Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA HABANA, 2007
ÍNDICE
- La Orientación Profesional en Cuba. Algunas consideraciones sobre su evolución histórica.
DrC. Zulema de la Caridad Matos Columbié. / 2
- Carta de intereses. / 37
1
TÍTULO: LA ORIENTACIÓN PROFESIONAL EN CUBA. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE
SU EVOLUCIÓN HISTÓRICA.
INTRODUCCIÓN.
El proceso de orientación profesional-vocacional precisa de una conducción sistemática y dinámica
por parte del profesor. De hecho, sus referentes históricos encuentran en la actualidad una manera
de interpretar este fenómeno y analizar el condicionamiento del mismo desde esta posición.
En Cuba, la orientación profesional-vocacional tiene repercusión y vigencia, sobre todo porque en las
más autóctonas raíces de la Pedagogía tienen un fundamento que se ajusta a las características
territoriales.
DESARROLLO.
Con respecto al panorama mundial y latinoamericano, Cuba significa y marca una diferencia
notable en materia de preparación profesional, de preocupación porque el hombre se prepare para la
vida, espectro que se amplía y se consolida estatalmente a partir del triunfo de la Revolución en 1959.
Aunque no se consolidan estas ideas hasta entrado el siglo XX. La fuerte presión ejercida por Enrique
José Varona, estimula desde su posición en el gobierno neocolonial la creación de nuevas
especialidades y carreras universitarias y se preocupa por desarrollar carreras necesarias, e inicia la
apertura de muchas de ellas en la Universidad de La Habana. (R. H. Oscaris; et al, 1995)
La concepción del Maestro José Martí, recogida en su “Ideario Pedagógico“ manifiesta desde su
óptica y en consonancia con las condiciones concretas del momento, el enfoque que debía tener la
‘preparación del hombre para la vida’, haciendo importantes reflexiones acerca de la creación de
2
escuelas y centros que tuvieran en consideración las condiciones económicas del lugar de origen de
los jóvenes.
En la Etapa Neocolonial o Seudo República (1902-1959) con la ocupación militar norteamericana,
se establecieron los Institutos de Segunda Enseñanza, con carácter provincial, aunque sus estudios
carecían de valor para matricular en la Universidad de La Habana; para lograrlo, los aspirantes eran
sometidos a exámenes de las materias del plan de estudios de los Centros Oficiales, resulta llamativo
que el tribunal examinador estaba integrado por los catedráticos de las corporaciones, quienes
avalaban académicamente al aspirante. (M. García, 1953, p: 533)
Estas acciones demuestran una fuerte preocupación por la arista económica del problema de la
orientación y formación profesional. Las aristas psicopedagógica, social y personológica no aparecen
abordadas, a pesar de que los aportes teórico-metodológicos de la Psicología de la época habían
evolucionado con respecto al siglo anterior.
A partir de las décadas del ‘30 y ‘40 del siglo XX, aparecen las primeras manifestaciones de
preocupación científica por la orientación profesional, aunque no de manera consolidada. Resulta
llamativo es que siendo Cuba en esta época neocolonia norteamericana, que por sus intereses la
educación fue una arista priorizada en sus desmanes de dominación y penetración ideológica, no
figura la labor de orientación profesional como aspecto tratado, tampoco hubo influencia directa al
respecto, máxime, cuando en esta área habían obtenido ellos un fuerte desarrollo teórico-
metodológico a nivel mundial.
A partir de 1959 se trazan tareas específicas sobre orientación profesional y formación vocacional,
que se consolidan a partir del curso escolar 1963/1964, (E. Falcón y L. Salido, 1965) Esto se debió
entre otros aspectos a:
3
• Necesidad de reformular la estrategia estatal para la formación de los profesionales a tono con las
nuevas exigencias sociales y las necesidades del momento histórico que vivía el país.
En 1975 en las Tesis sobre Política Educacional, trazadas por 1er Congreso del Partido Comunista
de Cuba (PCC), se otorgó importancia capital al trabajo de formación vocacional y orientación
profesional con los niños, adolescentes y jóvenes, situando a la escuela el papel rector en este
trabajo.
La década de 1980/1990 marcó una etapa superior en el desarrollo de la orientación profesional (A.
Figueredo, 1997), a partir de la puesta en práctica del Decreto No. 63 del Comité Ejecutivo del
Consejo de Ministros y su reglamento, puesto en vigor por la Resolución Ministerial No. 92/1982
(MINED, 1992 p: 3), donde se estableció que: "(...) constituye una tarea de maestros y profesores de
todas las asignaturas, garantizar al estudiante el nivel de generalización de los conocimientos
adquiridos, crear el interés por la posible aplicación de cada conocimiento a la vida futura laboral, y
sobre esta base, orientar a los niños, adolescentes y jóvenes hacia las profesiones más necesarias”.
La década de los ‘90 representó para el país un viraje en los planos social, económico y político,
consecuencias reflejadas en el Período Especial en tiempos de paz, del cual no escapó la escuela.
Se reconoce que fueron años donde la orientación profesional y la formación vocacional
descendieron notablemente, lo que provocó un llamado de atención por parte del Ministro de
Educación Luis I. Gómez, en la apertura del curso 1992/1993. Esta fue una década de grandes
cambios que afectaron la pirámide profesional en casi todos los territorios, provocando el éxodo de
profesionales de algunas ramas, por ejemplo en la pedagógica, tangible fundamentalmente en la
parte occidental del país.
En el 2000 el MINED dicta la Resolución 700/2000, que norma desde el punto de vista administrativo
el papel rector de la escuela para las actividades de orientación profesional y la formación vocacional,
demandando el carácter jerárquico de esta tarea, lo que revela la preocupación de la alta dirección de
la Revolución por la preparación profesional de los adolescentes y jóvenes.
Con la preocupación y ocupación personal del Comandante en Jefe, comienza un proceso de rescate
de lo que se había hecho en materia de formación profesional en los 70 y los 80 que a partir del 2000
se denomina por parte del Ministro de Educación Luis I. Gómez (2002), la Tercera Revolución
Educacional. Importantes avances representaron para el proceso de orientación profesional-
vocacional la puesta en práctica de Programas y Proyectos de la Revolución en el marco de la Batalla
de Ideas, la apertura de escuelas de variados tipos y especializaciones, tales como la Escuela de
Instructores de Arte, de Habilitación Emergente de Maestros Primarios, Profesor Integral de
Secundaria Básica, Emergente de Enfermería, Formación de Trabajadores Sociales, Curso de
Preparación Integral de Jóvenes Desvinculados. En Guantánamo se destacan además de las
anteriores, la Emergente de Profesores de Educación Física y la Emergente de abogados.
4
A pesar de todo el trabajo emprendido en las últimas décadas todavía el proceso de orientación
profesional-vocacional presenta deficiencias que afectan tanto las necesidades individuales como las
sociales, destacándose entre otras las siguientes:
Poco trabajo de la escuela para con la familia, la comunidad y las organizaciones estudiantiles
y juveniles en materia de orientación profesional.
Insuficiencias en el trabajo de orientación profesional desde la clase.
Tendencia a realizar el trabajo de manera aislada, concentrada en la parte extradocente.
Insuficiencias en el desarrollo de habilidades del profesor para realizar su función de
orientación profesional y promover el trabajo dentro del claustrillo.
Indiferencia de la familia para con las profesiones priorizadas del territorio, amparado en su
desconocimiento.
Carencia de estrategias concretas que garanticen que el educando conozca todas las
posibilidades de carrera.
Tendencia a trabajar intensamente en 12mo grado, haciendo más énfasis en la captación que
en la orientación.
Divergencias entre el desarrollo teórico-metodológico que han alcanzado las ciencias de la
educación en esta temática y las exigencias sociales.
La realidad del fenómeno apunta que para muchas profesiones la orientación profesional no es
acertada, aparecen estudiantes con serias limitaciones en tal sentido y los que aparentemente están
orientados, en muchos de los casos cuando arriban al centro universitario se percatan de que esa no
fue la mejor elección, lo que promueve el abandono y cambio de carreras.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA.
1. Blanco, Jorge Luis: ¿Dónde nace el desarrollo de la orientación vocacional en Cuba?. En: Revista
Psicología y Educación No: 2, La Habana, 1965.
2. Chávez Rodríguez, Justo A.: Del ideario pedagógico de José de la Luz y Caballero (1800-1862).
Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1992.
3. D' Ángelo Hernández, Ovidio: Sociedad y educación para el desarrollo humano. Publicaciones
Acuario. Centro Félix Varela. La Habana, 2001.
4. Falcón, Esther y Leonor Salido: El desarrollo de la orientación vocacional en Cuba. En: Revista
Psicología y Educación. No 2. La Habana, 1965.
5. Freyre, Paulo: Educação como pratica da liberdade. Editora Paz e Terra; S.A. Brasil, 1991. (en
portugués)
6. García Galló, Jorge: Ante el futuro. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1982.
7. García, Mercedes: La enseñanza privada en Cuba. En: Libro de Cuba. Edición especial por el
centenario del nacimiento de José Martí. S/Editorial. La Habana, 1953.
8. Hernández Oscaris y Elsa Vega Jiménez: Historia de la educación latinoamericana. Editorial
Pueblo y Educación. La Habana, 1995
9. Martí Pérez, José: Ideario pedagógico. Ministerio de Educación. Imprenta nacional de Cuba. La
Habana, 1961.
5
10. Matos Columbié, Zulema: Un modelo teórico-metodológico para la orientación profesional-
vocacional en el preuniversitario. Ponencia. Evento de Base Pedagogía ‘2003. ISP. Guantánamo,
2002.
11. Sánchez Collazo, Ana y M. E. Sánchez-Toledo Rodríguez: La Pedagogía cubana: Sus raíces y
sus logros. En: Compendio de Pedagogía. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 2002. pp: 36-44.
12. Ulloa Kindelán, Esteban: El trabajo político ideológico para fortalecer la orientación profesional-
vocacional de los educandos. Una opción metodológica para la Escuela de Habilitación de Maestros
Primarios “Eleno Borges Gallego” de Guantánamo. Tesis presentada en opción al Título Académico
de Master en Educación. ISPEJV. La Habana, 2002.
6
TÍTULO: MOTIVACIÓN Y ORIENTACIÓN PROFESIONAL EN EL ÁMBITO EDUCATIVO.
Hay tres corrientes que han sido identificadas por una serie de autores y que dominaron durante las
primeras siete décadas del siglo: la Psicométrica, la Clínico – Médica y la Humanista (Vega, L. 1990,
Roger, C. 1964.)
Las dos primeras lideraron con su presencia la primera mitad del siglo. Una hiperboliza el diagnóstico
a partir esencialmente del test y la segunda el estudio y tratamiento de un caso desde un gabinete
escolar.
La irrupción posterior del humanismo, sin embargo, traerá enfoques más holísticos, que buscan
rescatar y utilizar el carácter activo del sujeto. Las ideas de Carl Roger, especialmente, ganaron
espacio entre los orientadores.
Los humanistas y Roger en especial, hicieron una dura crítica al carácter represivo de la institución
escolar tradicional y al modelo directivo que permeaba las prácticas de orientación de la época.
En los últimos años, bajo la influencia nada despreciable del pensamiento social marxista, el
desarrollo de nuevas corrientes pedagógicas, la propia Psicología Humanista, los estudios de
dirección científica de la escuela y otras tendencias contemporáneas, han surgido perspectivas más
abarcadoras e integrales que buscan una mayor vinculación de la orientación con la institución
escolar y otros factores sociales.
7
Estas perspectivas se han denominado con diferentes nombres (Sociológicas, Didácticas, etc.).
(Vega, L 1990). Nosotros las hemos identificado, desde su rasgo común como Tendencia
integrativa. Veamos ahora un breve resumen con las características generales de estas tendencias:
CORRIENTE PSICOMÉTRICA .
1. El orientador está centrado en el diagnóstico.
2. Prioriza el uso del test, confiando de manera casi absoluta en su rigurosidad y exactitud.
3. La orientación no se integra al quehacer general de la escuela.
4. Tiene un carácter directivo.
5. Tiene su base en la psicotécnica, la psicología diferencial y los enfoques de rasgos y factores.
6. El sujeto es, generalmente, receptor pasivo de la conclusión diagnóstica.
CORRIENTE HUMANISTA.
1. Realiza una crítica explícita a la escuela autoritaria y academicista.
2. Busca incidir en alguna medida en el proceso docente – educativo (creación de atmósferas no
autoritarias, respeto al alumno, consideración de sus necesidades, etc.).
