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Nietzsche cuestiona la existencia de Dios y las religiones. Proclama que "Dios ha muerto" ya que la humanidad ha perdido la necesidad de Dios y la fe en Él para darle sentido a la vida. Las religiones, en particular el cristianismo, someten al individuo y lo hacen miserable a través del miedo, la culpa y el pecado. Nietzsche promueve superar lo trascendente y abandonar a Dios para alcanzar al "superhombre".
Descripción original:
Historia y datos sobre la filósofa de Frederich Nietzsche
Nietzsche cuestiona la existencia de Dios y las religiones. Proclama que "Dios ha muerto" ya que la humanidad ha perdido la necesidad de Dios y la fe en Él para darle sentido a la vida. Las religiones, en particular el cristianismo, someten al individuo y lo hacen miserable a través del miedo, la culpa y el pecado. Nietzsche promueve superar lo trascendente y abandonar a Dios para alcanzar al "superhombre".
Nietzsche cuestiona la existencia de Dios y las religiones. Proclama que "Dios ha muerto" ya que la humanidad ha perdido la necesidad de Dios y la fe en Él para darle sentido a la vida. Las religiones, en particular el cristianismo, someten al individuo y lo hacen miserable a través del miedo, la culpa y el pecado. Nietzsche promueve superar lo trascendente y abandonar a Dios para alcanzar al "superhombre".
En el presente ensayo se expondrán ideas en relación al Ateísmo,
más específicamente, desde el punto de vista del filósofo Friedrich
Nietzsche, el cual presenta un amplio y radical cuestionamiento en torno a temas relacionados a la existencia de dios con la interesante premisa "Dios ha muerto", a lo largo de este estaremos exponiendo y explicando sus argumentos e ideologías que rebaten la teología y las actualidad de las religiones presentando como principal y mayormente atacada la cristiana la cual a su vez es el culto con mayor cantidad de seguidores en el planeta; además de algunos de sus pensamientos respecto a diversos temas.
Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo
alemán del siglo XIX, considerado uno de los filósofos más importantes de la filosofía occidental, cuya obra ha ejercido una profunda influencia tanto en la historia como en la cultura occidental
La religión, el culto y la creación de los anteriores son algunas de
las aberraciones más terriblemente grandes que ha provocado el ser humano sobre sí, una enfermedad infiltrada en la consciencia de hombres y mujeres desde la formación de las primeras civilizaciones que se ha desarrollado a tal punto en que no existe percepción alguna del daño que causa en la mente de la sociedad moderna.
La labor neta de sacerdotes y profetas es inducir a la mente a creer
que las prácticas de sus dogmas conducirán a la salvación, claro, no sin antes, a partir del concepto socrático de moralidad castigar y denigrar al humano para posteriormente prometerle una salvación divina que llegará si y solo sí se sigue un estricto código modificado a favor de los adoctrinadores que, cegados por este mismo, caen adoctrinados de igual forma que el resto de personas.
La relación con dios hace miserables a las personas, el humano en
lugar de juzgar su conducta y moral frente a los demás, juzga su propio actuar buscando el rescate divino de un dios sórdido que lo vuelve sumiso, quedando subyugado ante la figura suprema todopoderosa con una supuesta dominación absoluta sobre el individuo, y es esta proposición la que nos indica que el sistema de adoctrinamiento instaurado se mantiene únicamente porque gira en torno al miedo del poder absoluto de dios.
Otros síntomas de esta “enfermedad” radican en cómo se exageran
las limitaciones que supuestamente debería tener el ser humano, el terror generado frente al castigo que se recibirá por cometer los llamados pecados llevan a los fanáticos religiosos y a sus seguidores a restringirse de conductas naturalmente humanas resultando así la soledad y aislamiento, el ayuno, la abstinencia sexual, y en general todo lo que polarice y catalogue como “malas” la acciones ejecutadas a partir de la naturaleza biológica.
En retrospectiva, la conducta cristiana no surge a raíz de dicho dios
ya que toda esta normativa moral es creada única y exclusivamente por la misma humanidad; si se logra rebatir esta idea de la mente humana, al encontrar el origen de aquello que perturba nuestro diario vivir, será notorio lo intrascendente que es dios en nuestra existencia liberándonos así del miedo, la culpa y el “pecado”
Nietzsche afirma que "Dios ha muerto", pero no lo dice literalmente,
como si la "supuesta deidad" lo haya hecho, sino que hace referencia a que la filosofía socrática y platónica ha muerto y ha dejado a un hombre enfermo de Nihilismo, y aunque Nietzsche haya planteado el nihilismo, más de una vez ha aclarado que él no es Nihilista
Para Nietzsche el Ateísmo no es sólo decir que Dios no existe, sino,
comprobar dicha afirmación, y que es exactamente lo que una persona "creyente" debe hacer, ya que "Lo que se afirma sin pruebas, también se puede descartar sin ellas", así que ¿a dónde llegaremos con todo esto? "Si negamos a Dios negamos al uno, y si negamos la idea de uno negamos los ideales apolíneos y afirmamos la multiplicidad dionisíaca, de tal manera que cada cual pueda expresar su propia verdad y sus propios dioses", Nietzsche al plantearnos esto nos hace entender que el hombre se encuentra históricamente sin rumbo, con una pérdida de valores absoluta sin poder explicar verdaderamente la existencia de algo / o alguien, en quien se supone que creía hace mucho tiempo ¿es así cómo Nietzsche defiende su ateísmo?, de cierta manera, el cuestionar a los teístas los encierra en un callejón sin fondo, en el que no les queda más que probar la existencia de su Dios, pero y ¿los ateos?, quizá su manera de justificarse es la nula cantidad de pruebas con respecto a la existencia de un Dios.
