Tratamiento personal

Identificación de las altas capacidades

CONTENIDO
1. Introducción.
2. La personalidad del superdotado.
3. Desarrollo del autoconcepto en
los más capaces.
4. Estrategias de afrontamiento en las
altas capacidades.
5. La necesaria actitud mental positiva.
6. Autocontrol y altas capacidades
7. Asertividad y altas capacidades.
8. Estabilidad emocional y altas capacidades.
9. Ajuste entre expectativas, retos y capacidad.
10. Bibliografía.
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Introducción Existen muchos rasgos más, pero estos que se presentan

suelen ser los más comunes en personas con alta
La intervención individual y personalizada en las altas capacidad. Evidentemente habrá personas superdotadas
capacidades pasa por un tratamiento de los aspectos que no cumplan estos perfiles y no se puede generalizar.
personales e intrínsecos del individuo. Todos los
alumnos con altas capacidades, en mayor o menor
medida, presentan necesidades educativas específicas En la mayoría de ocasiones1 , los
que han de ser identificadas y tratadas. Este capítulo se individuos con la más elevada capacidad
centra en la intervención no tanto en el ámbito educativo,
social, familiar y escolar sino más bien en la intervención cognitiva, son los que finalmente no
sobre la persona. florecen en las distintas estructuras
Desde una visión cognitivo-conductual la persona sociales, precisamente porque presentan
con altas capacidades va a necesitar un apoyo y
un acompañamiento para conocerse a sí misma,
y poseen una personalidad que diverge
para desarrollar estrategias de afrontamiento y de manera inconscientemente de la
para organizarse a nivel interno. Aspectos como el
autoconcepto, la metacognición, las estrategias de
norma, y de lo que la sociedad y el grupo
afrontamiento, la actitud mental positiva, la asertividad, esperan como comportamiento aceptado
el autocontrol, la estabilidad emocional y el ajuste entre
potencialidad, expectativas y retos, son todos ellos
y aceptable, viéndose los mismos
indicadores y objetivos a tratar y orientar. Se trata de que rechazados por esta cualidad innata de su
el individuo alcance un desarrollo armónico y ajustado
con un plan de vida y de autoconocimiento que le permita
personalidad, que les hace colidar con lo
avanzar de la manera más eficaz. estático del entorno, y que en ocasiones,
No existe un perfil de la alta capacidad típico o estándar los hace ser vistos como una amenaza
que distinga a las personas más capaces del resto de para la estabilidad del propio grupo, al
individuos. Sin embargo, si existen algunos rasgos más
o menos estables y permanentes que suelen aparecer en tratarse de individuos que cuestionan
la mayoría de las personas con alta capacidad. Conocer lo establecido, y que cuentan con una
estos rasgos y saber sacarles provecho tanto en las
relaciones intra como interpersonales tiene su interés en energía y coraje inagotable cuando
pro del mencionado desarrollo armónico. encuentran un reto a su medida que les
permita resolver una injusticia social.
La personalidad del
superdotado
La ciencia no ha encontrado  una relación directa
entre  personalidad y CI. Aun así, parecen coexistir
determinados rasgos de personalidad que se dan
con más frecuencia en personas más capaces. La
personalidad de estas personas con alta capacidad y/o
superdotación, se caracteriza por:

• Mayor capacidad para comprender, pensar y comunicar.

• Curiosidad intensa y continua por aprender y
motivación hacia nuevos retos.
• Perfeccionismo unido a miedo al fracaso.
• Creatividad y generación espontánea de ideas.
• Sensibilidad, rebeldía y atipicidad.

