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II.I, IiN('OMIO DIJ, ITI]LENA Y LA RESPONSABILIDAD MORAL

.IAVIER ECHEÑIQUE

Atrsl'RAclT: Inhis Encomium of Helen, Gorgias provides us with a variety


ol'lrguments in order to show that Helen was not to be held accountable
lirr having eloped with Paris. The main thesis advanced in this article is
llrat these arguments, despite their apparent diversi¡r, are given a unitary
structure by the concept of force, and by the analogy that Gorgias estal-
ishcs between persuasion, the emotions, and sense-perception on the one
hand, and this concept on the other. If this argument is successful, it
shows that practically none of our actions are such that we are morally re-
sponsible for them. I discuss the cogency of this argument in connection
with Aristotle's objections to it.

I ln discurso tiene una pretensión teórica cuando manifiesta un cierto compromi-


so con 1a verdad intersubjetiva y con la argumentación racional como un modo
tlc comunicarla. Sostengo esto precisamente porque hay ciertas razones que han
lrrevenido que el famoso texto de Gorgias el Leontino, e\ Encomio de Helena,t
sca considerado como un discurso con pretensión teórica y en general, como una
propuesta genuinamente filosófica.2 Para comenzar, existen razones intemas a1
texto mismo. En Encomio $5 Gorgias sugiere que uno de los propósitos de su
cscrito es deleitar a su audiencia, producir tÉpq,,r5. En e1 transcurso de su discur-
so, Gorgias también pareciera sostener (y algunos lo han visto así) que el discur-
so (1,óyo5) es en sí mismo engañoso (Heiena, en efecto, ha sido engañada por é1,
cf. anc'rt'¡oa5, $8). Y como si fuera poco, Gorgias termina st Encomio de un
modo sorpresivo, diciendo que 1o ha escrito como una diversión para sí mismo
(cf. égóu 6é noíyurou,l52l ).

' Si hemos de confiar en la estimación de Porfirio (DK 82A2), elfloruit de Gorgias el Leontino se
situa en la octogésima olimpiada, es decir entre el año 460 y el 457 a. de. J., por 1o que, aunque no
sabemos su fecha exacta de nacimiento (hjada por la mayoría entre el 490 y e1 485 a. de. J.), al
menos sabemos que es mayor que Sócrates (clrca 470).No sabemos exactamente cuando Gorgias
escrlbió su Encomio.
2
Guthrie, por ejemplo, llama al Encomio <a school exercise in rhetoric, sophistic in every sense>
(GUTHRIE 1971, 50); Heinrich Gomperz habla de1 carácter <absolute Unsachlichkeit> y <rein Scherz-
haft>> del Encomio (GOMPERZ 1912,12); y más recientemente Verdenius ha sostenido que de acuerdo
a Gorgias, el discurso nunca es verdadero, sino que siempre involucra cnárr¡, engaño (vERDENIUS
1 e8 1, I l 6-28).
36 31
Javier Echeñique E/ Encómio de Helena

