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Feminismo

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Uno de los símbolos del movimiento feminista alemán, a partir de la década de 1970.

El feminismo es un movimiento político y social, una teoría política y


una perspectiva filosófica que postula el «principio de igualdad de derechos de la
mujer y el hombre».1 El feminismo lucha por el reconocimiento de
las mujeres como sujetos humanos y de derecho y sostiene que ningún ser
humano debe ser privado de ningún bien o derecho a causa de su sexo. Busca
conseguir que las mujeres tengan iguales libertades que los hombres y eliminar la
dominación y violencia de los varones sobre las mujeres. Surgió alrededor
del siglo XVIII con la publicación de la obra Vindicación de los derechos de la
mujer, de Mary Wollstonecraft en 1792, y ha tenido un importante desarrollo
teórico, político y filosófico desde entonces. El feminismo centra su análisis en el
rol del patriarcado en estructurar las relaciones desiguales de poder entre varones
y mujeres. El feminismo realiza una crítica de la visión androcéntrica de la
sociedad, a la que busca transformar para conseguir sus objetivos de una
sociedad más justa e igualitaria.
Como movimiento social ha buscado promover los derechos de las mujeres,
incluyendo derechos civiles y políticos como votar y ocupar cargos públicos;
derechos económicos como recibir igual remuneración por igual tarea, ejercer las
potestades propias del derecho privado, tales como suscribir contratos, derechos
sociales como recibir una educación, ejercer sus derechos reproductivos y
proteger a otras mujeres de diferentes formas de violencia como el abuso,
el acoso sexual y la violencia doméstica. El feminismo además ha jugado un rol
importante en denunciar y cambiar los estereotipos de género. A medida que el
movimiento feminista adquirió relevancia en el mundo académico, fue generando
un cuerpo teórico que ha dado lugar a la aparición de disciplinas como, por
ejemplo, la geografía feminista, la historia del feminismo o los estudios de género.
La filosofía política feminista sirve como campo para desarrollar nuevos ideales,
prácticas y justificaciones sobre cómo deberían organizarse y reconstruirse las
instituciones.
Como movimiento social formado por grupos organizados, el feminismo se ha
desarrollado históricamente en una sucesión de etapas o fases, a las se ha
denominado «olas». En cada fase u «ola» se han desarrollado ideas y conceptos,
teorías, estrategias, acciones y corrientes muy diversas, por lo que se utiliza, en
algunos casos la noción de «feminismos» para denotar esa diversidad. Como
movimiento de transformación de la sociedad, tiene una vocación de influencia
sobre la forma en la que se conceptualiza la realidad y en el discurso científico.

Índice

 1Etimología
 2Cronología
o 2.1Protofeminismo, feminismo premoderno y memorial de agravios
o 2.2Primera fase: feminismo e Ilustración
o 2.3Segunda fase (primera ola)
o 2.4Segunda ola
o 2.5Tercera ola
o 2.6Cuarta ola
 3Impacto del feminismo en la sociedad
 4Conceptos claves
o 4.1Patriarcado
o 4.2Género
o 4.3Androcentrismo
 5Críticas
o 5.1Aspectos teóricos
o 5.2Movimiento del desacuerdo
 6Véase también
 7Referencias
 8Bibliografía
 9Enlaces externos

Etimología
Acto por el Día Internacional de la Mujer en Daca, Bangladés, el 8 de marzo de 2005, organizado por el
Centro Nacional de Trabajadoras.

Aunque el tema de la igualdad se trataba en publicaciones del siglo XVII, como De


l'Égalité des hommes et des femmes (1622), de Marie Le Jars de Gournay o De
l'Egalité des deux sexes (1673), de François Poullain de la Barre, el
neologismo francés féminisme se formó a finales del siglo XIX, a partir de la
palabra latina «femina» y el sufijo «isme». El primer uso del término, aunque con
un significado distinto, se produce en 1871, cuando un estudiante de medicina,
Ferdinand-Valérie Fanneau de la Cour, lo utilizó en su tesis, Du fèminisme et de
l'infantilisme chez les tuberculeux (Del feminismo y el infantilismo en los
tuberculosos), para referirse a la patología que aquejaba a los varones que sufrían
de este mal. Según su tesis, se producía una detención del desarrollo del cuerpo,
lo que derivaba en el debilitamiento del individuo enfermo, y, finalmente, se
presentaba una feminización del cuerpo masculino. Es poco probable, sin
embargo, que se diseminara este término, tanto por su contexto como por la
coyuntura en el que se produce.2
Meses después, en 1872, Alexandre Dumas hijo, escritor y dramaturgo, retomó el
término, ahora con un sentido político, en sus panfletos «Feminismo» y «El
hombre-mujer» para desprestigiar a los varones que apoyaban decididamente el
movimiento de mujeres que demandaban el acceso a sus derechos ciudadanos.
Según la historiadora y filósofa francesa Geneviéve Fraisse, Dumas utilizó el
término feminismo en el marco de un debate sobre temas como el adulterio y el
divorcio.3 No fue hasta la década de 1880, cuando Hubertine Auclert, sufragista
francesa, retomó el término, ahora con una connotación dirigida a los movimientos
que buscaban la justicia social y política para las mujeres. 4
Por su parte, el Diccionario de la lengua española recoge por primera vez el
neologismo en 1914 y no modifica la definición hasta 1992 (del latín femĭna, mujer,
hembra, e -ismo).1[cita  requerida] Hasta la 22ª edición publicada en 2001 5 ha definido
feminismo como «doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad
y derechos reservados antes a los hombres». En su segunda acepción,
movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los varones.
Esta segunda acepción la incorpora la edición de 1992. 1 La edición actualizada,
define feminismo 6 (l fr. féminisme, y este del lat. femĭna 'mujer' y el fr. -isme '-
ismo') como principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.Y como
movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del
feminismo.
Maryana Marrash (1848-1919) fue una de las primeras feministas de Cercano Oriente.