Muchas personas altamente capaces comparten
características de personalidad que les definen e
identifican con base a sus logros y éxitos. Se tienen
ejemplos de ello a lo largo de la historia con celebridades
como Einstein, Leibniz, John Stuart Mill, Mozart, Picasso,
Stephen Hawking, incluso famosos como, Jodie Foster,
Sharon Stone, etc. Los logros obtenidos por estos
personajes no siempre han ido acompañados del
éxito académico y muchos menos de la felicidad. Es
importante poder conocer el talento desde dentro, desde
su mundo interno e historia personal, su recorrido de
éxitos, no necesariamente académicos.
Personajes superdotados que a menudo suelen verse
rodeados de incomprensión social, viviendo de forma
convulsa, impulsiva y alcanzando logros personales,
pero, a veces, al margen del grupo y de lo socialmente
establecido. La sociedad postmoderna y neoliberal no
facilita esta excentricidad y atipicidad emocional, y el
superdotado se enfrenta a la ambivalencia de lo que
siente y como vive las injusticias y su propia intensidad
emocional, frente al mundo real.
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En la sociedad occidental actual, lo emocional
y la intensamente cognitivo en las vivencias del
superdotado, suele estar desligado y mitigado por el
mundo de lo académico y, habitualmente no se entiende,
o no conviene que se entienda, que finalmente la alta
superdotación intelectual, se trata de la existencia de
una predeterminación fisiológica innato-emocional en
forma de una muy alta emocionalidad, que es la que
realmente impulsa y dirige todos los logros y actos,
sociales, personales y en último lugar académicos, del
superdotado profundo.
Al individuo superdotado se lo enmarca de manera
continuada fuera de sus propias pasiones, y se lo analiza
y valora desde una interpretación meramente académica,
y tan solo en aquello que parece ser no emotivo, y no
teniendo este encuadre mayor de función social, que la
de darle un sentido exclusivamente cuantificable en lo
puramente académico a estos individuos, definiéndolos
así de manera simplificada y al mismo tiempo incompleta,
por no decir errónea hasta límites casi insospechados.

La verdadera muestra de esa superdotación innata, afirma
la activista María Rydkvist, en el individuo altamente
superdotado y en el superdotado profundo, se demuestra
verdaderamente en el recorrido vital de sus vidas, donde
los hechos vitales se suceden de manera simultánea, con
gran complejidad y velocidad, fuera de los constructos
sociales, y donde siempre se produce una ruptura con
lo establecido, donde se cuestionan lo valores básicos
del funcionamiento del propio grupo social, las normas
que rigen el mismo, y donde estos individuos destacan
por  ser seres que no encajan con los constructos
socioculturales  asociados con su género o con los
modos de vivir de la época y tiempo en la que sus vidas
tienen lugar. Los superdotados difícilmente pueden ser
educados en el grupo, ya que el principal fallo del mismo
con y para el propio superdotado, es que no le permiten
esa ruptura necesaria con lo establecido y con lo anterior.
Los individuos altamente superdotados, sigue narrando
Rydkvist, son empíricos y verdaderos Arquímedes en
sus vidas personales y en sus relaciones con el entorno
que los rodea, y es ese inconformismo con lo estático
del medio, lo que les lleva a iniciar una búsqueda de
respuestas y de experiencias vitales divergentes, que se
inician ya desde la niñez. El superdotado profundo no
puede ser domesticado y presenta una fuerte  “rebeldía
social”, rebeldía la cual, no se aprende en las aulas, y
que queda integrada en su propia secuencia de ADN,
impregnando así su personalidad.
Si hay algo que define y perfila al individuo altamente
superdotado y al superdotado profundo, es que se
trata de sujetos pasionales con una alta sensibilidad, y
donde la necesidad inmediata de estímulos y de retos
cognitivos, se suceden en todos los ámbitos vitales
imaginables, y no se conciben solamente en lo que
pueda considerarse un mero plano académico. La
superdotación profunda tiene su mayor expresión en la
cantidad y diversidad de experiencias y vivencias vitales,
a las que estos individuos se exponen y que al mismo
tiempo canalizan, como fluido de engranaje y arranque
para que se produzca el propio desarrollo cognitivo.
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Concluye la autora que la cantidad de vivencias, fracasos,
intentos, experimentaciones, aprendizajes autodidactas,
cambios de ruta en los modos de vida, decisiones
arriesgadas, la autodisciplina, el liderazgo personal sin la
influencia del entorno, el amor por lo desconocido y por
el cambio, junto con un rico mundo interior y una pasión
y coraje innata por la vida y la belleza de la misma, es lo
que llega verdaderamente a demostrar del alto valor que
estos individuos altamente superdotados y superdotados
profundos, pueden llegar a aportar al conjunto de la
sociedad. La personalidad del superdotado profundo es
la potencia e impulso de su propia superdotación, y la
que le aporta pasión y sentido al recorrido vital, que no
solamente educativo.
La mayoría de individuos altamente superdotados y
superdotados profundos, debido a esta personalidad
fuera de todo constructo sociocultural, se enfrentan
a diario a las embestidas del grupo, y llevan unas
vidas encauzadas en el constructo único de su propia
curiosidad, en el de los impulsos de sus propias pasiones,
y en el de las directrices que en cada momento le marcan
e indican las propias experiencias vitales, de las que se
nutren y aprenden.
Se puede recomendar y pautar a los más capaces lo
siguiente:
• Aceptación de la diferencia y entender que no todos
los humanos procesan de la información de la misma
manera y a la misma velocidad, en ese sentido han
de ser pacientes, comprensivos, y entender que no
todo el mundo tiene que aceptarles necesariamente.
• Han de ser conscientes de su capacidad y
comunicar con asertividad, aprendiendo a escuchar
y aparcando comportamientos narcisistas que
tanto daño provocan.
• Deben buscar sus propias fuentes de inspiración
e intentar ser auténticos sin planteamiento
estandarizado.

