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Análisis de eficacia de productos fitosanitarios

Article · January 1997

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Tomas Cabello
Universidad de Almería
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Biological control of introduced pest species Tuta absoluta in tomato crops of Spain. View project

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Análisis de Eficacia

de Productos Fitosanitarios

• A. ANDUJAR', P. BARRANCO', J.E. BELDA3 , T. CABELL0 2 , R. CARREÑO'

n este trabajo se hace una revisión de


INTRODUCCiÓN
En los ensayos realizados con productos insecticidas yaca­
ricidas, su efectividad en el control de las poblaciones de la pla­
ga se realiza calculando un porcentaje de eficacia, que relacio­
E las fórmulas empleadas en la evalua­
ción de la eficacia de plaguicidas en
bioensayos. En el caso de insectici­
das/a ca rícida s las fórmulas más utilizadas son
na la población, o densidad, de la plaga entre unidades expe­
rimentales empleadas (parcelas o plantas en maceta) en las que
las de Abbot y Henderson- Tilton, demostrán­
se realizan las aplicaciones, respecto a las unidades experi­ dose que dichas expresiones matemáticas son
mentales testigos, no tratada (BUSVINE, 1971; DENT, 1991; MÜLLER idénticas, ambas se basan en la comparación
y SCHWINN, 1992). Dicha eficacia se basa en el cálculo de la mor­
de la mortalidad final debidas al tratamiento
talidad originada por los productos plaguicidas en relación a un
testigo no tratado. respecto al testigo. Además ésta no tiene en
cuenta la rapidez con la que actua el plaguici­
Las distintas expresiones matemáticas para el calculo del
da. En los ensayos con otros tipos de fitosani­
porcentaje de eficiencia de un insecticida/acaricida han sido re­
visadas por UNTERSTENHOEFER (1963), y más recientemente por tarios no se aplican fórmulas de eficacia, esti­
PÜNTENER (1992) . Siendo las expresiones más utilizadas la fór­ mándose la misma por el progreso de la enfer­
mula de Abbot (ABBOT, 1925) y la de Henderson-Tilton (HEN­
medad y el efecto en la producción final. Se
DERSON y TILTON, 1955). Sus expresiones matemáticas son las si­
guientes: propone una nueva forma de evaluar la efica­
cia de plaguicidas agrícolas basado en el área
- Porcentaje de eficacia de Abbot (PEA):
bajo la curva de progreso de la plaga/enferme- ~
N
PEA = ( I - -'- ) _ 100 dad, que puede utilizarse para cualquier tiem­
N',

po de plaguicida agrícola. Igualmente dicho


- Porcentaje de eficacia de Henderson-Tilton (PE HT):
porcentaje de eficacia puede ser aplicado pa­
N, . N~ ra la valoración de ensayos de lucha biológica.
PElfI • ( I - - - ) . 100
No' Ni
Siendo: - Porcentaje de eficacia de Abbot modificada (PE Am ):
No = Infestación (o densidad relativa) de la plaga en la unidad
M, - M; . 100
de observación del ensayo en la que se evalúa el pesticida
PEA'" 100 _ M;
inmediatamente antes de su aplicación.
Nt = Infestación (o densidad relativa) de la plaga en la unidad
de observación en la que se evalúa el pesticida a t días des­ Siendo:
Mt = El porcentaje de mortalidad de la plaga en' la unidad de ob­
pués de la aplicación.
N'o = Infestación (o densidad relativa) de la plaga en la unidad servación del ensayo en la que se evalúa el pesticida en día
de observación controlo testigo (en las que no se ha reali­ t después de las aplicaciones.
zado aplicación) inmediatamente antes de las aplicaciones. Mt' = El porcentaje de mortalidad de la plaga en la unidad de
N't = Infestación (o densidad relativa) de la plaga en la unidad observación controlo testigo (en la que no se ha realizado
aplicación) el día t después de las aplicaciones.
de observación controlo testigo (en las que no se ha reali­
En la evalución de productos fitosanitarios destinados al con­
zado aplicación) el día t después de las aplicaciones.
trol de patógenos y malas hierbas, mediante bioensayos, no exis­
La fórmula de Henderson-Tilton se utiliza, en lugar de la de
ten unas ecuaciones que expresen, como sucede para las es­
Abbot, cuando la infestación inicial (o densidad inicial) de la pla­
pecies plagas, la eficacia. En dichos casos, la efectividad de los
ga es heterogénea entre las unidades de observación emplea­
productos se aproxima por la reducción que origina en la po­
das en el ensayo, o cuando se realiza con especies plagas que
blación del organismo perjudicial (caso de herbicidas y nemati­
presentan un ciclo de vida corto, de manera que la evaluación
cidas), o la reducción de plantas, o sus órganos enfermos (ca­
de la densidades se realiza sot .'e los ejemplares tratados y su
so de fungicidas, bactericias, etc.) (PÜNTENER, 1992).
descendencias (MÜLLER y SCHWINN, 1992).
En la valoración de la lucha biológica contra plagas, cuando
La fórmula de Abbot ha sido posteriormente modificada (FIN­
el agente de control empleado es un entomopatógeno, se utili­
NEY, 1971; BUSVINE, 1971) según la expresión siguiente:

