Está en la página 1de 14

Ficha técnica

Título: El reino de este mundo

Autor: Alejo Carpentier

Traductor: Corrección de erratas: Doña Jacinta

Ilustrador: No hay

Editorial: Editor digital: gertdelpozo

Colección: No hay

Lugar y año de publicación: 1949

Número de páginas: 83

Análisis de contenido

Argumento y estructura

El reino de este mundo narra la lucha del pueblo haitiano contra la esclavitud donde se

mezclan las creencias del pueblo africano con el mundo real. En esta historia nos encontramos

con Ti Noel un esclavo negro que a lo largo de su vida participa de distintas rebeliones en busca

de la libertad para el pueblo afrodescendiente. El primer intento de revolución la inicia

Mackandal un mandinga que había perdido un brazo en la hacienda de Monsieur Lenormand de

Mezy, luego de unos días de ser amputado su brazo empieza a visitar a la hechicera mamán Loi

junto a Ti Noel. Misteriosamente un día desparece, y luego de días se encuentra con Ti Noel en

una cueva donde este ve de nuevo al manco quien había adelgazado bastante y observo en lo que
había estado trabajando, en un jarrón de barro con olor acre y pescado sobre hojas de queso

donde se amontonaban pieles de lagarto, una especie de pócima.

Luego de unos días los animales de los amos franceses comienzan a morir misteriosamente, y

después familias enteras, los franceses empiezan a sospechar de Mackandal, así que van en su

búsqueda. Cuando llega el día en que el mandinga retorna a su forma humana, sus seguidores se

reúnen para esperarlo es así que él vuelve y todos empiezan a bailar y cantar a viva voz, al

escuchar eso los amos van en busca del manco, lo apresan y lo queman en la hoguera. Los negros

ven que el mandinga se desata de sus ataduras y vuela por encima de ellos, esa tarde se marchan

riendo pues él había cumplido la promesa de quedarse en el reino de este mundo.

En el segundo intento de sublevación se hace mención a la revolución francesa ya que

Bouckman el jamaiquino lo menciona cuando reúne a los esclavos.

“Era Bouckman el jamaiquino quien hablaba de esta manera. Aunque el trueno apagara

frases enteras, Ti Noel creyó comprender que algo había ocurrido en Francia, y que unos

señores muy influyentes habían declarado que debía darse la libertad a los negros, pero que los

ricos propietarios del Cabo, que eran todos unos hideputas monárquicos, se negaban a

obedecer.” Pág. 32

Los amos no querían perder sus privilegios, es así que los esclavos se revelan y se organizan;

una noche mediante el llamado de caracoles toman la ciudad, se embriagan, empiezan a saquear

quemar y violar a las hijas y esposas de los franceses. Ti Noel viola a la segunda esposa de

Monsieur Lenormand de Mezy, quien permaneció oculto por varios días y al salir descubrió su

hacienda saqueada, destrozada y a su esposa muerta al pie de la cama. Esta rebelión tampoco

tuvo éxito y termino con la muerte de varios esclavos, Ti Noel y unos cuantos de ellos estuvieron
a punto de ser ejecutados, pero Monsieur Lenormand de Mezy llega antes que eso suceda ya que

eran las pocas propiedades que le quedaban.

Lenormand de Mezy y sus esclavos se dirigen a Santiago de Cuba donde éste se embriaga casi

todos los días y frecuenta el Tívoli, endeudado el amo, en una apuesta pierde a Ti Noel y este es

liberado por su último amo; entonces ya anciano Ti Noel retorna a Saint Marc donde descubrió

que todo había sido tomado por los negros.

