y entra en la casa dejando a Gastón con un palmo de narices).

Bella: Lo siento mucho Gastón pero... pero... creo que no te merezco. (Da un portazo en la cara
de Gastón quien cae de espaldas, levantándose rápidamente tocándose la nariz).

Vuelve a aparecer Lefou que ha visto la escena entre Gastón y Bella. Se dirige rápidamente
hacia Gastón para preguntarle con muchas ansias y poder reírse de él.

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Lefou: ¿Qué cómo ha ido todo? Ja, ja, ja.


Gastón: ¡Te aseguro que Bella se casará conmigo! ¡Así que no lo dudes ni un solo momento!
(Paga el plantón de Bella con Lefou, lo coge del pecho y lo empuja, cayéndose éste al suelo. Sale
Gastón de escena).

Lefou: (Desde el suelo). ¡Qué carácter! Ja, ja, ja.

Lefou se levanta un poco magullado y sale de escena. En cuanto se va, Bella asoma la cabeza
por la puerta mirando hacia ambos lados para verificar que Gastón no está.

PISTA 5 - Canción 3: Madame Gastón.


Bella: ¿Ya se ha ido? ¿Os imagináis? Me ha pedido que me case con él. Yo, la mujer de ese
palurdo estúpido...
Madame Gastón, qué cosas tiene.
Madame Gastón, yo su mujer.
Ni hablar, yo no, lo garantizo.
El mundo entero quiero conocer.
Quiero vivir preciosas aventuras,
es mi esperanza y mi ilusión.
Y podérselas contar
a un amigo de verdad
y que siempre sepa escuchar.

Aparece Phillippe en escena corriendo y sin aire. Se para enfrente de Bella, la cual comienza
a hablar y a preguntarle sobre su padre.

Bella: ¡Phillippe! ¿Qué haces aquí?... (Se da cuenta de que está allí Phillippe y se asusta al no ver al
padre). ¿Dónde… dónde está papa, Phillippe?... ¿Qué ha pasado?

Phillippe: ¡Bella! Tu padre… ¡se ha perdido en el bosque!... ¡tenemos que ir a por él!
(Sobresaltado).

Bella: ¡Tenemos que encontrarle; tienes que llevarme donde está! (Agarra a Phillippe de la
mano y tira de él en la misma dirección que vino).

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Escena 7: El interior del castillo.


Con el escenario a oscuras, Phillippe y Bella mantienen una conversación acerca de Maurice.
Phillippe no llega a entrar en escena, en la que aparecen Bella, entrando por la parte izquierda
del escenario, Lumiere y Dindón manteniendo una conversación en la otra parte.
Phillippe: Señora, tiene que estar por aquí. ¡No pudo llegar más lejos!
Bella: Pero… ¿qué sitio es éste?
Phillippe: ¡Yo no tuve nada que ver! ¡Se lo juro! ¡Ya sabe lo terco que puede llegar a ser su
padre!
Bella: ¡Phillippe, por favor, tenemos que encontrarlo!
Phillippe: ¿Eso es un castillo? ¡Miré! ¡Es su sombrero!
Bella: ¡Miraré ahí! ¡Ve al pueblo en busca de ayuda!
Phillippe: ¡Señora! ¡Yo no…!
Bella: No me ocurrirá nada. ¡Por favor, date prisa! (Toda la conversación fuera de escena).
Dindón: ¿Es que no podíamos mantenernos callados?... (Dando vueltas alrededor de Lumiere).
¿Teníamos que invitarle a quedarse verdad?... (Imitando a Lumiere) "Sírvale el
té...siéntese en el sillón del amo, acaricia al perro..." (Con cada frase le da un golpecito en
el pecho a Lumiere).

Lumiere: Intentaba… ser… hospitalario. ¡Botarate! (Empiezan a pelear con las manos, agitándolas
arriba y abajo).

Dindón: ¿Botarate yo? (Se intensifican los golpes. Cuando ven aparecer a Bella se quedan paralizados).
Bella: Hola... ¿Hay alguien ahí? ¿Hola? ¿Papá? ¿Papá, estas aquí? (Aparece corriendo Chip que
huye de la madre que lo quiere bañar. Bella parece reconocer algo en el suelo que pertenece a su
padre, se agacha y se queda allí examinándolo).

Chip: ¡No mamá! ¡Sabes que hoy no toca! (Ve a Bella, deja de correr y comienza a retroceder poco
a poco).

Sra. Potts: ¡Vamos Chip! No refunfuñes más, ¡tienes que bañarte! (Desde fuera de escena).
Chip: ¡Mamá! ¡Hay una muchacha en el castillo! ¡La acabo de ver! (Mirando hacia donde
supuestamente está la madre).

Sra. Potts: ¡Oh! Chip, no voy a dejar que inventes esas tonterías para no bañarte. (Aparece en
escena y se coloca justo al lado de Chip).

Chip: En serio mamá, la he visto.


Sra. Potts: Ni una palabra más… al baño. (Lo coge y empieza a arrastrarlo fuera de escena cuando
aparece Babette y le habla a los dos).

Babette: ¡Una muchacha, hay una muchacha en el castillo!


Chip: Lo ves ya te lo decía yo. (Los tres abandonan la escena por donde han venido. Bella se da
cuenta de que algo se ha movido en aquella dirección y se marcha para inspeccionar la zona,
saliendo detrás de ellos).

Dindón: Eres un irresponsable… un cabeza de chorlito… un testarudo… y un pasmarote.


(Comienza a hablar, pero en voz baja, cuando ve que la muchacha se aleja).

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Lumiere: ¿Has visto eso? ¡Oh! ¡Es una muchacha…! (Cortando a Dindón).
Dindón: ¡Ya sé que es una muchacha! (Enfadado).
Lumiere: ¡No lo ves! ¡Es ella, la muchacha que esperábamos! ¡Ha venido a romper el hechizo!
(Sale a buscar a Bella y Dindón detrás de él).

Dindón: ¡Un momento, un momento! (Salen los dos de escena).


Bella: ¿Papá? ¿Papá?... Hola, ¿hay alguien aquí? ¡Qué extraño, estoy segura de que había
alguien...! ¿Hay alguien aquí?
Maurice: ¿Bella? (Habla desde su prisión).
Bella: ¡¿Papá?! (Busca en todas direcciones para ver de dónde puede venir la voz. Al final ve una puerta
con una rendija).

Maurice: ¿Como me has encontrado? (Con voz cansada).


Bella: Phillippe me… ¡Oh!, tienes las manos heladas, tengo que sacarte de aquí. (Agarrando
las manos del padre).

Maurice: Bella tienes que irte de este sitio. (En tono asustado).
Bella: ¿Quién te ha hecho esto?
Maurice: No hay tiempo para explicarlo, debes irte ahora.
Bella: No pienso dejarte... (Aparece Bestia en escena, situándose siempre en los lugares de más
oscuridad).

Bestia: ¡¡¿¿Qué haces tú aquí??!! (Gritando).


Maurice: ¡Bella!
Bella: ¿Quién hay ahí? ¿Quién eres? (Asustada).
Bestia: ¡El señor de este castillo! ¡Grrr! (Bestia se mueve inquieto por el escenario, pero siempre por
las zonas donde no da la luz).

Bella: He venido a buscar a mi padre. ¡Por favor déjale ir, está enfermo!, ¿no te das cuenta?
Bestia: ¡No tenía ningún derecho a entrar aquí!
Bella: Podría morirse, por favor haré lo que sea. (Rogando a Bestia).
Bestia: ¡No puedes hacer nada, es mi prisionero! (En tono tajante mientras intenta irse).
Bella: Pero debe de haber algún modo de... (Habla rápido porque ve que Bestia se va). ¡Espera!...
Me cambio por él. (Con sinceridad).
Bestia: ¡Tú!... ¿Querrías... ocupar su lugar? (Hay un cambio inmediato en el tono de voz de Bestia; se
siente incrédulo ante la repentina propuesta de Bella).

Maurice: ¡Bella no, no sabes lo que haces! (Rogando a su hija por lo que va a hacer).
Bella: ¿Le dejarás ir... si yo… me quedo?
Bestia: Si, pero... ¡te quedaras para siempre! (Impositivo).
Bella: Quiero verte a la luz... (Bestia da un paso al frente y se coloca en la luz). ¡Uh! (Se tapa la boca
para ahogar un grito y se gira hacia su padre).

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Maurice: ¡No Bella, no permitiré que lo hagas!


Bella: Tienes mi palabra. (Con extrema sinceridad, se tapa la cara y cae abatida al suelo de rodillas).
Bestia: ¡Hecho! (Se dirige a la prisión de Maurice y lo saca).
Maurice: (Sale corriendo hacia Bella). No, escúchame: yo soy viejo ya he vivido bastante. (Bestia
agarra a Maurice y lo va arrastrando para sacarlo de escena).