3. Trabaja esencialmente la esfera afectivo – social.
4. Enfatiza más los aspectos cualitativos que los cuantitativos.
5. Utiliza el test de manera muy limitada y cuidadosa.
6. Crea metodologías grupales de intervención.
7. Su enfoque es no directivo y confía en las potencialidades de crecimiento de los sujetos.
8. Parte de concepciones de la Psicología Humanista esencialmente.
9. Reconoce el papel orientador que puede y debe cumplir el profesor.
Nos parece que estos cuatro elementos, distinguibles dentro de las expresiones más avanzadas de la
orientación en la actualidad, marcan una tendencia muy positiva en esta área que debemos
aprovechar. Sin embargo, la relación orientación – educación y la concepción de cómo debe
manifestarse este proceso en el funcionamiento de una institución educativa, son elementos
problémicos que se discuten en la actualidad. Expresaremos algunas de las consideraciones que
hemos hecho al respecto.
El trabajo de orientación en el ámbito escolar debe conformar un sistema donde participen los
profesores de forma integrada (desde su organización en el P.D.E.) y los orientadores, ubicados en
servicios o buroes de orientación, pero articulados en sistema con los mismos objetivos que los
demás funcionarios de la institución.
8
Ambos profesionales poseen misiones y tareas bien definidas, cuyos límites deben conocer y cuidar.
Pero ambos a su vez conforman un sistema en torno a grupos, padres y alumnos; deben planificar
estrategias comunes y mantener un intercambio constante de información. El no lograr esto ha sido,
justamente, la principal limitación de los enfoques tradicionales de la orientación educacional en
general y profesional en específico.
Partimos de retomar los aportes útiles de los enfoques tradicionales (psicométrico, clínico - médico y
humanista), la dirección sociopedagógica de las tendencias actuales y los múltiples aciertos que en
esta línea ha acumulado la experiencia educacional cubana (actividades vocacionales, programas
directores, papel del maestro, etc.).
La orientación en el ámbito escolar es un proceso que se puede programar y dirigir, pero sólo se
realiza a través de la autodeterminación del sujeto, que se responsabiliza con sus decisiones en un
ambiente de libertad y espontaneidad y con la consciencia y responsabilidad que el marco social
demanda.
Junto a las normas y tareas que necesita el PDE y la vida escolar, deben vivenciarse la autenticidad,
la comprensión empática y la aceptación que permitan al profesor establecer una relación de ayuda
con el alumno que lo necesite
Esta concepción, que hemos materializado en los programas y modelos de orientación que hemos
propuesto e implementado en algunos centros docentes, aporta elementos para la elaboración de una
didáctica de la formación de valores y cualidades personales y profesionales, lo cual es una hermosa
y difícil demanda pedagógica de nuestros tiempos.
Es evidente, por ejemplo, que la Didáctica no puede dar respuesta a las exigencias de la Orientación
Educacional en el proceso docente - educativo, si no elabora propuestas teórico - metodológicas que
integren de manera eficiente los componentes personales a los no personales
Dentro del trabajo general del centro educacional, las acciones de orientación son aquellas que
permiten ejercer una influencia desarrolladora o reparadora sobre las áreas esenciales que definen el
crecimiento del alumno en una edad y momento determinado (tendencias y tareas del desarrollo).
Con este fin se maniobra la actividad y la comunicación del grupo (o del alumno), para facilitar que
asuma nuevos roles y vínculos que lo ubiquen en una situación desarrolladora. Estas acciones deben
tener un carácter intencional y planificado.
9
¿QUÉ ENTENDEMOS POR CRECER?
El crecer puede ser visto como proceso o como resultado. Como resultado tiene que ver con el
cumplimiento de las tareas de desarrollo de una determinada edad, que incluye siempre alcanzar los
niveles de independencia, seguridad y desarrollo intelectual que la misma requiere.
Como proceso, el crecer nos lleva a considerar toda la dinámica de vínculos, vivencias personales y
condiciones sociales que articulan la vida de una persona en un contexto dado. El crecer se puede
entender como el proceso de conformación de una identidad determinada o la configuración de la
personalidad a través del enfrentamiento de las contradicciones que la cotidianidad nos va creando
en determinadas condiciones socioeducativas
El crecer ha sido definido, más sintética y operativamente, como “ un proceso continuo de pérdidas y
adquisiciones” (Cucco, M. 1993) Si estas pérdidas y adquisiciones se dan a través de un
reaprendizaje de la realidad y favorecen el cumplimiento de las tareas del desarrollo, nos conducirán
a una situación independiente y socialmente responsable que nos da los recursos para enfrentar las
contradicciones de la vida cotidiana y alcanzar una identidad personal adecuada.
La orientación se planifica (en función del tipo de problema y su expresión subjetiva y grupal ) en un
periodo relativamente largo ( por ejemplo, un ciclo o un curso ) o a corto plazo (tal vez una o dos
entrevistas para ayudar al alumno a asumir una decisión).
El accionar articulado de maestros y orientadores debe estar determinado por una interacción entre
los propósitos previos de transmisión y formación de cultura (entiéndase aquí conocimientos, valores,
habilidades, motivos, etc. plasmados en programas de enseñanza y las particularidades que nos van
revelando los grupos y sujetos, expresadas en contradicciones que aparecen en el P.D.E.
La concepción de orientación que planteamos tiene que concebir el diagnóstico como un proceso
continuo y participativo, que incluya no solo una valoración de las deficiencias del alumno (como
tradicionalmente se hace), sino de los elementos positivos y negativos de todo el sistema que inciden
en el cumplimiento de los objetivos educacionales.
Igualmente nos pareció importante superar la relación estática en pasos consecutivos establecida en
las etapas de la orientación (diagnóstico- orientación-seguimiento), tomada desde el enfoque clínico-
médico y el modelo terapéutico.
El seguimiento debe comprenderse como evaluación del proceso de acercamiento a los objetivos y la
relación entre diagnóstico y orientación como una secuencia continua en espiral, dialéctica, que se
corresponda más con una investigación educativa en acción y cuyo efecto transformador se multiplica
e inmediatiza. Esta secuencia de diagnóstico – orientación - orientación - diagnóstico, facilita la
10
autorregulación del sistema al reflejar mejor la relación viva entre cambios y resistencias al cambio en
grupos y sujetos en el proceso de crecimiento personal y/o profesional.
Para cumplir con funciones orientacionales, es obvio que el profesor debe asumir una concepción de
la clase, del vínculo alumno - profesor y el trabajo grupal, que no es la del simple transmisor de
conocimientos. Se necesita una preparación adecuada (desde la Pedagogía y la Orientación) que
incluye una postura humanista y dialéctica ante el proceso docente - educativo y una manera
específica de asumir el rol profesional, que lo lleve a una actuación profesional eficiente.
La Orientación es una relación de ayuda que para establecerla no bastan sólo deseos; se necesitan
conocimientos, cualidades y habilidades personales y profesionales determinadas que propicien el
proceso.
Las acciones de orientación son un elemento fundamental que diferencia una educación humanista,
centrada en el sujeto, de una tipo tradicional, informativa, centrada sólo en el crecimiento
enciclopédico del alumno y ajena tanto a sus necesidades como a la dialéctica entre éstas y el
contexto social en que vive el alumno.
De esta forma, la orientación que realiza el profesor no es más que un componente técnico, de
contenido humano y consecuencias estratégicas, que se inserta en el sistema general (educación
escolar), que incide cualitativamente en el logro de los objetivos educacionales planteados desde las
tareas del desarrollo de cada edad. Esto la vincula de forma directa a la dimensión ética de la
profesión pedagógica.
La orientación, específicamente en el P.D.E., sólo es posible si este se concibe como una dialéctica
intersubjetiva, que se renueva cotidianamente mediante múltiples roles, vínculos, actividades e
interacciones comunicativas.
El aula debe verse como un grupo en cambio, donde el profesor, buscando sus objetivos generales a
través de un programa determinado, hace y rehace la organización de su docencia en función de la
interacción cotidiana entre lo dinámico y lo temático, como expresión del proceso contradictorio de
desarrollo grupal e individual, que ante diferentes emergentes, nos induce al replanteamiento
constante de las acciones orientacionales. Es por esto que consideramos que no pueden haber
acciones de orientación productivas en el profesor, sin manejo adecuado de la dinámica grupal. El
proceso grupal es la vía fundamental para implementar en la práctica las acciones de orientación del
profesor. Este postulado no debe negar la utilización ocasional de acciones de orientación
individualizadas ( fuera del contexto del grupo ).
Por último, hay que puntualizar que nuestra propuesta busca facilitar que el sujeto haga un
enfrentamiento activo de sus problemas del crecer, para lo cual debe tomar conciencia, elaborar y
resolver, los conflictos que este proceso genera.
La idea fue muy bien vista en el mundo empresarial, como una vía para optimizar su fuerza laboral.
Entre los jóvenes (y sobre todo sus padres), se consideró una ayuda para encontrar caminos seguros
al éxito profesional.
11
Hacia 1930, definen el término orientación vocacional como: “el proceso de asistencia individual para
la selección de una ocupación, preparación para la misma, inicio y desarrollo en ella” (Fitch, J. 1935,
pag. 3).
Obsérvese que ya en esta temprana definición, se incluye la idea de que la orientación vocacional no
sólo comprende la preparación para la selección de una ocupación (o carrera), sino que incluye la
“asistencia individual” para ayudar en el inicio y desarrollo en la misma. Resulta interesante esta
observación pues el desarrollo histórico posterior tomó poco en cuenta el papel de la orientación en el
proceso mismo de la formación universitaria.
A lo largo del siglo, infinidad de estudios y experiencias han sido realizadas en el área de la
orientación profesional, definiéndose diferentes perspectivas teóricas que caracterizarán la forma
específica en que se aborda la orientación en esta área. (enfoque de rasgos y factores, psicoanálisis,
psicología marxista, etc.).
Según Fernando Glez, las intenciones profesionales presuponen “la elaboración personal del
proyecto profesional asumido, la que integra los conocimientos del joven sobre la profesión y las
principales emociones vinculadas con las necesidades y motivos que se expresan en la tendencia
orientadora hacia la profesión”. (Glez, F. 1989 pag,217).
La Doctora Viviana González Maura hace un aporte significativo al constatar a través de un riguroso
trabajo empírico, la existencia de una formación motivacional específica que expresa la orientación de
la personalidad hacia el contenido de la profesión: el interés profesional, el cual estudia valorando su
aspecto funcional, a partir de sus potencialidades reguladoras. Sus estudios le permiten distinguir con
12
claridad diferentes niveles de integración funcional de la motivación profesional, cuyo diagnóstico nos
ofrece la posibilidad de una estrategia con el estudiante universitario desde el primer año, dirigida
sobre bases científicas. Para Viviana Glez, las intenciones profesionales serán el nivel superior de
desarrollo del interés profesional, que lo define de la siguiente forma: “El interés profesional se
expresa como inclinación cognoscitiva - afectiva de la personalidad hacia el contenido de la profesión
que en sus formas primarias de manifestación funcional se manifiesta como intereses cognoscitivos
hacia el estudio de la profesión y en sus formas más complejas como intenciones profesionales”
(Glez, V. 1988 pag.10).
A partir de aquí define tres niveles de integración funcional de la motivación profesional, o sea, tres
niveles de desarrollo de los intereses profesionales en los estudiantes: superior, medio e inferior.
¾ Nivel Superior: es el nivel de las intenciones profesionales. Los sujetos de ese nivel
establecen metas y objetivos profesionales de carácter mediato, haciendo elaboraciones
anticipadas sobre su futuro desempeño profesional. Para conseguir esto son capaces de
realizar esfuerzos volitivos complejos, manifestando satisfacción en este proceso. Se ven
optimistas y seguros. Son muy activos en la búsqueda de información sobre su profesión,
tanto de orden bibliográfico como experiencias de trabajo.
Hay un alto nivel de reflexión sobre los problemas profesionales, con una elaboración personal
significativa.
Se observa un sentido personal de contenido positivo. Estos alumnos tienden a una rápida
adaptación a la educación superior, a la satisfacción con la profesión elegida y a la obtención
de altos resultados académicos.
¾ Nivel Medio: estos sujetos van a expresar intereses cognoscitivos hacia el estudio de la
profesión y sus objetivos son más inmediatos, dirigidos al estudio mismo y al proceso de
formación profesional. Hay poca elaboración y reflexión sobre el futuro profesional. Esto hace
que solo hagan esfuerzos volitivos aislados. Reflexionan poco sobre los problemas
profesionales y su vínculo afectivo con la profesión es pobre.
Tienden a tener ciertas dificultades con la adaptación a la educación superior. En general,
manifiestan satisfacción con la profesión elegida y sus resultados docentes tienden a ser
discretamente satisfactorios.
