Sistema de filiación en el derecho chileno

Determinación de la maternidad

Determinación de la maternidad
¿Sabías que la maternidad queda determinada por el hecho del parto? Es una regla milenaria del derecho.
Además, en este artículo abordaremos el concepto de maternidad subrogada.
¡Te invitamos a seguir aprendiendo!

Parto y maternidad
El nacimiento de un hijo es algo que nadie quiere ocultar; y que difícilmente se puede ocultar. Es más, hacerlo
podría ser un delito. Es un hecho; no un derecho y a partir de esto es que se puede determinar formalmente la
filiación materna.
Según el artículo 183 del Código Civil, la maternidad queda legalmente determinada (automática y
extrajudicialmente) por el hecho del parto, cuando el nacimiento y las identidades del hijo y de la mujer que lo dio
a luz constan en las partidas del Registro Civil. Esta regla es milenaria en el derecho y se mantiene vigente en
casi todas las legislaciones actuales.
El hecho del parto da certeza respecto de la identidad de la madre. El hecho del parto demuestra que la mujer que
dio a luz hizo la gestación del hijo, tiempo en el que se fortalecen vínculos profundos entre el hijo y la madre. La
que da a luz al hijo es su madre; no podemos negar el hecho fuerte del parto y de la gestación del hijo. La
concepción se presume anterior a la gestación y al parto.

La maternidad no se determina por la concepción; sino por el parto.

El aforismo romano afirma que mater semper certa est (la madre siempre es cierta); pater est quae nuptiae
demonstrat (el padre es el que muestran las nupcias).
La certeza de la identidad de la madre la da el parto y las nupcias permiten presumir la identidad del padre. Si no
hay nupcias, la identidad del padre se puede conocer por su propia declaración (reconocimiento voluntario) o por
sentencia firme en juicio de filiación.
Para los efectos de la determinación legal de la maternidad, la Ley Nº 19.585, de 1998, dispuso que en la partida
de nacimiento del hijo:

Se dejará constancia de los nombres y apellidos de la madre, aunque no haya reconocimiento, cuando la
declaración del requirente coincida con el comprobante del médico que haya asistido al parto, en lo
concerniente a las identidades del nacido y de la mujer que lo dio a luz".
Art. 31, 3º LRC.

Por tanto, el nacimiento, la identidad de la madre y del hijo, consta “en las partidas del Registro Civil” (Art. 183
CCch) cuando el parto ha sido asistido por un médico que certifica el hecho, así como la identidad del recién
nacido y de la mujer que lo ha dado a luz. El oficial civil puede dejar constancia de estos hechos en la inscripción
de nacimiento del niño por la veracidad del certificado de parto. La falsificación de este documento es un delito.

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Determinación de la maternidad

La maternidad también puede determinarse por reconocimiento voluntario de la madre (arts. 187-194), o por
sentencia firme en juicio de filiación (arts. 195-221).
El reconocimiento voluntario de la madre y la sentencia firme en juicio de filiación no son necesarios cuando el
parto ha ocurrido en circunstancias que permiten conocer este hecho y las identidades de la mujer que ha dado a
luz y del recién nacido. Es decir, cuando la maternidad ha podido quedar determinada legalmente.
Por otra parte, la maternidad puede ser matrimonial o no matrimonial, según si la mujer que da a luz al hijo está
casada o no.
La maternidad matrimonial se determina por el nacimiento del hijo durante el matrimonio de sus padres, con tal de
que la maternidad y la paternidad se encuentren legalmente establecidas de conformidad con las siguientes
normas:

Art. 183: Determinación de la maternidad y;

Art. 184: Determinación de la paternidad por presunción, o;
Art. 185: Matrimonialidad sobrevenida por matrimonio entre los padres.

Voluntad de procrear y maternidad

Como dijimos anteriormente, la maternidad queda determinada legalmente por el parto, cuando el nacimiento y
las identidades del recién nacido y de la mujer que lo ha dado a luz constan en las partidas del Registro Civil. Esta
es la norma chilena de determinación de la maternidad. En caso de ser desconocidos algunos de estos hechos, la
maternidad puede también determinarse por reconocimiento de la madre o por sentencia judicial firme en juicio
de filiación.
La determinación legal de la maternidad, como también las otras formas de determinarse la maternidad (por
reconocimiento o por sentencia judicial) suponen el hecho del parto. El hecho del parto revela una gestación
previa hecha por la mujer que da a luz al hijo. La maternidad está vinculada a estos dos hechos: gestación y
alumbramiento del hijo. En consecuencia, la maternidad no se determina legalmente en función de la identidad
genética del hijo con la mujer que lo ha dado a luz.
Esto nos enfrenta con la difícil cuestión de qué es lo que pesa más en la maternidad, si la voluntad de procrear de
una mujer que no ha dado a luz, pero ha aportado el material genético del hijo, o la gestación de unas 38
semanas efectuada por la mujer que da a luz al hijo. Este problema solo es posible por el fenómeno enteramente
moderno de un embarazo heterólogo; es decir, la gestación de un hijo que no tiene material genético de la mujer
que la realiza. Esto se denomina también maternidad subrogada o por sustitución.

La maternidad subrogada o por sustitución disocia irreversiblemente la maternidad

porque imprime en el hijo la impronta genética de una mujer y la impronta gestacional
de otra. ¿Cuál es la madre?

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Determinación de la maternidad

La regla en Chile y casi todo el mundo continúa siendo que es madre la que da a luz al hijo. Concluir otra cosa
sería, por el momento, modificar una regla legal de determinación de la maternidad. La cuestión es si deberíamos
modificar esa regla por otra. Después de toda la evidencia científica que hoy tenemos acerca de los vínculos
profundos biológicos, cerebrales, anímicos y comunicación de nutrientes entre la gestante y el hijo, se piensa que
no se puede modificar la regla del parto.
Además, debe considerarse que la maternidad es indisponible, es decir, no puede transferirse a otra mujer,
independientemente de la voluntariedad de la comitente y de la gestante. Así también el estado civil es
indisponible, no puede ser objeto de contrato alguno.
Los niños no pueden adquirirse por contrato, ni a título gratuito ni a título oneroso. Los niños son personas, no son
objeto, son sujeto de derechos. De tal forma, la maternidad no puede transferirse ni puede adquirirse por contrato
alguno. Ningún "consentimiento informado" ni acuerdo de voluntades podría transferir la maternidad. La voluntad
de procrear no es lo que determina la maternidad; está al mismo nivel que la voluntad de acogida de un embarazo
no del todo deseado. En definitiva, lo que termina prevaleciendo es la gestación y el alumbramiento que tienen la
fuerza de hechos indesmentibles e inderogables.

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