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“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLÍTICAS

ESCUELA DE DERECHO

DERECHO REGISTRAL

MONOGRAFÍA

INTEGRANTES:

Frank Bardales Gonzales


Jhosep David Mendoza Vily
Marco Antonio Lastra Portocarrero
Alec Diomedes Amasifuén Yumbato
GRUPO: A

ASIGNATURA:

DERECHO COMERCIAL II

DOCENTE RESPONSABLE:

Abog. BARBARAN ALMEIDA, Timber Jack

PUCALLPA – PERÚ
Dedicatoria
Queremos dedicar este trabajo a
nuestra familia y a todas las
personas que creen en nosotros
y a Dios por brindarnos la
oportunidad de estudiar esta
magnífica carrera y poder seguir
mejorando.
Agradecimiento
Nuestros agradecimientos van dirigidos a varias personas, lo normal es
comenzar por aquellas que son más importantes y significativas en nuestras
vidas como familiares y personas que nos motivan y aconsejan para seguir
adelante a nuestros docentes por brindarnos las mejores enseñanzas y la
oportunidad para ser mejores mediante sus consejos y ante todo siempre
teniendo en cuenta a Dios que por el todo esto es posible.
INDICE
Dedicatoria................................................................................................................................2
Agradecimiento.......................................................................................................................3
Introducción.............................................................................................................................5
Capítulo I...................................................................................................................................6
1.1. Historia de la Psicología Forense........................................................................6
1.2 Otros Autores...........................................................................................................7
Capitulo II................................................................................................................................10
2.1. Psicología Forense....................................................................................................10
2.2 Concepto de la Psicología Forense.......................................................................10
2.3. Ejemplo de las Intervenciones Más Frecuentes en los Diferentes Ámbitos:
...............................................................................................................................................11
2.4 ¿Dónde se utiliza la psicología forense?..............................................................12
2.5 Las evaluaciones psicológicas...............................................................................12
Capitulo III...............................................................................................................................14
3.1. Psicología Forense Clínica......................................................................................14
3.1.1. Técnicas de la Psicología Forense Clínica..................................................15
3.2. Psicología Forense Experimental..........................................................................17
3.2.1. Técnicas en la Psicología Forense Experimental.......................................19
3.2.1.1. Reinstauración cognitiva del contexto......................................................22
3.2.1.2. Focalización del recuerdo...........................................................................23
3.2.1.3. Recuperación extensiva...............................................................................23
Capitulo IV...............................................................................................................................27
4.1 Rol de la Psicóloga Forense....................................................................................27
4.2 Psicólogo Perito..........................................................................................................28
4.3 La Psiquiatría Forense...............................................................................................29
4.4. Psiquiatría Forense...................................................................................................32
4.4.1. Conducta Humana..............................................................................................32
4.4.2. Emociones, afectos y sentimientos...............................................................33
4.4.3. Impulsos...............................................................................................................33
4.4.4 Personalidad.........................................................................................................33
4.4.5 Psicopatología......................................................................................................33
4.5. Prueba Pericial Psiquiátrica....................................................................................34
4.6. Patologías Mentales de Implicancia Jurídica......................................................35
4.7. Exámenes Periciales en Psiquiatría Forense......................................................36
4.8. Examen Psiquiátrico para Fármacodependencia..............................................36
A) Contenido de la Pericia:.........................................................................................36
B) El reconocimiento se realiza en la persona del inculpado o actor civil.....36
C) Para determinar su inimputabilidad o anomalía psíquica..............................36
4.9 Procedimiento de la Pericia Psiquiátrica..............................................................37
4.10. Psiquiatría Forense.................................................................................................38
Conclusiones:........................................................................................................................39
Bibliografía..............................................................................................................................41
Introducción
La psiquiatría y psicología forense o jurídica es una especialidad que
correlaciona los conocimientos psicológicos y patológicos y los aplica al campo
concreto del derecho. También fundamenta teorías comunes a ambas
disciplinas universitarias. Comprende el estudio, explicación, evaluación,
prevención y asesoramiento ante los organismos competentes, de aquellos
fenómenos psicopatológicos o psicosociales de la conducta que tienen una
repercusión legal. Utiliza en su desarrollo el método científico, basado en la
evidencia.

Comprende la parte teórica de esta asignatura, el estudio de los aspectos


psicopatológicos origen de teorías que formula la criminología. El conocimiento
de las leyes y normas jurídicas con repercusión psicológica y la terminología
psicológico - legal (imputabilidad, capacidad, trastorno mental transitorio,
intervalo lúcido). Orienta acerca de líneas de actuación para la prevención de la
delincuencia, la investigación de las causas del delito, la personalidad del
delincuente y de las secuelas psicológicas de las víctimas del delito, lo que
tiene mucho interés práctico en el ejercicio de la profesión de Investigador
Privado.

En su vertiente práctica busca soluciones a situaciones legales concretas a las


que puede enfrentarse un Investigado. Excarcelación de un preso, solicitud de
una incapacidad laboral, elaboración de un informe pericial, mediación de
conflictos, intervenciones ante un Jurado Popular, valoración de la veracidad de
un testimonio, intervención en casos de "mobbing", determinación de la
atribución de la custodia en casos de separación y divorcio, investigación de
factores psíquicos causantes de criminalidad o de conductas anómalas
Capítulo I
1.1. Historia de la Psicología Forense
La psicología forense surgió a inicios del siglo XX, al mismo tiempo que la
psicología se convirtió en una ciencia independiente de la filosofía con el
surgimiento de la psicología experimental. El interés en el papel de la
psicología en los procesos judiciales despertó con un experimento realizado
por William Stern en colaboración con Franz von Liszt en 1901.

El experimento consistió en una disputa simulada entre dos estudiantes en una


clase de derecho que culminó con uno de los estudiantes sacando un arma.
Luego de la disputa se pidió a los otros estudiantes presentes en la clase
completar reportes orales y escritos sobre la disputa. A pesar de tratarse de
una clase de estudiantes de derecho, familiarizados con los problemas
implicados al dar testimonio, ninguno fue capaz de dar un reporte sin errores,
con la cantidad variando de 4 a 12 e incrementándose en la parte final
conforme la tensión se incrementaba. Stern y Liszt concluyeron que las
reacciones afectivas inhiben la observación exacta y la recuperación confiable
de los recuerdos.

El siguiente hito en el desarrollo de este campo fue la publicación del libro On


the witness stand por Hugo Münsterberg en 1908. En ese libro recopiló
ensayos publicados anteriormente de forma independiente que discutían los
factores psicológicos que pueden afectar el resultado de un juicio. A partir de
ese momento se inició la discusión formal de la psicología forense como campo
de estudio y como disciplina profesional, logrando su aceptación progresiva en
los diferentes entornos legales.

En la década de los 50 algunos jueces de los Estados Unidos comienzan a


rechazar los testimonios de los psicólogos como testigos expertos, lo que
representaba un retroceso para la profesión. En este contexto se da el caso
Jenkins contra los Estados Unidos. En ese caso el acusado (Vincent E.
Jenkins) es juzgado por ingreso a una propiedad privada, intento de robo y
violación. El defensor presentó el testimonio de tres psicólogos clínicos pero el
juez le ordenó al jurado que ignorara el testimonio por considerar que los
psicólogos no estaban capacitados para dar un testimonio experto por no ser
médicos. El jurado encontró al acusado culpable y el caso fue apelado. La corte
de apelaciones anuló la decisión del jurado y ordenó un nuevo juicio que
incluyera la opinión de expertos en psicología. A partir de ese momento las
cortes de los Estados Unidos comenzaron a aceptar regularmente el aporte de
los psicólogos en los procesos judiciales.

Desde entonces la aceptación de la psicología forense se ha incrementado con


el paso de los años, llegando en algunos casos a ser requerida por la ley
dependiendo del tipo de caso que se está tratando.

1.2 Otros Autores


Morales y García (2010) señalan que los inicios de la psicología forense se
pueden encontrar en un tratado pericial chino del Siglo XIII a.c, que trataba
sobre la veracidad del testimonio en casos de homicidio, o bien, en el Código
de Hammurabi; asimismo, dichos autores, mencionan otros antecedentes de
esta disciplina, tales como: El Fuero Juzgo (año 634); los trabajos de
psicopatología realizados para el Tribunal de la Rota desde 1422; y la
Constitutio Criminalis Carolina de 1532 (punto de partida de la psicopatología
forense como disciplina al servicio del derecho).

Otros antecedentes históricos de esta práctica pueden ser rastreados, Según


Collado J., et al. (2009), “en Europa, entre los siglos XIX y XX, de la mano del
italiano C. Lombroso, fundador de la primera escuela de antropología
criminal y autor de L’uomo delinquente (1876); del francés A. Binet que
publicó el libro La suggestibilité (1900), donde se recogen los primeros
trabajos aplicados a la Psicología del Testimonio; y de los alemanes H.
Gross, autor del libro Kriminalpsychologie (1897), H. Münsterberg, que
publicó el primer manual específico sobre Psicología Forense titulado On
the Witness Stand (1908) y L. W. Stern, que editó la primera revista
especializada en el área titulada Beitrage zur Psychologie der Aussage
(1903-1906)” .