Bella: ¡Espera!
Maurice: ¡Bella!
Bella: ¡Espera! (Todavía de rodillas).
Maurice: ¡A mi hija, no, por favor!
Bestia: ¡Ella ya no es cosa tuya! Llevadlo a la aldea. (Bestia saca a Maurice de escena).
Maurice: ¡No, por favor! ¡Bella! (Fuera de escena).
Lumiere: Amo... (Aparece justo detrás de Bestia para intentar darle un consejo).
Bestia: ¡¿Qué?! (Girándose e intimidando a Lumiere, quien da un paso atrás).
Lumiere: Ya… que la muchacha va a estar bastante tiempo con nosotros… he pensado que tal
vez… quiera ofrecerle una habitación algo más cómoda.
Bestia: ¡Grrr! (No está acostumbrado a que nadie se le adelante).
Lumiere: ¡Quizás me equivoque! (Temblando).
Bella: ¡Ni siquiera me has dejado despedirme! ¡No
(Bella sigue de rodillas en el suelo sollozando).
volveré a verle nunca! (Tocándose los ojos como para limpiárselos) ¡Y no he podido decirle
adiós!
Bestia: Te acompañaré a tu habitación. (Dándose la vuelta para no ver llorar a Bella).
Bella: ¿A mi habitación?... ¿Yo creía que…? (Se sorprende al escuchar a Bestia).
Bestia: ¿Quieres quedarte en el torreón? (Le apremia para que se levante).
Bella: No…
Bestia: Entonces sígueme. (Se da a vuelta y comienza a andar).
Lumiere: Dígale algo a que espera. (Lumiere en todo momento se ha quedado detrás de su amo, pero al ir
en busca de la habitación se coloca delante para elegirla él).

Bestia: ¿Eh? Espero que te guste tu nueva estancia... Ahora el castillo es tu hogar, puedes ir
a donde quieras, menos al ala oeste.
Bella: ¿Que hay en el ala…?
Bestia: ¡¡¡Está prohibida!!! (Gritándole).

Aparece un nuevo decorado que muestra una habitación que ha permanecido cerrada mucho
tiempo, pero que no ha sufrido daño alguno como el resto del castillo. Como mobiliario sólo tiene
un diván y un armario; mientras que en la parte trasera se deja ver un gran ventanal con unas
cortinas muy bonitas, como si la habitación hubiera pertenecido a alguna mujer. Bestia hace el

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ademán de dejar pasar a Bella, que entra en la habitación y comienza a inspeccionarla en la


penumbra.

Bestia: Si necesitas algo, mis criados te atenderán. (Hace el intento de irse, pero Lumiere le cierra el
paso).

Lumiere: ¡La cena, invítela a cenar! (Le cuchichea poniéndose la mano en la boca).
Bestia: Vas a... ¡cenar conmigo, y no es un ruego! (Esto último lo dice en tono muy autoritario. Se
gira y salen los dos de escena, dejando a Bella sola en el escenario).

PISTA 6 - Canción 4: Hogar.


Bella: Es mi decisión, de aquí ya no me iré.
Pues por mi papá a la libertad renunciaré.
¡Tú!, ¡monstruo!
Lo que estás haciendo está muy mal, ¡lo sé!
¡No lo ves, piensa bien!
Puede ser que un hogar se parezca a una cárcel.
No pensé que existiera un hogar así.
Un hogar no es un frío castillo lleno de oscuridad.
Si no me rindo nunca, mi corazón sabrá
donde está, en verdad, el hogar.
Lucharé por volver a mi dulce y simple vida.
No lo voy a lograr si me dejo derrotar.
Puede ser que un hogar sea un sitio vacio.
Ya no sé cuando al mundo regresaré.
O tal vez, algo pueda cambiarse y aunque encerrada esté.
No va a existir muralla, no va a existir guardián
que podrán encerrar mi ilusión.
¡Volarás, corazón, a mi hogar!

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Escena 8: Taberna.

PISTA 7 - Canción 5: Gastón


El decorado simula el interior de una taberna con una barra y muchos hombres en el interior.
Un cuadro gigante de Gastón está en el centro de la pared con todas sus piezas de caza alrededor
de él. Gastón está sentado en un sillón abatido porque Bella le ha dado calabazas; mientras las
trillizas intentan darle ánimos, a la misma vez que aprovechan para tocarlo incrédulas. Lefou se
va acercando con dos jarras de cerveza. Al verlo acercarse, las trillizas se alejan de Gastón y los
dejan solos.
Gastón: ¿Quién se ha creído que es? Esa chica se ha topado con quién no debía. Nadie le dice
que no a Gastón. (Sentado y moviéndose inquieto en el sillón).
Lefou: Tienes mucha razón. (Asintiendo).
Gastón: Desechado, rechazado, humillado públicamente. Es demasiado, no puedo soportarlo.
Lefou: ¿Más cerveza? (Ofreciéndole la jarra de cerveza).
Gastón: ¿Para qué? Es inútil. Estoy deshonrado. (Le da un manotazo a la jarra y se la tira a Lefou
encima).

Lefou: ¿Quién, tú? Jamás, Gastón, venga, hombre, tienes que procurar animarte.
No quiero verte tan triste, Gastón;
anda, sonríe por mí.
Eres la envidia de todos, Gastón;
se cambiarían por ti.
Los niños te admiran con mucho fervor;
tú eres su inspiración.
Todas las chicas imploran tu amor;
fácil es suponer el por qué.
El más vivo es Gastón, el más pillo es Gastón;
tiene el cuello más fuerte que un toro Gastón.
Y no hay otro más macho en el pueblo.
Nuestro modelo y patrón.
Tú pregunta a fulano y mariano,
te dirán enseguida quién es el mejor.
Hombres: Es tozudo, Gastón, como un mulo, Gastón.
Lefou: El hoyuelo más chulo lo tiene Gastón.
Gastón: Reconozco que soy algo impresionante.
Hombres: Vaya tiarrón es Gastón.

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A la salud del campeón.


Lefou: Gastón es un as, los demás, del montón.
Hombres: El más fuerte es Gastón, tiene suerte Gastón.
En la lucha te clava sus dientes Gastón.
Chicas: Pues no hay otro más fiero y forzudo.
Gastón: Tengo bíceps que son de envidiar.
Lefou: No es enclenque, su músculo es duro.
Gastón: Pues sí.
Y soy más peludo que un oso polar.
Hombres: Solamente Gastón es igual que Gastón.
Lefou: Escupiendo ganó tres concursos Gastón.
Gastón: Porque yo soy el rey de las carambolas.
Hombres: Muy bien por Gastón.
Gastón: Hasta una docena de huevos
comía de niño, quería crecer.
Y ahora que como cuarenta tal vez,
pierda un día de vista mis pies.
Hombres: Es un gran tipo, Gastón.
¡Salud!
Gastón: ¡Chicas!
¡Todos!
¡Vamos!
Hombres: ¡Otra vez!
Si dispara Gastón, nunca falla Gastón.
Lefou: Nadie luce las botas mejor que Gastón.
Gastón: Mis trofeos serán mi mayor orgullo.
Hombres: Vaya un tiarrón, Gastón.

Cuando terminan la canción, todos vuelven a ocupar su sitio. Aparece en escena Maurice con
la cara descompuesta pidiendo ayuda. Como el primero que se interesa por él es el tabernero, se
acerca a la barra; pero inmediatamente se dirige a todos, sobre todo a una mesa donde hay
sentados cuatro hombres.

Maurice: ¡Socorro! ¡Tenéis que ayudarme! (Aparece en escena).

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Tabernero: ¿Maurice?
Maurice: ¡Por favor! ¡Necesito vuestra ayuda! ¡Él la tiene! ¡La tiene encerrada en una
mazmorra! (Muy exaltado pidiendo ayuda).
Hombre 1: ¿Quién? (Se gira para ver qué ocurre).
Maurice: ¡Bella, tenemos que ir! No podemos perder ni un minuto.
Gastón: ¡Eh! Cálmate, Maurice. ¿Quién dices que tiene encerrada a tu hija? (Comienza a
interesarse por Maurice al escuchar el nombre de Bella).

Maurice: Una bestia, una bestia horrible y monstruosa. (Al escuchar esto todos los hombres se ríen.
Maurice se dirige hacia Gastón, pero cada vez que habla un hombre se gira para hacer los gestos
correspondientes magnificándolos).

Hombre 2: ¿Es muy alta?


Maurice: ¡Enorme!
Hombre 3: ¿Con un hocico grande y feo?
Maurice: ¡Horriblemente feo!
Hombre 4: ¿Y largos colmillos afilados?
Maurice: ¡Sí, sí! ¿Me ayudaréis? (Asiente ostensiblemente).
Gastón: De acuerdo, anciano, te ayudaremos a salir de ésta. (Se levanta y se dirige hacia Maurice, al
cual acompaña hacia fuera de escena, tratándolo como un loco).

Maurice: ¿De veras? Oh, ¡gracias, gracias, gracias! (Gastón se vuelve y hace la señal de locura con los
dedos mientras se dirige otra vez al sillón).

Hombre 1: ¡Es un viejo chiflado! (Los hombres ven lo que hace Gastón y comienzan a hablar entre ellos).
Hombre 2: Siempre nos hace reír. (Ríen todos y brindan con sus jarras).

PISTA 8 - Canción 6: Gastón (Reprise).


Gastón: Es un viejo chiflado, ¡umm! Es un viejo chiflado, ¡umm!
Ya llevo un buen rato pensando.
Lefou: Es muy peligroso.
Gastón: Lo sé. Ese anciano es el padre de Bella
y su coco solo anda así, así.
Al pensar en el viejo chiflado;
las ideas me vienen y van .
Por casarme con Bella seré muy cruel
y he trazado un magnífico plan.
Oye, si yo...
Lefou: ¿Sí?

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Gastón: Entonces podríamos...


Lefou: No, ¿crees que ella...?
Gastón: ¿Lo entiendes?
Lefou: ¡Sí, sí, lo entiendo!
Gastón: ¡Vamos allá!
Lefou: Nadie trama como él, nadie engaña como él.
Nadie acusa a inocentes como hace Gastón.
Gastón: Para eso soy muy ingenioso.
Lefou: Tan bajo tú puedes caer.
Gastón: A mí nadie me pone nervioso.
Hombre1: Mientras puedas lograr lo que quieres tener.
Lefou: Nadie más que Gastón tiene siempre razón.
Y es capaz de tramar con siniestra traición.
Todos: Y su boda muy pronto celebraremos.
¡Vaya un tiarrón, Gastón!
Maurice: ¿Es que nadie va a ayudarme? (Mientras se apaga la luz del escenario, se escucha la voz de
Maurice de fondo).