“lo que más asombraba a Ti Noel era el descubrimiento de que ese mundo prodigioso, como

no lo habían conocido los gobernadores franceses del Cabo, era un mundo de negros. Porque

negras eran aquellas honrosas señoras, de firme nalgatorio, que ahora bailaban la rueda en

torno a una fuente de tritones; negros aquellos dos ministros de medias blancas, que

descendían, con la cartera de becerro debajo del brazo, la escalinata de honor; negro aquel

cocinero, con cola de armiño en el bonete, que recibía un venado de hombros de varios

aldeanos conducidos por el Montero Mayor; negros aquellos húsares que trotaban en el

picadero; negro aquel Gran Copero, de cadena de plata al cuello, que contemplaba, en

compañía del Gran Maestre de Cetrería, los ensayos de actores negros en un teatro de verdura,

negros aquellos lacayos de peluca blanca, cuyos botones dorados eran contados por un

mayordomo de verde chaqueta, negra, en fin, y bien negra, era la Inmaculada Concepción que

se erguía sobre el altar de la capilla, sonriendo dulcemente a los músicos negros que ensayaban

un salve.” Pág. 51

El rey de ese lugar era el antiguo cocinero de La Corona, Henri Christophe. Inesperadamente

Ti Noel es apresado y obligado a trabajar igual que otros niños, ancianos y mujeres, en lo alto del
Gorro del Obispo en una fortaleza en caso de que Francia decidiera volver a conquistar el

territorio haitiano, Ti Noel se enteró que esta situación ya lleva más de 12 años, él se sintió

indignado ante esta situación.

“…se debían a una esclavitud tan abominable como la que había conocido en la hacienda

Monsieur Lenormand de Mezy. Peor aún, puesto que había una infinita miseria en lo de verse

apaleado por un negro, tan negro como uno, tan belfudo y pelicrespo, tan narizñato como uno;

tan igual, tan mal nacido, tan marcado a hierro, posiblemente, como uno.” Pag 54.

Los esclavos esta vez se levantan contra Henri Christophe, quien termina suicidándose pues

se había estado cuidando de los europeos, pero no de los haitianos. En esta revuelta Ti Noel

también participa y saquea el palacio del rey Henri Chrithophe, llevándose un botín que se lleva

a las ruinas de la antigua hacienda de Monsieur Lenormand de Mezy que sentía como suyas, así

con esa casaca del derrocado primer rey de Haití, Ti Noel se creía el rey de Angola como en los

cuentos de Mackandal, comienza a dictar ordenes al viento y llevaba un gobierno tranquilo a

diferencia de los anteriores.

Pero todo esto es interrumpido por los agrimensores mulatos quienes empezaron a llegar

montados en caballos empezando a medir los lugares, al momento de ser reprendidos por Ti Noel

se dio cuenta que hablaban francés, ante el miedo de volver a aquella época de esclavitud Ti

Noel se encierra en su morada, entonces recordó lo que hizo Mackandal y dejo su cuerpo

humano pasando por ave, hormiga y otros animales, intento ser ganso pero no fue aceptado es así

que se dio cuenta que pertenecía a este mundo y la grandeza del hombre radica en querer mejorar
lo que es, y eso se logra en el reino de este mundo. En ese momento de lucidez se alzó sobre su

mesa, gritando en todas las direcciones en contra de los nuevos mulatos conquistadores,

declarándoles la guerra en compañía de sus súbditos. En ese mismo instante, un gran viento

verde surgido del océano cayó sobre estas tierras, arrasando con todo a su paso, y Ti Noel

despareció.

Se puede observar la presencia del realismo mágico, del que Carpentier era uno de sus

representantes, esta corriente literaria consiste en la presencia de magia en la realidad, los

personajes no son conscientes en absoluto de ninguna anomalía respecto a la realidad de su

mundo. Es así que vemos como esto comienza cuando Mackandal deja la piel de hombre y se

convierte en insectos y animales sin dejar de visitar a sus seguidores

“De metamorfosis en metamorfosis, el manco estaba en todas partes, habiendo recobrado su

integridad corpórea al vestir trajes de animales. Con alas un día, con agallas al otro, galopando

o reptando, se había adueñado del curso de los ríos subterráneos, de las cavernas de la costa,

de las copas de los árboles, y reinaba ya sobre la isla entera. Ahora, sus poderes eran

ilimitados. Lo mismo podía cubrir una yegua que descansar en el frescor de un aljibe, posarse

en las ramas ligeras de un aromo o colarse por el ojo de una cerradura. Los perros no le

ladraban; mudaba de sombra según le conviniera” Pág. 23

Así mismo ocurre cuando Solimán servidor de Paulina Bonaparte intenta evitar que la

enfermedad entre a la isla donde ella se encuentra.


