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CURSO DE ANATOMIA VETERINARIA.

REGION UNGULAR, ÚNGULA, CASCO O


VASO DE LOS EQUINOS (PEZUÑA EN RUMIANTES Y CERDOS)

INTRODUCCIÓN
La extremidad del único dedo completamente desarrollado de los equinos está provista de
una uña denominada úngula (animales ungulados) que es comúnmente conocida como
casco o vaso. Es una estructura notable que cumple como principal función mediar el apoyo
del miembro y proteger a las partes blandas que envuelve. Al igual que las otras faneras, la
úngula es un derivado de la piel y en ella básicamente vamos a diferenciar: (a) las partes
duras, fuertemente cornificadas y derivadas de las capas superficiales de la epidermis, y (b)
las partes blandas que dan origen al tejido córneo y son derivadas de la dermis y las capas
profundas de la epidermis.
Si bien cada una de las partes que forman la
úngula se describirán en detalle, a modo de
introducción se puede afirmar que las partes
duras son visibles desde el exterior y están
formadas por una sustancia córnea de
considerable dureza. Cualquier observador
puede distinguir que existe una pared o
muralla, una suela y una ranilla o cuña, también
conocida en algunos lugares como candado.
Las partes blandas del casco no son visibles por
estar cubiertas por las porciones duras
mencionadas y en conjunto se las conoce como
dermis o corion. El corion es el formador de las
partes duras del casco que al igual que
cualquier uña, crecen continuamente. De
acuerdo con el tipo de tejido córneo que forma,
así como su morfología al corion o dermis
ungular se lo divide en varios sectores
Figura 1. La extremidad distal de los miembros específicos (corion de la pared, de la suela,
del equino se encuentra protegida por una uña coronario, etc.).
en forma de estuche córneo conocido
comúnmente como casco o vaso. Por otro lado, la hipodermis también forma
algunas estructuras del interior del casco. Este
tejido subcutáneo se encuentra interpuesto entre el corion y los huesos, cartílagos,
articulaciones y tendones que se encuentran alojados en la úngula. En algunos sectores la
tela subcutánea es muy escasa, pero en otros forma verdaderos órganos para amortiguar las
fuerzas que se ejercen durante el apoyo del miembro.
El límite proximal del casco y su separación de la región de la corona es difícil de precisar a
simple vista pues está cubierto de pelos largos (Figura 1). Sin embargo, este borde llamado
borde coronario es fácilmente palpable pues representa la línea donde la piel se transforma
en tejido córneo. El borde de apoyo del casco se conoce como borde solar y es el borde que
entra en contacto con la superficie de apoyo donde se encuentra el animal. Es una norma

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general y una propiedad derivada del tejido de origen (epidermis, dermis e hipodermis) que
las partes duras carecen de vasos y nervios, de manera que esta característica hace posible
la fijación de una herradura con función protectora. En sentido opuesto, las distintas partes
del corion y los derivados de la tela subcutánea se encuentran fuertemente irrigadas e
inervadas por las ramas de los vasos y los nervios digitales.
En el interior del casco se encuentran estructuras que son parte del aparato locomotor.
Estas estructuras son: la mitad distal de la falange media, la falange distal con sus cartílagos
ungulares (alares), el hueso navicular (sesamoideo distal), la articulación interfalángica
distal, la terminación de los tendones del extensor digital común o largo y del flexor digital
profundo, las vainas y bolsas sinoviales y las especializaciones de la fascia del dedo.
Como es lógico suponer el casco del equino, así como la pezuña de los rumiantes y los
cerdos es una formación expuesta a frecuentes traumatismos y a distinto tipo de lesiones.
Por lo tanto, el conocimiento detallado de la morfología y de la organización estructural de
la úngula es fundamental para entender la fisiología y la fisiopatología de muchos síndromes
clínicos importantes en la medicina veterinaria.

DESARROLLO DE LA ÚNGULA EN EL EMBRIÓN


La úngula es una formación de tipo epidérmico que se origina a partir de un esbozo
ectodérmico hacia el final del segundo mes de la gestación. En un comienzo, el esbozo es un
simple engrosamiento epidérmico formado por una lámina epitelial en forma de excrecencia
que asienta sobre un corion liso. En una segunda etapa, los componentes se diferencian para
formar una lámina epidérmica dorsal, y una lámina palmar/plantar.
Durante el tercer mes de gestación, el corion muestra una evolución particular y claramente
se diferencia de los sectores de piel vecinos. La primitiva dermis forma el cuerpo papilar y se
diferencia en dos formas morfológicas diferentes: (a) en forma de laminillas en la región de
la futura pared y (b) en forma de papilas en el resto de las regiones ungulares. Las papilas
primero se hacen evidentes en la parte proximal donde se formará el futuro corion
coronario. Estas papilas son más desarrolladas que en la dermis de la piel y se prolongan
hacia distal permitiendo el crecimiento en longitud de la úngula.

Figura 2. Se observa la
fotografía de un casco de
un recién nacido (derecha)
en la cual se aprecia el
eponquio cubriendo la
parte distal del casco. En el
esquema de la izquier-da la
sección longitudinal del
dedo muestra algunas de
las partes constitutivas de
la úngula y el eponquio.

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En un feto de tres meses de gestación es posible distinguir una úngula en desarrollo
avanzado. Al mismo tiempo la superficie distal de la cápsula ungular crece como una
excrecencia epidérmica que prolonga la úngula. Esta excrecencia tiene la forma y el aspecto
de una masa blanca y blanda que le da al casco una forma cónica. Dicha proliferación
epidérmica es conocida como eponquio (eponiquio) y actúa como un guante suave que sirve
para proteger las envolturas fetales de los movimientos que el feto realiza en fases
avanzadas de la gestación. Es una característica que se observa en los fetos y recién nacidos
de los animales ungulados, estén ellos provistos de casco o pezuñas.
A medida que progresa la gestación las distintas partes duras del casco crecen a partir de la
formación de sustancia córnea tubular que se forma en las distintas partes del corion
papilar. La queratinización de las partes duras es un proceso continuo que permite el
crecimiento del casco hacia distal. A excepción del eponquio, las restantes partes visible del
casco se queratinizan y endurecen. El eponquio permanece blando hasta el momento del
nacimiento, luego rápidamente se deshidrata y se desprende con los primeros pasos del
recién nacido.

PARTES MORFOLÓGICAS DEL CASCO (CÁPSULA DE LA ÚNGULA)


Las partes córneas de la úngula son las estructuras visibles externamente y forman un
estuche duro, semiflexible y complejo que comúnmente se denomina vaso o casco por su
apariencia. Todas las partes son derivados epidérmicos y se forman a partir del corion sobre
el cual apoyan. Después de un tiempo en agua para su maceración, el casco se separa en
tres grandes porciones córneas: la tapa o pared, la suela y la ranilla. Sin embargo, existen
morfofuncionalmente otras partes, menos evidentes que son: el limbo, la corona y los
bulbos.

Figura 3. La foto de la izquierda muestra las partes de la cápsula ungular que son visibles durante el apoyo
del miembro. La foto de la derecha permite observar las estructuras córneas que se encuentran en la
superficie de apoyo.

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El limbo es la parte más proximal del estuche córneo, como su nombre lo indica
representa el borde proximal del casco y se continúa directamente con la piel. Aparece
como una delgada banda de 1 o 2 milímetros de espesor, de color gris claro que al
mojarse se torna en una banda casi blanca por ser altamente higroscópica.
La corona se encuentra inmediatamente en distal del limbo y aparece como una capa
córnea delgada de 1 centímetro de espesor y del mismo color que la pared. Tanto la
corona como el limbo no son visibles a simple vista porque se hayan cubiertos por pelos
largos ubicados en la zona de transición entre la piel y la úngula.
La pared, tapa o muralla es la parte más extensa del casco y es visible casi en su
totalidad aun cuando el pie está en apoyo. Se extiende desde la corona hasta el borde
solar. Posee una forma muy particular pues la porción palmar/plantar de la pared se
incurva en ángulo agudo y forma las partes inflexas o barras (lateral y medial) que no
son visibles durante el apoyo. Las tres partes hasta aquí mencionadas (limbo, corona y
pared) se encuentran en estrecha relación y de hecho aparecen una a continuación de la
otra (ver figura 3).
La suela forma la mayor parte de la superficie de apoyo del casco, pero
paradójicamente, en un casco sano la suela no toma contacto con el suelo. Es una
lámina córnea ligeramente cóncava, de pocos milímetros de espesor, que posee una
forma particular semejante a una media luna o a un círculo al que se le recortó un
triángulo interno.
La ranilla o cuña es considerada por los anatomistas como la estructura análoga a las
almohadillas digitales de los carnívoros. Es un triángulo córneo que se proyecta hacia el
interior de la suela. Posee una forma muy particular pues en su superficie aparecen
elevaciones y depresiones.
Los bulbos (bulbos de los talones) son dos áreas córneas semiesféricas (lateral y medial)
en la base de la ranilla. No existe una delimitación entre la ranilla y los bulbos y, de
hecho, a la observación parece como que la base de la ranilla se transforma en los
bulbos.

ESTRUCTURA DE LA ÚNGULA
Uno de los mayores problemas para analizar este tema, es la enorme cantidad de términos
que se han ido usando a lo largo del tiempo y a pesar de que muchos de ellos son caducos o
inapropiados para la disciplina se continúan usando en distintos ámbitos. De manera que se
intentará presentar la información en la forma más sencilla posible.
Para conocer en detalle las distintas partes que forman la úngula se debe comenzar desde su
origen, y precisamente tanto las partes blandas, como las partes duras del casco son
derivados cutáneos. De manera, que a las partes córneas mencionadas en el apartado
anterior y que son los derivados epidérmicos, le subyacen las distintas porciones del corion
que son los derivados dérmicos. Y por lo tanto, en correspondencia con las partes córneas se
puede diferenciar un corion del limbo, de la corona, de la pared, de la suela, etc. Este
conjunto de formaciones dérmicas recibió hace tiempo el nombre de membrana
queratógena (generadora de tejido duro) para indicar su importancia en dar origen a las
partes córneas. Por último, la hipodermis también se integra con los componentes

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anteriores, aunque su disposición y espesor varía considerablemente en las distintas partes
de la úngula.
Para realizar un análisis integral, por capas y teniendo en cuenta que cada sector es una
parte integral de la úngula se procederá a considerar primero las características de la parte
córnea, luego el corion y finalmente la tela subcutánea.
Todos los componentes córneos representan una evolución de los tres estratos más
superficiales de la epidermis, mientras que la dermis en conjunto con el estrato espinoso y el
germinativo de la epidermis se integran para formar el corion. La hipodermis en el interior
de la úngula forma la capa más profunda y es un verdadero nexo conjuntivo entre los
componentes ungulares y las estructuras contenidas en el casco (huesos, articulaciones,
tendones, etc.)