¾ Nivel Inferior: este nivel expresa la no existencia de intereses profesionales. Los contenidos
profesionales no se integran a los objetivos orientados al proceso de formación y ejecución
profesional. Se trazan objetivos externos a la profesión y generalmente muy inmediatos
(graduarse, aprobar), o vinculados a metas futuras lejanas y ajenas a la profesión. Manifiestan
un pobre esfuerzo volitivo. El vínculo afectivo con los contenidos profesionales es negativo, lo
que hace pensar en un sentido profesional conflictivo.
La adaptación a la educación superior es difícil y más de un 90% causa baja en los dos
primeros años académicos.
Se manifiesta insatisfacción con la profesión elegida y una tendencia a los bajos rendimientos
académicos.
13
Estas ideas se concretan en un documento oficial: el Programa Director de Orientación
Profesional que emite el Ministerio de Educación (MINED) en 1990, como una concreción de ideas
surgidas dentro del último perfeccionamiento de la Educación Superior Cubana.
Al programa director se le ha definido como: “el documento que precisa el modo de alcanzar un rasgo
fundamental que caracteriza al profesional y que no se garantiza necesariamente mediante la
presencia de una disciplina en el plan de estudio. El programa director establece los objetivos a
alcanzar por año en relación a dicho rasgo, así como el papel que le corresponde desarrollar a cada
asignatura en ese año.” (Álvarez, C. 1989, pág. 120).
La creación del programa director de Orientación Profesional ha sido, en nuestra opinión, el intento
más audaz y sistémico para planificar el desarrollo de la profesionalidad en los centros de Educación
Superior. Estos han tomado especial significación en las universidades pedagógicas cubanas.
En los últimos tiempos, la teoría de Educación Avanzada ha hecho interesantes aportes teóricos y
metodológicos acerca de la concepción cubana de profesionalidad, definiéndola como “la cualidad de
una persona que realiza su trabajo específico con relevante capacidad para cumplir racionalmente
sus objetivos, lo que se manifiesta en ejercitar tareas con gran exactitud y rapidez” (Añorga, J. y
otros, 1995). Aquí se reconoce implícitamente que se trata de una cualidad integradora de la persona
y no de rasgos o saberes aislados.
En nuestro medio va quedando claro, al menos en el debate teórico, que la profesionalidad no puede
lograrse sólo con la acumulación de conocimientos académicos, mucho menos si los estudiantes
ingresan al centro de formación superior con actitudes y motivaciones poco favorables.
Esto explica que en los últimos años se hayan experimentado diferentes vías para favorecer la
orientación profesional desde el mismo sistema curricular. Entre ellas cabe mencionar las
asignaturas introductorias, que han tomado generalmente un espíritu academicista, la vinculación
creciente del estudio con el trabajo, la disciplina integradora y los ya mencionados programas
directores (Alegret, F. 1996; Álvarez, C.1989; González, V. 1994).
En esta dirección se le ha dado especial importancia al trabajo con los primeros años, lo cual se ha
identificado como una continuación de la orientación vocacional que debe hacerse en etapas
anteriores y donde deben tener un lugar especial la “actividad laboral, las asignaturas del ejercicio de
la profesión que se desarrollen en los primeros años y la orientación que hay que darle al resto de las
asignaturas en esos años” (Álvarez, C. 1989, pág 101).
No obstante, en nuestro medio se han reportado algunas experiencias de sumo interés. Las
facultades de Ciencias Médicas, a través de las Unidades de Orientación Estudiantil, realizan un taller
de técnicas de estudio destinado a elevar la capacidad del estudiante de nuevo ingreso ante esta
tarea (Fernández, B. 1993).
14
La Universidad de La Habana, desde los años 60 reporta experiencias de acciones de ayuda dirigidas
a estudiantes con dificultades personales (Torroella, G. 1986). Más recientemente, han trabajado en
la elaboración de sistemas diagnósticos para la caracterización del alumno de primer año en la
carrera de Psicología (Febles, M. 1993).
En los I.S.P., durante la última década, se han reportado varios trabajos dirigidos a la caracterización
del alumnado (sobre todo de primer año) y a la implementación de acciones orientacionales dirigidas
a su mejoramiento personal - profesional, creándose con este fin servicios de orientación en muchas
de estas universidades (Del Pino, J. L., 1993; Peña, I. 1993; Moreno, J.M., 1993; Saiz, L. 1993).
Pionero de estos trabajos fue la creación en 1986 del Servicio de Orientación y Desarrollo (S.O.D.)
del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (ISPEJV), bajo la dirección del profesor
Gustavo Torroella. A partir del año 90, el servicio comienza (junto a otros especialistas) la experiencia
de los diagnósticos masivos de los alumnos de nuevo ingreso y la preparación de estrategias para
enfrentar el propio diagnóstico y sobre todo planificar las incidencias orientacionales sobre los
mismos, recogiéndose y elaborándose un conjunto de experiencias
De forma general, podemos decir que nuestra posición teórica se enmarca en el enfoque histórico -
cultural (Vigotski), en tanto partimos de reconocer el condicionamiento socio - histórico de la relación
sujeto - profesión. Es a través del vínculo con otros, en un contexto social dado y en una historia
personal concreta, que construimos nuestra identidad profesional. Sólo una valoración de lo que
Vigotski llamó la Situación Social del Desarrollo y la consideración de las vivencias como unidad
de análisis nos permite llegar a las claves teóricas - metodológicas para dirigir científicamente un
sistema de orientación profesional.
Nuestra propuesta integra así mismo, aportes teóricos metodológicos de otras tendencias: el enfoque
centrado en la persona de C. Rogers, la teoría de los roles y del vínculo de Pichón Riviere, la
problematización de Paulo Freire, los enfoques metodológicos grupales de Mirtha Cucco y toda la
elaboración que sobre la orientación profesional han desarrollado la psicología y la pedagogía
cubanas, especialmente los doctores Fernando González Rey, Carlos Álvarez de Zayas y Viviana
González Maura.
Es muy difícil encontrar en esta etapa desarrollo de intereses profesionales, aunque el niño puede
hablar de su intención de estudiar una u otra carrera, pero esto no tiene todavía un papel funcional
15
significativo. Incluso es común que el niño tenga inclinaciones diversas y a veces contradictorias
respecto a su futura profesión, lo cual en esta etapa es un indicador del proceso de formación de su
personalidad. Por eso, la Dra. Viviana González sugiere que las actividades formales e informales
que se organicen en esta etapa deben ser variadas y flexibles.
Aunque esta periodización no tiene que coincidir necesariamente con la periodización pedagógica
tradicional ni con determinadas edades, podemos decir que esta etapa se desarrolla, esencialmente,
durante las primeros seis u ocho grados.
En este periodo, el proceso de orientación debe hacerse más diferenciado y va dirigido a preparar al
sujeto para el acto de selección profesional, momento importante en la conformación de su proyecto
de vida y que constituye una tarea del desarrollo esencial de esta etapa.
Será decisivo en este proceso el logro de una actitud reflexiva, volitiva e independiente. Será
necesaria la preparación del alumno para la selección profesional autodeterminada, la cual garantiza
el comprometimiento del sujeto con su selección y una condición subjetiva capaz de enfrentar los
obstáculos que surgirán en el proceso de formación profesional. Las investigaciones han demostrado
que no es imprescindible la formación de un interés profesional específico en este momento.
Desde nuestro punto de vista, la orientación profesional debe enfrentar este proceso desde un
ENFOQUE PROBLEMATIZADOR.
Antes de continuar, nos parece oportuno, precisar otros términos que son esenciales en nuestra
concepción.
DEFINICIONES ESENCIALES:
Sistema de orientación profesional: Sistema de concepciones teóricas - metodológicas que
se insertan en la práctica pedagógica a través de diferentes vías y técnicas, con el fin de
facilitar la identificación del alumno con una profesión y su inserción exitosa en el proceso de
conformar una identidad profesional
16
Orientación profesional: Relación de ayuda que se establece con el estudiante para facilitar
el proceso de desarrollo de la identidad profesional del mismo, a través de diferentes técnicas
y vías, integradas al proceso educativo general, según la etapa evolutiva y la situación
específica en que se encuentre.
17
• TECNICAS GRUPALES (articuladas siempre por el grupo de reflexión)
• ASIGNACIÓN DE TAREAS.
• REFORZAMIENTO.
Estas vías y técnicas tienen que conformar un sistema y el protagonismo en uno y otro momento de
alguna de ellas depende de la coyuntura concreta en que son aplicadas y de las particularidades de
los orientados.
Desde el principio sistémico que defendemos y teniendo presente la concepción didáctica que
demanda la introducción de estas ideas en el P.D.E., no queremos hacer una división mecánica en
cuanto a las posibilidades de aplicación de esas vías y técnicas en unos u otros espacios de
interacción con el alumno. El protagonismo de unas u otras depende de la coyuntura en que son
aplicadas y de las particularidades de los orientados.
Dentro del P.D.E., la utilización de estas herramientas, conscientemente dirigidas a la orientación del
alumno, permiten una incidencia diferenciada en grupos y estudiantes, a partir del conocimiento de su
problemática particular.
Como puede apreciarse, algunas de ellas son de amplia utilización en determinados niveles de
enseñanza (por ejemplo la práctica laboral dentro de las concepciones más modernas del mundo
universitario), pero no es común que se les reconozca y utilicen como un medio de ayudar a un
alumno específico a enfrentar un conflicto motivacional - afectivo que obstaculiza la identificación del
mismo con su profesión o sencillamente con el objetivo fundamental de motivarlo más hacia la
misma.
Las vías y técnicas permiten, por tanto, la realización de un trabajo docente diferenciado con
fines orientacionales. Por eso el reforzamiento, la asignación de tareas, los alumnos ayudantes y
las investigaciones conforman un subgrupo que hemos denominado TRATAMIENTO DOCENTE
DIFERENCIADO, que puede utilizarse en todo el P.D.E.
El valor de la clase como vía depende mucho de que la asignatura sea impartida por un
profesor de calidad, que valorice sus contenidos como importantes y atractivos. Además, el
vínculo que establece el alumno con su profesor es de hecho el primer vínculo del alumno con
un profesional en funciones.
El primer tipo de vínculo tiene que ver con el tratamiento del contenido de la materia que se
imparte. Es recomendable que para los fines de la orientación profesional se trabaje desde los
presupuestos de la enseñanza problémica y que desde las primeras edades el niño logre
vivencias positivas en el aprendizaje de las diferentes materias y se le presente la realidad de
18
la forma más interesante posible. Esto permitirá que el alumno establezca vínculos positivos
con la materia que estudia, lo cual favorecerá sus sucesivos acercamientos al aprendizaje.
El segundo tipo de vínculo tiene que ver con la posibilidad de la clase de movilizar a los
sujetos a través del sentido personal que para los mismos tienen los contenidos que se
trabajan. Aquí lo que se busca es que el sujeto problematice no la realidad en sí misma, sino
su relación con ella. El referente teórico más importante que tenemos para este trabajo es la
teoría de la problematización de Pablo Freyre (ver Pedagogía del Oprimido.)
Para que el profesor pueda trabajar con rigor el vínculo de su clase con la subjetividad de los
alumnos, debe tener un diagnóstico de los mismos que le permita conocer sus inclinaciones,
gustos, habilidades, vivencias anteriores en su relación con esos contenidos, etc.
ENFOQUE
PROBLEMATIZACIÓN ENSEÑANZA
PROBLÉMICA
RELACIÓN RELACIÓN
SUJETO – PROFESIÓN SUJETO – REALIDAD
BIBLIOGRAFÍA
1. Addine, F. Una altenativa de práctica laboral investigativa para los ISP. Tesis presentada en opción
al título de Dra. en Ciencias Pedagógicas. La Habana. 1996
2. Álvarez, C. M. Fundamentos teóricos de la dirección del proceso docente educativo en la
educación superior cubana. MES. La Habana, 1989.
3. __________ Hacia una escuela de excelencia. Ed. Academia. La Habana. 1996.
4. Añorga, J. y otros. Glosario de términos de la Educación Avanzada. CENESEDA. 1995.
5. Bozhovich, L. I. La personalidad y su formación en la edad infantil. Ed. Pueblo y Educación. 1976.
19
6. Bohoslavsky, R. Orientación vocacional. La estrategia clínica. Ed Nueva Visión, Buenos Aires,
1984.
7. Calviño, M. Notas de clases del post - grado de Orientación Psicológica. Universidad Habana.
1994.
8. Castellanos, B. Estrategia heurística del proceso de orientación. Artículo mimeografiado. La
Habana. 1996.
9. Castro, P. L. Cómo la familia cumple su función educativa. Editorial Pueblo y Educación. C.
Habana. 1996.