Se reconocen varias modalidades de feminismo, entre otras: el feminismo cultural,


el feminismo liberal, el feminismo radical, el ecofeminismo, el anarcofeminismo,
el feminismo de la diferencia, el feminismo de género, el feminismo de la igualdad,
el feminismo marxista, el feminismo socialista, el feminismo separatista,
el feminismo filosófico, el feminismo islámico, y el feminismo lésbico. Todo ello
hace que se hable de «feminismos» (en plural) y no de un solo «feminismo». En
esta línea, se define feminismo como el conjunto heterogéneo 7 de ideologías y de
movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la
igualdad de derechos entre varones y mujeres.

Cronología

Después de vender su casa, Emmeline Pankhurst, en la foto en la ciudad de Nueva York en 1913, viajó


constantemente, dando discursos en toda Gran Bretaña y Estados Unidos.

Los estudios feministas europeos, entre los que destacan los que se realizan
en idioma español, distinguen como primera fase la del feminismo e Ilustración,
también llamada la polémica feminista.
Una de las primeras mujeres filósofas con principios feministas fue Hiparquía,
esposa de Crates de Tebas. Era miembro de la escuela cínica, por lo que se
despojó de sus posesiones, familia y comportamiento acuerdo a la sociedad, dejó
el rol tradicional dado a la mujer y comenzó a vestir ropa de hombre a modo de no
seguir las tradiciones de la sociedad griega. Teodoro el Ateo, que se reía de ella,
le preguntó por qué no se dedicaba a las tareas propias de su sexo. Hiparquía,
consciente de lo que podía haber de revolucionario en su actitud, le respondió:
«¿Crees que he hecho mal en consagrar al estudio el tiempo que, por mi sexo,
debería haber perdido como tejedora?». 8
Si bien las polémicas sobre la mujer se remontan hasta la Edad Media y aunque
arrancan con el preciosismo, siendo de destacar la obra de Poullain de la
Barre (1673), es en el siglo XVIII cuando la polémica sobre igualdad y diferencia
entre los sexos se plantea con un discurso crítico, a través de la filosofía de
la Ilustración, que era contemporánea. El detonante fue la publicación de la
obra Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft (1792). La
segunda ola fue el feminismo liberal sufragista, centrado en el derecho al sufragio
y a la educación. Fue un interregno, después de las Guerras, con la
llamada mística de la feminidad. La tercera ola comienza en los años setenta con
lo que las feministas llamaron «el malestar que no tenía nombre», y el análisis
del patriarcado, los techos de cristal, así como la situación de las mujeres en el
resto del planeta donde no se reconocen los derechos humanos que se declararon
universales e inalienables. En esta tercera ola sigue el feminismo, que es un
internacionalismo, en la segunda década del siglo XXI.9
Otra cronología distingue1011 la primera ola, que apareció a finales del siglo XIX y
principios del XX y se centró mayormente en el logro del derecho al sufragio
femenino; la segunda ola aparece en los años 60 y 70 y se centra en la liberación
de la mujer; por último, la tercera ola comienza en los años 1990 y se extiende
hasta hoy en día, y constituye una continuación y una reacción a las lagunas que
se perciben en el feminismo de la segunda ola.12

Christine de Pizan presenta su libro a la reina Isabel de Baviera.

Protofeminismo, feminismo premoderno y memorial de


agravios
Se denomina protofeminismo o feminismo premoderno 13 a las protestas
expresadas por mujeres como «memorial de agravios» 14 y a la defensa de las
mujeres que se llevó a cabo en el contexto de las polémicas sobre mujeres,
durante la época que precede a La Ilustración y que se remonta hasta la Edad
Media.13 Este feminismo premoderno no surge del discurso de exaltación de las
virtudes femeninas que es parte de la tradición europea del siglo XIII conocida
como Amor cortés.15 Tampoco es un discurso que reivindique la igualdad entre los
sexos, pues se mueve en el marco de una sociedad estamental en la que rige el
prejuicio de que es por voluntad divina que existan diferentes «estados» y
diferentes formas de servir al amo, según los sexos.
Según Simone de Beauvoir, la primera mujer que utilizó una pluma para defender
a las mujeres fue Christine de Pizan, quien en el siglo XV escribió, entre otras
obras, la que tituló como Ciudad de Damas y la que publicó bajo el título Epître au
Dieu d'Amour (Epístola al dios del amor).16
Ahora bien, esta defensa no se ajusta completamente al concepto de feminismo
nacido con la Ilustración, al feminismo moderno, que trasciende de la mera
enumeración de agravios y entra en el terreno de la vindicación de la mujer y la
crítica racionalista de las estructuras sociales.
Primera fase: feminismo e Ilustración

Primera edición impresa de Vindicación de los derechos de la mujer: crítica acerca de asuntos políticos
y morales de Mary Wollstonecraft.

Salvo excepciones, los principales autores varones de la Ilustración relegaron el


papel de la mujer en la modernidad. Tanto Rousseau como Kant consideraban
que las mujeres, al igual que los niños, estaban excluidas «por naturaleza» del
derecho de ciudadanía.17 Celia Amorós estudió el tema, señalando que aunque el
feminismo se encontraba ínsito en «la cara romántica de la Ilustración»,
registrando importantes iniciativas aún desde sus etapas más tempranas, sería
finalmente una «senda no transitada», que llevó a que el pensamiento feminista
sea habitualmente ignorado en los estudios sobre del movimiento ilustrado. 17
Entre los intentos más notables de incluir igualitariamente a las mujeres en el
movimiento racionalista, se encuentran los clubes de mujeres en la Revolución
francesa y la publicación en 1791 de la Declaración de los Derechos de la Mujer y
de la Ciudadana, redactada por Olympe de Gouges, con el fin de completar
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada dos años
antes por la Asamblea Nacional Constituyente de Francia. Pero aquellos intentos
fueron «brutalmente acallados», en la expresión de Amorós, como lo evidenció la
prohibición de los clubes de mujeres y la ejecución de Olympe de Gouges. 17

