torre de marfil, dedicados exclusivamente a sus pensamientos e ideas, contemplando el mundo desde la superioridad de su intelecto. Muy al contrario, vivían totalmente inmersos en la sociedad de su tiempo, preocupados por su propia subsistencia, por sus familias o por los problemas políticos del momento. Cierto que su extraña profesión de «amantes de la sabiduría» los hacía parecer a menudo como personajes excéntricos, como cuando el pequeño y simiesco Sócrates observaba inquisitivo a los atenienses con sus ojos saltones y los asediaba con sus eternas preguntas. Pero las diferentes escuelas filosóficas, desde los platónicos a los epicúreos, desde los aristotélicos a los cínicos, consiguieron muchos seguidores entre todos los grupos sociales y enriquecieron la cultura civil de las ciudades griegas de la Antigüedad. Filosofía: término derivado del griego, que significa ‘amor por la sabiduría’. Esta definición clásica convierte a la filosofía en una tensión que nunca concluye, en una búsqueda sin término del verdadero conocimiento de la realidad. Rasgos de la filosofía: es posible, sin embargo, ofrecer una descripción de la filosofía como ‘saber racional totalizante, crítico de segundo grado’. La filosofía es una forma de conocimiento que pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza empleando la razón y los argumentos racionales (a diferencia de la fe o la autoridad). En segundo lugar, la filosofía es un saber de tipo general y totalizante, pues pretende ofrecer respuesta a cuestiones de tipo general y mantiene siempre una perspectiva totalizante sobre las mismas. En tercer lugar, la filosofía es un saber crítico, pues analiza los fundamentos de todo lo que considera y nunca se limita a aceptarlos de forma ingenua. Finalmente, la filosofía es un saber de segundo grado, que emplea los datos y contribuciones de las ciencias, que son siempre un conocimiento de primer grado sobre la realidad. Ramas de la filosofía: es posible distinguir varias áreas de investigación filosófica: ontología y metafísica (análisis críti co de la estructura de la realidad); teoría del conocimiento, epistemología o gnoseología (análisis del origen, estructura y alcance del conocimiento); lógica (estudio del razonamiento o argumento válido); ética (teoría de la acción humana y de sus valores); estética (teoría de la belleza y del arte); y, por supuesto, la historia de la filosofía, en cuanto ésta no se limita a una exposición de las distintas doctrinas filosóficas, sino que pretende reconstruir críticamente determinadas argumentaciones o sistemas filosóficos. Cabe señalar, asimismo, la existencia de una variedad de análisis filosóficos de determinadas ramas de la ciencia o de la actividad humana, que constituyen áreas especializadas como son la filosofía de la historia, la filosofía de la ciencia, la filosofía del derecho o la filosofía de las ciencias sociales, entre otras. FILOSOFIA ANTIGUA.
Durante miles de años los hombres explicaban la utilidad del
mundo exclusivamente en términos religiosos. La interpretación de la naturaleza desde el hombre, y no desde dioses y sacerdotes nos dan uno de los problemas de la filosofía como lo es el mundo, siendo este de tipo Cosmológico. En la etapa preatica, la cual es fundamentalmente filosofía de la naturaleza o del mundo. Se postula para ella una ley interna que asegura la uniformidad del acaecer de los fenómenos: la misma causa determina siempre, en todas partes y sin excepción alguna, los mismos efectos. Sin este postulado no hay ciencia, ni racionalidad, ni lógica. Los representantes de la filosofía preatica son: Tales de Mileto, Anaximandro, Anaximenes, intentan fijar el ser último de la naturaleza: agua, aire caos; Heraclito señala hacia un fuego cósmico inteligente y Parmenides y su discípulo Zenón enfatizan que lo que es tiene que ser inmutable e inmóvil; en consecuencia las cosas perecederas no son el ser como tal; son apariencias y apariciones inconsistentes. Los preaticos posteriores: Demócrito, Anaxágoras y Empedocles continúan la línea de Tales de Mileto: su doctrina de la naturaleza, es realista y materializante: son los cuatro elementos que constituyen el mundo. En la filosofía Griega, se inaugura la razón como un instrumento para la búsqueda de la verdad, se siembran los principios de la ciencia moderna. Surge como una respuesta a los mitos, para dar argumento acerca de su naturaleza (el porque de las cosas), ya que la mitología no es un pensamiento filosófico, puesto que no da una afirmación racional y deductiva de sus afirmaciones.
Mayores filósofos de la Antigua
Grecia Cuando hablamos de Antigua Grecia nos referimos al período histórico que va desde desde el año 1200 a. C. hasta el año 146 a. C., momento en que se produjo la invasión dórica en la región helena. La cultura griega fue tan influyente que hasta el Imperio romano adoptó gran parte del pensamiento que dejaron Platón, Sócrates, Heráclito, y otros tantos. Estos pensadores lograron hacer de la sed por el conocimiento su modo de vida. Vamos a conocer cuáles fueron los 15 filósofos griegos más importantes. Dejamos fuera a pensadores que merecerían también una mención honorífica, como es el caso de Gorgias de Leontinos, Diógenes Laercio, Plutarco, Hipócrates, y otros tantos. Conocido por su sobrenombre “El Oscuro de Éfeso”, Heráclito nació en una región de la actual Turquía. Su obra fue aforística en forma de poemas interminables, por lo que los conocimientos que desarrolló requirieron de un detallado estudio. Aportó valiosos conocimientos al mundo de la física, teorizando acerca de un ‘principio natural’ y del cambio incesante de la materia. Sus postulados científicos fueron objeto de análisis en épocas posteriores. Filosofía helenística[editar] Esta sección es un extracto de Filosofía helenística[editar] La filosofía helenística es el período de la filosofía griega que va desde la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) hasta la invasión de Macedonia por los romanos (148 a. C.). Las ciudades griegas pierden su independencia y Atenas su hegemonía comercial, política y en menor medida la cultural. A las ciudades-Estado suceden las monarquías helenísticas. Hay una situación continua de inestabilidad política. Se acentúan las diferencias entre clases sociales. En la transición del siglo IV al III a. C., tras la muerte de Aristóteles y la decadencia de las ciudades estado griegas, las guerras entre los reyes helénicos por suceder a Alejandro Magno volvieron la vida problemática e insegura. Surgieron entonces en Atenas dos escuelas filosóficas que, en una clara oposición a la Academia platónica y al Liceo aristotélico, pusieron la salvación individual en el centro de sus preocupaciones: para Epicuro y sus seguidores, por un lado, así como para los estoicos alrededor de Zenón de Citio, por otro lado, la filosofía servía principalmente para alcanzar con medios éticos el bienestar psicológico o la paz. Mientras que los seguidores del escepticismo pirrónico, en principio, negaron la posibilidad de juicios seguros y de conocimientos indudables, Plotino, en el siglo III d. C., transformó la teoría de las Ideas de Platón para dar lugar a un neoplatonismo. Su concepción de la gradación del Ser (del “Uno” a la materia) ofreció al cristianismo una variedad de enlaces y fue la filosofía dominante de finales de la Antigüedad. Se suele incluir en este período a las diferentes escuelas posteriores, como los peripatéticos, los escépticos, los cínicos, los epicúreos y los estoicos, todos ellos preocupados principalmente por cuestiones éticas, pero por ello mismo también, necesariamente, por los problemas del conocimiento.