10. __________ El sistema familiar en el proceso de formación de la vocación de los hijos. Tesis para
optar por el grado de Doctor en Ciencias Psicológicas. La Habana. 1991.
11.__________ La educación y la enseñanza: una mirada al futuro. Ed. Progreso. Moscú. 1991.
12. Collazo, B. y Puentes, M. La orientación en la actividad pedagógica. Pueblo y Educación. La
Habana. 1992.
13. Cucco, M. y Losada, L. El espacio grupal: lugar de génesis y transformación. (Artículo
mimeografiado) 1993.
14. __________ La tarea educativa. Sus contradicciones actuales. 1993.
15. __________ El rol del educador. (Artículo inédito) 1993.
16. 'Angelo, O. Planes y proyectos de vida en el desarrollo profesional de jóvenes trabajadores.
Propuesta de un enfoque integrativo-psicosocial y de personalidad. (Resumen de Tesis por el grado
de Doctor en Ciencias Psicológicas) CIPS. A. Ciencias. 1993.
17. __________ Descubrir, proyectar tu propia vida. Ed. Academia. La Habana. 1989.
18. Del Pino, J. L. El Servicio de Orientación y Desarrollo: una contribución al desarrollo personal y
profesional del estudiante. Artículo mimeografiado. 1992
19.___________. La actuación profesional: nuevas perspectivas para su formación y estudio.
(Artículo mimeografiado) La Habana. 1993.
20.__________ Trabajo en grupo, orientación y desempeño profesional del maestro. (Artículo
mimeografiado). 1993.
21.__________ Técnicas grupales y orientación profesional. (Artículo mimeografiado). 1993.
22.__________ Grupo, técnicas dramáticas y orientación profesional. Recopilación
de materiales del CIFPOE, 1994.
23.__________ La orientación en el ámbito escolar; un debate contemporáneo. (Artículo inédito).
1994.
24._____________.Aspectos filosóficos e ideológicos de la orientación educacional. Artículo
mimeografiado. 1995.
25.___________.La Actuación Profesional Desarrolladora: su estudio desde una perspectiva grupal.
Informe de investigación CIFPOE. 1996.
26. Domínguez, L. y Sabala, M. La motivación hacia la profesión en la edad escolar superior. En
Colectivo de autores. Investigaciones de la personalidad en Cuba. Editorial Ciencias Sociales. La
Habana. 1987.
27. Elliot, J. y otros. Investigación - acción en el aula. Consejería de Educación. Valencia. 1986.
28. Fariñas, G. Maestro: una estrategia para la enseñanza. Ed. Academia. La Habana. 1995.
29. Fernández, A. M. La competencia comunicativa como factor de eficiencia profesional del
educador. Tesis de opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas. 1996.
30. Fernández, M. La profesionalización del docente. Ed. Escuela Española. Madrid. 1988.
31. Fernández, B. y otros. Unidad de orientación estudiantil (UOE): un modelo de atención
psicopedagógica al nuevo ingreso en ciencias médicas. Ponencia presentada en el I Taller
Iberoamericano de Educación Sexual y Orientación
Psicológica. La Habana. 1993.
32. Freire, P. Pedagogía del oprimido. s/f
33. __________ Educación como práctica de la libertad. Bogotá. s/f
34. Freud, S. Obras Completas. Vol I. Ed. Biblioteca Nueva. Madrid. 1948.
35. González, F. Comunicación, personalidad y desarrollo. Ed Pueblo y Educación. La
Habana. 1995.
20
36. González, F. Motivación profesional en adolescentes y jóvenes. Ed Ciencias
37. González, F. Personalidad, salud y modo de vida. Fondo Editorial de Humanidades y Educación.
Universidad Central de Venezuela. 1992.
38. González, F. Problemas epistemológicos de la Psicología. UNAM, México, 1993.
39. González, F. y Mitjans, A. La personalidad, su educación y desarrollo. Ed. Pueblo y Educación. La
Habana. 1989.
40. González, D. Teoría de la motivación y práctica profesional. Ed. Pueblo y Educación. La Habana.
1995.
41. González, V. El maestro y la orientación profesional. Reflexiones desde un enfoque humanista.
Ponencia Pedagogía 93. (Artículo mimeografiado). La Habana. 1993.
42. González, V. y otros. Sistemas de programas para el diagnóstico, pronóstico y orientación de la
personalidad de los estudiantes que ingresan a la Educación Superior. Artículo mimeografiado. 1994.
43. González, V. Motivación profesional y personalidad. Universidad de Sucre. 1994.
44.- González, V. Niveles de integración de la motivación profesional. Tesis presentada en opción al
grado científico de Doctor en Ciencias Psicológicas. 1989.
45. Hart, A. El vórtice del ciclón "postmoderno". Periódico Juventud Rebelde. 21/8/94.
46. Hedesa, I. y otros. Cómo orientar hacia las profesiones en las clases. Ed. Pueblo y Educación. La
Habana. 1988.
47. Hill, G. Orientación escolar y vocacional. Ed. Pax. México. 1987.
48. Ibarra, L. La motivación hacia la profesión. Un estudio en jóvenes universitarios. En
Investigaciones acerca de la formación de las nuevas generaciones. Universidad de la Habana, Fac.
de Psicología, 1990
49. Lazo, J. La Universidad al servicio de la sociedad. Material impreso, 1995.
50.Lewin, K. Resolving social conflicts: Selectec papers on group dynamics. Harper. Row N. York.
1948.
51. Lewin, K. A dynamic Theory of personality. Mc. Graw - Hill. N. York. 1935.
52.Majmutov, M. La enseñanza problémica. Ed. Pueblo y Educación. La Habana. 1983.
53. Martí, J. Obras Completas. Ed. Ciencias Sociales. La Habana. 1975.
54.Maslow. A. El hombre autorrealizado. Ed Kairús. Barcelona, 1979.
55. Minujin, A. y Sorín, M. Introducción al psicodrama. Imprenta Universitaria. La Habana. 1994.
56. Moreno, M. J. Servicio de Orientación y Desarrollo en la Isla de la Juventud. Enfoques y
resultados de una experiencia. Ponencia presentada en el I Taller Iberoamericano de Educación
Sexual y Orientación Psicológica. La Habana. 1993.
57. Olabuena, J. e Ispizua, M. La descodificación de la vida cotidiana. Métodos de investigación
cualitativa. Universidad de Deusto. 1989.
58. Park, P. Qué es la investigación - acción participativa. Perspectivas teóricas y metodológicas.
Tomado de La investigación - acción participativa. Inicios y desarrollo. Colectivo de autores.
59. Peña, I y otros. El trabajo orientador del psicólogo en el Instituto Superior Pedagógico "Félix
Varela". Ponencia presentada en el I Taller Iberoamericano de Educación Sexual y Orientación
Psicológica. La Habana. 1993.
60. Pichón, E. El proceso grupal. Del psicoanálisis a la psicología social. Ed Nueva Visión. Buenos
Aires. 1987.
61. __________ Teoría del vínculo. Ed. Nueva Visión, 1987.
62. Porlan, R. Constructivismo y escuela. Ed. Diada, Sevilla, 1993.
63. Quiroga, A. Apuntes para una teoría de la conducta desde el pensamiento de E. Pichón - Riviere.
Ed. Cinco. Buenos Aires. 1994.
64. Quiroga, A. Matrices de aprendizaje. Constitución del sujeto en el proceso de conocimiento. Ed
Cinco. Buenos Aires. 1992.
65. __________ Proceso de constitución del mundo interno. Ed. Cinco. Buenos Aires. 1992.
66. Qiroga, A. y Racedo, J. Crítica de la vida cotidiana. Ed. Cinco. Buenos Aires. 1993.
67. Roger, C. El proceso de convertirse en persona. Paidós. México. 1988.
68.__________ Grupos de encuentro. Amarrortu Editores. Buenos Aires. 1973.
69. Ronch, J. The counseling sourcebook. Crossroad. New York. 1996.
21
70. Sainz, L. y otros. Proyecto General del Servicio de Orientación Estudiantil en el Instituto Superior
Pedagógico para la Enseñanza Técnica y Profesional "Héctor A. Pineda Zaldívar". Ponencia
presentada en el I Taller Iberoamericano de Educación Sexual y Orientación Psicológica. La Habana.
1993.
71. Super, D. Psicología de la vida profesional. Rialp, Madrid. 1962.
72.Torroella González, G. Cómo estudiar con eficiencia. Ed. Ciencias Sociales. 1984.
73.Vigotski, L. Fundamentos de defectología. Obras Completas. Tomo V. Ed. Pueblo y Educación. La
Habana. 1995.
22
TÍTULO: LA ORIENTACIÓN PROFESIONAL - VOCACIONAL COMO TAREA DEL PROCESO
FORMATIVO EN EL PREUNIVERSITARIO.
INTRODUCCIÓN.
La orientación profesional-vocacional como proceso busca insertar en el proceso formativo de los
niños, adolescentes y jóvenes la educación de los intereses profesionales y de la profesión desde las
edades más tempranas, como vía de ir despertando la motivación por la futura labor profesional a la
que se dedicarán posteriormente.
El objetivo de este artículo está dirigido a ofrecer algunas consideraciones al maestro o profesor
sobre las etapas por las que atraviesa la orientación profesional específicamente para los estudiantes
que cursan el preuniversitario, así como las dimensiones del proceso formativo en que debe
realizarse.
DESARROLLO.
La temática de la orientación profesional en Cuba se enmarca con los estudios iniciados por F.
González Rey (1983). A partir de él han aparecido numerosas e importantes investigaciones que han
aportado mucho en esta área, se destacan: N. De Armas (1980); M. Calviño, (19831988); P. L. Castro
(1982); Z. Alonso (1984); J. Torroella, (1985); H. Domínguez y M. Zabala, (1987); Y. Hedesa (1988);
H. Brito, (1989); G. J. García Galló (1989); A. Mitjans, (1989); V. González Maura (1993, 1994, 1998,
2001); M. Gómez Betancourt (1993); D. González Serra (1995); F. González Rey y A. Mitjans (1995);
O. D’ Ángelo (1995, 1999, 2001), A. Figueredo (1997); Z. Matos (1998, 2001, 2002); J. Del Pino
(1998); L. Bacallí, (2000); J. H. Decoro (2000), E. Ulloa (2002); P. M. Casas (2002), entre muchos
otros. Sin embargo, no siempre se trabajó con el enfoque de profesiones consideradas prioridades
sociales.
Desde el punto de vista práctico como parte de la política escolar que se aplica, se ha cometido el
error de absolutizar la información de las profesiones priorizadas, lo que ha negado el acceso a otras
23
profesiones, lo que ha impedido el análisis consciente del estudiante acerca de su elección,
creándose una situación de rechazo hacia la información que se otorga por sobresaturación de las
misma, aspecto que dentro de la práctica escolar merece ser atendido con urgencia.
La primera definición la ofreció J. Fitch en 1935, (citado por V. González Maura, 1999, p: 1) y define
que Orientación Vocacional “es el proceso de asistencia individual para la selección de una
ocupación, preparación para la misma, inicio y desarrollo en ella”.
Posteriormente, muchos autores han definido unas u otras, por ejemplo R. Ferrer (1977) e Y. Hedesa
(1998) diferencian orientación profesional y formación vocacional. V. González (1994) analiza
orientación profesional y posteriormente (1999), orientación vocacional. P. M. Casas (2002)
valora orientación vocacional. N. De Armas (1980), P. L. Castro (1989) J. Del Pino (1998), M.
Gómez (1993), A. Figueredo, Z. Matos (1998), J. Decoro (2002), L. Bacallí (2001), E. Ulloa (2002),
entre muchos otros, valoran el término orientación profesional.
Desde cualquiera de las posiciones en boga, actualmente en Cuba se coincide que a pesar del
tratamiento dado pueden identificarse en los tres términos los siguientes elementos:
No es interés abocarse en la disquisición que persiste entre los términos Formación Vocacional,
Orientación Profesional, Orientación Vocacional. Se considera que ello no significa una debilidad
teórico-metodológica en el plano científico, sino que es un fenómeno muy complejo, que dada su
interrelación sistémica se abusa de unos u otros.
La concepción nuestra sustenta una sola posición, es decir se identifica, en un solo concepto:
Orientación Profesional-Vocacional, porque toma como referentes los siguientes aspectos:
• La vocación no nace, deviene, para que ello ocurra el sujeto precisa de la socialización, a través de
un proceso de actividad-comunicación relacionado con el mundo de las profesiones.
• Toda orientación hacia las profesiones bajo determinadas circunstancias se dirige a educar los
intereses profesionales y la vocación.