Portada de la obra La esclavitud de las mujeres, escrita en 1869 porJohn Stuart Mill, cuyas ideas fueron
realizadas en conjunto con su esposa Harriet Taylor Mill.18

Se genera cierta literatura de carácter liberal a favor de la mujer: John Stuart


Mill o Nicolas de Condorcet van a ser ejemplos de líderes (varones) que defienden
los derechos de la mujer, pero el vacío y aparente olvido de la relegada figura de
la mujer dentro del estado liberal, que perdura hasta el siglo XX, no va a ser
denunciado hasta la aparición de autoras como Mary Wollstonecraft autora
de Vindicación de los derechos de la mujer, que rompe con la tónica de las obras
escritas hasta el momento por mujeres, descritas como «memorial de agravios» y
pasa a la «vindicación», componente esencial del feminismo. 19
En el Imperio español también hubo expresiones feministas ligadas a la
Ilustración. Benito Jerónimo Feijoo escribió el discurso "Defensa de mujeres",
considerado el primer tratado del feminismo español. Josefa Amar y Borbón en la
Real Sociedad Aragonesa de los Amigos del País, defendiendo la equidad de las
mujeres ante el hombre. Una de sus obras disponibles actualmente en internet, es
el Discurso en defensa del talento de las mujeres:
No contentos los hombres con haberse reservado, los empleos, las honras, las utilidades, en una
palabra, todo lo que pueden animar su aplicación y desvelo, han despojado a las mugeres hasta de la
complacencia que resulta de tener un entendimiento ilustrado. Nacen, y se crían en la ignorancia
absoluta: aquéllos las desprecian por esta causa, ellas llegan a persuadirse que no son capaces de otra
cosa y como si tubieran el talento en las manos, no cultivan otras habilidades que las que pueden
desempeñar con estas. ¡Tánto arrastra la opinión en todas materias! Si como ésta da el principal valor
en todas las mugeres a la hermosura, y el donaire, le diese a la discreción, presto las veríamos tan
solícitas por adquirirla, como ahora lo están por parecer hermosas, y amables. Rectifiquen los hombres
primero su estimación, es decir, aprecien las prendas, que lo merecen verdaderamente, y no duden que
se reformarán los vicios de que se quexan. Entretanto no se haga causa a las mugeres, que sólo cuidan
de adornar el cuerpo, porque ven que éste es el idolillo, a que ellos dedican sus inciensos. 20

Segunda fase (primera ola)


Artículo principal: Primera ola del feminismo

La feminista franco-peruana Flora Tristán se destacó en el movimiento socialista francés en la primera


mitad del siglo XIX.

Manifestación de sufragistas en Nueva York el 6 de mayo de 1912.

La segunda fase o primera ola del feminismo se refiere al movimiento feminista


que se desarrolló en Inglaterra, Estados Unidos y otras partes del mundo como
Iberoamérica a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX.
Originariamente, se concentró en la obtención de igualdad frente al varón en
términos de derecho de propiedad e igual capacidad de obrar, así como la
demanda de igualdad de derechos dentro del matrimonio. A finales del siglo XIX,
los esfuerzos se van a concentrar en la obtención de derechos políticos, en
concreto el derecho al sufragio.21
En las décadas de 1830 y 1840 se destaca en el movimiento socialista francés, la
peruana Flora Tristán, con obras como La emancipación de la mujer, considerada
como precursora del movimiento feminista moderno.
Un hito del feminismo es la Convención de Seneca Falls en Nueva York en 1848,
donde trescientos activistas y espectadores se reunieron en la primera convención
por los derechos de la mujer en Estados Unidos, cuya declaración final fue firmada
por unas cien mujeres. Durante ese tiempo, los sansimonianos defendían
la emancipación de la mujer.2223 En este grupo se encontraban las mujeres
como Angélique Arnaud, Caroline Simon y Claire Démar.2425
Al iniciarse el siglo XX aparecen en el Reino Unido las suffragettes, activistas por
los derechos cívicos de las mujeres, en particular el derecho al sufragio. El
movimiento fue liderado por Emmeline Pankhurst y numerosas autoras y
activistas, en su mayor parte de Estados Unidos y Reino Unido, que van a llevar el
feminismo al terreno del activismo, especialmente en un contexto de vindicación
de igualdad de derechos frente al Estado.
Los acontecimientos históricos del momento, especialmente la abolición de la
esclavitud, van a ser muy influyentes en el devenir del movimiento feminista,
pudiendo encontrar una correlación entre la lucha por la abolición y la lucha por los
derechos de la mujer: muchas de las líderes de esta primera corriente son
esposas de líderes abolicionistas.

La argentina Julieta Lanteri, médica y líder del movimiento feminista argentino de comienzos del siglo
XX, convirtiéndose en la primera mujer que logró votar en Argentina y América Latina durante las
elecciones municipales de Buenos Aires de 1911.