En Hispanoamérica, los orígenes de la Psicología Jurídica se localizan, según


Morales y García (2010), “en España, documentados en obras como el Manual
de Psicología Jurídica de Emilio Mira & López en 1932 (Romero, 1990)”.
Asimismo, según Collado J., et al. (2009), se debe considerar, desde un
punto de vista formal, que los psicólogos forenses comienzan su andadura
con la Ley de Sanidad Española de 1885 que crea el cuerpo de Facultativos
Forenses, organizado en tres secciones:

1) Sección de Medicina y Cirugía.


2) Sección de Toxicología y Psicología.
3) Sección de Medicina Mental y Antropología.

Etimológicamente el término “forense” deriva del latín “forensis”, ras de J. Urra


(1993) es “la ciencia que enseña la aplicación de todas las ramas y saberes de
la Psicología ante las preguntas de la Justicia, y coopera en todo momento con
la Administración de Justicia, actuando en el foro (tribunal), mejorando el
ejercicio del Derecho". Siguiendo a Garzon (1989), y la diferenciación que ésta
establece entre psicología jurídica y psicología forense referido al forum de las
ciudades romanas; la plaza donde se trataban los negocios públicos y donde el
pretor celebraba los juicios. Por tanto, la palabra está referida al “foro” o lugar
donde se administra justicia. “Sitio en que los tribunales oyen y determinan las
causas” (Diccionario de la Real Academia Española).

En general, el termino Psicología forense engloba todas aquellas actividades


que el psicólogo puede realizar en el “foro”, en intervenciones específicamente
solicitadas. En palabras de J. Urra (1993) es “la ciencia que enseña la
aplicación de todas las ramas y saberes de la Psicología ante las preguntas de
la Justicia, y coopera en todo momento con la Administración de Justicia,
actuando en el foro (tribunal), mejorando el ejercicio del Derecho".

Siguiendo a Garzon (1989), y la diferenciación que ésta establece entre


psicología jurídica y psicología forense, observamos que no solo supondrían
dos enfoques diferentes en su relación con el Derecho (filosófica vs aplicada),
sino también dos concepciones distintas de la psicología (colectiva vs
individual).

En definitiva, podemos concluir que la psicología forense es la denominación


que ha recibido la vertiente aplicada de la psicología jurídica, entendiéndose
que su función principal es la de ofrecer funciones de soporte a las
administraciones de justicia.
El principal requerimiento que se realiza al psicólogo forense es la elaboración
de peritajes psicológicos, función que, como ya señaló Muñoz Sabaté (1980),
abarca una gran cantidad de ámbitos específicos en el marco jurídico porque
“el derecho es algo multidimensional y omnipresente. El caso más
insospechado puede presentar algún problema de prueba susceptible de ser
tratado con métodos psicológicos.
Capitulo II
2.1. Psicología Forense
Los conocimientos y técnicas psicológicos son fundamentales en los procesos
modernos de administración de justicia. Dependiendo del contexto y la
situación estudiada la relación entre la psicología y la justicia se puede dividir
en tres ramas:

 Psicología jurídica.
 Psicología criminológica.
 Psicología forense.

La psicología jurídica estudia las relaciones entre el ser humano y las leyes y
normas de la sociedad en la que vive. Tiene tres componentes principales:

 La psicología del derecho: estudia las leyes y su rol en la sociedad.


 La psicología en el derecho: estudia la presencia de conceptos
psicológicos en las leyes.
 La psicología para el derecho: asiste al derecho evaluando hechos
concretos y ayudándolo a esclarecer sus objetivos.

La psicología criminológica estudia el fenómeno criminal en su totalidad,


incluyendo aspectos biológicos, mentales y sociales. Se interesa en
comprender (entre otras cosas):

 Los tipos de delitos y sus motivaciones.


 La delincuencia en general y sus causas.
 Las características psíquicas del delincuente y su posición en la
sociedad.

2.2 Concepto de la Psicología Forense


La psicología forense es el campo de la psicología aplicado al proceso de
administración de justicia. Asiste a los actores de los procesos judiciales
(jueces, defensores, fiscales, víctimas, delincuentes, etc.) proporcionando
información técnica y traduciéndola al lenguaje judicial. Se nutre de toda la
información del campo de la psicología pero especialmente con:
 La psicología de la personalidad.
 La psicología educativa.
 La psicología social.
 La psicología clínica.
 La psicología experimental.

Los campos anteriores son los más utilizados pero cualquier área de la
psicología puede ser requerida en un proceso judicial, dependiendo del
contexto específico del caso.

Los límites de la psicología forense no están claramente definidos y


comúnmente se cruzan con las otras disciplinas psicológicas relacionadas a los
procesos legales de la sociedad. También se relacionan con áreas de trabajo
no asociadas a procesos judiciales (como la consejería a las víctimas de los
delitos).

2.3. Ejemplo de las Intervenciones Más Frecuentes en los Diferentes


Ámbitos:
 Derecho Penal: se valoran cuestiones como la responsabilidad
criminal en casos de trastorno mental de un acusado (evaluación de
la imputabilidad del procesado), la competencia de un individuo para
ser juzgado o para prestar testimonio, las secuelas de las víctimas,
etc.
 Derecho civil: principalmente procesos de tutela e incapacitación de
adultos, internamientos psiquiátricos involuntarios, protección de
menores, valoración de daño y secuelas psicológicas, etc.
 Derecho de familia: temas de adopción y privación de derechos
parentales de los progenitores (patria potestad), en la atribución de la
custodia de los hijos en caso de divorcio, nulidad y separación,
recomendaciones sobre planes de comunicación y contacto,
adopciones, filiación, etc.
 Derecho laboral: valoración de daños y secuelas psíquicas a
accidentes o situaciones de trabajo, etc.
Lo que se pretende es aportar al proceso judicial, una valoración más objetiva
de la conducta humana a través de técnicas e instrumentos psicológicos que
ayuden al juez a dictar sentencia. En el informe pericial se deben valorar los
hechos o circunstancias psicológicas que sean de interés o necesidad para el
proceso judicial.

Cada vez son más los jueces que acuden a los psicólogos (ya sean privados o
pertenecientes a la Administración de Justicia), solicitando asesoramiento para
valorar todas las cuestiones que tienen que ver con el estudio de las
condiciones psicológicas de los actores jurídicos.

Por ejemplo, la sentencia del Tribunal Supremo de 21 de noviembre de 1992


(RJ 19929624) se afirma que la psicología permite aportar medios de
conocimiento, que el Tribunal no podría ignorar en su juicio sobre la credibilidad
del testigo y que, por sí mismo no podría obtener en razón del carácter
científico especializado de los mismos.

2.4 ¿Dónde se utiliza la psicología forense?


La psicología forense se aplica principalmente para como hemos dicho,
estudiar el estado psicológico de aquellas personas que estén envueltas en
una investigación policial, sean testigos, víctimas…

También se utiliza para analizar diferentes documentos que haya podido


escribir el sospechoso, para así tener información sobre la personalidad del
susodicho.

La psicología forense también se puede utilizar dentro del ámbito civil para así
realizar evaluaciones psicológicas en casos por ejemplo de separaciones,
personas con discapacidades, violencia doméstica…

Esta rama también tiene aplicaciones dentro de un entorno laboral en una


empresa, en estos casos hay un perito psicólogo forense el cual realiza
evaluaciones a las personas en casos de discapacidades laborales,
indemnizaciones por daños y prejuicios, invalidez, etc.

2.5 Las evaluaciones psicológicas


Las diversas pruebas que realiza un psicólogo de esta índole son las
siguientes:
 Pruebas psicológicas: Esto envuelve una batería de pruebas que incluye
cosas como pruebas de inteligencia, personalidad, organicidad, entre
otras.
 Examen psicopatológico: Se evalúan temas como actitud,
comportamiento, lenguaje, juicio, perturbaciones perceptuales… para
ver si hay algún síntoma psicopatológico.
 Historia clínica psicológica: Se evalúa todo el historial clínico de la
persona, como todos los tratamientos recibidos, motivos de consulta,
antecedentes familiares…
 Observación de conducta: Tiene en cuenta datos como tics, apariencia y
descripción física, sudoración, ruborización antes, durante y después de
la realización de las pruebas previamente descritas.
Capitulo III
3.1. Psicología Forense Clínica
Las principales tareas de la Psicología Clínica aplicada a la psicología forense
consisten en la evaluación de daños a las víctimas de delitos, la evaluación del
estado mental de los acusados para establecer la posible imputación de los
hechos delictivos y en su caso asesorar al tribunal sobre el tipo de pena o
tratamiento impuesto en caso de ser declarados culpables, y la evaluación de
la competencia de los testigos y víctimas para declarar. En cualquier caso, la
actuación de los psicólogos forenses dependerá de los diferentes tribunales:
Clínicas Médico Forenses. La primera participación de los psicólogos en las
Clínicas Médico Forenses data de 1986. Estas intervenciones dependen del
Tribunal Superior de Justicia de cada Comunidad Autónoma y están en
proceso de incorporarse a los recientemente creados Institutos de Medicina
Legal, junto con los Institutos Anatómico Forenses, y de Toxicología. Así pues,
los psicólogos aquí colaboran en las evaluaciones de agresores y víctimas en
casos de agresiones físicas, sexuales y psicológicas, de accidentes de tráfico y
laborales, incapacidades, trastorno mental, maltrato a menores, ancianos y de
género, mobbing, bullying, toxicomanías.

