La mente es el conjunto de capacidades cognitivas que engloban procesos como la
percepción, el pensamiento, la conciencia, la memoria, imaginación, etc., algunas de las cuales son características del humano y otras son compartidas con otras. Las aproximaciones al estudio del aprendizaje y la mente tienen sus raíces en la filosofía de René Descartes (1596-1650). Antes de Descartes se pensaba que el comportamiento humano estaba determinado por la intención consciente y el libre albedrío. No se consideraba que las personas pudieran estar controladas por estímulos externos o por leyes naturales. (Las personas hacían el resultado de su voluntad y su intención deliberada). Descartes reconoció que muchas cosas de las que hacen las personas son respuestas automáticas a estímulos externos sin abandonar la idea del libre albedrío y el control consciente, formuló una visión dualista del comportamiento humano el dualismo cartesiano. Según el dualismo cartesiano existen dos tipos de conducta humana: voluntaria e involuntaria. La conducta involuntaria consiste en respuestas automáticas a los estímulos externos y está mediada por un mecanismo especial denominado reflejo. La conducta voluntaria no requiere estímulos externos, se debe a la voluntad consciente de actuar de una determinada manera. Descartes asume que los estímulos externos son la causa de la conducta involuntaria, pensaba que los nervios transmitían la información de los órganos de los sentidos al cerebro y del cerebro a los músculos. (Pensaba que los animales no humanos eran los únicos que tenían conducta involuntaria), (Los humanos eran los únicos que realizaban acciones conscientes y voluntarias). Descartes pensaba que la mente y el cuerpo se conectaban en la glándula pineal, cercana al cerebro. El dualismo mente-cuerpo introducido por Descartes dio lugar a dos tradiciones intelectuales que constituyen la base del estudio del aprendizaje moderno:
El mentalismo que se ocupaba de los contenidos y el funcionamiento de la mente.
La reflexología del mecanismo de la conducta involuntaria.
Desarrollo histórico del estudio de la mente Innatismo: Descartes pensaba que todos los seres humanos nacían con ideas innatas en la mente independientemente de la experiencia personal de cada ser humano. (Conceptos de Dios, de uno mismo y axiomas básicos de geometría). Empirismo: Filósofos posteriores a Descartes como el británico John Locke (1632-1704) creía que todas las ideas de las personas eran aprendidas directa o indirectamente por la experiencia. (los seres humanos nacen sin ninguna idea preconcebida). Locke explicaba que la mente es como una pizarra en blanco (tabula rasa, en latín) y se iba rellenando mediante la experiencia sensorial. El empirismo fue adoptado por filósofos británicos que vivieron entre los siglos XVII y XIX, conocidos como empiristas británicos. Estas dos corrientes discrepaban acerca del contenido de la mente y cómo funcionaba. Thomas Hobbes (1588-1679) propuso una alternativa a la postura de Descartes, aceptaba diferenciar entre conducta voluntaria e involuntaria, estando la conducta voluntaria controlada por la mente, discrepaba con Descartes en que al igual que los reflejos, la mente operaba de forma predecible y conforme a leyes. La conducta voluntaria estaba gobernada por el Hedonismo: Las personas tratan de lograr el placer y evitar el dolor. Los empiristas británicos resaltaron un aspecto importante del funcionamiento de la mente, el concepto de asociación. (El empirismo asume que todas las ideas tienen su origen en las experiencias sensoriales). Los empiristas británicos propusieron que las sensaciones simples se combinan hasta formar ideas complejas por medio de asociaciones, consideraban que tales asociaciones eran los ladrillos de la actividad mental, detallando las leyes de la asociación. ENFOQUES DE ESTUDIO DE LA MENTE Actualmente, un grupo significativo de científicos cognitivos comparten el punto de vista que considera la mente humana como un complejo sistema que recibe, almacena, recupera, transforma y transmite información. Esas operaciones realizadas sobre la información son denominadas computaciones o procesos de información, motivo por el cual la mente es concebida como un sistema computacional o de procesamiento de información. Stillings et al. (1995) señalaron algunos conceptos fundamentales relacionados con la concepción computacional de la mente, que implica procesamiento de la información, que serán descritos brevemente: a) Los procesos de información permiten al organismo (o sistema) realizar respuestas sistemáticas frente a alguna variedad de condiciones del ambiente. Esas respuestas son típicamente adaptativas o dirigidas a metas; de modo que los procesos de información tienen la cualidad de ser significativos en relación al entorno, es decir, la información en el organismo (o sistema) es algo relacionado con el mundo, como teniendo contenido, significado o sentido. Tales cualidades de contenido a veces