Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
: ARON NORA536
La novela inicia con descubrir el valle, antes de que llegaran las maquinas a
cambiarlo todo. Tan solo por el progreso de la civilización de la gente de la tierra todo
era diferente. Las tierras se dañaron por el paso de maquinarias que
Trasportaba carbón. Ahora la economía eran las minas, todos los habitantes buscaban
la vida llena de plata. Así empieza la historia de Rudesindo Cristancho y de su familia,
que por buscar una nueva forma de vida, se encontraron con el capitalismo que
devoraba todo lo que se encontraba a su camino, y destruía todo aquello que no le
servía .Rudesindo ignorante de que era el capitalismo cayó en él, y se daría cuenta que
su vida de campesino se acabó y sólo le quedaba la resignación, odio, soledad y la
miseria. Para Rudesindo la vida se le estaba convirtiendo en un infierno. Al recibir su
primer sueldo, había pasado a ser una miseria. La empresa descontaba y descuadraba
las cuentas de los trabajadores. Esto fue lo que lleno la copa de los trabajadores, lo
cual llevó a que el sindicato se conformara, situación que no ayudó, al contrario hizo
que sus pocas expectativas a una mejora de su trabajo se desvanecieran. Rudesindo
nunca supo que era un sindicato Él había formado su propia definición al escuchar las
charlas de sus compañeros. Era una incursión en el barrio de los extranjeros; sacarlos
de sus casas; ocupar las lujosas habitaciones y enviarlos a trabajar en las minas como
jornaleros. Rudecindo Cristancho y su familia (todos ellos analfabetas) huyen de su
tierra natal en medio de las montañas para asentarse en Timbalí. Al divisar el pueblo,
distinguen una calle que separa la zona rica, habitada principalmente por extranjeros
alemanes , francesese ingleses, de la zona de los pobres, habitada por mineros
colombianos. Después debo encontrar posada, se ven obligados a vivir en una casucha
en sobre un basurero en el extremo del pueblo ,fabricada en su mayor parte con restos
de brea. Rudecindo, después de varios intentos, es contratado para trabajar cómo
minero en el socavón de La Pintada, el más pequeño de la región. Al igual que a sus
compañeros, el salario de Rudecindo ni alcanza para sobrevivir , además, les son
negados todos los intentos de crear un sindicato, motivo por el cual el deseo de
rebelión va aumentando entre todos los mineros .Posteriormente, Rudecindo,
oprimido, se siente como una rata cavando su propio túnel, y descubre por sus
compañeros que en dicho túnel había ocurrido un derrumbe meses atrás, sepultando a
los mineros que trabajaban allí. Una vez encuentran los cadáveres descompuestos
entre las rocas, y salen corriendo del túnel por su olor, los mineros comienzan a
rebelarse. Entre la multitud enfurecida, que destruye el barrio de los ricos, Rudecindo
muere y su cadáver es aplastado por la multitud en el arco de la soledad.La novela
inicia con la descripción detallada de lo que era el valle antes de que llegara las
grandes maquinas a destruir todo y cambiarlo por el espeso humo de las fábricas, las
calles pavimentadas, grandes casas con inmensos
vétales, todo por el llamado progreso de la civilización Las personas ya no eran las
mismas, sus caras habían cambiado, su forma de expresar, sus gestos, todo era
diferente. Esas nuevas personas que llegaban hablaban de forma diferente, enredado,
ninguno entendía nada, ahí empezaría el problema de comunicación. Las tierras
fértiles ya no eran fértiles, se habían secado por toda esa maquinaria pesada que
trasportaba carbón, ahora lo que daba plata para alimentarnos era las minas, aquellas
minas que quedaban en lo alto y era la fuente económica de los extranjeros, que con el
cuento del progreso y la civilización estaban matando a la tierra y a las vidas de cada
campesino , vago e incluso extranjero pobre que buscaba aquella vida llena de plata
y alegría para su familia. Así empieza la historia de Rudesindo Cristancho y la de su
familia, que por buscar una nueva forma de vida se encontraron con el gran mostró del
capitalismo que deseaba con ansias devorar todo lo que se encontraba a su camino, y
a la vez destruir todo aquello que no le sirviera.