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La movilidad urbana

30 de Junio, 2020
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En las ciudades

El transporte público y
la movilidad compartida,
seguirán siendo esenciales.

De manera que habrá que promover


el distanciamiento prudencial entre personas
o al menos las medidas sanitarias elementales,
como llevar mascarilla por autoprotección,
en estos modos.
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Transporte público
superficial
Transporte público
masivo (metros y ferros)
Dentro de las unidades de traslado,
procurar la máxima separación
entre los pasajeros.
Se sugiere una ocupación
de 30 a 35% de la capacidad
de unidades y vagones.

El distanciamiento en filas y
espacios en general,
como paradas y andenes,
debería ser de 1 m o mayor.
A las autoridades corresponde

Por cuanto a mayor movilidad y mayor cantidad de personas es


mayor el riesgo del contagio, gestionar la oferta de transporte
público para descongestionar los sistemas de prestación de
servicios y evitar la aglomeración de personas (colas para tomar las
unidades, concentración en sitios de espera –andenes de trenes,
terminales de pasajeros, paradas de TP), fortaleciendo la frecuencia
de los servicios y propiciando la incorporación progresiva y por
sectores productivos, en horarios escalonados, con flexibilidad de
horarios laborales y mantener el teletrabajo.
Se trata de gestionar la demanda de movilidad y evitar colapsos en
las horas pico de uso del transporte público.

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A las empresarios y ciudadanos en general

Es la oportunidad de escalonar horarios e implantar medidas de


flexibilidad en las jornadas, al tiempo de facilitar modos de traslados
para los trabajadores, como bicicletas u otros vehículos, compartidos...
que además pueden gestionarse con empresas aliadas, en un trabajo
mancomunado.

Valorar jornadas de trabajo no presenciales, con alternativas


telemáticas.

Lo ideal es reducir los viajes, evitando aquellos que no sean


imprescindibles.

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La micromovilidad

Una manera de mantener


la distancia fìsica
en los desplazamientos,
es sumando ciudadanos
a modos individuales
como el caminar
o andar en bicicleta.

La bicicleta es una alternativa


al vehículo particular,
para viajes cortos
especialmente.

Con poca inversión puede lograrse una adecuada
planificación de reordenación de las vías públicas, para crear
espacios de circulación de viandantes y ciclistas,
acondicionando la infraestructura a fin de lograr la seguridad
vial y ciudadana y la previsión de áreas de servicios, como el
estacionamiento de bicis.
Las alcaldías tienen competencia en la administración de vías
locales, de manera que están en capacidad de establecer
corredores peatonales y de ciclistas, incluso temporales
empleando dispositivos de control de tránsito para ello, como
los delineadores verticales.

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Medidas sanitarias
Las instalaciones de los sistemas de transporte, deberían contar
con el servicio de agua y proporcionar facilidades
para la gestión de residuos.

Las superficies, unidades de transporte público y demás elementos


que son tocados por muchas personas (barandas, barras de sujeción,
asientos, apoyabrazos, mostradores, manijas de puertas y ventanas,
otros), deben limpiarse con agua y jabón, una vez al día, al menos.

Aumentar el flujo de aire y la ventilación.

Colocar carteles que fomenten las buenas prácticas de higiene


de manos y respiratorias.

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Medidas sanitarias

Usuarios y trabajadores
deben lavar sus manos
con frecuencia
o usar gel antibacterial,
evitar tocar superficies
tocadas por muchas personas.

La mascarilla y el “face shield”


serán parte de la indumentaria
diaria, por un buen tiempo.
Es importante
Vigilar la salud de los operadores y demás personal de los servicios
de transporte público y desarrollar políticas de flexibilización de
asistencia, para evitar que laboren si están enfermos o cuando
cuidan a familiares o relacionados enfermos. Planificar cobertura
ante eventualidades, por fallas de personal en estas circunstancias.
Implementar sistemas de monitoreo, de manera de vigilar
ausentismo del personal, con lo cual poder rastrear personas
enfermas por problemas respiratorios o sospechosos de portar el
virus y proceder en consecuencia a alertar a las autoridades de salud.
Los usuarios, no deberían salir de casa de estar enfermos y menos
abordar facilidades de transporte público, pero esta es una
responsabilidad individual.

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Es inminente la necesidad de pasar
de un sistema de tarifas que se
sufraga con moneda, a un
Pago inteligente sistema integral automatizado con
tarjeta o similar tecnología.
En tanto el pago de tarifas incluye la
manipulación de papel moneda, lo
mejor es que los operadores usen
guantes. Los usuarios por su parte,
tomar la previsión de lavar sus
manos luego de manipular el dinero.
Sería ideal implementar y mantener
estaciones para la limpieza de
manos, gel antibacterial por ejemplo,
en los accesos de lugares como las
estaciones de metro y ferrocarril.
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Energía para moverse
La regularización del suministro de combustible y
por ende del sistema de transporte público.

Gas Eléctrica
Los expertos estiman A nivel mundial y ya en
que este tipo de Venezuela, el interés
energía, cobrará por la micromovilidad
vigencia en los ha generado el uso de
próximos años. Es monopatines, bicis y
momento de activar motos eléctricas. De
las unidades de igual forma, flotas de
automotores, que autos y buses
operan con este eléctricos, son una
combustible. opción.
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La pandemia en Venezuela hizo más evidentes


Reflexiones los problemas de antes
finales ▫ Desigualdad
▫ Violencia
▫ Servicios de transporte en sectores
que no están cubiertos…

Pero también ha propiciado una esperanza


en cambios de paradigmas, de ganas
de contribuir en el cambio
hacia ciudades más humanas y colaborativas,
para mejorar la calidad de vida.
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La movilidad urbana debe ser segura, cómoda,
fluida, sostenible.
Reflexiones
finales Debemos hacer la movilidad más resiliente
ante amenazas naturales o antrópicas.
En esta fase de transición hacia la vida normal
habrá restricciones y medidas de protección,
por lo que las autoridades y expertos
en la materia, deben enviar mensajes claros
a los ciudadanos sobre cómo comportarse
en el metro, en el ferro, en la bici, al caminar …

Cada contexto local es muy específico


y cada solución planteada
debe responder a su ámbito.
La crisis asociada a la pandemia es una oportunidad
para resignificar la movilidad urbana.
Es tiempo para repensar la forma de movernos en las ciudades.
Las autoridades tienen que tomar decisiones rápidas,
pero inclusivas, sobre aspectos de los que quizás no se tengan
antecedentes, ni respuestas, pero hay que actuar en implantar
por ejemplo ciclorrutas, favoreciendo la movilidad a escala
humana como una buena alternativa.

Gracias

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