Está en la página 1de 5

Para dar cuenta de algunos lineamientos de la lógica estructural en la histeria es

elemental revisar desde las primeras reflexiones freudianas realizadas sobre sus
pacientes histéricas. Sobre quiénes da cuenta de que en la histeria femenina, la
niña ingresa al Complejo de Edipo al darse cuenta de su Castración, que es
vivida como una Privación; a la salida del Edipo, en el devenir de su constitución
como sujeto de deseo toma una posición ante su propia castración y ante la
castración del Otro. Su salida del Complejo de Edipo está marcada porque
asume una posición de no saber de la falta. No saber nada de la castración del
Otro que la remite a su propia castración. Es así que una de las estrategias
que utiliza la histérica para no saber del Otro en falta es volverse en la
que denuncia la falta misma.

Otra de las estrategias que adoptará es la de sostener al padre como


completo. Y para poder sostener a este padre se fiara del objeto a, el cual va
a actuar como obnubilación pura, prometiendo, falsamente, que el Otro
es completo. Hasta que el acercamiento al objeto le haga recaer en lo
decepcionante de la falta: "no era eso .... ". Pues la histérica se asombra
ante el falo como espejismo: "¿Como hacen para contentarse con eso, para
resignarse con eso; como eso puede bastarles?: La histérica rehúsa, con el
mayor encaminamiento, la falta del Otro. Por ello la histérica se
presenta como víctima. Expresa su división esperando ser reasegurada,
que el otro le asegure lo contrario. Es así que en el discurso de la histérica,
encontraremos la denuncia, la denuncia de la falta transformada en queja.
En este sentido; Lacan da cuenta de que la histérica aparecerá con sus
quejas y/o sus síntomas dirigidos al Otro, que hará que ella se
transforme en quejumbrosa, en la que plantea las quejas. Es
característico de la histeria que describa la falta a nivel del reproche. No
denuncia la verdad para asumirla, sino para reprocharla. Inconscientemente se
siente capaz de esa verdad desagradable, pero su discurso denuncia con
fuerza al Otro como culpable, como responsable2.

La histérica denuncia la falta del Otro y la convierte en su queja.

Lo que ocurre es que la histérica se ilusiona con la ideas de completitud: la


felicidad, la perfección, el amor incondicional; pero el momento que se da cuenta
de que el todo no existe, siempre algo falta, ella no lo tolera y se asume una
posición de asombro

Uno de los rasgos características va en función de la economía del deseo. En la


estructura histérica, el deseo se manifiesta como un deseo insatisfecho, es
decir; la histérica se las ingeniará para procurarse un deseo insatisfecho. Un
ejemplo muy didáctico acerca de los mecanismos que rigen la economía del
deseo en la histeria; es decir de los modos que se da la histérica para procurarse
un deseo insatisfecho, es el del Sueño de la bella carnicera 3 .

La bella carnicera sabe que tiene un deseo insatisfecho más allá del sueño. Un
deseo insatisfecho que no es el Salmón Ahumado. Más allá del sueño esta
histérica, tan enamorada de su marido, demanda amor. Las histéricas como
todo el mundo demandan amor, solo que ellas lo hacen de manera más
aparatosa. La cuestión, precisamente, radica en que para que una histérica
mantenga su comercio amoroso y que este le resulte satisfactorio, primero,
necesita desear otra cosa, no amor. Asimismo, el deseo insatisfecho de caviar,
está representado a través de la persona que está en juego en el sueño; es
decir, la amiga; con quien ella se identifica. De este modo, el sueño permite al
sujeto histérico constituirse a partir del deseo del Otro; es decir a partir del
deseo de la amiga. Asimismo, este deseo del Otro es vivido, al mismo tiempo,
como algo que puede ser satisfecho, aunque solo para el Otro. En torno a estos
elementos que presenta el sueño de la bella carnicera es posible dar cuenta de
algunos rasgos en la economía del deseo en la histeria:

● en la estructura histérica la economía del deseo encuentra su valor por


faltar, es decir, por ser un deseo insatisfecho.

● la histérica tiene dificultad para constituirse como sujeto frente a un Otro,


en otras palabras, dificultad para establecer una relación que le permita
conservar su lugar de sujeto de deseo. Por lo tanto, el sujeto histérico
necesita crearse un deseo insatisfecho, para constituirse frente al Otro a
través de la queja; o a veces recurrir a la identificación al deseo del Otro y
poder presentar su deseo.