son denominadas cualidades semánticas o intencionales. Esas cualidades permiten atribuir entendimiento, creencia o conocimiento para cualquier organismo (o sistema) que actúa adaptativamente en respuesta a la información tomada del medio ambiente. La comprensión del proceso de información por el organismo (o sistema) permitirá explicar el contenido de la información que trata, la que al mismo tiempo explicará su competencia para emplear esa información al servicio de determinadas metas. Los procesos de información tienen carácter representacional, o sea, la información que figura en un sistema computacional debe ser representada en alguna forma. Un buen entendimiento de la operación de computación demanda una comprensión de cómo la información está representada en la mente. Esa representación se traduce en símbolos, por ejemplo, el “5” es un símbolo que representa al 5, que es el número que está siendo representado. c) Los procesos de información pueden ser descritos formalmente, que implica una relación con la noción de algoritmo, que es definido en términos de procesos que operan sobre la representación. Cabe aclarar que los procesos algorítmicos no operan sobre el dominio que está siendo representado, ni son definidos en términos del significado de la representación, lo cual es realizado independientemente por la función semántica, desde la representación al dominio que está siendo representado. Un algoritmo es un procedimiento o sistema formal, que es definido más en términos de la forma de la representación que su significado. Es un asunto puramente de manipulación de patrones en la representación. Por ejemplo, el algoritmo para la multiplicación manual de número decimales (de 0 a 9) es completamente una cuestión de manipulación de listas de símbolos de dígitos de acuerdo con ciertas reglas de operación para multiplicar. d) Los conceptos arriba mencionados son empleados por los científicos cognitivos para alcanzar un básico conocimiento científico de los procesos de información. Es decir, los científicos cognitivos procuran descubrir los principios de explicación general y fundamental del procesamiento de información. La cognición comparada y la evolución de la inteligencia Surgió como consecuencia de los escritos de Charles Darwin en su segunda obra en importancia, El origen del hombre. Darwin argumento que el hombre desciende de algún ser más primitivo a pesar de que se desconozcan aun los eslabones intermedios, reclamando la continuidad entre los demás animales y los humanos, trato de caracterizar la evolución de los rasgos físicos y la evolución de las capacidades psicológicas o mentales, siendo su opinión que: La mente humana es producto de la evolución. Mantuvo que los animales eran capaces de creer en entidades espirituales. George Romanes en su libro Inteligencia Animal, (1882) sugirió que la inteligencia podría identificarse determinando si un animal aprende “a hacer nuevos ajustes, o a modificar los antiguos, de acuerdo con los resultados de su propia experiencia individual”. Definió la inteligencia a partir de la capacidad de aprender. Esta definición fue ampliamente aceptada por los estudiosos en psicología comparada a finales de siglo XIX y principios del siglo XX, convirtiendo el estudio del aprendizaje en la clave para obtener información sobre la evolución de la inteligencia. Modelos animales de la conducta humana Investigación con animales podría proporcionar información útil para comprender el comportamiento humano. Sistematizada por (Dollard y Miller 1941) y sus colegas (Doob, Mowrer y Searns 1936) y desarrollada por (Skinner 1953). Investigaciones realizadas con modelos de múltiples especies, primates, palomas, ratas y ratones. Puede ser arriesgada y controvertida, arriesgada si realiza de forma injustificada y controvertida si las razones no se entienden apropiadamente. Para que un modelo sea válido debe ser comparable con el objeto real en relación a los rasgos o función sometidos a estudio- el rasgo o función relevante. Los modelos animales permiten investigar problemas que son difíciles o imposibles de estudiar directamente en personas. Lo importante es que el modelo animal y la conducta humana sean similares respecto a los rasgos relevantes del problema en consideración. Ejemplo: (similitud de ratas y humanos al evitar comidas peligrosas). Las razones para el uso de modelos animales de la conducta humana fueron planteadas por Dollard y Miller 1950, siendo partidarios de una integración en la que los estudios de laboratorio realizados con animales no humanos se usaran para aislar e identificar fenómenos que podrían posteriormente ser estudiados con éxito en personas. Durante los años sesenta se mostró que numerosos principios de aprendizaje eran relevantes para la práctica clínica, desarrollando tratamientos y en la explicación etiológica de muchos problemas apaciguándose este fervor con la terapia cognitivo- conductual. Avances recientes en la teoría del aprendizaje