• Los referentes actuales a partir de las concepciones del Comandante en Jefe Fidel Castro, (2001,
p:3) en el sentido que “la primera vocación no está relacionada directamente con la profesión que uno
escoge de por vida, sino con la vocación que la propia vida exige”, y que a veces nos une a una
profesión no pensada o sentida vocacionalmente.
24
ofrecen al educando vías, métodos, procedimientos y técnicas para la búsqueda y el encuentro de un
lugar adecuado dentro del sistema de profesiones y aprenda a elegir una de manera autodeterminada
y consciente.
De modo que entendida así la definición de OPV, la misma debe lograr que en el proceso de
orientación profesional-vocacional se de una integración sistémica entre la escuela, la familia y la
comunidad para lograr que el estudiante se autodetermine y elija consciente la profesión,
lógicamente, este proceso debe ser dirigido por la escuela.
La escuela en este proceso no está sola, ella prepara, coordina y sistematiza el trabajo con el resto
de los contextos de actuación significativos (familia, comunidad, organizaciones sociales, políticas y
estudiantiles), de manera que puedan incidir inteligentemente sobre los educandos.
Por lo tanto la OPV es una vía para lograr la educación profesional, que no puede considerarse como
un aspecto aislado de un momento del desarrollo de la personalidad, sino como un proceso que
atraviesa varias etapas, son asumidas las planteadas por V. González Maura (1993, pp: 3-5), que en
síntesis consisten en:
2. Etapa de la preparación para la selección profesional: Está dirigida a desarrollar los interese
cognoscitivos, conocimientos, habilidades relacionadas con las diferentes áreas del saber a partir de
una asignatura y las demás actividades que se realizan en el proceso formativo. Se dirige a preparar
al educando para la selección profesional autodeterminada, y esto es básico con las nuevas
tendencias de la OPV.
Un análisis de las etapas permite inferir que la es interés del preuniversitario es la etapa 2, para el
caso de preuniversitario. Resulta muy importante que en esta etapa se tengan en consideración las
necesidades sociales en consonancia con las necesidades individuales.
Elegir una profesión sin estar convencido de su necesidad puede ser tan nocivo como elegir sólo
aquella que satisface los intereses personales, por eso se recalca en la necesidad de orientar por
grupo de profesiones y por profesiones afines.
Recientemente han aparecido otras investigaciones que arrojan importantes reflexiones sobre el
proceso de orientación profesional-vocacional desde la perspectiva ideopolítica, a tono con las
exigencias sociales del momento, destacándose E. Ulloa Kindelán (2002), para la carrera de
Educación Primaria, que resultan referente necesario.
25
Es por ello que el proceso de OPV centra su atención en el educando y exige que se trabaje en las
tres dimensiones del proceso docente-educativo: docente, extradocente y extraescolar enfocado
como sistema.
PROCESO DE ORIENTACIÓN
PROFESIONAL-VOCACIONAL
Dimensiones
La OPV debe enfocar en este sistema de trabajo desde la dimensión docente, fundamentalmente la
clase y vincular directamente en la misma sus contenidos con el objeto de estudio de diferentes
profesiones. El carácter politécnico y laboral facilita una mejor comprensión y estimula el
fortalecimiento de intereses cognoscitivos. Lógicamente las dimensiones extradocente y extraescolar
permiten completar y profundizar en el contenido de las actividades iniciadas en la dimensión
docente, además de permitir desarrollar otras actividades que pongan al estudiante en contacto con
el mundo de las profesiones.
La escuela no puede ceder su rol protagónico y primado, de hecho debe planificar y coordinar el
accionar sobre el educando y relacionarse directamente con ellos, enfatizando en el carácter
educativo e instructivo de las actividades en consonancia con los objetivos del proceso formativo.
El trabajo en las tres dimensiones del proceso facilita integrar sistémicamente en el proceso de OPV
los contextos de actuación significativos del estudiante, tal y como se muestra en el siguiente gráfico:
26
CONTEXTOS DE ACTUACIÓN SIGNIFICATIVA
ORGANIZACIONES
FAMILIA - ESCUELA POLÍTICA Y
COMUNIDAD ESTUDIANTIL: UJC
/ FEEM
GRUPO - EDUCANDO
AUTODETERMINACIÓN Y ELECCIÓN
CONSCIENTE DE LA PROFESIÓN
CONCLUSIONES
El proceso de OPV para que cumpla con su carácter multifactorial debe realizarse en las tres
dimensiones del proceso docente-educativo: docente, extradocente y extraescolar.
BIBLIOGRAFÍA
1. Addine Fernández, Fátima; et al: Principios para la dirección del proceso pedagógico. En:
Compendio de Pedagogía. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 2002. pp: 80-97.
2. Álvarez de Zayas, Carlos M: Pedagogía o epistemología de la educación. Editorial Félix Varela. La
Habana, 1998.
3. Bozhovich, L. I: La personalidad y su formación en la edad infantil. Editorial Pueblo y Educación. La
Habana, 1976.
4. Castro Ruz, Fidel: Discurso en el acto de graduación del primer curso emergente de formación de
maestros primarios el 15/03/2001. Tabloide Especial No. 4. La Habana, 2001.
5. D' Ángelo Hernández, Ovidio: La orientación profesional como una forma de autorrealización de la
personalidad. En: Revista Cubana de Psicología. No 4. La Habana, 1987.
6. Del Pino Calderón, Jorge L.: La orientación profesional en los inicios de la formación superior
pedagógica: una propuesta desde un enfoque problematizador. Tesis presentada en opción al Título
de Doctor en Ciencias Pedagógicas. ISPEJV. La Habana, 1998.
7. González R, Fernando y A. Mitjans: La personalidad. Su educación y desarrollo. Editorial Pueblo y
Educación. La Habana, 1991.
8. Guevara de la Serna, Ernesto: Obras escogidas. Tomos I, II. Editorial de Ciências Sociales. La
Habana, 1987.
27
9. Matos Columbié, Zulema: Comunicación y orientación profesional. Una opción metodológica. En:
Revista ACTAS. Editorial Academia-Centro de Lingüística de Santiago de Cuba-Instituto de la Lengua
de Italia, 2001. pp: 554-559.
10. Rodríguez R, Marisela y R. Bermúdez S: La personalidad del adolescente. Teoría y metodología
para su estudio. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1996.
11. Torroella González, Gustavo: Tendencias del desarrollo de la personalidad y tareas del desarrollo
por edades. I.S.P.E.J.V. La Habana, S/F. (en soporte electrónico).
28
TÍTULO: MOTIVACIÓN PROFESIONAL Y PERSONALIDAD. (Fragmentos).
Ellas son:
En las investigaciones que realizamos pudimos constatar la influencia negativa que han
ejercido muchos maestros de la enseñanza media en la valoración de los alumnos acerca de
la profesión pedagógica.
... El profesor de enseñanza media tiene por tanto la responsabilidad y el deber de dirigir el
sistema de influencias educativas para la orientación profesional del alumno de manera que
logre:
- Una relación armónica entre las actividades docentes y extradocentes para la educación
profesional de la personalidad a partir de una dirección de las mismas centrada en una
adecuada comunicación profesor – alumno.
Una articulación adecuada entre las influencias educativas que ejercen la escuela y la familia
en la educación profesional de la personalidad del alumno.” Pág. 156 – 165.
31
DECLARACIÓN FINAL
I TALLER NACIONAL DE ORIENTACIÓN PROFESIONAL PEDAGÓGICA
CIENFUEGOS 13 Y 14 DE MARZO DE 2006
Los cambios educativos que hoy marcan la Tercera Revolución Educacional en Cuba,
reclaman no solo el rescate de lo mas auténtico de las tradiciones del pensamiento
pedagógico cubano y latinoamericano sino su inserción en la obra creadora de las
generaciones actuales de maestros, las que al fragor del proceso revolucionarios a partir del
1ero de enero de 1959, se han incorporado a todas las tareas de movilización en el país y
fuera de él. Formar maestros significa, por tanto, hacer que los jóvenes aprecien la
necesidad social de nuestra profesión. No se viene al mundo con una vocación, esta se
desarrolla en un proceso asociado con la formación de la personalidad, es un producto de
los vínculos sociales, por ello, resulta vital para nuestros directivos y el personal docente de
todas las instituciones educativas dirigir los esfuerzos hacia la prioridad que encierra el
ingreso, como resultado y como proceso, la continuidad de la formación pedagógica, y las
precisiones científico metodológicas que fueron abordadas durante el taller en las cuatro
comisiones creadas al efecto:
I. El trabajo político ideológico en función de la labor de orientación profesional
pedagógica. Papel de las organizaciones políticas y de masas en la garantía de
este trabajo.
II. Sistema de orientación profesional pedagógica a desarrollarse en los territorios por
las enseñanzas y el ISP.
III. Trabajo metodológico especializado en función de la labor de la orientación
profesional pedagógica.
IV. Labor de las Direcciones Municipales de Educación en el desarrollo del trabajo de
orientación profesional pedagógico del territorio.
1
Discurso en la I Graduación de estudiantes de las Escuelas Emergentes, Ciudad de la Habana 15-3-01
32
• Dar solidez política, científica y pedagógica al trabajo de orientación profesional para
lograr cumplir con calidad los planes de ingreso.
• El perfeccionamiento de la formación inicial y permanente del profesorado desde la
docencia universitaria, el trabajo metodológico y la investigación para la dirección
científica de la orientación profesional pedagógica dentro del proceso formativo.
• Los cambios producidos en la formación del profesional de la educación a partir del
proceso de universalización reclaman el perfeccionamiento de los espacios de
superación de los directivos para la organización, ejecución y control del trabajo de
orientación profesional pedagógica.
• Activar los mecanismos que permitan el seguimiento por parte de los ISP, las DPE y
las DME de los estudiantes diferidos durante su permanencia en las actividades de
preparación para la defensa del país.
• Fortalecer el trabajo de orientación profesional pedagógica con los estudiantes de la
ETP y el CSIJ por sus altas potencialidades para el ingreso a nuestras carreras.
• Conceder en cada territorio la prioridad que corresponde al IPVCP en la preparación
político –ideológica y científico-metodológica de su claustro para lograr una acertada
orientación profesional pedagógica en el centro, por ser este la cantera natural para
el cumplimiento con calidad de nuestros planes de ingreso.
• Fortalecer la labor de orientación profesional pedagógica en los cursos de habilitación
y nivelación en los diferentes territorios como garante de la permanencia de los
estudiantes en la formación pedagógica.
• La necesidad de la participación de los ISP conjuntamente con las Direcciones
Provinciales y Municipales de Educación en la proyección de la fuerza de trabajo de
los territorios en función del desarrollo del proceso de orientación profesional
pedagógica.
• Perfeccionar el funcionamiento de las Comisiones Municipales de Ingreso atendiendo
a:
9 Su articulación con las comisiones de centro para lograr que el proceso no
pierda su carácter selectivo.
9 Su carácter multifactorial.
9 Su funcionamiento sistémico y sistemático.
9 El análisis y la evaluación de estas funciones periódicamente en el sistema de
reuniones de los órganos de dirección y técnicos.
• Hacer realidad el reto de convertir cada escuela en una microuniversidad donde
directores y tutores asuman las funciones inherentes al proceso de universalización.
• Conceder importancia cardinal a la estimulación a: maestros, estudiantes, familias,
comunidades y organizaciones por la labor sistemática y destacada en el trabajo de
orientación profesional pedagógica en cada territorio.
• Sistematizar los encuentros nacionales bianuales, y en su intermedio los eventos
regionales, que permitan ampliar la reflexión y el intercambio de experiencias acerca
del trabajo de orientación profesional pedagógica y socializar los resultados más
significativos en los diferentes territorios.
33
CUESTIONARIO DIFERENCIAL DIAGNÓSTICO (D.D.O.)
AUTOR: A. Klimov.
OBJETIVO: Estudiar el nivel de preferencias de los alumnos hacia los distintos tipos de
profesiones.
ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN:
- La aplicación de esta metodología puede realizarse de forma individual. En este caso
se le entregará al encuestado la hoja de respuestas solamente y se le leerán las
proposiciones.
- Puede realizarse también en forma colectiva, en este caso se le debe entregar al
encuestado la hoja con las proposiciones y la hoja con la encuesta.
- En la hoja de respuestas no debe aparecer la clasificación sobre las columnas.
- Una vez que se han llenado los espacios en blanco, los propios encuestados pueden
determinar la cantidad de signos positivos y negativos por columnas.
- En dependencia del objetivo del profesor, se pueden dar a conocer o no los resultados
obtenidos.
- Esta técnica puede aplicarse a adolescentes o a adultos.
CALIFICACIÓN.
- Se cuenta por cada columna de la hoja de respuestas los signos positivos y los
negativos, se anotan al final de cada columna.
