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12 de abril

UNA OBRA INTERNA


Lectura: Juan 20:1-10

“…Y vio, y creyó…” v.8

Como es de esperar, el impacto que causó la muerte de Jesús fue muy


grande. Tengo la impresión de que, a este punto, los discípulos no
lograban conciliar el sueño. Pedro por haber negado a Jesús en tres
ocasiones, y Juan por lo que presenció durante la crucifixión de Cristo.
De cualquier manera, María Magdalena, al considerar que alguien se
había llevado el cuerpo del Señor, pensó instintivamente en ambos.

Supo dónde encontrarlos y la reacción de ellos fue inmediata. Corrieron


al sepulcro sin pensarlo dos veces. Juan corrió más aprisa que Pedro
así que llegó primero. Sin embargo, al llegar, no hubo un deseo de
indagar respecto a la ubicación del cuerpo del Señor, no se percibe
desesperación en él.

Pedro, por otro lado, al ser impulsivo, llega y entra de una vez al
sepulcro. Al ingresar, ve los lienzos puestos allí, y el sudario que había
estado sobre la cabeza de Jesús, enrollado en un lugar aparte.

No sé ustedes pero tengo las mismas sensaciones respecto a Pedro.


Por alguna razón él no denota angustia, ni ansiedad, lo que se percibe
es reflexión. Es importante señalar que la circunstancia y el momento
daban apertura para que los apóstoles experimentaran una tristeza aún
más profunda.

Ahora bien, remarque esto: las circunstancias no restringen la obra del


Espíritu. La Biblia dice que Juan entró al sepulcro, observó el interior, y
en ese momento le fue dado el maravilloso regalo de la fe. Pudo, quizás,
comprobar por sí mismo lo escrito en el Salmo 30:11 “Has cambiado
mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría”.

Ronald Delgado, Honduras

Reflexión: ¡La fe en Jesucristo es nuestro baluarte!


13 de abril

HUESOS ENVEJECIDOS
Lectura: Salmos 32:1-5
“Mientras callé se envejecieron mis huesos…” v.3

Hoy todo el mundo está interesado en retrasar el envejecimiento,


resulta beneficioso saber que hay un silencio en las personas que hace
que el cuerpo envejezca rápidamente hasta quedar como una uva pasa.
Es el silencio por no confesar el pecado. Incluso se compuso una
canción sobre él hace aproximadamente tres mil años. Se trata del
Salmo 32, en el cual el canta autor, el rey David, en lugar de tratar de
ocultar su pecado, o disimularlo, como se acostumbraba en la realeza,
lo declaró públicamente al ritmo de esta música: “Mientras callé se
envejecieron mis huesos porque me la pasaba lamentándome todo
el día, día y noche, pero decidí cambiar de actitud, me dije a mí
mismo, voy a confesarle a Dios mis faltas, y lo hice, y tú me
perdonaste”.

El verbo hebreo “Nasá” no sólo significa “perdonar” simplemente,


también significa levantar, cargar y alejar. David dice que cuando
confesó su pecado, rompió el silencio que lo estaba consumiendo
emocional y físicamente, entonces Dios mismo tomó ese pecado, lo
cargó y se lo llevó bien lejos. Y allí ni más ni menos se está profetizando
lo que haría Jesús como “el cordero de Dios que quita el pecado del
mundo”, porque en su propio cuerpo el cargó el pecado de toda la
humanidad. Sorprendentemente, Juan el Bautista, quien fue el que
llamó a Jesús el cordero de Dios, usó en griego el equivalente al verbo
“Nasá”, usó “Aíro”, para decir no que Jesús quita el pecado sino que es
el cordero de Dios que levanta el pecado, se lo carga él mismo y se lo
lleva lejos.

Enrique Azuaga, Paraguay

Reflexión: Si confesamos los pecados la vida mejora


14 de abril

LO NATURAL: HOMBRE Y MUJER


Lectura: Romanos 1:18-32
“Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen visibles
desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas hechas, de modo
que no tienen excusa.” v.20

Un joven creyente universitario asistía a una charla sobre la nueva


sexualidad y, en ella la expositora señalaba que la distinción de solo dos
sexos en la humanidad era una enseñanza del pasado tradicional en
que la gente vivía atemorizada por la existencia de un Dios castigador
y vengativo. Ahora, decía ella, se reconocen cinco sexos porque los
seres humanos se han liberado de todos los dogmas religiosos. Nuestro
estudiante educado en la palabra de Dios la Biblia, desde niño, guardó
silencio, quiso hablar, pero no se atrevió y por su mente pasó este
pensamiento: “Esto no es Natural, ni Bíblico por lo tanto, no le voy a dar
lugar en mi mente y corazón”.