han motivado una vuelta a las explicaciones basadas en el aprendizaje para dar cuenta de importantes problemas en humanos como los trastornos de ansiedad (Boulton, Mineka y Barlow, 2001). Los modelos animales han llevado al desarrollo de procedimientos que actualmente son empleados con personas como el biofeedback, la enseñanza programada, desestabilización sistemática. Las características que asociamos con el concepto de inteligencia, como capacidad de solucionar problemas, de razonar, de adaptarse al ambiente, han sido altamente valoradas a lo largo de la historia. Desde los griegos hasta hoy se ha pensado que este conjunto de características que distingue positivamente a las personas les brinda un lugar especial en la sociedad. Esto se ha considerado incluso antes de que se comenzara a estudiar científicamente el concepto de inteligencia y su medición. Hoy se conoce que la inteligencia (o inteligencias) existe en todas las personas en mayor o menor grado, y también en los animales no humanos. Los problemas asociados con la inteligencia se refieren a su definición, a sus características, la forma de medirla, los factores que constituyen la inteligencia, la relación entre inteligencia y otros rasgos psicológicos, la pregunta acerca de si existe una o varias inteligencias, el papel de la genética, del ambiente y de su interacción, los orígenes de la inteligencia en la especie humana y en otras especies, el desarrollo de la inteligencia en los niños, la utilidad del concepto de inteligencia para la educación y para el éxito laboral y social, la forma de desarrollar la inteligencia, los cambios que ocurren a lo largo del ciclo vital, la normalidad, subnormalidad y supra normalidad, la relación entre inteligencia y creatividad, y otros problemas similares. Son temas de gran importancia y relevancia para el individuo y la sociedad. Los primeros intentos formales de medir la inteligencia se deben a Alfred Binet (1857- 1911) quien fue comisionado por el gobierno francés para encontrar una forma de seleccionar a los estudiantes que tenían habilidades para cursar estudios en las escuelas francesas. Binet diseñó una serie de situaciones problema que poseían dificultad gradual creciente y clasificó las que podían ser resueltas por niños de diversas edades. En esta forma se propuso una secuencia que dio origen al concepto de "edad mental" a diferencia de la "edad cronológica". El primer test de inteligencia (Binet-Simón) se presentó en 1905 en Francia. Estos tests tuvieron en su forma inicial una función práctica y se aplicaron a varios contextos educativos. Se buscó correlacionar dichos resultados en los tests con el éxito en la escuela. Más adelante se propusieron otras pruebas de inteligencia como el Terman, el Stanford-Binet y el Weschler en sus diversas formas (WAIS, WISC, etc.). El concepto de inteligencia ha estado muy ligado a su medición. En lo que se refiere a una teoría de la inteligencia, se puede afirmar que desde el comienzo se consideró que había una capacidad cognitiva amplia, que Spearman denominó inteligencia general (o factor g). Por otra parte como las pruebas estaban compuestas por diversos factores, se pensó que era más adecuado hablar de factores específicos de la inteligencia (factores s) como el factor verbal, cuantitativo, espacial, la memoria inmediata, la velocidad mental o de percepción y la capacidad para captar reglas y relaciones lógicas. Thurstone propuso la técnica matemática del análisis factorial para estudiar estos problemas y encontró varios factores, que harían parte de la inteligencia. Hoy se utilizan complejos procedimientos matemáticos en las investigaciones sobre inteligencia, entre otras el análisis factorial, la regresión múltiple y la correlación. La inteligencia general (el factor g de Spearman) se ha correlacionado con ocupación, género, etnias, culturas, clases sociales, éxito en ciertas ocupaciones y muchos factores más. Es un concepto que tuvo gran aceptación en la ciencia de hace varias décadas pero ha dado origen a numerosas críticas, tanto ideológicas y políticas como científicas (ver Gould, 1981). Sigue siendo un concepto controvertido en este momento en el siglo XXI (ver Sternberg, 2000, 2007; Nisbett, 2009). Como la inteligencia es un campo de investigación muy complejo, también lo son las definiciones que se han propuesto acerca de ella. Definiciones de inteligencia Las diversas definiciones dan luces sobre los problemas asociados con la inteligencia y su dominio de investigación. Esas definiciones pueden agruparse en categorías: filosóficas, pragmáticas, factoriales y operacionales. 1. Inteligencia es el poder de combinación, afirmó Ebbinghaus en 1885. Más tarde insistió en que inteligencia es la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones. Por otra parte, la inteligencia, según Binet se refiere a cualidades formales como la memoria, la percepción, la atención y el intelecto. La inteligencia según él se caracteriza por comprensión, invención, dirección y censura. 