 Juzgados de familia. Fue en estos juzgados donde se crearon los


primeros equipos técnicos con participación de los psicólogos, en
colaboración con Trabajadores Sociales. Aquí el psicólogo actúa a
requerimiento del juez, en general para informar sobre la situación
personal y familiar de los cónyuges en procesos contenciosos de
divorcio, para la guarda y custodia de los hijos y el establecimiento del
régimen de visitas correspondiente, y en los procesos de protección de
menores.
 Juzgados de Menores. Los equipos técnicos adscritos a los juzgados de
menores se encargan de la valoración de los menores delincuentes. Su
labor consistirá en la elaboración de informes, generalmente en
colaboración con trabajadores sociales y educadores, evaluando la
personalidad y condicionantes (educativos, familiares) de los menores
infractores, y recomendando las medidas a aplicar a lo largo de todo el
proceso. Otros. Además podemos encontrar psicólogos forenses en los
Juzgados de Vigilancia Penitenciaria y en la Asistencia a Víctimas. En
los primeros su labor consiste en la elaboración de informes psicológicos
sobre los condenados para los permisos de salida, la libertad
condicional, la progresión o regresión de grado, el seguimiento de
liberados condicionales y para casos específicos relativos a la gravedad
del delito, reincidencia, duración de la condena, alarma social o riesgo
de fuga. En los Servicios de Asistencia a Víctimas el psicólogo asesora a
las víctimas de delitos en colaboración con juristas y trabajadores
sociales.

3.1.1. Técnicas de la Psicología Forense Clínica


En la Psicología Forense Clínica las principales técnicas utilizadas consisten en
las propias de la psicología clínica, esto es, de la metodología de entrevistas y
de los instrumentos de evaluación utilizados habitualmente en esta área para la
valoración de estado mental o de la personalidad. No obstante, para algunas
actuaciones no existen instrumentos que midan las variables específicas
consideradas en psicología forense, como ocurre en los casos de custodias
disputadas, donde no existe por el momento un instrumento que permita
concluir quién es el progenitor más adecuado para ostentar la custodia de los
hijos. En estos casos, la combinación de varias técnicas y procedimientos
facilitarán la labor del psicólogo forense. En cualquier caso, no debe olvidarse
que los informes periciales no tienen un objetivo terapéutico sino jurídico, y que
el origen de la petición pericial no es el sujeto evaluado sino la necesidad del
sistema. Una evaluación adecuada implica ineludiblemente considerar ¿para
qué se va a evaluar? ¿Qué se va a evaluar? y ¿cómo se va a evaluar? La
respuesta a la primera pregunta procede de la petición realizada en el ámbito
jurídico, que puede proceder del juez o de cualquiera de las partes (acusación
y defensa). Por ello, será fundamental una primera entrevista con los actores
origen de la demanda (jueces o abogados) para especificar la petición, recoger
la información necesaria para la planificación de la actuación y poder contestar
a qué y cómo, y solicitar los medios necesarios para llevarla a la práctica. Así,
por ejemplo, será el propio juez quien facilite el acceso a los sujetos objeto de
la pericia, fundamentalmente si la petición se realiza de una parte e implica la
valoración de un sujeto de la otra. La entrevista psicológica forense Es sin
duda el procedimiento más utilizado en psicología forense. En general, la
entrevista psicológica forense debe permitir obtener datos para el informe
pericial y la formulación de hipótesis, así como para la planificación de pruebas
posteriores para la falsación o verificación de las mismas. Podemos distinguir
dos tipos de entrevistas: semi estructuradas y estructuradas. Las primeras son
aquellas que permiten al peritado expresarse libremente, aunque sin perder el
control ni el objetivo de la entrevista. Las entrevistas estructuradas son aquellas
específicamente diseñadas con un propósito y por lo tanto con un guion más o
menos definido. Se utilizan principalmente en casos de violencia de género,
agresiones sexuales, actitudes parentales, trastorno de estrés post traumático,
déficit neuropsicológicos o toxicomanías, entre otras.
Las pruebas psicológicas Estas pruebas son habitualmente utilizadas después
de las entrevistas para la evaluación específica de determinados parámetros.
Se aplican sobre todo para la evaluación de la inteligencia, de la personalidad
normal y patológica, y del estado neuropsicológico. Y, en general, puede
distinguirse entre pruebas psicométricas y pruebas proyectivas. Las pruebas
psicométricas constituyen fundamentalmente una medida objetiva y tipificada
de una muestra de conducta, lo que supone uniformidad en el procedimiento de
aplicación y puntuación, y una interpretación de los resultados conforme a unas
normas establecidas. Los más utilizados son los test de inteligencia, las
pruebas de personalidad y las pruebas neuropsicológicas. Las pruebas
proyectivas se basan en la evaluación del comportamiento dinámico de los
sujetos ante diferentes estímulos, por ejemplo, dibujos o juegos. En el diseño y
posterior aplicación de todo test se consideran dos criterios de obligado
cumplimiento: validez y fiabilidad. La validez de un test indica si cumple
realmente con la función para la que está diseñado, esto es, si mide lo que
pretende medir. La fiabilidad indica la estabilidad o consistencia de las medidas
proporcionadas por el test en repeticiones sucesivas. Tanto las pruebas
psicométricas como las proyectivas son utilizadas por la psicología forense
clínica; no obstante, los proyectivos han recibido un gran número de críticas, ya
que son de interpretación muy compleja y requieren un gran conocimiento y
experiencia por parte de la persona que los administra. La posibilidad de llegar
a conclusiones erróneas por interpretaciones poco rigurosas es, pues, su
principal crítica. Además, en ocasiones se los ha tachado de subjetivos, y por
ello algunos autores (Lapasió y Ramón, 2002) definen principios y requisitos
para su aplicación.

 Principio de adecuación, según el cual algunas técnicas proyectivas


 Principio de complementariedad, que establece el uso de más de una
técnica para poder establecer comparaciones y contrastar resultados. En
general se recomienda su uso únicamente como un método auxiliar que
sirva como complemento a las pruebas psicométricas.
 Principio de interpretación restrictiva, que limita la realización de
extrapolaciones o conclusiones radicales de los mecanismos dinámicos
implícitos en las pruebas proyectivas.
 Principio de selectividad, que recomienda la selección de aquellos datos
que puedan aportar más información para el objetivo de la pericial.

3.2. Psicología Forense Experimental


Desde la Psicología Experimental las principales aplicaciones tienen que ver
con los procedimientos en los que intervienen procesos psicológicos básicos,
fundamentalmente memoria, percepción y atención. Así pues, la actuación de
los psicólogos se centra en la Psicología del Testimonio6, colaborando en los
procedimientos de toma de declaración para casos especiales, en el
asesoramiento a los tribunales acerca de los factores que influyen en la
exactitud de las declaraciones de los testigos, asesorando en la composición
de las ruedas de identificación y los factores que influyen en estos
procedimientos y elaborando informes periciales donde se evalúa la
credibilidad de las declaraciones de los testigos (exclusivamente en casos de
agresiones sexuales a menores). Así pues, podemos distinguir dos diferentes
roles del psicólogo forense experimental: como peritos evaluando pruebas
testificales, lo que ocurre sólo en casos especiales en agresiones sexuales a
menores y pruebas de identificación, y como testigos expertos asesorando al
tribunal sobre el conocimiento científico en psicología del testimonio para una
mejor valoración de las pruebas. Estos roles se aplican a dos ejes: el de la
mentira y el de la exactitud de los testigos. Cuando hablamos de mentira
hacemos referencia a la actuación deliberadamente errónea del testigo; sin
embargo, estos son la minoría de casos en comparación con la gran cantidad
de errores no deliberados que cometen: entonces hablaríamos de la exactitud
de sus declaraciones e identificaciones. A este respecto la ciencia psicológica
ha establecido a lo largo de innumerables investigaciones cuáles son los
principales factores que influyen en la exactitud de identificaciones y
declaraciones y en qué sentido lo hacen. Un conocimiento en profundidad de
estos factores y de los procedimientos que podrían minimizarlos facilitaría la
labor de investigación criminal y la toma de decisiones judiciales. Otra
actuación, menos conocida, de los psicólogos forenses experimentales
consiste en la elaboración de informes periciales para casos de plagio de
patentes, marcas y propiedad intelectual en general. Como puede apreciarse,
los conocimientos y especialidad de los psicólogos forenses determinan sus
funciones. Soria distingue entre conocimientos genéricos y específicos en
Psicología Penal Forense clínica:

a. Por conocimientos generales entiende los comunes a la ciencia


psicológica, entre los que incluyen como áreas de conocimiento
relevantes para la psicología forense la evaluación, intervención,
asesoramiento, supervisión, investigación, fundamentos científicos y
desarrollo profesional. Así, el psicólogo forense debe conocer la
metodología específica a emplear en la evaluación del objeto pericial; los
diferentes tratamientos para abordar la enfermedad mental (señalando
especialmente los de abuso de sustancias, agresión sexual y
desórdenes de personalidad); los derivados de la ley penal y de salud
mental, del sistema penitenciario y del sistema forense; los métodos de
enseñanza de los conocimientos propios del área; los relativos a
metodología de investigación, diseño y análisis estadístico; y los de la
psicología en general (investigaciones relevantes, socio-demografía,
estadística forense, etcétera).
b. Entre los conocimientos específicos de la psicología forense incluye: las
bases biológicas, cognitivo afectivas, sociales e individuales de la
conducta. Algunos de estos conocimientos son necesarios también para
la psicología forense experimental, fundamentalmente los relativos a las
cuestiones de investigación, hasta el punto de ser conveniente (si no
imprescindible) la práctica en la investigación en procesos cognitivos
básicos. Y específicamente deberá conocer en profundidad los
procesos, funciones y factores de influencia en la memoria, la
percepción, la atención y los procesos asociados como pensamiento,
lenguaje, toma de decisiones, representación, etc.

3.2.1. Técnicas en la Psicología Forense Experimental


Las principales técnicas utilizadas en la Psicología Forense Experimental
tienen como objetivo la obtención de pruebas testificales y su evaluación desde
el punto de vista de la exactitud y credibilidad, y dependen del tipo de prueba:
identificación o declaración19. Las Pruebas de identificación de personas
Desde el punto de vista de la identificación de personas, tanto el Código Penal
como la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Una de las diligencias más relevantes
y la más practicada en el sistema judicial para alcanzar este fin es el
reconocimiento en rueda de presos. Sin embargo, es una de las pruebas con
menor fiabilidad de todas las que pueden practicarse, ya que la tecnología
aplicada a la obtención de otras piezas de convicción permite identificar a una
persona con un porcentaje de error mínimo, como ocurre con las pruebas de
ADN; sin embargo, no siempre es posible practicarlas, dado que en pocas
ocasiones se cuenta con las muestras materiales necesarias. Por ello, debe
recurrirse a la identificación ocular como prueba única y por tanto fundamental
para poder inculpar a alguien de la comisión de un delito. El problema es que
los testigos no siempre aciertan en sus identificaciones.

La creencia popular afirma que la mayoría de los falsos reconocimientos se


debe a la mala voluntad de los testigos, esto es, no admite los errores no
deliberados, adjudicando cualquier fallo en una identificación a la intención
deliberada de mentir. Sin embargo, reconocer a una persona en una rueda de
identificación es una tarea de memoria, y quizá una de las más complicadas,
debido a que la memoria está lejos de ser perfecta y se encuentra limitada no
sólo en capacidad sino también por el efecto de innumerables factores
(cognitivos, sociales, evolutivos, e incluso clínicos y de personalidad) que la
distorsionan, provocando errores no intencionados tanto de omisión como de
comisión. En ocasiones, los errores son provocados por el propio Sistema.
Identificación en fotografías En algunos casos puede producirse la
identificación previa del sospechoso de un delito en una fotografía. Esta
identificación puede realizarse de forma natural, por la aparición del supuesto
culpable en medios de comunicación, o como consecuencia de una “rueda
fotográfica” en comisaría o los juzgados. Una identificación previa servirá como
base para detener a la persona a quien se imputarán los delitos. Sin embargo,
la sola identificación en fotografía no es válida como prueba para el sistema
legal. Por tanto, una vez que la policía localiza a la persona de la fotografía a
quien señaló el testigo, se procederá a realizar una rueda de identificación en
vivo. La dificultad a que nos enfrentamos aquí es que el simple hecho de
mostrar las fotografías al testigo podría estar viciando todo el procedimiento
posterior de identificación: en la rueda en vivo el testigo podría estar señalando
a la persona de la fotografía y no al autor del delito. La ruedas de identificación
El mejor medio para evitar errores de identificación es extremar
el control en las condiciones de la rueda. Por ello, las ruedas no deben estar
sesgadas, esto es, deben ser imparciales. Y una rueda es imparcial si el
sospechoso tiene la misma probabilidad de ser elegido que cualquiera del resto
de los componentes de la rueda. Para conocer el grado de imparcialidad de
una rueda se recomienda utilizar testigos simulados. Si las personas que no
han estado presentes durante la comisión del delito señalan al sospechoso con
mayor frecuencia de la esperable por azar, simplemente a partir de la
descripción inicial, significará que la rueda no es imparcial y hay un sesgo
contra el acusado, que es señalado como el autor por quienes no estuvieron
presentes. A este respecto, se han propuesto dos principios de imparcialidad:

 un número suficiente de componentes que asegure una probabilidad


pequeña de señalar a un inocente por azar;
 que el sospechoso no sea diferente del resto de los componentes de la
rueda, que no se dé un sesgo a favor o en contra del acusado, que
disminuya la probabilidad de ser señalado por azar por una persona
ajena al caso investigado. Así, la labor del psicólogo forense
experimental será evaluar el tamaño funcional de la rueda y los posibles
sesgos en su composición, y asesorar sobre los diferentes factores de
influencia que sesgarían las respuestas de los testigos.
La detección de las identificaciones erróneas Durante las últimas décadas se
han desarrollado diferentes procedimientos para valorar la credibilidad de las
declaraciones de los testigos, técnicas que no permiten saber si los testigos
mienten o dicen la verdad, aunque podrían facilitar los juicios sobre la
credibilidad de los relatos que proporcionan. Sin embargo, ninguno de estos
procedimientos es aplicable a las pruebas de identificación. Además, el
problema aquí no es tanto detectar la mentira y por tanto la falsa identificación
deliberada, como los errores no deliberados. En cualquier caso, para valorar la
exactitud de una identificación podríamos basarnos en diferentes medidas
basadas en los procesos de memoria y toma de decisión que intervienen en las
pruebas de reconocimiento, como por ejemplo el tipo de respuesta que el
testigo emite ante la identificación o el tiempo que tarda en reconocer; y en
toda la información que tengamos sobre el caso: circunstancias en que se
produjo el suceso, características del testigo, y, en general, todos los factores
que puedan afectar al recuerdo y reconocimiento del autor de los hechos.
Además, diferentes informes han propuesto un gran número de reglas sobre
cómo realizar e interpretar adecuadamente una rueda de reconocimiento que
podrían permitirnos interpretar adecuadamente una identificación.
Recientemente se han elaborado un listado de reglas adaptadas al sistema
español cuyo incumplimiento llevaría al rechazo de la prueba de identificación,
desde el punto de vista de la Psicología del Testimonio, con independencia de
que se proporcione una justificación.

Las declaraciones de los testigos La Psicología Forense Experimental ha


definido diferentes procedimientos para la obtención de las declaraciones de
los testigos y la valoración de su exactitud y credibilidad. Podemos señalar dos
formas diferentes de toma de:

 declaración. - Formato de recuperación narrativo y formato de


recuperación interrogativo. Tradicionalmente estas dos formas se
han empleado de forma complementaria. En el formato narrativo se
pide al testigo simplemente que cuente qué sucedió. En términos de
tareas de memoria se le está pidiendo que realice una tarea de;
 recuerdo libre. - Que sin limitación alguna y sin interrupciones cuente
todo lo que recuerde, de la forma que prefiera. El formato
interrogativo consiste en realizar una serie de preguntas a los
testigos que previamente han sido elaboradas formando el guión del
interrogatorio, que puede ser implícito o explícito. En términos de
tareas de memoria se le está pidiendo al testigo que realice una tarea
de recuerdo dirigido. Ambos tipos de recuperación tienen ventajas y
limitaciones. El formato narrativo presenta una ventaja importante,
las declaraciones dadas de esta forma no suelen contener tantas
distorsiones como con el interrogativo.

