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ALEGORIA DE AGAR Y SARA (Gálatas 4:21-31)

Introducción
Pablo inicia, por medio de la inspiración del Espíritu Santo, una alegoría
basada en Sara y Agar, para explicar una gran verdad: el sistema de la ley
(representado en Agar), y el sistema de la gracia (representado en Sara).
Usa un simbolismo, o una alegoría, trata de razonar con los cristianos judíos de
gálatas; y pretende graficar los dos pactos, y pone nombres conocidos por todo
judío: Agar y Sara. Para que lo entiendan con más claridad. La primera es la
Jerusalén terrenal; simbolizada con Agar, y la segunda es la Jerusalén
celestial; simbolizado con Sara que tuvo a Isaac el hijo de la promesa de las
bendiciones.
Desarrollo
Con esta alegoría Pablo explica e ilustra la condición de esclavitud espiritual en
la cual habían caído los gálatas, situación que parece que habían deseado. Los
acontecimientos históricos no eran alegóricos cuando sucedieron, y ni siquiera
cuando Moisés los registró. Pablo es el que elabora una alegoría con ellos con
el expreso propósito de ilustrar la lección de fe y libertad, en oposición a las
obras y la esclavitud. Pablo no dice que todo eso fue una alegoría, sino que es
alegoría; es decir, extrae de esos sucesos una alegoría para estructurar su
relato.
Dos Pactos. Uno era el pacto de la “fe”, representado por Sara; el otro, el
pacto de las "obras", representado por Agar.
JERUSALÉN TERRENAL
(AGAR: SIMBOLIZA ESCLAVITUD).
El pacto antiguo surge en el Sinaí, para un pueblo específico y con leyes
ceremoniales y morales, para que les sirvan de guía al verdadero y único que
puede dar perdón: Jesús. O sea, todo el ceremonial que se daba en el
santuario, era un medio, no un fin, para llevarlos a mirar al que sostenía y era la
razón de todo este pacto antiguo. Y que este sistema era temporal.
Para los judíos del tiempo de Pablo, sus ritos y leyes se habían convertido en
un fin; y como tal en su Dios. Por eso no podían entender las enseñanzas de
Pablo, que hablaba con la dirección del Espíritu Santo. Su orgullo nacionalista
se sumó a su elitismo, se consideraban los únicos en merecer la gracia divina y
que esa relación nunca cambiaria. Pero se equivocaron y se perdieron. La
causa principal de esta tragedia lo encontramos en el verso 21. ¿No habéis
oído la ley? 
Por no haber aprendido a estudiar, reflexionar y meditar con la ayuda de Dios,
cayeron en oscuridad voluntaria, y cuando vino la razón de su fe; lo
desestimaron. Eso pasó en el tiempo de Jesús, en el tiempo de Pablo, y eso
pasa hoy también.
JERUSALÉN CELESTIAL (SARA: SIMBOLIZA LIBERTAD)
Sara fue estéril durante 89 años, mientras que Agar siendo fértil dio a luz un
hijo de Abraham. Los hijos de Sara (la Jerusalén celestial), son muchos más,
ya que incluye a todos los judíos y gentiles que creemos en Jesucristo y que
ahora somos linaje de Abraham, es decir, hijos de Dios por adopción.

Así como la Jerusalén literal representa a la nación de Israel, así también "la
Jerusalén de arriba" representa a la iglesia cristiana (Hebreos 12: 22-23), la
nueva nación escogida (1 Pedro 2:9-10). La nueva Jerusalén es la capital del
reino de la gloria (Apocalipsis 21:2; Hebreos 11: 10); pero Pablo utiliza a
Jerusalén en un sentido figurado: establece el contraste entre el judaísmo y el
cristianismo. El primero está "en esclavitud"; el segundo es "libre".
Conclusión
Así que, por medio de esta alegoría, Pablo afirma que era de esperarse la
persecución de los legalistas judaizantes contra los cristianos que por fe se
aferraban a la gracia. Dicha persecución no seguiría indefinidamente, ya que
los legalistas judaizantes serían expulsados, al igual que lo fueron Agar e
Ismael.

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