“Solimán invocaba con sus conjuros, un verdadero amo de la isla, único defensor posible

contra el azote de la otra orilla, único doctor probable ante la inutilidad de los recetarios. Para

evitar que los miasmas malignos atravesaran el agua, el negro ponía a bogar pequeños barcos,

hechos de un medio coco, todos empavesados con cintas sacadas del costurero”. Pág. 44

“Una mañana, las camaristas francesas descubrieron con espanto, que el negro ejecutaba

una extraña danza en torno a Paulina, arrodillada en el piso, con la cabellera suelta. Sin más

vestimenta que un cinturón del que colgaba un pañuelo blanco a modo de cubre sexo, el cuello

adornado de collares azules y rojos, Solimán saltaba como un pájaro, blandiendo un machete

enmohecido. Ambos lanzaban gemidos largos, como sacados del fondo del pecho, que parecían

aullidos de perro en noche de luna. Un gallo degollado aleteaba todavía sobre un reguero de

granos de maíz” Pág. 45

También se identifica estas creencias cuando el rey Henri Christophe a pesar de instaurar su

reino bajo el prototipo francés, utiliza sangre de toro para sus muros, esto para evitar que sean

destruidos. Y al final vemos como el protagonista cambia de cuerpos e intenta integrarse a otros

animales, pero no resulta, ya que el no pertenecía a ese mundo, incluso descubrió que los gansos

eran tan cerrados como los franceses.

En la obra se muestra como las tradiciones y relatos de África pasan de generación en

generación como Mackandal que le narraba historias a Ti Noel sobre los lugares de África y

como eran los reyes allí y el joven Ti Noel realiza una comparación ente ellos y los reyes

franceses.
“En el África, el rey era guerrero, cazador, juez y sacerdote; su simiente preciosa engrosaba,

en centenares de vientres, una vigorosa estirpe de héroes. En Francia, en España, en cambio, el

rey enviaba sus generales a combatir, era incompetente para dirimir litigios, se hacía regañar

por cualquier fraile confesor, y, en cuanto a riñones, no pasaba de engendrar un príncipe

debilucho, incapaz de acabar con un venado sin ayuda de sus monteros… en cambio —en Gran

Allá—, había príncipes duros como el yunque, y príncipes que eran el leopardo, y príncipes que

conocían el lenguaje de los árboles, y príncipes que mandaban sobre los cuatro puntos

cardinales, dueños de la nube, de la semilla, del bronce y del fuego.” Pág. 12

También se señala que Ti Noel les contaba a sus hijos la historia de Mackandal, manteniendo

la esperanza que vuelva en algún momento.

“Ti Noel transmitía los relatos del mandinga a sus hijos, enseñándoles canciones muy

simples que había compuesto a su gloria, en horas de dar peine y almohaza a los caballos.

Además, bueno era recordar a menudo al Manco, puesto que el Manco, alejado de estas tierras

por tareas de importancia, regresaría a ellas el día menos pensado.” Pág. 31

También dentro del relato se narra las vivencias de otros personajes como es el caso de

Paulina Bonaparte que llega a la isla con su marido el general Leclerc, para controlar a los

negros, pero luego de surgir una enfermedad se encierra en una isla donde hace que Solimán

realice algunos hechizos de su pueblo para poder protegerla, al final su marido llega a la isla

trayendo la enfermedad y muere, ella se marcha a Francia con un amuleto que hizo Solimán de