Desarrollo del
autoconcepto en los más
capaces
El autoconcepto es la percepción que el individuo
tiene de sí mismo, por tanto, es el conjunto de
representaciones que sobre sí mismo tiene una persona,
que incluye diversas dimensiones: físicas, psicológicas,
sociales, emocionales y morales. En la configuración del
autoconcepto, los demás también tienen un importante
protagonismo, pues éste se genera tanto a partir de las
propias expectativas como a través del feedback que
los demás devuelven de esa imagen de uno mismo.
Asimismo, en la formación del autoconcepto se aprecian
dos dimensiones: la estabilidad y la valoración positiva
de la imagen que el individuo tiene de sí mismo.
No existen datos empíricos ni estudios concluyentes
que incidan en problemas psicológicos o en distorsiones
del autoconcepto y la autoestima en población de alta
capacidad. Parece ser que el desarrollo del autoconcepto
y la estabilidad emocional del superdotado con base a la
percepción que tenga de sí mismo, no dependerá tanto
de su propia condición y realidad, comparado con sus
iguales, pero si dependerá de los desajustes externos o
experiencias negativas que puedan darse en su entorno.
Es posible que algunos superdotados, aún teniendo muy
buen concepto de sí mismos, experimenten altibajos en
este sentido al tropezar con la incomprensión social o
con el rechazo hacia lo preestablecido.
Una de las múltiples formas en que se puede definir
el autoconcepto2 sería cómo la discrepancia entre el
yo real y el yo ideal, es decir, entre aquello que se es y
aquello que se quisiera llegar a ser. A mayor espacio
entre ambas situaciones, la valoración del autoconcepto
sería menor, se tendría una autoestima más baja.
A partir de aquí, se podría ir deduciendo cómo sería el
autoconcepto de las personas con altas capacidades,
altas capacidades que, unidas a un fuerte perfeccionismo
(característica por excelencia de los superdotados, según
muchos investigadores), les llevaría a buscar grandes
desafíos, ir siempre a más, creando unas expectativas
muy altas, lejanas a la situación real, aunque, en la mayor
parte de los casos, no imposibles de alcanzar.
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Podría parecer que esto tendría que llevarles a mantener
una baja autoestima, sin embargo, desde el punto de
vista teórico esta fragmentación del autoconcepto
de la que se habla, va a provocar que algunas áreas
del autoconcepto sean bajas, dada esta discrepancia,
mientras que otras, por no ser importantes para el
sujeto, o estar suficientemente satisfecho con ellas, se
mantendrán altas.
Respecto a las diferencias en autoconcepto según
el género, de diversos estudios se desprende que a
pesar de su alta capacidad las chicas dotadas tienden
a tener menor confianza en sí mismas que los chicos
de sus mismas características, no valoran sus logros o
bien tienden a atribuirlos a factores ajenos a la propia
capacidad y al propio esfuerzo como son la suerte, etc.
Y por tanto perciben su éxito como algo accidental e
inmerecido. Parece que la confianza es un factor clave
que subyace a esta diferencia entre los géneros: las
chicas como grupo se muestran más inseguras, con
peor autoconcepto, lo que hace que su rendimiento
decaiga en la adolescencia.
Estrategias de
afrontamiento en las altas
capacidades
El afrontamiento es definido comúnmente como
“aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales
constantemente cambiantes que se desarrollan para
manejar las demandas específicas externas y/o internas
que son evaluadas como excedentes o desbordantes
de los recursos del individuo”. En general, se establece
un consenso entre la asociación entre un alto bienestar
o adaptación y estrategias dirigidas a solucionar el
problema o productivas, por el contrario, un estilo
improductivo se relaciona con un bajo bienestar.
En la población con talento académico este tema ha
sido estudiado a lo largo de los años (3), planteándose
que los/as estudiantes talentosos presentarían
una aproximación más cognitiva al enfrentarse a
situaciones de la vida, mostrando mayor crítica y uso del
razonamiento que sus pares no talentosos. En cuanto a
las estrategias de afrontamiento utilizadas en el ámbito
social, los/as estudiantes talentosos/as comúnmente
utilizan la negación de su alta capacidad cognitiva como
una forma de evitar el rechazo de sus pares y conseguir
aprobación social dentro del grupo. Esta estrategia iría
desde minimizar la visibilidad de su alta capacidad, no
compartiendo información acerca de sus habilidades
o intereses y utilizando un vocabulario más cercano al
utilizado por su grupo de iguales, hasta la negación o
camuflaje, que los puede llevar a tratar de convencer no
sólo a los demás, sino también a sí mismos de que no
poseen talento académico.