Figura 4. La úngula en su conjunto


está formada por derivados de los
dos estratos cutáneos básicos. La
parte córnea o cápsula de la
úngula derivado de los estratos
superficiales de la epidermis, y el
corion derivado de los estratos
profundos de la epidermis y la
dermis.

Cuadro 1. Resumen de la evolución de los estratos cutáneos para formar el casco equino

Piel (capas básicas) Estrato Componentes de la úngula

Córneo
(queratinizado)

Lúcido (células
Cápsula ungular
muertas)
(casco o vaso)
Epidermis
Granuloso (células en
degeneración)

Espinoso

Basal o germinativo
Corion o dermis
Papilar ungular
Dermis (membrana queratógena)
Reticular

Hipodermis Subcutis Tela subcutánea

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1- LIMBO
Es una delgada banda de uno a dos milímetros que forma el borde proximal de la úngula y
está constituido por una parte córnea o epidermis del limbo, un corion o dermis del limbo y
un delicado engrosamiento de la tela subcutánea (rodete del limbo). Se prolonga hacia la
región palmar y se continua insensiblemente con los bulbos y la ranilla.
El corión del limbo es de tipo papilar y se organiza en pequeñas digitaciones de escasa altura
que apoyan sobre una tela subcutánea ligeramente engrosada. A partir de estas papilas se
forma un tejido córneo de naturaleza elástica que cubre la parte límbica del casco pero que
también se prolonga como una capa muy delgada sobre la pared o muralla. Este tejido
córneo también conocido como periople o barniz es de crecimiento continuo y está
constituido por túbulos epidermales córneos que crecen a partir de las papilas de la dermis
del limbo.

Figura 5. Las fotos ilustran el periople


cuando se observa la parte córnea del
casco. En la imagen de la izquierda se
aprecia un área pequeña del borde
coronario desprovista de la parte córnea
del limbo que permite observar el tejido
córneo de la corona. En la imagen de la
derecha, la sección axil del casco muestra
el pequeño surco límbico y a continuación
el surco coronario.

Los túbulos córneos, químicamente están formados principalmente por eleidina (sustancia
acidófila, rica en lípidos y proteínas que es abundante en el estrato lúcido de la epidermis)
que le confiere una naturaleza más elástica y menos dura, pero también una capa hidrófuga
de manera que protege el casco contra la acción deletérea del agua. El periople se prolonga
hacia distal como una delgada capa y forma el estrato más superficial de la muralla.
Representa la capa casi transparente que le otorga el brillo a la pared, motivo por el cual
también se la conoce como barniz o sustancia vidriada.

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Figura 6. La fotografía muestra la parte dorsal de un
casco equino luego de extraída la parte córnea
(corona y pared). Se observa el delgado rodete
perióplico inmediatamente en proximal del rodete
coronario. Con una pinza se levanta el periople
(parte córnea del limbo) para observar el corion
subyacente.

La tela subcutánea del limbo forma una pequeña elevación que aparece como un rodete
muy delgado. Esta ligera prominencia del subcutis y la dermis determinan que la parte
córnea del limbo aparezca hacia el interior como un surco donde se aloja el rodete del
limbo.

2- CORONA
Es una banda de uno a dos centímetros ubicada inmediatamente debajo del limbo. Está
constituido por una parte córnea o epidermis de la corona, un corion o dermis de la corona y
un engrosamiento de la tela subcutánea (rodete coronario). La estructura de la corona es
más ancha en la parte axil de la úngula y se adelagaza hacia los extremos (lateral y medial)
para prolongarse hasta la parte inflexa de la pared. La dermis de la corona (ver figura 6)
forma la capa media (estrato coronario) de la estructura de la pared y es la responsable del
crecimiento del casco en sentido proximo-distal.

Figura 7. Las fotos muestran la parte córnea y en especial la superficie interna de la epidermis de la úngula. A la
izquierda se observa todas las partes córneas, mientras que a la derecha se observa un detalle del borde proximal
del casco donde se seccionó parte de la parte proximal de la pared. Se observa la continuidad de la parte coronaria
con la estructura de la pared.

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La epidermis de la corona apoya sobre un corion que descansa sobre un engrosamiento de la
tela subcutánea y por esta razón se utiliza comúnmente el término de rodete coronario. La
parte córnea es continua con la estructura de la pared y de hecho, a partir de la corona se
forma el estrato que le aporta resistencia y dureza a la pared. Cuando se separan
artificialmente la epidermis de la dermis de la corona, se observa que la parte córnea tiene
forma de un surco que encaja perfectamente sobre el rodete coronario.

Figura 8. La foto muestra la parte


dérmica del limbo, la corona y la pared
de la úngula. Es evidente como los tres
sectores del corion son formadores de
los distintos estratos de la pared del
casco.

La dermis o corion de la corona (ver figura 6 y 8) es de tipo papilar y estas papilas son visibles
cuando artificialmente se desprende el casco en los cadáveres. De todos los corion papilares
de la úngula, el corion coronario es el que posee las papilas dérmicas más desarrolladas y
estas pueden llegar a medir hasta 0,5 a 1 cm. Las papilas forman sustancia córnea de
estructura tubular constituida principalmente por diferentes tipos de citoqueratinas
(compleja familia de proteínas que forman parte de los filamentos intermedios del
citoesqueleto de las células epiteliales). Los túbulos epidérmicos córneos que se forman a
partir de la dermis de la corona tienen aproximadamente 160 µm de diámetro y crecen hacia
distal para formar el estrato medio de la pared del casco. Sin embargo, se debe tener
presente que entre estas papilas existe dermis interpapilar que también forma tejido córneo
no tubular.
El subcutis de la corona se encuentra engrosado dándole a este sector el aspecto de un
rodete. Apoya en la parte central (axil), sobre el tendón del músculo Extensor digital común
y hacia los planos abaxiles descansa sobre los cartílagos ungulares.

3- PARED
La pared es la porción más extensa de la úngula. Está constituido por una parte córnea o
epidermis llamada pared, tapa o muralla, un corion laminar o dermis parietal y una tela
subcutánea muy escasa que une la dermis a las partes profundas (falange distal y cartílagos
ungulares). La pared es continua con las partes inflexas o barras que muestra los mismos
componentes.

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La epidermis de la tapa o pared es mayormente visible aun cuando el pie se encuentra en
apoyo. Posee una estructura compleja que la hace muy resistente a los golpes, pero posee la
suficiente elasticidad para deformarse ligeramente durante el momento del apoyo. Las
mínimas modificaciones que se pueden medir en la pared durante los distintos momentos
de la marcha son importantes para mantener protegidas las estructuras internas sin
comprimirlas en demasía por las fuerzas que se ejercen desde proximal hacia distal (peso del
cuerpo). La porción de la pared no visible con el pie en apoyo son las barras o partes inflexas
de la pared (ver figura 3). Cuando se analiza la forma del casco es notorio que la pared posee
su mayor longitud (eje próximo-distal) en el eje axil del dedo y decrece hacia lateral y
medial. El borde distal o solar es un plano de apoyo del miembro y se continua en las barras.
En proximal el limbo y la corona forman el borde coronario de la pared.

Figura 9. El esquema muestra una


sección axil del casco equino. Y en la
ampliación se muestra en detalle la
estructura de la pared formada por
tres capas o estratos. La capa media
es la más gruesa con una estructura
de túbulos córneos en una matriz
intertubular. El estrato interno son
láminas de tejido córneo que se
interdigitan con las láminas
dérmicas del corion laminar. Este
corion descansa sobre el periostio
de la falange distal debido a que la
tela subcutánea es muy escasa.

Los cortes transversales de la muralla (ver figura 9) muestran un tejido córneo organizado en
tres estratos. De superficial a profundo se distingue: (a) El barniz o periople como estrato
más externo; (b) el estrato coronario como la gruesa capa media y (b) el estrato interno
formado por las láminas epidermales córneas.
Estrato externo, perióplico o barniz es una muy delgada capa de material corneo que
se origina del corion del limbo. Está formado por material córneo rico en eleidina,
desprovisto de pigmentación, con aspecto translúcido y brillante que recubre toda la
superficie externa de la pared. En animales viejos este estrato se adelgaza
progresivamente e incluso puede faltar. En potrillos el barniz es una capa de mayor
espesor y previene la pérdida de agua del casco durante el crecimiento.
Estrato medio o coronario es la capa de mayor espesor y dureza de la pared. Está
formado por material córneo rico en distintos tipos de citoqueratinas y organizado en

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túbulos epidérmicos paralelos entre si y contenidos en una matriz córnea no tubular.
Los túbulos se originan y crecen en forma continua a partir de las papilas del corion
coronario, mientras que la sustancia córnea intertubular se origina de los sectores de
la dermis coronaria ubicados entre las papilas. Los túbulos córneos se encuentran
organizados en forma paralela siguiendo una dirección desde proximal (desde el corion
coronario) hacia distal. Por el contrario, la sustancia córnea intertubular muestra
células queratinizadas superpuestas unas sobre otras que se orientan en forma
perpendicular a la dirección de los túbulos. La pigmentación que se observa en el casco
es dependiente de este estrato de la pared. La compleja organización del estrato
medio le otorga a la pared una gran resistencia ante los golpes y las contusiones.
Además, la dirección que poseen los túbulos contribuyen a direccionar las fuerzas que
impactan sobre el casco, haciéndolo más resistente a las fracturas.

Figura 10. Una vez extraída


la cápsula de la úngula
(casco propiamente dicho)
en su superficie interna se
puede observar la
organización del estrato
laminar córneo formado por
600 láminas epidermales
que se interdigitan con el
corion laminar.

Estrato interno o laminar se puede considerar como el verdadero estrato propio de la


pared ya que se origina del corion parietal. Está formado por láminas epidérmicas de
tejido córneo rico en citoqueratinas y eleidina que lo hace más elástico y con menor
dureza que el estrato medio. Las láminas epidérmicas se forman y son nutridas por el
corion laminar. La interdigitación que existe entre las láminas córneas de este estrato y
las láminas de la dermis parietal es tan fuerte, que es casi imposible el
desprendimiento del casco del equino por acción de fuerzas mecánicas. El estrato
laminar está formado por 550 a 600 láminas epidérmicas primarias orientadas
paralelas entre sí y con una dirección próximo-distal. Cada una de estas láminas
primarias posee 150 a 200 láminas secundarias que se orientan formando un ángulo
agudo con el eje de la lámina primaria. La base de cada lámina primaria esta
fuertemente unida al estrato coronario (sustancia tubular e intertubular), mientras
que el borde libre de la lámina se orienta hacia la dermis laminar (ver figuras 9 y 10).
El corion parietal o corion laminar es el único sector de la dermis ungular organizado en
forma de largas láminas paralelas entre sí, que forman y nutren el estrato interno de la
pared. Cuando se retira la cápsula de la úngula se observa que inmediatamente debajo del
rodete coronario existe una zona coronaria mas clara, que representa la transición entre la
dermis papilar de la corona y la dermis laminar. Debajo de esta zona aparecen 550 a 600
laminas dérmicas orientadas en sentido proximo-distal (ver figura 11). Este tipo de
organización laminar también se observa en las partes inflexas (barras) de la pared. Las

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laminas se extienden desde la zona coronaria hasta el borde solar de la falange distal, donde
cada una termina en varias papilas que se unen al corion de la suela. Tal como se mencionó
al describir el estrato córneo laminar, en cada lámina primaria aparecen de 150 a 200
láminas secundarias que se orientan formando un ángulo agudo con el eje de la lámina
primaria. El corion laminar está fuertemente irrigado por una verdadera red vascular que
rodea la falange distal.

