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Catedra: Pentateuco
Estudiante: Fr. Cristian Terán
C.I. 25256387
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Gerhard Von Rad, Teología del Antiguo Testamento, Teología de las Tradiciones Históricas de
Israel, Ediciones sígueme (Salamanca 1982 )pág. 216
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Gerhard Von Rad, Teología del Antiguo Testamento Pág. 218
misma razón en las narraciones de los patriarcas hay tantos relatos de tramas
complicados de entender, sólo porque los encontraron en la tradición y los juzgaron
dignos de mención por contener noticias de los acontecimientos que vivieron los
antepasados del pueblo.3 Por tanto vemos que la historias de los patriarcas se
representa la cultura y la vivencia del pueblo escogido por Dios y por tanto uno de
sus objetivo puede ser transmitir cuál ha sido su respuesta de ese pueblo elegido
para con Dios a través de la historia.
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Gerhard Von Rad, Teología del Antiguo Testamento Pág. 218
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Gerhard Von Rad, Teología del Antiguo Testamento Pág., 219
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Gerhard Von Rad, Teología del Antiguo Testamento pág., 220
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Gerhard Von Rad, Teología del Antiguo Testamento pág., 221
patriarcas. En el texto sacerdotal se le añade también el relato del Sinaí ya que Dios
no solamente le promete al pueblo una tierra sino ser también su Dios. se convierte
entonces Israel en el pueblo de Dios por la revelación de los mandamientos. Así
pues, la historia de los patriarcas, en su redacción actual, ha de interpretarse como
una disposición particular de Yahvéh mediante la cual llama a la existencia al pueblo
de Israel con el cual había realizado una alianza. Por tanto el símbolo dominante
utilizado por Israel para describir su relación con Dios es el de la Alianza.
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G.BARBAGLIO, La teología de San Pablo, Secretariado Trinitario, (Salamanca 2005,)
p.282.
la ley, el culto y las promesas; suyos son los patriarcas y de ellos procede el Cristo,
según la carne» (Rom 9,4-5).
Por otro lado Cuando Pablo habla de la crucifixión, ocupa las mismas palabras
traducidas en griego: “Él ni siquiera perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó
por todos nosotros” (cfr. Rom 8:32). Y en la cruz, esa promesa a Abraham finalmente
es cumplida. Dios, en fidelidad a su promesa de alianza, ofrece Su amado Hijo
único, y así hace posible que todos los pueblos sean “hijos de Abraham” y herederos
de las bendiciones prometidas. El apóstol pablo hace referencia a esto en las carta
a los gálatas, el Hijo amado dio su vida para que “las bendiciones de Abraham se
extendieran a los gentiles” o sea todos los pueblos del mundo, los que no eran hijos
de Abraham por nacimiento (cfr. Gál 3:14). Por la fe en el Evangelio, por medio de
creer en Jesús el Mesías, el hijo de David y el hijo de Abraham, todos los hombres
y mujeres son hechos “los descendientes de Abraham, herederos de acuerdo con
la promesa” que Dios hizo a Abraham en Moria (cfr. Gál 3:29).