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AMPARO INDIRECTO

QUEJOSO: Andrés Amado Barrera, administrador


único de la persona moral denominada Constructora
Barrera.
EXPEDIENTE: 5456/2020
CUADERNO PRINCIPAL

Asunto: se incoa incidente innominado de objeción


de firma.

C. JUEZ DECIMO CUARTO DE DISTRITO


EN EL ESTADO DE MORELOS
PRESENTE

Andrés Amado Barrera, administrador único de la persona


moral denominada Constructora Barrera, tercera interesada en el juicio
constitucional en que se actúa, calidad que tengo acreditada en autos, señalando
como domicilio procesal el ubicado en calle Mariano Matamoros esquina con Calle
del Gral. Guadalupe Victoria Numero 126 Col. Cuautlixco, 62749 Cuautla, Morelos;
designando como autorizados con las más amplias facultades, en términos de lo
establecido por el artículo 12 de la Ley de Amparo, a los Licenciados en Derecho
Guzman Hernández Adrian todos ellos con cédulas profesionales para el
ejercicio de la abogacía, expedidas por la Dirección General de Profesiones de la
Secretaría de Educación Pública, respectivamente, y debidamente registradas
ante el Poder Judicial Federal; y autorizando sólo para recibir notificaciones,
imponerse de los autos y recoger documentos y valores, en términos del mismo
precepto legal antes citado, a los CC. Ana María Amado Barrera, ante usted con
el debido respeto comparezco y expongo:

Que por medio del presente escrito y con fundamento en lo dispuesto


por los artículos 107, fracción I de la Constitución federal, 3, 6 párrafo primero, 66,
67 y 122 de la Ley de Amparo, así como en lo expuesto en los precedentes
judiciales que a continuación se citan, vengo a interponer INCIDENTE DE
OBJECIÓN DE FIRMA.

Considero de importancia mencionar, que el Pleno de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, ha determinado que el escrito inicial de demanda
de amparo es un documento privado, siendo entonces susceptible jurídicamente
de ser objetado de falso en cuanto a su autenticidad de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 122 de la Ley de Amparo.
Sirve de sustento a lo anterior, la Tesis de Jurisprudencia P./J.
148/2000, de observancia obligatoria para su señoría, dictada por el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XII, diciembre de 2000, de la Novena Época,
visible en la página 11, cuyo rubro y texto es el siguiente:

DEMANDA DE AMPARO. EL ESCRITO RELATIVO REVISTE EL CARÁCTER DE


DOCUMENTO PRIVADO, POR LO QUE ES SUSCEPTIBLE, JURÍDICAMENTE,
DE SER OBJETADO DE FALSO EN TÉRMINOS DE LO DISPUESTO EN EL
ARTÍCULO 153 DE LA LEY DE AMPARO. Si bien en ningún precepto de la Ley
de Amparo, se establece qué debe entenderse por documento privado, resulta
aplicable supletoriamente al ordenamiento invocado el Código Federal de
Procedimientos Civiles, que en su artículo 129 determina que son documentos
públicos aquellos cuya formación está encomendada por la ley, dentro de los
límites de su competencia, a un funcionario público revestido de fe pública, y los
expedidos por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones; mientras que
en el diverso artículo 133 del propio ordenamiento legal se indica que los
documentos privados son los que no reúnen las condiciones previstas por el
artículo 129, entre los cuales quedan comprendidos los escritos elaborados
por particulares, en los que aparezca la firma o el signo que refleje la
voluntad del suscriptor del documento. En consecuencia, el escrito inicial de
demanda de amparo participa de las características de un documento
privado, porque proviene de un particular y en él aparece la firma o signo que
refleja la voluntad de su suscriptor, de ahí que sea susceptible jurídicamente de ser
objetado de falso en cuanto a su autenticidad, sin que sea obstáculo para la
anterior conclusión el hecho de que el artículo 153 de la Ley de Amparo disponga
que sólo serán objetables de falsos "los documentos" que presentaren las partes
en el juicio de amparo, porque esa acepción comprende también las promociones
presentadas por ellas, pues constituyen documentos, atento lo cual se encuentran
sujetas a la impugnación de falsedad, de acuerdo a lo dispuesto en el precepto
últimamente citado.

Asimismo, cabe mencionar, que los Tribunales Colegiados de


Circuito han establecido que para que el Juzgador de Amparo esté en aptitud de
proceder con la substanciación de la objeción de falsedad, no es necesario que el
impugnante utilice fórmulas sacramentales, como “incidente de falsedad” o
“falsificación" o alguna similar, sino que basta con que del escrito respectivo se
desprenda con claridad la intención de cuestionar la autenticidad de la firma que
calza en el documento respectivo.

Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis aislada VI.2o.C.292 K,


sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado en materia Civil del Sexto Circuito,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIX,
marzo de 2009, de la Novena Época, visible en la página 2817, cuyo rubro y texto
dicen:

OBJECIÓN DE FALSEDAD PREVISTA EN EL ARTÍCULO 1531 DE LA LEY DE


AMPARO. PARA QUE PROCEDA SU TRAMITACIÓN, BASTA QUE DE LAS
EXPRESIONES DEL OBJETANTE SE DESPRENDA CON CLARIDAD LA
IMPUGNACIÓN DE LA AUTENTICIDAD DEL DOCUMENTO O FIRMA
CUESTIONADOS Y LAS RAZONES QUE LA SUSTENTAN. Para que el juzgador
de amparo proceda a la tramitación de la objeción de falsedad, prevista en el artículo
153 de la ley de la materia, no es necesario que el impugnante utilice fórmulas
sacramentales, como que promueve "incidente de falsedad o falsificación" o alguna
similar, sino que basta con que del escrito respectivo se desprenda con claridad la
intención de cuestionar la autenticidad de determinado documento o firma, así como
las razones que sustentan la impugnación. Esto es así, porque los juzgadores de
amparo tienen la obligación de analizar integralmente las promociones que se les
presentan, atendiendo a la verdadera intención del promovente, lo que además
resulta congruente con el criterio sustentado por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en el sentido de que para el análisis de los conceptos de violación o
agravios, es innecesario que éstos se expresen en forma de silogismo o bajo
fórmulas sacramentales, sino que es suficiente que de ellos se desprenda
claramente la causa de pedir.

Sentado lo anterior, me permito exponer los siguientes:

H E C H O S

1.- El treinta de diciembre del dos mil veinte, fue presentado el escrito inicial
de demanda relativo al juicio constitucional al rubro indicado, y en él aparece como
quejoso el C. Ramon Peralta Martínez, apreciándose al calce de la última foja de
dicha demanda una firma atribuida a dicha persona.

2.- Dicha demanda fue admitida por este Juzgado, el veintinueve de febrero
de dos mil veinte y uno.

3.- El C. Actuario adscrito a este Juzgado de Distrito, con treinta de


diciembre de 2020, me notificó el acuerdo admisorio, así como el contenido integro
del escrito inicial de la demanda de amparo, por conducto del autorizado legal en
el juicio natural LIC. Pedro Ballestero Caballero.

4.- Posteriormente, al estar realizando una lectura de la demanda de


amparo, me percaté que la firma estampada en ésta, la cual da origen al juicio de
amparo en que se actúa, no coincide con la firma autógrafa de la persona que en

1
Actualmente artículo 122 de la Ley de Amparo.
la misma aparece referida como quejosa, pues el suscrito conozco la firma
autógrafa del susodicho.

En ese sentido, objeto y/o impugno la firma atribuida pretendidamente al C.


Ramon Peralta Martínez en el escrito inicial de demanda que dio origen al
presente juicio, en virtud de que considero que dicha firma es falsa por no haber
sido suscrita a puño y letra por la persona en mención.

Una vez que quede evidenciada la falta de autenticidad de la firma expuesta


en la documental referida, me permito solicitarle a su Señoría tenga a bien
declarar de falsa la firma que se atribuye a Ramon Peralta Martínez en el escrito
inicial de demanda y en consencuencia se tenga por no presentada la misma;
además solicito se le dé vista al Ministerio Público Federal adscrito, pues lo
anterior puede ser constitutivo de delito en contra de la administración de justicia
federal.

AGRAVIOS

ÚNICO.- Causa agravio al suscrito la circunstancia derivada de que la firma


atribuida a Ramon Peralta Martínez en la demanda inicial de amparo resulte ser
falsa, pues no es dable sustentar el trámite de un juicio si la demanda que lo incoa
deviene de un escrito con firma apócrifa, ya que no puede tenerse como existente
la voluntad de incoar el juicio por parte del supuesto quejoso si éste no exteriorizó
dicha voluntad mediante la expresión formal exigida por el derecho consistente en
plasmar su firma autógrafa en la demanda, y si a pesar de ello el juicio continúa se
trastoca el principio de instancia de parte, rector del juicio de amparo, amén de la
legalidad y la seguridad jurídica del proceso en perjuicio del infrascrito, lo cual
desde luego trastoca el orden público.