Figura 11. Una vez extraída la


cápsula de la úngula (casco
propiamente dicho) quedan a la
vista las distintas partes de la
dermis. El corion laminar
aparece como la dermis de la
tapa y sus partes inflexas
(barras). El corion de la suela es
papilar y se continua sin
demarcación con el corion
coronario.

La intima unión de la dermis laminar con el estrato laminar de la epidermis constituye un


verdadero engranaje laminar y tiene una gran importancia en el anclaje del casco y en la
absorción de choques. Dado que la queratina del estrato laminar es blanda y elástica,
permite absorber con mayor eficiencia cada choque del casco contra el piso debido a que las
laminillas se deforman para disipar la presión ejercida por todo el peso del caballo en
movimiento.
Existe una enfermedad denominada laminitis, muy dolorosa, bastante frecuente y de
etiología compleja en la cual se produce una separación de la dermis laminar respecto de la
epidermis laminar. Esta alteración es debida a la perdida de una proteína de adhesión de la
membrana basal en consonancia con una alteración de la vascularización de las láminas.
La tela subcutánea de la pared es muy escasa o inexistente. La mayoría de los autores
señalan que las láminas de la dermis parietal adhieren directamente al periostio de la
falange distal y al pericondrio de los cartílagos ungulares.

4- SUELA
La suela es una de las porciones de la úngula que no se visualiza con el miembro en apoyo.
Está constituido por una parte córnea o epidermis de la suela, un corion papilar o dermis de
la suela y una tela subcutánea que une la dermis a la superficie solar de la falange distal.
La estructura de la parte córnea es químicamente similar al estrato medio de la pared,
formado por tejido tubular e intertubular originado a partir de las papilas dérmicas. Tiene un
espesor de 0,5 a 1 cm cuando se encuentra bien cuidada por una higiene y rebajado
apropiado. La forma externa de la suela es muy llamativa e inconfundible en el equino, ya

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que cuando se desprende por maceración postmortem de las otras partes duras aparece
como un círculo al que se le retiró un triángulo isóceles de su superficie (similar a una media
luna o al ícono del pacman).
Se pueden distinguir distintas partes (cuerpo, pilares, bordes, etc.) como se muestran en la
figura 12, aunque esta distinción anatómica posee poca aplicación práctica.

Figura 12. La suela visible en la


superficie de apoyo del casco se
une por medio de la línea blanca
al borde solar de la pared. Su
borde central se une a las barras
y la ranilla. Las distintas partes
de la suela son 1-Cuerpo, 2 y 3-
Pilares (medial y lateral), 4-
Borde central, 5 y 6- Ángulos
(lateral y medial) y 7- Borde
parietal.

El borde convexo (borde parietal) de la suela se une a la pared y en conjunto forman una
línea de tejido córneo blanco. La línea alba, blanca o sauco representa una zona de
queratina relativamente blanda y carente de pigmento que es visible en la superficie solar
del casco. Es una verdadera unión entre la epidermis de la pared con la epidermis de la suela
y en su estructura íntima se han observado diminutas celdillas de aire en su interior. La línea
alba reviste especial importancia en el herraje ya que se toma como referencia para
introducir los clavos, sin tocar las partes sensibles del casco. Los ángulos que posee la suela
están unidos a la parte inflexa de la pared (barrras), mientras que el borde central se una
con la ranilla (ver figura 12). El tejido córneo de la suela crece continuamente tal como las
otras partes córneas y cuando el crecimiento no es controlado por una higiene periódica
modifica la biomecánica del casco.
El corion de la suela (ver figura 11) es de tipo papilar (papilas dérmicas separadas por dermis
interpapilar) y es continuo con el corion coronario. Las papilas que lo forman se disponen en
forma vertical (perpendiculares a la superficie solar de la falange distal) y miden pocos
milímetros de longitud. Dado que el corion de la suela es una continuación del corion
coronario las papilas forman túbulos córneos y la dermis interpapilar forma el tejido corneo
intertubular de constitución química similar a la capa media (coronaria) de la pared. Sin
embargo, se ha demostrado que el proceso de cornificación es mucho más rápido en la suela
que en el resto de las otras partes córneas del casco. En la zona de transición entre la dermis
papilar de la suela y las láminas del corion parietal existe una zona de papilas en la parte
terminal (distal) de las láminas dérmicas que forma el tejido córneo de la línea blanca. De
manera que se forma entre la suela y la pared una conexión córnea, firme y elástica.
La tela subcutánea de la suela es escasa y une la dermis a la superficie solar de la falange
distal.

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5- RANILLA y BULBOS
La ranilla y los bulbos si bien se consideran distintas partes de la úngula son estructuras
continuas y, de hecho, al observar la superficie solar del casco se aprecia como la ranilla
hacia caudal (palmar) se transforma en los bulbos sin una demarcación evidente. Estas
partes están formadas por una parte córnea o epidermis de la ranilla y los bulbos, un corion
papilar o dermis de la ranilla y de los bulbos y una tela subcutánea que se modifica
notablemente para formar la almohadilla digital (con una parte cuneal y otra tórica).

Figura 13. La superficie


solar del casco posee en su
parte central y palmar la
ranilla y los bulbos como se
observa en la fotografía
(derecha) y el esquema
(izquierda). Las partes de la
ranilla aparecen indicadas
con números. 1- vértice, 2-
surco cuneal central, 6 y 7-
pilares. Con el número 3 y
4 se identifican los surcos
paracuneales.

Figura 14. La sección de la úngula en el tercio palmar (caudal) permite observar la elevada cresta
(espina de la cuña) que forma la superficie interna de la cuña. El espacio deprimido de la superficie
externa es el surco cuneal central (laguna media). Entre las barras y los pilares de la cuña se forman
los surcos paracuneales (lagunas laterales).

Existe una continuidad evidente entre el corion papilar del limbo, el corion de la ranilla y el
de los bulbos, de manera que el tejido córneo que se forma es muy similar en los tres
sectores. Por lo tanto, la epidermis de la ranilla y la de los bulbos es rica en eleidina y está

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formada por túbulos incluidos en una sustancia intertubular. Tal como se mencionó
previamente, este tejido córneo es elástico, resistente y puede modificar su forma
ligeramente según las distintas presiones que recibe.
La parte epidérmica de la ranilla es una verdadera cuña córnea que se introduce
profundamente en la suela y se encuentra en contacto con el suelo durante el apoyo. Deben
considerarse para su descripción dos superficies, una externa visible y otra interna, ambas
de forma triangular (ver figuras 13 y 14). La cara externa está marcada con una profunda
depresión central llamada surco cuneal central (laguna media). La parte ubicada por delante
del surco central forma el vértice de la ranilla, mientras que las porciones ubicadas en lateral
y medial del surco representan los pilares (lateral y medial). Por detrás del surco cuneal
central aparece la base de la ranilla entre ambos bulbos. Sobre la zona central de la cuña se
ha observado los conductos excretorios de glándulas sudoríparas merocrinas ramificadas. La
observación de la superficie solar del casco permite apreciar que entre los pilares de la
ranilla y las barras existen dos surcos profundos llamados surcos paracuneales (lagunas
laterales), uno ubicado en medial y otro en lateral de la ranilla (ver figura 13). La cara interna
de la epidermis de la ranilla es el negativo de lo mencionado en la cara externa y está
marcada en su centro por una alta cresta llamada espina de la cuña (ver figura 14).

Figura 15. La fotografía muestra un casco


herrado y son visibles los talones y los bulbos
que aparecen como dos protuberancias
semiesféricas. Esta formación está recubierta
por una delgada capa de tejido córneo
(almohadilla córnea) de propieda-des elásticas.
Durante el apoyo tienden a separarse
ligeramente por acción de las fuerzas que
operan en las estructuras internas.

Los bulbos aparecen como dos abultamientos (lateral y medial) visibles en la parte palmar de
la úngula. Casi la mitad de ellos está cubierta por la piel (bulbo de los talones) mientras que
la otra mitad se encuentra tapizada por el tejido córneo de la úngula. La parte córnea de los
bulbos (almohadilla córnea) es en todo similar al tejido córneo que se encuentra en la
ranilla.
La dermis de la cuña y de los bulbos es de tipo papilar y es una continuación del corion
límbico. Son papilas bajas (hasta 4 mm de longitud) de las cuales se forman los túbulos
epidérmicos. Entre las papilas la dermis interpapilar forma la matriz (sustancia intertubular)
en la cual están contenidos los túbulos.
La tela subcutánea (hipodermis) de la ranilla y los bulbos es una notable modificación para
amortiguar los impactos. Está formada por abundante tejido conectivo con predominancia
de adipocitos y fibras elásticas (ver figura 14, 16 Y 17). En su conjunto se lo conoce como
rodete o almohadilla digital y se asemeja a una gran cuña blanca (una pirámide de base
caudal), interpuesta entre la dermis de la ranilla y de los bulbos, por un lado y la expansión

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terminal del tendón del músculo Flexor digital profundo por el otro (ver figura 16). El
abultamiento que se observa en la parte caudal (palmar) del casco y en el área vecina debajo
de la piel (bulbos de los talones) es debido al gran desarrollo de la tela subcutánea que
forma el rodete digital.

Figura 16. Una sección axil del dedo permite visualizar la disposición anatómica del rodete digital y la
subdivisión en: 1- la parte cuneal del rodete ubicada inmediatamente profunda a la dermis de la cuña y
2- la parte tórica que esta cubierta parcialmente por la dermis de los bulbos. Es visible, además la
íntima relación que el rodete digital establece con el tendón del músculo flexor digital profundo.

Figura 17. La sección de la úngula en plano


transverso horizontal permite observar en
relación topográfica algunos de los elementos
contenidos en esta. Los cartílagos ungulares y el
rodete digital aparecen de color blanco debido a
su estructura. En los primeros predomina el
tejido cartilaginoso, mientras que en la
almohadilla aparecen abundantes fibras de
colágeno, elásticas y tejido adiposo intercalado.
El tendón del músculo flexor se encuentra
aplicado a la superficie flexora del hueso
navicular.