La soberbia de las personas de hoy día ha creado filosofías de vida muy


distintas al modelo bíblico que les lleva a negar lo NATURAL de la
anatomía del cuerpo humano. Esta tendencia tiene el propósito de
negar al Creador y por ello pierden el respeto a la Familia y Matrimonio
según Dios los creo. Sin embargo, ninguna teoría científica ha logrado
derribar la verdad eterna de la Palabra de Dios. El Padre Creador hizo
el Universo, creó al hombre y la mujer, bendijo al primer matrimonio
terrenal y formó la primera familia constituida por un padre y una madre.
Dios creó al hombre y la mujer para ser complemento uno del otro,
nunca enemigos. Un hombre, una mujer y luego su descendencia esto
es una familia bien constituida.

Luis Canihuante, Chile

Reflexión: La creación es obra de DIOS TODOPODEROSO


15 de abril

PROPUSO EN SU CORAZÓN
Lectura: Daniel 1:1-16
“Daniel propuso en su corazón no contaminarse…” v.8

Tal vez conoce usted a personas que siempre han vivido en su


comunidad, bajo el cuidado de sus padres, su iglesia y de sus vecinos.
Pero un día se mudaron lejos, y allá, sin el cuidado recibido hasta ese
entonces, llegaron a vivir perdidamente. Se ve que nunca tuvieron
convicciones personales.

Daniel y sus amigos fueron deportados como prisioneros de guerra a


Babilonia. Pero ellos habían aprendido en su patria principios
espirituales que se habían transformado en convicciones propias. No
dependían de lo que otros les dijeran qué tenían que hacer.

Hay una pequeña frase que explica esto: “Daniel propuso en su


corazón no contaminarse…” (v.8). Es decir, él tomó una firme
decisión y estaba dispuesto a que su vida corriera riesgo antes de
desviarse de su decisión. Daniel no quiso comer la comida del rey
porque probablemente habría sido preparada con la carne de animales
que Dios había declarado como impuros y que habían sido sacrificados
a otros ídolos babilonios. Daniel, por más que estaba lejos de los
sacerdotes de su pueblo, no quería comer algo que Dios había
prohibido.

El rey mismo había dado las órdenes de dar de su alimento a los futuros
miembros de su corte. No comer esos alimentos era desobediencia
directa a las órdenes del rey. Pero para Daniel había un ser todavía por
encima del mismísimo rey de Babilonia. Dios había dado órdenes que
no coincidían con las del rey y a ellas él debía su obediencia.

¿Cuál es su reacción ante situaciones que desafían su fidelidad a Dios?

Marvin Dück, Bolivia

Reflexión: Su fidelidad a Dios puede cambiar todo su entorno


16 de abril

PENSAMIENTO Y EMOCIÓN
Lectura: Filipenses 2:5-6
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el
cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a
que aferrarse…” v.5-6

Las palabras de Pablo desde la cárcel son un reto para todo lo que
conocemos sobre pensamiento y emoción. No es posible comprender
su gozo en la dificultad sin una perspectiva divina. Sin un pensamiento
cambiado, no es natural sentir como él siente, porque por poco que
conozcamos del funcionamiento humano, sabemos que pensamiento y
emociones tienden a tener una cierta coherencia.

El pensamiento de Pablo, entonces, había cambiado, y él mismo llama


a tener el mismo “sentir” que hubo en Cristo Jesús, quien no se entregó
guiado por sus emociones a secas, sino por un amor meditado y
profundamente sentido. Él sujetó su voluntad a la del Padre, en la
convicción de que tenía una tarea fundamental que hacer.

Cuando Pablo habla de “sentir” no habla de emociones, sin más. Habla


de una emoción que ha sido reconducida por la convicción de la verdad
transformadora del evangelio y tiene mucho más que ver con el
pensamiento contundente y racional que con nuestras volubles
emociones.