Será conveniente entrenar a los alumnos más capaces
en estrategias de solución de problemas que combinen
su capacidad y creatividad con un juicio guiado para
que aprendan a gestionar su potencialidad, a tomar las
riendas y a compartir los aprendizajes. El afrontamiento
forma parte del aprendizaje y la transferencia de
experiencias positivas de éxito.
La necesaria actitud mental
positiva
Las personas más capaces desarrollan una serie de
habilidades que suelen ser inusuales para su edad
y que si no se identifican a su debido tiempo y no
pueden potenciar estas aptitudes, puede generarse
desadaptación o alteración en su ritmo de desarrollo,
afectando ello a su madurez en la esfera intelectual pero
también en facetas como la personalidad. Cuando no se
acompaña adecuadamente al superdotado o cuando se
experimenta continuamente frustración por no encajar
con el entorno, es cuando se inicia un desajuste que
genera sufrimiento. El pesimismo suele ser consecuencia
de la baja autoestima provocada por esta desafección.
Es importante que la persona con alta capacidad, talento
o superdotación, aprenda a gestionar su yo interno y a
mantener una actitud optimista con una actitud mental
positiva hacia la vida, hacia el entorno y hacia sí mismo.
Los fundamentos de una actitud mental positiva
ayudarán al más capaz a enfrentarse con éxito a los
retos y desafíos del día a día, elementos de esta actitud,
desarrollados por Napoleón Hill4 son:
1. Reconocer que la actitud mental es lo único sobre lo
que se tiene control total. Se debe prestar atención
a los pensamientos diarios evitando los negativos y
enfatizando los que le hagan sentir bien.
2. Entender que toda derrota, adversidad, haya sido
provocada o no, por sí mismo, contiene la semilla de
un beneficio equivalente.
3. Aprender a cerrar las puertas de la mente a todos los
fracasos del pasado.
4. Descubrir e investigar dentro de sí mismo.
5. Determinar qué recursos son necesarios para lograr las
metas propuestas y establecer un plan para alcanzarlas.
6. Crear el hábito de pensar y hablar siempre en
positivo.
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7. Obligarse a comprender que lo que hiere no es la
derrota, sino la actitud que se tiene hacia ella.
8. Comprender que nadie puede herir o causar enojo
sin el propio y pleno consentimiento.
9. Ejercitar el cuerpo. Se debe practicar ejercicio de
forma regular.
10. Estudiar y aprender de los ejemplos de otros para
recordar que se puede superar cualquier desventaja.
Y no olvide es su actitud y no su aptitud la que determina
su altitud.
Todas estas recomendaciones generales para todas
las personas, adquieren mayor relevancia en el ámbito
de las altas capacidades dada la tendencia clara, en un
número significativo de casos, a una actitud mental de
auto reproche y auto impugnación.
Autocontrol y altas
capacidades
La alta capacidad implica habilidades superiores en
algunas áreas y cuesta imaginar que estos alumnos puedan
tener problemas por falta de madurez viendo su perfil
cognitivo. Sin embargo, este comportamiento inmaduro es
una característica típica en la mayoría de perfiles de alta
capacidad, quizás aún más en los perfiles de superdotación,
todo ello relacionado con la profundidad emocional con la
que viven y que les dota de mayor vulnerabilidad. La propia
sobre excitabilidad y la alta actividad que llevan los más
capaces en su día a día, provocan cansancio y altibajos
que pueden ser interpretados como faltos de control o
dificultad en el autocontrol.
La maduración de la corteza prefrontal en la
superdotación tiene una evolución diferente. Los niños
altamente capacitados tienen cortezas prefrontales más
delgadas que el promedio en edades alrededor de los
siete años, luego se produce un crecimiento más rápido
seguido de un posterior adelgazamiento. Este patrón de
crecimiento atípico del córtex prefrontal sugiere que hay
mayor neuro plasticidad pero, al mismo tiempo, puede
dar lugar a un comportamiento inmaduro en etapas de
adelgazamiento o poco grosor cortical prefrontal.

