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Nombre: Carlos Antonio Rodríguez Aguirre

Matrícula: 2085132
Maestría: M. C. en Psicología de la Salud
Materia: Neuropsicología clínica
Fecha: 3 de octubre de 2021

La neurociencia de la adicción por Marc Lewis


Desde la década de los 50s, la medicina (en específico la psiquiatría) han visto a la adicción
como una enfermedad crónica, es decir, una enfermedad con la cual se va a tratar por el resto de
la vida de las personas. Sin embargo, hoy en día gracias a las neurociencias se ve a la adicción
como una enfermedad del cerebro. La definición de parte del National Institute on Drug Abuse
(NIDA) es la siguiente:

“La adicción se define como una enfermedad cerebral crónica con recaídas que se caracteriza
por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de las consecuencias
perjudiciales”.

Estudios realizados han demostrado que los individuos con adicción a drogas muestran cambios
físicos en las áreas del cerebro que son críticas para el juicio, toma de decisiones, aprendizaje y
memoria, y control del comportamiento. Por otro lado, en individuos vulnerables, la enfermedad
de adicción es producida por una administración crónica de las mismas drogas.

Naturalmente existe un equilibrio entre la activación de la corteza prefrontal y la activación del


striatum. En otras palabras, un equilibrio entre impulsos y el control y la autorregulación,
modificar el comportamiento para obtener consecuencias positivas en la vida. Esto sucede en
individuos sanos, pero en individuos que tienen algún tipo de adicción, la comunicación entre
estas dos zonas se reduce. Esto no sucede en cualquier momento, sucede de forma más específica
cuando hay ciertas señales que son activadoras del comportamiento adictivo como pasar enfrente
de un bar, frecuentar amigos que promueven la adicción, etc., es en esos momentos cuando la
desconexión y poca comunicación entre estas zonas ocurre.

También, a mayor duración de la adicción a través del tiempo, la materia gris del cerebro
comienza a decrecer en volumen. Esto no significa que están perdiendo células cerebrales, más
bien, significa que están perdiendo la capacidad de sinapsis, la capacidad de conexiones y la
densidad de conexiones disminuye. A pesar de que esto significa que el cerebro está cambiando,
no implica necesariamente que la adicción sea una enfermedad, ya que hay otras circunstancias
donde el cerebro cambia y esto no es sinónimo de enfermedad. Por ejemplo, desde que un ser
humano nace y a lo largo de su vida, su cerebro no deja de cambiar. Los cambios en la densidad
cortical desde los 4 hasta los 20 años son bastante notables.

Debido a que existe una sobreabundancia de sinapsis en la infancia, el cerebro se somete a un


proceso llamado “poda sináptica”. El propósito de este proceso es la eliminación de sinapsis
ineficientes e innecesarias para tener un correcto desarrollo neuronal. Esto ayuda a que haya más
consolidación y eficiencia entre las redes neuronales existentes. Respecto a las adicciones,
estudios han demostrado que cuando hay una abstinencia de alcohol, cocaína y heroína, la
densidad de materia gris aumenta, las sinapsis aumentan y hay nuevas regiones que se encargan
de la autorregulación, control de impulsos, etc.

Por lo anteriormente mencionado, puede concluirse que la adicción no solamente se puede ver
como una enfermedad. Puede cambiarse el enfoque y verse a la adicción como una
“habilidad”, a pesar de ser una habilidad nociva para la salud. El cerebro del individuo
adicto aprende a identificar de forma eficiente y orientar el comportamiento a ese enfoque. Las
habilidades nuevas o la formación de hábitos de forma “profunda” siempre cambian el cerebro.
Ya sea aprender a manejar, tocar un instrumento, enamorarse, psicoterapia, mindfulness,
atracones de comida, bebida, etc. Todas estas actividades que se transforman en hábitos y
posteriormente en estilos de vida cambian el cerebro, y debido a que la adicción hace
exactamente lo mismo, se le puede ver como una habilidad.

Además, las adicciones del comportamiento cambian el cerebro de casi la misma forma que las
adicciones a las sustancias. Ya sea adicción a la pornografía, sexo, apuestas, obesidad,
videojuegos, redes sociales, etc. Todas afectan y cambian el cerebro al haber una pérdida de la
densidad de la materia gris y una pérdida de densidad sináptica en la corteza prefrontal. De esta
forma, se puede llegar a la conclusión de que la causa de la adicción no son las drogas, ni el
internet, apuestas, sexo, etc. Ya que en cada una de estas adicciones el factor común es el
comportamiento de las personas.