Estas afirmaciones levantan la sospecha de que el texto


encaja lanamente
con la definición socrática de la retórica que encontramos
en el Gorgicts de pla_ cmpirismo lógico subjefivo6) acerca del significado de las palabras; una teoría
tón, como una cierta <,de producir agrado y placer) (¡ipr.ro5
xai según la cual todas las palabras de un lenguaje natural tendrían que ser explica-
ri8oufrg arrepyaoío5)t.práctica
- y de q.t. po. ro tanto no merece ser considerado como bles en última instancia en términos de una experiencia subjetiva posible o ac-
un ejemplo genuino de argumentación filosófica. Existe también
cierta evidencia tual. Si la experiencia subjetiva es incomunicable, y esta misma experiencia
extelxa, evidencia que deriva de otros textos de Gorgias mismo, que proporciona la base semántica de nuestros lenguajes naturáles, el lenguaje natu-
podrían
llevar"nos a una conclusión similar. En particular, .n ,r,
opúsculo sobre Lo eue ra1 es esencialmente privado, y por ende no hay verdad intersubjetiva. Pero no
ly'o Es Gorgias pareciera argumentar que e1 lenguaje mismo
es incapaz de comu_ puede disceffIirse ninguna tesis como (2) o algo que se Ie parezca en los textos
nicar la verdad.a
relevantes.
Estas razones, sin embargo, no sobreviven a un escrutinio
detallado, y no son Es a fin de cuentas en el Encomio mismo, cuando Gorgias nos anuncia la in-
1o suficientemente firmes para negarle ar Encomio
una dimensión genuinamente tención de su escrito (distinta de la motivacíón), donde se demuestra con claridad
teórica. En primer lugar, el contexto donde Gorgias menciona
el"dereite como que las pretensiones qlle 10 motivan Son genuinamente teóricas, en tanto que
uno de los propósitos de su discurso, muestra claramente que
ese deleite es sim_ están caracterizadas por e1 compromiso con la verdad intersubjetiva y con la
plemente el deleite que conrleva el aprendizaje de algo
n.r.uo, d.e un trozo de argumentación racional:
conocimiento: <decirle a los que saben las cosas que saben,
aunque acarrea con_
vicción, no aporta ningún deleite> (s5). De modo que, rejos de pon.. deseo librar de la acusación a aquella que sufre de mala
duda las Yo por mi parte
pretensiones teóricas del Encomio, el deleite las presupone. "n
En segundo lugar, reputación, infroduciendo cierto raciocinio en mi discurso ftroyto¡-róv
Gorgias nunca dice que e1 discuÍso en general produce engaño
(ánáq): su Trvq T(¡ tróyq¡ EoÚ5], y habiendo delatado a los censuradores como im-
propósito (particuiarmente, en $g) es meramente mostrar que
Heiena podría postores y señalado la verdad [6ei[ot te r-&tr10é5], deseo librarlos de su
haber sido engañada por un tipo de discurso particularmente persuasivo
como el necedad. (Enconio $27)
de Paris, para lo cual da otros ejemplos de discurso engañoso.
E] discurso verda-
dero no aparece aquí por 1a senciila razón de que no es relevante.s
En tercer lu- Como Isócrates 1o notó en su tiempo,8 el tema del, Encomio de Helena no es en
gar, cuando Gorgias anuncia al final de su discurso que lo
ha escrito como una realidad encomiar o alabar a este personaje mítico, sino más bien defenderlo. El
diversión para sí mismo ($21), esto puede tomarse de muchas
maneras. podría Encomio es, en realidad, una apología. Sabemos por la Iliada que Helena aban-
por ejemplo tomarse esta afirmación co¡¡o una declaración de
modestia. pero donó a sus hijos y a su esposo Menelao, rey de Esparta,para huir con Paris, prín-
incluso si no fuese este el caso,
¿por qué pensar que la motivación de divertirse a cipe de Troya, causando así la guerra entre aqueos y troyanos. Aparentemente, el
uno mismo es incompatible con una pretensión teórica genuina?
acto fue tan deleznable y sus consecuencias tan abominables, que la discusión
Quizás la tesis gorgiana der opúsculo sobre Lo eue No Es, según ra cual e1
,lengua.ie sobre la culpabilidad de Helena fue un tópico recurrente en la Grecia antigua.e
mismo es incapaz de comunicar la verdad, sea ra más
irobremática. Que Helena no siempre fue culpada por la tradición, lo muestrala llíada misma
Pero un examen medianamente detailado de esta tesis (MGX
oaoito-an y lu (1t.3. Á\: Paris le dice a Helena que no la considera culpable (ai'rír¡), sin duda
vII 83-85) revela que, rejos de versar sobre la incomunicabilidad de ia verdad porque se consideraba que los dioses la habían elegido como un medio para
misma, versa sobre (l) la incomunicabilidad cle la experiencia
sensible. es decir,
sensibilia como los colores, los sabores o los sonidos (1o cual
sin duda le pareció
atractivo al pirrónico Sexto Empírico, una de nuestras fuentes para " El término ha sido acuñado por Flew. Flew hizo la 1-amosa distinción enffe empirisrno 1ógico subje-
reconstruir el
texto). En sí misma, esta tesis no representa una negación tivo y empirismo lógico objetivo. En el primer tipo de empirismo lógico, \a experiencia está cons-
de la verdad intersub_
jetiva, a menos que esté comprementada por (2) truida subjetivamente (como en Berkeley y Hume); mientras que en el segundo ltpo la etpcriencia
una teoría empirista (al modo der
cstá construida en base a la conccpción popular, del sentido común, de 1o que significa ver, oír,
scntir, aprender, sufrir, etc. Ver ¡L¡.w (1 966), 50-5 1.
/l.astracluccionessonmías.MehabasadoenlaedicióndeMACDOWELL(1993).Tambiénhecoteja-
)
Ciorgkrs 462d-el
t tlrr la cclición y traclucctón del Encomio por M. Bonazzi (BoNAzzI 2011, 72-80).
Para cl opúsculo st¡hrc r.o n
euc No E.s.tenemos tros fuentes: una es Sexto Empírico (circa 200 d. de Isticr¿tcs c¡ su llclenu (14-15) critica a Gorgias por haber cometido el <pequctio clesctticlo> dc
.1.)' cn srr libro;'l¡lrt'r:r¿r.r I,htrht,nxtrito,s (AMvrI.6-5-ri5.
otra se encuentra en er Corpus Arisrorericu": irlirrrrat tlrtc cstc cscrito cs tltt ¿'ll¡ ¡tlllo, cn lrtgrr t|e ltzt' rtpologitt.
lrts trlrtits cttttt¡llr:llts tle Arislti(clcs biri0 cl lÍlul0 l)1,
Mt,li,s,rr¡, .yantltlttrnt,. Gorgirr 11.,1.\.t;¡,()7()ir I l-
()t0hl l (irLrr(ra('t it'11r.'crrc " ltlurr urrit visitin nriis tlelirllrrrIr rlc lrrs opirriortcs cn la anligiictlatl sobtc lit rcs¡ltttts¿rllilitlirtl tlc llclclrl.
rr. rirc cscri(. ¡r.r Arisrritcrcs lrrsrlo).
''( vúilse l()t{t)t,liilIAS(l(X)li).IIrrlitill0llililhii'rrbrintlrlrnllililolilt)rirtttpliosrtlrrccllrrlt¡ttt'jttr'¡¡ltl:t
olIrt lrir'¡r sel):tll Nl,\r l)()\,\rt I I ( l()()]). I l
lcorirr 1,ot¡,.irtrrt ilc lit tt r;¡rrtt,ltlrtlr,lrtrl ctt l¡t lllriliriirll ¡ttrsltliot.
Javier Echeñique / / l,ncómio de Helena 39

r' ''i ', ¡r" ¡r ,r, r*r,,, r rrrtr'r,r, ., r-{ ,r:r rr,rtrrión er tema en sus
Mttjeres
r' ,"',.' r rrr rilr | , rr rr,r,,rrr,r r,u rrr;t, ilt,rt,ttt.t, exculpa a1 personaje al decir i ()nrinr, compuesta por tres elementos: Iafuetza (pía), e1 amor (épco5) y la per-
¡lrr.' rr, r.ri t- r.,,., ,r'i! ,r rrr.,,, rr l r,\ rr, \rr. str I'antasma. A dlferencia ,,rrrsión (ner0cb). Llamémosla 'alternativa de 1as excusas'.
de estos
l€l{lrr= :;r: ,.r},1..r!F}, l,r ¡,,, ¡' r,, ¡l¡.(,i,t¡1i;ts Según la CUal HelenanO eS
CUlpa_ lin varios lugares del texto, Gorgias nos permite adivinar la contribución de
Itlr 'l'r 'i' ¡ 'r'|t' ' r' rrrr'|rr¡r r",r;r rrirsl¡tr¿r en un rctciocinio ()toytogóg), r.r.los dos grupos de argumentos a la cuestión sobre la responsabilidad de Helena.
un
l{r ii'r ¡:,. ' *r'.i¡.,rr, ' i , rr¡rr ',r ,tre ttr^ ,st,ñurqr rq verdad (Dei[or tolr¡0é5). Gor_ l{espccto a la altemativa determinista, Gorgias nos dice que <si la causa ha de
F= r..1.¡r¡.,i r il r tri
€¡á=
rrtribLrírsele (tqv airiau avaOeléov) al Destino y a dios, Helena ha de 'ser lihe-
r'*"r," ir¡1 ' r 1,, ,rr¡ lr'r',r;r rrt'cslc artículo es precisamente demostrar que er
*'1,
t rt(l(t de su infamia (.rfr5 8uoretreíag cnotruréov)> ($6). Respecto a 1os elemen-
t,t .i, I¡.:,,¡,¡ , il'lrt.rrrr r'.gu'tcnto riguroso, con pretensiones teóricas,
y l()s que constituyen la altemativa de las excusas, Gorgias nos dice que si alguno
.lit. l",r l', ¡,¡1¡lrr lr¡r ¡lr ,,r.t ,.ollsrtlcl-acJo como
tal. ,le cstos se ha hecho efectivo, <sería razonable que <Helena> fuese objeto de
,,ttrrpasión en lugar de censura (él,en0eín gúlLov r¡ xoroLoyr¡0eín)> ($7); que
::tría.jtr,sto (bkorov) apiadarse (oirtíperv) de ella en lugar de odiarla (grofloot)
II (s\7); que <<por error es censurada (Uátnv &roúet rorol5)> ($12); que se esca-