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Escena 9: Dormitorio de Bella.


Aparece Bella en su dormitorio apoyada en un diván sollozando, justo detrás de ella hay un
gran armario, cuando aparece la Sra. Potts junto a Chip.
Bella: ¿Quién es? (Bella levanta la cara del diván para ver quién ha llegado).
Sra. Potts: La Señora Potts, querida… Quizás le apetezca un poco de té. (Se incorpora y comienza a
retroceder hacia el armario).

Bella: Pero usted… usted es una… (Bella se asusta y se tropieza con el armario).
Armario: ¡Oh! Tenga cuidado. (Muy risueña).
Bella: ¡Es imposible! (Bella se sienta en el diván con cara de incredulidad)
Armario: Si ya lo sé, pero aquí nos tiene. (Acercándose hacia Bella).
Chip: Ya te dije que era preciosa, ¿verdad? (Chip se dirige a su madre, la Sra. Potts, quien hace el
ademán de echarle té para ofrecérselo a Bella). ¡No, mamá! ¡Otra vez no! ¡Tendré que
ducharme de nuevo! (Con tono de enfadada).
Sra. Potts: ¡Chip! ¿Qué son esos modales delante de nuestra invitada?
Chip: ¡Pero mamá! Ya sabes que… ¡de acuerdo! (Primero recrimina y luego acepta el té). ¿Cómo
se llama usted señorita?
Sra. Potts: ¡Chip!
Bella: No se preocupe. Me llamo Bella. (Con mucha dulzura viendo que la Sra. Potts va a recriminar
a su hija).

Chip: Yo me llamo Chip…


Sra. Potts: (Enojándose un poco por el desparpajo de su hija) ¡Chip!... Ya está bien. Quieta…
despacito… no te derrames. (Chip se va acercando poco a poco a Bella).
Chip: ¿Quiere que le haga un truquito? (Cuando está muy cerca).
Sra. Potts: ¡Chip! ¡Esto es el colmo! (Echándole una mirada de desaprobación a Chip).
Chip: Oh, perdón. Je, je, je.
Sra. Potts: Ha demostrado mucho valor, querida. (Dirigiéndose a Bella).
Armario: Todos lo pensamos. (El Armario estaba viendo la escena y riéndose de las ocurrencias de Chip,
comienza a avanzar para entrar en la conversación).

Bella: Pero he perdido a mi padre… mis sueños… todo. (Apenada).


Sra. Potts: Anímese, chiquilla, al final todo se arreglará, ya lo verá. ¡Hágame caso! Dejémonos
de charlas cuando la cena espera en la mesa... (Comienza a girarse para irse). Chip.
Chip: ¡A sus órdenes! (Se pone firme y mira a Bella de reojo). ¡Adiós! (Se gira para despedirse de
Bella. La Sra. Potts y Chip abandonan la escena y dejan a solas a Bella y a Madame de la Grande
Bouche, el Armario).

Armario: Vamos a ver… ¿Cómo la vestiremos para la cena? ¿Veamos lo que tengo aquí
dentro? (Abre una puerta y la cierra inmediatamente para que Bella no vea en su interior). ¡Oh,

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oh! ¡Qué vergüenza!... (Se ruboriza). ¡Umm! ¡Ah, ya lo tengo! Con éste estará radiante.
(Comienza a buscar en su interior moviéndose para ambos lados hasta encontrar el vestido).

Bella: Es usted muy amable, pero no voy a bajar a cenar. (Con gratitud y dulzura).
Armario: ¡Ahhh! ¡Tiene que ir! (Asustándose por lo que pueda ocurrir).
Bella: No, lo siento. (Cruzando los brazos en actitud de enfado).
Armario: Venga muchacha es sólo una cena. Luego podrá volver a su habitación. (Se acerca un
poco más para ganarse su amistad).

Bella: Definitivamente, no. (Girándose y dándole la espalda a Madame de la Grande Bouche).


Armario: ¡Lo que se nos viene encima! (Mirando al cielo).

Aparece Dindón en el escenario para anunciar la cena.

Dindón: (Haciendo una leve reverencia). La cena está servida.

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Escena 10: El interior del castillo


El decorado es el mismo que el del principio, con la salvedad de que han aparecido una mesa
larga y dos sillas altas para cenar. La mesa se encuentra puesta y los personajes van detrás de
Bestia que se encuentra muy alterado al ver que Bella no llega.
Bestia: ¿Por qué tarda tanto? ¡Le he dicho que bajara! ¡¿Por qué no está aquí?! (Muy alterado,
andando de un sitio para otro).

Sra. Potts: Tenga paciencia señor, esa muchacha ha perdido a su padre y su libertad en un solo
día. (Suplicándole).
Lumiere: Amo, ¿ha pensado… que quizás… esa chica… podría ser la que rompiese el
hechizo?
Bestia: ¡Claro que sí! ¡No soy tonto! (Gritándole a Lumiere).
Lumiere: ¡Bien! Entonces usted se enamora de ella, ella se enamora de usted y… ¡puff!... el
hechizo se rompe y a medianoche volveremos a ser humanos. (Hablando como si todo
fuera muy fácil de hacer y haciendo movimientos con los brazos).

Sra. Potts: No es tan fácil, Lumiere. Estas cosas llevan tiempo.


Lumiere: ¡Pero la rosa ya ha empezado a marchitarse! (Se gira hacia la Sra. Potts y le apremia).
Bestia: ¡No! ¡Es inútil! Ella es preciosa y yo… ¡Miradme! (Haciéndose daño con sus palabras).
Sra. Potts: Pero debe procurar que ella se olvide de todo eso. (Le da un consejo en tono de súplica).
Bestia: No sé cómo.
Sra. Potts: Para empezar: intente mejorar su aspecto. ¡Yérgase y compórtese como un caballero!
(Cambia radicalmente su tono a uno más severo e impositivo, mientras Bestia le hace caso en todo).

Lumiere: ¡Sí! ¡Eso! Cuando ella entre, dedíquele una sonrisa atractiva y
(Acercándose a los dos).
fina. ¡Vamos! ¡A ver cómo sonríe! (Bestia le enseña su dentadura).
Sra. Potts: ¡Pero no asuste a esa pobre chica! (Negando con la cabeza).
Lumiere: Impresiónela con su ingenio sutil.
Sra. Potts: Pero sea amable.
Lumiere: Cúbrala de piropos.
Sra. Potts: Pero sea sincero. (Bestia mira a uno y otro boquiabierto).
Lumiere: Y sobre todo… (Agregándose a la frase la Sra. Potts y sentenciando ambos). ¡Debe controlar
su genio! Ya está aquí.
Dindón: Buenas… noche. (Bestia se desilusiona al ver a Dindón y le obliga a hablar).
Bestia: Bueno… ¿dónde está?
Dindón: ¿Qui-quién…? ¡Ah, la muchacha! Claro si, la muchacha. Pues en realidad… en estos
momentos… tal y como están ahora las cosas… no va a venir. (Muy nervioso).
Bestia: ¡Grrr! (Sale corriendo de escena).
Dindón: ¡Señoría! ¡Alteza! ¡Eminencia!

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Hay un apagado de luces para cambiar el decorado. Desaparecen la mesa y las sillas y
aparece en la mitad del escenario el decorado correspondiente al dormitorio de Bella, lo separa
una puerta.

Bestia: ¡Creía haberte dicho que bajaras a cenar! (Llama bruscamente a la puerta y le grita).
Bella: No tengo hambre. (Con serenidad).
Bestia: ¡Sal ahora mismo o derribaré la puerta! (Aumenta el volumen de su voz).
Lumiere: Amo, quizás me equivoque pero… puede que ese no sea el mejor modo de ganarse
su afecto.
Dindón: Señor, compórtese como un caballero. (Rogándole).
Bestia: Ella lo está haciendo... ¡difícil! (Hablando entre dientes y gritando en la última frase).
Sra. Potts: Con delicadeza, con delicadeza.
Bestia: ¿Bajaras a cenar? (Lo dice en un tono más sosegado).
Bella: ¡No! (Responde antes de que bestia pueda terminar su pregunta. Se gira y mira a los demás).
Dindón: Con suavidad, con dulzura... (Haciendo movimientos con los brazos).
Bestia: Sería para mí un gran placer que bajaras a cenar conmigo... (Haciendo una leve
reverencia).

Dindón: Por favor. (Añade).


Bestia: Por favor.
Bella: ¡No gracias! (Alza un poco más la voz).
Bestia: ¡No puedes quedarte ahí siempre! (Gritando).
Bella: Si que puedo. (Contesta rápido para enojar a Bestia).
Bestia: Bien, entonces, ¡muérete de hambre! (Alarga la última palabra). Si no quiere comer
conmigo se quedará sin probar bocado. (Moviendo los brazos, sale de escena).
Sra. Potts: Al parecer no ha resultado bien. (Hablando entre ellos)
Dindón: Lumiere, ¡quédate vigilando en la puerta e infórmame enseguida si hubiera el más
ligero cambio!
Lumiere: ¡Puede contar conmigo, Capitán! (Hace el saludo militar).
Dindón: Bien. Creo que podríamos bajar y empezar a limpiar. (Salen los dos de escena).

