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Solución:
1. Consumo contingente:
R/. El consume contingente puede ser definido como una variable aleatoria que
toma un valor de respuesta con una probabilidad concreta. El plan de consumo
contingente puede de igual forma ser definido como una variable aleatoria que
toma un valor de respuesta con una probabilidad concreta.
2. Valor esperado:
R/. Se refiere a la media de los valores correspondientes a todos los resultados
posibles ponderada por. Las responsabilidades. Se utilizan como ponderaciones.
Central, es decir, el rendimiento o el valor que esperamos en promedio.
3. Aversión al riesgo:
R/. un cierto nivel de rechazo al riesgo por parte de una persona que invierte en
los mercados financieros. Una persona puede tener ante una situación aversión al
riesgo, ser neutral ante el riesgo o ser propenso al riesgo.
R/.
R/. Analizamos la situación de un individuo que tenía 35.000 euros y una probabilidad
de 0,01 de experimentar una pérdida de 10.000. Supongamos que hubiera 1.000
personas de ese tipo. En este caso, se incurriría, en promedio, en 10 pérdidas y, por lo
tanto, cada año se perderían 100.000 euros. Cada una de estas 1.000 personas se
enfrentaría a una pérdida esperada de 0,01 multiplicado por 10.000 euros, o sea, 10.000
anuales. Supongamos que la probabilidad de que una persona cualquiera experimentara
una pérdida no afectara a la de que la experimentara otra. Es decir, supongamos que los
riesgos fueran independientes. En ese caso, cada individuo tendría una riqueza esperada
de 0,99 x 35.000 euros + 0,01 x 25.000 euros = 34.900 euros. Pero cada uno soportaría
también un gran riesgo: tendría un 1 por ciento de probabilidades de perder 10.000
euros. Supongamos que cada consumidor decidiera diversificar el riesgo al que se
enfrenta. ¿Cómo podría hacerlo? Vendiendo parte de su riesgo a otros. Supongamos que
los 1.000 consumidores decidieran asegurarse mutuamente. Si uno de ellos sufriera una
pérdida de 10.000 euros, cada uno de los 999 restantes le daría 10 euros. De esa forma,
el pobre consumidor cuya vivienda se hubiera incendiado sería compensado por su
pérdida y los demás estarían tranquilos porque sabrían que serían compensados si
tuvieran la mala fortuna de que les ocurriera lo mismo a ellos. Es un ejemplo de
diversificación porque cada consumidor difunde su riesgo a todos los demás, y, de esa
manera reduce la cantidad de riesgo en el que este incide.