Una vez conseguida la abolición, se van a producir contactos entre las feministas y
las mujeres negras, poniéndose de relieve las grandes diferencias en la situación
de las mujeres blancas de clase media-alta, las únicas feministas hasta el
momento, con las mujeres negras. Este encuentro lo personaliza la figura
de Sojourner Truth y su discurso Ain't I a Woman? (1851). Las diferencias y
características específicas de los problemas de la mujer negra junto con los de las
mujeres obreras (un grupo que va a comenzar a hacer aparición) van a generar
fricciones y problemas como por ejemplo, la incompatibilidad del modelo femenino
de la mujer obrera con el de las pioneras del feminismo.
Autoras y activistas importantes de la primera ola del feminismo son: Lucretia
Mott, Lucy Stone, Elizabeth Cady Stanton, y Susan B. Anthony, muchas de ellas
vinculadas al abolicionismo e influenciadas por el pensamiento cuáquero. El
carácter del feminismo predominante en ese momento vindica la mujer a través de
cualidades positivas consideradas femeninas como la templanza, la vida piadosa o
la abstención de beber alcohol. Sin embargo, esta vindicación de la mujer a través
de la templanza no es menoscabo para enérgicas protestas y un activismo
beligerante, con acciones como encadenarse en lugares públicos, romper
escaparates, huelgas de hambre, desobediencia civil o actos desesperados y
extremadamente peligrosos como tirarse delante del caballo del rey durante una
carrera.
En Argentina la anarquista Virginia Bolten lidera un movimiento feminista sindical
alrededor del periódico La Voz de la Mujer (1896-1899), publicado bajo el lema «Ni
Dios, ni patrón, ni marido». Pocos años después Bolten integró la mesa de
conducción de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA). Instalada en
Uruguay participó del movimiento que conquistó el derecho al sufragio para las
mujeres (primero de un país iberoamericano) y el divorcio. 26
La abolición de la esclavitud va a llegar pero, para decepción de las mujeres, la
igualdad de raza no se extiende a la igualdad de género, de modo que el
movimiento feminista va a tener que buscar un camino propio, separándose del
movimiento abolicionista. Tras grandes esfuerzos, se conseguirá el derecho al
sufragio en 1918, cuando en Inglaterra se regula el voto para mujeres mayores de
treinta años y poseedoras de una casa. En Alemania se consigue el sufragio en
noviembre de 1918. En 1928, la edad para votar se equipara a la de los varones.
Por su parte, en Estados Unidos, la Decimonovena Enmienda de 1920 otorga
derecho al voto en todos los estados del país. La mayor parte de los grandes
estados europeos van a tomar medidas semejantes con algunas excepciones
como Francia o Italia, que aún postergarán unos veinte años el derecho al sufragio
femenino.
Con la consecución de la igualdad de iure, la primera ola va a perder su razón de
ser, tras un periodo de poca actividad en lo que a feminismo se refiere.
Aparecerán nuevas corrientes feministas, centradas en el progreso e igualdad
social y cultural de la mujer y para diferenciarlas, se les va a calificar como la
«Segunda ola», nombrando de forma retrospectiva a la «Primera ola».
Sarmiza Bilcescu (1867-1935), abogada y feminista, es la primera mujer con título de Doctor en Derecho
del mundo.

La rumana Sarmiza Bilcescu (27 de abril de 1867-26 de agosto de 1935) fue la


primera mujer de Europa licenciada en derecho por la Universidad de París y fue
la primera mujer en el mundo que consiguió un doctorado de Derecho, con una
tesis titulada Sobre la condición jurídica de la madre (1890), donde mostraba todas
las contradicciones y la carencia de derechos de las mujeres y, muy
especialmente, de las madres.
Elisa Leonida Zamfirescu (1887-1973) fue la primera mujer ingeniero del mundo.
En 1909 se inscribió en la Academia Real Técnica de Berlín, «Charlottemburgen»,
y se graduó en 1912. Al registrarse, el decano trató de convencerla de que
renunciara, citando «las tres kas» («kirche, kinder, küche», «iglesia, niños,
cocina») que definían el perfil de la mujer en aquella época. Los directores de la
Academia estaban situados ante una situación nueva: era la primera candidata de
la historia de la Academia, pero escribía y hablaba perfectamente el alemán y
tenía conocimientos sobresalientes de matemáticas, física y química. Finalmente,
la aceptaron.
Segunda ola
Artículo principal: Segunda ola del feminismo
Betty Friedan, 1960.

La Segunda Ola Feminista, del Movimiento de la mujer o de liberación de la


mujer hace referencia un período de actividad feminista que comienza a principios
de los años 1960 y dura hasta los años 1990 del siglo XX.
Así como la primera ola del feminismo se enfocaba principalmente en la
superación de los obstáculos legales (de jure) a la igualdad legal (sufragio
femenino, derechos de propiedad, etc.), la segunda ola tenía una amplia variedad
de temas: la desigualdad no-oficial (de facto), la sexualidad, la familia, el lugar de
trabajo y quizá de forma más controvertida, los derechos en la reproducción.27

Cartel de Do the job HE left behind, empleado en la segunda guerra mundial para llevar a las mujeres a
ocupar los puestos de trabajo vacantes de los hombres que fueron a la guerra.
En esta etapa se encuentra la Segunda Guerra Mundial, donde compañías
como Westinghouse Electric hicieron carteles que animaban a las mujeres a
trabajar en los puestos que los hombres habían dejado vacíos al marchar a la
guerra, es decir, propaganda de guerra para invitar a las mujeres a unirse a la
fuerza laboral, o que de la misma forma no eran para la contratación, sino para
exhortar a las mujeres ya contratadas a trabajar más duro. Pero la verdad es que
la intención de promover la idea de la mujer trabajadora fue creada con la idea de
que cumplieran con su obligación de esposas, llenando los puestos de trabajo
dejados por sus maridos durante la guerra, casi como si se tratara de un deber
patriótico. De aquí salió el cartel Rosie the Riveter también llamado We Can Do It,
que actualmente constituye un símbolo del feminismo contemporáneo más allá de
que, de la misma forma en que surgió este cartel, surgieron muchos otros al final
de dicha guerra, cuando muchas mujeres fueron prácticamente forzadas a
renunciar y volver a «sus verdadera obligaciones»: limpiar, cocinar, cuidar de los
niños, etc., ya que los hombres iban a volver a ocupar los puestos. Así, constituye
una paradoja para el feminismo.
Simone de Beauvoir, con su libro El segundo sexo, Betty Friedan con La mística
de la feminidad, Kate Millett con Sexual Politics o Shulamith Firestone con La
dialéctica del sexo son algunas de las autoras más representativas de esta
corriente de pensamiento. Termina en los años noventa con la llegada de la
tercera ola, con caracteres posmodernos, que diversifica de forma radical el
feminismo, tanto en sus visiones como en sus propuestas.
Tercera ola