Además, la presentación de un escrito de demanda con firmas apócrifas


priva de eficacia jurídica y vuelve ineficaz a dicha escrito.

Dan apoyo a lo anterior, el precedente judicial consignado al principio del


presente libelo, y además dan soporte, por analogía, los siguientes criterios
judiciales:

Registro No. 217204


Localización:
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
XI, febrero de 1993
Página: 202
Tesis: I.3o.C.561 C
Tesis Aislada
Materia(s): Civil
AGRAVIOS. LA DEMOSTRACION DE FALSEDAD DE LA FIRMA DEL ESCRITO
DE EXPRESION DE AGRAVIOS DE, MOTIVA LA DECLARACION DE
DESERCION DEL RECURSO DE APELACION.
Durante la tramitación de un recurso de apelación puede la parte apelada
interponer un incidente de nulidad de actuaciones, impugnando de falsa la firma del
escrito de expresión de agravios que se atribuye al recurrente y si demuestra
dicha falsedad, ello implica que el apelante realmente no expresó agravios,
porque no fue su firma la que calzaba el escrito respectivo, lo que motiva que
se estime fundado el incidente y se declare la deserción del recurso interpuesto;
sin que sea obstáculo a lo anterior que no se hubiera promovido recurso de
reposición en contra del auto que tuvo por expresados los agravios, toda vez que
atendiéndose al incidente como de nulidad de actuaciones, puede obtenerse a la
postre la insubsistencia del auto mencionado. Tampoco es óbice a lo anterior el
reconocimiento posterior que de la firma pretenda hacer el apelante, toda vez
que demostrándose a través de las pruebas periciales su falsedad, no podía
tener efectos hacia el pasado tal ratificación ni subsanar la carencia de esa
formalidad esencial del procedimiento. .

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.


Amparo directo 6681/92. Mario Jiménez Vargas. 7 de enero de 1993. Unanimidad
de votos. Ponente: Manuel Ernesto Saloma Vera. Secretario: Guillermo Campos
Osorio.
Registro No. 179297
Localización:
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, febrero de 2005
Página: 1702
Tesis: III.2o.P.30 K
Tesis Aislada
Materia(s): Común
INCIDENTE DE FALSEDAD DE FIRMAS. SI LA RATIFICACIÓN DEL
RECURRENTE DE QUE LAS QUE CALZAN EL ESCRITO DE AGRAVIOS DE LA
REVISIÓN SE HACE FUERA DEL TÉRMINO PARA INTERPONER ESTE
RECURSO, DEBE ADMITIRSE TAL INCIDENTE PARA DEMOSTRAR SU
FALSEDAD Y, POR ENDE, LA INEXISTENCIA DE DICHO ESCRITO.
La manifestación del recurrente, vía ratificación, de que las firmas que calzan el
escrito de agravios, y las que constan en diversas actuaciones del proceso son
suyas, no puede convalidar la posibilidad de que la que estampó el recurrente en
aquel escrito pueda resultar falsa y, por ende, que la interposición del recurso de
revisión pueda resultar extemporánea, toda vez que dicha ratificación se hizo
cuando ya había transcurrido en exceso el término de diez días que para ese
efecto señala el artículo 86 de la Ley de Amparo; por ello, debe admitirse el
incidente de falsedad de firma, pues con él podrá demostrarse, a través de la
prueba pericial, que efectivamente la firma no corresponde al puño y letra del
recurrente, dando a los terceros perjudicados la oportunidad de probarla, ya que de
demostrarse su falsedad el escrito que dio origen al recurso de revisión
resultará inexistente, máxime que la falsificación de una firma en la demanda
de amparo o en el escrito de agravios es una situación que afecta al orden
público.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL TERCER


CIRCUITO.
Reclamación 7/2004. 8 de octubre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Hugo
Ricardo Ramos Carreón. Secretaria: María Yolanda Ascencio López.

Finalmente se destaca que es obvio que el infrascrito como tercero


perjudicado tiene interés en la subsistencia del acto reclamado, y en esas
condiciones resulta ser que demostrada la falsedad se debe tener a la demanda
de amparo por no interpuesta y en consecuencia debe subsistir el acto reclamado
como acto consentido, pues de lo contrario se convalidaría un acto falso (demanda
de amparo) teniendo como resultado la sustanciación oficiosa de un juicio
(amparo) que sólo es tramitable a petición de parte.

