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La Responsabilidad Internacional del Estado

 Justificación
Determinar el grado de compromiso que el Estado tiene en razón de hechos ocurridos
internacionalmente, de tal manera que ,a este se le confiere un Responsabilidad por
actos realizados por sujetos estatales. Esta investigación tiene por objeto esclarecer y
determinar cuál es el grado de responsabilidad que tiene el Estado ante hechos
ocurridos internacionalmente. El Estado deber ser responsable nacional e
internacionalmente; en el ámbito internacional existen organismo que se encuentran
encargados de determinar y sancionar que actos son reprochables y sancionables por
parte de un Estado, en esta investigación se buscará guiar y desarrollar los
mecanismos que utilizan estás instituciones para sancionar de alguna manera a un
Estado cuando su actuar es contrario a la ley.

 Marco Teórico: Antecedentes:


Al igual que la mayoría de leyes, las normas internacionales son rara vez ejecutadas
coercitivamente, pero son usualmente obedecidas.
Harold Koh
La responsabilidad del Estado tuvo lugar por primera vez en la segunda mitad del siglo
XIX como principio de solución legal para la solución de conflictos de carácter
pecuniario entre Estados que no tenían lugar dentro del derecho, represalias,
intervención armada o alguna protección diplomática. El concepto de responsabilidad
de los Estados se fundamenta en que este se encuentra formando parte de la
comunidad internacional, la comunidad jurídica y cuenta con derechos y obligaciones
recíprocas. Sin embargo, el concepto de soberanía e independencia de los estados es
actualmente un impedimento para la responsabilidad internacional y su efectividad sin
necesidad del uso de medidas coercitivas y la protección diplomática.
El primer texto donde se contempló la responsabilidad de los Estados fue en el tratado
por la Primera Conferencia de Codificación de la Sociedad de las Naciones, en la
Haya en 1930. Refiriéndose a que los Estados son responsables de los daños
causados en su territorio a la persona o bienes de los extranjeros. Sin embargo, este
fue considerado un fracaso, debido a que al final solo se llegó a un acuerdo respecto
del primer tópico el cual era “Nacionalidad”, siendo que los otros dos tópicos
“Responsabilidad del Estado” y “Aguas Territoriales” no lograron llegar a un acuerdo.
Actualmente este tema se encuentra regulado por la resolución de la Asamblea
General 56/83 Responsabilidad de los Estados. Las reglas dentro de esta resolución
se encargan de regular desde, que es considerado un hecho internacionalmente ilícito,
cuando se le puede atribuir a un Estado por estos, en qué casos se excluye la ilicitud
de estos, etcétera.
En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció la Comisión de
Derecho Internacional (CDI) y la responsabilidad del Estado fue elegido como uno de
los primeros 14 temas a ser tratados por el nuevo órgano.
El tema de la responsabilidad de los Estados, se trata de una materia regulada
fundamentalmente por el Derecho consuetudinario. Este tema surge a partir de 1953,
donde la Asamblea General de las Naciones Unidas encomienda a la Comisión de
Derechos Internacionales la tarea de codificar las reglas concernientes a la
responsabilidad internacional.
Nueva York, 31 de marzo de 1953, Los Estados Contratantes:
Deseosos de hacer efectivo el derecho de sus pueblos a estar plena y fielmente
informados, Deseosos de mejorar la mutua comprensión entre sus pueblos mediante
la libre circulación de informaciones y opiniones, Deseosos de proteger así a la
humanidad contra el flagelo de la guerra, de impedir la repetición de toda agresión,
cualquiera que sea su procedencia, y de combatir toda propaganda encaminada a
provocar o estimular cualquier amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de
agresión, o que pueda producir tales efectos, Considerando el peligro que para el
mantenimiento de relaciones amistosas entre los pueblos y para la conservación de la
paz entraña la publicación de informaciones inexactas, Considerando que la Asamblea
General de las Naciones Unidas recomendó, en su segundo período ordinario de
sesiones, la adopción de medidas destinadas a combatir la difusión de informaciones
falsas o tergiversadas, que puedan ser perjudiciales para las relaciones amistosas
entre los Estados…
El derecho internacional tiene como objetivo que se materialicen las conductas de los
Estados, por lo tanto, hay normas que regulan el comportamiento de estos. Este tipo
de normas son llamadas primarias, ya que definen el contenido de las obligaciones
internacionales, que en caso de ser violadas se estaría cometiendo un hecho ilícito,
que da lugar a la responsabilidad internacional del Estado y por lo que se necesita que
se apliquen las normas secundarias, las cuales son las condiciones generales que
deben de cumplirse para que un Estado sea responsable de un hecho ilícito y las
consecuencias que tendría el hecho que se cometió. Se les puede atribuir la
responsabilidad de un hecho ilícito internacional son los representantes y órganos del
Estado, las personas que extralimitan en la competencia o que desobedecen las
instrucciones del Estado, las personas que cumplan con un cargo superior o
subordinado del Estado, entidades públicas territoriales, particulares que actúen en
ausencia de autoridades estatales los que cumplan con sus actividades al interior o al
exterior del Estado, personas que actúan bajo un movimiento de insurrección y cuando
el Estado le ordena a particulares que cometan un hecho ilícito.