Sin embargo, suelen ser bastante pobres en cuanto a la cantidad de detalles


proporcionados, consisten generalmente en descripciones muy generales de lo
sucedido; esto es, presentan errores de omisión. El formato interrogativo, por
su parte, tiene la ventaja de proporcionar una gran cantidad de información,
pero con más distorsiones de las aparecidas en el formato anterior, más
errores de comisión. Esta característica del formato interrogativo, más detalles
pero menos exactos, se debe al efecto que las preguntas tienen sobre la
memoria. Técnicas de ayuda al recuerdo Además de estos dos procedimientos
utilizados en las entrevistas estándar para tomar declaración a los testigos,
existen otros procedimientos más complejos que facilitan el recuerdo y pueden
evitar las desventajas que presentan el formato de recuperación narrativo e
interrogativo. Cuando a los testigos se les hace difícil recordar, puede recurrirse
a diferentes técnicas de ayuda al recuerdo. Una de las técnicas sobre las que
más énfasis se está poniendo en la actualidad, como uno de los
procedimientos más completos de toma de declaración, es la Entrevista
Cognitiva (EC). Esta forma de entrevista ha sido desarrollada como un
completo procedimiento de toma de declaración dirigido a la obtención de
información cuantitativa y cualitativamente superior a la que es posible obtener
mediante las entrevistas estándar, disminuyendo la posibilidad de que
aparezcan errores de omisión y comisión en las declaraciones de los testigos.
En la EC se distinguen 3 pasos en la entrevista cognitiva:

 crear un ambiente propicio,


 recuerdo libre y;
 aplicación de técnicas de recuperación de memoria: reinstauración del
contexto, focalización del recuerdo y técnicas de recuperación extensiva.
3.2.1.1. Reinstauración cognitiva del contexto
Consistirá en tratar de poner al testigo mentalmente en la misma situación
física y mental de cuando ocurrió el suceso. La reinstauración del contexto en
que se produjo el suceso proporciona indicios que incrementan la coincidencia
entre el suceso original y el contexto de recuperación, lo que facilitará el acceso
a la información sobre el suceso original. La técnica consiste en pedir al testigo
que imagine de nuevo el suceso sobre el que está declarando, intentando
recordar todos los aspectos posibles relacionados con el momento del suceso.

3.2.1.2. Focalización del recuerdo


Consiste en ayudar al testigo a concentrarse en lo que está describiendo. Esto
puede lograrse mediante la realización de preguntas abiertas, permitiendo
pausas largas y no interrumpiendo al testigo cuando está hablando.

3.2.1.3. Recuperación extensiva


Puede ayudarse a los testigos a buscar en su memoria más extensivamente
mediante el uso de diversas técnicas:

Cambio de perspectiva: consistente en el recuerdo desde diferentes


perspectivas, por ejemplo pidiéndole que adopte la perspectiva de otra persona
o que trate de contarlo como si hubiera estado en un lugar diferente a donde se
encontraba en el momento del suceso. ! Recuerdo de los hechos desde
diferentes puntos de partida, pidiendo al testigo que repita su testimonio en un
orden diferente. El empleo de ésta técnica se justifica, como en el caso del
cambio de perspectiva, en que cuantas más vías de acceso se tenga a la
información almacenada en la memoria más posibilidades habrá que ésta se
haga accesible por uno u otro camino. Sin embargo, no todo son ventajas en la
entrevista cognitiva. Diversas investigaciones han mostrado que esta técnica
podría presentar ciertos inconvenientes. Entre ellos podemos señalar como
más importante el hecho de que pedir a los testigos que recuperen información
en múltiples ocasiones y de muy diversas formas puede implicar una mayor
elaboración de esta información, lo que podría llevar a rellenar huecos de la
memoria con material procedente de otros episodios y a realizar más
inferencias, que afectaría a su vez a la calidad y cantidad de información
recordada. Además de la Entrevista Cognitiva, existen otros procedimientos
auxiliares, no siempre recomendables aún cuando se utilizan. El recurso
principal y más sencillo en el caso de menores es la realización de dibujos, con
el objetivo fundamental de facilitar la desinhibición del niño y su representación
de situaciones complejas. Sin embargo, su uso debe limitarse al de técnica
auxiliar que facilite la recuperación de información y en los objetivos descritos.
No debe caerse en la trampa de tratar de interpretar los dibujos, y menos en los
términos en que lo hacen algunas técnicas proyectivas comentadas más arriba,
ya que aquí el objetivo es otro. También se propone desde algunos foros la
utilización de la hipnosis como técnica para la obtención de declaraciones, pero
ésta es absolutamente descartada por la
ciencia ya que los sujetos hipnotizados tienden a reelaborar sus memorias
introduciendo información falsa procedente de otras experiencias, de sus
conocimientos o de las preguntas del hipnotizador, dado que se incrementa su
sugestibilidad. Con el problema añadido de que una vez reelaboradas las
memorias el daño es irreversible. Por si fuera poco, en esta situación el
hipnotizado mantiene intacta la capacidad de mentir. Análisis de la credibilidad
de las declaraciones Desde la Psicología Forense Experimental podemos
clasificar las investigaciones acerca de la credibilidad de las declaraciones en:
estudios de los cambios fisiológicos, investigaciones conductuales de los
cambios corporales (factores no verbales de credibilidad) y análisis de los
contenidos verbales. Los dos primeros se han centrado en intentar detectar la
mentira.

a) Estudios de los cambios fisiológicos: Para estudiar los diferentes


cambios fisiológicos asociados a la mentira se han utilizado diversas pruebas.
La técnica más conocida es el detector de mentiras o polígrafo, que se basa en
la medición de diversas respuestas psicofisiológicas entre las que destacan la
tasa cardiaca y respiratoria, la respuesta psicogalvánica de la piel y la
dilatación pupilar. Sin embargo, la técnica presenta problemas relacionados
con posibles fallos en la detección: al medir variables fundamentalmente
relacionadas con la ansiedad podemos encontrarnos con que personas con un
alto nivel de ansiedad pueden ser identificadas como mentirosas, al producir
respuestas similares a las que acompaña la producción de una mentira. En
contrapartida, una persona con un gran control emocional pasará
desapercibida para este detector de mentiras, aunque efectivamente esté
mintiendo. Estos posibles errores invalidan el uso de esta técnica.

b) Factores no verbales de credibilidad: Miller y Burgoon realizaron una


buena revisión de los factores conductuales que afectan a la credibilidad.
Según estos autores, ciertas manifestaciones de indicios
no verbales están sistemáticamente asociadas con la comunicación engañosa.
Estos indicios incluyen aquellas conductas sintomáticas de la ansiedad y la
reticencia, es decir, conductas excesivas que exageran una respuesta normal
de comunicación, conductas marcadas por afecto negativo, conductas
indicadoras de vaguedad o incertidumbre, y respuestas incongruentes que
sugieren que la conducta externa está en contradicción con los sentimientos
actuales del testigo deshonesto. El problema fundamental que nos
encontramos aquí es la gran variabilidad existente en la producción de este tipo
de conductas y el error de interpretación a que podría dar lugar la
consideración de un indicio aislado en lugar del análisis de la conducta del
testigo como un todo. Así pues, podríamos decir que hasta el momento no
existen los detectores de mentiras válidos. Pero además, aun cuando
existieran, el problema de estos procedimientos es que todos ellos se basan en
que los sujetos están aportando datos falsos intencional y por tanto
conscientemente, por lo que no son aplicables a la mayoría de los relatos
falsos, que son producto de errores que van más allá de la intencionalidad, y
que pasarían desapercibidos pues los propios sujetos creen en su realidad.
Sólo la intencionalidad afectaría (y no siempre) a dimensiones psicofisiológicas
y conductuales que pueden ser medidas de diferentes formas. Por esto más
recientemente han surgido algunos procedimientos basados en el análisis del
contenido de las descripciones de memoria. En todos ellos se parte del
supuesto de que las declaraciones procedentes de un hecho real se diferencian
de las declaraciones de un hecho falso (erróneo) en varias dimensiones, tales
como el tipo de expresión, el tipo de detalles descritos, la dudas manifestadas,
la estructura de las narraciones...

c) Análisis de los contenidos verbales: Los estudios sobre las variables de


contenido a través de las que podemos inferir credibilidad se centran no en el
testigo y en las variables relacionadas con la mentira, sino en las variables del
testimonio, que correlacionan con la exactitud de la información proporcionada
por las declaraciones. Así, se produce un importante cambio cualitativo en los
estudios sobre credibilidad. Las dudas, alusiones a procesos mentales,
exageraciones, cantidad de detalles, pausas, juicios o valoraciones,
comentarios personales, longitud de las declaraciones y otras tantas variables
de contenido sustituyen a los cambios fisiológicos, gestos, posturas y demás
variables conductuales en el punto de mira de las investigaciones sobre la
credibilidad. La base que sustenta estos estudios se encuentra en la distinción
entre huellas de memoria de origen externo (perceptivas) y de origen interno
(imaginadas), establecida por Johnson y Raye, quienes afirman que las
memorias basadas en hechos reales son cualitativamente diferentes de las
basadas en fantasías o imaginaciones. Por otra parte, algunas diferencias
entre memorias de origen externo e interno pueden detectarse también
mediante otras técnicas de análisis, como el Análisis de la realidad de las
evidencias, el Análisis de la Realidad de las Declaraciones o el Análisis del
contenido de las declaraciones que permiten diferenciar entre testimonios
creíbles y no creíbles. El campo de aplicación de estas técnicas es los testigos
infantiles víctimas de abuso sexual o físico.
Capitulo IV
4.1 Rol de la Psicóloga Forense
El rol del psicólogo forense se realiza ante la corte, cuando se requiere un
asesoramiento al estamento jurídico, donde se ocupa de emitir informes
(recopilar, examinar y presentar pruebas) que puedan ser utilizados como un
argumento de un proceso judicial sobre una petición concreta. La
Administración de Justicia establece el orden de las asignaciones de peritos
judiciales. Así, el perito una vez designado judicialmente, tendrá cinco días
para aceptar o no el cargo. En caso de aceptación, acudirá al juzgado donde se
procederá a su nombramiento bajo juramento.