Los comportamientos inmaduros observados pueden
ser una manifestación de la falta de sintonía con los
niños de su misma edad, con intereses y reacciones
diferentes, que generan sentimientos de aislamiento y
frustración en los más capaces, lo que puede resultar en
comportamientos inmaduros.
El autocontrol, partiendo del conocimiento de sí mismo
y del entrenamiento en autorregulación, es un tema a
tratar con los alumnos más capaces y con su entorno. El
refuerzo positivo unido a actividades gratificantes parece
ser el mejor aliado del autocontrol. Es importante que el
alumnado más capaz aprenda a gestionar su talento con
la organización y planificación internas adaptadas a las
demandas del entorno. Para ello necesitan un ambiente
relajado y predecible pero que, a la vez, sea estimulante
y les proponga retos para satisfacer la curiosidad y el
ímpetu hacia el aprendizaje y las nuevas experiencias.
Asertividad y altas
capacidades
La revisión de la literatura y la experiencia indican que
la asertividad en los sujetos con altas capacidades
suele ser inferior a la media. No se debe identificar
plenamente asertividad con habilidades sociales ya que
pueden darse por separado y no necesariamente con
relación de causalidad. La asertividad se caracteriza
por las expresiones de los sentimientos de un mismo,
necesidades, derechos y opiniones, y está relacionada
con un estilo afirmativo y seguro. Los niños con altas
capacidades pueden mostrarse comunicativos y tener
buenas habilidades sociales en cierta medida, sin
embargo, dependiendo de la relación con el entorno
y relacionado con disincronías externas, pueden
manifestar un estilo pasivo, que se podría confundir con
un déficit en asertividad, pero que suele relacionarse, por
el contrario, con marcada inexpresión de los sentimientos
propios. Esta dificultad emocional tendría su reflejo a
nivel social en forma de estilo pasivo de relación.
Desde la perspectiva propia, se cree que los alumnos con
altas capacidades no tienen ni más ni menos problemas
de asertividad que la población en general, sin embargo,
por su sensibilidad y desarrollo asíncrono, es probable
que en función de las experiencias desarrolladas puedan
manifestar desadaptación social y escasas habilidades
por su propia idiosincrasia.
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Estabilidad emocional y
altas capacidades
La superdotación tiene un componente tanto emocional
como intelectual. La complejidad intelectual va de la
mano de la complejidad y profundidad emocional. Los
niños superdotados no solo piensan diferente a los otros
niños, sino que sienten también de manera diferente. Es
difícil comprender que hay detrás de tanta sensibilidad
y, a menudo, todo el mundo cree que estos niños son
melodramáticos o que tienden a llamar la atención por
cualquier asunto.
Se debe ayudar a los niños más capaces a que
ajusten su escala emocional de manera que aprendan
a reconocer emociones en su entorno, con distintas
intensidades, a clasificarlas y a comprenderlas. De esta
manera, reconociendo emociones en los demás, podrán
dar un paso para reconocerlas en sí mismos. Elaborar
una escala de emociones, tanto en incidencia como
en intensidad, puede ser un trabajo interesante para el
niño altamente capaza y para su familia. Una manera de
elaborar la escala puede ser interpretando emociones de
forma numérica y clasificándolas tanto por las veces que
aparecen como por la fuerza o intensidad que presentan.
La visión tradicional del mundo occidental, contempla que
las emociones y el intelecto actúan por separado, y que son
fenómenos contrapuestos. Los hombres, tradicionalmente
han sido criados en este estereotipo de no demostrar
emociones, como si ello fuese signo de fortaleza, por
el contrario, las mujeres suelen adoptar roles más
emocionales en el seno de las familias. Estos estereotipos,
afortunadamente, van cambiando en el mundo occidental
y se puede observar como la intensidad emocional, que
experimentan los superdotados, se evidencia sin que el
género sea una variable determinante.
Los individuos superdotados con intensidad emocional
experimentan a menudo intensos conflictos interiores, son
autocríticos, sienten ansiedad y sentimientos de inferioridad.
Los profesionales sanitarios, a menudo, interpretan
estos conflictos como “síntomas” y etiquetan al individuo
superdotado como neurótico, distímico o deprimido.