| il r,,,,ililr'Irr', ( i0r'giirs nunca nos dice cuá1 precisamente ¡rrrti (btoqeú!,etar) o (se escapa de.la acusacióu (Etaqeúyer t¡v oiliav) ($15,
rIr' ',r lr'lr;rt('llclc'a, y cle la cual é1 pretende librarla:
es la acusación (ciría) \10). Todas estas expresiones muestran que la acusación que se 1e hace a Helena
¿Es abandonara sushijos es la de haber cometido una falta mora1, es decir, de haber actuado de un modo
\ rr "r r;rrrlrir'.',,Acaso
lraber traicionado a su patrra?
¿o quizás haber causado la nroralmente incorrecto. Una acusación o censura propiamente moral va general-
l'r, r;r (l(' lrrryir'? Pcro a rnedida que Gorgias va desar:rollando sus argumentos nrclltc acompañada de sentimientos morales como la indignación de 1a que habia
va
r¡rrr'rl;rrrtl. clir*r cluc la respuesta a estas preguntas
es irrelevante. La apotogía
( irrrl'¡;¡5 ,. so adccúa aranafurareza particular der acto imputado
de ( ittrgias en $7
- o al menos de la creencia de que dichos sentimientos serían
a Helena y sus rr¡llopiados. Por otro lado, la cancelación de dichos sentimientos morales o de la
t rt rrsrrrrcias cspecíficas, sino que tiene una
aplicación prácticamente universal. r,r'ccncia en su validez da lugar al sentimiento de cornpasión del que habla Gor-
(.).izris ¡r.r' csta razón Gorgias
nunca se esftrerza por especificar er acto imputado gias también en $7. Lógicamente, sin embargo, sentir indignación moral o tener
rr I lclc'a. Los argumentos que Gorgias presenta
dejan en craro que, si Helena es compasión hacia una persona muerta ya hace más de tres siglos no es algo natu-
cxirnida de culpabilidad, todos io estamos siempre (o casi
siempre) rcspecto a lrrl. ni se aviene bien a la inmediatez de estos sentimientos o actitudes morales.
/¿.r¿/¡-¡.y nuestro s actos.
l,r'obablemente por eso eS que Gorgias enfafiza que sería razonable o que sería
En el transcurso der texto, Gorgias ofrece dos grupos
de argumentos a favor jtr,tto apiadarse de Helena.
tie su tesis de que Helena ha de ser liberada de la acusacion.
eribos grupos están Gorgias tampoco nos dice cuáles son ias condiciones (tanto del agente como
anunciados al comienzo de ra argumentación propiamente
tar (he eiumerado el clcl acto) que se requieren para que la censura o acusación moral a una persona
lexto para facilitar la referencia):
que ha cometido una falta, sea justa o 1ícita. Pero queda claro que, cualquiera
scan estas condiciones, él cree que la presencia de cualquiera de los factores en
[l] o bienpor los propósitos de1 Destino, las resoluciones de los dioses y rrrnbas altemativas tiene Como consecuencia que una o más de estas condiciones
los decretos de la Necesidad hizo <Helena> lo que hizo,
l2l o bien fue no se cumplen, y que por ende censurar a1 agente no es justo. Ambos grupos de
capturada a Ia fircrza, o persuadida por las palabras, o
cautivada por el lirctores son tales que privan a cualquier acción ¡ (o a su agente) de la propiedad
Amor. (Encomio g6)
nocesaria F, que hace de x (o su agente) un objeto lícito de censura (y, presumi-
blcrnente, de alabanza).
En lo que sigue de Encomio $6, es evidente que lo que Gorgias
llama en Ii] <los El argumento que el texto en su totalidad desarrolla tiene entonces la siguien-
propósitos de 1a Fortuna>>, <<ias resoluciones de los diosesrl,
ulo, decretos de ia tc cstructlrra:
Nccesidad> son todos distintos nombres para unct sola explicacrón
del actuar de
Helena. Es tentador para un lector contemporáneo pensar que
esta explicación es (i) Si la altertativa determinista es e1 caso, entonces
urra explicación ¿leÍerminisra cl.el actuar de Helena,
así que llamémosla provisio_ cl acto x (o su agente) no tiene la propiedad -fl.
.alrlrcntc 'altornativa dctc.nrinista'. La segunda altemativa propuesta (ii) Si la altcmativa de las excusas es e1 caso, enton-
por Gor_
giils' cstrr vcz cn l2l. cs ttrra lista variacla clc cxcus¿rs rcconociblcs
por cl scnticlo ccs cl acto .r (o su agcntc) no ticuc la propicdacl f'.
40
Javier Echeñique /'/ Iincómio de Helena 4l

(iii) <Es razotable (eixóg, g5) pensar que> o bien la


altemativa determinista es e1 caso, o bien cualquiera
Lir altemativa determinista del Encomio no parece representar la amenaza que ha
de los tres elementos en la altemativa de las a*..rru,
rc¡rrcsentado el determinismo (.en cualquiera de sus variantes) para 1a tradición
es el caso (o que ambas alternativas son el caso al
l'rlosófica, desde los atomistas en adelante: en pocas palabras, para dicha tradi-
mismo tiempo).ro
t rtin el determinismo, cualquiera sea la versión que de é1 se adopte, implica de
(tv) Ergo: <es razonable pensar que> el acto ¡ (o su rrlgún modo un futuro irnico y cerrado cuyo desenvolvimiento no depende de
agente) no tiene la propiedad F.r I