Vuelven a apagarse las luces y en el lateral donde no había decorados aparece el dormitorio
de Bestia, con una cama rota y una mesita donde está la flor hechizada y el espejo. Bestia anda
de un lado para otro nervioso y gritando. El escenario sólo está iluminado en la parte del
dormitorio de Bestia. Cuando termina de decir su frase se enciende una luz que señala a Bella y
a Madame de la Grande Bouche.

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Bestia: ¡Se lo pido con buenas maneras y se niega!... ¿Qué pretende que haga?…
¿Rogarle?... (Se acerca a la mesa, coge el espejo y mirándose en el habla). Muéstrame a la
muchacha.
Armario: Le aseguro que el amo no es tan malo, ya lo verá cuando le conozca mejor, ¿por qué
no le da una oportunidad? (Aconsejando a Bella).
Bella: ¡No quiero conocerle, no quiero tener nada que ver con él! (Gritando, se da la vuelta y se
cruza de brazos).

Se apagan las luces de la parte de Bella y se queda sólo en escena Bestia.

PISTA 9 - Canción 7: No pude imaginar.


Bestia: Me estoy engañando, ella siempre me verá... como un monstruo.
No puedo imaginar un sino tan fatal,
por un error he sido condenado.
Lanzó esa cruel mujer, su hechizo infernal
y causa soy de espanto y de rechazo.
¡Sólo! Ya no hay nadie en el mundo
que se atreva a perdonarme.
¡No, no! ¿Qué fue lo que dijeron? ¡Llénala de cumplidos! ¡Impresiónala con tu
humor e ingenio! Compórtate como un caballero… ¡compórtate como un
caballero!...

Se termina la canción y sale Bestia de escena. Se apagan todas las luces para un nuevo
cambio de decorados.

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Escena 11: El interior del castillo.


Vuelve a aparecer el mismo decorado de la escena anterior, el interior del castillo con la mesa,
pero esta vez los personajes están quitando la mesa. Están la Sra. Potts, Dindón, Chip y Babette
retirando cosas de la mesa en dos grupos. Aparece Lumiere muy exaltado y se dirige a Dindón.
Chip: ¡No es justo! ¡Soy la mayor de todos! ¡No sé porqué…! (Enfadada).
Sra. Potts: Da las gracias, podrías estar castigada. (Con dulzura).
Babette: ¡Señor! ¿De verdad que la señorita no ha querido bajar? (Con aire altanero).
Dindón: Una pena por toda esta comida… pero sí. (Serio).
Babette: ¡Ya me veía yo luciendo mi esbelta figura de nuevo! (Se lleva las manos a la cintura).
Dindón: No desesperemos… pero tenemos que tener fe.
Chip: ¡Perdón! ¡Ha sido sin querer! (Coge un plato de la mesa y se le cae).
Sra. Potts: Vamos Chip, a la alacena... con tus hermanos y hermanas.
Chip: Pero si no tengo sueño mami.
Sra. Potts: Si que tienes. (Acercándose a Chip y abrazándole con cariño).
Chip: No, no tengo. (Bostezando).
Sra. Potts: Deja de quejarte la noche ha sido larga para todos. (Sale Chip de escena cabizbaja).
Dindón: Pues a mí me parece que ella ha sido muy… testaruda, él se lo ha pedido por favor.
(Se vuelve para hablar con la Sra. Potts. Babette va retirando la mesa).

Sra. Potts: Pero si el amo no aprende a controlar su genio, jamás romperá el hechizo.
Lumiere: ¡Dindón! ¡Dindón! ¡Ha salido de su habitación! (Aparece corriendo por la parte contraria a
la que sale Babette, que vuelve a entrar en escena. Al verla Lumiere se acerca con intención de
flirtear con ella).

Dindón: ¿Cómo?... ¡Ay, ay!... Más problemas no, más problemas no…
Babette: ¡No Lumiere! ¡Ahora no! (Lumiere la coge por la cintura).
Dindón: (Aparece Bella inspeccionando el castillo). ¡Me alegro de que al fin haya salido
Mademoiselle! (Mintiendo). Soy Dindón, responsable de la servidumbre.... (Lumiere se
adelanta y le coge la mano a Bella para besársela)… este es Lumiere.

Lumiere: Enchanté chére. (Le besa la mano varias veces mientras Dindón intenta quitarlo de en medio).
Dindón: Si... quieto… podemos... quita, ¿hacer algo para que su estancia sea más confortable?
Bella: Estoy un poco hambrienta.
Sra. Potts: ¿Qué? ¿Habéis oído? ¡Tiene hambre! ¡Echad carbón… los cubiertos… la vajilla!
(Emocionada ante lo que acaba de oír).

Dindón: Recuerda lo que el amo nos ha ordenado. (Hablando entre dientes a la Sra. Potts).
Sra. Potts: Paparruchas, no voy a dejar que la pobre muchacha pase hambre. (Sale de escena).
Dindón: Bien, de acuerdo… un vaso de agua, un mendrugo de pan... y luego… (Enumerando).

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Lumiere: Dindón, me dejas sorprendido. No es una prisionera, es nuestra invitada. Debemos


hacer que se sienta a gusto, Mademoiselle. (Dirigiéndose a Bella).
Dindón: Pero no hagáis ruido. Si el amo se entera de esto me corta el cuello. (En voz baja para
que no se entere el amo).

Lumiere: Claro, claro, ¿pero has visto alguna cena sin un poco de... música?
Dindón: ¿Música? (Dindón se pone las manos en la cabeza y sale de escena).

Se van apagando poco a poco las luces y solo se queda un cañón dirigido a los dos personajes
que hay en escena. En cuanto Lumiere deja de hablar el principio de la canción, va bajando un
nuevo decorado expresamente para esta canción. Comienzan a aparecer personajes, tanto
principales como los que van a componer la coreografía.

PISTA 10 - Canción 8: ¡Qué festín!


Lumiere: Ma chère, Mademoiselle, es una gran satisfacción y un inmenso placer recibirla aquí
esta noche. Y ahora le invitamos a que tome asiento y se ponga cómoda porque el
salón - comedor tiene el orgullo de presentar… su cena.
¡Qué festín, qué festín!
Un banquete de postín.
Ahí está la servilleta,
da comienzo ya el trajín
Soupe d'oignon, canapés
especialité del chef.
Pruebe el hígado de pato
y la envidiarán los platos
El ballet para usted.
Esto es Francia, Mademoiselle.
Y cualquiera que se precie es bailarín.
Es un menú de estreno, ¡a disfrutar lo bueno!
Del festín, gran festín de postín.
Hay ragú, hay soufflé
y una tarta bien flambée
Y también las atracciones
de un lujoso cabaret.
Deje ya de temblar
que el banquete va a empezar.

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Nunca hay quejas, nunca hay penas


si hay cubiertos en escena.
Y es que aquí cada cual
tiene un truco muy genial.
Coro: Unos cantan y otros tocan el violín.
Todos: Con todos a brindar
y empiece a disfrutar
del gran festín.
Lumiere: ¡Ah por fin!, ven conmigo al gran festín.
Todos: ¡Qué festín, qué festín, qué festín!
Un festín para usted,
preocuparse no hay por qué.
Sugerimos un entrante
y de la carta escoja usted.
Tras la sopa y el pan
los manjares seguirán.
Cada cena es una fiesta,
¿no me cree? Pues vea usted ésta.
Al cantar y al bailar,
ricos platos probará.
Nadie triste o deprimido ya se ve.
Usted se alegrará
y nos aplaudirá
¡Qué gran festín!
Lumiere: ¡Gran festín!
Todos: ¡De postín!
Sra. Potts: ¡Ya está aquí, ya está aquí!
¡Qué alegría para mí!
Le planché la servilleta
y hasta el vino le elegí.
Un pastel con el té.
Sí, querida, ya lo sé.
Mientras bailan estas tazas,

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yo preparo el té con pastas.


Al hervir, qué calor.
¿Una mancha? No, qué horror.
Perfección es nuestro lema hasta en latín.
Cuánto quehacer, señor, ¿pongo un terrón o dos?
¿Le gusta así?
Todos: Qué festín.
Sra. Potts: De postín.
Todos: ¡Qué festín, qué festín, qué festín!
Lumiere: Triste y deprimente es la vida de un sirviente,
si no tiene a un solo ser a quién servir.
¡Ah!, los viejos tiempos laboriosos.
Uno no podía ni dormir.
Plumeros y paños bajo el polvo de diez años,
sin poder gozar de nuestra profesión.
Soñando en esos tiempos que añoramos,
solos y amargados pero al fin usted ha llegado.
Todos: Complacerla es nuestro fin.
En diez años no tuvimos comensales
y ahora sí.
Esta cena será,
algo bueno de verdad.
Entre velas y caviares
serviremos mil manjares.
Con el té gritará:
"¡Basta ya! Voy a explotar!"
Cantaremos una nana como fin.
Y dormirá cien horas
pero ahora coma.
¡Qué festín, qué festín, qué festín!
¡Qué gran festín!
Salen todos de escena menos Bella, Dindón y Lumiere. Se sube el decorado de esta canción al
finalizar, para que cuando acabe ya esté apto el decorado del castillo.

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Bella: Bravo, ha sido una autentica maravilla. (Dirigiéndose a Dindón y Lumiere).


Dindón: Gracias, gracias Mademoiselle, un buen espectáculo. (Haciendo una reverencia) ¿Verdad
que si? (Muy nervioso ante la posibilidad de que su amo les escuche) Muy bien todos... vaya
pero que tarde es. ¡Es hora de acostarse… a la cama! (Mirándose la barriga y buscando la
hora).