~') ~ PHYTOMA España • Nº 92 OCTUBRE 1997


"
1'9 as
~

za las ecuaciones de Abbot , o Henderson-Tilton, antes señala­ Siendo: x = tamaño de la población

., das. Sin embargo, las mismas presentan problemas al no con­ i = tasa instantánea de mortalidad

siderar la rapidez de actuación , que trata de corregirse apor­ t = tiempo

tando además los valores del tiempo letal sub-cincuenta (BIEVER


y HOSTETTER, 1971; ROBERTSON y PREISLER, 1992). En la evalua­ o en la forma integral :
ción de la acción de parasitoides o depredadores en el control
macrobiológico de plagas, por el contrario, no se dispone de x, = Xo . el .'
ecuaciones que expresen sus eficacias.
El objetivo del presente trabajo ha consistido en el análisis Donde: Xo = Tamaño de la población inicial.
1 de las fórmulas de evaluación de de la eficacia de insectici­
das/acaricidas en bioensayos, y proponer una nueva ecuación
X, = Tamaño de la población en el momento t.
que además de resultar de mayor utilidad en dichos bioensayos, La tasa instantánea de mortalidad (i) es:
pueda generalizarse para el caso de los ensayos con fungici­
. 1 X,
das, nematicias y herbicidas. 1 = (-) . In (-)
l Xo
Material y Métodos La tasa finita de supervivencia (S) es:
X, .
Para demostrar la aplicación de los cálculos de eficacia de S " (_) = eL'
Xo
productos fitosanitarios, así como la lucha biológica, se han ele­
gido, al azar, varios ensayos con los distintos tipos de materias Por lo tanto:
activas, como es el caso del control de la especie plaga: Te ­ 1
tranychus urticae, mediante acaricidas, de CABELLO y BELDA = (-) . In(S)
l
(1993); el control de hongos fitopatógenos en el ensayo realiza­
do por ENTWISTLE (1986); para herbicidas el de OSWALD (1986), La tasa finita de mortalidad (M) es:
en el control mediante nematicidas, contra Meloidogyne incog­
nita, el realizado por NWADINOBI et al. (1989); Y por último, el con­ M = 1 -S = 1 -eL'
trol de araña roja (T. urticae) con el ácaro depredador: Phyto­
seiulus persimilis, realizado por CHAHINE y MICHELAKIS (1994) . Si consideramos un ensayo de eficacia de un pesticida, la
evaluación de las poblaciones en las unidades experimentales
Resultados y discusión sometidas a la aplicación y las testigo, son evaluadas en cuan­
to a su población de forma periódica, y casi siempre t *1 . Con­
Desarrollo de las fórmulas de evaluación de eficacia de pro­ sideremos el caso de la Tabla 1.
ductos fitosanitarios en bioensayos. Si Sj es la supervivencia entre muestreos para las unidades
Partiendo del porcentaje de eficacia, según la fórmula de Ab­ experimentales en las que se aplicó el pesticida:
bot modificada, anteriormente señalada, y como: No = 1 . No
N, = S, . No
N -N N' - N '

PM, " o J . 100 y PM," o J . 100

No N'u
Nj=Sj! N j_,
De forma que:

