Está en la página 1de 25

M3.

Administración de la Seguridad en el Trabajo


M3.1 INTRODUCCION A CONCEPTOS BASICOS SOBRE ELECTRICIDAD

El riesgo eléctrico puede producir daños sobre las personas (contracción muscular, parada cardíaca y
respiratoria, fibrilación ventricular, quemaduras, etc.) y sobre las cosas (incendios y explosiones).  

La cifra de accidentes eléctricos es 0,5 % del total de los accidentes con baja, sin embargo, representa un
porcentaje del 6 % de los accidentes mortales.

Los accidentes eléctricos suceden en el hogar. Esta circunstancia hace importante el estudio de la
seguridad eléctrica.

Las principales fuentes de riesgos eléctricos son las siguientes:

a. Redes de distribución, sean generales o domiciliarias.

b. Redes de alta tensión.

c. Los sistemas de autogeneración, normales o de emergencia.

d. Las baterías de acumuladores.

e. Las baterías de condensadores.

f. Las descargas atmosféricas.

g. La energía electrostática.

La energía generada en las centrales eléctricas se distribuye en sistemas de alta tensión (valores mayores a
33 kV). Las redes de distribución generales son de media tensión (generalmente de 13,2 kV) y la
distribución domiciliaria se hace en baja tensión (380/220 V).

Los sistemas de autogeneración pueden ser industriales, asistenciales o comerciales y su uso está
previsto para situaciones de emergencia.

Las baterías de acumuladores presentan un doble riesgo, la generación de gases y eléctrico. Las baterías no
tienen más que 24 v, el peligro principal proviene de los gases que pueden crear atmósferas explosivas.

Los condensadores se usan en los sistemas de potencia para compensar el consumo y en casi todos los
circuitos electrónicos.

Las descargas atmosféricas deben ser conducidas hacia tierra en condiciones de seguridad, por lo cual
debe proveerse un camino adecuado que tendrá tres etapas:

a. El punto de captación (generalmente el pararrayos).


b. El conductor.
c. La puesta a tierra.

El problema principal reside en evaluar correctamente el alcance de captación del pararrayos; o sea, la
delimitación de la zona protegida.

La energía electrostática resulta de la fricción entre materiales aislantes (o no conductores). Como


consecuencia de dicha fricción, cierta cantidad de carga eléctrica pasa de un cuerpo a otro, lo que genera
una pérdida de su equilibrio electrónico y, como resultado, se carga eléctricamente. El riesgo eléctrico no
es grave pero sí las explosiones o combustiones a las que puede dar origen. Es un riesgo que debe ser
totalmente neutralizado durante el transvase de combustibles (con mangueras y conductos flexibles de
goma mediante una adecuada puesta a tierra). Para prevenir este riesgo se debe humidificar el ambiente,
ionizar el aire e instalar sistemas de barrido con escobillas metálicas

Factores que intervienen en el riesgo eléctrico

Si definimos RIESGO ELECTRICO como la «posibilidad de circulación de la corriente eléctrica a través del
cuerpo humano» para que se dé dicha probabilidad se requiere que:

 El cuerpo humano sea conductor.


 El cuerpo humano pueda formar parte del circuito.
 Exista una diferencia de tensiones entre dos puntos de contacto.

Efectos de la corriente eléctrica sobre el cuerpo humano

La corriente eléctrica, al atravesar el cuerpo humano, puede producir alteraciones o lesiones, tanto de
carácter temporario como permanente.

Tetanización: Un estímulo eléctrico puede hacer contraer un músculo que luego retorna al estado de
reposo. Si la frecuencia del estímulo sobrepasa un límite, se produce una contracción completa del
músculo y permanece en ese estado hasta que cesan los estímulos. Se llama corriente de despegue a
aquella en la cual una persona se puede soltar de una parte en tensión.

Paro respiratorio: Corrientes superiores a la corriente de despegue producen dificultades en la respiración


o una parálisis de los centros nerviosos que actúan en la respiración. Esto puede llevar a la muerte.

Fibrilación Ventricular: La contracción de las fibras musculares del corazón se produce por impulsos
eléctricos provenientes del nodo sinoatrial. El nodo sinoatrial es un generador de pulsos que controla el
corazón. Si a los impulsos eléctricos fisiológicos se les superpone una corriente eléctrica de origen externo,
puede originarse un fenómeno llamado fibrilación ventricular, que consiste en la contracción no ordenada;
es decir, caótica, de las fibras musculares del corazón. Es posible detener una fibrilación ventricular
mediante una descarga eléctrica, con un aparato denominado desfibrilador. 

Quemaduras: El pasaje de una corriente eléctrica por una resistencia produce calor por efecto Joule, lo
mismo ocurre al pasar una corriente eléctrica por el cuerpo humano, siendo: Q=I 2 Rt .

Sistemas de protección activos y pasivos

Se distinguen dos sistemas de protección: la protección activa y la protección pasiva. La protección activa
comprende a todos los sistemas que evitan la creación de tensiones superiores a límites ya determinados.

En la protección activa se distinguen la limitada, que protege contra contactos indirectos, y la integral, que
protege contra contactos directos e indirectos.
La protección pasiva comprende a aquellos sistemas que protegen de cualquier contacto con una parte en
tensión.

Técnicas y procedimientos de trabajo

Deberán establecerse a partir de:

a) La evaluación de los riesgos, teniendo en cuenta las características de las instalaciones, del propio
trabajo y del entorno en el que va a realizarse

b) Trabajar sin tensión cuando existe riesgo eléctrico (salvo casos especiales) o los relativos a los trabajos
en tensión, en proximidad de elementos en tensión, de maniobras, mediciones, ensayos y verificaciones o
de trabajos que se realicen en emplazamientos con riesgo de incendio y explosión o puedan originar
electricidad estática.

En el caso de trabajos en AT resulta obligatorio el cumplimiento de las denominadas «5 reglas de oro», que
también es de aplicación en los casos de BT.
Primeros auxilios en caso de accidente eléctrico

En primer lugar, habrá de procederse a eliminar el contacto, para lo cual deberá cortarse la corriente si es
posible. En caso de que ello no sea posible se tenderá a desprender al accidentado, para lo cual deberá
actuarse con las debidas precauciones (utilizando guantes, aislarse de la tierra, empleo de pértigas de
salvamento, etc.) ya que el electrocutado es un conductor eléctrico mientras esté pasando por él la
corriente eléctrica.

De forma general se incluyen una serie de medidas que habrán de tenerse en cuenta en caso de accidente
eléctrico. 

a) Accidentes por B.T.

 Cortar la corriente eléctrica si es posible.

 Evitar separar el accidentado directamente y especialmente si se está húmedo.

 Si el accidentado está pegado al conductor, cortar este con herramienta de mango aislante.

b) Accidentes por A.T.

 Cortar la subestación correspondiente.

 Prevenir la posible caída si está en alto.

 Separar la víctima con auxilio de pértiga aislante y estando provisto de guantes y calzado aislante y
actuando sobre banqueta aislante.

 Librada la víctima deberá intentarse su reanimación inmediatamente, practicándole la respiración


artificial y el masaje cardíaco. Si está ardiendo utilizar mantas o hacerle rodar lentamente por el
suelo.