En caso de aceptación, acudirá al juzgado donde se procederá a su


nombramiento bajo juramento. Los psicólogos clínicos, neuropsicólogos y otros
con distinta especialización pueden contribuir como expertos o peritos cuando
la corte así lo dicte. Los psicólogos forenses son los únicos que, por su
formación, son los adecuados para realizar valoraciones psicológico-legales,
teniendo un lugar importante conociendo la responsabilidad legal del imputado,
dictamina el estado mental del acusado en el momento que sucedió el delito.

La tarea del psicólogo forense implica asesorar a criminalistas, personal oficial,


policías, jurado, entre otros para brindar información psicológica para el
perfilamiento de los autores de situaciones punibles; causa de esta práctica el
psicólogo puede trabajar con la población carcelaria de todo el país, no queda
limitado al territorio metropolitano como sucede en otros casos. Dentro del
ámbito penal el psicólogo también interviene en los establecimientos
carcelarios, allí se proponen “tratamientos para la rehabilitación”, se le informa
a las autoridades carcelarias la existencia de respuestas o no al tratamiento
antes propuesto.

El perito emitirá su dictamen por escrito, en el plazo señalado, y lo hará llegar a


su cliente en caso de contratación de parte. El cliente, por sí mismo o a través
de su representación legal (abogado o procurador), dará curso a las partes
(tribunal, Fiscalía y parte contraria). En el supuesto de designa por un juzgado,
el perito deberá entregarlo al tribunal; en este caso, será el propio juzgado el
responsable de dar traslado a los agentes implicados en el proceso del informe.
La presencia del perito en la vista oral permite la ratificación, defensa y
aclaración sobre su pericia. Participan en distintos juzgados, mayormente en
los juzgados civiles por cuestiones familiares, penales y laborales. Su labor
debe ser imparcial y objetiva acerca de los hechos que se deben diagnosticar,
utilizando un lenguaje coloquial para la comprensión e interpretación de los
especialistas de otras áreas sea clara.

4.2 Psicólogo Perito


La función del psicólogo perito es elaborar un psicodiagnóstico y metódica
anamnesis para informar sobre la personalidad del actor/a, con el objetivo de
señalar los efectos del contexto que pudieran generar la situación sufrida, se
incluye el porcentaje de daño si es que existe sobre la persona, cuando
corresponde a su personalidad antes y después del crimen, se cuantifica y se
establece si cumple con los criterios para una posible incapacidad. Es
importante la actuación del perito, ya que se requiere que no tenga
conocimiento previo, ni conocer al acusado, ni presentar interés alguno,
garantizando la imparcialidad en el caso. El psicólogo perito actúa de forma
independiente, eligiendo los pormenores como establecer las fechas para su
trabajo, las entrevistas con el implicado , evaluar los resultados y dar respuesta
a los requerimientos solicitados la parte demandada y actora; de igual manera
también puede actuar como consultor técnico, asistiendo a las entrevistas
periciales a la parte que lo indica. Dentro de los peritos psicólogos se clasifican
en cuatro categorías:

a. Perito Oficial: Es aquel que se desempeña como funcionario nombrado


por la justicia, posee un cargo permanente para desempeñarse cada vez
que sea elegido. Trabaja en relación de dependencia con la Justicia, lo
que quiere decir que cobra un sueldo mensual pagado por el Estado
Nacional
b. Perito de Oficio: Para poder desempeñarse como perito de Oficio debe
en primer lugar inscribirse en las listas que se organizan en cada fuero y
la relación con la Justicia se establece a través de un contrato para
actuar en determinado juicio para lo cual es convocado por el Juez.
Generalmente se recurre a este tipo de peritos en los fueros Civil o
Laboral.
c. Perito de Parte: En estos casos hay que hacer una distinción muy
pertinente entre los que trabajan para un Estudio Jurídico de los que en
realidad operan como verdaderos peritos de parte. La Función de éstos
peritos está reglamentada en el Código de Procedimientos Penal y es
nombrado por el Juez a pedido de alguna de las partes intervinientes.
d. Consultor Técnico: Su actuación está reglamentada por el Código de
Procedimientos Civil. Es autorizado por el juez a instancia de alguna de
las partes. Actuará como veedor de la pericia, no teniendo obligación de
realizar aceptación formal del cargo ni de presentar informe
e. Recordemos que la psicología es una ciencia que estudia el
comportamiento humano, la estructura de la personalidad, las redes de
soporte social en los que la persona delinea su imagen individual y
colectiva. La psicología forense se vale de la exploración psiquiátrica
completa y la administración de test sicométricos.

Se solicita el apoyo de pruebas psicológicas:

 Para determinar o descartar psicopatología de la personalidad.


 Para diagnosticar el funcionamiento o desempeño de roles parenterales
(papá, mamá o sustitutos de tutela, regímenes de visita, peligro moral o
abandono).
 Cuando médico psiquiatra requiera de su apoyo en las pruebas de
inteligencia y personalidad.
4.3 La Psiquiatría Forense
La psiquiatría (griego, psyche: alma, iatréia: curación) es una especialidad de la
medicina dedicada al estudio, prevención y tratamiento de las enfermedades
mentales y los trastornos del comportamiento. Surge como rama científica del
cuerpo médico en el siglo XIX, en una época tardía con respecto a otras
especialidades, aunque existen referencias a enfermedades mentales y su
tratamiento en manuales médicos de gran antigüedad, como el Bhutavidya
(uno de los libros del Ayur Veda, texto sagrado de sabiduría hindú), o en
algunos textos médicos del Renacimiento. La primera referencia con este
nombre es de Johann Cristian Reil en 1803. El modelo cultural de salud-
enfermedad propio de cada época ha sido determinante para la comprensión
de las enfermedades mentales: desde una concepción primitiva de la
enfermedad como castigo divino, en la que la enfermedad mental se considera
el paradigma del castigo por la ruptura de algún tabú (el loco está poseído por
algún demonio o es directamente castigado por Dios), pasando por un modelo
social y psicoanalítico, hasta la más moderna perspectiva bioquímica y
genética de la enfermedad mental, como una expresión más de la alteración
del órgano o de su función fisiológica.

Significado, Concepto y Ubicación de la Psiquiatría Forense.

Antes de comenzar a desarrollar este tema sobre Psiquiatría Forense, su


campo de acción y sus relaciones con otras disciplinas científicas, se considera
necesario aclarar el significado del término Forense.

Según el Diccionario de la Lengua Española (1970), Forense viene del latín


Forensis, de forum, foro, plaza pública, perteneciente al foro, antiguo, público y
manifiesto.

El Diccionario Jurídico de Guillermo Cabanellas (1976) lo define así: Forense


es lo que concierne al foro, o sea, a los tribunales y a sus audiencias. Por
extensión, a lo jurídico en general.

La Real Academia Española (1970) expresa: Foro, del latín Forum, plaza
donde se trataban en Roma los negocios públicos y donde el Pretor celebraba
los juicios. Por extensión, sitio en que los Tribunales oyen y determinan las
causas.
Es necesario señalar otras denominaciones atribuidas a nuestra disciplina;
entre ellas tenemos: Psicología Medicolegal (Krafft Ebing), Psicopatología
Forense (De Sanctis y Ottolenghi), Medicina Legal de los Alienados (Krafft
Ebing), Psiquiatría Medicolegal (Claude), Psiquiatría Forense (Tanzi) y, por
último, Psiquiatría Jurídica (Ruiz Maya).

Se han dado numerosas definiciones de Psiquiatría forense las cuales no son


del todo satisfactorias dado al gran alcance, que en la práctica, ha venido
experimentando nuestra disciplina; entre éstas nos encontramos con el
concepto de Cabanellas (1976) quien la concibe como la ciencia auxiliar del
Derecho Penal, que estudia las enfermedades mentales de los delincuentes, a
fin de determinar su responsabilidad atenuada o nula, dentro de los principios
criminales clásicos o la necesidad de uno u otro de los tratamientos que por
conveniencia individual y medidas de seguridad deba adoptarse.

