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(UCA)
Diseño de pavimentos
Estudiante
María Argentina Espinoza Sotelo
Código de grupo:
B089
Ruiz, M. & Rodríguez, J. (2016) afirma que a partir del año 1920 y 1945 los gobiernos
centroamericanos comenzaron a interesarse por un mejoramiento a la red vial. Para
esta fecha, se consideraban unos 40,000 km en todo Centroamérica en su mayoría
como carreteras de tierra, transitables en tiempo seco aproximadamente un 10% tenía
una carpeta de rodadura asfáltica.
A partir del año 2000, a través de la Ley no. 355, ley creadora del Fondo de
Mantenimiento Vial (FOMAV), y su reforma Ley no. 572, de acuerdo a la ley no. 290
(Ley de organización, competencia y procedimientos del poder Ejecutivo); que se
destina un fondo para la gestión del mantenimiento de la red vial. Se propuso ante la
Asamblea Nacional el cobro de USD 0.20 por cada galón de combustible que se
importe. Dicho organismo parlamentario decidió que no se aplicara dicho cobro y
que la asignación al FOMAV se diera a través de una partida presupuestaria. Durante
los años 2000 al 2002, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), no realizó
ningún desembolso, ni transferencia presupuestaria al respecto.
Fue a mediados del año 2003, que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el
Banco Mundial (BM), disponen de una partida presupuestaria de USD 7.0 millones,
como fondo semilla para la gestión del mantenimiento. Al final dicho desembolso fue
de USD 5.8 millones. Dicha gestión de mantenimiento inició con 150 a 200 kilómetros,
de toda la red vial de Nicaragua, lo cual, fue un inicio.
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En diciembre del 2005, con la aparición y gestión de obras de parte de la Cuenta Reto
del Milenio (USA), condiciona al gobierno de la República de Nicaragua, la asignación
de recursos al FOMAV; los cuales son aprobados en sesión ordinaria de la Asamblea
Nacional, por el orden de USD 0.16 por cada galón de combustible importado.
A pesar de ello, se inició en el año 2006, con USD 0.06 y paulatinamente se llega al
año 2010 con USD 0.16, a través de la importación del petróleo. El MTI firma
anualmente un convenio de trabajo con el FOMAV. De lo recaudado en concepto de
este rubro, el 80% es para el FOMAV y el 20% restante, se transfiere a los municipios
de Nicaragua. En el tiempo presente, dicha recaudación asciende aproximadamente
a USD 32.0 millones, de los cuales: un 80 % va dirigido al FOMAV y equivale a $25.6
millones de dólares; el 20 % resta se dirige a los Municipios y equivale a $6.4 millones
de dólares. De lo asignado al FOMAV, USD 1.6 millones corresponden a gastos
operativos y USD 24.0 millones al mantenimiento de la Red Vial.
Óscar Mojica, ministro del MTI, expresó “En este año, también se espera finalizar 24
estudios y diseños para 804 kilómetros, que van a entrar a la gestión de nuevos
recursos, para el financiamiento e impulso de esos proyectos en los años venideros”,
igualmente mencionó que se está en proceso de conectar 8 nuevos.
En los proyectos que se seguirán construyendo durante 2021-2022, las regiones con
mayores beneficios son la Costa Caribe Norte con 2 proyectos y 94 kilómetros,
Tercera Región con 3 proyectos y 65 kilómetros nuevos de carretera pavimentada, y
la Segunda Región con 2 proyectos de 58 kilómetros.
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Sin embargo, Martínez, W. afirma que los tipos de clasificaciones usadas en
Nicaragua corresponden a los siguientes:
Esta clasificación fue elaborada en 1976, por la firma consultora Wilbur Smith
Asociados y Cisneros y Conrado. Los criterios que las sustentan tienen su base en
las recomendaciones y normas como los Congresos Panamericanos de Carreteras,
auspiciados por la Organización de Estados Americanos (OEA) y del cual Nicaragua
es miembro. En consecuencia, técnicamente, es la clasificación que mejor se adecúa
a las condiciones reales del sistema vial nacional.
La evaluación de tránsito está dada por la repetición de una carga en un eje simple
equivalente de 80 kN (18,000 lbs) aplicada al pavimento en un conjunto de dos juegos
de llantas dobles. Para propósitos de análisis estas dobles llantas equivalen a de
platos circulares con un radio de 115 mm mm ó 4.52’’ espaciados 345 mm o 13.57’’
centro a centro, correspondiéndole 80 kN o 18,000 lbs de carga al eje y 483 kPa o 70
PSI de presión de contacto sobre la superficie.
Ruiz, M. & Rodríguez, J. (2016) afirman que la superficie de rodadura es la capa que
se coloca sobre la base su objetivo principal es proteger la estructura de pavimento
impermeabilizando la superficie para evitar filtraciones de agua de lluvia que podrían
saturar las capas inferiores evita la desintegración de las capas subyacentes a causa
del tránsito de vehículos.
