Está en la página 1de 7

BIOMECÁNICA DEL MOVIMIENTO

Las posibilidades para mejorar nuestra condición física que nos ofrece a las
personas comprender los conceptos de la biomecánica están infravaloradas.
Cuanto mejor comprendamos cómo se mueve el cuerpo y las funciones que
desempeñan las articulaciones, los huesos y los ligamentos a la hora de
realizar determinadas acciones, más sencillo será mejorar la ejecución de los
movimientos necesarios para la práctica de danza o deporte.

Las personas que adoptan una biomecánica adecuada son capaces de explotar
su potencial al máximo nivel ayudando además a minimizar el riesgo de
lesiones, tanto en el caso de los bailarines como en cualquier persona que
incorpore el ejercicio en su vida cotidiana con el fin de mejorar su condición
física y su bienestar.

Además, desmitificar el lenguaje utilizado por los profesionales del fitness


ayuda a su comprensión por parte de los usuarios. No es extraño que los
instructores de fitness y entrenadores den por supuesto que lo que ellos
consideran términos cotidianos del fitness se entienda perfectamente por
parte de los usuarios, a quienes en realidad estos términos les resultan
confusos.

Se denomina biomecánica al análisis de la mecánica del movimiento del


cuerpo humano. Se trata de la ciencia que explica cómo y por qué el cuerpo
humano se mueve de la forma que lo hace. Esto incluye la interacción existente
entre la persona que ejecuta el movimiento y el equipamiento o el entorno.

Dentro de la biomecánica, encontramos los conceptos de cinética (estudio de


las fuerzas que actúan sobre el cuerpo) y cinemática (estudio de los
movimientos del cuerpo). Cinco importantes componentes de la biomecánica
son el movimiento, la fuerza, el momento, las palancas y el equilibrio:

Movimiento hace referencia al desplazamiento del cuerpo o de un objeto a


través del espacio. La velocidad y la aceleración son componentes importantes
del movimiento.

Fuerza hace referencia al empuje o la tracción que provocan que una persona


o un objeto aceleren, reduzcan la velocidad, se detengan o cambien de
dirección.

Momento hace referencia al resultado de una masa y de su velocidad en su


desplazamiento.

Palancas: nuestros brazos y piernas funcionan a modo de palancas; una


palanca está formada por tres componentes: el brazo de resistencia, el punto
de apoyo y el eje de rotación.
Equilibrio hace referencia a la estabilidad. Un principio importante del
equilibrio es la alineación del centro de gravedad del cuerpo sobre la base de
apoyo. Tener un buen equilibrio es importante para la práctica de muchos
deportes y ejercicios. 

En biomecánica, se considera que cualquier movimiento parte de una posición


anatómica. Una posición anatómica es aquella en la que una persona está
situada de pie, con la vista hacia delante, los brazos a los laterales del cuerpo
con las palmas hacia el frente, con los pies ligeramente separados en la zona
de los talones y los dedos de los pies señalando hacia delante. Existen tres
planos anatómicos o cardinales en la posición anatómica, según se describe a
continuación.
El plano sagital o mediano divide el cuerpo en dos lados (derecho e
izquierdo), con algunas excepciones: los movimientos de flexión (reducción del
ángulo de una articulación o doblar la articulación) y de extensión (aumentar el
ángulo de la articulación o extender la articulación) se producen en el plano
sagital.
La segunda división del cuerpo se realiza a través del plano frontal o coronal,
que distingue la parte delantera y la parte trasera del cuerpo. Una vez más, hay
algunas excepciones: los movimientos de abducción (separar una extremidad
de la línea central del cuerpo) y de aducción (acercar una extremidad a la línea
central del cuerpo) se producen en el plano frontal.
Por último, el plano transversal u horizontal divide el cuerpo en una parte
superior y una parte inferior. Los movimientos de rotación se producen en el
plano transversal. Los patrones diagonales de movimiento se producen
cuando los componentes de estos tres planos cardinales de movimiento se
combinan al mismo tiempo. 

Los ejes del cuerpo son líneas rectas que atraviesan el cuerpo a modo de


flechas, perpendiculares recíprocamente. Mientras que los planos cardinales
se utilizan para describir las zonas espaciales en las que se mueve el cuerpo,
los ejes describen los principales puntos pivotantes o de rotación del
movimiento del cuerpo. Los tres ejes principales son los siguientes: 

Transversal, que va de la izquierda a la derecha en la zona de la cintura.

Longitudinal, que atraviesa directamente el centro del cuerpo desde la cabeza


hasta los pies.

Medial, que une diagonalmente las caderas y los hombros.