Rebecca Walker, la autora que utilizó por primera vez el término «Tercera ola» en sus escritos. 11

Artículo principal: Tercera ola del feminismo


Feminismo de tercera ola es un término identificado con diversas ramas del
feminismo cuyo activismo e investigación en Estados Unidos comienza en 1990 y
se extiende hasta el presente. El movimiento surgió como una respuesta a los
fallos percibidos en el llamado feminismo de segunda ola: la toma de
conciencia de que no existe un único modelo de mujer, por el contrario, existen
múltiples modelos de mujer, determinados por cuestiones sociales, étnicas, de
nacionalidad, clase social, orientación sexual o religión. 28
Esta corriente se aleja del esencialismo y las definiciones de feminidad, asumidas
en ocasiones como universales y que sobrestimaban las experiencias de la clase
media-alta de raza blanca norteamericana. Las interpretaciones dadas al género y
al sexo son esenciales dentro de la tercera ola, caracterizándose por
su posestructuralismo. La variedad de enfoques, propuestas, visiones de los
problemas de esta corriente y la carencia de un objetivo común claro refleja el
carácter posmodernista de la tercera ola del feminismo que incorpora múltiples
corrientes del feminismo teniendo componentes de la teoría queer, del
antirracismo, teoría post colonial, ecofeminismo, transexualidad, o la visión
positiva de la sexualidad, entre otros.
El replanteamiento del feminismo de tercera ola se manifiesta por ejemplo en que
algunas feministas de esta corriente tienen una percepción diferente de la
sexualidad femenina y han replanteado las posturas ante el trabajo sexual o
la pornografía de la segunda ola del feminismo.29 Las feministas de tercera ola se
centran en la «micropolítica» y desafían el concepto de lo que es «bueno» o
«malo» para la mujer de la segunda ola. 303132
La tercera ola del feminismo surgió como respuesta a la segunda ola, pero
algunos acontecimientos marcaron el comienzo de esta corriente, como por
ejemplo el caso de Anita Hill, una mujer que denunció por acoso sexual a Clarence
Thomas, quien era nominado para la Corte Suprema de Estados Unidos. Thomas
negó las acusaciones y tras extensas deliberaciones, el Senado votó 52 a 48 a
favor de Thomas.3133 Como respuesta a este caso, Rebecca Walker publicó un
artículo titulado Becoming the Third Wave (Convertirse en la tercera ola) en el cual
declaró: «I am not a post-feminism feminist. I am the third-wave» («no soy una
post-feminista, soy la tercera ola»),11 Otro hito en la historia de la tercera ola son
los debates llamados «Guerras feministas por el sexo», considerados a veces
como el inicio de la tercera ola, constituyeron una serie de encendidos debates en
torno a las posturas ante el sexo, la prostitución, el sadomasoquismo y
la transexualidad que enfrentaron al movimiento feminista de la tercera ola con la
comunidad feminista lésbica.3435363738
Cuarta ola
Esta sección es un extracto de Cuarta ola del feminismo[editar]
La cuarta ola del feminismo es una adaptación histórica sobre el movimiento
feminista que plantea la existencia desde la segunda década del siglo XXI de un
nuevo momento histórico en la lucha por los derechos de las mujeres.

Impacto del feminismo en la sociedad


Marcha de veinte mil mujeres en Nueva York, 23 de octubre de 1915.

Mujeres haciendo cola para votar en Bangladés.

Mujeres pertenecientes al grupo de feminismo radical Femen, protestan contra legislación para ilegalizar
el aborto en Ucrania.39

El feminismo ha conllevado importantes cambios en parte del mundo; gracias a su


influencia, en muchas sociedades las mujeres han logrado el acceso a la
educación, el ejercicio del derecho al sufragio activo y pasivo, la protección de
sus derechos sexuales y reproductivos —incluyendo, en algunos países,
la interrupción voluntaria del embarazo— entre muchos otros que configuran la
noción de ciudadanía en la democracia. Unas de las aportaciones más
importantes del feminismo es el edificio teórico que han construido las diferentes
autoras a lo largo de siglos; la teoría feminista ha introducido en la sociedad y en
el mundo académico, multitud de nuevos conceptos y áreas de estudio que, de no
ser por la vitalidad del movimiento feminista, no habrían aparecido. Entre estos
podemos destacar ejemplos como los estudios de género, la crítica literaria
feminista, la teoría y crítica feminista de cine, la teoría legal feminista.[cita  requerida]
El feminismo ha tenido una importante repercusión en la legislación de gran parte
de países del mundo e influido amplias áreas del ordenamiento jurídico, con leyes
contra la violencia de género o leyes de paridad electoral: por poner algunos
ejemplos, cabe mencionar la Ley 581 de 2000 en Colombia que impone una cuota
mínima del 30 % de mujeres; la Ley 7142 de 1990 de Costa Rica que impone un
mínimo del 40 %; el Código Federal de Procedimientos Electorales de México que
limita al 70 % la presencia de cualquiera de los sexos; la Ley para la Igualdad
efectiva de mujeres y hombres en España (2007) que establece la obligación de
paridad, o la resolución del Consejo Electoral Venezolano de 2008, que obliga a
que las postulaciones de los partidos tengan un 50 % de mujeres,40 y la Ley de
Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política de 2017 en Argentina.
En Chile el presidente Gabriel González Videla, firmó la Ley N.º 9292, que otorgó
el sufragio pleno de la mujer.41
Sin embargo, en ningún país del mundo se ha logrado igual salario por igual
trabajo,42 el aborto espontáneo sigue siendo causa de muerte de muchas mujeres
en el mundo (tercera causa de mortalidad materna en el mundo 43) y aún hay
muchos países donde las mujeres no tienen derecho a votar en igualdad con los
varones.44 Al respecto, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-
Ngcuka, comentó que, a fecha de 2015, los avances desde finales del siglo XX se
habían producido de forma desigual y no se había alcanzado una situación de
igualdad en ningún país.45
En 2017 «feminismo» fue declarada palabra del año por el diccionario
estadounidense Merriam-Webster revelando que en 2017 las búsquedas de este
término se incrementaron un 70 % respecto al ejercicio anterior.46 Analistas
consideran que los movimientos feministas están en expansión 47 señalando como
ejemplos el movimiento Ni una menos en Hispanoamérica, la Marcha de las
Mujeres de enero de 2017 en Washington o el impacto del movimiento Me
Too («Yo también») iniciado con las acusaciones de abuso sexual contra el
productor de cine estadounidense Harvey Weinstein por parte de diversas mujeres
publicada el 5 de octubre de 2017 por The New York Times48 y que se ha
extendido en otros países.47