2.2.1.2. Base
En muchos pavimentos de alta resistencia, es frecuente que se coloque una sub base
de material seleccionado entre la base y la terracería. La superficie de rodamiento
puede variar en un espesor desde menos de 1 pulgada en el caso del tratamiento
bituminoso superficial usado por su bajo costo en caminos de transito ligero, hasta 6
pulgadas o más de concreto asfalto usado para caminos de tránsito pesado.
Valdés, G., Pérez, J. & Martínez, A. (2012) afirman que la temperatura es considerada
uno de los agentes ambientales que influyen de manera directa en el comportamiento
de los pavimentos, modificando su rigidez, debido a las características termoplásticas
del material que constituye las capas asfálticas de los pavimentos flexibles. A medida
que aumenta la temperatura, las capas del pavimento asfáltico se vuelven menos
rígidas y cuando disminuye se incrementa la rigidez de estas capas (Roberts et al.,
1996).
Este efecto se aprecia en mayor grado en las capas de rodadura, generando estados
tensionales de origen térmico que se superponen a los generados por la acción del
tráfico, lo que trae consigo un efecto en la durabilidad de la estructura (Pérez et al.,
2011). Sin embargo, a medida que la capa de mezcla se encuentra más profunda,
como es el caso de las capas de base de mezcla asfáltica, las tensiones térmicas
tienen un efecto despreciable en los estados tensionales del pavimento, influyendo la
temperatura prácticamente solo en la rigidez de la mezcla (Nesnas y Nunn, 2004).
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2.5. Costos del ciclo de vida
Los costos estimados del proyecto son varios. Costos de impactos por cierres,
influyen en los costos para el usuario en las zonas de trabajo se pueden mencionar:
la longitud de la zona de trabajo, la cantidad y capacidad de las pistas abiertas,
duración y coordinación de los cierres, restricciones de velocidad, y la disponibilidad
y capacidad de rutas alternativas.
Cabe notar que algunas constructoras de vías, han descubierto que el cierre total del
camino es preferible a las reducciones de pistas, debido a la percepción favorable del
usuario y porque terminar el proyecto en forma más rápida puede derivar en menores
costos globales para el usuario en las zonas de trabajo y un costo de construcción
inicial más bajo.
Los costos de operación vehicular tienden a ser más altos en las zonas de trabajo y
en los desvíos, debido a los cambios adicionales de velocidad, detención y arranque,
mayores tramos de viaje, etc. Los costos de operación vehicular en las zonas de
trabajo pueden diferir significativamente para las distintas alternativas si tienen
distintos programas de control de tránsito asociados a ellas.
Los costos de la demora por cierres pueden variar entre las alternativas consideradas,
dependiendo de los programas de control de tránsito y de los métodos de
construcción asociados a esas alternativas.
3. Análisis de tránsito
Méndez, D. (2009) explica que los volúmenes de tránsito siempre deben ser
considerados como dinámicos, por lo que solamente son precisos para el periodo de
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duración de los aforos. Sin embargo, debido a que sus variaciones son generalmente
rítmicas y repetitivas, es importante tener un conocimiento de sus características, para
así programar aforos, relacionar volúmenes en un tiempo, y lugar con los volúmenes
de otro tiempo y lugar, y prever con la debida anticipación la actuación de las fuerzas
dedicadas al control del tránsito y labor preventiva, así como las de conservación.
Castillo, E. (2016) afirma que la respuesta del suelo de sub rasante es el factor más
importante en la determinación de los espesores de pavimento. La respuesta de la
sub rasante ante las cargas del tránsito depende de los tipos de suelo que la
constituyen y de la densidad y la humedad de ellos, tanto durante la construcción
como durante el servicio.
Se debe adelantar una investigación a lo largo del alineamiento aprobado, con el fin
de identificar la extensión y la condición de los diferentes depósitos de suelos que se
encuentran. La investigación es mediante perforaciones a intervalos definidos de
acuerdo con la variabilidad del terreno. Se debe tomar suficiente cantidad de muestra
de cada suelo encontrado en las perforaciones para determinar humedad natural,
límites de consistencia, granulometría, compactación, y resistencia o respuesta ante
cargas transitorias.
Compactar suelos con humedades bajas para conseguir altas densidades y altas
resistencias durante la construcción altas densidades y altas resistencias durante la
construcción, no constituye una buena práctica, por cuanto el suelo queda con una
estructura que se debilita considerablemente con el humedecimiento, lo que se
traduce en pérdidas posteriores de densidad y de resistencia e incrementos en la
expansión.
Las diferentes cargas que actúan sobre un pavimento producen a su vez diferentes
tensiones y deformaciones en el mismo; los diferentes espesores de pavimentos y
diferentes materiales, responden en igual forma de diferente manera a igual carga.
Como estas cargas producen diferentes tensiones y deformaciones en el pavimento,
las fallas tendrán que ser distintas.