El primer Relator Especial sobre el tema, F. V. García Amador (Cuba), comenzó su
labor en 1956, presentando seis informes entre ese año y 1961, centrándose en la
labor de la CDI sobre la responsabilidad del Estado por daños causados a la persona
o bienes de los extranjeros, mientras abordaba también los aspectos generales de la
responsabilidad.
Para 1962, la idea de que la Comisión debía centrar sus esfuerzos en “la definición de
las normas generales de la responsabilidad internacional del Estado” (R. Ago.) había
ganado apoyo. El Profesor Ago. (Italia), en su calidad de segundo Relator Especial
sobre el tema, presentó, entre 1969 y 1980, ocho informes, además de un sustancial
documento adicional. Durante ese período, la CDI aprobó 35 artículos, que constituyen
la base de los artículos relativos al origen y las características fundamentales de la
responsabilidad del Estado (es decir, la primera parte de los Artículos actuales sobre la
responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos, en adelante “los
Artículos”).
Entre 1980 y 1986, el tercer Relator Especial, W. Riphagen (Países Bajos), presentó
siete informes, y su principal contribución al desarrollo de los debates fue lograr la
aprobación provisional por la CDI de una elaborada definición de “Estado lesionado”.
W. Riphagen fue sucedido por G. Arangio Ruiz (Italia), y cuando este concluyó su
labor en la Comisión (que llevó a cabo entre 1988 y 1996) que se plasmó en la
presentación de ocho informes, la CDI aprobó un primer texto integral del proyecto de
artículos, con comentarios. La principal contribución de Arangio Ruiz fueron los
artículos sobre reparación, contramedidas, consecuencias del “crimen internacional” y
solución de controversias.
En 1997, la CDI nombró a J. Crawford (Australia) Relator Especial y entre 1998 y 2001
realizó una segunda lectura del proyecto de artículos. Entre 1998 y 2000, la CDI
examinó la totalidad del texto y aprobó un nuevo proyecto de artículos que fue
presentado a los gobiernos para que formularan comentarios. En el 53° período de
sesiones de 2001, tras examinarse ese texto, se aprobó la versión definitiva,
consistente en 59 artículos. También se elaboró un comentario a ese proyecto de
artículos.
La Asamblea General, mediante su resolución 56/83, de 12 de diciembre de 2001,
tomó nota de los Artículos, cuyo texto figura en el anexo de esa resolución, y los
señaló a la atención de los gobiernos, sin perjuicio de la cuestión de su futura
aprobación como texto de un tratado o de otro tipo de medida, según correspondiera.
La Asamblea General señaló nuevamente los Artículos a la atención de los gobiernos
en su resolución 59/35, de 2 de diciembre de 2004, y pidió también al Secretario
General que preparara una compilación inicial de las decisiones de cortes y tribunales
internacionales y otros órganos refiriéndose a los artículos. En su resolución 62/61, de
6 de diciembre de 2007, la Asamblea General observó con reconocimiento dicha
compilación, señaló nuevamente los Artículos a la atención de los gobiernos y decidió
seguir examinando la cuestión de una convención sobre la responsabilidad de los
Estados por hechos internacionalmente ilícitos o la adopción de otro tipo de medida
sobre la base de los artículos.
La Asamblea General adoptó una posición similar en su resolución 65/19, de 6 de
diciembre de 2010. Si bien algunas delegaciones han insistido en que una conferencia
diplomática examine los Artículos, otras han preferido que sigan siendo un texto de la
CDI aprobado ad referéndum por la Asamblea General. En realidad, los Artículos han
sido aprobados y aplicados muy ampliamente en la práctica, incluso por la Corte
Internacional de Justicia.