Conceptos claves
El amplio conjunto de conceptos y tecnicismos que utiliza el feminismo tienen un
enfoque concreto que debe conocerse para interpretar la teoría feminista de forma
adecuada, algunos de los más importantes son:
Patriarcado

Brecha salarial de género en salarios medianos de trabajadores a tiempo completo en la OCDE, 2008.49

Artículo principal: Patriarcado

El concepto de patriarcado es central dentro de la crítica racionalista a la sociedad


que, como regla general, hace el feminismo. Antes de ser reformulado por la teoría
feminista, el significado de este término se correspondía exactamente con
su etimología: la palabra «patriarca» se compone de las palabras griegas «άρχω»
(mandar) y «πατήρ» (padre)50 y desde antiguo denominó a la organización social
que otorga la primacía a la parte masculina de la sociedad, e institucionaliza la
influencia del padre de familia.5152
La introducción del concepto «patriarcado» en el debate feminista se debe a Kate
Millett, en su libro Sexual Politics (1970), y hoy en día es un componente esencial
de casi todos los enfoques del feminismo, en particular, del feminismo radical.
Dentro de la teoría feminista, el patriarcado ha pasado a significar el dominio del
orden social por los varones, que se manifiesta de innumerables formas, creando
un estado de cosas que configura de forma exterior a las mujeres, todos los
aspectos de su existencia, a través de la violencia simbólica, de mitos y creencias
que convierten la situación de subordinación en «lo natural». Algunos ejemplos de
subordinación patriarcal son:

 Salarios más bajos para las mujeres, según la OCDE, en los países
miembros existe una diferencia salarial de género del 17 % y se calcula que un
30 % de esa diferencia se debe a causas discriminatorias. 5354

 Altera en favor del género masculino la sexualidad, orientándola hacia el


placer de los varones.

 Influencia en ámbitos como el lenguaje, que trataría al género femenino


como una excepción frente a la «norma» masculina (por ejemplo, al decir «los
ciudadanos» incluiríamos a ciudadanos varones y mujeres) o en inglés, la
palabra woman (mujer), que evolucionó del vocablo de inglés
antiguo wifman que significa «humano femenino», mientras
que man (hombre/varón) en inglés antiguo significaba «humano» a secas,
cayendo en desuso la palabra werman (humano masculino) alrededor del año
1000-1200 de nuestra era y pasando a usarse man para definir a todo el
género humano y a los varones.555657
 El sistema de recompensas y castigos de la sociedad, que daría más
importancia a las conductas masculinas que a las femeninas, definiendo los
roles o estereotipos sexuales y que, por medio de la ideología patriarcal, se
presentan como naturales y universales. 58 Ejemplo de este hecho es la
violencia de género, que era visto como algo natural y durante siglos las
mujeres maltratadas se culpaban a sí mismas y se avergonzaban por ser
golpeadas, hasta que los medios de comunicación y la crítica al fenómeno
cuestionaron esa lógica.59

 Reserva a las mujeres peores empleos y ocupaciones, como las tareas del
hogar, que no suelen ser remuneradas y están revestidas de poco o nulo
prestigio social, además de que, en muchos casos resultan incompatibles con
una vida profesional plena.60
Promedio de horas semanales dedicadas al trabajo