Con No ' NI ,No' Y NI' igual que antes ; y PM I y PM ', los por­
Nj = (S, . S2 ... Sj ) . No"· STOTAL = S, . S2 ... Sj = N j / No
centajes de mortalidad , en el momoento t, de la plaga en la par­
cela tratada y testigo, respectivamente.
Si S'j es la supervivencia entre muestreos para las unidades
Sustituyendo en la ecuación de Abbot modificada y simpli­
experimentales en las que no se aplicó el pesticida (testigo) :
ficando obtenemos la expresión siguiente:
N'o = 1 . N'o
N, . Ni; ) . 100 N', = S', . N'o
PEAm -- (1 No " N"

N'j = S'j. N'j_,


Que es la m isma ecuación que la del porcentaje de efica­
cia de Henderson-Tilton anteriormente señalada. Igualmente si De forma que:
No' = No, obtenemos la fórmula original de Abbot. Con ello que­ N'j = (S', . S'2 ... S'j ) . N'o .' . S'TOTAL = S', . S'2 .. . S'j = N'j / N'o
da demostrado la igualdad de las tres fórmulas .
Ambas expresiones tratan de considerar la eficacia , esti­ Si tj * tj-1 'v'j , Y utilizando las tasas instantáneas de mortali­
mando una mortalidad corregida, calculada en la población de dad para calcular la mortalidad debida únicamente al pesticida:
la plaga en la unidad experimental en la que se realiza la apli­
cación de pesticida, respecto al testigo. Efectivamente, si con­ Pesticida Testigo Diferencia
sideramos (KREBS, 1989) que: il , = o j' o = o o

j, = (llt,-Io) . In(N, INo) j', = (llt,-Io) · In(N',/N'o) (lIt"Io).(In(N,/No)- ln(N',/N'o»

d X : j X
d l j, = (lItrl;.,) . In(N/N, ,) j', = (II~-t,. , ) . In(N', IN',,) (l/~.~.,).( In(N/N,.,)· In(N', IN',.

PHYTOMA España • NQ92 OCTUBRE 1997 ~


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LLO y BENITEZ, 1994), habiéndose empleado la incidencia-día


Por lo tanto la supervivencia en la unidad experimental en la acumulada en modelos de simulación del empleo de pesticidas
que se aplicó el pesticida respecto a la testigo (Scorr) es: en el control del ácaro rojo europeo (HARDMAN, 1989).
El concepto de incidencia-día acumulada se ha aplicado al
s C~
S ·S
ro". ~l
Sro~ caso de fitopatógenos, al estimarse que la intensidad, o severi­
dad, de la enfermedad en el cultivo está relacionada con el área
In(N,/N.) - ln(N¡IN;) 1 _1 . In(NjN¡-,) -ln(N/Ni,) bajo la curva de progreso de la enfermedad (80S, 1981; RAB­
(1, -l. )' 1 _1 (J J" ) 1 _l.
S e ' o ..... e J J-' BINGE, 1988; SHAW y ROYLE, 1988; CAMPBELL y MADDEN, 1990).
ro" En función de lo anterior, se considera que se puede desa­
N' ·N rrollar una fórmula que evalue la eficacia, tanto en insectici­
_0_ _'
Sro" das/acaricidas como en fungicidas, nematicidas, etc., basán­
No · N·,
dose en un citerio único. El mismo estriba en decir, que el área
y como: bajo la curva de progreso en el tiempo de la población del pa­
1 - SCOfT
M CO" tógeno, o de la plaga, entre las parcelas tratadas y las testigo
está relacionado con la efectividad del producto fitosanitario.
N' ·N Según el concepto anterior y si considerados los valores del
PE HT = (1 - Sco") · 100 (1- o i).l00
cuadro 1, tenemos :
N o · N',

IDA, = «N, + No)/2)'(I, - lo)


IDA, = «N,+ N,)I2) '(t, - I,)+«N, + No)I2HI, - lo)

IDA, = «N, + N,_,)/2)'(I, - 1,.,)+ ... ... +«N, + No)I2)'(I, - lo)