 Bases Teóricas:
El cumplimiento voluntario por parte de los Estados de las normas del derecho
internacional ha sido un fenómeno complejo y difícil de explicar. En términos
generales, las normas internacionales son obedecidas voluntariamente y de manera
constante por los actores del derecho internacional. Podría argumentarse que esto
obedece a la posibilidad de incurrir en sanciones y a la implementación de
mecanismos judiciales, arbitrales y de control cuyo objetivo es garantizar la eficacia de
las normas. Sin embargo, la mayoría de mecanismos usualmente no cuentan con
procesos coercitivos que impongan al Estado su cumplimiento, ni explican el
cumplimiento voluntario en sistemas carentes de entidades adjudicadoras de disputas.
En gran parte, el derecho internacional se fundamenta en el cumplimiento voluntario.
Algunas escuelas de pensamiento sostienen que el cumplimiento de las normas
internacionales se sustenta en la percepción de legitimidad del ordenamiento y
obedece a consideraciones elementales de justicia.
Por otro lado, el profesor Henkin sostuvo que el cumplimiento voluntario es el producto
de un cálculo utilitarista en donde se sopesan las ventajas del cumplimiento en
relación a las desventajas del incumplimiento. Otros sostienen que esto responde a
una estructura organizacional internacional en donde los Estados no desean ser
percibidos como extraños a los modelos que se basan en el cumplimiento de
obligaciones internacionales.
Más recientemente, las teorías que apoyan al Proceso Legal Transnacional
argumentan que el cumplimiento del derecho internacional obedece a una suma de
factores interactivos que vinculan a elementos internos y externos del Estado en
relación a su propia comunidad nacional con la comunidad internacional. Es posible
considerar también una mezcla de estos factores. La escuela de New Haven,
representada por los profesores Myres McDougal y W. Michael Reisman, ve al
derecho internacional no como un medio, sino como un proceso de decisiones
autoritativas cuyo objetivo es contribuir al orden público mundial y la dignidad humana,
de ahí que se enfoque no en las normas sino en la toma de decisiones. No obstante, la
teoría que se apoye, podemos concluir que en términos generales los Estados
usualmente cumplen o aspiran cumplir con sus obligaciones internacionales y que esto
es deseable.
Para que exista un incumplimiento internacional debe existir una conducta que sea
atribuible al Estado y que constituya una violación de una obligación internacional. A
esto cabe señalar que también puede generarse responsabilidad internacional del
Estado por hechos cometidos entre particulares, por ejemplo, cuando sus agentes
tenían conocimiento de la situación y no tomaron medidas razonables para evitarla o
cuando faltaron a su obligación de sancionarla.
La caracterización de legalidad de la actividad atribuible al Estado debe realizarse
también conforme al derecho internacional, de ahí que no es posible argumentar que
la conducta era legalmente permisible bajo el ordenamiento nacional para justificar su
incumplimiento.
La responsabilidad estatal es además independiente de la responsabilidad individual
en que pueden incurrir sus agentes u otras personas cuya conducta pueda ser
atribuida al Estado. Si bien históricamente esta distinción no siempre ha estado
claramente delimitada, con el surgimiento de los Tribunales Penales Internacionales se
ha reiterado la separación e independencia entre responsabilidad estatal e individual.
Pero esta diferenciación es aún novedosa en el derecho internacional y puede generar
confusión. Hoy en día es un principio reconocido del derecho internacional que los
individuos son también penalmente responsables por violaciones al derecho
internacional, independientemente la regulación nacional interna. Sin embargo, antes
del Tribunal de Núremberg era generalmente aceptado que sólo a los Estados se les
podía sancionar por violaciones al orden internacional. Al efecto, el Tribunal de
Núremberg señaló que "los crímenes contra el derecho internacional son cometidos
por hombres, no por entidades abstractas, y sólo castigando a los individuos que
cometan esos crímenes pueden las provisiones del derecho internacional hacerse
valer". Así se ha venido desarrollando un régimen de responsabilidad estatal e
individual conjunta.
Este trabajo hacer notar que la responsabilidad individual y del Estado coexisten y no
son mutuamente excluyentes. En estos casos la responsabilidad estatal no exime al
individuo de su responsabilidad individual y tampoco la responsabilidad individual debe
eximir al Estado de su propia responsabilidad internacional. El nuevo enfoque en la
responsabilidad del individuo es un avance bienvenido producto del establecimiento de
los tribunales ad hoc y de una nueva orientación sobre el papel de los individuos en el
derecho internacional. Sin embargo, esto no debe de desviar el enfoque de la
comunidad internacional hacia el desarrollo progresivo y codificación de la
responsabilidad estatal cuyos avances más representativos provienen de la Comisión
de Derecho Internacional.
