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En el presente ensayo se expondrán ideas en relación al Ateísmo,

más específicamente, desde el punto de vista del filósofo Friedrich


Nietzsche, el cual presenta un amplio y radical cuestionamiento en
torno a temas relacionados a la existencia de dios con la interesante
premisa "Dios ha muerto", a lo largo de este estaremos exponiendo
y explicando sus argumentos e ideologías que rebaten la teología y
las actualidad de las religiones presentando como principal y
mayormente atacada la cristiana la cual a su vez es el culto con
mayor cantidad de seguidores en el planeta; además de algunos de
sus pensamientos respecto a diversos temas.

Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo


alemán del siglo XIX, considerado uno de los filósofos más
importantes de la filosofía occidental, cuya obra ha ejercido una
profunda influencia tanto en la historia como en la cultura occidental

La religión, el culto y la creación de los anteriores son algunas de


las aberraciones más terriblemente grandes que ha provocado el
ser humano sobre sí, una enfermedad infiltrada en la consciencia de
hombres y mujeres desde la formación de las primeras
civilizaciones que se ha desarrollado a tal punto en que no existe
percepción alguna del daño que causa en la mente de la sociedad
moderna.

La labor neta de sacerdotes y profetas es inducir a la mente a creer


que las prácticas de sus dogmas conducirán a la salvación, claro,
no sin antes, a partir del concepto socrático de moralidad castigar y
denigrar al humano para posteriormente prometerle una salvación
divina que llegará si y solo sí se sigue un estricto código modificado
a favor de los adoctrinadores que, cegados por este mismo, caen
adoctrinados de igual forma que el resto de personas.

La relación con dios hace miserables a las personas, el humano en


lugar de juzgar su conducta y moral frente a los demás, juzga su
propio actuar buscando el rescate divino de un dios sórdido que lo
vuelve sumiso, quedando subyugado ante la figura suprema
todopoderosa con una supuesta dominación absoluta sobre el
individuo, y es esta proposición la que nos indica que el sistema de
adoctrinamiento instaurado se mantiene únicamente porque gira en
torno al miedo del poder absoluto de dios.

Otros síntomas de esta “enfermedad” radican en cómo se exageran


las limitaciones que supuestamente debería tener el ser humano, el
terror generado frente al castigo que se recibirá por cometer los
llamados pecados llevan a los fanáticos religiosos y a sus
seguidores a restringirse de conductas naturalmente humanas
resultando así la soledad y aislamiento, el ayuno, la abstinencia
sexual, y en general todo lo que polarice y catalogue como “malas”
la acciones ejecutadas a partir de la naturaleza biológica.

En retrospectiva, la conducta cristiana no surge a raíz de dicho dios


ya que toda esta normativa moral es creada única y exclusivamente
por la misma humanidad; si se logra rebatir esta idea de la mente
humana, al encontrar el origen de aquello que perturba nuestro
diario vivir, será notorio lo intrascendente que es dios en nuestra
existencia liberándonos así del miedo, la culpa y el “pecado”

Nietzsche afirma que "Dios ha muerto", pero no lo dice literalmente,


como si la "supuesta deidad" lo haya hecho, sino que hace
referencia a que la filosofía socrática y platónica ha muerto y ha
dejado a un hombre enfermo de Nihilismo, y aunque Nietzsche haya
planteado el nihilismo, más de una vez ha aclarado que él no es
Nihilista

Para Nietzsche el Ateísmo no es sólo decir que Dios no existe, sino,


comprobar dicha afirmación, y que es exactamente lo que una
persona "creyente" debe hacer, ya que "Lo que se afirma sin
pruebas, también se puede descartar sin ellas", así que ¿a dónde
llegaremos con todo esto?
"Si negamos a Dios negamos al uno, y si negamos la idea de uno
negamos los ideales apolíneos y afirmamos la multiplicidad
dionisíaca, de tal manera que cada cual pueda expresar su propia
verdad y sus propios dioses", Nietzsche al plantearnos esto nos
hace entender que el hombre se encuentra históricamente sin
rumbo, con una pérdida de valores absoluta sin poder explicar
verdaderamente la existencia de algo / o alguien, en quien se
supone que creía hace mucho tiempo ¿es así cómo Nietzsche
defiende su ateísmo?, de cierta manera, el cuestionar a los teístas
los encierra en un callejón sin fondo, en el que no les queda más
que probar la existencia de su Dios, pero y ¿los ateos?, quizá su
manera de justificarse es la nula cantidad de pruebas con respecto
a la existencia de un Dios.

Nietzsche decía: ninguna religión es más potente que la religión de


la verdad. A Dios lo matamos fácil; pero a la verdad, no, dios no es
más que un nombre para la verdad.
Lo que sostiene claramente es que la metáfora de Dios utilizada por
la religión bíblica tradicional ya no tiene sentido. Porque esa
metáfora, que funcionó bien antes, ahora no funciona más.