Para ayudar a los niños, alumnos y adolescentes a afrontar
esta intensidad y sensibilidad emocional, se puede:
1. Aceptar sus emociones para que se sientan
comprendidos y apoyados. Hay que explicarles que
las emociones intensas son normales y que deben
aceptarse a sí mismos.
2. Darles tiempo para expresar sus sentimientos
y emociones, sin interrumpirles ni sermonear
intentando dar lecciones moralistas, primero se
debe escucharles y si no se sabe qué decir, mejor no
decir nada.
3. Las normas y la disciplina han de ser puestas en
valor y han de darse para todos los niños por igual,
independientemente de su capacidad. Es importante
que el niño talentoso o superdotado sea disciplinado
y cumpla normas, acatando valores y principios
comunes o generales. La tendencia a sobreproteger
o tratar de forma diferencial no es positiva.
4. Discutir y hablar sobre las emociones de manera
abierta, tanto las negativas como las positivas. Se debe
saber que se siente, expresarlo e incluso cuantificarlo.
5. Valorar la sensibilidad sin ridiculizar ni minimizar
la expresión de emociones. No es algo banal o
que pasará, no es cosa de niños, se debe tratar la
sensibilidad con comprensión y paciencia.
6. Acompañar cuando sientan miedos o inseguridades
ayudándoles a superarlo y a expresarse
emocionalmente a través de ejemplos o con
actividades placenteras y lúdicas.
7. Recompensar la emocionalidad dándole el valor que
merece. Se debe reforzar la expresión de emociones
viéndolas como fortaleza y no como debilidad. Es
bueno cultivar las emociones y dejarlas aflorar.
8. Buscar actividades con niños semejantes con la
misma realidad puede ayudar al autoconocimiento y
a liberar presiones. Es bueno que tengan modelos a
seguir y que no se vean raros o aislados.
9. Mostrar las propias emociones como padres, madres o
como docentes es también un buen modelo para ellos.
10. Buscar el asesoramiento de profesionales de la
salud y de la psicología siempre es positivo cuando
no se es capaz de llevar un equilibrio emocional en la
vida propia y en el entorno cercano.
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Ajuste entre expectativas,
retos y capacidad
Un objetivo fundamental en la intervención o tratamiento
personal con los individuos más capaces es ajustar sus
expectativas respecto a sus capacidades y teniendo en
cuenta el entorno. Lo que un individuo puede hacer, unido
a lo que quiere hacer, y satisfecho con retos o demandas
ajustadas a dicha capacidad y voluntad, va a permitir
un buen ajuste personal, satisfacción y realización, en
definitiva, felicidad.
Es por ello importante que se le ayude a las personas
con alta capacidad a establecer metas realistas, sin
renunciar a los retos y a los proyectos elevados, pero con
una adecuada planificación y buscando el equilibrio entre
expectativa, capacidad y realidad. Esta tarea no es sencilla
ya que juicio e intelecto no suelen ir a la par y se encuentran,
frecuentemente, personas talentosas y superdotadas,
capaces de hacer grandes cosas pero sin los instrumentos
o sin la programación adecuada para hacerlo.
Bibliografía
1. Maria Rydkvist. La personalidad del
superdotado profundo. (2016) https://momtogifted.
wordpress.com/2016/05/14/la-personalidad-del-
superdotado-profundo/
4. Ancillo, Isabel & Artola, Teresa & Barraca, Jorge &
Mosteior, Pilar & Pina, Jorge. (2001). Diferencias
de género y autoconcepto en Alumnos de Altas
Capacidades.
5. Campbell, A. Estrategias de intervención terapéutica
en adolescentes con talento académico: aportes
al afrontamiento de dificultades educativas y
familiares. (2014) http://repositorio.uchile.cl/
bitstream/handle/2250/135620/TesisMgUChile_
ACampbell_Final.pdf;sequence=1
6. Hill, Napoleon. Las llaves del éxito. Editorial EDAF.
Posted by: Yaneth Vázquez Pool (2014). http://
yeux.com.mx/ColumnaUniversitaria/actitud-mental-
positiva-10-principios-de-napoleon-hill/