Irosotros. El argumento que Gorgias ofrece para la primera alternativa, sin em-
lrirrgo, muestra que e1 determinismo del Encomio tiene una relevancia en relación
Ahora bien, partamos con la altemativa determinista. Es tentador para
el lector rrl f'cnómeno de la responsabilidad que depende completamente de otros concep-
contemporáneo pensar que la altemativa determinista es para
Go.gias la alterna_ tos: conceptos derivados, en última instancia, de excusas comunes provenientes
tiva del determinismo nomorógico, es decir, la tesis de que una
deJcripción com- tlcl sentido común, y de la analogía que pueda establecerse entre dichos concep-
pleta dei estado del munrlo en un instante r, junto
con una descripción completa Ios y la voluntad divina. En efecto, al aplicar el concepto de poder [6waur5] a
de las leyes naturales, implican lógicamente cualquier p.opori.ión verdadera Ios poftadores tradicionales del determinismo, Gorgias se esfuerza por asimilar la
acerca del mundo en cualquier estado posterior a r. El
concepto de Destino o :rltcrnativa determinista a una excusa común y corriente, como lo es la coerción o
Necesidad en la alternativa determinista podría sugerir esto.
una lecfura un poco lrr fuerza.
más detallada del argumento de Gorgias en
$6 pareciera sugerir, sin embargo, Otro modo de ver esto, es notando que Gorgias /?o parece argumentar del si-
que la tesis determinista que Gorgias considera es más
bien de ind,ore teorógica: gtriente modo: <(i) Si dios y el Destino (ambos son aquí sinónimos) son la ca.u,sa
parecc scr el propósito tnpoouuío. un estado eminentemente
volitivo. no cogni_ (última) del actuar de Helena, y (ii) un agente es sólo (moralmente) responsable
tivo) de Dios, y no las leyes de ra nafural eza, \o que amenaza con
determinar tlc sus actos cuando es la causa (última) de sus actos, entonces (iii) Helena no es
nuestros actos. El argumento que Gorgias ofrece, sin embargo,
desilusiona ai llnoralmente) responsable de su actuar>>. Contrariamente a 1o que podría pensar
lector que espere encontrar aquí un argumento en base al deterÁinismo
divino, y un determinista, desde 1a perspectiva gorgiana el hecho de que Dios sea la causa
de hecho a cualquier lector que espere encontrar aquíun
argumento determinista. (última) del actuar de Helena no parece ser por sí mismo suficiente para librar a
El argumento es el siguiente:
I lclena de la responsabilidad de su actuar. Lo que pareciera ser suf,tciente es una

c¿rracterización del tipo de causalidad que Dios ejerce sobre el acto de Helena, a
Pues lo natural es que lo más poderoso no sea coartado por
lo menos po- srrber, una causalidad de índo1e violenta o.forzosa.
deroso, sino que 1o menos sea dominado
[cip¡eo0lr] y manejado A1 final de este artículo quiero sugerir una interpretación más benevolente del
fáyeo0or] <por lo más>, y que 1o más poderoso domine, y 1o menos obe_ ugumento 'determinista' (o más bien, 'proto-determinista') de Gorgias. Por
dezca. Dios, en efecto, es más poderoso que e1 ser humano
tanto en fuerza Irhora, es úti1 hacerse la pregunta: ¿No es posible que Gorgias esté asimilando el
[Bíg], como en sabiduría iooqíq] y .o ot o, aspectos. por lo tanto, si uno origcn causal (último) de nuestros actos en dios, con lafuerza o constreñimiento
ha de atribule la causa [ri¡u oiríov ouoOerÉou] <der
comporta-i.nto ¿e l[3ía, auúy<n] - y que además esfé justificadct en hacer esta asimilación?
Helena> al Destino y a dios, Helena debe ser liberada de
ia tnfamia. En_
comio $6
III

l:l scgundo grupo de argumentos, la alternativa de las excusas, es ciertamente e1

'0 Aparentemente, esta premisa es un ejemplo claro de lo que Spatharas Irportc más significativo de Gorgias al problema de 1a responsabilidad mora1. E1
rlama .apagogic reasoning,,
es decir, donde cada una de las razones es tratada
separadamente. y ninguna de ella; r;sulta o presu- lcrsto dcl Encomio consiste en una explicación de porqué la presencia de cada
pone la precedente (SPATHAR{s 200r,406). parte
de mi propósito es mostrar qr.re, si bien ésta cs Ia ¡llr clc l¿rs cxcusas mencionadas, tomadas cada una por separado, eximirían a
estructura superficial de la premisa, un nivel más prolundo
cle análisis n.,uartu qr" toclas las raz.res llclona clc la cr-rlpabilidad. La fuerza o constreñimiento (pío, ouáyrr¡) se ex-
aqui expuestas clcpcnden lucrtemente tle aq,clla relativa
a la fuerza o constreñinricnlo. rr¡li¡a c¡ 5\7; la pcrsLrasión (ner0ó) recibe una atenciór.r contparativatncntc dcs-
' Ii's1a parccicrii scr cll clccto l¿r cstlLr0trrra rrrgnrncntativa
rlLrc (iorgias r¡Lricrc tlarlc:rl lcxl.. Sin
ctttllitrgo. t¡Ltctllttri ull clllr. al lllltl t¡ttc lir irl(clnllivir rlr lirs Ilcsuritrla, prlcs sc analiza tlc 5\3 u $ l4 (práclicrllllclltc ttlt torcio dcl tcxlo); y
excusirs (y cl clcnrr:nl. (lc Iirs
l)tl(cl)(i(ilr)(sl)ttttl¡r'r,,1't¡lt'sit',tl¡tt,t,ltttst¡
l)irsr()rcs y Iir lirr¡rlrrrrrlrle: cl unror- (épr¡S) sc ¿uraliz¿¡ tlc $ 15 it r\ l(). (Jrticrrt at¡ttí ttttlstrltt tlttc los
rlcltlxl.t¡trcl;rlrlletrlrliv'rlr.lr.rrnillisllrcstrl'rtl.
t tlt'tllils tt rlrlrrlt¡lllc ltcs lllul)os tlc lrr'llrurrt'rrlos hirsrrtlos tcs¡lcctivlttttcltle elt lit litctzit. ltt ¡rr-:rsttltsiirtt. y
l.'
/ / l'.ncrirrio de Helena 43