M3-2 SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS

El fuego es un proceso de combustión caracterizado por una reacción química de oxidación del
combustible, de suficiente intensidad para emitir luz, calor y, en muchos casos, llamas.

Triángulo del fuego

Se representa al fuego por un triángulo equilátero, en el que cada uno de sus lados simboliza uno de los
factores esenciales para que el fuego exista:

1- Combustible

2- Comburente (generalmente el oxígeno del aire)

3-Temperatura (temperatura de ignición). 


El fuego se extingue si se destruye o si se elimina o acorta uno de sus lados.

Cuadrado del fuego

Debido a que el modelo anterior no puede explicar la acción de algunos agentes extintores se incorpora un
cuarto factor que contempla la naturaleza química del fuego, este cuarto factor es la reacción en cadena. El
nuevo modelo es un cuadrado, donde cada lado significa:

a. Combustible

b. Comburente

c. Temperatura

d. Reacción en cadena

Para que se produzca fuego, debe darse la concurrencia simultánea de estos cuatro factores. Al retirar uno
o más de los elementos que componen el cuadrado, se produce un proceso químico y, por consiguiente,
habrá una extinción química, aunque además podrá estar presente una extinción física.

Clasificación de los fuegos

Pueden clasificarse de acuerdo con la sustancia que arde. Esta clasificación permite caracterizar los
distintos agentes extintores de acuerdo con el fuego para el que son aptos. Se clasifican entonces en:

1. Clase A: Fuegos sobre combustibles sólidos (carbón, papel, madera, textiles, etc.). Pueden producir
llama o no, pero en la mayoría de los casos está presente un fuego de superficie.

2. Clase B: Fuegos sobre combustibles líquidos (naftas, solventes, etc.). Por su similitud, se incluye en esta
categoría a los gases.

3. Clase C: Fuegos de origen eléctrico: son aquellos que involucran una fuente de energía (tableros,
motores eléctricos, etc.).

4. Clase D: Fuegos sobre polvos metálicos (Mg, Na, etc.). Su extinción requiere de técnicas no
convencionales.

En algunos países, consideran una quinta clase, la clase E, la cual corresponde a fuegos sobre recipientes a
presión, sistemas de alta tensión.

Otra clasificación es la forma que se hacen visibles o exteriorizan las llamas:


1. Fuegos de superficie: estrictamente una oxidación de la superficie que tiene lugar a los mismos
niveles de temperatura como si se tratara de llamas ardientes, son fuegos en sustancias sólidas. La
combustión es superficial y progresa hacia el núcleo central.

2. Fuegos de llamas: combustión de gases o vapores de líquidos inflamables que pueden ser
luminosas o no. Arde en toda su masa y simultáneamente. Las llamas pueden clasificarse según
como obtengan el aire para la combustión:

a. Llamas premezcladas: Son aquellas en las que el combustible fluye con un adicional de aire
(oxígeno) o algún otro comburente. Ej soplete de acetileno

b. Llamas autónomas: Son aquellas en las que la descomposición de las moléculas del
combustible, suministra el oxígeno necesario para mantener la combustión (nitrocelulosa).

c. Llamas de difusión: no han sido previamente mezclados, pero que se queman en la medida
en que el aire que llega hace entrar a la mezcla en rango explosivo. Es el tipo de llama más
común y se presenta en todos los incendios. En este tipo de llamas, entonces, el aire es un
agente externo que difunde hacia la zona de llamas.

Factores del fuego

A- Combustible (agente reductor): un combustible es en sí un material que puede ser oxidado; es


decir, es un agente reductor, puesto que reduce a un agente oxidante cediéndole electrones a este
último. Los combustibles pueden presentarse en cualquier estado de agregación, pero debe
aclararse que los que arden con llama son los vapores que ellos desprenden en el proceso de la
combustión.

B- Comburente (agente oxidante): puede oxidar a un combustible y, al hacer esto, se reduce a sí


mismo. En este proceso, el agente oxidante obtiene electrones, que los toma del combustible.
Desde el punto de vista del incendio, el oxígeno del aire es el comburente principal.

C-  Temperatura: la temperatura de ignición es la mínima temperatura a la que una sustancia, sólida o


líquida, debe ser calentada a fin de iniciar una combustión que se sostenga por sí misma,
independientemente de las fuentes externas de calor.

D- Reacción en cadena: solo entendidas las reacciones más simples, debido a la cantidad creciente de
complicaciones que se presentan cuando aumenta la complejidad de la sustancia en combustión.
Debe quedar claro que las reacciones químicas descriptas con una ecuación general no indican el
mecanismo real de la reacción, dada la cantidad de reacciones intermedias.

Protección contra incendios

Los objetivos básicos de la protección contra incendios son:

1. Dificultar la iniciación de incendios.

2. Evitar la propagación del fuego y los efectos de los gases tóxicos.

3. Asegurar la evacuación de las personas en caso de incendio.

4. Facilitar el acceso y las tareas de extinción al personal de bomberos.

5. Proveer las instalaciones de detección y extinción.


Los sectores de incendio, excepto casos especiales, abarcan como máximo una planta del establecimiento
y deben cumplimentar lo siguiente:

 1. Control de propagación vertical: deben diseñarse escaleras, cajas de ascensores, etc., de forma que
impidan el paso del fuego, gases y/o humo de un piso a otro.

2. Control de propagación horizontal: deben diseñarse para dividir el sector de incendio de acuerdo con el
riesgo y la magnitud del área en secciones, en las que cada parte debe estar aislada de las otras por muros
y puertas contra incendios.

3. Los sectores de incendio deben separarse entre sí por paredes, pisos y techos contra incendios. 

4. Todo sector de incendio deberá comunicarse en forma directa con un medio de escape.

Lo que se busca con estas indicaciones es construir edificios seguros, en lo que respecta a la evacuación de
las personas y a la propagación del fuego

En relación con la protección contra incendios, cabe mencionar una serie de conceptos muy importantes:

 Resistencia al fuego

 Carga de fuego

 Medios de escape

 Sector de incendio 

Extinción física y extinción química

Extinción física: en ella se busca romper uno de los lados del triángulo de fuego, es decir:

 Temperatura por enfriamiento

 Combustible: dilución o emulsión del combustible, remoción.

 Comburente: por sofocación del aire (caso más general).

Todos estos casos implican una acción física. Los principales agentes extintores físicos son agua, gases
inertes, espumas.

Extinción química: se busca anular la reacción en cadena. Para romper una reacción en cadena es
necesario acompañar la extinción química con agentes físicos por otro lado. Muchos agentes químicos
poseen características extintoras físicas (tal es el caso de los polvos).

Los principales agentes extintores químicos son:

 Polvos

 Agentes halogenados

 Halones

M3-3- Seguridad contra incendios. Sistemas de detección y alarma

Una vez analizado los diferentes factores que intervienen en el incendio (combustible, comburente,
energía de activación y reacción en cadena) y la necesidad de que se presenten de forma conjunta para
que se produzca el incendio, se desprende que para evitar su inicio y propagación deberá actuarse:
 retirando el material combustible;

 disponiendo sistemas de detección y alarma;

 utilizando equipos y medios de extinción;

 planificando sistemas de evacuación.