Con lo que queda demostrado la base matemática de la fór­
mula de Henderson-Tilton, así como la de Abbot modificada, y
si No = N'o ' la de Abbot. Para el pesticida:
Teniendo en cuenta las igualdades anteriormente demos­
tradas entre las tres fórmulas : Abbot, Henderson-Tilton y Abbot IDA -, = «N', + N'.)I2)·(I, - lo)
modificada, así como el hecho de que la fórmula original de Ab­ IDA', = «N', + N' ,)/2) ' (I, - I,)+«N', + N'.)I2) ·(I, - lo)
bot fue establecida, y empleada, con anterioridad por TATIERS­
IDA', = «N', + N',.,)I2)·(I, - 1,_,)+ .... .. +«N', + N'.)/2)·(I, - lo)
FIEL y MORRIS (1924), el porcentaje de eficacia debería unificar­
se desde un doble punto de vista, en primer lugar su denomi­
nación, que deberla ser porcentaje de eficacia basado en la mor­ Para el teS1igo:
talidad corregida (PEMC) respecto al testigo, como algunas ve­ Para pOder comparar la intensidad, se considera la intensi­
ces se denomina. En segundo lugar en relación a la ecuación dad medida por la incidencia-día acumulada a partir de la uni­
para su cálculo, según la expresión siguiente: dad en el momento inicial (lo) (IDAU):

IDAU, = «N,/N., + N.lN.,)I2) ·(I, - lo)


IDAU, = «N,lNo + N,/N.,)I2) ·(I, - I,)+«N,/N" + NJN.)I2)·(I, - lo)
Las fórmulas de Abbot y Henderson-Tilton evalúan la efica­
cia de un pesticida agrícola calculando una mortalidad corregi­ IDAU, = «N,IN., + N,.,IN.)/2) ·(I, - I•.,)+ .... .. +«N,IN. + NJN.)/2)-(I, - ~,)
da respecto al testigo. Dicho valor sólo depende de los valores
iniciales y finales en las unidades experimentales donde se re­ Para el pesticida:
alizó la aplicación del pesticida yen la unidades experimenta­ Para el testigo:
les dejadas como testigo. Ello aunque es un planteamiento co­
IDAU', = «N',/N'o + N'JN'o)/2)'(I, - lo)

rrecto, no considera si dicha mortalidad se produce de forma IDAU', = «N'/N'o + N',/N'.,)I2) ·(I, - I,)+«N',/N'. + N'JN'o)/2)'(I, - lo)

más rápida o lenta, lo que representa otra característica que es


necesario determinar para estimar la adecuación de un pesti­ IDAU', = «N',1N'u + N·,.,/N'.)/2)·(I, -1,.,)+ ...... +«N',IN'. + N',/N'.)/2)-(I, -lo)
cida químico (UNTERSTENHOEFER, 1963); como se indicó ante­
riormente para el caso de la lucha microbiológica. Ello llevó a
SaLoMaN (1955) a proponer para determinar la eficacia, no op­ o considerando las tasas finitas de supervivencia:
tar por su cálculo en función de la mortalidad originada, sino en
base al tiempo transcurrido hasta alcanzar nuevamente la den­ Para el pesticida:
sidad inicial de la plaga; esto último, presenta otros problemas
añadidos como lógicamente se comprende. IDAU, = «(1
+ S,)I2)'(I, - lo)
IDAU, = «S"s,+S,)/2)'(t, - 1,)+ «(1 + 5,)/2)-(1, - lo)
A lo anterior se une que el daño que causa una plaga de­
pende de la intensidad del ataque, que a su vez es función de IDAU, = «S, ·s,.,· ...s,+s,.,· ... ·s,)/2)·(I, - 1,.,)+ .... .. +«1 + S,)/2)'(I, -lo)
tres factores: (1) Número de ejemplares de la plaga, (2) Estado
de desarrollo, y (3) Duración del ataque (DENT, 1991). Para esti­ Para el testigo:
mar dicha intensidad de ataque de una plaga se ha utilizado el
número-día acumulado, o incidencia-día acumulada (IDA) (HOY,
1985; BELDA et al ., 1992; ; CABELLO Y 8ENITEZ, 1994; MORENO et IDAU', = «(1
+ S',)/2)-(I, - lo)
al., 1994). Igualmente se ha encontrado una relaci6n entre dicha IDAU', = «S'"s',+s',)I2)-(t, - 1,)+ «1 + S',)I2)-(I, -lo)
intensidad de ataque y los daños en el cultivo (BARDNER y FLET­
CHER, 1974; ALLEN, 1981 ; RABBINGE, 1988; MORENO, 1994; CABE­ IDAU',: «S 'J's·,., ! ...s',+s',., ' ...!S· ,)/2)!(I, - 1,_,)+ ......+« 1 + s' ,)/2)!(I, -lo)