P R UE B A S

1.- LA PRUEBA PERICIAL EN MATERIA DE GRAFOSCOPIA, a cargo del


perito NORMA GABRIELA ROMERO CASTRO, con domicilio en Calle 23 de
Febrero Col. Emiliano Zapata, 62749, Cuautla, Morelos, perito a quien me
comprometo a presentar para la aceptación y protesta del cargo; prueba que
deberá practicarse a los documentos dubitados u objetados (demanda de amparo
suspuestamente suscrita por Ramon Peralta Martínez en el juicio al rubro
indicado), solicitando a este H. órgano de control constitucional, que en su
presencia el perito pueda tomar muestras de la firma autógrafa y de la escritura
del susodicho, para lo cual deberá citárseles a este juzgado con los
apercibimientos de ley a efecto de que comparezcan a la toma de las muestras
antes referidas, también e independientemente de lo antes solicitado, para el buen
desahogo de la pericial ofrecida deberá ponerse a la vista del perito, como
documento dubitable, la demanda de amparo atribuida la persona en mención en
el juicio de amparo al rubro indicado.

Ahora, a consideración de este H. Juzgado, pueden solicitarse muestras de


firmas indubitables del susodicho al titular de la delegación del Instituto Nacional
Electoral, con residencia ampliamente conocida en Av. Circunvalación 38,
Emiliano Zapata, 62746 Cuautla, Mor., y en esas condiciones puede en su caso su
señoría solicitar al precitado delegado ponga a la vista del perito designado dichos
documentos con firmas indubitables.
La presente prueba pericial deberá versar sobre el siguiente cuestionario:

1. Que diga el perito, previo análisis de la firma


señalada como indubitable (las plasmadas del puño y letra
de Ramon Peralta Martínez como muestra ante la presencia
de este H. Juzgado de Distrito), las peculiaridades de dichas
firmas.

2. Que diga el perito, previo análisis de la firma


dubitada, las peculiaridades de dichas firmas, y si la misma
fue plasmada o no del puño y letra del C. Ramon Peralta
Martínez respectivamente.

3. Que mencione el perito, si existen similitudes o


diferencias tanto en la firma indubitable como en las
dubitable y que explique en qué consisten.

4. Que señale el perito su metodología e instrumentos


empleados.

5. Que diga el perito cuáles son sus conclusiones


generales.

2.- INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES. - Consistente en todas y cada


una de las actuaciones desahogadas y por desahogar dentro del expediente y que
venga a favorecer al suscrito; esta probanza se relaciona con todos y cada uno
de los hechos de la presente incidencia. Prueba que se desahoga por su propia y
especial naturaleza.

3.- PRESUNCIONAL. - En su doble aspecto LEGAL Y HUMANA, en todo


lo que favorezca al suscrito. Probanza que se desahoga por su propia y especial
naturaleza y que se relaciona con todos y cada uno de los hechos de la presente
incidencia.

D E R E C HO

Son aplicables al caso que nos ocupa el artículo 65 y 66 de la Ley de


Amparo, en cuanto a que este dispositivo regula en general los incidentes que se
promuevan dentro del juicio de amparo.
Así como diverso artículo 122 del mismo ordenamiento, que prevé la
facultad de alguna de las partes de promover incidente de documento falso y
regula el procedimiento correspondiente.

Por lo antes expuesto y fundado,

A Usted C. Juez de Distrito, respetuosamente pido:

PRIMERO. - Tenerme por presentado en los términos de este ocurso,


promoviendo incidente de objeción y/o impugnación.

SEGUNDO. - Previos los trámites de ley, se declare procedente el incidente


incoado.

TERCERO. - En su oportunidad admitir las pruebas ofrecidas y apreciar la


falsedad de las firmas que calzan en el escrito inicial de demanda de amparo y
declarar nulas o ineficaces las documentales materia de la presente incidencia.

CUARTO. - Se le dé vista al Ministerio Público Federal por el delito o delitos


que se comente en mi agravio Y EN AGRAVIO DE LA ADMINISTRACIÓN DE
JUSTICIA FEDERAL, en contra de quien o quienes resulten responsables.

QUINTO. - Tener por presentado y admitidas todas y cada una de las


pruebas ofrecidas en este escrito.

PROTESTO LO NECESARIO

Andres Amado Barrera


Administrador único de la persona moral denominada
Lic. Adrian Guzman Hernandez

Cuautla, Morelos a 10 de Marzo de 2021.

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