Página 15
El análisis histológico del rodete digital mostró que su constitución varía dependiendo de la
raza e incluso entre individuos de la misma raza. En los miembros torácicos existe mayor
cantidad de tejido conectivo con poca elasticidad, mientras que en los miembros pelvianos
hay mayor concentración de fibras elásticas. Es común encontrar una relación entre la
morfología de los cartílagos ungulares y el rodete digital. Como regla general en aquellos
individuos con cartílagos alares delgados, la composición es de tejido adiposo y conectivo
elástico. Pero, en aquellos equinos donde los cartílagos son más duros, el rodete digital
posee abundante tejido fibroso con islotes de cartílago hialino y escasa cantidad de tejido
adiposo y fibras elásticas.
El rodete digital se encuentra íntimamente relacionado con la superficie interna de los
cartílagos ungulares (alares). La mitad palmar de estos cartílagos posee una estructura
hialina mucho más elástica que la mitad dorsal, y su íntima relación con el rodete digital
permite que estas estructuras trabajen en conjunto durante los distintos estadios de la
marcha.

De acuerdo con los principios de la anatomía comparada (NAV) la ranilla, los bulbos y el
rodete digital forman la almohadilla ungular del equino que es equivalente a las
almohadillas digitales (pulpejos) de los carnívoros. Los rumiantes y el cerdo poseen una
almohadilla ungular con diferencias menores a la que posee el equino.

La Dermis Ungular en conjunto.


La dermis del casco está formada por tejido conectivo denso muy inervado y vascularizado,
por lo cual, no sólo da origen a la parte córnea (cápsula de la úngula), sino también
proporciona sensibilidad, nutrición y fijación para la epidermis del casco. Debido a que
forma las distintas partes córneas se la ha llamado Membrana Queratógena.
Se han establecido algunas correspondencias entre las partes de la úngula que es
conveniente resaltar. El corion del limbo, el de la ranilla y el de los bulbos es de tipo papilar
y además son estructuras continuas. En consecuencia, las partes córneas que forman
(periople, ranilla y parte córnea de los bulbos) poseen una estructura química similar que le
confieren propiedades muy parecidas en cuanto a elasticidad y dureza. Las papilas de esta
parte de la dermis son formadoras de túbulos epidérmicos y la dermis interpapilar
formadora de sustancia intertubular, ambas segregan una sustancia córnea en la cual
predomina la eleidina.
La dermis papilar de la corona y la de la suela también son continuas y forman el estrato
medio de la pared y la parte córnea de la suela, respectivamente. Estas partes córneas son
ricas en distintos tipos de citoqueratinas que le aportan mayor dureza y menor elasticidad.
La dermis laminar solo forma el estrato profundo de la pared, es el único corion laminar
presente en la úngula y no posee extensión a otro sector del casco. El tejido córneo que
forma es también rico en distintos tipos de citoqueratinas pero con propiedades más
elásticas que la suela y la capa media de la pared.

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La Tela Subcutánea en conjunto (Hipodermis del casco).
La hipodermis del casco está formada por tejido conectivo con abundantes fibras
colágenas, elásticas e infiltrado por adipocitos. Es un tejido muy vascularizado cuyo
espesor varía en los distintos sectores de la úngula. En la parte límbica forma un pequeño
engrosamiento (rodete perioplico) poco evidente de sólo 2 mm de ancho. Inmediatamente
por debajo se ensancha para formar el rodete coronario que da soporte a la dermis
coronaria. En la región de la pared prácticamente es inexistente ya que el corion laminar
apoya directamente sobre el periostio de la falange distal. Sobre la suela es muy poco
desarrollado y finalmente se transforma en el espeso rodete o almohadilla digital en la
zona de la cuña (parte cuneal del rodete) y en los bulbos (parte tórica del rodete). Esta
formación posee composición histológica diversa e incluso varía en el mismo individuo si
consideramos los miembros torácicos o los pelvianos.

LOS COMPONENTES DEL APARATO LOCOMOTOR CONTENIDOS EN LA ÚNGULA

En el interior del casco se deben


considerar distintas estructuras óseas,
articulares y tendinosas (Figura 18) que
son exigidas en cada movimiento que
realiza el equino. La extremidad distal
(cabeza) de la falange media, el escudo
medio, la falange distal con sus
cartílagos ungulares y el hueso
navicular con el escudo distal son los
elementos osteo-cartilaginosos que
deben considerarse como estructuras
contenidas en la úngula. La articulación
interfalángica distal, así como la
terminación del tendón del músculo
Extensor digital común o largo, según el
miembro considerado y la parte
terminal del tendón del músculo Flexor
digital profundo con su vaina y bolsa
sinovial, son los elementos articulares y
tendinosos, respectiva-mente, que se
Figura 18. En la imagen aparecen las estructuras
encuentran protegidos por la úngula.
osteoarticulares del dedo del equino, después de haber
extraído las partes blandas de una mitad. La línea que marca el Las estructuras mencionadas
borde coronario de la úngula se establece como referencia representan el plano más profundo del
para ubicar que estructuras están contenidas en el casco. pie del caballo, y se encuentran
recubiertas por los derivados de la
hipodermis, la dermis y la epidermis de
la úngula.
La expansión terminal del tendón del músculo Flexor digital profundo, desliza sobre la cara
flexora del hueso navicular favorecido por una bolsa sinovial previo a su inserción en la línea

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semilunar de la falange distal. Este conjunto de estructuras se denomina aparato
podotroclear y es de importancia en la clínica del equino deportivo por la frecuencia con que
aparecen lesiones.
1. HUESOS Y ARTICULACIONES
La falange media es un hueso corto cuya mitad distal queda incluida dentro de la úngula. Su
extremo distal o cabeza posee dos superficies convexas semejantes a cóndilos separados por
un surco medio (Figura 19). Representa el positivo que forma la articulación interfalángica
distal. A ambos lados aparecen pequeñas fosas para la fijación de ligamentos.
La falange distal, totalmente contenida en el casco es un hueso irregular que puede
compararse con un cono seccionado por un plano oblicuo (Figura 19, 20 y 21). Está
compuesto por tres caras, tres bordes y dos ángulos o procesos palmares (lateral y medial).
La superficie o cara articular es el negativo que recibe la cabeza de la falange media y
aparecen dos fosas semejantes a cavidades glenoideas separadas por una elevación o relieve
medio. Inmediatamente por detrás de estas cavidades se puede observar un área articular
alargada para el hueso navicular. La superficie parietal es fuertemente convexa, rugosa y
atravesada por numerosos orificios de diferente diámetro. Su altura disminuye
progresivamente desde la parte central (axil) hacia ambos lados. Si se traza una línea
tangente a la superficie parietal en el eje axil del dedo, esta línea forma con el suelo un
ángulo de 45º a 55º. Dos surcos parietales (medial y lateral) recorren la cara parietal a pocos
centímetros y paralelos al borde solar comenzando en los ángulos, pero desaparecen en la
parte central del hueso. Tanto los orificios presentes en la superficie, como los surcos
parietales se encuentran ocupados por vasos sanguíneos que forman una intricada red
vascular la cual se prolonga hacia el interior del hueso.

Figura 19. Ambas fotos muestran la morfología y


accidentes anatómicos de las falanges del dedo
equino. Ver la explicación en el texto.

Página 18
La superficie solar está dividida en dos áreas por la línea semilunar (sitio de inserción del
tendón del Flexor digital profundo), el plano cutáneo ubicado por delante de esta línea, es
de aspecto plano-concavo; mientras que el plano flexor que se encuentra por detrás de la
línea semilunar muestra a cada lado (lateral y medial) el surco y el agujero solar. Los
agujeros conducen a dos canales solares (lateral y medial) que en el interior del hueso se
unen para formar un canal óseo en forma de media luna que recorren los vasos digitales.
El borde proximal o coronario en su
parte central posee el proceso o apófisis
extensora donde se inserta el tendón del
músculo Extensor digital común o largo
según el miembro, y a cada lado de este
una pequeña fosa para fijación de los
ligamentos colaterales dorsales. El borde
solar es una medialuna y en su parte
central posee una pequeña muesca
(crena). El borde palmar o caudal no
muestra particularidades que
mencionar. Los ángulos de la falange
distal están dirigidos hacia palmar y
representan verdaderas apófisis
(palmares) divididas en dos partes por
una incisura.
El hueso sesamoideo distal o navicular
es plano, alargado y con forma de un
pequeño barco. Su superficie dorsal
(articular) complementa la superficie
articular de la falange distal a la cual se
encuentra fuertemente unido por un
ligamento sesamoideo impar distal
(Figura 20). Por la superficie palmar
(flexora) desliza el tendón del músculo
flexor digital profundo y entre ambas
estructuras existe una bolsa sinovial
(bolsa podotroclear). El borde distal es el
punto de fijación del ligamento
Figura 20. La foto superior muestra la falange distal y el sesamoideo impar.
hueso navicular desde proximal. La superficie articular de Los cartílagos ungulares (alares o
la falange posee dos cavidades (1) separadas por un relieve
complementarios de la falange distal)
articular. La superficie articular del hueso sesamoideo
son dos láminas de tejido cartilaginoso
distal (2) prolonga la superficie de contacto con la falange
de forma irregularmente rectangular o
media. Ambos huesos están firmemente unidos por un
ligamento sesamoideo impar. La imagen del panel inferior
romboidal que se encuentran en su
muestra los huesos mencionados desde palmar. Aparece el mayor parte incluidos dentro de la
cartílago ungular unido por ligamentos. úngula. El tercio y borde proximal de
estos cartílagos es palpable bajo la piel,
inmediatamente por arriba del borde
Página 19
coronario del casco. En cada dedo encontramos dos cartílagos alares, ubicados en lateral y
medial de la inserción del tendón del músculo Extensor digital común (largo). Sobre la cara
axil y abaxil del cartílago aparecen numerosas venas de pequeño calibre anastomosadas
entre sí. Estos vasos representan la parte cartilaginosa del plexo venoso ungueal.

Figura 21 . La foto muestra algunos de los componentes del aparato locomotor incluidos en la úngula del
equino. El cartílago ungular lateral es visible por su superficie abaxil y se encuentra unido por los ligamentos
condrocoronal y condroungular a los huesos adyacentes. El tendón del músculo Extensor digital común y el
receso dorsal de la sinovial de la articulación interfalángica distal son evidentes en la parte dorsal de la
preparación.