cl irllor'. cslii' írti'ra,rcrtc relacionados entre


sí, en tanto que (1) dependen de
r)l'0sr-rprcsto birsico,.original de Gorgias, acerca de
''
Itt, y (2) cn cl caso (derivado) de lapersuasión
la fiteizao constreñimien_ l)cspués de la fuerza o el constreñimiento, Gorgias trata el fenómeno de la
y el amor, dependen de la cercanía para el
c¡r-rc pucda cstablecerse en última ¡,,.r'srrasión. Es evidente que las siguientes dos premisas son esenciales
instancia entre el fenómeno clel amor y persuasión:
suasión por un lado, dicho presupuesto ra per_ irrl,rrrnento quc Gorgias ofrece en base al poder de la
v por .r ooo-it iño;;;;*t sugerir
que no puedan encontrarse otros argumenio,
.n el texto, sino más bien que su t\l Lu persuasión obtiene su relevancia como excusa o.factor exculpatorio en la
r¡édula está en el argumento que a continuación
p."s"nio¡. rinui-.nt., qor..o ttt,',litla que se logre esla.blecer una cercanía suJiciente entre ella
en y el fenó-
mostrar que Gorgias no se limita al caso
del amor y de ra persuasión, sino que
extiende su argumento a otras emociones, iltt'ilo de lafuerza o constreñimiento.
a nuestros estados motivacionales, y
más fundamentalmente, a nuestras percepciones
y las acciones basadas en ellas. I rr \l/, por ejemplo, Gorgias nos dice que si e1 elogio alcanzó a Helena, 1o hizo
Esta extensión tendrá
amente to das nu estras ac- ,,lrrl como si hubiera sido capturada ala fie:rza (Fíq npnáo0r¡) por violentado-
ciones son invo luntarial:il"::ffi
fiT'r";:.uilTttc rt's,>, y luego nos dice que aunque lapersuasión no sea, en estricto rigor, el mis-
Partamos con er punto (1). cuando
- Gorgias trata er fenómeno de la fuerza
el constreñimiento en $7,.no explica qué es"10 o rno lbnómeno que e1 constreñimiento propiamente tal (&uáyrl), <tiene e1 mis-
que entiende por estos conceptos,
ni aquella propiedad de dichos r.nomeno, en pues el discurso, e1 persuasor del alma, constriñe (r¡váyrooe) ai al-
virtud de la cuar ros actos fbrzados
o constreñidos son puestos fuera del arcance :ii:],,f"0*,
de ra censura. Es razonable, empero,
pensar que la propiedad en cuestión
es la externaticrad, es decir, er hecho
el origen o la causa (ra o,ida, er mismo de que lll) Lo cercanía que pueda establecerse entre la petsuasión y el fenómeno de la
término para (acusacióo) de la acción yez de la cercanía que pueda establecer-
sea, en última instancia, externo ar agente. f rttr.za o constreñimiento, depende a su
Después de todo, la definición más
próxima a Gorgias que encontramos t( cntre la operación de las pasiones y dicho .fenómeno, pues la persuasión ope-
der fenómeno de ra fuerzao constreñimien_
to' es la de Aristóteres, quien define ra acción t.,t tlirectamente en las pa,si.ones, y son las pasiones en última instancia las que
forzada o constreñida en parte
como aquella cuyo origen- es extemo al l)o,teen la propiedad relevante de la fuerza o el constreñimiento-
agente (cf. é{cooeu, Ethica Eudemia
1224a23,b7,blr' Ethica r,ricomachea t'óat;
éu roi5 é<ró9, Ethica Nicoma- ()trc la persuasión opera directamente en las pasiones, y que éste es el aspecto de
chea 7110b2-3). para entender bien porqué
la extemaridad es tan importante en
el argumento de Gorgias, y cómo es iniroducida ll pcrsuasión que le interesa más a Gorgias, se ve claramente en e1 parágrafo
en la discusión, es necesario irrtroductorio a1 argumento basado en la persuasión, $8: ei discurso persuasivo
pasar al punto (2) mencionado en el parágrafo
anterior. ((cs capaz de detener el miedo y de quitar el dolor, de provocar aiegría y de acre-
cc¡tar la compasión>. En $9 se establece además que el discurso persuasivo
12 irf'ccta al alma con sentimientos específicos como el temor, 1as ansias o la compa-
Así intetpretado el argumento de Gorgias,
relación la una con la otra (ver nota g supra
no ya como una serie de altemativas independientes
sin sitin. Y en el último parágrafo del argumento, $14, Gorgias nos dice que (unos
sino más bien como un solo argumento
adquiere mucho más fuerza, y entra en unitario, éste ¡rgumentos producen malestar, otros agrado, otros producen temof, otros produ-
conflicto directo con inte4rretaciones, como
Gagarin, basadas en una construcción de la reciente de r:c¡ coraje en los oyentes>. Es natural colegir de todos estos pasajes que, cuando
las artemativas altemativas separadas en.,e si y
completamente independientes. Gagarin
sostiene, en base a _como (iorgias nos dice que el discurso persuasivo fuerza al alma <tanto a obedecer 1as
10-s siguientes
argumentos, que er propó_
sito del argumento deI Encomio uo es persuadir
al rector: (i) De las cuatro causas propuestas
por
cosas dichas como a aprobar 1as cosas hechas> ($12), dicha obediencia y aproba-
Gorgias' sólo los dioses Y 1a fye,rz.ahun'lana son agentes
mente' y por ende Gorgias podría haber logrado
que eximen de responsabilidad, tradicional- ción se logran mediante el efecto de las pasiones, así como el discurso del litigio
un pe.suusiuo si se hubiera basado sólo (luc en $13 se díce deleitar a la mayoría y, en virtud de ese deleite (que es un
dos; (ii) Gorgias sin embargo trata estas "aso en estas
dos causas ras más persuasivas
cambio las otras dos posibilidades, el discurso - brevemente, y discute en lrtc), convencerla.
p..r.,uriuol er amor, ningrma ¿" tu,
considerada petsuasivamente como un
elemento qu. e*ime de culpabilidad; (iii) "ua",
puede ser
Dc vital importancia para el argumento de Gorgias es entonces pasar al tema
so persuasivo ofrecido por Gorgias, además, el retrato del discur-
enlatiza su asociació¡ siniestra con el
engaño, las drogas tlc las pasiones, y establecer que /as pasiones son las portadores de aquella pro-
y la magia' lo que haría que los lectores y oyentes
¿.1 pn.o-to fuesen aún menos comprensivos motivadas por
llelcna; (iv) y por si rucra poco, Gagarin argumenta con ¡ricclacl F, comúrn al constreñimiento, que hace de las acciones
qr".l u,''o, era tradicionalmente la causa cle r,//rr,r' objctos ilícitos dc censura. No es entonces una coincidencia que Gorgias
crírrcncs ¿rtr.ccs c.nrctidr)s p()f rlu.iL'res
1uo,,-oo,^ zooi, z¡rr. Los argumentos (iii) y (iv) la nunre-
ritcitill cs tllíit soll lloco c.lltinecnlcs' y I,s
rrgtrnrc'tto-1t¡ y 1ii¡ es1án basaclos-iustanrcntc
- ¡lrsc innrccliatamcnte ¿r tratar el fenómeno de las pasiones. Y una premisa esen-
plclttislt t¡ttc yrt ¡rrclttttltt llcgllr, stgiltt l¿t cn I¿ t:ial al algutncnttt basaclo cn las pasioncs qlle nos ofrecc el Encomir¡, reSulta ser,
car¡l Ias cr¡irrro'altctriltivils'sor alg'rrcrras
t¡tte lllittrlittilttt tiltllt tlll. lllrl si lllrslttr. intlc¡r.rrtlicrrlcs,
¡rl.rrrsilrrlrrlrrrl;r lrr t.rrt.lasir!¡r s,brc l. ir.crrci, rle lrcrcrrr
44 Javier Echeñique /r'l Encómio de Helena 45

