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Principal-
Sede Grado 8 Período 4 Guía 01
Bachillerato
Grupo asignado
Asignatura Docente Teléfono Correo para realizar entrega
al profesor
LECTOESCRITURA
Andrea 3219825693
andrea.orjuela@iedalpnemocon-edu.com 8001- 8002
Orjuela Acosta
LECTOESCRITURA Odila Camacho
3168721566 odila.camacho@iedalpnemocon-edu.com 8003- 8004
Ariza
Fecha de entrega: octubre 01 de 2021
Nota: Se recomienda a los estudiantes entregar sus actividades completas lo más pronto posible y no esperar para
entregar a la fecha límite de la guía, lo cual permitirá dar trámite oportuno a los procesos de evaluación y
retroalimentación por parte de los Docentes.
INSTRUCCIONES DE ENVÍO. Enviar la Actividad completamente desarrollada a los correos correspondientes,
EN FORMATO PDF Y EN UN SOLO ARCHIVO, REVISE QUE NO ESTÉ BORROSO. (también aplica para
envío por WhatsApp en los casos SÓLO excepcionales donde no hay otra posibilidad de entrega) con las siguientes
recomendaciones de envío:
EJEMPLO ASUNTO DEL CORREO: 8001 LECTOESCRITURA. GARCÍA TORRES PEDRO. GUÍA 1 -
PERIODO 4.
EJEMPLOS DE MINIFICCIÓN:
Los títeres
La marioneta se cansó de moverse por los
designios e hilos impuestos por los titiriteros de
dedos gordos y grasientos y los de su creador,
que lo había abandonado; se puso su propio
teatro con otros que la siguieron.
“¿Y cómo representáramos el amor?”, fue la
pregunta más absurda que le hicieron los demás
títeres sin expresión ni voluntad que la
acompañaron como la masa a los líderes
equivocados: “sencillo: como el amor no existe, lo
inventamos como inventamos la verdad”,
respondió la marioneta…
Ronald Hernández Campos.
IED ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO
Supervivencia
Por: Luís Vidales
La Inmortal Amor
Era sólo una frágil vasija de barro. Le pidió al dios de las vasijas Por Julio Cortázar
que la volviera inmortal. Le concedió el deseo, pero no notó
cambio alguno. Siguió sirviendo para los mismos menesteres de Y después de hacer todo lo que hacen, se
clase obrera: tazón de leche, vasija de agua y, a veces, recipiente levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman,
de alimento para el gato o el perro. Se olvidó de su deseo. se peinan, se visten, y así progresivamente van
Un buen día, la dejaron mal acomodada y se resbaló del estante volviendo a ser lo que no son.
en donde dormía después de la jornada. Vio cómo se acercaba al
suelo y en su imaginación oyó el canto de su cuerpo de barro
cuando se hiciera pedazos en el suelo, pero cuando chocó contra
el piso el sonido que le llegó fue el de un golpe sordo y su cuerpo
rebotó como una pelota. ¿Era inmortal? La respuesta retumbó en
su conciencia: sí. Era de plástico irrompible. Lloró.
Jeremías Ramírez Vasillas
IED ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO
ACTIVIDAD
(…) —¡Carajo! —gritó—. Macondo está rodeado de agua por todas partes.
La idea de un Macondo peninsular prevaleció durante mucho tiempo, inspirada en el mapa arbitrario que
dibujó José Arcadio Buendía al regreso de su expedición. Lo trazó con rabia, como para castigarse a sí
mismo por la absoluta falta de sentido con que eligió el lugar. «Nunca llegaremos a ninguna parte», se
lamentaba ante Úrsula. «Aquí nos hemos de pudrir en vida sin recibir los beneficios de la ciencia». Esa
certidumbre, rumiada varios meses en el cuartito del laboratorio, lo llevó a concebir el proyecto de trasladar
a Macondo a un lugar más propicio. Pero esta vez, Úrsula se anticipó a sus designios febriles. Predis- puso
a las mujeres de la aldea contra la veleidad de sus hombres, que ya empezaban a prepararse parala
mudanza. José Arcadio Buendía no supo en qué momento, ni en virtud de qué fuerzas adversas, sus planes
se fueron enredando en una maraña de pretextos, hasta convertirse en pura y simple ilusión. Úrsula lo
observó con una atención inocente, y hasta sintió por él un poco de piedad, la mañana en que lo encontró
en el cuartito del fondo comentando entre dientes sus sueños de mudanza, mientras colocaba en sus cajas
originales las piezas del laboratorio. Lo dejó terminar. Lo dejó clavar las cajas, sin hacerle ningún reproche,
pero sabiendo ya que él sabía, porque se lo oyó decir en sus sordos monólogos, quelos hombres del
pueblo no lo secundarían en su empresa. Sólo cuando empezó a desmontar la puerta del cuartito, Úrsula
se atrevió a preguntarle por qué lo hacía, y él le contestó con una cierta amargura:
«Puesto que nadie quiere irse, nos iremos solos». Úrsula no se alteró.
—No nos iremos —dijo—. Aquí nos quedamos, porque aquí hemos tenido un hijo.
—Todavía no tenemos un muerto —dijo él—. Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto
bajo la tierra.
Úrsula replicó, con una suave firmeza:
—Si es necesario que yo me muera para que se queden aquí, me muero.
José Arcadio Buendía no creyó que fuera tan rígida la voluntad de su mujer. Trató de seducirla con el
hechizo de su fantasía, con la promesa de un mundo prodigioso, pero Úrsula fue insensible a su
clarividencia.
—En vez de andar pensando en tus alocadas novelerías, debes ocuparte de tus hijos —replicó—.
Míralos cómo están, abandonados a la buena de Dios, igual que los burros.
José Arcadio Buendía miró a través de la ventana y vio a los dos niños descalzos en la huerta soleada.
Algoocurrió entonces en su interior; algo misterioso y definitivo que lo desarraigó de su tiempo actual y
lo llevóa la deriva por una región inexplorada de los recuerdos. Mientras Úrsula seguía barriendo la casa
que ahoraestaba segura de no abandonar, él permaneció contemplando a los niños con mirada absorta
y exhaló un hondo suspiro de resignación.
—Bueno —dijo—. Diles que vengan a ayudarme a sacar las cosas de los cajones.
Adapto de: García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad. Bogotá: Real Academia Española;
Asociación de Academias de la
Lengua Española; Alfaguara, 2007. (Edición conmemorativa). pp. 22 – 24
A. visionario, puesto que comprende las maneras en que Macondo logrará el desarrollo.
B. analítico, ya que ha pensado en las desventajas de vivir en un terreno peninsular.
C. dócil, porque tiene en cuenta la opinión de otros sin importar su propia voluntad.
D. alocado, pues se deja llevar por ideas aligeradas sin reflexionar en torno a ellas.
• En el texto quien grita “¡Carajo! Macondo está rodeado de agua por todas partes” es
A. el narrador.
B. José Arcadio.
C. el autor.
D. Úrsula.
• De acuerdo con las acciones de las mujeres en el texto, se puede concluir que Úrsula es
• Al inicio del texto, se hace uso de los puntos suspensivos (…) para
AUTOEVALUACIÓN. Lee cada uno de los aspectos y coloca la nota que crees debe ir en cada uno, recuerda que la mínima nota que
puedes colocar es 1.0 y la máxima 5.0.