Nietzsche decía: ninguna religión es más potente que la religión de
la verdad. A Dios lo matamos fácil; pero a la verdad, no, dios no es más que un nombre para la verdad. Lo que sostiene claramente es que la metáfora de Dios utilizada por la religión bíblica tradicional ya no tiene sentido. Porque esa metáfora, que funcionó bien antes, ahora no funciona más.
El día que descubrimos quién es Dios, descubrimos que Dios era
una metáfora creada por nosotros, de la que habíamos olvidado su origen. Llegamos a la verdad y la verdad es que no hay verdad. En el fondo, el círculo, la paradoja, la contradicción. Ojalá tuviéramos una institución religiosa que fuera más escindida y entendiera que una sociedad libre es una sociedad donde el que quiere se casa, y el que no, no; que la mujer que necesite abortar, aborte, y que la que no lo quiera hacer, no lo haga. Y que adentro de tu iglesia o de tu hogar privado religioso haces lo que quieras, pero si piensas que lo que pasa en tu iglesia tiene que pasar en toda la sociedad, tenemos un problema. Hay un personaje, que es un loco, que llega a un mercado y anuncia la muerte de Dios. Llega y todo el mundo se le caga de risa, porque les parece una estupidez lo que este tipo está diciendo. Entonces el loco se enoja contra todos ellos y empieza a proferir una serie de exclamaciones, enojado con una humanidad que según él mató a Dios. El punto de este texto es que Nietzsche deja entrever que Dios muere asesinado por los propios hombres.
Otro de los principales fundamentos de la filosofía de Nietzsche es
la negación de que el ser humano es un ser racional. Para él, por el contrario, es la irracionalidad su característica principal, de ahí que desprecie a casi todos los filósofos anteriores.
Cuando Nietzsche critica el racionalismo, ataca también sus
consecuencias, como, en este caso, la ciencia. No la idea del conocimiento en sí, sino aquello que representa: la debilidad. El hombre necesita saber, investigar, conocer, etc. porque es un ser débil. No es capaz de aceptar el caos de la realidad. No es capaz de vivir sin certezas. Primero, usó a los dioses para explicar aquello que no conocía, y después, usó a la ciencia para dar un sentido racional a lo que le rodea.
Probablemente uno de los sectores más criticados por Nietzsche es
el de la religión, y fue la cristiana la que más sufrió sus ataques. Nietzsche proclamó que Dios había muerto y que los dogmas morales del cristianismo (pacifismo, tolerancia, amor fraterno, etc.) no son más que elementos falsos y manipuladores, fruto de una filosofía débil que trata, mediante dichos principios, de frenar y debilitar al fuerte, con quien de otro modo no puede competir.
Esas ideas, supuestamente morales, son vilipendiadas por
Nietzsche, que tratará de forjar una nueva visión del hombre en la que primen la fuerza y la determinación. Moralidad es símil de esclavitud. Su actitud hacia las mujeres no se puede responder de una sola manera. Es cierto que hizo comentarios brutales sobre algunas de ellas. Sobre su madre y su hermana, por ejemplo, a las que consideraba justo lo opuesto de la excelencia que él creía encarnar. Llegó a decir que pensar en su parentesco le parecía una blasfemia. Por último, al describir las condiciones que requiere la vida religiosa, Nietzsche reclama que “resulta necesaria para una vida auténticamente religiosa la ociosidad o semiociosidad exterior.” En contraste con este requisito de la vida religiosa, la vida moderna es caracterizada como “ruidosa, avara de su tiempo, orgullosa de sí” una vida industriosa que “educa y prepara, más que todo lo demás, precisamente para la ‘incredulidad’.” Si la vida moderna es tan industriosa y parece erradicar la necesidad de la religión, ¿por qué persiste la religión con tanta fuerza y ahínco? Probablemente, porque la religión dota la vida de significado, mientras que la universalización de la incredulidad es el primer paso hacia la nada. Nietzsche llega a presentar la religión como algo creativo en relación con la nueva filosofía. La religión puede servir como otro “medio más para vencer resistencias, para poder dominar;” como medio “para los fuertes, los independientes, los preparados y predestinados al mando.” Así, la religión se convierte en un medio poderoso que provee orden bajo el cual se puede obtener “limpieza frente a la necesaria suciedad de todo hacer “política” y “paz” bajo el gobierno del fuerte. Si bien Nietzsche es consistente en su noción del sujeto religioso como un individuo servil y ciego, aquí vemos a la religión sirviendo un propósito creador para la humanidad. ¿Cómo puede operar el nuevo gobernante, si la religión es derrotada de la faz de la tierra tal como proponía Nietzsche en primer lugar? ¿Recurrirá el filósofo nuevo a otras necesidades metafísicas para mantener la limpieza política y la paz? Más importante aún, y en contraste con esta nueva posición para el uso de la religión como medio pacificador, surge otra condición que se opone a la necesidad metafísica.
En conclusión, Nietzsche cree que el hombre está en un error, y
que debe superarse abandonando lo trascendente, o sea, a Dios. Cuando el hombre se supera, llega a lo que Nietzsche denomina el "superhombre". Por ello anuncia la muerte de Dios. El critica la modernidad porque cree que la humanidad ha desarrollado una moralidad excesiva, y ésta es la que nos quita la libertad, al final, en teoría el ser humano al fin se liberaría de todas las ataduras, castigos e ideas extremistas impuestas por la doctrina religiosa y trascendería a un nuevo plano en cuanto a todos los aspectos de la vida misma se refiere.
GIANNI ALEJANDRA YARPAZ PARRA
GABRIELA ALEJANDRA ROSERO GAMEZ LUIS FELIPE SALES GALVIZ