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~ PHYTOMA España • NQ 92 OCTUBRE 1997
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Los valores anteriores representan, para cada caso, el nú­ Aplicaciones a plagas, patógenos y
mero medio de supervivientes de la plaga por el número de df­
as que han estado causando un daño al cultivo. Por lo que con­
malas hierbas.
sideramos que puede ser la base de un fndice mejor a los de
Abbot y/o Henderson-Tilton al combinar la supervivencia que re­ La fórmula CAC ya ha sido empleada en la evaluación de
coge éstos y el tiempo que pueden actuar la población de la pla­ la eficacia de bioensayos de productos insecticidas (CABELLO et
ga sobre el cultivo. La nueva fórmula de evaluación de eficacia, al., 1996; BARRANCO, 1997; CABELLO et al., 1997), con resultados
ecuación de Carreño-Andújar-Cabello: CAC (CARREÑO et al., óptimos en la medida del grado de eficacia de las distintas ma­
1995), representa el porcentaje de reducción de la intensidad terias activas empleadas, especialmente en comparación con
unitaria de la plaga, según la formulación siguiente: las fórmulas clásicas. Sin embargo, nos interesa extender su
campo de aplicación, tanto a otros enemigos de los cultivos, co­
mo a otras formas de control de plagas, como es la utilización
de la lucha biológica.
Para los ejemplos en los que se ha realizado los cálculos de
IDAV/4Stigo - IDAVpesticida . 100
PE,A' eficacia, en la tabla 2 se da los resultados de un ensayo de efi­
IDAVt«srigo cacia en el control de Tetranychus urticae, los valores del nú­
con: mero de ácaros por hoja y el porcentaje de eficacia de Hen­

IDA V tesrigo = IDA V 'j _1_


2 N~
t
k=1
(Ni, + Nir. _I) ,(t k -tH)
derson-Tilton, son los dados por los autores (CABELLO y BELDA,
1993), además se incluyen los valores del porcentaje de efica­
cia segÚilla fórmula CACo Se puede observar que aunque exis­
te una relación entre los procentajes de eficacia, según las dos
1 j
fórmulas, debido a que ambas utilizan parte de los mismos da­
IDA V pesticidtJ ~. IDA V j 2.N L (N k +Nk _l ) ·(tk t kl )
tos, la fórmula CAC realiza una discriminación mejor entre trata­
o k·\
mientos y dosis empleadas. Así para T+ 14, los valores de efi­
cacia según Henderson-Tilton para la dosis baja y media son
Siendo los valores de las fórmulas como se indicó anterior­ iguales, y muy próximas a la dosis alta, lo cual no es razona­
mente. ble. Por el contrario en las eficacias obtenidas por la otra fórmula
la separación es más patente (Figuras 1 y 2).

Tabla 1
Valores de la población de la plaga en las unida­ Tabla 3
des experimentales cuando se realiza la evalua­
Cálculo de la eficacia de los datos
ción de eficiencia de un pesticida agrícola.
de Entwistle (1986) en el control
fungicida de Sclerotium cepivorum.

No . OlAS DESDE APLICACiÓN


APLICAC IONES
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INFESTACiÓN O I)ENSIDAD DE LA PLAGA ( .1 (. 1 (SI , .) ,V)

PESTICIDA No N, N,

'"

T!:HIGO N'o N', N ',

·T abla 2 Tabla 4
Cálculo de la eficacia de los datos
Cálculo de la eficacia de los datos
de Cabello y Belda (1993) en el control
de Oswald (1986) en el control
con acaricidas de Tetranychus urticae.
herbicida de Anthriscus sylvestris.

