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La Neurociencia de La Adicción
La Neurociencia de La Adicción
Matrícula: 2085132
Maestría: M. C. en Psicología de la Salud
Materia: Neuropsicología clínica
Fecha: 3 de octubre de 2021
“La adicción se define como una enfermedad cerebral crónica con recaídas que se caracteriza
por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de las consecuencias
perjudiciales”.
Estudios realizados han demostrado que los individuos con adicción a drogas muestran cambios
físicos en las áreas del cerebro que son críticas para el juicio, toma de decisiones, aprendizaje y
memoria, y control del comportamiento. Por otro lado, en individuos vulnerables, la enfermedad
de adicción es producida por una administración crónica de las mismas drogas.
También, a mayor duración de la adicción a través del tiempo, la materia gris del cerebro
comienza a decrecer en volumen. Esto no significa que están perdiendo células cerebrales, más
bien, significa que están perdiendo la capacidad de sinapsis, la capacidad de conexiones y la
densidad de conexiones disminuye. A pesar de que esto significa que el cerebro está cambiando,
no implica necesariamente que la adicción sea una enfermedad, ya que hay otras circunstancias
donde el cerebro cambia y esto no es sinónimo de enfermedad. Por ejemplo, desde que un ser
humano nace y a lo largo de su vida, su cerebro no deja de cambiar. Los cambios en la densidad
cortical desde los 4 hasta los 20 años son bastante notables.
Por lo anteriormente mencionado, puede concluirse que la adicción no solamente se puede ver
como una enfermedad. Puede cambiarse el enfoque y verse a la adicción como una
“habilidad”, a pesar de ser una habilidad nociva para la salud. El cerebro del individuo
adicto aprende a identificar de forma eficiente y orientar el comportamiento a ese enfoque. Las
habilidades nuevas o la formación de hábitos de forma “profunda” siempre cambian el cerebro.
Ya sea aprender a manejar, tocar un instrumento, enamorarse, psicoterapia, mindfulness,
atracones de comida, bebida, etc. Todas estas actividades que se transforman en hábitos y
posteriormente en estilos de vida cambian el cerebro, y debido a que la adicción hace
exactamente lo mismo, se le puede ver como una habilidad.
Además, las adicciones del comportamiento cambian el cerebro de casi la misma forma que las
adicciones a las sustancias. Ya sea adicción a la pornografía, sexo, apuestas, obesidad,
videojuegos, redes sociales, etc. Todas afectan y cambian el cerebro al haber una pérdida de la
densidad de la materia gris y una pérdida de densidad sináptica en la corteza prefrontal. De esta
forma, se puede llegar a la conclusión de que la causa de la adicción no son las drogas, ni el
internet, apuestas, sexo, etc. Ya que en cada una de estas adicciones el factor común es el
comportamiento de las personas.
El modelo de la adicción como “enfermedad” no solo es incorrecto, sino que es dañino. Quienes
abogan por el modelo de enfermedad, mencionan que al definir la adicción como una
enfermedad el estigma de los adictos disminuye junto con la culpa y vergüenza. La lógica es
defectuosa ya que una enfermedad no recae como responsabilidad en los individuos, los
victimiza y al definirse como enfermedad crónica, entonces será un padecimiento que se tendrá
toda la vida. Esto es incorrecto. El modelo de la adicción como enfermedad falla al priorizar el
tratamiento médico como la intervención primaria. Al ver a los adictos como pacientes, ya que al
suceder esto, los pacientes se ven como pasivos y le entregan el control de la “enfermedad” a los
profesionales.
Referencia:
The Royal Institution. (2016, 10 de diciembre). The neuroscience of addiction-with Marc Lewis
[Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=aOSD9rTVuWc&t=1s