Papa Legba quien es el protector del mundo espiritual y el mediador entre el hombre y los Loa,

que son los espíritus o dioses menores en el vudú, tenía el objetivo de abrir caminos hasta su

destino. También se cuenta el desenlace de este personaje que luego de servir a Paulina sirve a la

familia de Henri Christophe, luego del suicidio de éste, Solimán acompaña a la reina María Luisa
y las princesas Atenais y Amatista a Italia donde es muy apreciado por el pueblo, una noche en la

que había bebido se encuentra con una estatua a la cual cree reconocer y al inspeccionar más de

cerca resulta ser el cadáver de Paulina Bonaparte, Solimán entonces enloquece y en medio de

una fuerte fiebre muere.

Tanto el rey Henri Christophe y Paulina Bonaparte son inspirados en personajes reales. El

primero fue realmente rey de Haití y mando a construir la Ciudadela Henri Christophe, una

majestuosa y colosal fortaleza cuya función era proteger al país de una posible invasión francesa.

Y de la misma forma que en el relato Se suicidó en 1820, en su palacio de Sans Souci, cuando las

crueldades de su reinado provocaron una rebelión. Por otra parte, Paulina Bonaparte fue hermana

de Napoleón Bonaparte, se la consideraba una mujer materialista y libertina.

En el reino de este mundo existe un narrador omnisciente, y se puede identificar dos planos

del relato, el mundo real donde suceden los hechos y el fantástico donde ocurre la magia del

pueblo afrodescendiente.

Tema

La lucha por la libertad, el levantamiento de los esclavos negros ante los opresores europeos y

después ante el rey Henri Chrithophe y los mulatos.

También se habla sobre la cultura africana.

Tiempo

Se desarrolla durante la revolución negra en Haití.


También se puede identificar saltos temporales, ya que la historia comienzo cuando Ti Noel

es joven, luego la historia avanza 20 años desde la muerte de Mackandal, y al final nos

encontramos con un Ti Noel anciano retornando a las tierras donde comenzó todo.

Espacio

Haití

Santiago de Cuba

Italia

Personajes:

Ti Noel: Es un esclavo de Monsieur Lenormand de Mezy. Participa de los diferentes

levantamientos de esclavos. Luego de mudar la piel humana y convertirse en diferentes insectos

y animales, se da cuenta que la grandeza solo se puede encontrar en el reino de este mundo.

Monsieur Lenormand de Mezy: Propietario de una plantación y amo de Ti Noel y

Mackandal. Después de la rebelión de esclavos dirigida por Bouckman, se ve obligado a huir a

Cuba, donde se dedica a la bebida y pierde a Ti Noel en una apuesta.

Mackandal: Es un esclavo fugitivo y el mentor espiritual de Ti Noel. Se lo describe con una

voz grave y un cuerpo poderoso, hasta que pierde el brazo. Dirigió una rebelión de esclavos al

principio que usó el envenenamiento del ganado y la gente como estrategia importante.

Finalmente es capturado y quemado en la hoguera en 1758.

Paulina Bonaparte: Es la esposa del General Leclerc, se enclaustra en una isla temerosa de

una enfermedad, ante ese temor y aconsejada por Solimán hace que este use hechizos africanos

para evitar la llegada de esa enfermedad a toda costa.


Solimán: Es el masajista negro de Paulina y practicante de vudú. Luego de su partida, se

convierte en lacayo de Henri Christophe, después del suicidio del primer rey de Haití, viaja a

Roma con la esposa e hijas de Henri Christophe.

Henri Christophe: Es el primer rey negro de Haití. Él gobierna el país aún más

opresivamente que los colonos franceses antes que él. Viste un uniforme bordado. Su gobierno se

caracteriza no solo por la opresión sino también por la europeización.

Bouckman: el jamaiquino, es el que guía la segunda rebelión de esclavos, les habla sobre la

revolución por la libertad, igualdad y fraternidad en Francia.