precisamente, la premisa sobre la extemalidad, es decir, sobre el origen externo


de las pasiones o, en general, de los estados motivacionales: rrales, según la cual las acciones gatilladas por dichas pasiones y estados son
involuntarias en virtud de su origen externo:
Las cosas que vemos no tienen lanafr,¡raleza que nosotros queremos que
tengan [é¡er qúoru oúX r]u nueis 0éloueul, sino la que acontece a cada Objeto externo o con propiedad G (oG) ) Percepción de oG ) Pasión específi-
una de ellas. Además, mediante la vista e1 alma es moldeada inclusive en ca ) Acción involuntaria en relación a o
sus modos de comportarse. En efecto, cuando hay cuerpos hostiles y una
organízación hostil de bronce y hierro listos para la batalla, la una defen- ['or ejemplo: hay en el campo de batalla una organización hostil o alarmante
siva y ia otra exhibiendo proyectiles, si la vista ve esto inmediatamente se (propiedad G) de armamento. Yo veo el armamento y distingo 1a propiedad G.
alarma y alarma al alma, de modo que la gente huye poseída por el pánico La propiedad G gatilla una pasión determinada (yo me alarmo) y la pasión gatilla
ante el peligro futuro, como si ya existiese. (Encomio S 1 5- 1 6) runa acción (yo huyo). Es necesario en este punto notar una cierta ambigüedad en
lincomio $15-16 (ver supra). En estricto rigor, Gorgias no expresa claramente
El mismo argumento que Gorgias aduce respecto al temor, se aplica también a clue 1a influencia causal de la percepción de un objeto externo con una cierta
afecciones como el placer y el dolor, y a estados eminentemente motivacionales cualidad evaluativa (y por ende potencialmente motivacional) en la acción, está
como el amor y el deseo: (por su misma narurareza (nÉqvre) unos objetos pro- rrecesariamenf.e mediada por uno pasión o emoción. Es posible que Gorgias
ducen dolor a la vista y ofos apetencia. Y muchas cosas producen en muchos piense (y el texto permite esta interpretación) que dicha influencia de la percep-
amor y apetito por varias circunstancias y cuerpos) ($ l8).t' ción de una propiedad evaluativa en el objeto pueda ejercerse directamente enlra
El uso deliberado del concepto de naruraleza (qúor9) en ambos pasajes tiene acción, sin mediación de las pasiones.
un significado preciso. La nantraleza de un cuerpo (o<jbuo) o circunstancia
(npdyuo, también 'acto') está conformada por aquellas propiedades del cuerpo Objeto extemo o con propiedad G (oG) ) Percepción de oG ) Acción involun-
o la circunstancia que no dependen de nosotros, ni derivan de nuestro modo de taria en relación a o.
relacionarnos con ellos: son, en este sentido, propiedades externas a nosotros. El
argumento de Gorgias es que las pasiones y estados motivacionaies, como el Clomo mostraré en la siguiente sección, decidir entre ambas intetpretaciones no
amor, el deseo, o el temor, tienen precisamente un origen externo en la percep- cs importante, pues el problema de la tesis gorgiana se encuentra presente en
ción de cuerpos o situaciones externas al sujeto, que por sus mismas propiedades ambas versiones.
naturales (por ejemplo, la belleza de Helena) gatillan dichas pasiones y estados Es de notar eso sí que e1 caso de la persuasión, y de otras actividades discur-
motivacionales al ser percibidos. El poder coercitivo del drama o la poesía, por sivas (como 1a poesía) que constriñen, depende en última instancia de1 constre-
ejemplo, deriva precisamente de este aspecto de las pasiones, como Gorgias ñimiento ejercidopor las pasiones del modo establecido en el primer esquema:
explica en $9: al representar <acciones y cueryos)) (npoygátc <oi ocogcto,
los mismos términos que Gorgias emplea en $18) en situaciones tales que esti- Persuasión o representación de que o es G )
Pasión específica ) Acción invo-
mulan pasiones específicas, la poesía se nutre en última instancia de la asocia- luntaria en relación a o
ción regular entre dichas sifuaciones y sus correspondientes pasiones ya existente
(Las flechas representan 1a relación de causa-efecto). Es evidente, por lo tanto,
en la vida mundana.14
que pese a1 programa inicial de Gorgias, donde el amor figuraba como ia pasión
Tomando como caso paradigmático entonces er fenómeno de la fuerza o
particular que tendría un rol protagónico en el argumento, 1o que ha hecho Gor-
constreñimiento, cuya propiedad fundamental es la externalidad, Gorgias puede
gias en efecto es desarrollar un argumento cuya conclusión es que prácticamente
construir una teoría causal acerca del origen de las pasiones y estados motivacio-
todas nuestras acciones independientemente de si están motivadas por e1 amor,
rr o por la persuasión, o por la fuerza son involuntarias, al tener en última instan-
Es interesante notar qr-le en ambos pasajes, en éste y el d.e Encomio Q15-16 sttpra,se hace referencia
cia un origen causal externo al agente, a saber, un origen en la percepción de una
exclusivamente a la vista como medio de interacción entre el mttndo.fi.sico las emociones tjel alma.
,-
lislc ¡.rLtnto ha sitlo nragistralmente estuciiaclo por Segal en relación con su tesis de que en Gorgias (y cicrta propiedad evaluativa ('alarmante','bella', etc.).
crt particttlar c]ncl Ltrtrttniti) ctlcontratnos una rclación recíproca e incuestionada entrc el alma v Ahora bicn. si el argumcnto de Gorgias es el que hemos sugerido, y si tienc
el
ilIilr{l(, ilrirlcriill tS¡ (,Al l()('l) llguna plclcnsión 1c<irica (como yo crco quc la ticne), no clcbcr'ía scr dilícil cn-
" l',lril,ll,,,tltlcl¡rt'clrtcirilcortltttt¡rolirrcirrlelrlcoríirtlc(iolgiirssobrclir¡rocsilrylallrgctli;r,vi,irsc contrar algrrrrir l'cf clcncil u rlic:ho argulncnto on la litcratura ¡"rostct'ior t'clacion¿ttla
BAt{Nt fi { l()X.) ). l(,t 1()(} c¡lt r:l lr:¡¡r rlc l:r rt's¡rorrsirbilitlrrtl. Mi irrr¡rlt:sirirr L)s (luL) rlc Itcclttt crtlcotltnlt)los
46 Javier Echeñique iil Encómio de Helena 41