Bella: Me resultaría imposible acostarme ahora, nunca había estado en un castillo


encantado. (Muy inocente).
Dindón: ¿Encantado?... ¿quién ha dicho que el castillo estuviera encantado?... (Mirando a ambos
lados para que no descubran la verdad). ¡¿Has sido tú, verdad?! (Señala a Lumiere y comienzan
a pelear otra vez)

Bella: Me lo he imaginado yo sola. Me gustaría echar un vistazo si no hay inconveniente.


Lumiere: Oh, ¿necesita un guía?
Dindón: Un momento, un momento, no sé si es una buena idea... (Cortando a Lumiere). ¡No
podemos dejar que husmee por ciertos sitios!... tú ya me entiendes. (Cuchicheando).
Bella: Tu podrías acompañarme, seguro que sabes todo lo que hay que saber sobre el
castillo. (Dirigiéndose a Dindón de forma coqueta).
Dindón: Oh, bueno… en realidad yo... si lo sé todo. (Enrojeciéndose). ¿Por dónde empezamos?
(Hablando para sí mismo y pensando). Comenzaremos por el patio trasero. (Abandonan los
tres la escena por un lateral para volver a entrar por el otro). Observe los raros techos de
bóveda invertida, se trata de otro ejemplo del último periodo barroco-neoclásico.
(Entra primero Dindón seguido de Lumiere, este haciendo ostensibles gestos de aburrimiento). Y
ahora quiero llamar su atención sobre los arbotantes que hay encima de....
¿Mademoiselle? (Dirigiéndose a Bella que se ha quedado atrás mirando hacia una escalera).
Bella: ¿Que hay ahí arriba? (Empezando a subir).
Dindón: ¿Dónde? Ah nada... absolutamente nada en toda el ala oeste... (Se lleva una mano a la
boca mientras con la otra agarra a Bella del brazo para que no continúe subiendo).

Bella: Ah, ¿así que ahí está el ala oeste?


Lumiere: Has estado genial.
Bella: ¿Qué será lo que esconde ahí?
Lumiere: ¿Esconde? El amo no esconde nada. (Intenta inventarse algo).
Dindón: A lo mejor... eh… Mademoiselle, preferiría ver alguna otra cosa, tenemos unos
tapices exquisitos que se remontan a... (Muy nervioso ante su metedura de pata).
Bella: Quizás más tarde. (Insiste en seguir subiendo la escalera).
Lumiere: Los jardines… o tal vez, tal vez, la biblioteca.
Bella: ¿Tenéis biblioteca? (Deja de subir para echarle cuenta a los dos).
Dindón: Sí... claro que sí.
Lumiere: ¡Con libros!
Dindón: Montones de libros.

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Lumiere: Montañas de libros.


Dindón: Bosques de libros.
Lumiere: Cascadas.
Dindón: Chaparrones.
Lumiere: Inundaciones de libros. (Haciendo movimientos bruscos).
Dindón: Mas libros de los que pueda leer en toda su vida, libros de todos los temas conocidos,
de todos los autores que alguna vez hayan escrito.

Lumiere y Dindón se van de escena y Bella hace el ademán de seguirlos, pero a última hora se
da la vuelta y se dirige a la escalera. Aparece el decorado de la habitación de Bestia con la mesa
donde está la rosa. Bella se dirige a cogerla cuando aparece repentinamente Bestia y le
recrimina.

Bestia: ¿Por qué has venido aquí? (Interponiéndose entre la rosa y Bella).
Bella: Lo siento. (Disculpándose).
Bestia: ¡Te advertí que no vinieras! (Va aumentando su enfado).
Bella: No quería hacer nada malo. (Asustándose de la actitud de Bestia).
Bestia: ¿Te das cuenta de lo que podías haber hecho? (Coge a Bella del brazo haciéndole daño).
Bella: ¡Basta!
Bestia: ¡Fuera....fueeeraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! (Apartando a Bella del lugar donde está la rosa).

Al oír los gritos, Dindón y Lumiere entran en escena y ven toda la parte final del diálogo entre
Bella y Bestia. Cuando Bella se marcha se cruza con ellos dos mientras Bestia se gira.

Lumiere: ¿A dónde vas?


Bella: Aunque lo haya prometido, no puedo quedarme ni un momento más. (Sale de escena).
Dindón: Oh no, espere, espere por favor. (Los dos se van detrás de Bella).

PISTA 11 - Canción 9: Si no puedo amarla.


Bestia: En mi deforme faz,
ni un rastro queda ya
de lo que un día pudo ser ternura.
¡Tengo un aspecto cruel!

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No puedo huir de él.


Hay luz, más no consigo verla nunca.
¡Sólo, olvidado!,
como el tiempo, que pasó de largo.
¡Sigo despreciado!
¡Condenado! ¡No me han perdonado!
No existe belleza,
no queda grandeza,
que me hagan cambiar,
si no puedo amarla.
¿Quién puede ayudarme?
¿Quién puede enseñarme?
¿Cómo he de ganar su corazón también?
¡Si no es ella no habrá quién!
Tiempo atrás debí saber
todo cuanto pude ser,
si yo hubiera sido bondadoso.
No hay pena en el mundo
ni mal más profundo,
que al fin aceptar que no puedo amarla.
No queda esperanza,
no llego a alcanzarla.
Si no es su amor el que me libere al fin.
Ya que es así y no puedo amar,
¡que el mundo esté sin mí!

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Escena 12: El bosque.

PISTA 12 - LOBOS
Con el decorado del bosque, aparece Bella por un lateral dirigiéndose decidida hacia el otro,
pero en actitud de buscar a su padre. Una vez en el centro del escenario comienzan a escucharse
aullidos de lobos, Bella mira hacia atrás y comienza a andar más ligero. Sale del escenario y al
momento entra Bestia que escucha un grito de Bella.

Bella: ¡Ahhh!

Al escuchar el grito, Bestia se dirige rápido por donde sale Bella.

Bestia: ¡Bella!

Comienza un juego de luces en el cuál, Bestia parece que está peleando con lobos; mientras se
enciende y se apaga un foco Bestia hace gestos ostensibles de estar luchando. De fondo se
escuchan aullidos de lobos y Bestia gritando.
Se apaga la luz y tras unos segundos, Bestia aparece tumbado en el escenario. Bella aparece
por un lateral y se aproxima a él interesándose. Se agacha y mientras hace el gesto de levantar a
Bestia se apagan las luces.

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Escena 13: El interior del castillo.


Aparecen Lumiere, Dindón, Babette, Chip y la Sra. Potts mirando cómo Bella le está curando
las heridas de la pelea con los lobos a Bestia. Bella está arrodillada delante de Bestia que está
sentado en un sillón quejándose constantemente.
Bella: Vamos a ver... no hagas eso. (Bestia se está lamiendo las heridas del brazo).
Bestia: ¡Grrr! (Al rugir Bestia, todos los personajes dan un paso atrás, excepto Bella).
Bella: Vamos, estate quieto. (Intenta coger el brazo de Bestia quien lo mueve para que no lo haga).
Bestia: ¡Grrr, me hace daño! (Gritándole a la cara a Bella).
Bella: ¡Si te estuvieras quieto no te dolería tanto! (Echándole valor).
Bestia: ¡Si no te hubieras escapado, esto no habría ocurrido! (Empiezan a echarse cosas a la cara).
Bella: ¡Si no me hubieras asustado, yo no me habría escapado!
Bestia: ¡Y tú no tenías que haber ido al ala oeste!
Bella: ¡Y tú deberías controlar tu genio! (Todos empiezan a avanzar en este momento). Estate
quieto, tal vez esto te escueza... (Vencido, Bestia le ofrece el brazo a Bella)
Chip: Mamá, ¿por qué se están mirando así?
Lumiere: ¡Oh! Dindón…
Sra. Potts: ¡Shhh! Vamos a dejarlos solos.
Bella: A propósito... gracias por salvarme la vida. (Con mucha sinceridad y dulzura).
Bestia: De nada. (Derrumbándose).

Todos los personajes excepto Bella y Bestia comienzan a retroceder mientras Bella y Bestia
terminan la escena, que se va apagando poco a poco.

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Escena 14: La taberna.


La escena transcurre en la taberna pero esta vez no hay nadie, sólo Gastón, Lefou y Monsieur
D’Arque, dueño del manicomio del lugar. Está todo completamente a oscuras excepto la mesa
donde están sentados los tres personajes.

Monsieur D'Arque: No acostumbro a salir del manicomio en plena noche. Pero él me ha dicho
que usted me lo compensaría. (Hablando con mucha parsimonia, recibe un saquito de dinero de
Gastón). ¡Ah! Hable, le escucho. (Abriendo la bolsa y cogiendo una moneda).

Gastón: Se trata de esto. (Mirando a ambos lados para ver que no hay nadie en la taberna). Estoy
empeñado en casarme con Bella… pero le falta… persuasión.
Lefou: Ja, ja, ja… menudas calabazas le dio. (Recibe un golpe de Gastón).
Gastón: Todos saben que su padre está loco de atar. Esta noche ha estado aquí desvariando
sobre una bestia en un castillo.
Monsieur D'Arque: Maurice es inofensivo.
Gastón: Lo importante es que Bella haría cualquier cosa por evitar que encerraran a su padre.
(Dando un golpe en la mesa).