Autor

Alejo Carpentier

(Lausana, Suiza, 1904 - París, 1980) Novelista, narrador y ensayista cubano con el que

culmina la madurez de la narrativa insular del siglo XX, además de ser una de las figuras más

destacadas de las letras hispanoamericanas por sus obras barrocas como El siglo de las luces.

Sobre su biografía existen varias lagunas y contradicciones dada la desigual información de la

que se dispone. Según el propio autor, nació en La Habana, fruto del matrimonio de un

arquitecto francés y una pianista rusa, y se formó en escuelas de Francia, Austria, Bélgica y

Rusia. Tras su muerte, sin embargo, se empezó a documentar una muy distinta biografía que

situó el nacimiento del autor en Suiza, procedente de una familia humilde que emigró a Cuba

instalándose en el pueblo de Alquízar, donde el futuro escritor trabajó como repartidor de leche.

Lo que sí está fuera de dudas es que Carpentier inició su actividad literaria en simultáneo con

la musicología, su otra vocación de toda la vida en la dirección de la revista Carteles, entre 1924
y 1928. Además, colaboró en la fundación de la Revista de Avance, en 1927. En 1928 fue

encarcelado bajo la dictadura de Gerardo Machado y a la salida huyó de la isla; regresó a ella tras

un exilio en París de prácticamente una década. De este período fue su primera obra, Ecué-

Yamba-O (publicada en 1933, aunque al parecer la escribió ya en 1927), una novela de temática

negra con la que Carpentier inauguró su carrera como escritor.

En 1944 se trasladó a Caracas, donde vivió varios años, dedicándose al periodismo

radiofónico y ejerciendo también de profesor universitario y columnista en diarios y revistas,

mientras realizaba una interesante difusión de la música contemporánea. Luego de una

temporada en Haití, regresó a Cuba tras la Revolución liderada por Fidel Castro y el Che

Guevara (1959) y ocupó varios cargos oficiales hasta que en 1966 fue nombrado embajador en

París, donde permaneció hasta sus últimos días.

La obra de Alejo Carpentier

Su actividad literaria, aunque iniciada en 1933, no tuvo continuidad hasta 1944, año en que

vio la luz una compilación de cuentos titulada Viaje a la semilla. Escribió también antes de su

siguiente novela un ensayo titulado La música en Cuba (1946). Finalmente, en 1949, apareció

uno de sus trabajos literarios más emblemáticos: El reino de este mundo, un ejercicio de

excelente rigor histórico, como serán en adelante la mayor parte de sus obras, en el que

Carpentier narró un episodio del surgimiento de la república negra de Haití.

Precisamente en el prólogo de esta novela el autor expuso la tesis que definía «lo real

maravilloso», expresión sinónima de «realismo mágico», que tendría mayor fortuna. Para

Carpentier, el realismo puro (que había caracterizado las primeras décadas de la narrativa

hispanoamericana) es incapaz de reflejar la riquísima complejidad del continente; de ahí la


necesidad de integrar lo real con lo fantástico, lo mítico o lo alegórico. Además de su primer

teorizador, Carpentier fue, junto con el guatemalteco Miguel Ángel Asturias y el venezolano

Arturo Uslar Pietri, uno de los precursores del realismo mágico, tendencia que marcaría la

producción de parte de los autores del «Boom» de los años 60 (Julio Cortázar, Gabriel García

Márquez), con Cien años de soledad (1967) como obra culminante.

Su definitiva consagración como escritor llegó sin embargo con Los pasos perdidos (1953),

novela en la que un musicólogo antillano que reside en Nueva York, casado con una actriz, es

enviado a un país sudamericano con el encargo de rescatar y encontrar raros instrumentos. En el

viaje lo acompaña una amante francesa, que parece representar la decadencia europea y a la que

el musicólogo abandona por una mujer nativa a través de la cual entra en contacto con la vida de

una comunidad indígena, de donde es rescatado y llevado de nuevo a una civilizada ciudad a la

que no llega jamás a adaptarse, hasta que regresa a la selva. Un relato abstracto e irreal donde se

funden los conocimientos y la inteligencia del autor con las imágenes más profundas de su

expresión literaria.