una referencia a dicho argumento en la literatura filosófica posterior a Gorgias, y


la encontramos en un texto de Aristóteles. Aristóteles se encarga, por lo demás, tlice Gorgias: <Las cosas que vemos no tienen Ianaturaleza que nosotros quere-
de refutarla. En la siguiente sección mi propósito es rastrear esta dialéctica,para nros que tengan, sino 1a que acontece a cadauna de ellas> (Encomio $15).
así poder ponderar con más precisión el valor filosófico de la tesis gorgiana. Es posible inferir el argumento de Aristóteies en contra del supuesto mencio-
rr¿rdo, en base a ,01y' 1114a31-21. El modo en que r aparece a cada sujeto S, no es
sicrnpre <por naturale2¿', sino que a veces es relafivo al carácter de S (ónoió5
IV noO'Érco-ró5 éorr, El{ lll4a32-b1;nap'cütóv éortu, 1114bll). A veces es
nap' oü'róv en iugar de qÚoet. Tomemos como ejemplo la siguiente afirmación
La tesis de Gorgias expuesta en la sección anterior resurge en la Ethica Nicoma- gorgiana:
chea (EA) de Aristóteles, del siguiente modo:
Cuando hay cuerpos hostiles y una organización hostil de bronce y hierro
Supongamos que alguien dijera que lo placentero y 1o bello son forzosos listos para la batalla, ia una defensiva y la otra exhibiendo proyectiles, si
[Bícrc], porque siendo extemos constriñen [auay<á(eru éfico óura]. Ell 1a vista ve esto inmediatamente se alarma fétopá¡On] y alarma
I 1 10b9-10. [érápo[e] al alma. (Encomio $16)
Aunque es imposible establecer con certeza si Aristóteles tiene a Gorgias en Aquí Gorgias claramente asume que la percepción de un objeto hostil como
mente, los argumentos que Aristóteles ofrece en contra de esta tesis tocan la ularmanle es como la percepción de un objeto circular (por poner un ejemplo).
médula del problema presente en la teoría de Gorgias expuesta en la sección La objeción de Aristóte1es consiste en notar que'alarmante', a diferencia de
anterior, según la cual la mayoría de nuestras acciones, afecciones y estados 'circular', denota unarelación particular entre el sujeto percipiente y e1 objeto: el
motivacionales, son el producto de la fuerza en ia medida en que derivan en sujeto percipiente mantiene una actitud de rechazo hacia e1 objeto, y el hecho de
última instancia de un origen externo, que Gorgias identifica con la percepción clue e1 objeto sea alarmante o no, depende en ú1tima instancia de que el sujeto
de una propiedad evaluativa externa como la belleza de Helena. percipiente mantenga o no esta actitud hacia é1. Como consecuencia, el objeto en
En EN 1110b9-15 Aristóteles ofrece una serie de argumentos en contra de es- lanfo alarmanÍero es 'algo extemo', ni es alarmante'por naturaleza''
ta tesis, pero hay uno de ellos que tiene un interés particular, porque atañe al Si queremos hacerle justicia a Gorgias, sin embargo, hay que notar que éi tie-
problema de londo presente en 1a tesis gorgiana: <es absurdo> - dice Aristóteles ¡e quizás un contra-argumento a la mano. En ef'ecto, Gorgias pareciera argüir
- <culpar a lo que está afuera de nosotros en lugar de a uno mismo por dejamos que si uno pudiera establecer que el mismo objeto aparece alarmante a /odo.s sus
cazar tan fácilmente por ello> (1 1 10b13-14). En otras palabras, el objeto propio pcrcipientes (del modo en que probablemente Helena les pareció bella a todos
de la censura es la deficiencia del carácter moral de uno, y no el objeto externo los griegos), entonces un objeto en tanto alatmante es, después de todo, una
que estimula la acción. Ílente externa de lo que su percepción estimuia. El argumento, quizás, rezaría
Un modo interesante de elaborar en más detalle esta crítica al argumento gor- así: si la generalización es correcta, ha de haber una ley de 1a naturaleza según la
giano, es poniendo en cuestión el supuesto fundamental en el que está basado, a cual ciertas propiedades naturales de un objeto causan invariablemente una cierta
saber: actitud hacia dicho objeto bajo ciertas condiciones.ls lncluso si'alarmante' deno-
ta una relación entre el obieto y el percipiente, dichas propiedades nafurales (pot
Supuesto: El hecho de que un objeto o evento x sea percibido como G (bello, cjemplo, Ia organización del bronce y el hierro en e1 ejemplo de Gorgias) no
placentero, etc.) por un sujeto s, depende exclusivamente de 1as características clenotan dicha relación. Si fodos, bajo condiciones 'nonnales', perciben dichas
intrínsecas a;r y extrínsecas a s es decir, características de r que no dicen rela- propiedades naturales como 'alarmantes' (es decir, mantienen la actitud de re-
ción al carácter individual de S - sl¡z importar la cualidad G en cuestión. clrazo al percibirlas), si bien dicha regularidad puede deberse a la nahttaleza
hr.rmana, o a las propiedades naturales mismas, o a una interacción de los dos,
Éste cs, claramente, el supuesto fundamental detrás de la tesis de Gorgias. En
.icrga aristotólica (que en parte coincide con la de Gorgias mismo) el supuesto
scria c¡r.rc r ap¿trccc a cada su.jcto S dcl modo cn que aparcce (por ejemplo, como r'l:sta postura intenncdia que lc atltbr.rinros aquí a Gorgias recuerda inevitablemente a la tesis de
irlgo ¡.rlrrccrrtcro, bcllo, clc.) ¡tor nttlutrtlctt (qúoer). Esto cs prccisanrcntc lo cluc llr¡rrrc crr su Ol tlu' Stut¡tlurtl o.f Ttt.:fa, segúrn la cual, pese a que la belleza y la dcfbrniclacl no soll
¡rro¡rictltrtlcs tlr los objclos, cxislcrr cicrltrs cu¿tlirlrttlcs clt los o[rictos. tlrtc cstitn <liscñarlas por l)rttlra-
i
l
lcu ir ¡rrrr ¡rrorlrtt it t:;rts si trsrtr'ioltes llltt lit ttlltrcs.
l
48 Javier Echeñique ir'l Encómio de Helena 49

