A solas compasión de ellos y sanó a los enfermos.
Fue allí, donde también alimentó a
Texto: Mateo 14:13; 22-23
Introducción
Luego de las preocupaciones, tristezas, noticias inesperadas y los ajetreos de la
vida, es necesario tomar una pausa y apartarse, como lo solía hacer Jesús. La
Palabra de Dios nos deja ver esos momentos donde él buscó estar solo, pero en
presencia de su Padre Celestial. Por pasos, veremos lo que Jesús hizo en una
ocasión.
I. Insistió que sus discípulos se montaran en la barca y cruzaran al otro
lado del lago, sin Él.
Jesús ya había intentado estar solo, el versículo 13 nos habla de que cuando
escuchó la terrible noticia de que Herodes había decapitado a Juan el bautista,
salió en una barca a un lugar alejado para estar a solas. No salió huyendo por
temor, porque Él sabía que no era tiempo aún de su sacrificio. Hay dos
posibilidades de porqué se quería apartar: 1. Porque la gente quería hacerle
rey y formar una revolución en contra del imperio romano y la número 2,
porque al recibir la noticia se sintió triste por lo que le había sucedido a Juan
el Bautista. Recuerden que sus nacimientos estaban separados por seis meses,
Juan el Bautista era aquel que había preparado el camino para el Señor.
Quisiera pensar que fue esto lo que lo llevó a querer estar solo. El poder
buscar un respiro después de esta noticia tan dura. Por eso, es que me encanta
saber que Él nos entiende cuando nos encontramos tristes, nos entiende
cuando tenemos dolor en el corazón, porque Él se hizo hombre y experimentó
nuestras emociones.
II. El paso dos, nos cuenta que envió a la gente a casa.
A pesar de querer estar solo, no pudo hacerlo en la primera oportunidad
porque la gente lo había seguido; algunos comentaristas dicen que lo
siguieron como por doce kilómetros. Entonces, al ver esto, Jesús tuvo
cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños; algunos creen que el número
aproximado de personas a las que había alimentado era de unas 10,000 a
15,000.
Todo esto había consumido varias horas del tiempo de Jesús, así surgen cosas
en nuestra vida que, aunque sean buenas y haya bendición cuando se realizan,
a veces van cortando el tiempo para estar a solas.
Luego de todas estas actividades, al fin despidió a la gente a sus casas.
Cansado, quizás triste, necesita un refugio, necesita un lugar donde poder
estar solo, entonces…
III. Buscó un lugar adecuado (un monte, una colina)
Jesús solía buscar esos lugares para hablar con su Padre Celestial y logró
encontrar un monte, una colina donde tener ese tiempo de refrigerio espiritual
que necesitaba.
IV. Oró
Gran parte de ese tiempo donde Él se apartaba, lo utilizaba para orar. Siendo
el Hijo de Dios, Dios mismo, necesitaba la guía de su Padre Celestial,
necesitaba ese refugio eterno, necesitaba derramar su alma, quizás contar
cómo se sentía, llorar. Es que no podemos olvidar la parte humana de Jesús,
(sin pecado, por supuesto), pero era 100% Dios y 100% hombre. Y esa
humanidad lo hacía buscar de Dios y depender de Él, necesitar de Dios.
Es esto lo que debemos hacer. Al tomarnos un respiro, una pausa en la vida
tan ajetreada que tenemos, debemos buscar estar a solas, pero en presencia de
Dios. Para renovarnos como las águilas, para que nuestras fuerzas sean
multiplicadas de nuevo, luego de no tener ninguna. Y seguir adelante. Eso es
lo que necesitamos, eso es lo que debe anhelar nuestra alma. Cuando el
Salmista versaba, en el Salmo 42: “Como el ciervo brama por las corrientes de
las aguas, así clama por ti, oh, Dios, el alma mía. Mi alma, tiene sed de Dios,
del Dios vivo.” Es que, si te apartas para estar a solas y no buscas la presencia
de Dios, vas a terminar más debilitado, hasta vas a caer en depresión, porque
 en vez de renovar tus fuerzas te vas a victimizar: “Te vas a hacer la vístima” y
vas a caer en un agujero más profundo.
V. Permaneció sólo hasta caer la noche.
La Biblia dice que cuando llegó la noche, estaba allí solo. Imagino que seguía
orando, pero también reflexionando, meditando. Profundizando en su alma.
Creo que es algo que nosotros debemos hacer: en el tiempo que nos
apartamos, debemos hurgar en nuestra alma, evaluar nuestra vida, que está
bien, qué debemos cambiar, qué debemos mejorar. Será nuestro carácter, será
que hay pecado en nuestro corazón, será que hay desánimo o hay gozo, hay
poder del Espíritu Santo. Qué hay en tu corazón, qué es lo que embarga tu
mente, lo que ocupa tus pensamientos. Cómo está tu espíritu, cómo está tu
alma.
Conclusión e invitación
Cierra tus ojos, e inspecciona tu ser interior, cuál es tu condición espiritual y
si está debilitada, hoy puedes buscar esa fuente de poder para renovarte,
fortalecerte y continuar en la obra de Dios. Luego de que Jesús tuvo ese
tiempo de refrigerio, caminó sobre las aguas… estaba listo para continuar con
su ministerio con poder y gran gozo.
Hoy puedes salir de aquí, lleno del poder de Dios, llena del poder del Espíritu
Santo para continuar sirviéndole a Él. Para caminar sobre las aguas… ¿qué
significa? Que vas a tener el poder de Dios para vencer cualquier batalla,
situación y vas a estar listo para servirle.

Voy a orar por ti…