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FISURAS DEL CASCO

(”Cuartos”)

El casco epidérmico (insensible) es una estructura córnea


con una gran cantidad de túbulos donde encajan las
papilas de la corona, que unidas forman la zona de
crecimiento del casco; los túbulos se mantienen unidos
entre sí por una capa de queratina. El casco necesita que
su capa córnea sea lo suficientemente dura para que
proteja las estructuras internas de la contusión continua
al apoyarse en la superficie, pero debe ser lo
suficientemente flexible para que absorba dichos
impactos, haga su función de amortiguación e impida
que las estructuras internas se lesionen.

La integridad de esta capa depende de la unión de la queratina, si esta falla, los túbulos corneales se
separan y no se unen nuevamente, pues esta sustancia no tiene la capacidad de cicatrizar; la única
forma en que la integridad de dicha estructura se recupera es creciendo nuevamente en una sola unidad
y sin solución de continuidad. A la separación de los túbulos corneales, es decir, la solución de
continuidad de la sustancia córnea del casco se le denomina “cuartos”o “fisuras del casco” y es un
problema frecuente en los equinos, pero su manejo es negligente y se pierden muchos animales por
esta patología. Cuando esta solución de continuidad penetra profundamente en la epidermis, puede
traspasarla completamente y llegar hasta la dermis (zona sensible del casco) produciendo un pellizco de
dicha zona con las partes que se separan al momento del apoyo y luego se aproximan en la elevación del
miembro; este pellizco produce un trauma constante originando dolor y la consiguiente claudicación y
defensa del caballo; en casi todas las ocasiones donde se compromete la zona sensible hay un sangrado
posterior al trabajo o ejercicio del equino.

Las fisuras en el casco se presentan de dos formas: longitudinales, en la misma dirección de los túbulos
corneales, con o sin compromiso de la zona sensible; y transversales, que invariablemente se presentan
con separación de la dermis de la epidermis.

Los “cuartos” son causados por diversos factores: las fisuras longitudinales, generalmente por un
desequilibrio en las fuerzas que actúan sobre el casco al momento del apoyo, en otras palabras, por el
desaplomo de los miembros y/o el desequilibrio del casco, como causa primaria, o por la “corrección”del
desaplomo como causa secundaria (Fig. 1).

A B C
® Edward D. Calle

® Edward D. Calle

® Edward D. Calle

Fig. 1. Fisura medial (A) que inicia en la corona y se prolonga hasta la mitad del casco (flecha), ocasionada por tratar de
“corregir” la rotación del eje y las desviaciones angulares de los carpos y los menudillos de los miembros anteriores (B).
Dicha “corrección” formó una concavidad en la zona medial del casco (línea amarilla), provocando un desequilibrio entre
la fuerza del peso del caballo y la fuerza de gravedad causando la separación de los túbulos corneales del casco (C).
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FISURAS DEL CASCO
(”Cuartos”)

Otra causa de las fisuras longitudinales es la conformación del casco, el cual toma una forma triangular y
hace que sea sometido a fuerzas anormales en las cuartas partes del mismo; los golpes en la corona
generan una herida por contusión y la posterior cicatrización de la misma, y la acción combinada de la
herida y las fuerzas que se ejercen sobre el casco al momento del apoyo desencadena la fisura, y, si a esto
se le adiciona una palanca (pestaña de herradura) al final de los túbulos corneales que se están
separando, se potencializa el efecto de las fuerzas sobre el casco, agravando la lesión (Fig. 2).

A B C
® Edward D. Calle

® Edward D. Calle

® Edward D. Calle
Fig. 2. A: La imagen muestra una fisura (cuarto) en la pared dorsal del casco del miembro anterior derecho, que
compromete desde la corona -en forma profunda- (flecha verde), hasta justo antes de la zona de contacto con el suelo -
superficialmente- probablemente ocasionada por el desequilibrio de fuerzas al momento del apoyo, de acuerdo al desvío
lateral que presenta el casco (rectángulos rojos). B y C: La misma imagen un mes después, con un herrado con tres
pestañas, dos laterales separadas y una central justo sobre la fisura, lo que imprime mas presión sobre la misma (flecha
amarilla). La flecha verde muestra cómo con el reposo la fisura ha ido bajando a medida que crece el casco.

Las fisuras transversales generalmente se presentan por daño a nivel de la corona, ya sea por contusión
directa sobre la misma, que luego va bajando a medida que el casco crece sin ocasionar mayores daños,
o por el drenaje de abscesos causados por clavos arrimados que comprometen el corion laminar
(dermis) del casco; estos abscesos buscan el drenaje por la zona más blanda del casco y ascienden por la
unión de las láminas dérmicas con las epidérmicas hasta encontrar el corion coronario y revientan sobre
la corona; la zona comprometida en la corona cicatriza y las láminas dérmicas y epidérmicas crecen
adheridas, mientras la separación se mantiene y va bajando a medida que el casco crece (Fig. 3).

A B C
® Edward D. Calle

® Edward D. Calle

® Edward D. Calle

Fig. 3. A: Fisura transversal inducida por un absceso, producto de un clavo arrimado; dicho absceso drenó por la corona
y originó la separación de la pared dérmica de la epidérmica. B: El casco, listo para la reconstrucción una vez hecha la
resección de la tapa, retirado el tejido desvitalizado y puesta la herradura. C: El casco, ya reconstruido.