Las medidas preventivas deben comenzar a aplicarse desde la fase de proyecto o de montaje de la nave
industrial, local, etc., que es cuando las medidas a adoptar pueden resultar más fáciles, eficaces y
económicas. 

Sistemas de detección y alarma

Se entiende por detección el descubrimiento de la existencia de un incendio, inevitablemente después de


que se haya iniciado. La detección del foco de incendio es fundamental para evitar la propagación del
fuego. La detección rápida y localización de un incendio puede conseguirse mediante los sistemas de
detección, que tienen como misión la vigilancia permanente de los riesgos existentes.

Estos pueden ser de dos tipos:

 Detectores humanos o recorridos de inspección: vigilancia continuada del hombre mediante la


realización de recorridos o visitas periódicas de inspección.

 Detectores automáticos: consisten en aparatos automáticos, sensibles a las variaciones del


medioambiente, que registran, comparan y miden automáticamente los fenómenos o las
variaciones que anuncian la aparición de un incendio (humos, gases, calor, llamas, etc.)
transmitiendo esta señal a una central. La eficacia de la detección dependerá fundamentalmente de
la sensibilidad del detector y de la ubicación de los detectores como se puede ver en las siguientes
figuras. Estos detectores pueden ser:

 Detectores de gases o iónicos.

 Detectores de humos visibles (ópticos de humos).

 Detectores de temperatura fija.

 Detectores de llamas.

Detectores de humos: El humo producido por el fuego lleva en suspensión partículas de combustibles,
cenizas, etc. que dan lugar a variaciones de las propiedades del aire ambiente, tales como índice de
refracción, transparencia y ionización. Las variaciones de estas propiedades son recogidas por los
detectores y transformadas en señales de alarma.

Estos detectores pueden ser de distintos tipos:

Detectores de gases de combustión: los «detectores de humo por ionización» o «iónicos», que detectan
los gases de combustión y los humos visibles o invisibles que se producen en el incendio y los «detectores
ópticos de humo» que detectan humos visibles, basados en la absorción de la luz por los humos de la
cámara de medida o también en la difusión de la luz por los humos.

Detectores de temperatura: detectan la temperatura. Pueden ser de dos tipos: «termostáticos» y


«termovelocimétricos». 
Los detectores termostáticos señalan la aparición de un incendio cuando se sobrepasa una temperatura
fijada de antemano.

Los detectores termovelocimétricos señalan la aparición de un incendio, cuando el crecimiento de


temperatura por unidad de tiempo sobrepasa un determinado valor, normalmente, 10 o C/min.

Detectores de llamas: detectan las radiaciones ultravioletas o infrarrojas que acompañan a las llamas. Son
adecuados para proteger grandes espacios abiertos desde grandes alturas. 

La instalación de detección y alarma se completa con los pulsadores manuales de alarma, que son
accionados manualmente en caso de incendio, y con la central de señalización o cuadro de control, que
está unida a las líneas de detectores y a los pulsadores de alarma.

Equipos y medios de detección

Una instalación automática de detección de incendios está formada por:

 Unos detectores de incendios distribuidos de forma regular por el recinto o recintos a vigilar.

 Un equipo de control y señalización. 

 Unos elementos auxiliares: dispositivos de alarma por zonas y general, dispositivos de control y
accionamiento de sistemas automáticos de protección contra incendios, incluyendo los sistemas de
cierre de puertas de sectorización, apertura de exutorios de humo automáticos, transmisión de la
alarma al exterior, paro de sistemas de aire acondicionado y ventilación, etc.

 Pulsadores de alarma.

 Líneas de interconexión entre los elementos anteriores.

 Fuente de alimentación

Detector de incendios: según la Norma UNE EN 54-1 (UNE 23007 parte1) es el “componente de un sistema
de detección de incendio que contiene, al menos, un sensor que controla de manera continua o a
intervalos regulares, un fenómeno físico o químico asociado a un incendio y que emite una señal al equipo
de control y señalización.

Equipo de control y señalización

El equipo de control y señalización es la parte de la instalación que alimenta a los detectores y otros
componentes del sistema de detección y que realiza las siguientes funciones:
 Recibir la señal enviada por los detectores y pulsadores, determinando si corresponden a una
condición de alarma de incendio, indicando la alarma por medio de señales audibles y visuales, y
localizando el lugar en que se encuentra el detector o pulsador activado.

 En forma optativa puede registrar (grabar) total o parcialmente esta información. 

 Transmitir la señal de alarma de incendio:

o A dispositivos de alarma de incendio audibles o visuales,

o A un servicio de bomberos, mediante un dispositivo de transmisión,

o A un sistema o equipo automático de lucha contra incendio

 Supervisar continuamente la instalación e indicar los defectos mediante señales ópticas y acústicas
de avería (Por ejemplo, en caso de rotura de línea o fallos de alimentación)

Alarma

Algunos tipos de centrales llevan incorporados los dispositivos de alarma, por ejemplo, una sirena o un
indicador óptico, mientras que otras no los incluyen. Los pulsadores de alarma deberán estar distribuidos
de manera que ninguna persona necesite desplazarse más de 25 m para alcanzar un pulsador de alarma.
los pulsadores de alarma deberán fijarse a una altura del suelo comprendida entre 1,2 m y 1,6 m.

Los pulsadores de alarma deberán situarse en las rutas de salida de emergencia, junto a cada puerta de
acceso a las escaleras de emergencia (en el interior o en el exterior) y en cada salida al aire libre. También
se puede situar en las proximidades de zonas de riesgos especiales.

El nivel sonoro de alarma de incendios deberá ser como mínimo de 65 dB (A), o bien de 5 dB (A) por
encima de cualquier otro posible ruido que pueda durar más de 30 segundos. Si la alarma tiene por objeto
despertar a personas que estén durmiendo, el nivel sonoro mínimo deberá ser de 75 dB (A).

El nivel sonoro no deberá exceder de 120 dB (A) en ningún punto en que sea probable que se encuentren
personas.

M3.4 PROTECCION DE INCENDIOS SEGÚN DECRETO 351/79 – CAP 18. ANEXO VII

Los objetivos básicos de la protección contra incendios son:

1. Dificultar la iniciación de incendios.

2. Evitar la propagación del fuego y los efectos de los gases tóxicos.

3. Asegurar la evacuación de las personas en caso de incendio.

4. Facilitar el acceso y las tareas de extinción al personal de bomberos.

5. Proveer las instalaciones de detección y extinción.

Decreto 351/79 establece:

Los materiales con que se construyan los establecimientos serán resistentes al fuego y deberán soportar,
sin derrumbe, la combustión de los elementos que contengan, de manera de permitir la evacuación de las
personas. Para determinar los materiales que se utilizarán, se debe considerar el destino que se dará a los
edificios y los riesgos de incendio y se debe tener en cuenta también la carga de fuego.
Los sectores de incendio, excepto casos especiales, abarcan como máximo una planta del establecimiento
y deben cumplimentar lo siguiente:

1. Control de propagación vertical: deben diseñarse escaleras, cajas de ascensores, etc., de forma que
impidan el paso del fuego, gases y/o humo de un piso a otro.

2. Control de propagación horizontal: deben diseñarse para dividir el sector de incendio de acuerdo con el
riesgo y la magnitud del área en secciones, en las que cada parte debe estar aislada de las otras por muros
y puertas contra incendios.