El borde distal del cartílago en su mayor parte es libre (ver figura 21 y 22), pero la porción
dorsal de este borde se encuentra unido al borde coronario de la falange distal por medio de
bandas ligamentosas cortas (ligamento condroungular). De forma similar la extremidad
dorsal del cartílago se une laxamente a la parte terminal del tendón del extensor digital
común. El borde proximal es libre y palpable. Es interesante notar que la estructura de los
cartílagos alares no es uniforme, mientras la mitad dorsal es de tipo hialino, la mitad caudal
es más elástica, hecho que permite cierto movimiento para acompañar el ensanchamiento
de la almohadilla digital durante el apoyo.
Una serie de ligamentos colaboran en la sujeción de los cartílagos alares a los huesos
vecinos. El ligamento condrocompedal es de naturaleza elástica y se extiende desde el borde
de la falange proximal al borde proximal del cartílago. El Ligamento condrocoronal (Figura
21) es una banda de tejido conjuntivo corta y fuerte que se extienden desde las eminencias
rugosas del borde de la corona hasta el borde proximal del cartílago accesorio. El Ligamento
condroungular son unas pequeñas y cortas bandas conjuntivas que se extiende desde el
borde distal del cartílago hasta el ángulo de la falange distal (Figura 20). Finalmente, el
Ligamento condropulvinar consiste en una serie de fibras radiadas que se extienden desde la
superficie axial de los cartílagos ungulares hasta la almohadilla ungular.

Página 20
Las relaciones de las superficies (axil y abaxil) de los cartílagos son importantes para
comprender la localización tridimensional de las estructuras. El extremo craneal se
encuentra en relación con el tendón del músculo Extensor digital común, mientras que la
superficie axil del cartílago se encuentra en relación con la cápsula de la articulación
interfalángica distal en la porción dorsal. Sin embargo, la mayor parte de la cara axil del
cartílago está en contacto con la almohadilla digital. La superficie abaxil está cubierta por la
piel y en el interior del casco brinda apoyo a la dermis del limbo, coronaria y laminar. Como
se mencionó previamente ambas superficies de los cartílagos se encuentran en relación con
los vasos del plexo venoso ungueal.
Los cartílagos ungulares tienen una
importante función en el normal
funcionamiento del casco. La pérdida de
elasticidad y de movimiento de estos
cartílagos durante las etapas de la
marcha (fase de vuelo y apoyo) trae
importantes consecuencias a la normal
circulación en el interior de la úngula. La
osificación de los cartílagos, así como el
herraje deficiente que impide el
desplazamiento de estos pueden ser la
causa de enfermedades que afecten a
las otras partes del casco.
La articulación interfalángica distal
posee superficies articulares muy
similares a la de la articulación proximal.
Se observan en la falange media una
cabeza con dos eminencias articulares
separadas por un surco medio, las cuales
son recibidas por una superficie articular
de morfología opuesta (dos cavidades
separadas por un relieve medio) ubicadas en la cara articular de la falange distal.
Así como en la articulación
Figura 22. El gráfico permite observar el cartílago ungular
interfalángica proximal, la parte palmar
y sus relaciones con las estructuras vecinas. El ligamento
se encuentra complemen-tada por el
condrocoronal y el condroungular colaboran en la
fijación del cartílago a las falanges.
escudo medio (rodete glenoideo); en la
articulación distal aparece el hueso
navicular con la misma función.
Muchos anatomistas consideran ambas articulaciones interfalángicas conformadas como
una silla de montar que permite amplios movimientos de flexión y extensión, pero limitados
movimientos de lateralidad. Sin embargo, es preferible considerarla una articulación sinovial
género condilar pues las eminencias articulares son muy semejantes a dos cóndilos y actúan
como tales.
Las tres falanges y ambas articulaciones interfalángicas (eje falángico del dedo) durante el
apoyo del miembro se encuentran formado una línea recta que representa el eje principal
del dedo. Esta línea forma con el suelo un ángulo de 45-55º y es paralelo al borde de la
pared. Durante el examen clínico del nudo y del dedo del equino se realizan maniobras para

Página 21
evaluar la extensión/flexión de ambas articulaciones interfalángicas, así como la ausencia de
dolor a los movimientos de lateralidad. En resumen, el eje falangeano a partir del nudo y
durante el apoyo del miembro muestra a las tres falanges y las articulaciones
correspondientes alineadas siguiendo un eje establecido que debe formar con la superficie
de apoyo un ángulo de 45-50º en el miembro torácico y de 50-55º en el pelviano. Por lo
tanto, el ángulo que aparece en la cara dorsal (superficie extensora) del nudo debe ser de
130-135º en el torácico y 125-130º en el pelviano al momento de evaluar los aplomos del
ejemplar. Es importante tener presente que durante el apoyo del miembro, el peso que se
desplaza como fuerza hacia el casco desencadena el descenso del nudo y por lo tanto se
tienden a flexionar ambas articulaciones interfalángicas.

Figura 23. La foto muestra una preparación de una sección axil de un dedo equino fresco. Se ha retirado la
piel y la parte epidérmica de la úngula. Los cartílagos articulares y la cavidad de la articulación interfalángica
distal son claramente visible. Los recesos sinoviales de la cavidad articular aparecen en la superficie dorsal y
palmar .

Los medios de unión que mantienen en posición la articulación son la cápsula articular y los
ligamentos colaterales. También se describen una serie de ligamentos que unen el hueso
navicular a las estructuras vecinas. Los ligamentos colaterales (lateral y medial) se originan
en las fosas ligamentosas de la corona y se insertan en las fosas ligamentosas del tejuelo.
Dado que se ubican en el plano dorsal pueden considerarse como ligamentos colaterales
dorsales. Los ligamentos suspensores del navicular o colaterales palmares son delgadas
bandas de tejido conectivo elástico extendidas desde el borde proximal y extremidades del
hueso navicular hasta el extremo distal de la falange proximal. Finalmente, el ligamento
sesamoideano impar o interóseo está formado por fuertes y cortos fascículos fibrosos que
mantienen unido el sesamoideo distal a la superficie flexora de la falange distal.

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La cápsula de la articulación se encuentra reforzada en dorsal por la inserción del tendón del
Extensor digital común o largo, según el miembro considerado. Entre este tendón y los
ligamentos colaterales dorsales la cápsula es delgada y permite la formación de dos
pequeños recesos sinoviales (Figura 21). En palmar la cápsula también se adelgaza hacia
proximal del hueso navicular y forma un receso palmar que queda ubicado entre el tendón
del músculo Flexor digital profundo y la cara palmar de la falange media. Este receso palmar
queda en proximidad de la prolongación distal de la vaina sinovial tendinosa sesamoideana
proximal y de la bolsa podotroclear (sesamoidean distal). Estas estructuras están separadas
entre sí por láminas de tejido conjuntivo (ver figura 23).

2. TENDONES, SINOVIALES TENDINOSAS Y REFUERZOS DE LA FASCIA


El tendón del músculo Extensor digital común y el del Flexor digital profundo terminan
insertándose en el hueso tejuelo, de forma que deben ser considerados como importantes
estructuras que ingresan en la úngula. La flexión del
dedo equino se produce principalmente durante las
dos fases de la marcha, en la fase de vuelo las
articulaciones se flexionan ligeramente para acortar y
elevar el miembro. Existe una flexión conjunta del
carpo, el nudo y las articulaciones interfalángicas, a
medida que el miembro se despega del suelo, pero de
las articulaciones mencionadas, las interfalángicas son
las que reducen su ángulo articular en menor grado. Sin
embargo, durante las marchas rápidas (trote y galope)
las articulaciones interfalángicas se flexionan en mayor
grado. En otras palabras, el acortamiento en longitud
del miembro depende principalmente de la flexión del
carpo y en el miembro pelviano del tarso, la rodilla y la
articulación de la cadera.
Durante la fase de apoyo el peso descargado hacia el
suelo tiende a flexionar principalmente la articulación
interfalángica distal por el descenso del nudo que
como consequencia empuja la falange distal hacia
abajo. Es importante notar que durante el apoyo los
tendones de los músculos flexores son sometidos a un
fuerte estiramiento por el descenso del nudo que
recibe la mayor parte del peso del animal. Este tipo de
biomecánica que aparece en la parte distal de los
miembros del equino explica en gran parte la compleja
estructura anatómica de la región palmar/plantar del
dedo, donde se observa una extensa corredera
Figura 24. La foto de la superficie
formada por tres escudos impregnados de
dorsal del dedo de un miembro
fibrocartílago, una larga vaina vaginal sinovial y
torácico permite ver las estructuras
que aparecen luego de retirada la
especializaciones de la fascia profunda para formar
piel y la epidermis de la úngula. retináculos (ligamentos anulares). Por el contrario, las
regiones dorsales del dedo que recorre el tendón del

Página 23
músculo Extensor digital común o largo carecen de especializaciones y esta estructura se
encuentra directamente debajo de la piel, apoyada sobre la superficie dorsal de las falanges.
El tendón del Extensor digital común en el miembro torácico o largo en el miembro
pelviano (ver figura 24) recorre todo el eje falangeano por la superficie dorsal del dedo y en
la última parte de su largo recorrido se ensancha visiblemente. En la mitad de la falange
proximal y después de recibir la terminación del músculo Interóseo (Ligamento suspensor
del nudo) se observa un progresivo aumento del ancho del tendón que pasa primero por la
articulación Interfalángica proximal donde refuerza la parte dorsal de su cápsula. En su
recorrido hacia distal, el tendón se aplica sobre la cara dorsal de la falange media, cubre la
parte dorsal de la cápsula de la articulación Interfalángica distal y se inserta sobre la apófisis
extensora del hueso tejuelo. En toda esta parte del recorrido el tendón está desprovisto de
sinoviales tendinosas y se encuentra inmediatamente debajo de la piel. La parte terminal del
tendón se encuentra laxamente unida a la extremidad dorsal de los cartílagos alares.

Figura 25. El esquema permite observar


la superficie palmar de las regiones del
dedo después de haber retirado la piel
y la escasa fascia superficial. Distal a la
división en dos ramas del tendón del
Flexor digital superficial es visible el
tendón del profundo sostenido por un
ligamento anular distal derivado de la
fascia digital profunda.
Inmediatamente sobre el borde
coronario del casco se observa el tercio
proximal de los cartílagos alares que
son palpables bajo la superficie de la
piel.