Lefou: Ja, ja, ja… ¡Sí! Hasta casarse con él. (Recibe otro golpe y cae de la silla donde está sentado).
Monsieur D'Arque: Y… ¿usted quiere que yo encierre a su padre en el manicomio a menos que
acepte casarse con usted? (Se queda pensativo un momento). Eso es algo despreciable…
me encanta. (Ríen todos, Lefou desde el suelo).
Gastón: Bueno Lefou, ¿cómo han ido esas investigaciones?
Lefou: Pues… (Levantándose) ni Maurice ni Bella están en su casa. (Hablando hacia otro lado).
Habrán salido corriendo de ti… je, je, je.
Gastón: Alguna vez tendrán que volver y cuando lo hagan…
(Mirando a Lefou de forma asesina).
estaremos esperándole. (Golpeándole en la espalda) ¡Lefou!, no te muevas de allí hasta
que Bella y su padre vuelvan a casa. (Agarra a Lefou por los hombros).
Lefou: ¡Pero! ¡Es qué! ¡Recórcholis!

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Escena 15: El interior del castillo.


De vuelta al interior del castillo, aparecen dos grupos. En una parte se encuentran Dindón,
Lumiere y Bestia, que miran como Chip y Bella están jugando en la otra parte.

Bestia: Jamás había sentido esto por nadie... quiero hacer algo por ella, ¿pero qué?
Dindón: Están las cosas de siempre: flores, bombones, promesas que no se piensan cumplir.
(Enumerando).

Lumiere: A no, no, tiene que ser algo realmente muy especial, algo que despierte su interés,
¡espera un momento! (Le comenta algo al oído a Bestia, que se acerca a Bella).
Bestia: Bella, quisiera enseñarte una cosa... ¡pero antes cierra los ojos! Es una sorpresa. (La
pasa las manos por la cara para ver que no está viendo).

Bella: ¿Puedo abrirlos ya? (Impaciente. Aparece un decorado de una biblioteca repleta de libros,
mientras Bella y Bestia se van acercando de la mano poco a poco a la biblioteca).

Bestia: No, aún no. Espera aquí.


Bella: ¿Ahora ya puedo abrirlos?
Bestia: ¿Preparada? ¡Ya!
Bella: ¡No puedo creerlo!, jamás en mi vida había visto tantos libros. (Con mucha ilusión).
Bestia: ¿Te gustan?
Bella: Maravilloso. (Acercándose a los libros y pasando la mano por ellos).
Bestia: Pues son tuyos.
Bella: Muchísimas gracias.

Los demás personajes se han ido agrupando en una esquina viendo la escena. Se suman la
Sra. Potts y Babette. Lumiere se acerca a Babette para abrazarla por la cintura.

Sra. Potts: ¿Han visto eso?


Lumiere: Ja, ja, sabía que funcionaria. (Levantando las manos).
Chip: ¿Qué, qué funciona? (Pregunta inocente).
Dindón: Hay buenas perspectivas.
Babette: ¿Verdad que es emocionante?
Chip: Yo no he visto nada. (Con cara de enfado).
Sra. Potts: Ven conmigo Chip, hay cosas que hacer en la cocina.
Chip: ¿Pero de que están hablando, que es lo que pasa? Venga mami. ¿Por qué soy siempre
la última en enterarme de todo? (Impaciente, comienzan a desaparecer de escena).

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Se quedan en escena Bella y Bestia sentados en la zona de la biblioteca mirando unos libros.
Bestia se levanta y se separa un poco de ella, quién comienza a cantar mirándolo de reojo. Bestia
hace del mismo modo, cantando mirándola de reojo. Los demás personajes comienzan a entrar
poco a poco en escena pero manteniéndose en un segundo plano. Cuando cantan se colocan en
primer plano.

PISTA 13 - Canción 10: Algo nuevo.


Bella: Hay algo en él que no es igual.
Pues era un bruto desgarbado y un patán.
Y ahora es un sol, no sé por qué;
no descubrí todo lo bueno que hay en él.
Bestia: Me mira a mí, no hay nadie más
y me ha rozado la pezuña sin temblar.
No puede ser, mira hacia aquí;
y juraría que la he visto sonreír.
Bella: Es una magia extraña.
Yo jamás pensé que iba a ocurrir.
No es el que yo soñaba,
pero hay algo nuevo que le empiezo a descubrir.
Lumiere: ¿Qué pasa allí?
Sra. Potts: Los dos, por fin.
Dindón: Un par feliz.
Sra. Potts: Que sí, que sí.
Lumiere: Va a comenzar la primavera en el jardín.
Sra. Potts: Diría yo.
Todos: Que hay que aguardar y hay que insistir;
porque el milagro que esperamos va a ocurrir.
Dindón: Claro, porque el milagro
que esperamos va a ocurrir.
Chip: ¿Cuál?
Sra. Potts: Porque el milagro
que esperamos va a ocurrir.
Chip: ¿Qué es lo que pasa, mamá?
Sra. Potts: Te lo diré cuando seas mayor.

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Chip: ¡Mamá! ¿Volveré a ser niña otra vez?


Sra. Potts: ¡Claro, por supuesto, Chip!
Chip: ¿Pero cuándo?
Sra. Potts: Pronto… muy pronto.

Cuando termina la canción, se apagan las luces. Desaparece el decorado de la biblioteca y se


van de escena Bella y Bestia. Todos los demás se quedan en escena y comienzan a hablar. Se
suman algunos personajes más, como Madame de la Grande Bouche y Perchero. Todos están
puestos en fila excepto Dindón, que parece que está pasando revista a los demás. La rosa aparece
cuando se la requiere.

Dindón: ¡Bien! Todos saben porque estamos aquí. Nos quedan 12 horas, 36 minutos y 15
segundos para crear el más mágico, espontáneo y romántico ambiente que hombre o
bestia hayan visto… ¡je, je, je! ¡Bueno bestia! (Aparece un mueble arrastrando la mesa con
la rosa). En fin… debo recordarles que si cae el último pétalo de esta rosa… ¡el
maleficio no se romperá!... ¡Nunca! Muy bien, ya conocen su cometido: la mitad al
ala oeste… la otra mitad al ala este… y el resto ¡vengan conmigo! (Andando de un sitio
para otro).

Lumiere: ¡Relájese, Dindón, que la naturaleza siga su curso! (Rompe la fila y coge a Dindón por los
hombros).

Sra. Potts: Es obvio que hay chispa entre ellos. (También rompe la fila).
Dindón: ¡De acuerdo! Pero por echar más leña al fuego… ¿no? ¡Un poquito! Además, deben
enamorarse esta noche si queremos volver a ser humanos algún día.
Lumiere: ¡Ah! Humanos otra vez. (Soñando).
Sra. Potts: ¡Humanos otra vez!
Lumiere: ¡Sí! Piensen en lo que significa... (Coge a la Sra. Potts y a Babette por los hombros).

PISTA 14 - Canción 11: Ser humano otra vez.


Lumiere: Cocinar otra vez, presumir otra vez
y del brazo a dos damas llevar.
Ser humano otra vez, solo humano otra vez;
fino y pulcro mi encanto mostrar.
Que buen porte tendré, y deporte yo haré.
Sra. Potts: ¡Más de un novio se debe inquietar!
Chip: Del rincón saltaré, y yo mismo seré.
¡Hay que bien ser humano otra vez!

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Sra. Potts: Siendo humano otra vez, solo humano otra vez,
no seré un trasto mas sin valor.
Chip: Siendo humano otra vez, un humano otra vez.
Armario: Solo yo ocupare mi interior.
Llevaré un suave rouge
y esta enorme amplitud,
logrará reducir su grosor.
Mostraré savoir faire
con mi aspecto de ayer.
¡Qué placer ser humano otra vez!
Dindón: Siendo humano otra vez, solo humano otra vez;
a este mundo sentido hallaré.
Yo me relajaré.
Lumiere: ¿Cierto? Ya lo veré.
Dindón: Si estoy tenso no lo lograré.
Junto al mar probaré, el sabor de mi te;
jubilado vivir bien sabré.
No habrá humos de más, no habrá cirios jamás
¡Qué relax!
Todos: ¡Ser humano otra vez!
Venid que hay que limpiar,
abrid, la luz debe entrar;
alguien hoy puede hacer que se llegue a romper el hechizo.
Lumiere: Los pomos deben brillar.
Babette: Seguid, seguid sin parar.
Todos: Pues si el plan sale bien; hoy mis sueños también yo realizo.
Babette: Abre ventanas y el aire entrará.
Sra. Potts: Ponlo aquí y pon eso hacia allá.
Todos: Barre el dolor, la falta de amor y tíralos ya.
Ser humano otra vez, solo humano otra vez;
pues la chica nos va a liberar.
Es volver a sentir, es volver a reír;
de la vida poder disfrutar.

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Es jugar otra vez, descansar otra vez;


que su amor no se haga esperar.
Coladitos están, cuando lo admitirán.
Cada quien su papel, gracias a ella y a él.
Ya estás cerca, más cerca, más cerca,
más cerca, más cerca, más cerca ya.
Es bailar otra vez, es girar otra vez
y es mover fácilmente los pies.
Ser humano otra vez, solo humano otra vez;
con aquel viejo vals: un, dos, tres.
Y frotar otra vez, y limpiarse otra vez
y pisar fuerte estés donde estés.
Volveré a ser real;
volverá a ser genial.
Cuando al amanecer, pueda al fin renacer
¡Ser humano por fin otra vez!

Bella: Porque jamás existió historia más trágica que ésta; la de Julieta y Romeo.
Bestia: ¡Qué historia tan hermosa!
Bella: Sabía que te gustaría… ¿Quisiera pedirte una cosa?
Bestia: ¿De qué se trata?
Bella: Una… segunda oportunidad… ¿Me harías el honor de acompañarme a cenar esta
noche?
Bestia: ¿Cenar?... ¿Yo?... ¿Contigo? ¡Por supuesto que sí! ¡Sí!