Respecto al entendimiento de lo que es una adicción y la dificultad de detenerse y abstenerse de


una ésta, hay 3 puntos importantes a discutir:
1. La adicción se basa en una fuerte atracción hacia algo (comportamiento, persona,
sustancia, etc.) que se repite muchas veces y de esta forma se llega a un aprendizaje
profundo y/o acelerado. Fuerte atracción (craving)---->Repetición---->Aprendizaje
profundo.
2. Gratificación retrasada. La dopamina enfoca la atención en la meta inmediata, que es una
fuerte atracción a algo/alguien (craving), obteniendo una gratificación inmediata en vez
de una retrasada. Un buen ejemplo de esto es el test del malvavisco. La consecuencia, es
que se valora mucho más la obtención de gratificación inmediata (placer a través de
drogas, sexo, etc.) sin importar las consecuencias a largo plazo (perder el empleo, novia,
casa) ya que todo lo que importa es el futuro inmediato.
3. Fatiga del ego: la pérdida del autocontrol. El suprimir los impulsos y solamente decir
“no” a la adicción no es suficiente y ni siquiera es la forma más efectiva de superar una
adicción. Los grupos de Alcohólicos Anónimos tienen una tasa de éxito del 5-8%. Esto es
así, ya que, a través del tiempo, el evitar una conducta llega a ser agotador y se pierde el
mismo autocontrol que es prácticamente inexistente debido a la gratificación inmediata
que busca nuestro organismo y la pérdida de la capacidad de comunicación entre el
córtex prefrontal y el striatum. Hay una disminución en el autocontrol y en la
autorregulación de los individuos adictos. Por lo tanto, reflexionar y reevaluar el
comportamiento y la sustancia adictivos es lo que sí funcionará.

El modelo de la adicción como “enfermedad” no solo es incorrecto, sino que es dañino. Quienes
abogan por el modelo de enfermedad, mencionan que al definir la adicción como una
enfermedad el estigma de los adictos disminuye junto con la culpa y vergüenza. La lógica es
defectuosa ya que una enfermedad no recae como responsabilidad en los individuos, los
victimiza y al definirse como enfermedad crónica, entonces será un padecimiento que se tendrá
toda la vida. Esto es incorrecto. El modelo de la adicción como enfermedad falla al priorizar el
tratamiento médico como la intervención primaria. Al ver a los adictos como pacientes, ya que al
suceder esto, los pacientes se ven como pasivos y le entregan el control de la “enfermedad” a los
profesionales.

Al abordar a la adicción desde un modelo de habilidades aprendidas, hábitos y rutinas realizadas


donde se encuentran interrelacionadas las emociones, pensamientos, fisiología, sustancias
neuroquímicas y comportamientos, se promueve la idea de que se puede reaprender y que el
cerebro puede cambiar y rehabilitarse al realizarse ciertos comportamientos que moldearán el
cerebro y lo harán cambiar para ya no realizar comportamientos adictivos.

Como conclusión, la mejor forma de apoyar a los adictos es empoderarlos. Al sentirse


empoderados esto funcionará como un potente antídoto ante la fatiga del ego. Además:
- Pensar en otras metas. En vez de solo tratar de evitar la adicción, es importante que
piensen en qué sí hacer como otros hobbies, actividades que sean placenteras y tal vez
que sea algo nuevo. Esto ayuda a llenar el vacío que deja la evitación del comportamiento
o sustancia adictiva.
- Visualizar un futuro. Esto ayuda a combatir la gratificación instantánea que causa tanto
daño. Al dejar de pensar solo en el presente, solo en la siguiente dosis de droga, o lo que
sea el comportamiento adictivo, se comienzan a visualizar metas a largo plazo y esto
promueve la gratificación retardada. Algo que ayuda para esto es visualizar la vida como
una narrativa. Poder ver la historia que representamos, desde el pasado hasta el presente y
un futuro en donde se puede cambiar y mejorar.

Referencia:
The Royal Institution. (2016, 10 de diciembre). The neuroscience of addiction-with Marc Lewis
[Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=aOSD9rTVuWc&t=1s

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