Una vez determinada la lesión y su posible causa se determina el tratamiento. Antaño era muy común
usar cinta plástica alrededor del casco para disminuir la separación a la que este es sometida, tratando
de disminuir al máximo el efecto de amortiguación que se genera al apoyarse contra el suelo, pero sus
efectos eran precarios y poco o ningún beneficio se lograba si el caballo no era sometido a un largo y
prolongado reposo.
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FISURAS DEL CASCO
(”Cuartos”)

Otra forma de tratamiento era la de atravesar por medio de un clavo de herrar caliente los bordes
sobresalientes de la fisura y hacer una especie de grapa, pero generalmente lo único que se obtenía era
una fisura transversal adicional. También se utilizan parches de silicona pegados de tal forma que traten
de mantener los bordes de la fisura lo más juntos posible y disminuya al máximo la separación de los
mismos al apoyarse el casco contra el suelo; sin embargo, los resultados no han sido satisfactorios.

Dentro de las soluciones, la mejor es hacer una resección de la fisura hasta llegar al tejido sano e íntegro
y reconstruir el casco con un material lo más parecido al mismo en cuanto a resistencia a los impactos y
que al mismo tiempo conserve la flexibilidad necesaria para que efectúe su acción de amortiguación al
contundir contra el suelo. Se han utilizado diferentes tipos de material para el relleno, desde siliconas
blandas hasta acrílicos resinosos inflexibles, con efectos variables, algunas veces decepcionantes. En la
actualidad hay en el mercado poliuretanos de diferentes densidades y resistencia al impacto, así como,
de diferentes grados de flexibilidad. A continuación, se explica cómo se realiza la resección del casco y la
posterior reconstrucción, con un poliuretano de fraguado rápido con una densidad y flexibilidad muy
parecida a la del casco.

El abordaje inicia con el caballo en la estación; con un torno de mano y una fresadora se procede a
resecar los bordes de la fisura hasta encontrar tejido sano (se debe tener mucho cuidado a medida que
se profundiza en la epidermis para no lesionar el corion laminar dérmico), se realizan anclajes paralelos a
la fisura acompañados de agujeros, luego se limpia y lija la superficie que se va a rellenar. Una vez limpia
la zona se aplica el poliuretano de fraguado rápido, esta acción debe hacerse rápidamente y con
seguridad, dejando abundante superficie para luego rebajar y pulir los sobrantes del poliuretano hasta
darle la misma forma del casco; este pulido se realiza con la escofina y con el torno de mano y una lija
(Fig. 3 y 4).

® Edward D. Calle ® Edward D. Calle ® Edward D. Calle ® Edward D. Calle

A B C D
® Edward D. Calle ® Edward D. Calle ® Edward D. Calle ® Edward D. Calle

E F G H
Fig. 4. Secuencia de imágenes que muestran la forma de abordar y reparar una fisura del casco.
A y B: Uso del torno de mano con una fresadora, utilizado para retirar el tejido separado y desvitalizado. C: Remoción de la
parte comprometida; todavía se observa que hay solución de continuidad. D: Se ha retirado la solución de continuidad
llegando casi hasta el corion laminar dérmico (sensible). E: Se realizan los anclajes con el torno de mano, para aplicar el
poliuretano que se encargará de reparar el casco y darle soporte y firmeza. F: Aplicación del poliuretano de fraguado
rápido. G: Casco una vez aplicado, fraguado y pulido el poliuretano de fraguado rápido. H: Casco con la fisura reparada y
con una herradura de doble pestaña que ubica la fisura reparada en la mitad de las mismas para disminuir las fuerzas de
presión sobre los túbulos corneales afectados.

Obsérvese en las imágenes A, B y C, la zona quemada donde estarán ubicadas las pestañas.
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FISURAS DEL CASCO
(”Cuartos”)

Debemos tener presente que el casco debe estar limpio, seco, libre de grasas y unturas. Al realizar la
resección del casco se debe quitar todo el tejido desvitalizado y necrótico. Es importante saber que si la
dermis laminar y/o coronaria está comprometida, es necesario esperar entre 10 y 15 días para realizar la
reconstrucción del casco, tiempo en el cual debe haberse queratinizado la zona reseca; si la
reconstrucción del casco se hace sobre la zona sensible expuesta y desprotegida, el calor producto de la
catalización de los componentes del poliuretano producen una quemadura leve con la posterior
inflamación de la dermis, ocasionando una claudicación y el desprendimiento temprano del relleno.

La resección y reconstrucción del casco debe acompañarse de un herrado protector que en la mayoría
de los casos se basa en la ubicación de pestañas a ambos lados de la fisura; esta herradura se debe
elaborar antes de iniciar la resección, al igual que el arreglo del casco en su parte ventral, con el fin de
evitar daños posteriores del casco por la falta de protección (Fig. 5).

® Edward D. Calle ® Edward D. Calle ® Edward D. Calle ® Edward D. Calle

A B C D
Fig. 5. La secuencia de imágenes muestra la forma en que se hacen las pestañas, ubicadas de tal forma que disminuyan
la presión directa sobre la fisura. El objetivo de las mismas es el de contrarrestar las fuerzas que obligan a separar los
túbulos corneales del casco.

Bibliografía
ŸRuthe H., Müller H., Reinhard F.: “Tratado de podología y arte de herrar”. 5ª edición. Editorial Acribia. Zaragoza, España,
2000.
ŸHickman J., Humphrey M.: “Manual y técnicas de herraje de Hickman - Guía ilustrada completa”. 2ª edición. Editorial
Harcourt Brace, 1999.
ŸStashak T.S.: “Adams: Claudicación en el caballo”. 5ª edición. Editorial Inter-Médica, 2004.

Edward Daniel Calle Torres


Médico Veterinario y Zootecnista, Mg.
Especialista en Claudicaciones
Herrador Profesional
edwardcato@hotmail.com
Celular: 315 573 8407
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