Después de la canción se apagan las luces y se van todos fuera de escena excepto Bestia y
Lumiere, que lo está aconsejando para la cena con Bella. Están en el interior del castillo con la
mesa montada con los cubiertos. Perchero está acicalando a Bestia.

Lumiere: Esta noche… es la gran noche.


Bestia: No sé si seré capaz. (Con nerviosismo y timidez).
Lumiere: ¡No hay tiempo para ser tímido, debe ser atrevido, osado! (Envalentonándose).
Bestia: ¡Atrevido, osado! (Repitiendo los gestos).

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Lumiere: Habrá música, romántica luz de velas... ¡De eso me ocupo yo! Y cuando llegue el
momento usted le declara su amor.
Bestia: ¡Si, yo le, le...! No… no… puedo. (Desmoralizándose).
Lumiere: ¿La muchacha le gusta verdad?
Bestia: Más que nada. (Girándose).
Lumiere: Pues entonces debe decírselo... (Buscando ponerse frente a su amo). Y voilá, ¡todo está
listo entonces!
Bestia: ¡No espera! (Aparece Dindón presentando a Bella).
Dindón: ¡Su dama, le espera!

Cuando Bella aparece, se sientan los dos en la mesa y tras unos segundos Bella se levanta y le
pide bailar a Bestia; todo esto con la canción de fondo cantada por la Sra. Potts estando Chip a
su lado en todo momento. Lumiere y Dindón ven la escena desde un segundo plano.

PISTA 15 - Canción 12: Bella y Bestia son.


Sra. Potts: Se oye una canción que hace suspirar
y habla al corazón de una sensación
grande como el mar.
Algo entre los dos cambia sin querer;
nace una ilusión, tiemblan de emoción,
Bella y bestia son.
Hoy igual que ayer, pero nunca igual.
Siempre al arriesgar puedes acertar
tu elección final.
"Debes aprender," dice la canción;
"que antes de juzgar, tienes que llegar
hasta el corazón".
Cierto como el sol que nos da calor;
no hay mayor verdad, la belleza está
en el interior.
Nace una ilusión, tiemblan de emoción,
Bella y bestia son.
Vete ahora mismo a la alacena, Chip. Deberías estar acostado.
Chip: (Bostezo).

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Sra. Potts: Buenas noches.

Cuando terminan de bailar, se sientan en la mesa y continúa la escena.

Bestia: Bella, ¿eres feliz aquí conmigo?


Bella: Si... (Agacha la cabeza y se apena).
Bestia: ¿Que te ocurre? (Preocupado).
Bella: Ojalá pudiera volver a ver a mi padre, aunque fuera un momento, le añoro
muchísimo.
Bestia: Hay una manera. (Llama a Dindón y le dice algo al oído). Dindón…
Dindón: ¡En seguida, señor! (Sale de escena).
Bestia: ¡No te preocupes Bella! En seguida podrás ver a tu padre. (Se levanta y se acerca a Bella.
Aparece Dindón).

Bella: ¿Cómo?
Bestia: (Dindón le entrega el espejo). Este espejo te mostrara lo que quieras, todo lo que desees
ver. (Cogiendo el espejo y ofreciéndoselo a Bella).
Bella: Quisiera ver a mi padre, por favor. (Le cambia la cara al ver el espejo).
(En tono dubitativo).
Papá, ¡oh, no está enfermo, puede estar muriéndose y está solo!
Bestia: Entonces... debes ir a su lado. (Con todo el dolor de su corazón).
Bella: ¿Qué has dicho? (Sorprendida).
Bestia: Ahora puedes irte, ya no eres mi prisionera. (Mira a Bella justo en el final).
Bella: ¿Quieres decir que...que soy libre? (Con eterna gratitud).
Bestia: Si. (Susurrando).
Bella: Oh gracias, resiste papá, voy hacia ahí. (Bella le intenta dar el espejo pero Bestia se niega a
cogerlo).

Bestia: Llévatelo, así siempre podrás mirarlo y acordarte de mí. (Apenado).


Bella: Gracias por comprender que me necesita mi padre. (Con mucha dulzura, se quedan
mirándose. Al cabo de un instante Bella le toca la cara, sale de escena y entran Dindón y Lumiere).

Dindón: Bueno alteza, he de reconocer que todo marcha perfectamente, sabía que usted lo
conseguiría. (Muy alegre).
Bestia: La he dejado marchar. (De espaldas a Dindón. Entra la Sra. Potts, Chip y Babette).
Dindón: Si, si… estupendo... que... que usted... ¿Cómo ha podido hacer eso? (Dindón y Lumiere
se quedan con la boca abierta. Los demás se acercan).

Bestia: He tenido que hacerlo.


Lumiere: Si pero… pero, ¿por qué?
Bestia: Porque la amo. (Mirándolos con el corazón roto).

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Sra. Potts: ¡¡¿¿Qué ha dicho??!!


Dindón: No, señor… (Muy apenado. Bestia se marcha cabizbajo).
Chip: ¿Pero ella se marcha? (Preguntándoselo a la Sra. Potts).
Lumiere: Faltaba tan poco. (Paseando de un lado para otro con las manos en la espalda).
Sra. Potts: Después de tanto tiempo al final, ha aprendido a amar. (Dirigiéndose a Babette).
Babette: ¡Oh! Sra. Potts… (Dindón se acerca a consolar a ambas).
Lumiere: (Recordando alegre la ruptura del hechizo). Entonces ya esta, ¿eso romperá el hechizo?
Babette: Me temo que no… Lumiere.
Chip: ¿Qué pasa mamá? Me estoy poniendo triste yo también…
Sra. Potts: No es suficiente, Lumiere. Ella también debe amarle a él. (Abrazando a Chip).
Dindón: Y ahora ya es tarde... (Con la cabeza baja).
Bestia: ¡Grrr! (Se escucha un rugido desde fuera).
Sra. Potts: Pobre amo…

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Escena 16: La casa de Bella.


Salen por el lateral contrario a la casa de Bella, que está agarrando a su padre que se
encuentra muy débil. La conversación transcurre siempre fuera de la casa.
Bella: Venga papá… ya hemos llegado a casa.
Maurice: Bella...
Bella: Tranquilízate papá, ya estoy aquí contigo.
Maurice: Creí que no volvería a verte nunca. (Muy cansado).
Lefou: (Aparece Lefou en un lateral). ¡Ya han llegado! Voy a avisar a Gastón.
Bella: ¡Como te he echado de menos!
Maurice: ¿Y la Bestia como te has escapado?
Bella: No me he escapado papá, él me liberó.
Maurice: ¿Esa horrible Bestia? (Incrédulo).
Bella: Pero ahora es distinto papá… él, ha cambiado. (Aparece Phillippe de la zona trasera de la
casa).

Phillippe ¡Señor! (Dirigiéndose a Maurice para ayudarlo a sentarse). ¡Señorita!, siento mucho no
haberla podido ayudar… todos me llamaban loco en la taberna… y Gastón…
(Intentando disculparse).

Bella: Oh… no te preocupes Phillippe. Lo importante es que estamos de vuelta, todos.


Phillippe: Si señorita… pero Gastón… (Intentando avisar a Bella).
Maurice: ¡Vaya! ¿Cómo estas amiguito? No creí volver a verte. (Tosiendo). Siento mucho lo del
bosque, Phillippe. (Apenado).
Phillippe: Señor… Gastón viene… (Se escuchan ruidos de personas acercándose).
Bella: ¿Qué es ese alboroto, Phillippe?
Phillippe: Se lo estaba diciendo señora, vienen a… (Entra una multitud encabezados por Lefou y
Monsieur D’Arque; Gastón se coloca de los últimos para que Bella no lo vea).

Monsieur D'Arque: Hola Bella. Vengo a llevarme a su padre. (Se dirige directamente a Bella).
Bella: ¿A mi padre? (Sin creérselo).
Monsieur D'Arque: No se preocupe Mademoiselle, cuidaremos de él muy bien.
Bella: ¡Mi padre no está loco! (Enfrentándose a Monsieur D’Arque).
Lefou: Desvariaba como un pobre chiflado. Todos lo oímos, ¿verdad que si? (Exaltando a los
aldeanos).

Aldeanos: ¡Sí!
Bella: ¡No, no os lo permitiré! (Bella se interpone entre los aldeanos y su padre. Phillippe se esconde
detrás de la casa).

Maurice: ¿Bella? (Se levanta como puede).


Lefou: Maurice, cuéntanoslo otra vez. ¿Cómo era esa bestia de alta?

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Maurice: Pues era... era… en fin era enorme, yo diría que de dos... no más bien de tres metros.
(Exagerando con las manos).

Lefou: Ja, ja, ja, no se puede estar mucho más loco que éste. (Vuelve a dirigirse a los aldeanos).
Aldeanos: Ja, ja, ja, ja.
Maurice: Es cierto os lo aseguro.
Lefou: Lleváoslo de aquí. (Dos hombres se acercan a Maurice y lo cogen por ambos brazos. Bella ve la
escena desde atrás y se va acercando).

Maurice: ¡Dejadme en paz! (Poniendo muy poca resistencia).


Bella: ¡No, no podéis hacerle esto! (Intenta pedirle explicaciones a Monsieur D’Arque, que la ignora.
Aparece Gastón desde atrás para proponerle un trato).

Gastón: Pobre Bella, lo de tu padre es una desgracia. (Poniéndole la mano en su hombro).


Bella: ¡Tú sabes que no está loco Gastón!
Gastón: Bueno… quizás yo podría aclarar este pequeño mal entendido si... (Haciéndose el
importante).

Bella: ¿Si, qué?