hay disponible de todos modos un sentido de <extemo> (<externo al carácter de


los pcrcipientes individuales>) que brinda plausibilidad a la afirmación de que el itnplica, en virtud de la definición misma de fuerza (pía) que x ha sido causado
ob.jcto cn tanto alarmante constifuye una fuente extema de todo aquello que su tr la .fuerza y que por 1o tanto no es censurabie - podemos entonces considerar-
percepción estimula. lo seriamente, pues habría ya no una mera analogía pueril entra la causalidad
Ahora bien, si la regularidad que hemos señalado se debe en efecto ala natu- o.jcrcida por Dios por sobre nuesffos actos por un lado, y el fenómeno de la fuer-
rulazu humana, las percepciones correspondientes podrían ser perfectamente za por el otro, sino más bien una conexión conceptual. Y no sólo eso, sino que la
considcradas como externas al carácter del percipiente. Pero Gorgias necesita lltemativa determinista pasaría entonces a formar parte integral del argumento
más qrrc este triunfo para alcurzar la conclusión que desea, a saber, eximir a rnás general desarrollado en la alternativa de las.*..rrur.tu
Helena de su presunta responsabilidad por aL acto. Para lograr este objetivo,
Gorgias necesita argumentar, no solo que (1) la percepción que S tiene de x en Javier Echeñique
tanto alarmante es externa aI carácter de S, sino también que (2) e1 hecho de que Pontificia Universídad Católica de Chíle
S se alarme es externo a su carácter, o que (2') el hecho de que S actúe en base a j av ie ch en i q u e (riS a h o o. e s

dicha percepción es externo a su carácter. La objeción que nafuralmente se ofre-


ce, en este respecto, es que la transición lógica de (1) a afirmaciones más con-
tundentes como (2) o (2') es injustificada.
Aristóteles piensa, por ejemplo, que la persona valiente puede incluso perci-
bir, debido a su condición natural de ser humano, una organtzación dada de es-
cudos y lanzas como alarmante, e inciuso podría aceptar que por ende dicha
percepción es externa del modo en que hemos sugerido: pero el valiente no actúa
en base a dicha percepción, nt se siente alarmado por ella. Sus acciones son por
1o tanto plenamente suyas, pese a los intentos de Gorgias de demostrar 1o contra-
rio.

La tesis fundamental de este artículo ha sido que e1 grupo de argumentos que


hemos denominado <la altemativa de las excusas)) es en realidad un solo argu-
mento que corre desde Encomio $7 hasta casi el final del texto, en $19, y que
dicho argumento es filosóficamente interesante, y constituye la contribución más
significativa de Gorgias al problema de 1a responsabilidad moral.
Quisiera terminar con una sugerencia. Nuestra reconstnrcción de la alternativa de
las excusas, según la cual e1 elemento exculpatorio fundamental para Gorgias es
1a existencia de una causa externa de nuestros actos, un elemento que deriva
fundamentalmente del fenómeno de la fuerza, pero que la percepción de la que
dependen nuestros actos (y nuestras pasiones) también manifiestan; esta recons-
trucción, abre una posibilidad para interpretar 1a alternativa determinista que
't' Vale la pena notar que esta interpretación puede resolver además un problema con el argumento de
examinamos en la Sección II. Vimos aquí que, según Gorgias, <si uno ha de
la altemativa determinista, discutido por Wardy: "there is plentiful evidence, at least lor earlier times,
atribulc la causa <del comportamiento de Helena> al Destino y a dios, Helena that Greeks tolerated an overdetermined scheme for the explanation ofbehaviour; one and the same
clcbc scr liborada de la infamia>> (Encomio $6), sólo porque el tipo de causalidad act n.right be attributed to both a human agent and the intervention of a supematural being, without
tlivina sc ascrnc.ja a la causalidad que se ejerce por laf,¿,erza (pues los actos for- divine influence necessarily freeing the human agent from the consequences ofhis or her action"
z¿rtlos rro son ccnsurablcs). Si cl argr-rmcnto cs interpretado de estc modo, cstaría (wnt{t)Y 199(r.34). Si aqucJla propicdad en virtr¡d de la cual la alternativa determinista exime a
I Iclcrra dc t:rrlpirbilitlatl cs Itt nti.vnttt propicdad cn virlutl de I¿r cual la alternativa clc las cxcLrsus cxiurc
lltsrttlo cn unir itrtllogía casi ptrcril. Pcro si ,\(r ttnd ¿zrl,r'a úl1inra, cxlc:r'nrr rlc.r
ir Ilclcrir tlc crrl¡rrrlrilitlirtl. unlol(cs cl problcrrlr rrolirrkr por Wirrtly no sur¡lc l)ilril (iorgias.

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