34
HOJA DE PROPOSICIONES
35
INSTRUCCIONES:
Le serán leídos 20 pares de expresiones sobre diferentes tipos de profesiones. De cada par,
obligatoriamente debe escoger una proposición. La respuesta refléjela en la tabla.
Coloque un signo (+) a la expresión que más le agrade y un signo ( - ) a la que menos le
agrade. Cuide de colocar la respuesta en la casilla que le corresponda.
1a 1b 2a 2b 3a
3b 4a 4b 5a 5b
6a 6b 7a
7b 8a 8b
9a 9b
10a 10b
11a 11b 12a 12b 13a
13b 14a 14b 15a 15b
16a 16b 17a
17b 18a 18b
19a 19b
20a 20b
36
CARTA DE INTERESES
AUTOR: A. E. Golomschtok
OBJETIVO: Determinar los intereses y las aspiraciones de los alumnos como una tendencia
de la personalidad.
FORMA DE TRABAJO:
Se le entregará a cada alumno dos hojas: una con las proposiciones y otra donde aparecen
los números del 1 al 78 (corresponden al número de proposiciones)
Proposiciones Direcciones
1, 14, 27, 40, 53, 66 Física Matemáticas
2, 15, 28, 41, 54, 67 Química
3, 16, 29, 42, 55, 68 Electro radiotecnia
4, 17, 30, 43, 56, 69 Técnica
5, 18, 31, 44, 57, 70 Geología y Geografía
6, 19, 32, 45, 58, 71 Biología y Agricultura
7, 20, 33, 46, 59, 72 Filología y Periodismo
8, 21, 34, 47, 60, 73 Historia y Sociología
9, 22, 35, 48, 61, 74 Trabajo pedagógico
10, 23, 36, 49, 62, 75 Medicina
11, 24, 37, 50, 63, 76 Trabajo en la casa
12, 25, 38, 51, 64, 77 Arte
13, 26, 39, 52, 65, 78 Militar
3. Por cada grupo en sentido horizontal se ponen los puntos obtenidos en cada respuesta.
∑3 + 5
∆ = ________
∑5
37
6. El numerador de la fracción obtenida evidencia los intereses de los alumnos respecto a
esa esfera.
38
CARTA DE INTERESES.
INSTRUCCIONES Y CUESTIONARIO.
INSTRUCCIONES
En la hoja que se le entregó en blanco, ponga los números del 1 al 78.
CUESTIONARIO
¿Le gustaría?
40
CUESTIONARIO DE PROBLEMAS VOCACIONALES
CUESTIONARIO
No escriba nada en esta hoja. Todos los datos y respuestas que se le piden escríbalos en las
hojas que se le entregan. No es necesario que repita las preguntas, escriba sólo el número
que las identifica y a continuación la respuesta correspondiente.
2. ¿Desde cuando y cómo recuerda que empezó a orientarse en esa dirección y a interesarse
y atraerle ese campo profesional y especialidad?
6. ¿Cree que tiene las capacidades y condiciones necesarias o requeridas por esa profesión
o especialidad?
a) ¿Cuáles son las capacidades y características que cree tener?
b) ¿En qué te basas o fundamentas para creerlo? Por ejemplo: intereses, aficiones que
tengas, actividades realizadas y obras ejecutadas en que se haya destacado.
7. ¿Por qué hizo esa elección profesional? ¿Qué motivos y razones ha tenido para escoger
esa profesión o especialidad?
41
TÍTULO: LA ENCUESTA Y LA ENTREVISTA EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.
"Si queremos saber qué siente la gente, cuáles son sus experiencias y qué recuerdan, cómo
son sus emociones y motivos y las razones para que actúen de la forma en que lo hacen, ¿por
qué no preguntarles a ellos?"
Así, en estos casos, ambas técnicas se dirigen a preguntar a los sujetos con la finalidad de
obtener de forma directa o indirecta, información acerca de opiniones, actitudes, puntos de
vista, deseos e intenciones, conocimientos, sucesos, entre otros. La fuente de los datos es el
sujeto mismo, desde la perspectiva de una observación propia, por eso se considera que
ambas son técnicas primarias, a través de las cuales los datos son recolectados de las fuentes
directas de origen.
Por supuesto, respecto al material así recogido, puede objetarse que adolezca de suficiente
objetividad, ya que el sujeto reporta acerca de aquellos aspectos que desea y puede informar.
Por ejemplo, hay individuos que por motivos muy personales, son reacios a brindar datos,
informan tergiversadamente o están incapacitados para hacerlo. En muchas ocasiones ni
siquiera tienen una certera conciencia de que ofrecen información distorsionada. En otras, la
distorsión proviene de disímiles intenciones claramente concientizadas.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que las respuestas pueden estar determinadas por
el deseo de quedar bien, causar una buena impresión al investigador, responder lo que él
desea escuchar, etc.; por el contrario, pueden ser bloqueadas o falsificadas por el sujeto.
La encuesta
En la investigación educativa puede ser empleada para estudiar, por ejemplo, opiniones y
criterios acerca de las relaciones profesor - alumno, los hábitos de estudio de un grupo escolar,
la eficacia de los método y medios de enseñanza empleados por el docente, el uso de la
literatura docente, la selección profesional, variables sociodemográficas relacionadas con los
42
estudiantes y sus familias, etc.
Tareas:
43
3.2.2.3. Según la coincidencia entre el objetivo y el contenido de la
pregunta:
• directas
• indirectas
3.2.2.4. Según su correspondencia con la realidad concreta del
sujeto:
• incondicionales
• condicionales
3.2.3. Formulación adecuada y comprensible
3.2.4. Secuencia de las preguntas
3.3. Organización del cuestionario
Ejemplo:
Nuestra institución está realizando un estudio acerca de las condiciones de vida de los
estudiantes becarios, con vistas a conocer los problemas existentes y buscar las soluciones
apropiadas. Para lograrlo, necesitamos que nos ayude contestando con sinceridad algunas
preguntas sencillas. Esta información tiene carácter anónimo; no tiene que escribir su nombre
en el cuestionario.
2. Preguntas
2.1. Contenido de las preguntas y cantidad:
44
Al elaborar un cuestionario es indispensable establecer cuáles son los aspectos que nos
interesa conocer, o sea, redactar una lista de cuestiones respecto a las cuales vamos a buscar
información, lo que está en dependencia directa de las variables que se pretenden estudiar
según nuestros objetivos, y de su operacionalización, es decir, la especificación de los
indicadores empíricos en forma de conductas, rasgos, actividades o acciones que se necesita
conocer para poder manipular y medir dichas variables.
En este sentido, es recomendable confeccionar una tabla o listado con los aspectos alrededor
de los cuales se busca la información (indicadores de las variables estudiadas), con vistas a
que aparezcan todos los necesarios y suficientes, y no se incluyan cuestiones no esenciales e
intrascendentes.
Ejemplo:
Suponiendo que se pretende aplicar una encuesta a padres y madres con la finalidad de
determinar las prácticas educativas empleadas con sus hijos e hijas en el ámbito de la
disciplina familiar, se establece una categorización de la variables atendiendo a tres estilos
esenciales. Una vez conceptualizada la variable, son determinados los indicadores que
interesa evaluar en el contexto del trabajo, y en correspondencia con éstos, se formula una
propuesta de contenidos, que posteriormente serán redactados como preguntas, luego de
seleccionar los tipos correspondientes.
45
Variable: Contenido de las preguntas:
Estilos de Indicadores
Dirigido a esclarecer si
disciplina familiar los padres:
. coercitivo • imposición • imponen
verticalmente sus
• prohibiciones criterios y normas sin
dialogar ni persuadir
• castigos físicos • prohíben de la misma
forma las conductas
que consideran
• violencia verbal
indeseables
• reprimen aquellas
conductas
indeseables a través
de castigos físicos
• regañan, amenazan,
insultan, gritan
. indiferente • imposición / • en ocasiones
permisividad imponen una norma y
en otras permiten su
• prohibiciones, trasgresión
castigos físicos y • unas veces
violencia verbal disciplinan
concomitantes con violentamente y otras
mimos excesivos o son afectivos, todo
indiferencia ello sin
contextualizarse a la
situación
. democrático • persuasión • tratan de convencer
en lugar de imponer
• diálogo reflexivo • reflexionan
conjuntamente con
• apoyo afectivo sus hijos para arribar
a decisiones
compartidas
• ofrecen seguridad a
los hijos con relación
a su afecto hacia ellos
46
2.2. Tipos de preguntas:
Preguntas de contenido: son las que se relacionan directamente con los objetivos de la
investigación y la encuesta, ofreciendo información significativa directa para la evaluación de
las variables e indicadores.
Por ejemplo:
Antes de formular la pregunta de contenido: ¿Cuál es su opinión acerca del nuevo plan de
estudios para las carreras pedagógicas?, hay que cerciorarse si la persona conoce dicho
documento, pues en caso contrario puede suceder que, dada la presión por responder al
cuestionario, se vea impelida a expresar criterios al azar. Tal situación puede evitarse
elaborando una pregunta de filtro como: ¿Conoce Ud. el nuevo plan de estudios para las
carreras pedagógicas?. Si el individuo responde negativamente, entonces debe contemplarse
una instrucción que lo remita a otra pregunta, sin pasar por la correspondiente de contenido.
Preguntas colchón: su función es bajar los niveles de ansiedad del sujeto, inspirarle
confianza, tranquilizarlo, romper el hielo, etc. Son generalmente preguntas triviales o neutras,
que muchas veces no se toman en cuenta al evaluar el cuestionario. Se utilizan en ocasiones
al inicio de la encuesta o en su desarrollo, cuando hay un grupo de cuestiones con gran carga
e intensidad que pudieran provocar reacciones negativas en el individuo.
Ejemplo:
• ¿Cómo valora Ud. la calidad del curso de superación recibido?.
En este caso, el sujeto puede responder teniendo en cuenta aspectos muy diversos y variados,
por lo que se recomienda en las preguntas abiertas, especificar aquellos puntos relevantes que
47
desean ser estudiados, es decir, los indicadores de la variable, que en el ejemplo anterior
pudieran ser: nivel científico de las clases, preparación del docente, métodos y medios
empleados, comunicación establecida en el grupo, entre muchos otros.
Preguntas cerradas: son denominadas también preguntas de alternativas fijas, ya que las
posibilidades de respuesta del sujeto están expresamente fijadas con anterioridad. Estas
preguntas pueden ser dicotómicas o politómicas.
Por ejemplo:
• ¿Está Ud. de acuerdo con que los hombres y las mujeres tengan los mismos
derechos y deberes?
________SI
________NO
Ejemplos:
• ¿Está Ud. de acuerdo con que los hombres y las mujeres tengan los mismos
derechos y deberes?
_________ lo apruebo totalmente
_________ simplemente lo apruebo
_________ estoy indeciso
_________ simplemente lo desapruebo
_________ lo desapruebo totalmente
Suponiendo que los objetivos perseguidos se refieran al estudio de las esferas vitales en las
cuales los sujetos consideran que debe existir la equidad entre ambos géneros, las alternativas
de respuesta pueden formularse en otro sentido:
___ deben tener los mismos derechos y deberes en todas las esferas de la vida
___ deben tener iguales derechos y deberes solamente en algunas esferas de la vida
48
___ no deben tener iguales derechos y deberes en ninguna de las esferas de la vida
En esta formulación constatamos la importancia que tiene establecer con claridad y precisión
las categorías de respuesta, ya que si se plantea de modo dicotómico, obligamos al sujeto a
adoptar una de dos posiciones extremas, obviando que en la esfera de los intereses, opiniones
y actitudes, existen infinitos matices, propios de cada individualidad:
• La profesión de maestro:
_____ me gusta mucho
_____ me gusta más de lo que me disgusta
_____ me es indiferente
_____ me disgusta más de lo que me gusta
_____ no me gusta nada
Otro ejemplo que puede ilustrarnos acerca del proceso de construcción de preguntas de
alternativas múltiples a partir del trabajo con los indicadores de las variables es el siguiente:
1. Actividad grupal
2. Motivación, sentido personal
3. Cohesión
4. Estilo de dirección
5. Relaciones emocionales y pertenencia
6. Evaluación y autoevaluación
___ ___ ___ ___ ___ Las personas que trabajan en su escuela tienen buenos
1 2 3 4 5 lazos de amistad
___ ___ ___ ___ ___ Los docentes se ayudan entre sí, apoyan a los que
1 2 3 4 5 manifiestan dificultades
___ ___ ___ ___ ___ La gente se siente bien en esta escuela
1 2 3 4 5
___ ___ ___ ___ ___ Hay profesores que preferirían trabajar en otro lugar
1 2 3 4 5
Preguntas mixtas: constituyen una combinación de las abiertas y las cerradas, donde se
ofrecen alternativas de respuestas cerradas (dicotómicas o politómicas), pero al mismo tiempo
el sujeto tiene la posibilidad de explicar su punto de vista. Generalmente en estos casos se
deja un espacio, instruyendo a la persona para que exponga sus razones, fundamente, amplíe,
etc.