3. Los sectores de incendio deben separarse entre sí por paredes, pisos y techos contra incendios.

4. Todo sector de incendio deberá comunicarse en forma directa con un medio de escape.

Lo que se busca con estas indicaciones es construir edificios seguros, en lo que respecta a la evacuación de
las personas y a la propagación del fuego.

A continuación, se verá una serie de conceptos de importancia relacionados con la protección contra
incendios:

 Resistencia al fuego

 Carga de fuego

 Medios de escape

 Sector de incendio

RESISTENCIA AL FUEGO

La resistencia al fuego es el tiempo límite en el cual el material ensayado mantiene sus propiedades
funcionales y estructurales características. Se determina en función del riesgo que implican las distintas
actividades en dichos edificios y también en función de la carga de fuego, de acuerdo con tablas
establecidas. Esta resistencia queda expresada mediante la letra F, seguida de un número que define dicho
tiempo, en minutos, que puede soportar la acción del fuego.

CARGA DE FUEGO

Es el peso equivalente en madera por unidad de superficie (en kg/m2), capaz de desarrollar una cantidad
de calor igual a la de los materiales contenidos en el lugar del incendio. Como patrón de referencia, se
considera madera con poder calórico inferior a 18,41 MJ/kg (es 4400 kcal/kg)

La carga de fuego, queda entonces expresada como:

Donde             

Qf: carga de fuego (en K madera/m2).

Pm: peso en madera (en kg).

S: superficie del sector de incendio (en m2).


Pi: peso de la sustancia “i” (en kg).

Qi: poder calórico inferior de la sustancia “i’’ (en kcal/kg).

RIESGO DE INCENDIO

El riesgo de incendio queda determinado sobre la base del tipo de material predominante en el sector de
incendio bajo estudio. Si tenemos en cuenta el comportamiento frente al calor y otras formas de energía
de las materias y de los productos que con ellas se elaboren, transformen, manipulen o almacenen, se
considera, entonces, siete clases de riesgos, en función del material involucrado:

R1: Explosivos: sustancias o mezclas de sustancias capaces de producir en forma súbita reacciones


exotérmicas con generación de grandes cantidades de gases (por ej., pólvoras).

R2: Inflamables: líquidos que pueden emitir vapores que, mezclados en proporciones adecuadas con el
aire, originan mezclas combustibles. Comprende:

a. Inflamables de primera: aquellas con punto de inflamación inferior a 40 °C (naftas).

b. Inflamables de segunda: aquellas con punto de inflamación entre 41 °C y 120 °C (kerosene, etc.).

R3: Muy combustibles: materias que expuestas al aire pueden ser encendidas y continúan ardiendo una
vez retirada la fuente de ignición (madera, papel, textiles de algodón, etc.).

R4: Combustibles: aquellas integradas por hasta 30 % de su peso por materias muy combustibles.

R5: Poco combustibles: materias que se encienden al ser sometidas a altas temperaturas, pero cuya
combustión cesa al ser apartadas de la fuente de calor (celulosas artificiales).

R6: Incombustibles: materias que, al ser sometidas al calor o llama directa, pueden sufrir cambios en su
estado físico sin formación de materia combustible (hierro).

R7: Refractarios: materias que, al ser sometidas a altas temperaturas (hasta 1500 °C), inclusive durante
períodos muy prolongados, no cambian ninguna de sus características físicas o químicas

MEDIOS DE ESCAPE

Es un medio de salida que constituye la línea natural de escape (tránsito), que garantiza una evacuación
rápida y segura. Cuando la edificación se desarrolla en uno o más niveles, el medio de escape estará
constituido por:

 Primera sección: ruta horizontal, desde cualquier punto de un nivel hasta una salida.

 Segunda sección: ruta vertical, escaleras abajo hasta el pie de las mismas.

 Tercera sección: ruta horizontal, desde el pie de las escaleras hasta el exterior de la edificación.

El ancho total mínimo de los medios de escape se expresa en función del número de “unidades de salida”:

En donde N es el número de personas total para ser evacuadas, calculado sobre la base del factor de
ocupación, es decir:
Donde

S: superficie total del sector de incendio (en m2).

Fo: factor de ocupación (en m2 /pers.).

El factor de ocupación Fo se encuentra tabulado en función del tipo de local.

Cabe señalar que “las funciones mayores o iguales a 0,5 de n se redondean a la unidad”

Por otro lado, en relación con los anchos de salida, se establece que:

 Si n es menor o igual a 3 por cálculo, bastará con un medio de salida o escalera de escape.

 Si n es mayor o igual a 4, el número de medios de escape y de escaleras independientes, se


obtendrá por la expresión:

 El número mínimo permitido de “unidades de salida” n es 2. Corresponde a un medio de escape.

SECTOR DE INCENDIO

Es el local o conjunto de locales delimitados por muros y entrepisos de resistencia al fuego, acorde con el
riesgo y la carga de fuego que contienen, comunicados en forma directa con un medio de escape. El sector
de incendio debe resultar un compartimiento estanco al fuego, al humo y a los gases de combustión.

PLAN DE EMERGENCIA

El empresario, deberá analizar las diferentes situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias
en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores, designando para
ello al personal encargado de poner en práctica estas medidas y comprobando periódicamente, en su caso,
su correcto funcionamiento. El citado personal deberá poseer la formación necesaria, ser suficiente en
número y disponer del material adecuado, en función de las circunstancias señaladas.

Se entiende por emergencia aquella situación en la que se ha producido un suceso incontrolado o en la que
se prevé razonablemente que se producirá de forma inmediata, un suceso incontrolado del que puedan
derivarse daños importantes para las personas, la fauna, la flora, el medioambiente o el patrimonio,
requiriendo una actuación y/o evacuación rápida y segura. Las ppales situaciones de emergencia son:

 Incendios

 Explosiones

 Accidentes graves

 Derrames y/o fugas de productos peligrosos, etc.


El plan de emergencia y autoprotección, deberá contener los siguientes documentos:

Documento N.° 1. Evaluación del riesgo: enuncia y valora las condiciones de riesgo de los edificios en
relación con los medios disponibles. Debiendo incluirse el mapa de riesgo en el que se indiquen las zonas
de riesgo especial (almacenes, salas de caldera, archivos, centros de transformación, etc.).

Documento N.° 2. Medios de protección: determina los medios materiales y humanos disponibles y


precisos, se definirán los equipos y sus funciones y otros datos de interés para garantizar la prevención de
riesgos y el control inicial de las emergencias que ocurran.

Documento N.° 3. Plan de emergencia: contempla las diferentes hipótesis de emergencia y planes de


actuación para cada una de ellas y las condiciones de uso y mantenimiento de instalaciones.

Documento N.° 4. Implantación: consiste en el ejercicio de divulgación general del plan, la formación


específica del personal incorporado al mismo, la realización de simulacros, así como su revisión para su
actualización cuando proceda.

M4.1 TRABAJOS CON RIESGOS ESPECIALES: APARATOS Y RECIPIENTES SOMETIDOS A PRESION

Los aparatos sometidos a presión son recipientes que contienen un fluido sometido a una presión interna
superior a la presión atmosférica. Para evitar el riesgo de explosión, estos requieren controles periódicos.
Las características y periodicidad del plan de mantenimiento y ensayos dependerán de las características
del aparato. Además, dependiendo su ubicación, deben cumplimentar los requerimientos fijados por la
legislación vigente aplicable de índole nacional, provincial o municipal.