Bonnet (1980) la denomina Psicopatología Forense y, para él, estudia las


personalidades anómalas no psicóticas en relación de dependencia con la
legislación de cada país y agrega: la Psiquiatría Forense realiza el estudio de
las formas de alienación mental en relación de dependencia con la legislación
de cada país.

Según Nerio Rojas (1964): abarca el estudio de todas las cuestiones legales
vinculadas a los alienados. J.M. Codón y López S. (1968), al referirse a la
Psiquiatría Jurídica en su obra Psiquiatría Judicial Penal y Civil, señalan:
cuando los conocimientos de la psiquiatría son aplicados a la vida del Derecho,
ésta recibe con toda propiedad, el nombre de Psiquiatría Jurídica. Añaden los
citados autores que, según Weigandt, es la ciencia que se propone aclarar los
casos en que alguna persona, por el estado especial de su salud mental
necesita una particular consideración ante la ley.

Realmente, aportar una definición que abarque toda la relación de la Psiquiatría


con el Derecho y las Ciencias del Delito es difícil; para ello deberá tomarse en
consideración dos tipos de criterios: "estrictu sensu" y "latu sensu"; según el
primero, sería la aplicación de los conocimientos psiquiátricos para determinar
la capacidad jurídica de una persona en el momento en que, por mandato
judicial, sea necesario, así en el campo penal, se determinará la capacidad de
imputación, en el Campo Civil, la capacidad de discernimiento y en el Laboral,
la capacidad de trabajo. En sentido "latu sensu", comprendería la colaboración
de la Psiquiatría, en el Derecho Penitenciario, con la Criminología, con la
Criminalística y con las nuevas corrientes que se están desarrollando en
Norteamérica y Europa cuyo objetivo es el estudio de todas aquellas
situaciones psiquiátricas que se relacionan con el Derecho y que se ha
denominado Psiquiatría y Ley.

En lo referente a su ubicación, existe disparidad de criterios, así, si observamos


los textos de Psiquiatría Forense cuyo autor es profesional de la Medicina, la
ubica como una rama de la Medicina Legal; por el contrario, cuando el autor es
un Jurista, se señala en forma separada a la Medicina Legal y la Psiquiatría
Forense como Ciencias Auxiliares del Derecho Penal.

4.4. Psiquiatría Forense


Éste último capítulo, dedicado a la psiquiatría forense, sólo es una revisión
amplia y sencilla del enorme campo de la misma, lo que ha incrementado en
gran medida los conocimientos de la propia medicina forense. Por ello, aquí
sólo revisaremos conceptos puntuales de su vasto campo; haciendo mención
que, como cualquier perito especializado, el perito psiquiatra cumple con la
finalidad de asesoría a las autoridades competentes para una correcta
administración de justicia.

4.4.1. Conducta Humana


El estudio de la conducta humana es una de las áreas más complejas del
conocimiento. Es uno de los fundamentos de la Psiquiatría. Como un ser vivo el
hombre debe ser estudiado en la estructura y función de su organismo,
particularmente en su sistema nervioso central (sistema integrador, orientador y
organizador de la conducta), en el sistema endocrino (uno de los principales
estabilizadores del medio interno del organismo) y en todas las demás
estructuras y funciones de los sistemas y órganos. Todos ellos contribuyen a la
adaptación a su entorno físico y a la persistencia de ese equilibrio inestable
pero permanente entre las variables físico-químicas dentro de las cuales es
posible la vida. Pero además el ser humano es un ser social y un ser cultural e
histórico, que interactúa con sus semejantes por medio de procesos
psicológicos y sociales, que recibe una dotación y una herencia cultural e
histórica por medio del proceso educativo, que desempeña un rol social en su
comunidad, que se desenvuelve en muy variados medios (familia, escuela,
trabajo, organizaciones sociales diversas, Estado, nación). El aprendizaje
social contribuye, en gran parte, a crear los aspectos específicamente humanos
de la conducta: las funciones simbólicas, pensamiento, lenguaje, la inteligencia,
la afectividad, la personalidad. La conducta humana es el resultado de una
compleja e intrincada interacción de factores: biológicos, sociales, culturales e
históricos, de la mutua influencia de la dotación genética, y de las experiencias
sociales y de la herencia cultural.

4.4.2. Emociones, afectos y sentimientos


Son trastornos de la Afectividad, son tonalidades o matices que adquieren los
pensamientos o las conductas, por ejemplo: la alegría, la tristeza, la ansiedad o
miedo. Las emociones, afectos o sentimientos se alteran en distintas
circunstancias y llegan a ser síntomas psicopatológicos cuando no
corresponden a la situación, a la constelación de estímulos externos e internos
que debieron originarlos, o cuando no son congruentes con ellos.

4.4.3. Impulsos
Se definen como "la fuerza vital independiente de la voluntad, que controla la
realización de las iniciativas psíquicas, su velocidad, intensidad y duración. Son
la base de la iniciativa y de la atención y se traducen en la expresión y la
psicomotricidad. Cuando faltan o están aumentados la energía y la iniciativa, el
síntoma lo vivencia o experimenta el paciente y el Psiquiatra los puede
observar.

4.4.4 Personalidad
Son los patrones estables de conducta, que identifican a un individuo a lo largo
de su vida, patrones socialmente adaptados o no. El concepto mismo de
personalidad es motivo de polémica. La personalidad puede definirse como un
"sistema de conducta cuyo fin es satisfacer motivos y ajustarse a los conflictos
entre ellos, o el conjunto de sentimientos y valoraciones, las tendencias y
voliciones de un individuo, es decir como las formas de comportamiento
características y distintivas de un individuo, donde herencia y aprendizaje
social, actúan conjuntamente.

4.4.5 Psicopatología
Etimológicamente significa estudio de las anormalidades psíquicas, es decir el
estudio de las anormalidades de la conducta. Hay dos metodologías para
enfocar las psicopatologías, la primera de tipo descriptivo, define y delimita las
características de las distintas manifestaciones anormales de la conducta, tales
como pueden ser apreciadas en el examen psiquiátrico, no pretende tratar de
comprenderla sino solo describirla tal como se presenta al observador. La
segunda analiza los síntomas o manifestaciones de la vida psíquica anormal,
tratando de interpretarlas o comprenderlas como el resultado de procesos
psíquicos inconscientes, es decir, como consecuencia de motivaciones
comprensibles por medio del análisis psicológico, esta es la psicología
dinámica en la que los síntomas son interpretados de acuerdo con las teorías
psicoanalíticas y la praxis de las terapias psicoanalíticas.

Además existen otros abordajes que tratan de explicar la conducta humana,


tomando en cuenta diversos aspectos de tipo biológico, psicológico, familiar y
social, entre estos está el modelo biológico en el que se considera la
enfermedad psiquiátrica como cualquier otra enfermedad médica y supone que
para muchos trastornos mentales eventualmente se encontrarán causas
específicas relacionadas con el funcionamiento del Sistema Nervioso Central y
la terapéutica derivada de este modelo tiende a ser de tipo biológico
(farmacológico). En el modelo psicodinámico ciertos trastornos como las
neurosis y los desórdenes de personalidad se consideran como el resultado de
diversas vicisitudes en el desarrollo psicosexual y el tratamiento de acuerdo
con esta orientación sería la psicoterapia psicoanalítica orientada a resolver los
conflictos intrapsíquicos.

4.5. Prueba Pericial Psiquiátrica


Es un documento de carácter clínico psiquiátrico legal, ordenado por la
autoridad competente (fiscal, juez) en cumplimiento de la ley, que refleja la
condición mental o psíquica de una persona sometida a examen.

Objetivos Generales de la Pericia Psiquiátrica:


 Determinar la responsabilidad de una persona en relación a la
comprensión de sus actos.
 Determinar la capacidad o incapacidad para el libre ejercicio de sus
derechos civiles reconocidos por el estado.

Requisitos a cumplirse para la Pericia Psiquiátrica:

 Debe ser efectuado por dos peritos psiquiatras, designados por la


autoridad, y sólo en caso de urgencia se aceptará un perito.
 La pericia se efectuará por disposición de la autoridad judicial
competente.
 Se solicita cuando hubiera sospecha de que la persona sufra de
enajenación mental o de otros estados patológicos que pudieran alterar
o modificar su responsabilidad.