En cuanto a la regulación internacional de la responsabilidad por actos no prohibidos
por el Derecho Internacional, la Comisión de Derecho Internacional le consagró sus
mejores esfuerzos. A criterio de algunos de sus miembros, el tema aún no estaba listo
para codificación, por lo que la labor más bien sería en el terreno del desarrollo
progresivo del derecho internacional. Sin embargo, los avances en su estudio pusieron
de manifiesto que, en algunos subtemas, como el de la prevención y la diligencia
debida, no sólo existía sólida jurisprudencia y doctrina, sino que los Estados estaban
familiarizados con su desarrollo y sus alcances. Asimismo, algunos precedentes, entre
los que pueden citarse el Arbitraje del Trail Smelter entre Canadá y los Estados Unidos
de América, el Caso del Canal de Corfú entre el Reino Unido y Albania, y el Arbitraje
del Lago Lanoux entre Francia y España ofrecían base suficiente para intentar
codificar la normativa básica de la responsabilidad por actos no prohibidos por el
derecho internacional, así como por daños transfronterizos.
Consecuencias de la responsabilidad internacional:
Por mucho tiempo se debatió si el régimen legal de las consecuencias de los hechos
ilícitos se hacía extensivo a las consecuencias de los actos no prohibidos por el
derecho internacional. Además, se debatió si las consecuencias internacionales de los
crímenes internacionales serían para los Estados las mismas que las de los delitos.
Esta postura se sostenía en el argumento de que el régimen legal de la
responsabilidad internacional de los Estados tradicionalmente se había considerado
unitario, por lo que las consecuencias de esos hechos debían ser en todos los casos
las mismas. Unidad versus Pluralidad de regímenes fueron, pues, las variantes que en
doctrina y en la Comisión de Derecho Internacional se debatieron, y en cierta medida
aún se debaten en el Derecho Internacional.
En el contexto de los conflictos armados, el derecho humanitario cuenta con algunas
reglas que hacen responsable a actores no estatales de violaciones a dicho corpus en
conflictos internos. Así, los beligerantes en una guerra de liberación nacional, deben
responder por todas las obligaciones exigibles en un conflicto armado internacional.
Por su parte, los insurgentes o separatistas deben respetar el derecho humanitario
aplicable, y pueden llegar a ser responsables de violaciones a derechos humanos, en
caso que logren derrocar al gobierno o crear su propio Estado, respectivamente.
En general, se puede sostener que cualquier entidad territorial no estatal que ostente
control territorial o cumpla con algunas funciones gubernamentales, debería responder
por las violaciones a derechos humanos que cometa.

 Variables o Conceptos Claves:


De acuerdo con algunos doctrinantes, los elementos constitutivos de la
responsabilidad internacional son: La ilicitud, que consiste en la acción u omisión que
viole una obligación establecida por una norma de derecho internacional vigente entre
el Estado infractor y el Estado lesionado; La atribución, que se refiere a que el hecho
ilícito debe ser atribuible al Estado; y El daño, el cual debe haberse producido un
perjuicio o un daño como consecuencia del hecho ilícito.
En un sentido particular se obtiene al Estado como un sujeto específico del derecho
internacional público y es responsable cuando cae en el supuesto de la violación de
una obligación ya sea por una acción u omisión de una norma convencional o
consuetudinaria que le obliga, es decir causa una lesión a otro estado y a su derecho.
Dicha responsabilidad se encuentra establecida por tratados o convenciones,
principios y reglas de la costumbre internacional.
La comunidad internacional esta expresión está referida al conjunto de sujetos
de Derecho Internacional Público que se encuentran unidos debido un hecho,
compartir un espacio físico, por lo que, esta se encuentra regulada por
las normas y tratados internacionales, es decir, los sujetos pasivos del Derecho
internacional; la cual, se establece entre Estados soberanos, independientes y
jurídicamente iguales, es decir, aquellos que no están sometidos a un poder político
superior.
Para explicar la responsabilidad estatal bajo el derecho internacional es necesario
primero hacer referencia a los tipos de responsabilidad en los que puede incurrir el
Estado. El derecho internacional contemporáneo permite distinguir entre la
responsabilidad internacional generada por hechos ilícitos atribuibles a los Estados y
la responsabilidad que, sin que exista un hecho ilícito, surge de la realización de
actividades que no están prohibidas cuando producen daños a terceros. De ahí que,
de conformidad con el derecho internacional, los Estados puedan incurrir en
responsabilidad internacional también cuando sus actos lícitos producen daños
transfronterizos a otros Estados o a sus habitantes.
El Individuo no es sujeto normal de las relaciones regidas por el orden jurídico
internacional, aunque excepcionalmente pueda serlo en la medida en que algunas de
las reglas del Derecho internacional le atribuyan derechos y obligaciones de carácter
internacional. Salvo supuestos excepcionales, sólo a través del Estado pueden las
reglas del Derecho internacional llegar a afectar al individuo.