Ambos tipos de preguntas se diferencian desde el punto de vista de los objetivos para los
cuales son apropiadas. Las abiertas son adecuadas cuando el tema es complejo, sus
dimensiones relevantes no son conocidas, el interés de la investigación reside en la
exploración o en la formulación de un nuevo asunto. Deben utilizarse cuando los puntos de
interés son la formulación del tema por parte del sujeto, indagando acerca de cómo éste lo
percibe y vivencia, cuáles son los elementos significativos para él, sus intereses y
motivaciones, etc. O sea, que nos ofrecen una perspectiva más individualizada, por cuanto
existe la posibilidad de extenderse en determinado punto crucial sin ceñirse a aspectos
predeterminados.
Las preguntas cerradas son más eficaces cuando las posibilidades de respuesta son
conocidas de forma general, tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo. O sea, que resulta
en extremo operativo, cerrar las preguntas referidas por ejemplo a los niveles de educación
cursados, la edad, el sexo, el estado civil, los ingresos percibidos, y otras muchas variables de
tipo demográfico y sociológico. También pueden definirse con precisión alternativas de
respuestas cuando existen estudios previos sobre las variables en cuestión. Estas preguntas
permiten asimismo que el individuo centre su atención puntualmente, tomando en
consideración aquellas cuestiones que el investigador necesita conocer, sin desviarse hacia
otras dimensiones no significativas. Sin embargo, sólo ofrecen información acerca de un
determinado resultado, recogido en una alternativa, sin esclarecer otros aspectos subjetivos,
sobre todo lo referente a la elaboración personal que hace el individuo en este sentido.
Por otra parte, en las preguntas abiertas y cerradas hay diferencia en cuanto a la clasificación
de las respuestas. En las primeras, la evaluación de las respuestas es más compleja: deben
ser elaboradas categorías de análisis y codificadores. Solamente después de realizar el trabajo
directo de categorización, es que los datos pueden ser beneficiados con programas
computarizados para su ordenamiento, clasificación y tratamiento estadístico.
Las cerradas son fácilmente clasificables, sencillas en su administración, son respondidas con
relativa rapidez, y el análisis resulta en extremo sencillo, por cuanto están precodificadas,
pudiendo ser fácilmente tratadas mediante técnicas computarizadas. Al mismo tiempo,
permiten garantizar que el sujeto responda teniendo en cuenta la dimensión exacta que resulta
significativa para la investigación.
50
Por ejemplo, cuando se formula la pregunta abierta: ¿Con qué frecuencia asiste Ud. a la
biblioteca escolar?, el sujeto puede contestar de modos muy diversos: cuando tengo una
prueba, cuando no tengo turnos de clase, etc., sin reflejar la dimensión que nos interesa, la
frecuencia. Si se cierra la pregunta, es factible enmarcar cada respuesta en términos utilizables
(todos los días, una vez por semana, etc.).
Por ejemplo:
Por ejemplo: en una pregunta encaminada a conocer la motivación de un estudiante hacia las
carreras pedagógicas, con vistas a su selección para ingresar en estas, en lugar de indagar de
un modo directo, lo que conduciría a responder en sentido afirmativo, puede hacerse
indirectamente:
• Señale por orden de preferencia las profesiones que según su opinión son las
mejores:
1. ________________
2. ________________
3. ________________
2.2.4. Según su correspondencia con la realidad concreta del sujeto, las preguntas
pueden ser incondicionales o condicionales:
Ejemplos:
51
• ¿Cuáles son según su opinión, las vías fundamentales a través de las cuales los
adolescentes reciben actualmente información sobre la sexualidad?
____ la familia
____ los medios de difusión
____ la escuela
____ los amigos
____ el médico de la familia
____ las organizaciones estudiantiles
____ las organizaciones políticas y de masas
____ otras (especificar cuáles)
Por ejemplo:
Deben utilizarse términos comprensibles, evitar las palabras ambiguas, imprecisas, poco
claras, que induzcan a la confusión o tergiversación. No deben ponerse dos preguntas en una,
tampoco hacer las preguntas muy largas, lo que dificulta su comprensión. Hay que evitar
preguntas tendenciosas, que sugieren respuestas o son en extremo prejuiciosas. Por ejemplo:
¿No es cierto que la profesión de maestro tiene una gran significación y valor social?
Se debe emplear la llamada "técnica del embudo" para ordenar las preguntas, comenzando
por las más sencillas, neutras o menos significativas, e ir progresivamente avanzando hacia las
que constituyen el núcleo de la indagación, siendo más complejas y hasta embarazosas.
El orden inadecuado de las preguntas puede ejercer una influencia negativa e incontrolable en
las respuestas del sujeto. Por ejemplo, si no hay un adecuado balance, puede manifestarse
una tendencia a responder en cierto sentido, siguiendo un patrón (Sí o No), fenómeno
denominado "contaminación". Al mismo tiempo, las preguntas deben ser agrupadas
atendiendo a áreas o temáticas, para garantizar el ordenamiento lógico y la organización
mental del encuestado.
El instrumento debe presentarse a los encuestados con una letra clara y de tamaño fácilmente
legible, en hojas con suficiente margen inferior y superior y escrito a dos espacios como
mínimo. Hay que dejar suficiente espacio para escribir las respuestas a preguntas abiertas, o
anexar una hoja adicional. En el encabezado debe identificarse el nombre de la institución, el
título del instrumento, los datos generales del sujeto que se requieran (Datos
52
sociodemográficos como edad, sexo, estado civil, nivel educacional, ingresos, etc.) las claves y
códigos necesarios, la consigna, entre otros aspectos.
La entrevista
Constituye una técnica de interrogación donde se desarrolla una conversación planificada con
el sujeto entrevistado. Por tanto, a diferencia de la encuesta, que se realiza a través de
cuestionarios que son contestados por las personas de forma relativamente autónoma, con
una intervención limitada del encuestador y casi siempre de forma escrita, la entrevista se basa
en la presencia directa del investigador, que interroga personalmente.
Tareas:
1. Determinación de los objetivos específicos de la entrevista, teniendo en cuenta:
• Correspondencia con el diseño teórico-metodológico (problema, objetivos, hipótesis,
características de la muestra (o grupo de personas que serán encuestadas, etc.)
• Claridad y precisión respecto al tipo de información que se desea obtener, en función
de los indicadores empíricos de las variables estudiadas
53
• mixtas
3.2.2.3. Según la coincidencia entre el objetivo y el contenido de la
pregunta:
• directas
• indirectas
3.2.2.4. Según su correspondencia con la realidad concreta del
sujeto:
• incondicionales
• condicionales
Tipos de entrevistas:
Existen variadas clasificaciones propuestas por distintos autores. En este trabajo trataremos de
integrar los elementos esenciales que se contemplan, considerando 2 tipologías no
excluyentes, atendiendo al grado de formalización o estructuración de la entrevista y a la
cantidad de entrevistados:
Entrevista no estandarizada:
Denominada también entrevista no estructurada, libre, cualitativa, no dirigida o no directiva, fue
la primera forma histórica utilizada desde principios del presente siglo, sobre todo por
sociólogos y antropólogos. Tiene un carácter abierto, al realizarse de forma no estructurada o
formalizada. Es decir, que se ofrecen al entrevistado una o varias temáticas para que las
desarrolle con profundidad y libertad según su propia iniciativa, no estando predeterminadas
las preguntas específicas ni las alternativas de respuestas. El sujeto narra sus experiencias,
puntos de vista, criterios, vivencias, motivaciones e intenciones, haciendo énfasis en los
aspectos que tienen para él mayor significación, en los sentidos que tiene para él los hechos y
sucesos de la realidad y su propia vida, vistos desde el prisma de la subjetividad.
54
El objetivo perseguido por el entrevistador es precisamente que la persona se manifieste
espontáneamente, sin presiones, lo que permite un estudio de profundidad, intensivo y rico de
su afectividad, sus motivaciones y visiones del mundo, datos que no pueden ser obtenidos a
través de encuestadas o de entrevistas de tipo estructurado.
Dada su gran flexibilidad y apertura, exige gran habilidad por parte del entrevistador, el cual
solamente interviene de forma limitada y discreta, sin desviar la atención del sujeto, sin dirigirla
expresamente hacia determinadas cuestiones. Su función es estimular a la persona a
conversar profundamente sobre un tema, con un mínimo de intervenciones.
Los datos así obtenidos no son uniformes ni generalizables, resultando imposible establecer
comparaciones entre las respuestas de distintas personas, y al mismo tiempo, el análisis e
interpretación de los resultados es sumamente complejo y requiere de tiempo y experiencia.
En efecto, lo que interesa aquí es un tipo de información denominada ideográfica, que busca
lo diferencial, lo singular de cada caso, las percepciones individuales que tienen las personas
respecto a determinados ámbitos de la vida social y su propia existencia. Su finalidad es
heurística, descubridora, iluminativa, comprensiva, más que verificadora de supuestos
preestablecidos, aunque tiene en la práctica gran valor como fuente de hipótesis y vía para
explorar fenómenos insuficientemente comprendidos, así como para la obtención de
información cualitativa rica y profunda sobre las actitudes, opiniones, sentimientos y
experiencias humanas. En muchas ocasiones se emplean estas entrevistas para lograr una
primera aproximación a problemáticas complejas respecto a las cuales no existen
indagaciones previas; del mismo modo, estas entrevistas pueden ser la base para organizar
otras de tipo estructurado, así como encuestas y otras técnicas de recogida de información.
Las entrevistas a informantes claves, por la singularidad de éstos, raramente pueden ser
estandarizadas, sino que deben tener un carácter cualitativo y de profundidad, y resulta notorio
su contenido heurístico e iluminativo.
Entrevista estandarizada:
En contraposición con la entrevista no estandarizada (centrada en lo singular, y sin
pretensiones de uniformidad, cuantificación, comparación y generalización), la entrevista
estandarizada posee un alto grado de formalización, hasta el punto en que se le denomina
entrevista-cuestionario. Comprende una serie de preguntas estructuradas y dirigida a tópicos
específicos, aplicándose según un orden predeterminado, siguiendo un procedimiento
uniforme para todos los sujetos.
55
Las preguntas deben ser presentadas exactamente con las mismas palabras y en la misma
secuencia, lo que resta flexibilidad, sacrificándose la profundidad y riqueza en la información;
en entrevistador no tiene libertad para formular nuevas preguntas ni para cambiar los términos
de éstas en caso de que el entrevistado no comprendan. Tampoco puede alterar el orden
establecido, ya que la secuencia de las preguntas influye en las respuestas de las personas.
Cuando se utilizan preguntas abiertas, es más complejo el análisis de las respuestas, ya que
se hace necesario elaborar categorías de análisis y clasificar las respuestas, codificándolas en
una de las categorías, antes de pasar a su tabulación.
Por otra parte, el empleo de preguntas cerradas puede arrojar datos no reales, puesto que los
sujetos en ocasiones ofrecen opiniones sobre aspectos en los que no han formado criterios
seguros, o lo fuerzan a decidirse por una categoría que no se corresponde exactamente con su
opinión. De ahí la importancia de no omitir alternativas, para no correr el riesgo de alterar las
respuestas.
Sin embargo, no puede olvidarse que la investigación en el campo de las ciencias sociales, y
especialmente en las ciencias de la educación, puede requerir, según las necesidades de cada
situación y los fines perseguidos, de la búsqueda de lo general y común a distintos grupos de
personas, sin descuidar la importancia de conocer la singularidad. De ahí la importancia de
dominar las potencialidades que ofrece cada tipo de entrevista sin hiperbolizar de modo
absoluto el valor de una u otra.
Entrevista semiestadarizada:
Constituye un intento de complementar las ventajas de las entrevistas cualitativas con aquellas
que ofrecen las entrevistas estandarizadas. Así, se emplea una guía estructurada consistente
en un listado previamente elaborado de puntos de referencia, temáticas o preguntas que el
entrevistador se propone indagar. Sin embargo, se permite al investigador una mayor
flexibilidad respecto a la manera, el orden y el lenguaje con que se abordan los puntos o
preguntas, pudiendo adecuarse a cada situación concreta, expresar las preguntas de manera
que se comprendan más fácilmente, etc. O sea, que la forma en que se busca la información
no es estandarizada, y se logra mayor riqueza de datos cualitativos.