El Decreto 351/79 y la Ley 19587 establecen las medidas preventivas que se deben considerar en el manejo
de los aparatos sometidos a presión.

La liberación de energía acumulada en el fluido de manera violenta constituye el mayor riesgo que
presentan estos equipos, ya que los efectos de la onda expansiva afectan, de manera indiscriminada, a las
personas y a los bienes. 

Existe una serie de medidas de seguridad, cuyo cumplimiento nos permitirá obtener un grado de seguridad
aceptable en los aparatos sometidos a presión. Estas medidas de seguridad comienzan en el diseño y
construcción del equipo. La fabricación de estos equipos puede seguir diversas normas (IRAM, ASME,
ASTM y DIM). Es importante, en el momento de la adquisición de un equipo, que el fabricante especifique
la norma de fabricación, así como los datos de diseño, presión de trabajo y controles de calidad realizados.
Posteriormente los recipientes a presión deben mantenerse dentro de las condiciones de seguridad
iniciales, por lo que el mantenimiento de estos aparatos adquiere una importancia primordial

DEFINICIONES

 Aparatos a presión (AP): equipos y conjuntos sometidos a una presión máxima admisible superior a
0,5 bar.

 Equipos a presión (EP): recipientes, tuberías, accesorios de seguridad y otros accesorios que


comprende un AP. En su caso, se considerará que forman parte de los AP los elementos fijados a las
partes sometidas a presión, como las bridas, conexiones, abrazaderas, soportes, elementos para
izar, etc.

 Recipiente: cubierta diseñada y fabricada para contener los fluidos a presión, incluye desde los
elementos de montaje directo hasta el dispositivo previsto para la conexión con otros equipos; y
puede constar de más de una cámara.

 Tuberías: elementos de canalización destinados a la conducción de fluidos, siempre que estén


conectadas para su integración en un sistema a presión.

 Accesorios de seguridad: dispositivos destinados a la protección de los EP frente al rebasamiento


de los límites admisibles.

Estos dispositivos pueden ser: 

1.     Órganos de limitación directa de la presión:

1. Válvulas de seguridad.

2. Discos de ruptura o rotura.

3. Dispositivos de seguridad dirigidos.

2.     Órganos limitadores que accionen medios de intervención:

4. Presostatos.

5. Interruptores accionados por la temperatura o el nivel de fluido.

6. Dispositivos de medida, control y regulación con funciones de seguridad (SRMCR).

 Accesorios a presión: dispositivos con fines operativos, cuya cubierta está sometida a presión.

 Presión: correspondiente al aparato o equipo, relativa a la atmosférica, es decir, la manométrica.


En general, se expresa en kg/cm2. El vacío se expresa en valor negativo.

 Presión máxima admisible (PS): la presión máxima para la que esté diseñado el equipo.

 Temperatura máxima/mínima admisible (TS): la temperatura máxima y mínima para las que esté
diseñado el aparato por el fabricante.
 Volumen (V): el volumen interno de una cámara (también denominado “capacidad en agua”),
incluido el volumen de los tubos hasta la primera conexión o soldadura y excluido el volumen de los
elementos internos permanentes.

 Diámetro nominal (DN): cifra de identificación del diámetro común a todos los elementos de un
sistema de tuberías, exceptuando los elementos indicados por sus diámetros exteriores o por el
calibre de la rosca. Es un número redondeado a efectos de referencia, sin una relación estricta con
las dimensiones de fabricación. Se denomina con las letras DN seguidas de un número.

APARATOS A PRESION CON FUEGO

La presión del recipiente es producto del vapor generado por el calentamiento de un fluido; y el generador
de calor es interno. Los más comunes son las calderas.  Aquí, es necesaria la presencia física de un foguista
que realice el mantenimiento y verifique el funcionamiento del equipo

CALDERAS

Los equipos en los que se suministra esta energía calorífica a un fluido intermedio son las calderas. Una
caldera es un aparato a presión, en donde el calor procedente de una fuente de energía se transforma en
utilizable, en forma de calorías, a través de un medio de transporte en fase líquida o vapor.

Clasificación

Aunque existen diversas clasificaciones, indicaremos solo tres maneras, que consideramos las más
importantes:

 Según el fluido utilizado 

a) Calderas de agua caliente: es toda caldera en la que el medio de transporte es agua a temperatura
inferior a 110 °C.

 b) Calderas de agua sobrecalentada: es toda caldera en la que el medio de transporte es agua a
temperatura superior a 110 °C.

 c) Calderas de fluido térmico: es toda caldera en la que el medio de transporte es un líquido distinto al
agua.

 d) Calderas de vapor: es toda caldera en la que el medio de transporte es vapor de agua.

 Según la distribución de gases de combustión y el fluido

 a) Humotubulares: el cuerpo de la caldera es el depósito de agua y está recorrido por tubos de pequeño
diámetro, por el interior de los cuales circulan los gases (humos) de la combustión procedente del hogar.

b) Acuotubulares: el cuerpo central está constituido por una cámara de combustión, que es recorrida por
un gran número de tubos de pequeño diámetro, por el interior de los cuales circula el agua.

 Según el grado de peligrosidad

Se define como el producto de la presión (kg/cm2) y el volumen (m3).

a) Categoría A: PxV > 600

b) Categoría B: 10 < PxV <= 600 

c) Categoría C: PxV <= 10 S


SEGURIDAD GENERAL EN CALDERAS

La sala de calderas es el lugar donde se hallan estos equipos, por lo que debe reunir unos requisitos
generales indispensables:

 Espacio independiente

 De acuerdo con el tipo de peligrosidad, serán diseñados estos recintos, como así también sus
límites perimetrales de acceso.

 Puertas y ventanas -  fácil acceso

 Ventilación -

 Iluminación - 30 a 60 lux

APARATOS SOMETIDOS A PRESIÓN SIN FUEGO

 Los recipientes a presión (con excepción de las calderas) para contener vapor, agua caliente, gases
o aire a presión obtenidos de una fuente externa o por la aplicación indirecta de calor.

 Los recipientes sometidos a presión calentados con vapor, incluyendo a todo recipiente hermético,
vasijas abiertas que tengan una camisa o doble pared con circulación o acumulación de vapor,
usados para cocinar, destilar, secar, evaporar o tratamiento.

 Los tanques de agua sometidos a presión que puedan ser utilizados para calentar agua por medio
de vapor, serpentinas de vapor y los que se destinan para almacenar agua fría para distribuirla
mediante presión.

 Los tanques de aire sometidos a presión o de aire comprimido que se emplean como tanques
primarios o secundarios en un ciclo ordinario de compresión de aire o directamente por
compresores.

 Recipientes para cloro líquido.

 Recipientes de gases comprimidos, licuados y disueltos.

 Cilindros para gases comprimidos, permanentes, licuados y disueltos.

 Recipientes para líquidos refrigerantes.

