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La película muestra la relación entre el doctor Jung y su paciente Sabina Spielrein, en la que Jung usa el psicoanálisis para ayudarla con su histeria pero termina involucrándose sexualmente con ella. Jung se acerca a Freud buscando guía, y Freud se convierte en una figura paterna que le hace sentir culpa por su relación prohibida. Cuando Sabina y Freud se alejan de Jung, él busca consuelo en otra mujer similar a Sabina.
La película muestra la relación entre el doctor Jung y su paciente Sabina Spielrein, en la que Jung usa el psicoanálisis para ayudarla con su histeria pero termina involucrándose sexualmente con ella. Jung se acerca a Freud buscando guía, y Freud se convierte en una figura paterna que le hace sentir culpa por su relación prohibida. Cuando Sabina y Freud se alejan de Jung, él busca consuelo en otra mujer similar a Sabina.
La película muestra la relación entre el doctor Jung y su paciente Sabina Spielrein, en la que Jung usa el psicoanálisis para ayudarla con su histeria pero termina involucrándose sexualmente con ella. Jung se acerca a Freud buscando guía, y Freud se convierte en una figura paterna que le hace sentir culpa por su relación prohibida. Cuando Sabina y Freud se alejan de Jung, él busca consuelo en otra mujer similar a Sabina.
En esta película se plasma la relación paciente-doctor entre Sabina Spielrein y Carl
Jung, en la que el doctor por medio del psicoanálisis logra detectar y ayudar a sanar la histeria de Sabina, mientras que también la introduce más a la medicina, profesión de la cual Sabina mostraba interés, transmitiendo su conocimiento. Pero al mismo tiempo se formaba una estrecha relación conllevando algo sexual, de la que el doctor intentó hacer caso omiso dejándola sólo como amistad pero poco tiempo después se dejó influenciar de una tercera persona que metafóricamente sería el ello quien infundiéndole la idea de que es mejor no reprimir nada y que se debe dejar llevar por la libido, seduciendo lo así a obtener ese placer de lo prohibido, finalmente se deja caer ante esa pulsión sexual, tomando como amante a su paciente. Mientras tanto además por medio de esa relación paciente-doctor, Carl se acerca a Freud con quien estructura una relación muy estrecha como de padre- hijo el cual junto a su esposa se podría catalogar como el súper yo ante esa relación prohibida que Carl sostiene. Quienes le generan un sentimiento de culpa por la libido que lo lleva a una satisfacción que entre la ley es prohibida, el súper yo se manifiesta de manera apacible pero cada vez más notable sobreponiéndose ante la decisión de seguir el deseo inmediatista del ello. Aunque en este caso se evidencia que se puede escuchar a ese súper yo moral a pesar de que su deseo sea ir tras una satisfacción plena que le produce en este caso la consumación del acto sexual prohibido ante la sociedad. Igualmente se ve al objeto de deseo volviendo a hacerse visible y aunque el sujeto prefiere no aceptar esa libido que lo impulsa a adherirse nuevamente, finalmente cede, esto puede deberse a que si la libido objetal vuelve al sujeto genera una frustración en él. Lo cual se demostró cuando su amante se alejó por completo y al mismo tiempo pasó por una ruptura con su figura paterna por diferencias de ideales las cuales contrariaba con lo que proponía su figura paterna añadido a esto no aceptaba el comportamiento de Carl al relacionarse sexualmente con una paciente, lo que a su vez generaba preocupación por las acusaciones hacia su campo profesional en común. Esto también es visto análogamente como una ruptura de una parte del súper yo con el yo. Por último cambiar a otro objeto con el fin de ese goce que busca el sujeto prefiriendo así el placer ante la moral. Otra observación de esta decisión es que este nuevo objeto de deseo, su nueva amante, presenta similitudes con su primera. De lo cual se puede concluir que hay una correlación entre los objetos de deseo que el sujeto elige por lo que según sea ese primer objeto serán consecuentes los siguientes. En cuanto a la aceptación de la sujeto, como un sujeto de deseo y de falta, hay en su mayoría una resistencia debido al súper yo moral recordando que esa libido sexual está entre lo prohibido. Por lo observado en la película, esta es una clara ejemplificación de conceptos dentro del psicoanálisis, y que graciosamente se produjeron en medio de su auge.