● la histérica necesita que la satisfacción de la demanda no sea


completada, para así sentir que su deseo es capturado por la
palabra del Otro. En la clínica, la histérica, a través de la asociación
libre, propone la alienación de su deseo en la palabra, bajo el modo de la
identificación para así sostener el deseo del Otro. No bajo el modo de la
respuesta

La pregunta por la feminidad constituye otro rasgo estructural de la


histeria. Lacan da cuenta de este rasgo característico de la estructura a través
del estudio del Caso de Dora; que muestra que lo que interviene en la relación
de amor, en la histeria, es la pregunta por la feminidad ¿Que es una mujer? En
tanto se pide un signo de amor, que siempre es algo que solo se ofrece como
don, pero que no se tiene. Y para que la histérica pueda hallar una respuesta a
esta pregunta necesita de relaciones de amor trianguladas, si la triangulación se
desarma ella no tiene donde buscar respuestas. Al mismo tiempo si se desarma
la triangulación y la histérica es deseada, emerge la angustia en ella, puesto que
la histérica no tolera ser colocada como objeto de deseo .

Asimismo, Freud, a lo largo de sus investigaciones introduce la sexualidad para


estudiar la neurosis histérica; en esos momentos debatía entre la disposición
hereditaria, el uso inadecuado de la función sexual y; el traumatismo psíquico
como posibles etiologías de la misma. Antes de optar por la causalidad
traumática del síntoma. Después de algunos intentos, en una comunicación
preliminar que iba acompañada de dos exposiciones en la Sociedad Medica de
Viena, propone una primera definición de la histeria. De acuerdo a esta
definición, Freud encontraba en el origen de esta neurosis, infaltablemente, un
incidente, generalmente sexual, cuyo recuerdo por no haber sido elaborado
asociativamente se transforma en patógeno y provoca un síntoma; entonces,
afirma que: la histeria sufre de reminiscencias.

Es así que en sus Estudios sobre la histeria, Freud reflexiona sobre la forma que
la histérica asume el encuentro con lo sexual ya sea durante la segunda infancia
o en el momento de llegar a la adolescencia.
Generalmente, este encuentro con la sexualidad se tomara, para la histérica, en
un recuerdo de seducción violación o experiencia libresca; aunque
objetivamente no haya sucedido así. Ahora una vez que se constituye en un
recuerdo de una tentativa de seducción es reprimido en el inconsciente.

Cuando el sujeto se encuentra en una nueva situación donde se hace manifiesto,


nuevamente, el encuentro con la sexualidad el recuerdo se vuelve traumático,
en un sentido retroactivo, aprés coup. Es decir; esta nueva experiencia es
asociada al recuerdo reprimido que será recordado como un hecho doloroso. De
esta manera, se constituye en el trauma, construido en dos momentos.

De esta manera es descrito el mecanismo de la histérica: "el incidente sexual


pre sexual (anterior a la pubertad) es sufrido con disgusto, asco y temor
por la histérica".

Sobre el que, Freud precisara que el shock sexual pre-sexual depende en la


histeria de una seducción infantil.

Y en función de estas investigaciones Freud considerara las tres causas


posibles de los síntomas histéricos, el recuerdo, el fantasma y la
pulsión, y retendrá la siguiente: "los síntomas histéricos no se vinculan
con los recuerdos sino con los fantasmas edificados sobre ellos".

Ella cree en la falsa promesa de la existencia de una relación sexual completa,


por eso el sujeto puede abrigar la certeza ilusoria de haber encontrado lo
Verdadero, lo Único. Hasta que el descubrir que la relación sexual no existe le
haga recaer en la decepcionante: "no era eso". La histérica se asombra ante el
falo como espejismo: "¿Cómo hacen para contentarse con eso, para resignarse
con eso, como eso puede bastarles?”. La histérica rehúsa, con el mayor
encarnizamiento, toda complicidad con el mundo del semblante por ello
denuncian la falta. Ella está dispuesta a seguir la ilusión de completitud,
eventualmente sin límite, todo el tiempo, siempre que se le deje el derecho de
soñar con la existencia de la relación sexual, de la igualdad respecto del
significante de la identidad sexual.