COMPRESORES

En la actualidad, la energía neumática se presenta como una buena solución ya que este tipo de energía
tiene las ventajas de la abundancia del aire, de su bajo costo, de su facilidad de transformación, de su
facilidad de almacenamiento, de su limpieza, etc.

Las instalaciones de producción y distribución de aire comprimido se componen de un equipo de


producción integrado por el compresor, un refrigerador, un depósito acumulador de aire y un secador del
aire. La distribución del aire se realiza a través de una red de canalizaciones flexibles o rígidas. La
producción de aire comprimido a través de unos aparatos que se denominan compresores. Estos
compresores, a través de una reducción de volumen o a través de los principios de la dinámica de fluidos,
consiguen elevar la presión del aire para su posterior utilización. 
Clasificación de compresores

1. Compresores volumétricos: se distinguen los de émbolo y los rotativos

2. Compresores dinámicos: turbocompresores.

Esta elección se fundamenta en dos parámetros básicos: la presión deseada en la instalación y el caudal
aspirado.

Una vez que se ha conseguido aumentar la presión de aire, este es almacenado en un depósito con el fin
de amortiguar las pulsaciones si los compresores son alternativos y regular el suministro de caudal de aire,
en función de la demanda del compresor.

Estos depósitos disponen de válvulas de seguridad, un manómetro, un presostato y una llave de purga de
los condensados que se producen. El aire producido por un compresor puede llevar impurezas que
deterioran la instalación, incidiendo negativamente en la seguridad de esta. Estas impurezas son:

 Agua: produce la oxidación de la instalación, así como el desgaste de esta, ya que es posible un
arrastre del aceite lubricante.

 Polvo y suciedad: provocan deterioros en las juntas de estanqueidad de los elementos neumáticos.

Para eliminar estos riesgos, antes de la introducción del aire en el aparato compresor, este es sometido a
una filtración. El aire comprimido es sometido a un secado que procederá a eliminar la cantidad de agua
procedente de la humedad, así como del aceite que, en forma de vapores, produce el compresor.

M4-2. TRABAJOS CON RIESGOS ESPECIALES: APARATOS Y RECIPIENTES SOMETIDOS A PRESION II

En la Ley 19587, específicamente en el Capítulo XVI, artículos 138-144, se disponen lineamientos referidos
a los aparatos que desarrollan presión interna.

La Resolución 231/96, Aparatos Sometidos a Presión2, y sus resoluciones modificatorias (129/973 y


529/984) otorgan los lineamientos a seguir en cuanto a mantenimiento, operadores, proveedores,
empresas constructoras y de diseño de los equipos a presión. 

Capítulo 16. Aparatos que puedan desarrollar presión interna

Artículo 138. En todo establecimiento en que existan aparatos que puedan desarrollar presión interna, se
fijarán instrucciones detalladas, con esquemas de la instalación que señalen los dispositivos de seguridad
en forma bien visible y las prescripciones para ejecutar las maniobras correctamente, prohíban las que no
deban efectuarse por ser riesgosas e indiquen las que hayan de observarse en caso de riesgo o avería. 

Estas prescripciones se adaptarán a las instrucciones específicas que hubiera señalado el constructor del
aparato y a lo que indique la autoridad competente. 

Los trabajadores encargados del manejo y vigilancia de estos aparatos deberán estar instruidos y
adiestrados previamente por la empresa, quien no autorizará su trabajo hasta que estos no se encuentren
debidamente capacitados.

Artículo 139. Los hogares, hornos, calentadores, calderas y demás aparatos que aumenten la temperatura
ambiente se protegerán mediante revestimientos, pantallas o cualquier otra forma adecuada para evitar la
acción del calor excesivo sobre los trabajadores que desarrollen sus actividades en ellos o en sus
inmediaciones, dejándose alrededor de los mismos un espacio libre no menor de 150 m, prohibiéndose
almacenar materias combustibles en los espacios próximos a ellos. 
Los depósitos, cubas, calderas o recipientes análogos que contengan líquidos que ofrezcan riesgo, por no
estar provistos de cubierta adecuada, deberán instalarse de modo que su borde superior esté por lo menos
a 0,90 m sobre el suelo o plataforma de trabajo. Si esto no fuera posible, se protegerán en todo su
contorno por barandas resistentes de dicha altura.

Artículo 140. Las calderas, ya sean de encendido manual o automático, serán controladas e inspeccionadas
totalmente por lo menos una vez al año por la empresa constructora o instaladora y en ausencia de estas
por otra especializada, la que extenderá la correspondiente certificación, la cual se mantendrá en un lugar
bien visible. 

Cuando el combustible empleado sea carbón o leña, no se usarán líquidos inflamables o materias que
puedan causar explosiones o retrocesos de llamas.  

Los reguladores de tiro se abrirán lo suficiente para producir una ligera corriente de aire que evite el
retroceso de las llamas. 

Siempre que el encendido no sea automático, se efectuará con dispositivo apropiado. 

Durante el funcionamiento de la caldera, se controlará repetida y periódicamente durante la jornada de


trabajo el nivel de agua en el indicador, purgándose las columnas respectivas a fin de comprobar que todas
las conexiones estén libres. 

Las válvulas de desagües de las calderas se abrirán completamente cada 24 horas y si es posible en cada
turno de trabajo. 

Una vez reducida la presión de vapor, se dejarán enfriar las calderas durante un mínimo de 8 horas. 

Las calderas de vapor deberán tener, independientemente de su presión de trabajo, válvulas de seguridad
y presostatos, las cuales, al llegar a valores prefijados, deberán interrumpir el suministro de combustible al
quemador.

Las calderas cuya finalidad sea la producción de agua caliente, independientemente de los valores de
temperatura de trabajo, deberán poseer acuastato, los que interrumpirán el suministro de combustible al
quemador, cuando la temperatura del agua alcance ciertos valores prefijados. 

Cuando las calderas usen como combustible gas natural o envasado deberán poseer, antes del quemador,
dos válvulas solenoides de corte de gas. Las mismas deberán ser desarmadas y limpiadas cada 6 meses,
desmagnetizando el vástago del solenoide. 

Las válvulas solenoides, los presostatos, acuastatos y válvulas de seguridad que se usen, deberán integrar
en serie al circuito de seguridad, el cual estará aislado térmicamente de la caldera. Este circuito deberá
probarse todos los días. 

Cuando la combustión en el quemador se inicie con un piloto, este deberá tener termocupla que accione la
válvula de paso de gas del propio piloto y las válvulas solenoides, de manera tal que, al apagarse el piloto
por acción de esta termocupla, se interrumpa todo suministro de gas al quemador de la caldera

Artículo 141. Otros aparatos que puedan desarrollar presión interna y que no se hayan mencionado en los
artículos precedentes deberán poseer: 

1. Válvulas de seguridad, capaces de evacuar con la urgencia del caso la totalidad del volumen de los
fluidos producidos al exceder los valores prefijados para esta, previendo los riesgos que puedan
surgir por este motivo.
2. Presostatos, los cuales al llegar a sus valores prefijados interrumpirán el suministro de combustible,
cesando el incremento de presión.

3. Elementos equivalentes, que cumplan con las funciones mencionadas en los apartados
precedentes.

Deberá preverse, asimismo, la interrupción del suministro de fuerza motriz al aparato ante una
sobrepresión del mismo

Artículo 142. El almacenado de recipientes, tubos, cilindros, tambores y otros que contengan gases
licuados a presión, en el interior de los locales, se ajustará a los siguientes requisitos:

1. Su número se limitará a las necesidades y previsiones de su consumo, evitándose almacenamiento


excesivo.