El día que descubrimos quién es Dios, descubrimos que Dios era


una metáfora creada por nosotros, de la que habíamos olvidado su
origen. Llegamos a la verdad y la verdad es que no hay verdad. En
el fondo, el círculo, la paradoja, la contradicción.
Ojalá tuviéramos una institución religiosa que fuera más escindida y
entendiera que una sociedad libre es una sociedad donde el que
quiere se casa, y el que no, no; que la mujer que necesite abortar,
aborte, y que la que no lo quiera hacer, no lo haga. Y que adentro
de tu iglesia o de tu hogar privado religioso haces lo que quieras,
pero si piensas que lo que pasa en tu iglesia tiene que pasar en
toda la sociedad, tenemos un problema.
Hay un personaje, que es un loco, que llega a un mercado y
anuncia la muerte de Dios. Llega y todo el mundo se le caga de
risa, porque les parece una estupidez lo que este tipo está diciendo.
Entonces el loco se enoja contra todos ellos y empieza a proferir
una serie de exclamaciones, enojado con una humanidad que
según él mató a Dios. El punto de este texto es que Nietzsche deja
entrever que Dios muere asesinado por los propios hombres.

Otro de los principales fundamentos de la filosofía de Nietzsche es


la negación de que el ser humano es un ser racional. Para él, por el
contrario, es la irracionalidad su característica principal, de ahí que
desprecie a casi todos los filósofos anteriores.

Cuando Nietzsche critica el racionalismo, ataca también sus


consecuencias, como, en este caso, la ciencia. No la idea del
conocimiento en sí, sino aquello que representa: la debilidad. El
hombre necesita saber, investigar, conocer, etc. porque es un ser
débil. No es capaz de aceptar el caos de la realidad. No es capaz
de vivir sin certezas. Primero, usó a los dioses para explicar aquello
que no conocía, y después, usó a la ciencia para dar un sentido
racional a lo que le rodea.

Probablemente uno de los sectores más criticados por Nietzsche es


el de la religión, y fue la cristiana la que más sufrió sus ataques.
Nietzsche proclamó que Dios había muerto y que los dogmas
morales del cristianismo (pacifismo, tolerancia, amor fraterno, etc.)
no son más que elementos falsos y manipuladores, fruto de una
filosofía débil que trata, mediante dichos principios, de frenar y
debilitar al fuerte, con quien de otro modo no puede competir.

Esas ideas, supuestamente morales, son vilipendiadas por


Nietzsche, que tratará de forjar una nueva visión del hombre en la
que primen la fuerza y la determinación.
Moralidad es símil de esclavitud.
Su actitud hacia las mujeres no se puede responder de una sola
manera. Es cierto que hizo comentarios brutales sobre algunas de
ellas. Sobre su madre y su hermana, por ejemplo, a las que
consideraba justo lo opuesto de la excelencia que él creía encarnar.
Llegó a decir que pensar en su parentesco le parecía una
blasfemia.
Por último, al describir las condiciones que requiere la vida religiosa,
Nietzsche reclama que “resulta necesaria para una vida
auténticamente religiosa la ociosidad o semiociosidad exterior.” En
contraste con este requisito de la vida religiosa, la vida moderna es
caracterizada como “ruidosa, avara de su tiempo, orgullosa de sí”
una vida industriosa que “educa y prepara, más que todo lo demás,
precisamente para la ‘incredulidad’.” Si la vida moderna es tan
industriosa y parece erradicar la necesidad de la religión, ¿por qué
persiste la religión con tanta fuerza y ahínco? Probablemente,
porque la religión dota la vida de significado, mientras que la
universalización de la incredulidad es el primer paso hacia la nada.
Nietzsche llega a presentar la religión como algo creativo en
relación con la nueva filosofía. La religión puede servir como otro
“medio más para vencer resistencias, para poder dominar;” como
medio “para los fuertes, los independientes, los preparados y
predestinados al mando.” Así, la religión se convierte en un medio
poderoso que provee orden bajo el cual se puede obtener “limpieza
frente a la necesaria suciedad de todo hacer “política” y “paz” bajo
el gobierno del fuerte. Si bien Nietzsche es consistente en su noción
del sujeto religioso como un individuo servil y ciego, aquí vemos a la
religión sirviendo un propósito creador para la humanidad. ¿Cómo
puede operar el nuevo gobernante, si la religión es derrotada de la
faz de la tierra tal como proponía Nietzsche en primer lugar?
¿Recurrirá el filósofo nuevo a otras necesidades metafísicas para
mantener la limpieza política y la paz? Más importante aún, y en
contraste con esta nueva posición para el uso de la religión como
medio pacificador, surge otra condición que se opone a la
necesidad metafísica.

En conclusión, Nietzsche cree que el hombre está en un error, y


que debe superarse abandonando lo trascendente, o sea, a Dios.
Cuando el hombre se supera, llega a lo que Nietzsche denomina el
"superhombre". Por ello anuncia la muerte de Dios. El critica la
modernidad porque cree que la humanidad ha desarrollado una
moralidad excesiva, y ésta es la que nos quita la libertad, al final, en
teoría el ser humano al fin se liberaría de todas las ataduras,
castigos e ideas extremistas impuestas por la doctrina religiosa y
trascendería a un nuevo plano en cuanto a todos los aspectos de la
vida misma se refiere.

GIANNI ALEJANDRA YARPAZ PARRA


GABRIELA ALEJANDRA ROSERO GAMEZ
LUIS FELIPE SALES GALVIZ

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