España México

Doméstico Extradoméstico Total Doméstico Extradoméstico Total

Varones 17:44 22:34 40:18 9:57 23:44 33:41

Mujeres 28:52 15:32 44:23 46:01 14:52 60:53

Promedio 23:27 18:57 42:24 29:01 27:04 56:05

Revista de Economía Crítica, nº 6. Enero de 2008, pp 145-170

ISSN 1696-0866

Género
Artículo principal: Género (ciencias sociales)
El concepto de «género» es central en la teoría feminista, que define el género (lo
masculino/lo femenino), no como una realidad natural, consustancial al ser
humano, si no como una construcción cultural. 61 El género sería el resultado de la
inmersión en un conjunto de valores socialmente construidos que dan lugar a la
concepción de «lo femenino» o de «lo masculino». Las características meramente
biológicas (el sexo), a través de una evolución social, han sido revestidas de un
conjunto de comportamientos, actitudes, percepciones y pensamientos; que la
humanidad ha impuesto a la mujer, ligando a las características biológicas
sexuales una imagen concreta de lo que «debe» ser, creando la relación entre
sexo (macho/hembra) y género. Uno de los principales objetivos de las teorías del
género es cuestionar la creencia de que la biología determina la condición
femenina (o masculina), afirmando su naturaleza social. 62
El sexo dominante es el del varón o macho humano, que, a través de la
estructura patriarcal establece un dominio sobre la mujer o hembra humana. La
mujer es oprimida debido a su sexo y la opresión se da a través del género.
Debido a esto, el surgimiento de los estudios de género en los años 70 en Estados
Unidos provocó una ruptura en otras ciencias sociales, que se vieron obligadas a
redefinir sus paradigmas, hasta entonces diseñados en clave meramente
masculina. Disciplinas como la sociología, la geografía, la psicología,
la antropología y la economía atravesaron redefiniciones en cuanto aparece la
mujer (sexo) como objeto de estudio separado del género. Dejan de lado el
paradigma del determinismo biológico y aparece una construcción racional de la
relación de la sociedad con la mujer.63
El género como construcción social y no biológica originariamente es una
construcción teórica creada por médicos, psicoanalistas, etnólogos y sexólogos
como John Money o Robert Stoller, quienes propusieron distinguir el concepto de
sexo del de género, es decir, separar los rasgos biológicos, fisiológicos,
cromosómicos y genéticos del macho y de la hembra humanos de la construcción
social que se hace de esas diferencias biológicas sexuales. 64 Por ejemplo: el rosa
y los juguetes domésticos para las niñas y el azul o celeste y los juguetes de
acción y guerra para los niños. Eso es género.65 A partir de la década de 1970,
hasta los 90, las feministas van a hacer suyo los estudios de género. El género,
desde la perspectiva de los estudios de género feminista, es lo que la sociedad
dice que una mujer debe ser y lo que no debe ser. 62
El feminismo no cuestiona, de este modo, únicamente la construcción de la
feminidad y de la mujer, sino también de la masculinidad el concepto de varón,
puesto que tanto la primera como la segunda forman parte del sistema
sexo/género, al que dio forma y que supone en la actualidad una categoría de
análisis antropológica. Según Gayle Rubin, el sistema sexo/género asigna
características culturales y, en consecuencia, artificiales y perfectamente
modificables, a cada uno de los sexos, opresión del patriarcado que no sería
inevitable, sino consecuencia de las relaciones sociales que organizan el llamado
sistema sexo/género.66 Es decir, para cada sexo biológico correspondería
determinado género. A los machos humanos les corresponde la masculinidad y a
las hembras la femineidad, con un sistema de jerarquía donde el varón opresor
ocuparía un puesto superior y dominaría a la mujer, en situación de subordinación
y oprimida. Las diferencias generarían desigualdades jerárquicas, 67 diferencias
biológicas y relaciones políticas entre los sexos que, gracias al género, resultan
desiguales y asimétricas en la vida social, jurídica, política, sexual, en el desarrollo
económico, el acceso a la tierra, a la educación, a la cultura y al trabajo. De
acuerdo con Marcela Lagarde, las cinco claves de la opresión de género son la
inferiorización, la discriminación, la exclusión, la marginación y la expropiación de
las mujeres.68
Androcentrismo
Protestas en Argentina en el día de la Mujer de 1984, después de que la fecha fue institucionalizada.

Artículo principal: Androcentrismo

El «androcentrismo» es la visión del mundo y de las relaciones sociales centrada


en el punto de vista masculino.1 El androcentrismo convierte la visión del varón en
la única posible y establece una serie de paradigmas de estudio y análisis de la
realidad, que además incluyen los sesgos raciales, de clase y de edad del sector
dominante de la sociedad.69
En el contexto de la investigación social, un estudio con enfoque androcéntrico
sería «un estudio, análisis o investigación desde la perspectiva masculina
únicamente, y utilización posterior de los resultados como válidos para la
generalidad de los individuos, hombres y mujeres». 70La práctica totalidad de la
producción intelectual ha sido, hasta bien entrado el siglo XX, de carácter
androcentrista, siendo ésta circunstancia instrumental para la creación de la
identidad femenina a la medida del varón (sector masculino de la sociedad).
[cita  requerida]
 Dado que a lo largo de la historia de la humanidad, la parte masculina (y
propietaria, de raza blanca y de edad adulta) de la sociedad ha sido la que ha
escrito y teorizado sobre la sociedad, el androcentrismo es una consecuencia a la
vez que una condición posibilitadora de este dominio. El androcentrismo se
extiende a todos los ámbitos de la sociedad en general y de la producción
intelectual en particular, afectando a ámbitos como la escuela y sus materiales
educativos,71 los medios de comunicación, la producción científica, la
administración pública, la sanidad, la justicia, entre otros. El sesgo androcéntrico
de la producción intelectual de una sociedad, además de su carácter «de género»,
incluye otras condiciones ventajosas como la clase social, el color, la etnia o
la edad. Los privilegios de estas condiciones sociales convierten la visión del
varón blanco, adulto y propietario en la única posible, posibilitando el monopolio de
la visión intelectual de la sociedad. 69
Un claro ejemplo de androcentrismo se encuentra en el décimo mandamiento
bíblico:
No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su
buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo. 72