En 1991 la Comisión de Derecho Internacional de la ONU aprobó en primera lectura el
proyecto de Código internacional de delitos contra la paz y la seguridad de la
humanidad, que figura dividido en dos partes:
La parte primera dedicada a la definición de los crímenes contra la paz y la seguridad
de la humanidad y a los principios generales aplicables (entre éstos, la responsabilidad
penal del individuo, sin perjuicio de la responsabilidad internacional en que pueda
incurrir el Estado, la obligación de juzgar a los responsables o conceder la extradición
y la no exención de responsabilidad de quien haya actuado como jefe de Estado o de
gobierno).
La parte segunda consagrada a recoger, tipificándolos, los crímenes en cuestión: la
agresión, el genocidio, los crímenes contra la humanidad y los crímenes de guerra,
con el añadido de los crímenes contra el personal de las Naciones Unidas y el
personal asociado.
La expresión genérica de terrorismo internacional ciertas formas de violencia
internacional que ponen en peligro o causan la pérdida de vidas inocentes o
comprometen la libertad de las personas.
Desde una perspectiva jurídica, en un sentido amplio, cabe entender por delito de
terrorismo cualquier acto o amenaza de violencia cometida por un individuo o un grupo
de individuos contra personas, organizaciones, lugares, sistemas de transporte y
comunicación internacionalmente protegidos, con la intención de causar daños o
muerte y el objeto de forzar a un Estado a tomar determinadas medidas u otorgar
determinadas concesiones.
Existe en la actualidad un consenso universal sobre la condena del terrorismo en
todas sus formas y manifestaciones, independientemente de quién lo cometa y de
dónde y con qué propósitos se cometa.
Las Organizaciones Internacionales:
Al constituirse Organizaciones Internacionales y considerarlas sujetos del Derecho
Internacional les son impuestos deberes y derechos determinados para con
la comunidad internacional, los cuales están consignados en los instrumentos
constitutivos (tratados especiales) de estas organizaciones. La responsabilidad de las
Organizaciones Internacionales, al igual que la de los Estados, se comenzó a
configurar a partir de las infracciones jurídicas internacionales y podían dimanar de
una acción o de una omisión. Pero esto hoy en día se ha extendido a otros supuestos.
Las Organizaciones Internacionales pueden ser sujetos tanto activos como pasivos de
una relación jurídica internacional, derívese esta de un ilícito o de responsabilidad por
riesgo. El fundamento lo encontramos en la participación cada vez mayor de estas
organizaciones en tales actos y que se les ajusta analógicamente las normas que le
son aplicables a las actividades de los Estados. Pero téngase en cuenta que las
Organizaciones Internacionales en cierta medida dependen económicamente de sus
Estados miembros, por lo que la reparación que se deriva de la responsabilidad es
soportada hasta cierto punto por esos Estados.

 Hipótesis:
Las organizaciones internacionales, los individuos, las naciones, los estados, los
órganos de justicia, asistencia, además de las comisiones, relatores y demás actores
presentes en la esfera del derecho internacional, constituyen el andamiaje jurídico-
político que sustenta los mecanismos sujetos a voluntad y que propician la legitimidad
de los derechos universales y los únicos que generan un marco de sujeción, aunque
relativa a los “omnipotentes” estados, constituyen un referente de la moral o
conciencia de justicia humana frente los actores que detentan el poder sobre
determinados ámbitos de todas las vidas humanas. Es decir que estos actores están
destinados a regularse y regular o actuar según los principios derivados de ese
consenso colectivo frente a los daños o controversias que ocurren intersubjetivamente,
en que hallan incursos caracteres de interés o con un referente histórico anterior de
podríamos decir el dolor humano o temor a la repetición de calamidades derivadas de
la mano del hombre encarnando a sujetos de condiciones ampliamente dispares y a
menudo con monopolización por parte de una sola de las partes de todas las ventajas
en determinado referente espacio- temporal, con el objetivo de instar, sancionar o
aislar al agente nocivo en pro de la concordia y la armonía humana.
Sin embargo, muchos pensadores están de acuerdo que, así como se aprende de la
guerra se debe aprender de la paz, muy especialmente en el caso humano en el que
al parecer la historia ha demostrado un mayor arraigo por desarrollar lo primero eso
nos da pie para continuar en nuestra búsqueda de conocimientos, aunque de carácter
referencial y también empírico de la paz ejemplo de ello la presente investigación y
cualquiera en relación.

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