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19 TOT'n,a,da:s de p,.odl1je' t~s F'ttosa'Rttanos

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Figura 1 Tabla 5
Eficacia de Carreño ·Andújar-C abello en el conlr'ol de TETRANYCHUS URTICAE .
(D.los de CABELLO y BELDA . 1993). Cálculo de la eficacia de los datos

de Nwadinobi et al. (1986) en el control

/ 1
,
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nematicida de Meloidogyne incognita•

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20
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o
O 7 14
Dias trenscurndos desde el tratamiento

...J Fonbul0.tan (55 .0) ~ Abomeellno (9 .0)

::J Abomecllno (13.5) = Abomeelln. (18.0)

Figura 2 Tabla 6
Eficacia de Henderson·TiUon en el conlrol de TETRANYCHUS URTICAE .
(Datos de CABELLO y BELDA . t993)
Cálculo de la eficacia de los datos

de Chaine y Michelakis (1994) en el control

biológico de Tetranychus urticae.

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Oias transcurridos desde el tratamiento

J Fonbul••ton ($5.0) ~ Abomocllno (9 .0)


:J Abomecllno (13.5) _ AbomOC1lna (18.0)

Los valores calculados del porcentaje de eficacia, según la


fórmula CAC, así como los valores publicados por el autor (ENT­ BIBLIOGRAFíA
WISTLE, 1986) del porcentaje de plantas enfermas (% de inci­
dencia) se recogen para el control fungicida de Sclerotium ce­
pivorum en la tabla 3. En este caso se puede observar que se ABBOT, W.S. 1925. A method ofcomputing effectiveness of an in­
obtiene un índice único (el porcentaje de eficacia) que permite secticide, Journal of Economic Entomology, 18: 265-267 .
expresar la efectividad de los tratamientos, sin tener que recu­ ALLEN, J.C, 1981, The citrus rust mite game: a simulation model
rrir a la evolución del porcentaje de plantas enfermas, Además ofpestlosses. Environmental Entomology, 10: 171-176,
los valores de porcentaje de eficacia son coherentes con los re­ BARDNER, R.; FLETCHER, K.E. 1974, Insect infestations and their
sultados del ensayo. Iguales razones se pueden esgrimir para effects on the growth and yield of field crops: a review. Bu­
los datos de la tabla 4, que recogen los valores del control her­ lIetin of Entomological Research, 64 : 141-160.
bicida contra Anthriscus sylvestris según los resultados de Os­ BARRANCO, P. 1997. Morfometría, biología reproductiva, dinámi­
WALD (1986) al aplicar la fórmula de eficacia; los datos del con­ ca poblacional y modelización de Dociostaurus maroccanus
trol nematicida de Meloidogyne incognita (NWADINOBI et al., 1989) (Thunberg, 1815) en la provincia de Almería. Tesis Doctoral.
de ía tabla 5; y finalmente, el control biológico, comparado con Universidad de Granada: 210 pp,
BELDA, J,; CABELLO, T.; ORTIZ, J.; PASCUAL, F, 1992. Distribución
el químico de la araña roja, según los datos publicados por CHAHI­
de Frankliniella occidentalis (Pergande) (Thys.; Thripidae) en
NE y MICHELAKIS (1994), en los que se observa que el porcenta­
cultivo de pimiento bajo plástico en el sureste de España. Bo­
je de eficacia calculado por la fórmula de Carreño-Andújar-Ca­
letín de Sanidad Vegetal , Plagas, 18: 237-252_
bello fue mayor en el control del ácaro depredador que con el
BIEVER, K.o.; HOSTETIER, D,L., 1971. Activity of the nuclear poly­
producto acaricida .
hedrosís virus of the cabbage looper evaluated at program­
Todos los valores anteriormente analizados ponen de mani­ med temperatures regimens. Journal of Invertebrate Patho­
fiesto la aplicabilidad de la fórmula de eficacia desarrollada, que logy, 18: 81-84.
proporciona un índice más adecuado que los anteriormente em­ Bos, L. 1981. Assessment of crop losses caused by viruses. En:
pleados para la evaluación de materias activas insecticidas y CHIARAPPA, L. (Ed.). Crops loss assessment metods-Sup­
acaricidas, Además aporta un índice que evaluación que no se plement 3, FAO-CAB. Farnham: 79-84,
disponía para los bioensayos, tanto de campo, como de labo­ BUSVINE, J.R. 1971. A critial review of the techniques for testing
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PHYTOMA España • N2 92 OCTUBRE 1997

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