El tendón del Flexor digital profundo recorre la parte palmar/plantar del dedo y es mucho
más espeso que el tendón del Extensor digital. En la región de la cuartilla se encuentra entre
el tendón del Flexor digital superficial y los ligamentos sesamoideos distales revestido por la
vaina sinovial sesamoideana proximal. Sin embargo, en el tercio distal de la cuartilla, el
Flexor digital superficial se divide en sus dos ramas de inserción y de esta forma el tendón
del profundo queda en un plano más superficial cubierto por la fascia digital y la piel. El
tendón desliza por el escudo medio (rodete glenoideo) que refuerza la parte palmar/plantar
de la articulación Interfalángica proximal favorecido por la sinovial tendinosa sesamoideana
proximal. Es también en este punto notorio el ensanchamiento progresivo de este tendón
que luego de deslizar por la superficie flexora del hueso navicular, favorecido por la bolsa
sinovial sesamoideana distal, termina insertándose en la cresta semilunar de la falange
distal. Es tan notable este ensanchamiento terminal del tendón que cubre toda la superficie
Página 24
flexora del hueso navicular y sus fibras terminales ocupan toda la extensión de la cresta
semilunar. A esta última parte del tendón se la suele llamar aponeurosis plantar por el grado
de ensanchamiento que muestra. La parte terminal del tendón es un estrato anatómico que
se encuentra ubicado entre la almohadilla digital y el hueso navicular.
Otro hecho notable en la estructura del tendón se puede observar cuando se secciona
transversalmente el mismo o se examina por ultrasonografía. Las fibras que forman la parte
terminal del tendón del Flexor profundo se agrupan en dos formaciones contiguas, una
lateral y otra medial, dando el aspecto de dos ojos rasgados (ver figura). Esta apariencia es
comúnmente mencionada por los ecografistas como la parte supranavicular del tendón que
muestra un aspecto bilobulado.

Figura 26. Imagen ecográfica del tendón del músculo Flexor digital profundo en su porción supranavicular
(proximal al hueso navicular), donde se observa como las fibras que constituyen dicho tendón aparecen
agrupadas en dos sectores definidos (parte bilobulada).

Figura 27. La foto muestra una preparación de una


sección axil de un dedo equino. Después de un
proceso de desecación se colorearon las sinoviales
articulares con verde: articulación Interfalángica
proximal (8) e Interfalángica distal (7). Las sinoviales
tendinosas se encuentran coloreadas en azul. Es
evidente la proximidad de los recesos de las sinoviales
tendinosas con el receso palmar de la cápsula de la
articulación Interfalángica distal.
La sección muestra claramente los componentes del
aparato podotroclear: la parte terminal del tendón del
flexor digital profundo, la bolsa podotroclear y el
hueso navicular (6). Los componentes córneos de la
úngula: Pared (1), Suela (2) y Cuña (3), así como la
línea blanca (4). Las distintas partes del corion
aparecen en rojo y la almohadilla digital (9) en
amarillo.

El deslizamiento del tendón sobre las superficies adyacentes del dedo se ve favorecido por
dos sinoviales tendinosas. La larga y amplia vaina sinovial sesamoideana proximal que
comienza en el nudo y se prolonga en distal, hasta las cercanías del borde proximal del
hueso navicular. Y la pequeña bolsa sesamoideana distal o bolsa podotroclear que se
interpone entre la parte terminal del tendón y la superficie flexora del hueso navicular. Los
recesos de las sinoviales tendinosas y el receso sinovial palmar de la cápsula de la

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articulación Intefalángica distal se encuentran muy próximos y separado entre sí por láminas
conjuntivas (ver figura 27 y 29).
Los escudos del dedo son tres áreas revestidas por tejido fibrocartaginoso que ofrecen una
superficie de deslizamiento para los tendones de los músculos flexor digital superficial y
flexor digital profundo (ver figura 28). En conjunto forman un extensa corredera desde el
nudo hasta la inserción del músculo Flexor digital profundo en la cual existen dos sinoviales
tendinosas: la vaina sesamoideana proximal y la bolsa sesamoideana distal (podotroclear).
El Escudo proximal se ubica en la superficie
palmar del ligamento palmar, entre ambos
huesos sesamoideos proximales, en la
superficie palmar de la articulación del nudo.
El Escudo medio corresponde a la superficie
palmar del fibrocartílago complementario de
la segunda falange o rodete glenoideo
ubicado en palmar de la articulación
interfalángica proximal. El Escudo distal es la
placa de fibrocartílago que cubre la superficie
palmar (flexora) del hueso sesamoideo distal y
es un componente del aparato podotroclear.
El Ligamento anular digital distal es un
engrosamiento de la fascia digital profunda
que cubre a la forma de una cincha al tendón
del Flexor digital profundo. Después de retirar
la piel y el abundante tejido subcutáneo
infiltrado en grasa que aparece en la parte
palmar/plantar del dedo inmediatamente por
sobre los talones, se observa una banda
blanca y fibrosa que cubre al tendón y que se
prolonga al interior de la úngula. Este
ligamento anular separa el tendón de la
almohadilla digital.
Figura 28. Imagen de una preparación desecada
del dedo de un miembro torácico equino (vista El aparato podotroclear es un conjunto de
palmar). Se observa la larga corredera que estructuras contenidas en la úngula que
forman los tres escudos por donde desliza el actúan como una polea para producir la
tendón del músculo Flexor digital profundo. flexión de la articulación interfalángica distal.
Está formado por el tendón del flexor digital
profundo, la bolsa sinovial podotroclear y el hueso navicular.
La tracción que realiza el tendón del Flexor digital profundo sobre el tejuelo durante la
flexión de las articulaciones interdigitales se encuentra asistida por su deslizamiento sobre el
escudo distal y favorecida por la bolsa podotroclear. Sin embargo, este aparato está
expuesto a fuerzas en cada apoyo que realiza el miembro y en especial cuando el miembro
recibe todo el peso del cuerpo. En este momento de la marcha y a partir de mediciones
realizadas en caballos de salto se pudo comprobar que el tendón ejerce sobre el hueso
navicular una presión de aproximadamente 80 Kg por centímetro cuadrado. Este trabajo del
aparato podotroclear hace que sus componentes sean especialmente sensibles a diferentes

Página 26
enfermedades, las cuales en general son causadas por problemas de manejo y mala higiene
del casco. El síndrome navicular o podotroclear a medida que avanza muestra a un animal
que primero apoya el casco en las pinzas para luego lentamente descargar el peso en la
cuña, como forma de disminuir el dolor. Trabajar a los potros muy temprano (doma), los
malos aplomos, la falta de un correcto herraje periódico, el exceso de trabajo en suelos
duros, entre otros factores pueden ser las causas de un síndrome podotroclear y cojeras en
el animal adulto.

Figura 29. La foto muestra una preparación de una sección axil de un dedo equino fresco. Se ha retirado la
piel y la parte epidérmica de la úngula. El detalle anatómico y la ubicación de los recesos sinoviales y
tendinoso en la parte palmar es claramente visible. De la misma forma, se puede observar la terminación del
tendón del Flexor digital profundo y su relación con las estructuras vecinas.

El aparato o sistema de amortiguamiento del casco no es un concepto netamente


anatómico y su interpretación puede variar en distintos ámbitos dedicados a la actividad
hípica. Es una forma didáctica de describir las estructuras del casco que muestran mayor
deformación durante el apoyo al soportar el peso corporal (ver figura 30). En general, la
Almohadilla digital con sus dos porciones (cuneal y tórica) y los cartílagos ungulares son las
estructuras que se expanden y modifican su forma en mayor medida durante el apoyo, por
lo cual se lo considera un sistema de amortiguación interno de la úngula equina. Esta
deformación generada por el peso que soporta el miembro en apoyo también desplaza los
talones que durante esta fase de la marcha se separan ligeramente uno del otro. En realidad
distintas partes del casco se deforman durante el apoyo: la ranilla tiende a expandirse, la
suela pierde ligeramente su concavidad palmar y la pared debido a sus propiedades físicas

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también se deforma hacia afuera. Pero sin lugar a duda el aparato de amortiguamiento son
las estructuras que mayor grado de cambios morfológicos muestran.
Durante el apoyo la distribución de fuerzas descendentes (peso del animal) y ascendentes
(fuerza de impacto contra el suelo) actúan en forma compleja sobre las estructuras duras
(córneas) y blandas (dermis y tela subcutánea) de la úngula, así como sobre los
componentes osteoarticulares contenidos en el casco. Durante la primera fase del apoyo, el
desplazamiento que sufre el tejuelo y el hueso navicular hacia abajo (en dirección a la
superficie de apoyo) es la principal causa para que los talones se separen y la suela pierda su
concavidad previo al apoyo de la cuña. Esta separación se ve favorecida porque la pared del
casco es más delgada en la parte palmar (talones) que en la parte dorsal (pinzas y hombros).
Estos cambios reducen la presión sobre la almohadilla digital que se ensancha arrastrando
en esta modificación a la parte palmar de los cartílagos ungulares.

Figura 30. Sección transversa vertical del casco que muestra la disposición de la almohadilla digital y los
cartílagos ungulares. Las flechas indican la distribución de las fuerzas que estos elementos pueden realizar
durante el apoyo. El peso del cuerpo que se transfiere al miembro durante el apoyo (flecha azul) desplaza la
falange media y distal hacia abajo y comprime la almohadilla digital. La fuerza ascendente de choque con el
suelo (flecha verde) es parcialmente distribuida por la cuña por la elasticidad de esta parte córnea, pero
asciende comprimiendo la almohadilla en sentido opuesto a la fuerza de gravedad. Por esta distribución de
fuerzas el rodete digital tiende a deformarse hacia los lados arrastrando a la parte palmar de los cartílagos
ungulares.

La estructura histoquímica de la almohadilla derivada de la hipodermis es rica en fibras


elásticas y de colágeno y le posibilita expandirse en el mayor momento de separación de los
talones. La parte palmar de los cartílagos ungulares es de estructura más elástica que la
mitad dorsal y acompaña a la almohadilla digital. Estos cambios de forma pueden
comprobarse, pues los talones aumentan ligeramente su separación durante el apoyo. Este
mecanismo que aparece en cada uno de los pasos que realiza el caballo requiere que las

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porciones que se encuentran en apoyo (el borde solar de la pared y la cuña) se encuentren
limpias y correctamente rebajadas. De la misma forma el herraje debe conservar estas
propiedades para un correcto apoyo.
Además del efecto mecánico explicado, estos cambios actúan sobre los vasos sanguíneos
contenidos en el casco. Las fuerzas que impulsan la falange distal hacia el plano de apoyo
comprimen principalmente los vasos sanguíneos contenidos en la dermis laminar y ejercen
un efecto de cierre sobre las arterias. Por este mecanismo, las sangre es impulsada hacia las
venas digitales para favorecer el retorno venoso del miembro. Al liberar el miembro del
apoyo, se produce el efecto contrario, las arterias permiten el libre pasaje de sangre que es
vehiculizada por la red capital hacia el plexo venoso ungular.

ALGUNAS CONSIDERACIONES IMPORTANTES SOBRE LA ANGIOLOGÍA DEL DEDO

Figura 31. Ambos esquemas muestran los componentes óseos y articulares en relación con los vasos
arteriales de mayor calibre. Se ilustra la formación de distintos plexos en relación con el hueso navicular y el
ligamento interóseo (Figura izquierda). En el interior de la falange distal aparece el arco terminal donde
ambas arterias digitales forman una anastomosis a pleno canal. Una sucesión de anastomosis de pequeñas
arterias forma un arco paralelo al borde solar del tejuelo.Este arco conocido como arteria circunfleja de la
suela o arteria marginal aporta numerosas ramas ascendentes para el corion laminar.