Los siguientes términos se utilizan para describir movimientos específicos del


cuerpo que se producen en los planos cardinales y a lo largo de los ejes.
Algunos de ellos se han incluido en el lenguaje cotidiano, por lo que conviene
familiarizarse con ellos, ya que se utilizan frecuentemente en las instrucciones
de los ejercicios:
Dorsiflexión: reducción del ángulo de la articulación del tobillo

Plantarflexión: aumento del ángulo de la articulación del tobillo

Elevación: mover una parte del cuerpo en dirección ascendente (hacia la


cabeza)

Depresión: mover una parte del cuerpo en dirección descendente (alejándola


de la cabeza)

Eversión: girar el tobillo de forma que la planta del pie apunte al lado contrario
de donde está ubicado el otro pie

Inversión: girar el tobillo de forma que la planta del pie apunte hacia el otro
pie

Rotación lateral: girar una extremidad alejándola de la línea central/medial


del cuerpo

Rotación medial: girar una extremidad hacia la línea central/medial del


cuerpo

Pronación: girar el antebrazo de forma que la palma de la mano mire hacia


abajo si el antebrazo está flexionado

Supinación: girar el antebrazo de forma que la palma de la mano mire hacia


arriba si el antebrazo está flexionado

Retracción: movimiento posterior (hacia la parte trasera del cuerpo) del brazo
a la altura del hombro

Protracción: movimiento anterior (hacia la parte delantera del cuerpo) del


brazo a la altura del hombro

Flexión lateral: doblar la columna vertebral hacia un lateral, alejándola de la


línea central/medial del cuerpo

Otro concepto importante que se debe interiorizar para comprender cómo se


mueve el cuerpo es el de "articulación", cuando hace referencia al movimiento
de dos o más huesos en una articulación. Existen dos tipos de articulaciones en
el organismo, pero las que proporcionan una mayor amplitud movimiento y
que por tanto son fundamentales a la hora de entender cómo se mueve el
cuerpo son las articulaciones sinoviales.

Las articulaciones sinoviales son las partes del cuerpo en las que el hueso se
separa a través de un líquido lubricante y de cartílago. Las articulaciones se
caracterizan por su amplitud de movimiento relativamente grande. Las nueve
características básicas de las articulaciones sinoviales son las siguientes:

1. Cartílago articular
2. Ligamentos
3. Tendones
4. Músculos
5. Membrana sinovial
6. Líquido sinovial
7. Huesos
8. Cápsula fibrosa
9. Cavidad articular 

Existen seis tipos de articulaciones sinoviales en el organismo:

Articulación a rótula: es la madre de todas las articulaciones. Tienen forma


de bola y receptáculo y esta estructura permite el movimiento en todos los
ejes: flexión, extensión, abducción, aducción, rotación y circunducción
(combinación del resto de movimientos en un movimiento circular). Hay dos
articulaciones a rótula en el cuerpo humano: en la cadena y en el hombro. La
del hombro tiene un receptáculo más profundo, que le ofrece estabilidad, pero
limita la amplitud de movimiento. La articulación del hombro es menos
profunda, por lo que su amplitud de movimiento es superior pero su
estabilidad es más reducida, y por eso son tan habituales las dislocaciones de
hombro.

Articulación plana o deslizante: se trata de dos superficies planas colocadas


una sobre la otra. Estas dos superficies permiten realizar movimientos de
deslizamiento o de rotación. Tenemos articulaciones de este tipo en los pies y
en las manos.

Articulación en bisagra: es un tipo de articulación muy simple que permite el


movimiento en un solo eje, ya que su estructura impide la rotación. Las
articulaciones en bisagra permiten movimientos de flexión y extensión, y un
ejemplo de ellas es la del codo.

Articulación en pivote: este tipo de articulación permite la rotación en un eje:


el eje longitudinal. La articulación pivotante que conecta el radio con el codo
permite movimiento de rotación del antebrazo (pronación y supinación).

Articulación elipsoidal: muy similar a la articulación a rótula, aunque sus


ligamentos y su forma ovalada impiden la rotación en todos los ejes. Aun así,
permite movimientos de rotación en dos ejes, como la flexión, la extensión, la
abducción, la aducción y la circunducción, como en el caso de la muñeca.

Articulación selar: es similar a la articulación elipsoidal, pero su rotación está


limitada por la estructura/forma de los huesos. Uno de los huesos que forma la
articulación tiene forma de silla de montar, donde se aloja el otro hueso como
si se tratase de un jinete. El hueso situado sobre la silla de montar es capaz de
realizar movimientos de flexión, extensión, abducción, aducción y
circunducción, así como una rotación muy ligera. Un ejemplo es la articulación
del pulgar. 

El otro tipo de articulación que permite realizar movimientos es el de las


articulaciones cartilaginosas. En este caso, las articulaciones se conectan a
través de cartílago hialino o fibrocartílago. Estas articulaciones tienen una
amplitud de movimiento limitada y se encuentran, por ejemplo, en las costillas
y en la columna.

