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Marcos 1:1-8
Forma Histórica
Formas (Narrativa)
- Pregunte:
¿Por qué? - (Razón) Juan tenía una tarea, prepárale el camino de Jesús.
- Póngase en el lugar
de cada persona que
aparece en la historia
1. ¿Qué es lo que el autor quiere decir que lo hace escribir de esta manera?
a. Ve: A un pueblo sumergido en sus pecados.
b. Siente: Deseo que el pueblo se arrepintiera de sus pecados.
c. Piensa: Que ese pueblo pecador necesitaba conocer la vida de Juan como
mensajero para que los animara, para que les diera fuerzas, para que los
empujara a convertirse y cambiar su mentalidad vieja por la nueva esperando
al Señor poderoso que venía después de él.
INTERPRETACIÓN
2. ¿Por qué escribió esto?
Porque quería dar a conocer que primero vino uno a preparar el camino para que
luego Jesús bautizara en Espíritu y que estas personas podían tener una gran
oportunidad de arrepentirse de su manera de vivir y quería que estas personas
supieran que había una esperanza de vida eterna.
Hay algunas herramientas que con buenas para las formas instructivas y de exhortación.
Las herramientas de aplicación son las mismas para las tres formas:
3. Entonces ¿qué?
a. ¿Qué pienso hacer acerca de eso?
Examinarme, pensar en cuales son esos aspectos negativos que
debo cambiar.
b. ¿Qué diferencia hará esto en mi vida?
Ser cada día una mejor persona, ser una verdadera cristiana, vivir
plenamente para cristo y no avergonzarme al estar en la presencia
del señor.
OBSERVACIÓN:
Marcos, comienza expresando una cita en Isaías, dando a conocer que ya ésta era una palabra profética, que vendría un
mensajero. Juan era éste mensajero, quien tenía una gran responsabilidad, dar a conocer a Jesús. Juan bautizaba en agua
para que las personas se arrepintieran y sus pecados fueran perdonados, preparando el camino para que Jesús bautizara con
el Espíritu Santo.
INTERPRETACIÓN:
Juan era una persona comprometida con su misión, tenía una tarea específica, dar el mensaje que Jesús vendría pronto y
prepararle el camino. Juan iba al desierto para hablarle a las personas sobre el que vendría y para bautizar en agua
(arrepentimiento y perdón de pecados), el desierto es un sitio seco, solo, donde hay desesperanza, por eso se usa como
una metáfora de una vida seca y vacía. Por lo cual, Juan, en ese desierto llevo a la transformación de las personas que
bautizaba y la esperanza de una vida nueva esperando al poderoso que venía después de él. Desde allí, podemos
reconocer que para que el Espíritu Santo pueda estar en nosotros, primero es el arrepentimiento, luego el perdón de
pecados.
APLICACIÓN:
Si, bien es cierto que ya hemos confesado a Jesús como nuestro Salvador y ya hemos sido bautizados con el Espíritu Santo,
al vivir en este plano terrenal, nos enfrentamos a diversas tentaciones y viviendo en una sociedad maliciosa, a veces nuestra
conducta no es la más acorde con la conducta de Jesús, que es nuestro guía a seguir. Por ejemplo, despojarnos de nuestra
vieja personalidad es una lucha, pero con la fuerza del Señor, debemos cada día esforzarnos para renunciar a todas aquellas
cosas que aún queda en nosotros. Por lo cual, debemos continuar cada día en la oración y comunión con el señor, estudiar su
palabra y examinarnos cada día para identificar los aspectos de nuestra vida que son necesarios corregir para tener una vida
santa.