4.6. Patologías Mentales de Implicancia Jurídica


La enajenación mental son aquellos trastornos mentales donde existe una
alteración en la capacidad de una persona para decidir y actuar con plena
libertad y comprensión de sus actos. De acuerdo a la clasificación Internacional
de Enfermedades 10º Revisión de la OMS, las podemos clasificar en los
siguientes cuatro grupos:

 Psicosis, enajenación o alineación mental: Es cuando existe un


alejamiento de la realidad asociado a manifestaciones psicopatológicas
que componen la esfera de la percepción, memoria, orientación,
pensamiento, voluntad, instintos, siendo fundamental que la persona
haya perdido la libertad de actuar con sentido lógico. Ejemplos de este
grupo son la psicosis esquizofrénica, psicosis afectivas, estados
paranoides, síndrome orgánico cerebral, etc.
 Trastornos de Inteligencia: Es cuando existe una disminución de la
capacidad intelectual, determinando que la persona no posea una
capacidad adecuada de razonamiento y que sus funciones mentales
superiores como la abstracción, la generalización, la discriminación de
las cosas y los valores, sean nulos o casi nulos. Aquí encontramos a los
retardos mentales, los síndromes orgánicos cerebrales, demencias, etc.
 Trastornos de Conciencia: Recordemos que denominamos conciencia
al conocimiento simultáneo en la unidad de tiempo de uno mismo y del
mundo circundante, y por lo tanto es el reflejo de la realidad. Cuando
existen trastornos se presenta una disminución episódica de la actividad
de la conciencia y pueden emerger impulsos y conductas anómalas con
incapacidad de la persona para oponerse, quedando con una amnesia
parcial o total de lo ocurrido. La encontramos en las epilepsias, la
disociación histérica, bajo un gran estímulo emocional, el estado
puerperal, como efecto de sustancias tóxicas, y otras.
 Trastorno de Personalidad, Neuróticos y Farmacodependientes
asociados a Psicosis: En nuestro actual Código Penal, los trastornos
de la personalidad no están considerados como patologías que puedan
eximir o atenuar una pena; sin embargo, si lo estarán si están asociados
a un cuadro de psicosis. Por ejemplo, en personas que consumen
drogas alucinógenas.

4.7. Exámenes Periciales en Psiquiatría Forense


 Examen psiquiátrico (para determinar patología mental).
 Para determinar farmacodependencia.
 Para determinar trastornos de personalidad.
 Para determinar trastornos sexuales.
 Psicosomático.
 Para determinar potencialidad agresiva.
 Para recomendaciones de tratamiento, internamiento, o alta de personas
con patología mental.
 Para determinar casos de simulación, disimulación, parasimulación.
 Para determinar impotencia sexual por factores psíquicos.

4.8. Examen Psiquiátrico para Fármacodependencia


Origen del examen: Ante la presunción o indicios fundados de
Farmacodependencia, se realiza a solicitud del actor civil, imputado, tercero
civilmente responsable, autoridad policial con autorización previa y por oficio
del fiscal provincial.
A) Contenido de la Pericia:
 Diagnóstico de Farmacodependencia.
 Grado de Farmacodependencia.
 Realización de exámenes auxiliares a solicitud del especialista.
 Examen de mucosa nasal.
 Análisis de fluidos como sangre y orina.
 Análisis de pelos.
 Observaciones y recomendaciones científicas que se estime necesarias
para el caso.

B) El reconocimiento se realiza en la persona del inculpado o actor civil.


C) Para determinar su inimputabilidad o anomalía psíquica.

4.9 Procedimiento de la Pericia Psiquiátrica


 Se realiza cuando de la investigación preliminar o durante el proceso se
desprende que el imputado haya incurrido en delito bajo circunstancias
de anomalía psíquica; o cuando los sujetos procesales lo soliciten de
acuerdo a los dispositivos legales.
 El fiscal, cuando tenga indicios razonables sobre anomalía psíquica del
procesado o cuando lo requieran las partes procesales, dispondrá ante
el IML la realización de la pericia por dos médicos especialistas en
psiquiatría forense.
 De no existir médicos especialistas en el IML, el fiscal oficiará a médicos
especialistas en psiquiatría de los establecimientos del Ministerio de
Salud, del Seguro Social, de la Sanidad de Fuerzas Policiales o Fuerzas
Armadas.
 Los peritos designados serán dos, los mismos que un plazo prudencial
concluirán la pericia, emitiendo informe correspondiente en el cual se
consignarán las recomendaciones sobre el examinado, a fin de
determinar su inimputabilidad.

Finalmente, entonces, mencionaremos que la pericia psiquiátrica se realiza


para:
 Determinar inimputabilidad.
 Apreciación de una peligrosidad social.
 Determinación de la capacidad o incapacidad para obrar.
 Determinación de internamiento u hospitalización.
 Determinación de simulación o disimulación.
 Determinación de farmacodependencia.
 Determinar el estado de salud mental en el momento de la comisión del
delito.
 Determinar el estado patológico mental aparecido en el curso del
proceso del encausado.

4.10. Psiquiatría Forense


Concepto: Rama de la Psiquiatría que estudia la condición psíquica del
evaluado desde el punto de vista Médico Legal.

Objetivo:

Establecer la condición mental en función de los requerimientos de la Justicia


con el fin de orientar a la autoridad.

 Capacidad Civil: Facultad de ejercer derechos con discernimiento,


independencia y responsabilidad.
 Interdicción: Procedimiento judicial por el que se pierde la capacidad civil
debido a incapacidad de comprender o discernir. Tutela y Curatela la
ejerce quien representa al menor o al adulto interdicto, responde ante el
juez por los bienes y salud del representado.
 Patria potestad: Es la capacidad de los padres de ejercer la tutela de sus
hijos.
 Capacidad plena: Se adquiere a los 18 años.
 Incapacidad total: Los sordomudos, ciegos sordos, los ciegos mudos.
 Incapacidad relativa: Entre los 16 y 18 años. En ciertos grados de
retardo metal. En algunas psicosis. Toxicómanos o dipsómanos.
 Trastornos orgánicos cerebrales.
 Capacidad penal: Responsabilidad ante la ley derivada de la conducta.
 Capacidad plena: El que tiene capacidad penal y civil.
 Imputabilidad: Deber de responder ante la ley por sus actos. Los sanos
(mentales) y los mayores de edad. Debe tener inteligencia normal y libre
voluntad para escoger entre el “bien y el mal”.
 Inimputabilidad: Calidad del que no es responsable por un delito.
 Emoción violenta: Se produce en situaciones traumatizantes que se
presentan sorpresivamente, en las que no hay premeditación y ocurre
una pérdida súbita del control de las emociones, se producen acciones
violentas sin ponderación de las consecuencias. La acción ocurre de
manera inmediata.

Conclusiones:
1. La Psiquiatría es la especialidad médica que estudia las enfermedades
mentales, sus tipos, causas, cursos y tratamientos.
2. En las últimas décadas se han obtenido muchos conocimientos acerca
de los diversos trastornos psiquiátricos, han mejorado la comprensión
que se tiene de ellos y los abordajes terapéuticos disponibles. No
obstante, las causas de las enfermedades psiquiátricas no siempre son
simples ni están tan claras como en otras enfermedades. El concepto
de Salud Mental incluye no solo la ausencia de enfermedades
psiquiátricas, sino (de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud)
un estado de bienestar global, que afecta a todas las esferas
psicológicas del individuo. Así mismo como estudiantes de derecho
debemos comprender este tema que es muy importante para nuestra
carrera ya que ayuda en el derecho penal a determinar la culpabilidad y
la imputabilidad del autor del delito.
3. La Psiquiatría Forense como el conjunto de nociones médico-legales-
psiquiátricas que tienen importancia en el Derecho (penal, civil, laboral,
familia) y que se relacionan con algunos aspectos de la capacidad
mental y psíquica debe ser ejercida por un Psiquiatra Clínico que posea
un conocimiento jurídico de lo que la Ley exige de él y de cómo puede
transformar sus conocimientos médicos y psicológicos en aplicaciones
jurídicas.
4. La psicología forense o legal es la aplicación de los conocimientos
psicológicos al contexto jurídico, siendo su principal cometido auxiliar a
la administración de justicia analizando el componente humano de los
procesos judiciales. Para ello, el psicólogo forense debe recopilar y
analizar la información disponible, combinando conocimientos
psicológicos y legales para luego evaluar el caso en cuestión y
aconsejar o dar su opinión profesional a jueces, tribunales, abogados,
procuradores y cualquier otro profesional interviniente en el proceso
judicial que considere necesarios sus servicios.
5. La asociación de los términos "Medicina" y "Legal" sorprende a primera
vista. Tal asociación resulta menos misteriosa al recordar que el juez
está encargado, en nombre de la sociedad, de hacer respetar los
derechos del hombre. En muchas circunstancias, estos derechos tienen
un carácter biológico o psicológico. El organismo humano obedece a
componentes psicosomáticos complejos que dirigen su existencia tanto
desde un punto de vista vegetativo como social, moral y profesional.
6. La medicina legal judicial tiende un puente entre el pensar jurídico y el
biológico. Es una disciplina particular que presta concurso necesario a la
ejecución de la ley.
7. En nuestros días estamos observando una importante evolución de la
Medicina Legal, porque la idea de justicia no se limita únicamente al
derecho penal y civil. Es necesario darse cuenta de la extensión, de la
diversidad y de la importancia social de a medicina legal
contemporánea.
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