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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


SAN JOAQUÍN DE TURMERO-ESTADO ARAGUA

LA OBSERVACIÓN COMO MÉTODO DE INVESTIGACIÓN


FRENTE AL COVID-19 DENTRO DEL CONTEXTO
CULTURAL ACTUAL

Autora: Yusmary
Alexandra Toledo
Sandoval
C.I.: V- 25.527.537
Sección 3
Lcdo. Rodolfo Abreu

Turmero, 27 de junio de 2020


La observación como método de investigación frente al COVID-19
dentro del contexto cultural actual

La observación es uno de los principales métodos de investigación


de los que se vale la psicología para estudiar la conducta humana. Existen
un sinfín de aspectos que pueden ser el objetivo de la observación; dentro
de esta amplitud puedo nombrar: las distintas emociones, el aprendizaje,
los procesos de pensamiento, el comportamiento humano tanto individual
como en colectivo, entre otros. La observación como hemos venido
estudiando tiene limitaciones, tiene ventajas, puede darse de forma interna
donde el observador participa o externa donde no lo hace de forma directa.
Vista de cualquier modo, lo relevante es lo útil que resulta como
herramienta en el área de la psicología.

En la actualidad, frente a la pandemia del COVID-19 (coronavirus


disease 2019 o enfermedad por coronavirus 2019, en español) el
aislamiento y distanciamiento social pasaron a ser parte de la cotidianidad,
para el resguardo de la salud debido al modo de contagio que este virus
presenta. Ocasionando un choque cultural en la sociedad, ya que estas
medidas van en contra de lo que precisamente significa vivir en sociedad.

Por ejemplo, para E. Durkheim, (1912) es la “reunión permanente de


personas, pueblos o naciones que conviven y se relacionan bajo unas leyes
comunes” ante esto la colectividad ha reaccionado de manera adaptativa,
como forma de supervivencia; pero no escapa de las muchas dificultades
que esto le representa.

La cuarentena no solo ha significado distanciamiento social, también


influye paralizando totalmente o entorpeciendo las actividades económicas,
educativas, cambiando las rutinas, imposibilitando continuar con el flujo
normal de nuestras vidas. A nivel psicológico nos vemos afectados, bien es
sabido que somos seres sociales por naturaleza, el cohibirnos del contacto
social repercute de manera directa en nuestras emociones, nuestro ánimo
y conducta. Por ello se habla en la actualidad de los altos índices de
depresión, de ansiedad y de estrés. Viéndose afectada la salud mental y
por consiguiente aumentando la necesidad de la atención psicológica.

Enfocándonos entonces en la labor del psicólogo, podemos


relacionar la observación como método de investigación fundamental ante
esta situación particular, ya que si bien existen los medios audiovisuales
tan usuales hoy en día, estos no ofrecen la riqueza que conseguimos al
poder observar de manera presencial nuestro objetivo de estudio.

Por ejemplo, en una entrevista (de observación directa) donde


abundan los indicadores psicológicos; tales como el tono de voz, la postura,
la apariencia, los gestos, etc. Hay muchos detalles que se pierden. Y en el
campo de la psicología social, teniendo como impedimento precisamente
el reunirse en grupos numerosos, además se imposibilita el observar el
modo de interactuar de los individuos ante estos escenarios o contextos
grupales.

Pero debemos tomar en cuenta que la inteligencia cualidad definida


entre otros aspectos, como la capacidad de adaptarnos, de enfrentar y de
solucionar un problema, nos plantea ante la realidad que vivimos un reto;
para innovar, para buscar opciones y maneras de cumplir con los objetivos
que nos tracemos y poder dar continuidad a nuestras vidas desde todos los
ámbitos, así esto solo sea posible realizando grandes y significativos
cambios en nuestros modos habituales.

Además, de manera más específica en la psicología social y


aunque el distanciamiento juegue en contra, el fundamento de esta
especialidad es exactamente este tipo de situaciones, en las que los
hechos sociales y la psicología están estrechamente unidos. Por lo tanto
podemos decir que el COVID-19 representa un impacto social de tanta
magnitud, que es oportuno para explorar y explotar la psicología social.
Especialistas en esta área se han reunido en discusiones desde
distintas partes del mundo, para compartir criterios, algunos para intentar
generar aportes a la sociedad, otros para pronosticar lo que según sus
observaciones esta pandemia puede generar o cambiar en la humanidad.
En la revista de psicología social “Research Gate” varios de ellos hicieron
participaciones interesantes.

Menciono por ejemplo, Extremera (2020) quien propone a “la


inteligencia emocional como una herramienta importante para abordar el
estrés generado por la pandemia”. Me pregunto entonces, qué tan
preparados culturalmente estamos con respecto a este tema. ¿Sabemos
reconocer emociones? ¿Sabemos expresarlas? ¿Qué tan empáticos
somos? ¿Sabemos comunicarnos? Todas estas interrogantes denotan la
importancia de trabajar la inteligencia emocional.

Por otra parte, Rodríguez (2020), comenta sobre la “diferencia entre


normas morales y normas convencionales”. Donde las normas morales, se
verían como algo muy universal, por ejemplo: no matar, no agredir
violentamente a los demás; mientras que las normas convencionales serían
mucho más circunstanciales, cambiantes y variadas, dependerían mucho
más de alguna situación específica y no serían tan obligatorias moralmente
de cumplir.

Según este especialista, con respecto a esto es posible que en la


actual situación se esté produciendo un desplazamiento desde las
centradas en el individuo y sus derechos, a las centradas en la lealtad a la
comunidad y al bien común, de ahí que por ejemplo, que ahora parezca
una conducta muy reprobable no respetar el distanciamiento, lo que resulta
merecedor de la sanción social. Un ejemplo sencillo de esta situación, es
que ahora entre vecinos se suelen denunciar cuando alguno está
incumpliendo las normas de seguridad por la cuarentena.
Es tanto lo que puede observarse socialmente ante esta realidad, en
la que sin duda relucen aspectos negativos, pero también es merecedor el
resaltar que ver el bien común por encima del propio, es un indicador de
bondad y progreso. Y aun cuando la sociedad es continuamente criticada
y descrita con adjetivos despectivos, el psicólogo o quienes nos estamos
formando para serlo, debemos siempre trabajar por rescatar y resaltar lo
positivo.

Comprometernos y defender siempre que el cambio puede existir


para ser mejores personas, que si se trabaja se pueden modificar los
pensamientos y por consiguiente las acciones. Que aún ante las
dificultades siempre es posible encontrar algo que hacer para mejorar. Que
el contexto cultural va adaptándose a las nuevas realidades pero no pierde
su esencia. Y que debemos ser promotores de serenidad y no sumarnos al
caos. No se trata de restar la magnitud de lo que sucede pero si de
mantener la calma para poder representar con honor el perfil del profesional
que se describe en el código de ética venezolano.
Referencias bibliográficas

- La Psicología Social ante el COVID-19: Monográfico del


International Journal of Social Psychology. (2020, 22 abril). Revista
de Psicología Social, Research Gate 33-58.
https://www.researchgate.net/publication/340846423_La_Psicologi
a_Social_ante_el_COVID-
19_Monografico_del_International_Journal_of_Social_Psychology_
Revista_de_Psicologia_Social

- COVID-19. (2020, 11 febrero). Wikipedia, La Enciclopedia Libre.


https://es.wikipedia.org/wiki/COVID-19

- Papalia, D., Feldman, R., & Martorell, G. (2020). Desarrollo Humano


12va Edición (12.a ed.). McGraw Hill.

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