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Este texto habla de la historia de un joven que acude a un sabio porque todos le
dicen que no sirve para nada y él se siente muy poca cosa, pero no sabe cómo
repararlo. Frente a esto, el sabio le dice que, antes de pensar en su tema, tiene que
ayudarlo a resolver un problema urgente. Debe ir al pueblo y vender un anillo para
pagar una deuda, y no debe aceptar menos que una moneda de oro a cambio. El
joven se va un poco turbado, otra vez sintiéndose desvalorizado y postergado, pero
decide ayudar al sabio. Recorre todo el pueblo, pero nadie está dispuesto a pagar
una moneda de oro por el anillo. Abatido por su fracaso en la venta, regresa a la
casa del maestro y le dice que no logró engañar a nadie respecto del verdadero
valor del anillo, por lo cual no pudo venderlo. Frente a esto, el sabio le indica que
entonces deberá ir a ver al joyero, que es la persona indicada para que estimar cuál
es el verdadero valor del anillo. El joven va y, luego de examinarlo atentamente, el
joyero le dice que puede valer hasta setenta monedas de oro. El joven vuelve
emocionado y le cuenta al maestro. Así, el sabio le hace comprender que él es
como ese anillo, una joya muy valiosa y única en el mundo, pero que solo podrán
ver su verdadero valor las personas indicadas, y no cualquiera, por lo cual no debe
ir por la vida pretendiendo que cualquiera lo note.
¿A QUIÉN SE DIRIGE?
Este cuento está dirigido a todas las personas que menosprecian su valor como
persona.
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO?
‘’Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede
evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que
cualquiera descubra tu verdadero valor?’’