El equilibrio clásico en el caso de las articulaciones es el de la reducción de la


estabilidad a cambio de una mayor flexibilidad. Si esto se produce como
resultado de un intento de aumentar la flexibilidad para mejorar el
rendimiento deportivo (estiramientos, yoga), se puede compensar en cierta
medida fortaleciendo los músculos que rodean las articulaciones.

La ciencia de la biomecánica desempeña un papel fundamental en la mejora


del rendimiento tanto de las personas como del equipamiento deportivo.
Aunque nos llevaría años convertirnos en expertos en biomecánica, entender
los principios básicos puede ayudar a quienes se ejercitan y a los
deportistas/bailarines a gestionar sus cuerpos de forma eficaz.

DANZA Y BIOMECÁNICA
La danza tiene la necesidad y el objetivo de exteriorizar nuestro mundo interior
a través del cuerpo. La danza va creando un ritual a partir de un lenguaje
propio basado en los movimientos, los cuales son estudiados por
la biomecánica. Esta ciencia multidisciplinaria estudia las fuerzas internas y
externas involucradas en el sistema biológicos, en el caso de la danza se
analizan las diferentes modificaciones del cuerpo (fuerzas) durante el
movimiento y sus posturas.

Durante la danza el organismo se coordina para lograr la agilidad requerida: el


sistema nervioso y muscular, en la circulación y respiración y
metabólicas necesitan alcanzar el equilibrio que permita la realización óptima
de los ejercicios.

Los músculos se clasifican en músculo protagonista, aquel que realiza la


acción, músculo antagonista, den forma contraria se relaja complicando el
movimiento y finalmente el sinérgico, el cual colabora para la realización de los
movimientos.

Las contracciones o movimientos de los músculos varían y por tanto el tipo de


movilidad en la danza. Las contracciones más comunes son las contracciones
isotónicas, donde el músculo se acorta cuando se produce la tensión. De éstas
existen 2 tipos: la contracción concéntrica ocurre cuando un músculo desarrolla
una tensión suficiente para superar una resistencia, de forma tal que este se
acorta y moviliza una parte del cuerpo venciendo dicha resistencia y la
contracción excéntrica cuando el músculo desarrolla tensión extendiendo su
longitud.

Por otro lado, se encuentran las contracciones isométricas, donde el


músculo no varía su longitud cuando se produce la tensión. Este tipo de
contracciones en la danza pueden ser problemáticas, debido a que dificultan
la buena circulación sanguínea porque la tensión que se produce en el
interior del músculo oprime los capilares dificultando la irritación sanguínea.

De igual forma las palancas son fundamentales durante la danza, siendo


nuestras articulaciones las responsables de esto. Una palanca es un segmento
rígido y móvil que posee un punto de apoyo, que sirve para transmitir el
movimiento, por lo tanto, los movimientos del cuerpo humano son una
consecuencia de la combinación de palancas del mismo o de distinto género.
Un ejemplo de palanca en danza sería pararse en media punta, siendo el punto
de apoyo el metatarso.

También cabe señalar la importancia del sistema esquelético, un ejemplo de


esto es la estabilidad del tronco, aquella capacidad de las estructuras
osteoarticulares en conjunto con las musculares para tener control muscular,
mantener retomar y dar trayectoria al tronco cuando es sometido a estas
fuerzas físicas.

En definitiva, la danza requiere de gran control músculo esquelético, de ahí


la importancia en el desarrollo de técnicas adecuadas para lograr coordinación,
posturas adecuadas y cambios de movimiento que den esa chispa
característica de estética en movimiento. 

Referencias:

Estebañez Rodriguez (s.f).Biomecánica. Bibliodanza. Recuperado de


http://www.ciudaddeladanza.com/bibliodanza/anatomia-aplicada-a-
la/biomecanica.html

Pamblanco Valero, M.A. (2015). Análisis biomecánico de la danza. Universidad


Miguel Hernández de Elche. Recuperado
de http://dspace.umh.es/bitstream/11000/2482/1/TD%20Pamblanco%20Valero
%2C%20M%C2%AA%20Angeles.pdf

Guede, D., & González, P., & Caeiro, J. (2013). Biomecánica y hueso (I):
Conceptos básicos y ensayos mecánicos clásicos. Revista de Osteoporosis y
Metabolismo Mineral, 5 (1), 43-50.

Ivelic K., R. (2008). El lenguaje de la danza. Aisthesis, (43), 27-33.

Editado por:

Lic. Lilian Caycho Carvallo


Asignatura: Neurobiomecánica del movimiento

Escuela Nacional Superior de Folklore José María


Arguedas

Lima, 2021

También podría gustarte