Críticas
Véanse también: Masculinismo,  Movimientos
de hombres,  Movimiento derechos del
hombre y  Movimiento derechos de los padres.
Aspectos teóricos
Una de las corrientes del feminismo de tercera ola, el ecofeminismo, ha recibido
críticas contra el por su carácter esencialista, lo que ha llevado al rechazo de tal
denominación por las feministas que se definen también como ecologistas. 73 Tal
esencialismo se interpreta como una visión dicotómica y estricta, un dualismo que
en el fondo sigue enfocándose en diferencias de género, y no en aspectos
comunes,74 hasta el punto de relacionar el ser mujer con una supuesta moralidad
superior, y tender a mostrar a los varones «con una capacidad innatamente
inferior en áreas de desempeño consideradas significativas», por ejemplo, al
atribuirles fenómenos como la violencia, y a desligarles de valores como la paz,
sin haber evidencias científicas y prácticas que respalden estas relaciones. 74 Este
punto de vista ha sido denunciado como innecesario en el feminismo y como
ideología sexista.74
Según el psicólogo Sebastián Girona, las versiones más radicales del feminismo
achacan a los hombres toda la culpa de la opresión que han sufrido las mujeres a
lo largo de la historia sin reconocer la responsabilidad propia de las mujeres. Esta
perspectiva puede conducir a culpar al hombre de todos los males sociales, y en
consecuencia, cosificarlo a la figura del mal y en algunos casos puede devenir en
un odio o aversión hacia los varones, llamado técnicamente misandria, que se
puede manifestar abierta o sutilmente.75
El feminismo ha recibido críticas desde ideologías conservadoras. Por ejemplo, la
periodista Naomi Schaefer Riley, sostiene que el feminismo ha perjudicado a las
mujeres y a las familias al promover una cultura que supuestamente considera las
relaciones sexuales casuales como «empoderantes», rechaza la necesidad de la
presencia del hombre en el hogar y minusvalora el trabajo doméstico de las
mujeres, a la vez que invita a la victimización de la mujer.76 En la misma vena, la
actriz Alessandra Cantini, candidata del partido Forza Italia opina que el feminismo
promueve un terrorismo de género y que las reivindicaciones de feminismo
obedecen al propósito de derribar el orden capitalista.77 La
economista paleolibertaria Vanessa Vallejo ve un vínculo entre medidas como
leyes de cuotas o cupos y el colectivismo y el autoritarismo político.78 Tanto Vallejo
como Cantini denuncian la forma en que estas medidas podrían atentar contra
principios como la libertad empresarial, o la meritocracia.7778
Las críticas hacia tendencias totalitarias del feminismo radical, provienen también
del sector del feminismo igualitario. Por ejemplo, Camille Paglia y Christina
Sommers acusan a las «feministas de género» de encasillar a las mujeres en el rol
de víctimas del patriarcado y lamentan una supuesta deriva hacia la intoleracia y la
censura del feminismo hacia los puntos de vista disidentes en las instituciones
académicas.79
Otros conceptos de la segunda y tercera ola del feminismo han sido cuestionadas,
como el patriarcado, la identidad de género y los constructos sociales.[cita  requerida]
Como un supuesto movimiento de igualdad, se denuncia el abandono del
feminismo por proteger y velar por la discriminación, la explotación y el abuso
hacia los varones. Por ejemplo, Carol Fontena y Andrés Gatica, en una
investigación sobre la violencia hacia los hombres, comentan sobre el problema de
la violencia doméstica:80
En este sentido, hay una lógica un tanto unilateral en su abordaje, apoyado por el feminismo, que a
contribuido ostensiblemente a la intervención de esta problemática, pero que ha tenido sus costos al
señalar a un solo tipo de agresor: al varón, manteniendo oculta esta problemática.

Cantini, por su parte, opina que «el status quo actual discrimina a los hombres en
tanto y en cuanto no existe ninguna ley humanitaria que los defienda de los
abusos que reciben».77
Movimiento del desacuerdo
Algunos colectivos de hombres y mujeres han mostrado su desacuerdo contra el
feminismo, como fue el caso de la campaña en Internet llamada «Mujeres contra
el feminismo» de 2014 en reacción a la campaña «#YesAllWomen»,81 o el «Frente
de hombres contra el feminismo» en Alemania.82 En 2013 el patriarca Kirill de
la Iglesia ortodoxa de Rusia cuestionó al feminismo argumentando que «es muy
peligroso y puede destruir Rusia».83
En los primeros años de la década de 1990 el periodista conservador
estadounidense Rush Limbaugh comenzó a difundir el término peyorativo
«feminazi», asociando algunas corrientes feministas con el nazismo. El término ha
sido criticado por promover la creencia de que Hitler era feminista.84 La
feminista Gloria Steinem ha criticado también a Limbaugh, exponiendo cómo
Limbaugh apoya la mayoría de las posturas que el nazismo tenía contra el
feminismo.85
También el ejecutivo de medios Steve Bannon, jefe de Asesores del expresidente
estadounidense Donald Trump y director del medio de extrema derecha Breitbart
News, y Milo Yiannopoulos, periodista británico de extrema derecha, sostuvieron
que el feminismo era una enfermedad como el cáncer.86

Véase también

  Portal:Feminismo. Contenido relacionado con Feminismo.


 Anarcofeminismo  Feminismo poscolonial  Feminismo en:
 Antifeminismo  Feminismo negro o Argentina
 Women Against  Feminismo masculino o Chile
Feminism  Feminismo radical o Ecuador
 Primera ola del  Feminismo liberal o Honduras
feminismo  Feminismo lésbico o India
 Segunda ola del  Marcha de las Mujeres en o México
feminismo Washington o Paraguay
 Tercera ola del  Ni una menos  Feminazi
feminismo  Patriarcado  TERF
 Cuarta ola del  Género  Hembrismo
feminismo
 Paridad de género  Misandria
 Teoría feminista
 Revolución sexual  Madonna como un ícono
 Ecofeminismo
 Machismo feminista
 El mito del orgasmo
 Movimiento social
vaginal
 Ciberfeminismo
 Disforia
 Feminismo filosófico
 Feminismo de la
igualdad
 Feminismo de género
 Feminismo de la
diferencia
 Feminismo socialista

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Enlaces externos
  Wikisource contiene sobre Feminismo.
  Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Feminismo.
  Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre feminismo.
 El Diccionario de la Real Academia Española tiene una definición
para feminismo.
 ¿Cuál es el origen del término feminismo?
 División de Naciones Unidas para el avance de la mujer
 Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de
Madrid
 Federación de Organizaciones Feministas del Estado Español (La
Coordinadora)
 Feminismo para todas. Los movimientos feministas se unen ante la
involución por Cristina Sen. La Vanguardia. 2017
 «Half the Sky: how the trafficking of women today is on a par with
genocide.» Ed Pilkington (19 de agosto de 2010) (en inglés)

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