2. Las soluciones factoriales al concepto de inteligencia se apoyaron en las técnicas del análisis factorial y se elaboraron tests para medir un factor o capacidad primaria: capacidad verbal, fluencia verbal, capacidad para manejo de números, memoria inmediata, velocidad mental o de percepción, capacidad para captar reglas y relaciones lógicas. Son los factores s de Thurstone que mencionamos anteriormente. 3. Las soluciones operacionales (Bridgman) insisten en que es preciso medir y luego definir, y han tenido cierta aceptación en la comunidad científica. Las operaciones que utilizamos para medir una aptitud constituyen la definición de esa habilidad. En la actualidad el operacionalismo ha recibido numerosas críticas y la mayor parte de los especialistas en medición y evaluación prefieren ir más allá de las soluciones operacionales. 4. Inteligencia es lo que miden los tests de inteligencia (Boring, 1923). Como hizo notar Terman, la inteligencia al igual que la electricidad se puede medir adecuadamente antes de definirla. Sin embargo, ¿qué es lo que miden los tests de inteligencia? En inglés se dice "Intelligence is what the intelligence tests measure" Y la réplica se presenta preguntando: "What is the what that the intelligence tests test?" 5. En época más reciente Sternberg (1985) propuso una teoría de la inteligencia diferente de las teorías clásicas de Spearman (g) y Thurstone (s). Considera que la inteligencia está basada en tres categorías: habilidades analíticas, creativas y prácticas. Esta teoría tríadica de la inteligencia dio origen al Test de Habilidades Triádicas de Sternberg (STAT por sus siglas en inglés) que utiliza ítems de elección múltiple, verbales, cuantitativos y de figuras, al igual que ensayos (escribir historias, contar historias, diseñar cosas, ver películas con problemas prácticos que el examinado debe solucionar). 6. Inteligencia emocional es un concepto que se debe a Salovey y Mayer (1990) y que fue popularizado por Daniel J. Goleman en 1995. La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos. Se organiza en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear nuestras propias motivaciones y manejar las relaciones interpersonales. 7. Inteligencias múltiples. Este concepto, que se debe a Howard Gardner (1983, 1993), considera que la inteligencia es la capacidad para resolver problemas o elaborar productos que pueden ser valorados en determinada cultura. Afirma que existen varios tipos de inteligencia, a saber: * Inteligencia lógico-matemática, que permite resolver problemas de lógica y matemática. Es la concepción clásica de inteligencia. * Inteligencia lingüística, que es la capacidad de usar las palabras y los conceptos verbales de manera apropiada. * Inteligencia musical. Es el talento para reconocer y ejecutar melodías y armonías musicales. * Inteligencia espacial. Es la capacidad de distinguir el espacio, las formas, figuras y sus relaciones en tres dimensiones. * Inteligencia intrapersonal. Es la capacidad de entendernos a nosotros mismos, nuestras motivaciones y nuestras emociones. * Inteligencia interpersonal o social. Es la capacidad de entender a los demás con empatía. * Inteligencia corporal-cinestésica. Es la capacidad de controlar y coordinar los movimientos del cuerpo y expresar sentimientos por medio de esos movimientos. En versiones posteriores de su teoría, Gardner añadió la inteligencia naturalista y la inteligencia existencial. Esta conceptualización de inteligencias múltiples ha sido muy bien recibida en amplios sectores, pero al igual que la inteligencia emocional, ha tenido numerosas críticas. Una de ellas se refiere a la inteligencia musical y la inteligencia corporal-cinestésica, que realmente no serían "inteligencia" sino talentos. En el caso de la inteligencia emocional, también sería discutible afirmar que es una "inteligencia" y tal vez sería preferible hablar de habilidades sociales, campo que se ha investigado ampliamente sin referencia alguna con la "inteligencia". Estas definiciones o soluciones a las conceptualizaciones de la inteligencia, su medición, sus aplicaciones y su lugar en la sociedad, son motivo de numerosas investigaciones y de muchas controversias. Una definición de inteligencia que probablemente es la más apropiada en el estado actual de nuestros conocimientos es la siguiente: Inteligencia es un conjunto de habilidades cognitivas y conductuales que permite la adaptación eficiente al ambiente físico y social. Incluye la capacidad de resolver problemas, planear, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender de la experiencia. No se identifica con conocimientos específicos ni con habilidades específicas, sino que se trata de habilidad cognitiva general, de la cual forman parte las capacidades específicas. La inteligencia varía a lo largo de la vida de una persona (desarrollo ontogenético) y lo ha hecho a lo largo de la evolución de la especie (desarrollo filogenético).