Tal como se detalló en la irrigación de los miembros, la sangre ingresa al dedo por medio de
las arterias digitales (arteria digital palmar propia) lateral y medial, que recorren las
superficies abaxiles del dedo acompañadas por una vena y un nervio satélite. En proximidad
de los ángulos de la falange distal, esta arteria emite la rama dorsal de la falange distal y se
continúa para introducirse por el forámen solar en el interior del hueso tejuelo donde ambas
arterias se anastomosan a pleno canal para formar el arco arterial terminal (Figura 31).
Desde este arco anastomótico surgen pequeñas arterias tanto de la convexidad como de la

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concavidad que penetran en el tejido óseo. La mayoría de estas arterias atraviesan el hueso
y aparecen en la superficie parietal de la falange distal y se distribuyen en la dermis
coronaria y laminar. Un grupo de estas arterias emergen próximas al borde solar del hueso
tejuelo, donde por anastomosis forman un arco arterial (arteria circunfleja de la suela).
Desde este arco nacen numerosas arterias de pequeño calibre que se distribuyen en la
dermis laminar y papilar de la úngula.
Las venas que drenan la sangre de las distintas partes de la úngula nacen de un complejo
plexo venoso superficial (plexo ungular) que rodea toda la falange distal y los cartílagos
ungulares (ver figura 32), así como de un sistema venoso profundo satélite de las arterias
mencionadas previamente. El plexo superficial, para ser estudiado en detalle se divide en
tres porciones: parietal, solar y del cartílago ungular. En esta última parte se forman venas
de mayor calibre que convergen hacia una vena coronal. El sistema venoso profundo consta
de un arco venoso terminal en el interior de la convergencia de los canales solares y que es
satélite de las arterias. Desde este arco nacen las venas digitales propias que van recibiendo
las venas que emergen del plexo del cartílago, la vena coronal y finalmente una gruesa vena
de la almohadilla digital.

Figura 32. Ambos esquemas muestran el plexo ungular


(parte parietal, solar, axil y abaxil del cartílago) y la
formación de las venas digitales.

Tanto las pequeñas arterias, como las vénulas se encuentran distribuidas ampliamente en la
dermis del casco y forman intrincadas redes vasculares que han sido minuciosamente
estudiadas por su relación con funciones específicas, así como su implicancia en la
fisiopatogenia de algunas enfermedades. Las distintas regiones de la dermis ungular reciben
una apropiada nutrición a través de esta compleja red vascular, para asegurar el aporte de
nutrientes y la producción del tejido córneo que forma las partes duras del casco.
La dermis con mayor densidad de capilares por unidad de superficie se encuentra en el
corion coronario, de la suela y de la ranilla, y coincide con los sectores responsables de la
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mayor producción de tejido córneo. Si bien la densidad capilar es menor en la dermis
laminar, numerosos trabajos de investigación han obtenido evidencia de la importancia que
los vasos de esta región tienen en relación con importantes funciones del casco.
La arquitectura vascular de la dermis laminar (Figura 33) y solar presenta abundante
anastomosis arteriovenosas que son vitales para mantener la temperatura del dedo dentro
de valores normales. Esta capacidad de termorregulación que posee el casco explica porque
los equinos puedan resistir climas muy fríos sin sufrir el congelamiento de la extremidad
distal de los miembros.

Figura 33. El esquema ilustra la vascularización de una lámina primaria de la dermis laminar. Se ha retirado
todo el tejido que forma la lámina dérmica para observar la arquitectura vascular. Son visibles las capas
córneas que forman el estrato medio (coronario) y profundo (laminar) formado por láminas epidérmicas
primarias y secundarias que están interdigitales con las láminas dérmicas. En la base de la lámina (sector que
apoya sobre el periósteo del tejuelo) aparecen las arterias y venas parietales que recorren toda la lámina en
orientación próximo-distal. Un sistema de arterias axiales conduce la sangre desde la base de la lámina hacia
la periferia para terminar en un arco arterial periférico. De estas arterias axiales nacen numerosas arteriolas
que se capitalizan en el interior de las láminas secundarias. La sangre es recogida por vénulas que abocan
hacia venas axiales que conectan una vena marginal con la vena parietal. Se esquematizan abundantes
anastomosis arteriovenosas.

En climas templados y cálidos las anastomosis arteriovenosas se encuentran cerradas y la


sangre es derivada hacia los capilares como circulación de mantenimiento. Sin embargo,
cuando la temperatura desciende por debajo de niveles críticos estas anastomosis se abren y
la sangre circula más rápidamente (circulación de calentamiento) posibilitando mantener la

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temperatura del casco en niveles basales normales. Este fenómeno también explica porqué
la producción de tejido corneo (crecimiento del casco) es más lenta durante el invierno.
La arquitectura vascular del casco del equino es una sorprendente adaptación evolutiva que
le permite cumplir varias funciones importantes. En 1851 el veterinario francés Henry Bouley
propuso la teoría referida al efecto de bomba aspirante-impelente que cada uno de los
cascos del equino poseía. Según este autor los vasos venosos son comprimidos con cada
apoyo del miembro durante la marcha y expulsan la sangre hacia las venas digitales (fase de
expulsión), mientras que cuando el miembro se encuentra en fase de vuelo, las estructuras
internas deformadas retoman la posición de reposo y la sangre ingresa al casco (fase de
aspiración) favorecida por el vaciamiento vascular de la fase anterior. Es interesante notar
que las venas digitales y de la caña carecen de válvulas para favorecer este efecto de
aspiración y expulsión de sangre que realiza el casco durante la marcha. Este hecho conocido
desde hace mucho tiempo le valió al equino el apodo de un animal con cinco corazones, ya
que cada úngula actuaba en forma similar al corazón que aspira e impulsa la sangre a través
de los circuitos vasculares.
Estudios realizados al final del siglo pasado (Pollit et al, 1990) aportaron nuevos datos para
explicar los cambios de presión hidrostática que suceden dentro del casco y afectan a la
circulación del pie equino. Es indudable que poseer una bomba aspirante-impelente en la
extremidad de cada miembro es una enorme ventaja pues soluciona el transporte de la
sangre y la linfa en contra de la gravedad en un miembro muy largo. Cada vez que el
miembro apoya, el peso que este descarga desplaza la falange distal y el hueso navicular
hacia el plano de apoyo y produce la flexión de la articulación interfalángica distal. Si bien el
casco se deforma ligeramente por la característica de ser un estuche córneo semiflexible las
venas y vasos linfáticos son comprimidos expulsando la sangre hacia las venas digitales y
favoreciendo el drenaje linfático. Sin embargo, existe un mecanismo adicional pues se
confirmó pues durante el apoyo las arterias digitales se comprimen e impiden el ingreso de
nueva sangre al casco. Estudios a partir de inyecciones con sustancias radiopacas (sulfato de
bario) aportaron evidencia que las arterias digitales actúan como una válvula que impide el
ingreso de sangre arterial en el nivel de los ángulos del tejuelo durante la fase de apoyo. A
mayor presión ejercida sobre el dedo dependiente del tipo de marcha (paso, trote y galope)
mas acentuado es el efecto válvula que se ejerce sobre la arteria digital.
En síntesis, en la fase de apoyo del casco la sangre está impedida de ingresar a las pequeñas
arterias, mientras la sangre de los plexos venosos , así como la linfa es expulsada a salir hacia
la región de la caña. En la fase de vuelo del miembro se abre el ingreso de sangre a las
arterias que fluye rápidamente hacia un sistema venoso prácticamente vacío.

ANATOMÍA APLICADA DEL DEDO DEL EQUINO. TOPOGRAFÍA DE LA ÚNGULA


La pared o tapa es completamente visible durante el apoyo y se subdivide en varias partes
que reciben nombres muy específicos, los cuales son utilizados por veterinarios, cuidadores
y herreros. En primera instancia se divide el casco en dos mitades por el plano axil del dedo.
Cada una de estas mitades (medial y lateral) se divide en 8 partes iguales (ver figura 34). El
primer sector recibe el nombre de pinzas o lumbres y los dos sectores siguientes son los
hombros, mamas o mamillas. Los cuatros sectores que continuan se conocen como cuartas
partes o cuartos, mientras que el último sector es el talón. Estos términos se utilizan
frecuentemente para describir las lesiones o la forma en que se encuentra modificado el

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casco, e incluso para mencionar algún tipo de particularidad durante la marcha. Así es
común escuchar que un animal apoya sólo en pinzas en un miembro en particular, o que
presenta grietas y rajaduras en las cuartas partes. Los mismos nombres se aplican al borde
de apoyo (solar) de la muralla y en especial para hacer referencia a la posición de los clavos
que sujetan la herradura (ver figura 35). La revisión clínica del casco incluye presionar con
una pinza especial en cada una de estas partes con el objetivo de detectar dolor en alguno
de los sectores.
La superficie solar del casco (Figura 35) representa la superficie de apoyo de cada miembro.
Durante la primera fase del apoyo, el dedo apoya el borde solar de la muralla sólo en las
pinzas y luego en la segunda fase se produce el descenso que lleva a que el suelo contacte
con el resto del borde solar, las barras y finalmente la cuña. Normalmente, si bien la suela
suele sufrir una deformación de su concavidad durante el apoyo, esta parte del casco no
contacta con el suelo.
La división de la cara solar del casco
en sectores definidos posee una
aplicación práctica inmediata. La
aparición de lesiones en estos
sectores, se evalúa de acuerdo al
lugar donde aparecen por la
potencialidad que tienen de
producir daño a las estructuras
profundas. De esta forma la
exploración clínica de la superficie
solar es una maniobra obligatoria y
periódica que se debe practicar.
Las partes del casco que entran en
contacto con las distintas
superficies de apoyo al igual que la
suela son los componentes que
están expuestos a mayores
traumatismos. Por esta razón
pueden aparecer contusiones y
perforaciones que pueden dañar las
distintas estructuras superficiales y
profundas. Además debido a la
importancia biomecánica que
poseen estas partes córneas es
indispensable mantenerlas limpias y
correctamente rebajadas para que
puedan cumplir su función. Las
Figura 34. La división en sectores de la pared posibilita hacer partes corneas de la úngula crecen
referencia a las distintas partes visibles del casco en forma continuamente y forman
más específica. excrecencias en la suela y la cuña
que alteran el normal
funcionamiento del casco. Lo mismo pasa con la pared que crece y produce un alargamiento
del mismo. Distintos estudios han demostrado que la muralla se renueva completamente

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cada 10-12 meses, por lo tanto una grieta o rajadura que comienza cerca del borde
coronario se irá desplazando hacia distal progresivamente, para desaparecer
aproximadamente al año.