Es importante ceñirnos a las verdades del evangelio y a la visión de Dios


sobre las cosas para poder sentir correcta- mente. No es posible hacerlo
de otra manera, así que no hay incoherencia en Pablo. Hay una sintonía
profunda entre una mente entregada a Cristo y una emocionalidad que
siente gozo ante lo que hace que el reino de Dios crezca, a pesar de
que, para ello, tengamos nosotros que menguar.

Lidia Martín Torralba, España

Reflexión: Señor, ayúdame a ceñir mis emociones a tu verdad


17 de abril

MEJOR SERÁ EL FUTURO


Lectura: Job 11:13-20
“Y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron.”
v.16

Hace un tiempo pasé por una situación emocional muy difícil, cuando
creía haberla superado, venían pensamientos a mi mente que me
debilitaban emocional y espiritualmente, sentía que mi pasado no me
dejaba avanzar, y así estuve por mucho tiempo, dejando que las cosas
pasadas amargaran mi presente, y sintiéndome atada a la tristeza; oré al
Señor y le pedí un nuevo corazón, pero sobre todo un nuevo comienzo, y
fue cuando llegó esta Palabra a mi vida “aguas que pasaron”.

Muchas veces el pasado consume nuestra vida, lo sentimos como un


dedo acusador que nos persigue diariamente; queremos olvidarlo y
continuar pero otra vez viene la culpa a nuestra vida.

¡Hoy es el día de levantarse! Así como lo dice en Job, disponga su


corazón, extienda sus manos a Dios, apártese del pecado, mantenga su
frente en alto y TODO aquello que lo oprimía, como la culpa, el rencor, la
falta de perdón, las recordará como a aguas que pasaron. No permita que
el pasado le acuse, porque Dios ya no ve su pasado, él solamente ve su
presente y quiere bendecir su futuro. No permita que la oscuridad le
rodee, porque la Biblia dice que su vida resplandecerá, usted va a vivir
tranquilo, descansará en completa paz, y el pasado no volverá a tocar la
puerta de su corazón porque ya es como agua que pasó. “Y sabemos que
a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…” Prepárese
para lo que Dios traerá a su vida.

Andrea Cárdenas, Colombia

Reflexión: Olvide su pasado, disfrute su presente y prepárese


para lo que viene en el futuro
18 de abril

SUFICIENTE
Lectura: Isaías 41:9-10
“Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la
misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil
generaciones…” v.9
Cuando empecé a asistir a una iglesia cristiana, mi relación con Dios se
fortaleció. Comencé a notar cosas que nunca antes había percibido. Me
sentía como Pablo cuando se le cayeron escamas de los ojos (Hechos
9:18). El Señor empezó a revelarme situaciones por las que yo había
pasado, de las cuales pude haber salido muy perjudicada y sentí que el
Señor me decía: “Recuerdas tal hecho, Yo estuve ahí contigo”;
“Recuerdas tal otro, Yo estuve ahí contigo también”.

Recuerdo que de muy niña cuando teníamos que llevar a mi hermana al


aeropuerto cada vez que viajaba por trabajo, me fascinaba pararme al
lado de los extranjeros y escucharlos hablar. No entendía sus palabras,
pero ahí estaba yo embelesada, flotando en un mar de desconocidas
lenguas. ¡Cómo será de grande el Dios al que amo! Sin yo siquiera
imaginarlo, ya de adulta, me sacó de mi país y me llevó a otro donde se
congrega gente de todo el mundo, donde la variedad de idiomas y culturas
es el común de todos los días. El Señor en Su infinita bondad, en Su
confiable sabiduría y cuyos propósitos van más allá de nuestro
entendimiento y comprensión, decidió traerme aquí.

Hemos padecido, lo que hemos padecido; hemos obtenido, lo que nunca


pensaríamos obtener; nos dio lo que probable- mente alguna vez pedimos
sin ninguna esperanza. Sufrimos pérdidas que no íbamos a recuperar
hasta que Él decida juntarnos de nuevo, pero... SUFICIENTE TENGO YO
CON LO QUE MI DIOS ME DA.

Nery De Las Casas Berreteaga, Estados Unidos

Reflexión: “Mi Dios pues suplirá todo lo que os falta conforme a


sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” Fil. 4:19

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