2. Se colocarán en forma conveniente, para asegurarlos contra caídas y choques.

3. No existirán en las proximidades sustancias inflamables o fuentes de calor.

4. Quedarán protegidos de los rayos del sol y de la humedad intensa y continua. 

5. Los locales de almacenaje serán de paredes resistentes al fuego y cumplirán las prescripciones
dictadas para sustancias inflamables o explosivas.

6. Estos locales se marcarán con carteles de "peligro de explosión", claramente visibles. 

7. Se prohíbe la elevación de recipientes por medio de electroimanes, así como su traslado por medio
de otros aparatos elevadores, salvo que se utilicen dispositivos específicos para tal fin.

8. Estarán provistos del correspondiente capuchón.

9. Se prohíbe el uso de sustancias grasas o aceites en los orificios de salida y en los aditamentos de los
cilindros que contengan oxígeno o gases oxidantes. 

10. Para el traslado, se dispondrá de carretillas con ruedas y trabas o cadena que impida la caída o
deslizamiento de los mismos.

11. En los cilindros con acetileno se prohíbe el uso de cobre y sus aleaciones en los elementos que
puedan entrar en contacto con el mismo; asimismo, se mantendrán en posición vertical al menos
12 horas antes de utilizar su contenido

Artículo 143. Los aparatos en los cuales se pueda desarrollar presión interna por cualquier causa ajena a su
función específica, poseerán dispositivos de alivio de presión que permitan evacuar como mínimo el
máximo caudal del fluido que origine la sobrepresión

Artículo 144. Los aparatos sometidos a presión interna capaces de producir frío, con la posibilidad de
desprendimiento de contaminantes, deberán estar aislados y ventilados convenientemente

Elementos de control y seguridad

La seguridad del aparato debe seguir asegurándose a través del normal funcionamiento del equipo. Para
ello, es preciso dotarlo de unos elementos de control y seguridad cuya misión sea impedir sobrepresiones
peligrosas.

Estos elementos son: 


1. Elementos de control

1. Indicadores de presión. Manómetros.

2. Indicadores de temperatura. Termómetros.

3. Indicadores de nivel. Tapones fusibles manómetros.

2. Elementos de seguridad

1. Presostatos, actúan al elevarse/disminuir la presión del dispositivo. 

2. Termostatos, actúan al elevarse/disminuir la temperatura del dispositivo. 

3. Controladores de nivel, actúan cuando existen tanto un nivel alto como uno bajo en un
dispositivo. 

4. Dispositivos de alivio de presión, no permite que el dispositivo alcance una sobrepresión

Presostatos y termostatos

Estos dispositivos tienen la función de detectar las variaciones de presión y temperatura en el fluido y
transformarlas en una señal eléctrica que actúa sobre los contactos de un micro interruptor.

Dispositivos de alivio de presión

Para garantizar que el recipiente no alcance una sobrepresión peligrosa. Están pensados para que entren
en funcionamiento cuando, por cualquier razón, los órganos de regulación han fallado.

Discos de ruptura

Un disco de ruptura es un disco metálico cuyo funcionamiento consiste en romperse a una presión
determinada, la cual será inferior, en cualquier caso, a la de prueba del aparato (generalmente se adopta la
presión máxima de funcionamiento).

La desventaja es que no pueden volver a utilizarse; su ruptura, a la vez, elimina una posible sobrepresión,
hace que se inutilice para una nueva actuación. Por esta razón, los discos de ruptura no deben utilizarse si
el fluido a presión presenta características tóxicas. No obstante, los discos se utilizan en recipientes con
presiones de diseño muy altas (en las que la capacidad de alivio de las válvulas de seguridad pudiera ser
insuficiente). Asimismo, otra ventaja que presentan los discos es que pueden utilizarse en situaciones en
que las características del fluido puedan hacer inoperantes a las válvulas de seguridad (viscosidad o riesgo
de polimerización). La diferencia se aprecia en la abertura de las válvulas: mientras que las primeras
presentan una abertura total al superar la presión de disparo de la válvula, las de alivio tienen una apertura
proporcional a la presión.

Explosiones

Son los principales peligros de las calderas. Podemos clasificarlas de la siguiente manera:

 a) Explosión física: rotura de las partes a presión por vaporización instantánea y la expansión brusca del
agua contenida en la caldera, como efecto de la rotura producida en un elemento sometido a presión.

 b) Explosión química: producida por la combustión instantánea de los vapores de combustible acumulado
en el hogar. 

Analizando estas causas de explosión es que tendremos: 


Alta presión del fluido 

Una presión superior a la de diseño puede provocar una rotura de partes a presión. Como elemento
indicador de la presión existente en el interior del aparato, disponemos de los manómetros. El dispositivo
de seguridad que dispondrá será un presostato que:

1. parará la aportación calorífica cuando se alcance la presión máxima de servicio;

2. conectará la aportación calorífica cuando la presión haya disminuido en 0.5 kg/cm2;

3. en caso de fallo de este presostato, entrará en funcionamiento un segundo dispositivo, conocido


como presostato de seguridad, el cual parará la aportación calorífica cuando la presión sobrepase la
máxima de servicio y sea inferior a la de tarado de la válvula de seguridad;

4. dará también una señal acústica indicando una situación de riesgo para que personal de la caldera
adopte las medidas correctoras necesarias para su normal funcionamiento; y

5. en caso de que estas medidas sean insuficientes, actuará liberando el exceso de presión.

Alta temperatura del fluido

Una temperatura superior a la de diseño puede provocar una explosión por rotura de las partes por
superar la resistencia de los materiales.

Las causas pueden ser:

1. Falta de agua

2.  Alta temperatura del fluido

3. Incrustaciones en el interior de las paredes del recipiente

Los dispositivos de seguridad que se dispondrán serán los siguientes:

1. Tratamiento adecuado de agua de alimentación que evite la formación de costras que dificulten la
transferencia de calor.

2. Detector mecánico de falta de agua (flotador).

3. Detector eléctrico (electrodo).

4. Detector neumático (diferencia de presión).

Una vez detectada la falla de falta de agua mediante dos dispositivos independientes, se solucionará el
problema: 

 Primero, entrará en funcionamiento el sistema de alimentación del agua. Si esta medida resultase
insuficiente, el segundo dispositivo entraría en funcionamiento, parando el sistema de aportación
calorífica y poniendo en funcionamiento una señal acústica.

 Siempre debe poder leerse el nivel de agua, para ello, se dispondrán de indicadores de nivel.

En caso de alta temperatura, esta será indicada por el termómetro. 

Para evitar que esta temperatura adopte valores peligrosos, entrará en funcionamiento el termostato, el
cual:

 parará la aportación calorífica cuando se alcance la temperatura máxima de servicio; 


 conectará la aportación calorífica cuando la temperatura haya disminuido en 5 °C;

 posteriormente, entraría en funcionamiento un termostato de seguridad, el cual parará la


aportación calorífica cuando la temperatura sobrepase en un 5 % la máxima de servicio accionando
una señal acústica.

