ADOLESCENTES REVOLUCIONARIOS

Yibran Andres Vargas Hermida

Jose Leonardo

Derecho, facultad de derecho

Universidad de la Amazonia
Florencia
2021
 ADOLESCENTES REVOLUCIONARIOS

Es de gran importancia sumar y revisar estudios sobre la adolescencia en los

ámbitos revolucionarios, posmodernos y progresistas, principalmente para saber cuales
son las fuentes y las consecuencias de esta. Como se sabe, la situación actual de la
población en general y de la adolescente en especial en nuestra sociedad está en
continuo cambio, debido a múltiples factores que son inevitables ante la mirada atónita
de nuestros antepasados que visualizan como los progres y posmos se vuelven más
antisistema.

La juventud no es otra cosa que una forma de des-biologización de los seres

humanos a través de la desvinculación entre la madurez fisiológica y la autosuficiencia.
Autosuficiencia que ha hecho que ellos analicen y retomen de forma incorrecta
conceptos y parámetros antiguos muy importantes, creando corrientes ideológicas
como es el caso del progresismo que a finales del siglo XX y principios del siglo XXI se
consideró como una creencia política con una serie de ideas orientadas al avance y al
futuro frente al estatismo, pero que a través de disfraces, utopías y técnicas de
comunicación se ha convertido en un colectivo izquierdista, políticamente correcto que,
desde una posición de superioridad moral, dice defender los intereses de la clase
trabajadora.
Prueba de los efectos del progresismo ha sido el ámbito pedagógico ya que la
escuela nueva equiparó la educación con los procesos de desarrollo del individuo, y el
concepto de crecimiento ha sido una de sus más importantes metáforas, por tanto, esta
propone que, con la educación social, la sociedad asegura su propio desarrollo,
generando en los jóvenes una obligación de apoyo a todo tipo de movimientos sociales
sin fundamentos, como lo son el feminismo, el indigenismo, el pacifismo, etc.
Los jóvenes progres como característica principal repudian el “monstruo
capitalista” como ellos lo denominan y lo culpan absolutamente de todos los problemas
que hay en la faz de la tierra, pero se benefician directamente de él, colocando en tela
de juicio todas sus quejas y principios. Estos jóvenes pueden llegar a un término
revolucionario hasta el punto de insultar y castigar a los que ponen en tela de duda sus
dogmas en un afán de tener mayor intervención en lo estatal y sus maneras de imponer
o defender sus creencias, en tanto a exigir libertad y respeto.
Por otra parte, tenemos el posmodernismo que nos introduce en una serie de
transformaciones determinantes que se produjeron a finales del siglo XX, tales como el
rápido cambio tecnológico, el auge de nuevos movimientos sociales o la globalización.
La posmodernidad como práctica cultural y filosófica ha dado lugar a un amplio y
conflictivo debate en las ciencias sociales y en las artes que caracteriza el tiempo
presente, influenciando con esto a jóvenes que con una mala interpretación o solo
conocimientos generalizados han hecho un mal uso de estas, ya que fueron puestas en
tela de juicio las ideas modernas de ciencia, verdad, razón, hombre y otros principios
que sirvieron de base para el establecimiento del conocimiento moderno y con ello, de
la idea ilustrada del mundo.
Como consecuencia de la posmodernidad tenemos que gracias a que todo está
al alcance y no se tiene que esperar mucho tiempo para enterarse de lo que ocurre, se
cuestiona lo que fue incuestionable y se institucionaliza la duda. Los posmodernos
entonces se rebelan contra lo estandarizado y buscan liberarse de dogmatismos
nocivos. Lyotard indica que es la incredulidad ante los grandes relatos. Por tanto, esto
lleva a recordar el libro “Modernidad líquida” de Bauman, donde indica que hoy los
antiguos sólidos comienzan a desvanecerse y con ello, también las lealtades
tradicionales que restringían y coartaban libertades.
Cuando un joven tiene sus necesidades básicas cubiertas, quiere encontrar su
espacio y es ahí cuando se vuelve normal para él, protestar contra todo lo establecido.
El buscar su personalidad los lleva muchas veces a refugiarse en alguna tribu
alternativa, donde le lavan la cabeza con ideas ideológicas y utopías que los hace
convertirse en un ser sin razón y “revolucionario”. Según el libro revelarse vende, esto
se llama “consumo diferenciador”, que puede ser contracultural o lujoso, ya que lo que
busca es diferenciarse del vecino.

En conclusión, la juventud está incursionando cada vez más en el contexto

revolucionario y victimista como excusa a sus falacias, aspirando a un mundo sin
normas, creyendo que es necesario liberarse porque alguna vez escucharon acerca de
términos revolucionarios en boca de progres. Y optan también por decir que las
sociedades tienen muchas restricciones y leyes represivas, por lo cual, la única salida
que tienen los jóvenes concienciados o sin conciencia, pero inconformistas, es una
rebelión contra todo.
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