Gastón: Si te casas conmigo. (Con cara de haber ganado la batalla).
Bella: ¿Qué? (Sorprendida ante la actitud de Gastón).
Gastón: Una palabrita Bella, sólo eso necesitas.
Bella: ¡Jamás! (Se deshace de Gastón con un empujón).
Gastón: Como tú quieras. (Se aleja).
Maurice: ¡Bella! ¡Soltadme!
Bella: ¡Mi padre no está loco y puedo demostrarlo!... (Buscando en su bolsa, saca el espejo y se lo
muestra a los aldeanos). ¡Muestra la Bestia!

Aldeana: ¿Es peligroso?


Bella: No, jamás haría daño a nadie. Puede que parezca malvado, pero en realidad es gentil
y bueno… es amigo mío. (Mirando el espejo con ternura).
Gastón: Si no supiera la verdad creería que sientes algo por ese monstruo.
Bella: ¡Él no es un monstruo Gastón, tú sí! (Enfrentándose a Gastón).
Gastón: ¡Está tan loca como su anciano padre! (Enardeciendo a los aldeanos y quitándole el espejo a
Bella).

En el transcurso de la conversación, Gastón se ha colocado en el centro del escenario,


mientras que todos los aldeanos lo rodean. Cuando deciden traer a Maurice, encierran a éste y a
Bella en su casa, atrancando la puerta con una madera. Phillippe aparece y quita la madera para
liberarlos.

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PISTA 16 - Canción 13: Asalto al castillo.


Gastón: ¡Se llevará a vuestros hijos! ¡Vendrá a buscarlos por la noche!
Bella: ¡No!
Gastón: ¡No estaremos a salvo hasta que su cabeza esté colgada en mi pared! ¡Hay que matar
a la bestia!
Aldeanos: Esa bestia es muy feroz.
Y una noche atacará.
Devorando a nuestros hijos con su instinto criminal.
Esta aldea está perdida; si la bestia llega aquí.
Gastón: Empuñemos ya las armas;
no dudéis, seguidme a mí.
Avanzad sin cesar entre nieblas y tinieblas;
a través de un negro bosque aterrador.
Al pasar un pinar llegaremos a un castillo,
donde un monstruo nos espera en su interior.
Tiene largos colmillos de acero
y sus garras te arrancan la piel.
Su furor da pavor, esa bestia feroz:
¡Morirá! ¡Morirá! ¡A por él!
Bella: No, no os lo permitiré.
Gastón: Si no estás con nosotros, estás contra nosotros. ¡Traed al viejo!
Maurice: ¡Quitadme las manos de encima!
Bella: ¡Dejadnos salir!
Gastón: Libraremos a la aldea de esa bestia. ¿Quién está conmigo?
Aldeanos: ¡Yo! ¡Yo también! ¡Y yo!
Hay que entrar y asaltar.
Gastón: Al galope hacia el peligro voy.
Aldeanos: Sigamos a Gastón hasta el final.
Avanzad sin cesar, el castillo está embrujado
pero Dios a nuestro lado va a luchar.
Es un monstruo como una montaña,
pero está ya muy cerca su fin.
Es cruel, es Luzbel, a por él en tropel.

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Una lucha sin cuartel.


¿Será un ser con poder? El misterio nos asusta
y ese enigma se tendrá que descubrir.
Al oír la señal acabemos con el mal
porque una bestia tan brutal.
¡Debe morir!
Gastón: Podéis llevaros cualquier botín, pero, ¡recordad que la bestia es mía!
Aldeanos: Levantar el pendón, marcharemos al combate
muy valientes y encendido el corazón.
Entonad la canción:
“Aquí vamos cien franceses y tenemos la razón.”
¡Qué muera ya!
¡A por él! ¡Muera ya! ¡A por él!

Durante la canción, los aldeanos han llegado al castillo. Éste se encuentra totalmente en
silencio, todos los personajes están quietos en el escenario esperando a que los aldeanos vayan
entrando poco a poco y poderlos atacar.

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Escena 17: El interior del castillo.


A la señal de Lumiere se produce una pelea entre los aldeanos y los personajes el castillo. Van
entrando y saliendo tanto personajes como aldeanos, corriendo de un sitio para otro, haciendo
que la escena sea graciosa. Al final sólo que Gastón en el castillo que está buscando a Bestia
para luchar contra él.
Lumiere: ¡Ahora! (A la señal, todos los personajes se disponen a luchar contra los aldeanos).

Tras la pelea, se quedan todos los personajes del castillo en escena y Dindón da un paso al
frente, se coloca Lumiere al lado y le da un par de besos, que por supuesto, Dindón rechaza.

Dindón: ¡Y que no se os ocurra volver!

Posteriormente todos se van de escena y aparece Gastón con un arcabuz buscando a Bestia,
que se encuentra sentado triste y desolado en un rincón. Gastón se acerca y comienza una lucha
en la que Bestia no hace nada. Bestia acaba en el suelo derrotado cuando aparece Bella.

Gastón: ¡Levántate! ¡Levántate! ¿Qué te pasa, Bestia? Ja, ja, ja… ¿eres tan gentil y bueno,
que no te defiendes? ¡Vamos lucha! ¿Estás enamorado de ella, Bestia?... ¿En serio
creías que ella te querría a ti, teniendo a alguien como yo?...
Bella: ¡No!
Bestia: ¡Bella!
Bella: ¡No Gastón, no lo hagas!
Gastón: Se acabo Bestia, ¡Bella es mía!... (Se levanta y comienza a luchar con Gastón). ¡Qué haces,
no… por favor no me hagas daño… haré lo que quieras, lo que quieras!
Bestia: ¡Vete de aquí! (Bestia suelta a Gastón y se vuelve hacia Bella).
Bella: ¿Estás bien? (Corriendo hacia Bestia para ver cómo se encuentra).
Bestia: ¡Bella!... Bella, has vuelto. Bella... has... has vuelto. (Tocándole la cara a Bella).
Bella: Pues claro que he vuelto, no podía dejar que... (En ese instante Gastón le da una puñalada
en la espalda; Bestia se gira y le propina un golpe con el cual Gastón desaparece de escena. Bestia se
derrumba). ¡Oh, todo ha sido culpa mía! Ojalá hubiera llegado antes. (Sollozando).

Bestia: Puede… que sea… mejor así. (Moribundo).


Bella: No, no digas eso, te pondrás bien. Ya estamos juntos y todo va a salir bien, ya lo
verás.
Bestia: Al menos… he podido verte… por última vez. (Expira).

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PISTA 17 - Canción 14: Hogar (Reprise).


Bella: Nuestro hogar, estaremos aquí para siempre.
Sabes bien que ya nunca querré huir.
Desde hoy a tu lado estaré,
no hay nada más que pedir.
¡Todo en mí has cambiado!
¡Magia es lo que hubo aquí!
Ya encontré un hogar junto a ti.
¡No, no! ¡Por favor, por favor no me dejes!... ¡Te amo! (Llorando).

PISTA 18 - Canción 15: Transformación.


Comienza un juego de luces que da lugar a la transformación de Bestia en el príncipe Adam.
Bella sorprendida al no saber qué es lo que ocurre. El príncipe se acerca a Bella y se abrazan.
Empiezan a aparecer Lumiere, Dindón y la Sra. Potts en escena. Más tarde aparecerán los
demás.

Príncipe: Bella, ¡soy yo!


Bella: ¡Si eres tú!
Príncipe: ¡Lumiere!... ¡Dindón!... ¡Sra. Potts!... ¡Todos!
Chip: ¡Mamá, mamá! (Aparece Chip corriendo).
Sra. Potts: ¡Mi niña! (Abrazándola).
Príncipe: ¡Es un milagro! (Se acerca a Bella, la besa y se van de escena).
Lumiere: ¡Ahhh!... l'amour
Dindón: Bueno Lumiere, viejo amigo… lo pasado, pasado está, ¿no?
Lumiere: Claro, mon amie, ya te dije que ella rompería el hechizo.
Dindón: Discúlpame viejo amigo, pero creo que fui yo quien te lo dijo. (Frotándose las manos).
Lumiere: No, nada de eso te lo dije yo.
Dindón: ¡Por supuesto que no, cuello tieso, presumido, cerebro chamuscado! (Enfrentándose).
Lumiere: ¡Oh, reloj de cuco inflado! (Le da con un guante en la cara).
Dindón: ¡Ahora veras! (Comienzan a pelear con las manos pero sin llegar a tocarse).
Lumiere: ¡Ya me tienes harto!
Chip: ¿Verdad que serán felices y comerán perdices, mami? (Viendo la otra escena).
Sra. Potts: ¡Sí, claro que sí, cariño! ¡Por supuesto!

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Chip: ¡Y seguiré durmiendo en la alacena!

PISTA 19 - Canción: Un cambio en mí.


Bella: No sé lo que ha cambiado pero ahora le veo de otra manera. Cuando miro alrededor
veo las cosas de otra forma.
Es solo un cambio en mí, un cambio nada más
y todo lo que fui se va quedando atrás.
Ahora veo al fin que el mal te lleva bien,
que puedes ser así si así lo quiero ver.
¡Y yo! Que no he dejado de soñar
Quiero vivir y despertar.
Me gusta el mundo que hay aquí.
¡El cambio fue un cambio en mí!
En esta oscuridad consigo distinguir
que hay mucho más detrás
del mundo que yo vi.
Mi vida va a empezar, comienza desde aquí
tras siendo tan real lo sé dentro de mí.
¡Y yo! Que no he dejado de soñar.
Quiero vivir y despertar.
Siempre he querido ser así.
¡El cambio fue un cambio en mí!
¡El cambio fue un cambio en mí!

FIN
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