Figura 35. La división en sectores de la superficie de apoyo del casco posibilita diferenciar 9 áreas distintas
como se aprecia en la figura de la derecha. Las áreas identificadas con números (1 y 2) son aquellas donde las
lesiones punzantes pueden alcanzar a las estructuras más complejas y delicadas, por esta razón son las que
potencialmente puede resultar graves.

Figura 36. El esquema muestra los


distintos componentes anatómicos que
pueden lesionarse por heridas
perforantes de la superficie solar del
casco. Es evidente que los clavos (c, d y
e) que perforan las áreas centrales (1 y
2 de la figura 24) son potencialmente
más peligrosos pues es posible que
lleguen a producir daño en el aparato
podotroclear e inclusive alcanzar los
recesos de la cápsula articular.

Para dividir la superficie solar de la uña se trazan líneas utilizando las referencias visibles en
ella (ver figura 35). Dos lineas paralelas dividen en forma transversal la cara solar formando
tres sectores de dorsal hacia palmar. Una de estas líneas se traza por el vértice de la cuña y
la otra por la parte dorsal (craneal) del surco cuneal central (laguna media). Dos líneas
perpendiculares a estas y paralelas al plano axil del dedo se trazan en la parte más alejada
del surco paracuneal (laguna lateral) de cada lado.

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Con esta división quedan establecidos nueve sectores con distintos planos anatómicos desde
la superficie hasta las estructuras más profundas. Los sectores centrales son los más
delicados ya que las perforaciones que aparecen en estas áreas pueden alcanzar
componentes anatómicos como la almohadilla digital y el aparato podotroclear. Las lesiones
en los sectores periféricos también requieren tratamientos inmediatos, pero en general sólo
involucran al corion correspondiente y al hueso tejuelo (ver figuras 35 y 36).
ALGUNAS PARTICULARIDADES A TENER EN CUENTA
Si bien la arquitectura anatómica del casco es la misma para los miembros torácicos y los
pelvianos, la diferencia de trabajo que poseen ambos miembros se puede percibir en las
diferencias morfológicas que existen en la úngula. El miembro torácico posee una función
más definida para sostener el peso del cuerpo, y por la ubicación del centro de gravedad del
caballo durante la estación el 60% del peso corporal descansa en estos miembros. Por esta
razón, los cascos de los miembros torácicos son ligeramente de mayor tamaño y más
redondeados de lado a lado a lado. De esta forma la huella que dejan es casi circular y el
ángulo que forman con la superficie de apoyo es de 45-50º (Figura 37 y 38). También se ha
comprobado que son de estructura algo más elástica que en los miembros pelvianos.

Figura 37. El ángulo que el casco forma con la


horizontal de apoyo varía ligeramente según
se observe el miembro torácico o pelviano. El
esquema ilustra el aplomo y conformación
correcta de un casco del miembro pelviano y
la diferencia que tiene con el del miembro
torácico.

La cápsula de la uña de los miembros pelvianos es ligeramente más pequeña y en general


más ovoidea. De manera que la huella que dejan es más semejante a un óvalo. Cuando se
observan en conjunto se puede apreciar que los cascos del pelviano parecen más
comprimidos que los del torácico. Ambos miembros pelvianos se encuentran adaptados para
generar el impulso que mueve al animal hacia adelante. Es evidente que estos miembros
soportan el 40% del peso del animal, pero las grandes masas musculares que posee y la
conformación de los ángulos articulares los transforman en el principal impulsor durante las
marchas.

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En todos los cascos es posible determinar cual pertenece a un miembro izquierdo y cual es
derecho, debido a que la pared se encuentra curvada más hacia el lado lateral, de forma que
en esta parte es más convexa que en la parte medial. Este hecho responde principalmente a
que el peso del cuerpo se desplaza ligeramente hacia el centro de gravedad, por lo cual
sobre las partes mediales de los miembros se ejerce una fuerza mayor. Por esta razón se
observa que las superficies articulares son ligeramente más grandes del lado medial, así
como la pared del casco es algo más recta que del lado lateral.

Figura 38. Las fotos muestran las diferencias que aparecen en el casco de los diferentes miembros. La forma
de la superficie de apoyo de un casco del miembro torácico (foto de la izquierda) es casi circular, mientras
que en el miembro pelviano (foto de la derecha) aparece más comprimida y con forma ovoide.

La superficie visible del casco (cara externa de la pared) es de aspecto liso, pero es percibible
una fina estriación en forma de líneas orientadas en posición proximo-distal. Estas delicadas
estrías corresponden a los túbulos córneos que hacen una ligera prominencia en la
superficie de la pared. Sin embargo, si se observa con detenimiento dicha superficie también
se observan estrías o líneas paralelas al borde solar. Estas líneas se forman por cambios en el
ritmo del crecimiento del tejido córneo que forma la pared y son causadas por las
variaciones dietarias que aparecen con las distintas estaciones del año. Así en los animales
que se alimentan en pasturas naturales la abundancia de forrajes durante la primavera y el
verano coinciden con los momentos de mayor producción de tejido córneo y crecimiento del
casco. Por el contrario, en invierno y otoño cuando hay una menor oferta de alimentos ricos
en nutrientes, el casco crece menos. A esas estrías o líneas se las denomina comúnmente
“anillos de la hierba” por estar relacionados con la provisión desigual de pasto a lo largo del
año. También el crecimiento y la formación de estos anillos pueden estar influenciados por
distintas enfermedades o afecciones parasitarias que alteran la absorción de nutrientes.
El color de la sustancia córnea de la muralla es blanco en las capas profundas, gris en la
media y negro en los estratos superficiales. Sin embargo, el color visible del casco depende
del color de la piel, y más específicamente de la pigmentación del estrato de Malpighi. En los
animales en los cuales dicha capa es oscura por la presencia de abundante melanina, la tapa

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será negra. En aquellos con sectores de piel oscura intercalada con manchas blancas se
observa un casco con partes blancas y negras, mientras que en los caballos de patas blancas
o “calzados” la muralla es totalmente blanca. La dureza y elasticidad del casco no están
relacionadas con el color del mismo pues esto sólo depende de la concentración de
melanina en el estrato de Malpighi.

EL CASCO Y LA HERRADURA
La célebre frase de origen griego “sin pie, no hay caballo” hoy se sigue utilizando con
frecuencia para indicar la importancia que posee el buen cuidado de los cascos. Durante más
de 1500 años se ha protegido el casco mediante distintos tipos de herraduras y toda una
profesión se ha desarrollado para atender estas tareas. El herrador no es un simple técnico
que pone o saca herraduras, sino un especialista que debe conocer la anatomía y fisiología
del casco para prepararlo y colocarle las herraduras adecuadas. En general, las herraduras
comenzaron a utilizarse para proteger la superficie de apoyo del casco y disminuir el
desgaste del mismo. Sin embargo, paulatinamente se encontraron evidencias que el
correcto herrado puede corregir problemas de aplomo y aliviar ciertas enfermedades del
casco.

Figura 39. Las herraduras tradicionales y que


pueden adquirirse comercialmente poseen 4
orificios en cada rama para colocar los clavos.
Sin embargo, depende de las particularidades
del casco y de la preferencia del herrador el
número de clavos a colocar. Es importante notar
que la pared es más espesa en la región de las
pinzas y se adelgaza paulatinamente hacia los
cuartos, por lo tanto se suele disminuir el
número de clavos en estas partes para evitar
rajaduras.

En el método tradicional, la herradura se fija al casco mediante una serie de clavos que se
introducen por la línea blanca (Figura 39 y 40) y perforan la pared sin lesionar la dermis
laminar, por lo tanto es un procedimiento incómodo, pero indoloro para el animal. El
número de clavos a colocar depende del caballo y del herrador; usualmente se colocan 4
clavos en la rama lateral de la herradura y 3 en la rama medial (Figura 39). Además de la
protección al desgaste, el herrado reduce el dolor y dado que existen distintos materiales
con los cuales trabajar puede adaptarse a las necesidades de cada caballo.
Un caballo que vive en forma silvestre no tiene necesidad de ser herrado pues el roce
natural con los distintos tipos de suelo produce el desgaste normal que mantiene funcional
el casco. Sin embargo, la domesticación y el uso del equino en distintas actividades cambia la
forma en que las fuerzas trabajan sobre el casco, de forma que el herrado se transforma en
imprescindible para que un equino pueda ser utilizado a diario.

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En estado silvestre un caballo suele utilizar preferentemente dos aires de marcha: el paso
para pastar y el galope para huir o desplazarse, de hecho el trote es un aire poco usado por
los equinos en libertad. La distribución del peso corporal y el desgaste consecuente en este
tipo de vida se produce principalmente en las pinzas donde el casco es más duro y espeso.
Sin embargo, el peso del jinete que se suma al peso corporal del animal y el uso frecuente
del trote como marcha desplaza el apoyo hacia las cuartas partes del casco donde hay
menor resistencia al desgaste. A estos hechos debe sumarse otra variable que es el tipo de
suelo en el cual se desplaza el caballo. Como es de esperar el exceso de trabajo o
entrenamiento en suelos duros desgastaría en forma excesiva un casco no herrado.

Figura 40. La colocación de los clavos que sujetan la herradura al casco toma como referencia la linea blanca
o sauco. Los clavos ingresan en forma vertical y salen por la pared donde se los corta y dobla.

Existe una discusión permanente entre los amantes de la hipología con respecto al herrado o
no herrado de los caballos. Es cierto que un animal herrado apoya el casco sobre el borde
solar de la pared que descansa en la herradura y de esta forma, las barras y la ranilla no
toman contacto con el suelo. Sin embargo, debe reconocerse que un animal no herrado que
transporta un jinete necesitaría 3 días de descanso para compensar el desgaste que sufre en
un dia de trabajo en un suelo semiduro. Por lo tanto, existen ventajas y desventajas en cada
caso que deberían evaluarse en conjunto para poder tomar una decisión apropiada.
Para incrementar el debate existe un movimiento mundial y con mucho auge en España
conocido como Barefoot. Este sistema básicamente propone un manejo del equino no
herrado que sería superador del método de herrado tradicional. Además desde hace tiempo
existen diversos dispositivos conocidos como botas que han sido adoptados por diferentes
entidades que utilizan equinos. La mayoría de estas botas (Figura 41) son ergonómicas y
fabricadas con distintos materiales que permiten que el casco trabaje normalmente, algunos
de estos dispositivos han demostrado ser muy útiles para el tratamiento de algunas
afecciones del pie del equino.

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Figura 41. A la izquierda una Floating boat fabricada en poliuretano y caucho que puede ser utilizada en
recorridos largos (paseos o rutas). Permite un buen movimiento de los talones y respetan la biomecánica del
casco. A la derecha una bota Old Mac G2 adoptada por la policía montada de Louisiana y Houston que
minimiza las contusiones y puede usarse en distancias cortas (35 a 40 Km semanales).

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