Los valores que se recomiendan dependiendo del tipo de pavimento son los
siguientes:
Como cada tipo de pavimento responde de manera diferente a una carga, los LEFs
también cambian en función del tipo de pavimento. Por lo que, los pavimentos rígidos
y flexibles tienen diferentes LEFs y que también cambia según el SN (Structural
Number, número estructural) en pavimentos flexibles y según el espesor de la losa en
pavimentos rígidos, además que también cambia según el valor del índice de
serviciabilidad asumido para el diseño.
Entonces, para calcular los ESAL’s que se aplicarán a una estructura de pavimento
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La siguiente tabla indican los diferentes LEFs para distintos tipos de cargas por eje,
para distintos tipos de pavimentos y distintos índices de serviciabilidad finales. Las
demás tablas se encuentran en el Manual de Pavimentos centroamericano.
Es el factor del total del flujo vehicular censado, en la mayoría de los casos este valor
es de 0.5; ya que la mitad de los vehículos va en una dirección y la otra mitad en la
otra dirección. Puede darse el caso de ser mayor en una dirección que en la otra, lo
cual puede deducirse del conteo de tránsito efectuado.
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Lo más importante de esto, será la diferencia de peso entre los vehículos que van en
una y en otra dirección; como puede suceder por la cercanía de una fábrica, puerto,
etc. Ver tabla 3-21
Se define por el carril de diseño aquel que recibe el mayor número de ESAL´s. Para
un camino de dos carriles, cualquiera de las dos puede ser el carril de diseño, ya que
el tránsito por dirección forzosamente se canaliza por ese carril. Para caminos de
varios carriles, el de diseño será el externo, por el hecho de que los vehículos pesados
van en ese carril, ver tabla 3-22.
desalojo rápido del agua de lluvia. Sin olvidar que resiste deformaciones y distribuye
uniformemente las cargas de tránsito.
4.1.3.2. Capa base
Esta capa está constituida por un material de capacidad de soporte superior a la del
suelo compactado y se utiliza para permitir la reducción del espesor de la capa base.
Esta capa puede ser una modificación de la subrasante existente (sustitución del
material inadecuado o estabilización con cemento, cal o aditivos químicos) o podrá
ser una nueva capa construida sobre la subrasante existente. La alternativa a elegir
será determinada de acuerdo al análisis técnico económico comparativo.
4.1.3.5. Subrasante
Una vez concluidos los cortes, se procederá a escarificar la superficie del camino
mediante el uso de una motoniveladora, tractor con ripper o de rastras en zonas de
difícil acceso, en una profundidad mínima de 15 cm; los agregados pétreos mayores
a 3’’ que se encuentren serán retirados.
El objetivo principal del drenaje en los caminos, en primer término, es; reducir al
máximo posible la cantidad de agua que de una u otra forma llega al mismo y en
segundo térmico dar salida rápida del agua que llega al camino. (Hernández, E. &
Pérez, I. 2014).
Para que un camino tenga un buen drenaje debe evitarse que el agua circule en
cantidades excesivas provocando la destrucción del pavimento y originando la
formación de baches, así como también que el agua que debe escurrir por las
cunetas, se estanque y reblandezca las terracerías originando pérdidas de estabilidad
de las mismas con sus consiguientes asentamientos perjudiciales. Debe evitarse
también que los cortes, formados por materiales de mala calidad, se saturen de agua
con peligro de derrumbes o deslizamientos según el tipo de material del corte, y debe
evitarse, que el agua subterránea reblandezca la subrasante.
El drenaje longitudinal se debe proyectar como una red o conjunto de redes que recoja
el agua de escorrentía superficial procedente de la plataforma de la carretera y de los
márgenes que viertan hacia ella y la conduzca hasta un punto de desagüe,
restituyéndola a su cauce natural.
Son los elementos que recogen las aguas pluviales. Entre estos están
4.1.3.6.1.1. Cunetas
El área por drenar de las cunetas, generalmente se proyectan para que den capacidad
a fuertes lluvias de 10 a 20 minutos de duración. Las características de la cuneta
como son; la pendiente, las dimensiones, los taludes y otras, dependen del flujo de
agua que conduzcan; dicho flujo se determina con la fórmula para canales abiertos
Estos alivian el caudal de los anteriores, facilitando la salida de las aguas. Entre estos
se encuentran
4.1.6.3.2.1. Cauces y sumideros
Este grupo lo componen aquellos elementos destinados a conducir las aguas desde
el punto de desagüe hasta la zona donde serán definitivamente evacuados, bien sea
reintegrándose con cauce natural o penetrando en un cauce artificial o en una red de
alcantarillado.
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Las arquetas, son obras de fábrica que se encargan de recibir a las bajantes y
enlazarlas con el colector general. Además, facilitan la inspección y conservación de
los dispositivos enterrados de desagüe, permitiendo su fácil limpieza y mantenimiento.
Los colectores suelen ser grandes tubos a donde van a parar las aguas recogidas por
todos los sumideros y canalizadas por las bajantes. Suelen estar hechos de
materiales resistentes y durables hormigón, fibrocementeo o acero y se les exigen
ciertas características que aseguren su resistencia a las presiones de trabajo y a las
cargas exteriores.
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5. Referencias