Más tarde llegó El acoso (1956), tras su experiencia en Venezuela, una novela corta de

temática entre política y psicológica, donde se refleja fielmente el círculo de represión y

violencia de la Cuba anterior a la Revolución, en la década de 1950, aunque no fue una novela

documental: en esta obra los episodios se suceden en coincidencia con los cuarenta y seis

minutos que dura la interpretación de la Sinfonía Heroica de Beethoven.

Le siguió el volumen Guerra del tiempo (1958), donde el autor reunió tres relatos que

suponían otras tantas variaciones sobre el tiempo en una ambientación pretérita: Camino de

Santiago, una reedición de Viaje a la semilla y Semejante a la noche. Fueron tres breves

incursiones de Carpentier en el mundo de lo fantástico y de la ficción, protagonizadas por la


irreversibilidad de lo ocurrido. Posteriormente regresó a la novela histórica con El siglo de las

luces (1962), ambientada en Francia y las Antillas en el período de la Revolución Francesa. En

esta obra narró la peripecia de un personaje llamado Víctor Hugues que llevó a la isla de

Guadalupe la ideología de los revolucionarios franceses y también la guillotina. Una novela

cautivante que confirmó el poder de convocatoria visual de su autor, en la que presenta

personajes y ambientes lejanos en la historia y los acerca al lector atrapándolo en un asombroso

tejido verbal.

A esta célebre novela siguió Concierto barroco (1974), una obra breve donde reconstruyó, con

minucioso detalle y estricto rigor histórico y musicológico, el viaje de un criollo por la Europa

dieciochesca, acentuando la funcionalidad de la música en su narrativa, ya que el libro está

organizado y estructurado sobre fundamentos musicales. El mismo año publicó El recurso del

método, en la que recrea la imagen del tirano ilustrado, en versión latinoamericana.

Cronológicamente se sitúa luego La consagración de la primavera (1978), novela en la que

recreó una historia ambientada en tiempos de la Revolución Cubana y que había anticipado en

forma de relato breve en Los convidados de plata (1973). La consagración de la primavera

muestra su proceso autorreflexivo acerca de las revoluciones, a lo largo de un período que abarca

desde la soviética hasta la castrista, incluyendo los hechos de Playa Girón, y donde además

aparecen la Guerra Civil española y los ecos de la Segunda Guerra Mundial. Finalmente, El arpa

y la sombra (1979), supuso una visión desmitificadora de Cristóbal Colón y el descubrimiento de

América a través del relato de una íntima confesión en la que el Almirante, a las puertas de la

muerte, decide hacer una especie de inventario de sus hazañas y debilidades.

En su totalidad, la narrativa de Carpentier no se caracterizó por los análisis psicológicos, dada

la vastedad de una propuesta que planteaba más bien la diversidad de lo real. No mostró por
tanto con excesivo detalle los aspectos de la vida individual, más allá de arquetipos como el

Libertador, el Opresor o la Víctima. Su propósito central fue acaso cambiar la perspectiva del

lector, trasladarlo hasta un universo más amplio, un cosmos donde la tragedia personal queda

adormecida dentro de un conjunto que, aun siendo sencillo, es mucho más vasto y profundo.

Cabe recordar también sus títulos teóricos, tales como Tientos y diferencias (1964), Literatura

y conciencia política en América Latina (1969) y Razón de ser (1976), ensayos recogidos en un

volumen publicado póstumamente en La Habana, precisamente bajo el título genérico de

Ensayos (1984). En 1977 se le concedió el Premio Cervantes.

Referencias
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Alejo Carpentier. En Biografías y

Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/carpentier.htm.

También podría gustarte