Riesgos en compresores

Los riesgos en el uso de compresores son los siguientes:

 Quemaduras 

 Contacto con órganos móviles

 Explosiones

 Exposición a ruidos y vibraciones 

Las medidas más eficientes consisten en un adecuado mantenimiento y control de presostatos, válvulas de
seguridad, protecciones mecánicas fijas y móviles, control de atmósferas explosivas, localización del
compresor en zonas antirruidos, montaje sobre soportes antivibratorios.

4-3. PLAN DE CONTINGENCIA FRENTE A RIESGOS MAYORES

Calidad, medioambiente y seguridad. Los tres están interrelacionados de tal forma que la deficiente
gestión de uno de ellos podría repercutir negativamente en los otros dos.

Así, en actividades donde se investiguen, fabriquen, manipulen o almacenen productos químicos peligrosos
y sus residuos es recomendable disponer de un plan de emergencia contra derrames y fugas que,
respondiendo a preguntas tan básicas como ¿qué hacer?, ¿cómo hacerlo?, ¿quién lo hará?, minimice las
consecuencias de un siniestro.

Plan de prevención de derrames y fugas

Disponer de un plan de prevención de derrames y fugas sería la primera acción importante a realizar para
disminuir, o incluso eliminar, el riesgo de materialización de dicho suceso. Es fundamental conocer los
factores de riesgo que pueden inducir a que se produzca un derrame o fuga.

Los derrames y fugas pueden producirse por:

Inadecuado uso de los recipientes: recipientes envejecidos, oxidados, deformados, inadecuados al


producto químico contenido, mal almacenados, sobre peso en estanterías, etc.

Manipulación incorrecta: llenado inadecuado, trasvases, reacciones descontroladas, manejo incorrecto de


válvulas.

Instalaciones deficientes: falta de inspección, no disponer drenajes y señalización adecuados, elementos


de control inadecuados o inexistentes.

Ante todos estos factores de riesgo, es necesario establecer un plan de prevención:

1- Cumplimiento de la reglamentación vigente, referente a identificación, almacenamiento y


transporte de productos químicos y transporte de productos químicos. La observancia de
reglamentaciones relacionadas con los incendios, el medioambiente o la ley, sobre lugares
de trabajo, señalización, manejo manual de cargas, equipos de trabajo, etc., además de
cumplir su función preventiva, pueden influir, de manera indirecta, en la prevención de
derrames y fugas de productos químicos.

2- Realización de auditorías internas periódicas sobre los factores de riesgo que puede
provocar un derrame o fuga.

3- Establecer, por escrito, normas de seguridad y buenas prácticas en los procesos de trabajo.

4- Formación e información a los trabajadores

5- Elaboración de un plan de emergencia para el caso de que la prevención pueda fallar.

PLAN DE EMERGENCIA PARA DERRAMES Y FUGAS DE PRODUCTOS QUÍMICOS

Cuando se utilicen productos químicos que generen riesgos de inflamabilidad, corrosividad y toxicidad
deberá disponerse de un plan de emergencia. También es recomendable cuando se utilicen productos
químicos que, aunque por sí solos no generan riesgos de consideración a las personas, constituyen un
factor de riesgo para el medioambiente si son emitidos de manera masiva e incontrolada.

Establecido el plan de emergencia, es importante desarrollar aproximaciones a la realidad, realizando


simulacros.

Frente a un derrame o fuga de un producto químico, la secuencia de actuación más habitual quedaría
resumida en los siguientes nueve puntos:

1. Ponerse a salvo, alejándose de la zona peligrosa.

2. Identificar el producto químico, siempre que sea posible.

3. Informar de lo ocurrido inmediatamente, alertando de la presencia de heridos, si los hubiera


(en caso afirmativo, las acciones principales deberían ir encaminadas al rescate y aplicación
de primeros auxilios). 

4. Aislar la zona.

5. Informarse sobre los riesgos del producto químico.

6. Establecer un plan de acciones.

7. Equiparse adecuadamente.

8. Contener el derrame o fuga.

9. Limpiar y gestionar los residuos generados.

El  desarrollo del plan de emergencia, a su vez, implica las siguientes fases de actuación:

1. Detección

2. Comunicación de la alarma

3. Definición de la emergencia e intervención

4. Evacuación

5. Final de la emergencia

El final de la emergencia llegará cuando la situación de emergencia haya sido controlada.


Para restablecer la situación de normalidad, conviene realizar un estudio a fondo de los hechos, causas,
medidas preventivas y de protección propuestas, reponer el material y medios utilizados, gestionar los
residuos creados, realizar los informes requeridos por las autoridades y, especialmente, valorar la
efectividad del plan de emergencia.

Debido a que los accidentes químicos suelen crear alarma social, es aconsejable nombrar, en el plan de
emergencia, la figura del portavoz de empresa o responsable de información.

En primer lugar, conviene valorar si el riesgo de derrame o fuga es un riesgo probable. Si lo es, debería
establecerse un plan de prevención de derrames y fugas químicas, naturalmente dentro del contexto del
plan de prevención general de la empresa, cumpliendo los preceptos de reglamentación vigente de
seguridad industrial y prevención de riesgos laborales.

El plan de emergencia debería incluir el supuesto de derrame o fuga química. Dicho plan debería ser
diseñado de acuerdo con los recursos técnicos y humanos disponibles en el centro de trabajo.

Deberán realizarse las adquisiciones necesarias, y el personal deberá recibir formación adecuada para que,
en caso de emergencia, el plan tenga ciertas probabilidades de éxito.

4-4.ESTUDIO DE CASOS DE EXPLOSIONES, DERRAMES Y FUGAS DE MATERIALES PELIGROSOS

Explosión de Beirut, importancia de las normas al almacenar materiales peligrosos

La explosión en Beirut, cien muertos y miles de heridos, fue provocada por unas 2700 toneladas de nitrato
de amonio (usado en fertilizantes y explosivos para minería) y que se almacenaban cerca del puerto de
mercancías.

¿Qué pudo causar la explosión?

El nitrato de amonio no arde por sí solo. En cambio, actúa como fuente de oxígeno que puede acelerar la
combustión (quema) de otros materiales. A temperaturas lo suficientemente altas, el nitrato de amonio se
puede descomponer violentamente por sí solo. Este proceso genera gases, entre los que se encuentran
óxidos de nitrógeno y vapor de agua. Esta rápida liberación de gases es lo que causa la explosión. La
descomposición del nitrato de amonio se puede desencadenar si se produce una explosión en el lugar en el
que se almacena o si hay cerca fuego intenso

Riesgo para la salud de los habitantes

Una explosión de nitrato de amonio produce cantidades enormes de óxidos de nitrógeno. El dióxido de
nitrógeno (NO₂) es un gas rojo y maloliente. Los óxidos de nitrógeno se encuentran de forma común en la
contaminación atmosférica de las ciudades y pueden causar irritaciones en el sistema respiratorio.

Un recordatorio importante

El nitrato de amonio se elabora combinando gas amoniaco con ácido nítrico líquido, que a su vez está
hecho de amoniaco. El nitrato de amonio está clasificado como mercancía peligrosa,

DERRAME TÓXICO DE CAMIÓN DE ANGLO AMERICAN

También podría gustarte