56
2. Según la cantidad de entrevistados, las entrevistas son individuales o grupales
La diferencia entre ambas no radica solamente en la cantidad de personas entrevistadas al
mismo tiempo, sino en el hecho de que en la grupal, el sujeto es el grupo. Por tanto, una
entrevista de tipo grupal no puede ser enfocada como la sumatoria de opiniones individuales.
Hay que considerar aquí que el grupo es una todo dinámico, diferente del conjunto de
personas que lo forman, tomadas separadamente. Como bien señala Ander-Egg al respecto:
"La experiencia ha demostrado que lo que se obtiene en una reunión de grupo, es diferente a
la información que se puede obtener de la totalidad de los miembros que la integran,
considerados individualmente." 2
Por otra parte, aunque no nos proponemos aquí abundar al respecto, es importante considerar
que existen otros criterios propuestos por diferentes autores para clasificar los tipos de
entrevistas. Por ejemplo, algunos, atendiendo a su función, diferencian las entrevistas
informativas (dirigidas a recoger datos sobre las personas) de las terapéuticas u orientadoras
(que se emplean usualmente en el campo de la Psicología, la Pedagogía y otras ciencias
afines con la finalidad de ofrecer orientación consultiva o desarrolladora). Otros especialistas
identifican entrevistas exploratorias, descriptivas o explicativas, en correspondencia con los
objetivos de la investigación y las consiguientes estrategias empleadas.
2. Preguntas:
2.1. Contenido y cantidad (según indicadores)
2.2. Tipos de preguntas:
2.2.1. Según su función:
2
Ander-Egg, E. : Hacia una metodología del trabajo social. Editorial ECRO, Argentina, 1976.P. 73.
57
• de contenido
• de control
• de filtro
• colchón
2.2.2. Según el grado de libertad de respuesta:
• abiertas
• cerradas (dicotómicas o politómicas)
• mixtas
2.2.3. Según la coincidencia entre el objetivo y el contenido de la
pregunta:
• directas
• indirectas
2.2.4. Según su correspondencia con la realidad concreta del sujeto:
• incondicionales
• condicionales
2.3. Formulación adecuada y comprensible
2.4. Secuencia de las preguntas
Cuando las entrevistas son estructuradas, el registro se facilita porque existe un formulario
escrito con categorías prefijadas para las preguntas cerradas. En las abiertas, hay que tener en
cuenta los mismos requisitos que para las entrevistas no estructuradas o semiestructuradas.
En todos los casos pueden hacerse planillas especiales con una columna para anotar lo
observado, otra para recoger las palabras exactas del sujeto, y una tercera reservada para
comentarios y anotaciones del propio entrevistador.
58
• parte final, conclusión o cierre
Para el logro del rapport es fundamental plantear desde el primer momento la consigna o
demanda de cooperación, en la cual quedará claramente establecido:
Es por tanto imprescindible una actitud que ponga de manifiesto la capacidad profesional del
entrevistador, que va desde su apariencia externa, hasta el respeto, la cordialidad, el trato
cálido y amistoso que facilite un clima de confianza y apertura. Muchas veces es necesario
vencer tendencias defensivas y las objeciones iniciales en el entrevistado, apelar a la
persuasión para asegurar su cooperación, revertir la desconfianza que expresa ante una
situación en que se le solicita ofrecer información concerniente a esferas de su propia vida o la
ajena.
Por tanto, el rol del entrevistador se centra en ofrecerle información para atenuar su actitud
defensiva, reiterarle nuevamente los propósitos de la entrevista, haciendo énfasis en el valor
de la información que puede aportar, con lo cual lo compromete a cooperar.
59
• Entrevistador: Precisamente, Ud. puede ofrecernos un punto de vista interesante,
que nos permitirá valorar cómo piensan los maestros jóvenes y qué problemas reales
tienen que enfrentar para desarrollar los nuevos programas.
Parte central: su objetivo es explorar la temática investigada para obtener la información que
se busca. Aunque haya sido elaborada una guía de entrevista de gran calidad, la indagación
puede fracasar si no se toman en consideración algunas sugerencias prácticas como son entre
otras:
a) La meta de la entrevista es obtener información por parte del sujeto. Por ello, no debe ser de
ningún modo un intercambio de información. Así, el entrevistador debe hablar solamente lo
indispensable, tiene que evitar intercalar comentarios, empleando en lugar de éstos, frases
sencillas como: "Continúe Ud., por favor", "¿Ud. decía?, etc. Tiene que evitar la tentación de
expresar sus propios criterios, de demostrar sus conocimientos e información. En otras
palabras: tiene que dejar hablar a la persona entrevistada.
b) El papel del entrevistador es recoger información, por lo que no puede erigirse en juez; sus
actitudes, opiniones y juicios no pueden interferir el desarrollo de la entrevista, resultando
contraproducente que tome partido, critique o censure.
Por ejemplo:
• Entrevistador: ¿Considera Ud. que las relaciones sexuales prematrimoniales en los
jóvenes son correctas?
• Entrevistador: ¿De modo que en el hombre sí y en la mujer no?. ¿No le parece que
esa posición es claramente machista y discriminatoria hacia el sexo femenino?
d) Hay que respetar los silencios del entrevistado, no forzarlo con preguntas apresuradas,
dejarlo que reflexione y se tome el tiempo necesario para ello.
e) Es importante observar atentamente al sujeto para captar indicios subliminales, anotar sus
gestos expresiones, las inflexiones de la voz, los silencios, los bloqueos y las interrupciones.
Estos son fuentes importantes de información complementaria, y a veces primaria.
60
BIBLIOGRAFíA:
1. Ander-Egg, E. : Hacia una metodología del trabajo social. Editorial ECRO, Buenos
Aires, 1976.
15. Rojas Soriano, R. : Métodos para la investigación social. Editorial P y V. México, 1986.
61
TÍTULO: EL DEBATE: UNA HERRAMIENTA PARA NUESTRO TRABAJO.
AUTOR: DrC. Jorge Luis del Pino Calderón.
ISP. “Enrique José Varona”.
La Habana, 2001.
Una clase o sesión de un programa determinado, tendrá diferentes sentidos para cada
sujeto, a partir de su historia, su experiencia anterior y las condiciones en que recibe la
información. Eso explicará también su incidencia en la personalidad del receptor.
A su vez, la huella del programa puede modificarse en la medida que el criterio de otros
aporte nuevos elementos, determine nuevas valoraciones y ayude a elaborar vivencias que
aquel provocó en un primer momento. Para esto existe una herramienta que puede
ayudarnos mucho: el debate.
Un buen debate incide siempre en nuestras valoraciones y actitudes respecto al objeto del
mismo y constituye por tanto una vía efectiva para facilitar el crecimiento personal de los
sujetos que lo protagonizan.
Ante todo, el debate no puede ser concebido de forma rígida ni estereotipada. Ni siquiera
puede ajustarse a los pasos metodológicos de una clase tradicional. No obstante, puede ser
planificado y requiere de una preparación de aquel que va a conducirlo y también de quienes
van a participar en el mismo. Además, puede ser insertado en cualquier clase cuya
concepción y estructura lo permitan. El desarrollo del debate no se puede predecir
totalmente, su dinámica se conforma a través del propio proceso grupal. De aquí que sus
resultados sean consecuencia de la preparación del mismo y de la calidad con que se
conduzca el proceso grupal. Precisamente, uno de los resultados de la práctica del debate
en el aula será el aprendizaje de cómo interactuar en grupos:
62
• respetar el criterio ajeno
• expresar con claridad el nuestro y fundamentarlo
• escuchar con paciencia y relacionar unos criterios con otros
• interpretar lo que se dice, leyendo lo implícito en las opiniones de otros
• intervenir disciplinadamente, sin interrumpir ni imponer nuestro criterio
• persuadir cuando sea necesario para llevar a las personas a una actuación justa y
enriquecedora.
En esta dirección es necesario que el maestro coordinador recuerde que al dirigir el debate
estará mostrando a sus alumnos un modelo de coordinación de grupos, de cómo conducir
una discusión grupal o un debate. Esta es, sin dudas, una capacidad esencial en el trabajo
de un maestro que aspire a ser realmente un educador eficiente.
Todos estos criterios explican que en el desarrollo de este programa, contenido y forma, o
sea, contenido y método (debate), son una unidad dialéctica imprescindible para alcanzar los
objetivos del mismo.
1) Preparación previa del profesor: Una adecuada preparación presupone que el profesor -
coordinador del debate conozca y estudie con antelación el material que será objeto de
análisis. A partir del mismo, el profesor elaborará una guía o referencia para la conducción
del debate. Esta guía debe tener su objetivo concreto, derivado de los objetivos del programa
en cuyo marco se inserta el debate. Resulta siempre beneficioso que los alumnos también
realicen alguna preparación previa sobre el contenido a debatir o de alguna manera lo
llevemos a pensar previamente en el tema, preferiblemente a partir de algunas de sus
experiencias personales dentro de su contexto estudiantil, familiar o de vida social.
La variedad de puntos de vista que pueden aparecer en un buen debate demandan del
profesor una sólida preparación. Es casi imposible predecir todas las posibles relaciones y
deducciones que se desprenden de una reflexión grupal con alumnos motivados y
preparados.
63
Por eso, queremos dejar claro que la verdadera y más estratégica preparación del profesor –
coordinador es su constante superación cultural general e integral.
3) Desarrollo de la discusión.
Es importante ir desarrollando en los alumnos la cultura del debate, del intercambio
respetuoso de ideas. Para eso el alumno debe vivenciar placer en expresarse, en defender y
fundamentar un criterio. Si constantemente lo evaluamos, criticamos o avergonzamos, no
lograremos estos objetivos.
Desde los debates debemos ir desarrollando en ellos las actitudes y habilidades que
favorecerán su capacidad de pensar y opinar, de respetar e criterio ajeno y defender con
argumentos el suyo. Estas actitudes y habilidades deben ser explicitadas en el grupo para
lograr el compromiso del mismo con el coordinador de respetar esas actitudes y
comprometerse con su desarrollo.
Durante el debate es importante que el profesor estimule la relación del contenido con otras
asignaturas, así como con experiencias vividas en las prácticas, en la escuela o en su propia
vida estudiantil
64
Recordar que la misión del debate es hacer pensar y persuadir pero no imponer
criterios o silenciarlos. Debemos estimular la participación de los alumnos, pero no
obligarlos a participar.
Al inicio de cada sesión hay que establecer un “convenio” inicial sobre las reglas del juego en
el debate y respetarlas. Esto se conoce como el encuadre inicial de la actividad. En todo
encuadre es importante hacer lo siguiente:
• Especificar los objetivos del trabajo; qué se abordará y qué no se abordará.
• Precisar el horario y la frecuencia de clases o sesión.
• Situar las reglas del trabajo en grupo (ya referidas en este material) y dejar claro que vamos
a ser rigurosos al exigir su cumplimiento.
Al inicio de cada sesión específica se hará el encuadre particular de la misma, haciendo las
especificaciones necesarias, como habitualmente hacemos respecto a los objetivos y al
método en cada clase.
En esta etapa de cierre de la actividad debemos evaluar desde el mismo diálogo lo siguiente:
• Si gustó o no la sesión o clase.
• Qué ideas fueron rechazados y por qué.
• Qué les impresionó más de lo discutido y por qué.
• Qué aspectos no fueron bien comprendidos (estos deben tener su seguimiento en
otros espacios (como la clase).
• Calidad del debate.
• Asistencia y puntualidad de los alumnos.
Los resultados de esta evaluación deben considerarse al preparar la siguiente sesión, que
debe planificarse para que complemente a la anterior y le dé continuidad.
Por último, queremos recordar que la reflexión conjunta, la unidad de criterios y la fortaleza
de los grupos, son factores que han acompañado a las mejores realizaciones humanas. La
práctica del debate nos ayudará a insertarlos en la vida cotidiana de nuestras escuelas.
BIBLIOGRAFÍA.
- Bany, M. y L. Johnson. La dinámica de grupo en la educación. Editorial Pueblo y Educación.
La Habana 1971.
- Calviño, M. Trabajar en y con grupos. Editorial Academia.
- Calviño, M y L. Morenza. Dinámica de grupo en el seminario. Editorial de la Universidad de
La Habana. La Habana 1982
- Collazo, B. y Puentes, M. La orientación en la actividad pedagógica. Editorial Pueblo y
Educación. 1993.
65
- González, R. El cine - debate terapéutico en la apreciación del equipo de la salud mental.
Revista del hospital psiquiátrico de La Habana. Volumen XXVII #1 1986.
- UNICEF. Para la Vida. Editorial Pueblo y Educación. 1992.
- Pichón, E. El proceso grupal. Del psicoanálisis a la psicología social. Editorial Nueva Visión.
Buenos Aires. 1987.
66