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LA EDUCACIÓN PERUANA

La educación en el Perú ha sido motivo de una profunda reflexión y revisión de las reformas
que han llevado al sistema educativo a una crisis expresada en Ia contradicción existente entre
los grandes esfuerzos que hace Ia casi totalidad de Ias familias peruanas propugnando para sus
hijos eI acceso a una educación adecuada y Ia no-correspondencia a esos esfuerzos dentro de
un sistema que no se centra en eI alumno como su fin último.

Un referente importante para analizar eI déficit señalado surge a inicios del siglo XX, con La
reforma civilista impulsada bajo el patrocinio de Manuel Vicente Villarán, la reforma educativa
en el gobierno de Juan Velasco Alvarado y la reforma bajo el signo neoliberal durante el
Gobierno de Fujimori, que se tomaron algunas medidas importantes, la mayoría de ellas bajo
la orientación, condicionamiento y tutela del Banco Mundial; se propone entonces el Currículo
por competencias, como una de las políticas de cambio que en la realidad no prospero ya que
como bien es sabido, solo hemos sido una simple copia de modelos educativos tomados de
países como: Suecia, Finlandia, Corea, china, entre otros y que como tal, no se adapta a la
realidad, pues nuestro contexto es totalmente distinto, como tal se debería elaborar un
formato educativo conforme a nuestra situación actual; es necesario que el Perú trabaje una
política educativa real, que permita la participación de todos los agentes educativos”

Cabe señalar que aún queda pendiente iniciar un proceso de reforma que se oriente a resolver
los problemas estructurales de la educación como: la calidad, la desigualdad educativa, la
descentralización, la revaloración del rol del maestro, la concertación entre el estado, el
magisterio y la sociedad civil, para impulsar el proceso de cambio educativo, que a su vez sea
pertinente a las exigencias de la revolución científica y tecnológica.

En definitiva, la brecha educacional entre América Latina y países asiáticos o europeos sigue
presente y parece estar lejos de disminuir. Si hay educación para todas las personas de nuestro
país, sin desigualdades ni distinciones, habrá profesionales competentes; por lo tanto, tendrán
una mejor calidad de vida, es decir, sin preocupaciones y discriminaciones.

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