Es precisamente por la falta de puentes de estas dos grandes dimensiones, entre


lo que es la relación sexual en el Otro y lo que debería ser para ella, que la
histérica queda prisionera de su patología. La falta del objeto la enfoca en lo
sexual. En estas investigaciones, al dar cuenta de los procesos inconscientes que
se juegan en la estructura histérica, Freud ya dio cuenta de que no existe una
relación directa entre la sintomatología que trae el paciente y el diagnóstico de
estructura. La clínica psicoanalítica sabe, que existe una cadena de procesos
inconscientes que se asocian en función de mecanismos de condensación y
desplazamiento en función de un tiempo lógico. Estas asociaciones inconscientes
se desmarcan del tiempo cronológico; es por ello que no podemos asumir la
existencia de relaciones directas causa-efecto. En los procesos intrapsíquicos los
efectos pueden tener más de una causa y no tener una continuidad temporal. Es
más a simple vista, causa y efecto pueden presentar elementos totalmente
distintos.

En síntesis; un síntoma, en la Histeria, se constituirá en elemento confiable para


la evaluación diagnóstica siempre y cuando se la separe de la identificación a
síntomas que trae la histérica. Puesto que la identidad de la sintomatología de la
cual se queja la histérica se remite, la mayor parte de las veces, a una entidad
clínica engañosa, un artefacto producido por los efectos del inconsciente.

Otro mecanismo de la Estructura Histérica: la identificación histérica. De


manera general, se aprecia que la asociación de la histérica es la siguiente:
si a esa persona ese motivo le genera este síntoma o este estado. Yo me
siento igual, entonces, debo tener los mismos motivos, y se identifica al
discurso del otro.

Es así como, la identificación le permite a la histérica constituirse como sujeto de


deseo frente al Otro. Pero además la histérica va a utilizar sus propios recursos
para demandar amor.

El proceso de la identificación histérica, es algo más complejo que la pura y


simple imitación, como se suele juzgar. Se trata de una identificación al
discurso del otro que sigue el siguiente mecanismo: “…si esta clase de
motivos acarrea esta clase de crisis, yo también puedo tener esta clase
de crisis —articulación con una identificación de discurso, con una situación
articulada en el discurso—, porque yo tengo los mismos motivos”. Freud
además delata el carácter inconsciente de esta identificación, puesto que si se
tratara de conclusiones conscientes se suscitaría mucha angustia ante la idea de
que se trate de la misma crisis. Esta identificación ocurre en otro plano psíquico
y conduce a la realización de un síntoma. La identificación, no es, pues, simple
imitación sino apropiación debida a una etiología idéntica: expresa un “como si”
debido a los mecanismos asociativos del inconsciente. También, resulta
importante dar cuenta de que la histérica se identifica preferentemente con
personas con quienes ha tenido relaciones sexuales, o que tienen las relaciones
sexuales con las mismas personas que ella.

Otro rasgo de la estructura histérica. Pues en Clínica se ve que la histérica


moderna, presenta raramente síntomas espectaculares de conversión, peso sí
hace de su vida el incesante enigma del deseo. Se puede responder a la
pregunta por la feminidad: ¿Qué es una mujer?, con el estereotipo
fundamental de la histeria: la función de la máscara; la máscara le permite
siempre al histérico tomar distancia de sí mismo y por ende de su deseo

Mecanismo → Represión del Afecto Sexual, que ha sido estudiado por Freud desde los
inicios mismos de sus investigaciones acerca de la Histeria. Pues no olvidemos
que Freud inauguró el desarrollo de su Obra con los estudios sobre la
sintomatología que presentaban las histéricas de la época; de este modo, este
tipo de síntomas e identificaciones al síntoma del otro, han ido consolidándose
como un Rasgo Estructural en la Histeria. Pero al mismo tiempo; en el estudio
de la histeria, Freud va descubriendo el Mecanismo que regía en esta estructura
psíquica; a saber, la Represión de impulsos sexuales.

La función histérica neutraliza el afecto sexual y lo minimiza a través de la


condensación y el desplazamiento aprovechándose de la connotación de otros
hechos; lo que se llama el Proceso de la inversión de afectos.

INTERVENCIONES DEL ANALISTA Y SUS CONSECUENCIAS.


La dirección de la cura apuntaría a que ella pueda tomar distancia del otro y
pueda preguntarse que ocurre con ella más allá del esposo; es decir, pasar de la
identificación al discurso del otro a preguntarse por ella misma y por su propia
sexualidad.

También podría gustarte